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"Me das asco, ¿por qué no te alejas de mí?

— Porque yo te amo, en verdad te admiro ¿Por qué no te enamoras de mí?

Porque eres la cosa más repugnante de todo el mundo."

Una

broma fue suficiente para que aquella sonrisa se apagara, una broma fue
suficiente para que se diera cuenta de que se arrepentiría toda su

vida...

1.

"Te odio Jeon Jungkook"

Jungkook 13 años.

Taehyung 12 años.

— ¡Jungkook!— su madre llamaba desde las escaleras a un pelinegro


entretenido en su consola.

— ¡¿Qué?!— fastidiado deja en pausa el juego y se dirige a las escaleras a


ver lo que quería su madre.
— Un amigo vino a verte.—dijo la señora Jeon cuando su hijo se
encontraba a sólo dos escalones de ella.

— ¿Qué amigo?— Jungkook fija su vista en la sala y frunce el ceño al ver


de quien se trataba.

Al parecer esa persona se dio cuenta que había bajado las escaleras y, sin
esperar, corrió en su dirección.

— ¡Kookie!

Oh no. Pensó el pelinegro

La persona que había llamado era su irritante vecino: Kim Taehyung.

Taehyung

era un chico gordito y con un cabello castaño en forma de hongo a tal


grado de cubrir sus ojos, solía ser un niño muy energético, motivo por

el cuál nadie se le acercaba y era víctima de bullying, pero jamás

dejaba de ser amable y alegre. Todo lo contrario a él, Jungkook era

atractivo y demasiado popular. El pequeño castaño era un grado menor


que

Jungkook, pero como sus madres eran grandes amigas, obligatoriamente

pasaba tiempo con Taehyung, le era un chico realmente estúpido y

fastidoso, siempre le recordaba que no le agradaba y le daba asco pero

éste siempre decía que era genial. Taehyung estaba profundamente

enamorado de ese pelinegro rebelde, se sentía feliz de pasar tiempo con

él a pesar de su constante rechazo.

— No

quiero estar con él.— Jungkook le dijo algo molesto a su madre, después

dirigió su vista al castaño que se encontraba jugando con sus manos,

mientras yacía con una enorme sonrisa y leve sonrojo.— Lárgate obeso.

— ¡Jungkook!¡no le hables así!—

su madre gritó comenzando a desesperarse.— Por favor tratalo bien,

porque Jessica y yo vamos a salir— decía su madre mientras tomaba su

bolso y se dirigía a Taehyung apretándole las mejillas.— ,portense bien


chicos.— sin más salió de la casa dejando a los dos niños solos.

— Kookie pode...— el castaño es interrumpido por Jungkook.

— Cállate, no me llames Kookie, suenas como un estúpido retrasado.— lo


mira con asco y pasa su mano entre sus cabellos.— No quiero que me
dirijas la palabra, te vas a quedar a fuera en el patio y cuando lleguen
nuestras madres te meterás a la casa.

— ¿y tú que harás?— se acercaba al pelinegro lentamente.

— Obvio, voy a jugar videojuegos.— resopló


¡Hyung! ¿puedo jugar contigo?.— inconscientemente tomó del brazo a su

mayor, Taehyung estaba emocionado y con una enorme sonrisa cuadrada.

Estúpido. Pensaba el mayor.

— ¡No me toques!— gritó, y sin medir su fuerza empujó al castaño


ocasionando que cayera de sentón.— Te quiero a fuera ¿entendiste?

— ¡Entendí!—Taehyung

se levanta del suelo emocionado de poder hacer lo que Jungkook le pedía

y así hacerlo feliz. Taehyung salió a saltitos al patio delantero.


Jungkook

sólo lo observó con asco , el ver semejante ballena, como él solía

decirle, correr le resultaba repulsivo, pero se sintió superior al

tratar como a un perro a Taehyung. Sí, para Jungkook el castaño era soló

un perro, porque no importa lo mal que los tratases ellos seguirán

siendo fieles y felizmente estúpidos a tu lado.

