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Con The wall de Pink Floyd de fondo, cuando Hey You solo
retrataba la angustia en el interior de la humanidad y mi alma, me
dispuse a sacar todo en párrafos y diálogos.
Valentía.
—Introducción.
Tal vez Jungkook el chico flor sea una obra llena de escenas
secundarias y principales, que abordan temas profundos en
escenarios sencillos y de los cuales nadie es muy valiente de
hablar. De fondo también lleva una protesta social y un mundo de
fantasía al notar en la realidad, algo de tristeza.
—Introducción.
La ventana corrediza se fue abriendo lentamente y Jungkook
salió hacia el balcón. Mis piernas estaban adormecidas, pero
como pude logré levantarme.
Floreciste en mí,
yo morí
esperándote.
Felicidad. Espera. Añoranza. Ausencia. Muerte. Pérdida.
Duda.
—Primera parte.
—¿Estás asustado?
—No... ya no.
—Tampoco lo estoy.
Nos besamos una vez más, bajo los rayos cálidos del sol sobre
nosotros, dándonos el calorcito que necesitábamos para dejar
de temblar. Entonces cuando la canción se detuvo, nos dejamos
caer al abismo de aquel vacío llamado muerte, que nos inundó
de esperanza al recibirnos entre sus brazos. Nunca solté su
mano y jamás soltó la mía, fuimos y seríamos uno para siempre,
durante la eternidad de finales ausentes y comienzos infinitos.
—Capítulo final del epílogo; "Eternamente".
"Jungkook, el chico flor. Es parte final de una historia de amor
divida en tres capítulos importantes, es la fase final en una
relación. Asimila la expresión máxima de mi percepción del amor
y el sentido de la vida. Jodidamente imperfecta, fallida y errónea,
así, justo así como la existencia. Humanidad. Significa sinceridad
y, sobre todo, alma. Alma."
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—Vale.
Una de las chicas me regaló una sonrisa coqueta cuando trajo para
mí una cerveza e hizo el intento de sentarse sobre mis piernas.
Torpemente me moví de lado dirigiendo mi mirada perdida a otro
sitio. Mi novio golpeó mi mano de manera disimulada haciéndome
notar su molestia, yo alcancé a levantar los hombros en señal de no
saber exactamente qué es lo que había sucedido y que
evidentemente yo no tenía nada qué ver con eso.
—Eh... no gracias.
—No bro, es que mañana trabajo —aclaré con voz alta, para que
mi novio escuchara.
—No te hagas el tonto, Vante —dijo uno de los chicos poco antes
de terminar su botella de un sorbo.
—Bueno...
—Me masturbo con las fotos de las modelos —dijo "Five" con
alegría, resaltando su tono ebrio— y con las tuyas me la limpio.
—Serás cabrón.
—Ya, olvídalo. ¿Quién es él? Creo que haberle visto una vez...
—Oh, él es Jungkook.
—Viniste a algunas carreras con él, ¿no?
—Jejeje.
—Hola...
—Dongsun yo...
—Bebé...
—Tae...
—Lo siento.
—A-amor...
—Sí, sí...
—En serio...
—No lo creo.
—Sí.
—...
—¿Quién eres?
Mark me miró a los ojos, entonces lo noté cansado y tan ido que
sentí miedo por él. ¿Qué se estaba haciendo?
—No lo sientas, amor. Solo están ebrios... —No, no era solo eso.
¿Quiénes eran ellos? ¿Quién era él? ¿Yo soy quien tiene el
problema? ¿Yo soy el idiota que no puede levantarse y tiene que
arrastrarse por el suelo lleno de vómito, eh? ¡¿Soy yo?!
—Necesitas aire.
—Sí.
Está bien, somos felices ahora y está bien. Los amigos y la tristeza
no duran para siempre, al menos son relativos. He cambiado, ellos
también y ya no hay puntos que coinciden entre nosotros, está
bien... no hay rencor, la decepción se irá algún día y los recuerdos
se desvanecerán tras el pasado. Está bien...
Abrí los ojos admirando la distancia clara del reflejo de las olas
bajo la luna y esbocé una pequeña sonrisa. Había escapado de mi
mundo para visitar mi mundo del pasado, ha terminado el
momento, debo regresar a la realidad que se asemeja a un sueño.
Jungkook está junto a mí y conforma mi futuro, un camino guiado
por el amor y la felicidad.
—Amor...
—Te amo.