Jungkook se subió a su habitación a continuar con su partida importándole


que pronto llovería.

Jungkook

ya se había cansado después de horas jugando en la consola, se fija por

la ventana como las gotas de lluvia pegan en el vidrio, sólo bufa y se

dirige a la cocina por algo de comer. Oye que tocan a la puerta, por tal

se dirige a ella después de coger una manzana, al abrirla la cierra al

instante. Era un mojado Taehyung pidiéndole pasar.

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¿Qué quieres, obeso?— cuestiona el pelinegro observando la manzana que

tenía en la mano mientras recargaba su peso en la puerta.

— K-kookie... está lloviendo.— decía el pequeño castaño mientras se cubría


con sus manos.

— ¿Y? Aparte ya te dije que no me llamarás "Kookie".— imitaba la


chillona voz del castaño.

— Perdón hyung, pero está haciendo frío y me estoy mojando demasiado.

— ¿y tú crees que me importa lo que te llegue a pasar?—mordía la


manzana.
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— P-por f-favor, h-hyung.— comenzaba a temblar.

— Ruega — sonrió maliciosamente al entre abrir la puerta.—, y quiero que


te arrodilles.

El menor sólo lo miraba

atónito pensando que era broma, pero al ver su cara se dio cuenta que no

era así por lo que temblorosámente se arrodilla, pegando su frente al

suelo mojado.

— Hyung... t-te r-ruego q-que p-por favor me dejes e-entrar.— tembló aún
más, el frío no le dejaba hablar correctamente.

— Aún no me convence —

trató de cerrar la puerta, pero la mano de su menor se lo impidió,

ocasionando que esté sollozara por su mano al ser machucada.—, mira que

idioteces estás haciendo pedazo de idiota.— lo observa molesto mientras


Taehyung se sobaba la mano.

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— H-yung... ¿p-puedo

p-pasar? Te lo r-ruego... h-hyung por favor, por favor.— trataba de no

llorar por el punzante dolor en su mano y en su cabeza.— te... lo

r-ruego.

— Ya que.— lo toma de la

parte de atrás de su sudadera halándolo bruscamente adentro de la casa,

ya cuándo estaban dentro lo deja caer.— y más te vale secar la entrada

¿oíste?

— L-lo que tú digas.— trataba de pararse, no se sentía del todo bien.


— Así me gusta.— sonrió, sin más se fue de ahí dejando a un adolorido
Taehyung.

"Mientras sonría yo estaré bien"

pensaba el castaño al ver a su hyung subir las escaleras, dificultoso

se levantó notando lo empapado que estaba, por suerte había una pequeña

toalla en el umbral la cual cogió y se secó. Después de varios minutos

de entre secarse y secar la entrada quiso ver lo que hacía su mayor, a

grandes saltos de dirigió a su habitación y sin tocar entró.

— ¡¿Qué mierda haces

aquí, imbécil?!— gritó Jungkook por la repentina entrada del menor, ya

que el mayor se estaba cambiando para poder dormir.


— Es que yo quería pasar

tiempo con hyung.— sonrió de oreja a oreja, con un poderoso sonrojo,

ignorando las malas palabras de Jungkook.

— Pero yo no— soltó frío.—, ahora lárgate, bastante tengo con verte todos
los putos días.

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— ¿Por qué siempre me dices cosas tan feas?— bajó la cabeza.

— Las personas feas sólo merecen cosas feas.


— ¿Si llego a ser lindo tú me dirías cosas lindas?— bramo emocionado.

— No.

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— ¿Por qué?— preguntó confundido.

— Porque alguien tan repugnante y feo como tú, jamás llegará a ser tan
hermoso.— le dio la espalda colocándose una playera.

— Usted siempre tan sincero, es admirable.— sonrió Taehyung.

Jungkook, ya molesto,

sacó en un brusco empujón a Taehyung ocasionando que éste se golpeara


contra la pared frente a la habitación del mayor, Jungkook le resto

importancia y cerró de un estruendoso portazo la puerta, iba a dormir

porque estaba cansado de tanto jugar a los videojuegos, aparte, al día

siguiente tendría que ir a la escuela. Se durmió ignorando el hecho de

que un adolorido castaño ardía en fiebre y que éste sólo se dedicaba a

pensar en lo genial que era su mayor. En lo mucho que lo amaba.

Taehyung se había

enamorado desde la primera vez que lo vio, cuando la vecina les fue a

dar la bienvenida y ella estaba acompañada del chico más hermoso que en

su corta haya visto, fue amor a primera vista. Siempre trataba de pasar

tiempo con él, tanto en casa como en la escuela, sin embargo, éste le

hacía bullying junto a sus demás compañeros, no le molestaba mientras al

menos fuera Jungkook quien siempre lo molestara, le gustaba recibir su

atención, aunque ciertamente le dolía. A pesar de todo, se enamoró de

ese pelinegro rebelde y de bello rostro de conejito. Lo último que vio

antes de caer en una completa oscuridad fue al pelinegro jalarlo de su

adolorida mano y adentrarlo a su pieza.


"Siempre tan amable mi amado Jungkook" pensó.

●2

Habían

pasado tres años desde ese incidente donde Jungkook mintió

descaradamente sobre que Taehyung había decidido ir a jugar en la

lluvia. Las cosas habían ido de mal en peor cuando el menor se armó de

valor y declaró su amor al pelinegro, ese día recibió una paliza por

parte de éste ya que se le había ocurrió decírselo frente a sus amigos y

su novia, aquellos sintieron tanto asco que desde ese momento los

ataques fueron en un considerable aumento, como golpearlo, insultarlo,


robarle cosas y muchas otras más aberraciones, pero Taehyung sólo

sonreía y decía que todo había sido su culpa mientras que Jungkook se

regocijaba de su sufrimiento.

— Waaaa, estoy agonizando del aburrimiento.— decía su mejor amigo


Hoseok o mejor conocido como J-hope.

Jungkook

observaba desde la ventana de el tercer piso como unos chicos le

tiraban agua a Taehyung, sólo sonreía por lo idiota se veía.


Hey, ¿me estás escuchando imbécil?— Hoseok se paró para poder ver lo
que

tenía tan entretenido a su amigo.— Oh, otra vez lo están molestando.

Jungkook ¿te gusta verlo así?— miró a su amigo de reojo.

Hoseok

no tenía nada en contra del menor, de hecho, éste siempre había sido

tan amable con cada uno de los amigos del pelinegro por querer ganarse

aprobación de éstos, hasta también era amable con Irene, la novia de su

amigo, a pesar de que ella lo había humillado por tal acto asqueroso de

confesarse en medio del pasillo.


— ¿Sabes lo qué he estado pensando?— habló de repente Jeon, llamando
la atención de Hoseok.

— ¿En qué?— sabía que nada de lo que vaya a decir era bueno.

— Quiero jugar con Taehyung.— dijo recargándose en su silla.

1.4K
— ¿Qué?¿Cómo?— lo sabía, nada bueno.

Obviamente jugaré con sus sentimientos, ya cuando lo tenga a mi completa

merced le ordenaré que me haga el proyecto semestral que vale ochenta

porciento de la calificación final y lo bueno es que ese pequeño

bastardo de ahí es un prodigio.— señaló al castaño que se encontraba

recogiendo sus cosas que antes habían sido regadas por todo el lugar.

— Me

parece buena idea.— dijo Hoseok cegándose por una buena calificación,
obviando las consecuencias de aquella idea.— Dile que te haga uno

extra.— comenzó a bailar con emoción, tanta era su felicidad que pasó

por alto el comienzo de un tormento.

2.9K

Jungkook sólo rió.


464

La
jornada ya había concluido por tal motivo Taehyung se dirigía a su casa

con total calma, sin darse cuenta que era seguido por alguien. Siente un

toque en su hombro por lo cual brinca en su lugar.

108

Al voltear sus ojos se agrandan desmesuradamente.

53

— Disculpa, esto es tuyo.— un chico rubio le extiende un cuaderno.— ¿Tú


eres Kim Taehyung, verdad?

1.9K
Taehyung

asiente, pero está asombrado. El chico era nada más y nada menos que

Park Jimin, el único chico que podía competir contra Jeon Jungkook,

tanto en belleza como en popularidad, ambos chicos eran más que deseados

por todos y todas. Aunque era de esperarse que hubiera diferencias,

Jungkook era alguien altivo y soberbio, mientras que Jimin era modesto y

amable. No sabía como reaccionar porque iba comiendo una bolsa enorme

de papitas y su boquita estaba llena. Estaba que moría de vergüenza.

2.4K

— ¿Estás bien?.— preguntó preocupado el mayor.

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Taehyung

señaló su boca y Jimin entendió, soltó una risita mientras se iba

acercando al castaño, éste por acto de reflejo retrocedió unos pasos.

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Tranquilo, no voy hacerte nada, sólo quería que me dieras un poco de

papas.— se rasco la nuca Jimin por la tensión que se formo, no quería

hacerle daño.

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— Oh

perdón, no lo sabía, aquí tienes, son deliciosas.— Taehyung con una

enorme sonrisa le ofreció la bolsa de papas. Jimin agrando aún más su

sonrisa.

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Gracias. Oh, aquí tienes tu cuaderno, lo encontré tirado en el bote de

basura del salón de música.— Jimin le estira el cuaderno y Taehyung

inmediatamente lo toma.

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— Lo siento.— sonríe apenado el menor.

97

— ¿Por qué?— pregunta Jimin sin entender el porqué de la pregunta.

82

— Por molestarte en recoger esto, soy una molestia. No vale la pena


preocuparse por mí.— abrazo el cuaderno entre su pecho.

1.6K
Jimin

agrando sus ojos y un enojo se apodero de él, no era en contra de

Taehyung, era por supuesto contra todas esas personas que hicieron que

pensara en que era una molestia. Era contra Jungkook, puesto que éste no

ocultaba que él era el responsable de todo.

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— No eres una molestia— hablo el rubio.—, eres grandioso.— susurró.

950
— ¿En serio?— sus ojitos comenzaron a brillar.

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— Sí.

62

— Jiminnie hyung, muchas gracias.— su sonrisa a los ojos del mayor es


radiante.

277
— ¿Jiminnie hyung?— cuestiona divertido.

159

Oh, lo siento, no debí llamarlo así.— Taehyung baja la mirada, piensa

que el mayor le insultara por tal apodo así como lo hace Jungkook.

217

— No te disculpes.— toma el mentón del castaño para que pueda mirarlo a


los ojos.— Me gusta.
3.3K

Un

leve tono rosado se posa en las esponjosas mejillas del menor, esa clase

de palabras son nuevas para él, aunque desearía que también su amado

Jungkook le hablara así.

584

— M-muchas gracias por regresarme mi cuaderno, J-jiminnie hyung.—


emboza una sonrisa.

82
— No

fue nada.— le regala una de sus matadoras sonrisas.— Nos vemos luego

TaeTae.— se despide para pasar a caminar y perderse entre las calles,

sonriendo por la reacción de Taehyung a sus palabras.

525

Taehyung

sólo puede permanecer en su sitio. Ninguno de los chicos se había

percatado de que eran observados por un pelinegro que desde que vio a

Park sonreirle al castaño no a quitado su ceño fruncido.

1.2K
No

iba a permitir que el idiota de Taehyung se sonrojara y sonriera como

imbécil a otro que no fuera él. Que falta de respeto le estaba haciendo

su obeso vecino.

2.8K

¿No qué muy enamorado de mí? Y mirate, andando de fácil con

cualquiera.— gruñe mientras ve como un perdido Taehyung camina en su

dirección sin siquiera notarlo.— Te voy a enseñar a respetarme,

estúpido.

Taehyung

iba tan sumido en su mundo que no se dio cuenta cuando chocó


con un
fornido cuerpo, levantó su rostro para pedir disculpas pero al darse

cuenta de quien era su cara adquirió un poderoso sonrojo:

348

Koo... Digo, Jungkook hyung.— bajó la mirada ante su mayor,


sentía su

corazón latir hasta el punto de casi sentirlo fuera de su pecho,


porque a

pesar de todo lo malo que éste hiciera, Taehyung lo admiraba


demasiado.

474

Jungkook sonrió socarrón ante la actitud sumisa del castaño, se le


hacía un chico totalmente estúpido.
269

Taehyung... ¿Estás ocupado esta tarde?— Jungkook preguntó,


tratando de

sonar curioso ante lo que el menor hiciera puesto que tenía que
empezar

cuanto antes su plan.

305

— ¿Eh?¿Qué?

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¿Qué si estás ocupado? — trató de no rodar los ojos ante lo lento


que

podía ser ese dolor de cabeza.— Es que quisiera que fueras a mi


casa a

pasar el rato ya que mi mamá me aviso que saldría hoy con tu


mamá.

753

Taehyung

no podía creer lo que estaba escuchando, su amor platónico le


estaba

pidiendo que pasara tiempo con él. Era un sueño hecho realidad
porque

por fin en varios años Jungkook lo invitaba a su casa en vez de


echarlo.
725

— ¿Entonces? — Jungkook se cruzó de brazos alzando una ceja a


la espera de una respuesta por parte del contrario.

158

¡Por supuesto que quisiera ir contigo! — brama más que feliz el


pequeño

castaño con una radiante sonrisa característica de él y un enorme

sonrojo, el cual nunca podía faltar cada que se encontraba con


Jungkook.

352
«Idiota» Pensaba Jungkook con una mueca de asco, la cual supo
disimular demasiado bien para que el contrario no la notase.

497

Hey — Jungkook llamó al castaño que se encontraba un poco más


al frente

que él dando algunos saltitos. — ¿Eres amigo de Park?— era obvio


que no

se le iba pasar ese gran detalle al pelinegro, no sabía con exactitud

porqué, pero tener a Jimin rodando cerca de Taehyung no le


agradaba del

todo.

639
— ¿Park?

187

— Park Jimin.— aclaró ante la duda en el rostro del castaño.

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Oh, Jiminnie hyung.— Taehyung sonrió tiernamente al recordar al


chico de

tiernos ojos y gruesos labios, jamás podría olvidarle, era un chico

demasiado amable.
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Jungkook apretó la mandíbula con fuerza ante el apodo ridículo


que Taehyung le había otorgado a, por así decirlo, su rival.

939

— No

creo que me considere uno, sólo hoy fue amable conmigo, eso es
todo

¿por qué la pregunta? — el menor ladeó su cabeza curioso ante la

repentina pregunta por parte de Jeon, era extraño, puesto que el


mayor

jamás había puesto real interés en su vida personal.

95

Nada más, tampoco es como si me importara que tuvieras más


amigos.— se

encogió de hombros con real desinterés sobre la vida del menor,


porque

claramente sabe que ninguna persona sería tan estúpida para


hablarle a

un gordo homosexual, aparte de que sabía con total seguridad que


nadie

le llevaría la contraria.

2K

[. . .]
586

Ya

estando en la casa de Jungkook, Taehyung no podía evitar ponerse

realmente nervioso, no era la primera vez estando en aquella casa,


pero

sí el estar solos y eso le avergonzaba. Estar en un mismo espacio


con el

pelinegro hacía que su corazón se acelerara. Taehyung haría


cualquier

cosa por su mayor sin recibir nada a cambio, porque lo único que
pedía

más que nada en el mundo era el que su amado sonriera, eso sería
más que

suficiente para él.

397

Vamos a mi cuarto.— dijo el mayor dirigiéndose hacia arriba con


algo de

fastidio en lo que estaría por hacer una vez arriba y tras la puerta
de

su habitación.

1.6K

Taehyung

le siguió, pero cada vez más nervioso. No esperaba que pasara


algo

entre ellos, pero aún así se sentía bien pasar tiempo con Jungkook,
tener permiso de estar cerca suyo era un regalo mandado por los
ángeles,

según Taehyung. Al entrar a la habitación y que el castaño cerrara


la

puerta, Jungkook lo azotó contra ésta colocando sus manos a cada


lado de

la cabeza de un aturdido Taehyung.

1.4K

— H-hyung...— el menor

estaba sorprendido por la acción, y más aún por la cercanía de


ambos

rostros. Aquellos orbes profundos lo intimidaban un poco, pero


sobre

todo, le gustaban.— ¿Q-qué está ha-haciendo?

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— Tae... Me he dado

cuenta que...— se acercó un poco más para colocar su mentón en


el hombro

del menor, se sorprendió por el delicioso olor a vainilla que

desprendía pensando que un gordo no debería oler así.— Que... Me


gustas.

4.2K

Los ojos del menor se

abrieron desmesuradamente, no le daba crédito a los que sus


oídos

acababan de escuchar, pensaba que otra de sus tantas


alucinaciones en

donde a veces el mayor se le declaraba y se hacían novios viviendo

felices por siempre, pensaba y creía que era una más, por ello
parpadeó

repetidas veces y sonrió algo tembloroso para hablar:

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— E-es u-una broma ¿verdad hyung?.— apartó un poco el cuerpo
ajeno, puesto que por la cercanía sentía que se asfixiaba.

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«Ojala fuera una broma, pero necesitó excelencia en mi proyecto»


Pensaba Jungkook, pensando de momento si valía la pena
sacrificar su dignidad y tiempo con un chico al cual considera
basura.

915

— No es una broma, Tae—

llevó una de sus manos a la regordeta mejilla del menor, que para
su

sorpresa era demasiado suave, como el terciopelo.—, me he dado


cuenta
que eres muy lindo.— pasaba su pulgar por el rosado labio inferior
del

castaño, provocando que el sonrojo del menor se extendiera hasta


sus

orejas.

800

— Hyung.— Taehyung suspiraba por el delicado y constante toque


de Jungkook sobre su piel.

112

— ¿Harías todo lo que yo

te diga, verdad?— llevó sus manos a la cintura del menor, pero a


pesar

de no tener un cuerpo de chica, sus costados se sentían muy


blanditos y,

hasta cierto punto, suaves.


1.5K

— Por supuesto que sí,

hyung.— estaba tan perdido en el nuevo trato de su hyung que no


podía

pensar con claridad, no podía ver el tortuoso mundo que le


esperaba

después.

526

— Bien — Jungkook se

apartó bruscamente del menor y éste se quejó bajo por la falta de

contacto.— Quisiera que me ayudaras en un proyecto de Ciencias


sociales e

Historia.— se sentó en la orilla de la cama, tratando de olvidar la

sensación reciente.
897

— Ese trabajo es demasiado fácil, cualquiera podría hacerlo.— rió


levemente el menor.

809

«Idiota, si fuera fácil no intentaría siquiera tocarte» pensó con algo


de rabia el azabache.

890

— Tienes mucha razón,

pero...— estiró su mano hacia el menor y éste sin duda la tomó


sonrojado.— Me encantaría que lo hicieras conmigo.— besó su
mano para

poder entrelazarlas, dándole una de sus coquetas sonrisas y


mirada

sutil, sabía de sobra que Taehyung caería.

756

— Claro que sí, te ayudaré hyung. — su hermosa sonrisa volvió


aparecer como el sol para un nuevo amanecer.

319

Pobre Taehyung, si tan

sólo supiera que lo único que sentía aquel pelinegro era asco no
estaría

tan sonriente, pero que iba a saber una de las personas más
inocentes
del mundo, una de las personas más amables que tuvieras el
placer de

conocer. Exacto, nada.

610

Taehyung quería estar al

lado de Jungkook porque al fin le había correspondido sus puros

sentimientos, aquellos que atesoraba a capa y espada de las


mentes

cerradas que lo atormentaban día a día. Poder recibir mimos de


parte del

mayor hacía que miles de mariposas revolotearan rebeldes por


todo su

estómago. Estaba seguro que él amaba a Jeon Jungkook y que


éste, en un

futuro y dándose cuenta por todo lo que haría por él, también lo
amaría.

425
Ambos chicos pensaban

mientras se encontraban acostados en la cama del pelinegro,


ambos chicos

compartían la misma acción física, pero mental era diferente.

200

Cuanto te amo, Kookie. Pensaba risueño Taehyung

295

Cuanto asco me das, idiota. Pensaba asqueado Jungkook.


Aunque ¿quién de los dos sufrirá más con este juego?

Que asco ¿cómo se quita la esencia de un gordo asqueroso? —


decía el

pelinegro restregándose los brazos y el torso como si tuviese algo

encima.

— ¿Con qué ya comenzaste con las caricias siniestras, eh?— decía


Hoseok, riéndose de la actitud exagerada de su amigo.

Claro que sí, ese idiota cree que me gusta en serio, es más imbécil
de

lo que me imagine.— ríe a carcajadas por la imagen del poderoso


sonrojo

del castaño cuando tuvo que irse de su casa.


— ¡Kyyyaaaaaaaa!— todas las chicas de su aula pegan un grito
mientras iban hacia la ventana que daba al pasillo.

— ¿Qué mierda es ese ruido?— Jungkook frunce el ceño ante la


actitud de sus compañeras, se oían como ovejas, a su parecer.

— Bueno, está pasando...— Hoseok es interrumpido por los gritos.

— ¡JIMIN OPPA!— Jungkook hizo una mueca, se debió imaginar


que era ese sujeto, no estaba realmente contento con Jimin.

832

Jungkook
se paró de un salto y se dirigió a la puerta del salón, vio pasar al

rubio que había llamado la atención de todos. Al pasar frente a él,

Jimin le dirigió una fría mirada la cual le sostuvo soberbio.

Parecía

que estaban inmersos en su propio mundo donde se insultaban


por medio

de las miradas, el primero en apartar la mirada fue Jimin, y no por


la

razón que Jungkook cree, sino porque se dio cuenta de la


presencia del

castaño que llegaba con el cabello mojado y mejillas sonrojadas, al

parecer éste se había despertado tarde, la razón era por haber


estado

tan feliz por la tarde anterior que pasó con Jungkook.

189
— Tae.— Jimin se dirigió a su menor e hizo que el azabache se
diera cuenta del castaño.

337

— Oh... Jiminnie hyung, buenos días.— Taehyung le ofreció una


enorme sonrisa al mayor, el ver a Jimin le resultaba agradable.

156

Buenos días pequeño — devolviendole una sutil sonrisa le ofreció


una

toalla que yacía en el interior de su mochila al verlo empapado.—,


te

podrías resfriar si sigues mojado.— comenzó a secar la cabellera


del

menor una vez que éste se dejó hacer, ambos, al estar sumidos en
aquello, obviaban a los demás, hasta al mismísimo Jungkook.

950

M-muchas gracias Jiminnie hyung. — se sonrojó aún más por el


trato de

Jimin, su amabilidad le gustaba, pero no podía evitar sentirse


incómodo

al recibir el trato que otros no le daban... Que Jungkook no le daba.

419

Todos

ahí miraban la escena y sabían que Jimin hacía cualquier cosa

caritativa sin importar lo feo e idiota que pudiera ser la persona,


ejemplo claro era aquel trato con el gordo de Taehyung, así era
Jimin

con todos ¿no?

946

Jungkook empujaba su mejilla con su lengua y fruncía el ceño ante


la escena, aquel teatrito le causaba náuseas.

1K

— Taehyung.— llamó el azabache al castaño.

185
Éste

sonrió al instante y fue corriendo frente a su mayor. La sonrisa del

pelinegro aumento cuando vio el ceño fruncido de Jimin.

237

¿Qué haces en los pisos de tercero? Lárgate antes de que te


pongan falta

— dijo burlón haciendo que todos estallaran en carcajadas,


haciendo así

que Taehyung bajase la cabeza avergonzado. Al parecer Jungkook


sólo

sería amable con él a solas y eso, de alguna forma, le


decepcionaba—

¿Qué no oyes tonto? Lar...

381
Jungkook

fue interrumpido por una persona dándole la espalda,


interponiéndose

entre él y Taehyung, acción que la descolocó de sobre manera.

389

TaeTae, dejame acompañarte a tu salón. — Jimin había decidido


cortar el

contacto que ambos, Taehyung y Jungkook, habían hecho. Le


molestaba

demasiado la actitud de Jeon para con el chico que lo veía como


un

héroe, porque sí, lo ojos de Taehyung eran tan expresivos que


pudo

deducir la admiración que le tenía a Jungkook.


458

N-no gracias — el menor le dio una pequeña sonrisa.—, no quiero


ser una

molestia.— hizo un puchero, ocasionando que Jimin suspirara por


la poca

autoestima de Taehyung.

371

— Creeme que no lo eres —


levantó su mentón para que Taehyung le viera a los ojos.—,
aparte, yo

iba para el primer piso también, podemos ir juntos ¿no?

482

— Está bien.— dijo

Taehyung, rindiéndose ante la mirada sutil de Jimin, pero antes de


irse

le echó una pequeña mirada Jungkook, sin embargo lo que leyó de


sus

labios le desanimó un poco, difuminando la actitud alegre con la


que

había despertado.

41

"Puto, se supone que eres mi novio."


3.8K

Jimin volteó a ver a

Jeongguk y le fruncio el ceño por la cruda mirada llena de desdén


que le

daba al pequeño castaño. Sin más toma la mano del menor y se lo


lleva

lejos de la presencia de aquel prepotente azabache, el cual sabe de

sobra, es la mala raíz que yace rodeando el cuerpo de Taehyung.

226

— ¿Qué fue eso?¿Ahora

Park será tu rival? — Hoseok aparece tras de Jungkook con una


cara

sorprendida, ciertamente nunca pudo deducir que la presencia de


Jimin
hiciera aparición, lo que en pocas palabras, les traería problemas.

146

— Ese imbécil de Kim me

salio "infiel".— Jungkook apretaba su mandíbula, ignorando a su


amigo,

le había enojado demasiado la atmósfera en la que Jimin y


Taehyung se

habían encerrado.

1.1K

Hoseok le dio una mirada

enojada, le molestaba que siempre le echara la culpa al menor,


sabiendo

que éste lo único que quería era el bienestar de Jungkook, pero


¿qué
podía hacer? La verdad es que necesitaba ese trabajo y el ponerse
en

contra de su amigo no era una opción.

— ¡Perdón Kookie!— Taehyung estaba con el labio sangrando por


el puñetazo Jungkook.— e-en serio, perdón.

3.8K

Al terminar la escuela,

Jungkook esperó al castaño para llevárselo a casa, sin faltar que


en

todo el camino se lo había pasado insultándolo de "puta" e "infiel".

676
— Joder, Tae.— Jungkook

se dio cuenta de la sangre en el labio de Taehyung, el creía que


sólo

haría una pequeña escena de celos, pero se le salió de control


cuando se

le vino a la mente la imagen de Jimin y Taehyung, juntos y en su


propio

mundo, mundo donde él no estaba.— Yo sólo quiero que


entiendas que me

gustas mucho a tal grado de no compartirte.—, dijo de inmediato


tratando

de Taehyung no se alejara, un poco más calmado se agachó a la


altura

del castaño, el cual éste negó con la cabeza.

1K

—T-tienes razón, fue mi

error.— Taehyung con algo de dificultad muestra su enorme


sonrisa,
entendiendo, o tratando se hacerlo, la actitud de su novio, de su

Kookie. — No puedo ser le infiel a Kookie.

1.2K

Idiota.

592

— Que buen chico.— le

suelta una sonora cachetada al menor y toma su mentón con


brusquedad.—

Esa fue para que te quede aún más claro que no me puedes ser
infiel.

1.8K
—Sí.— susurra y aprieta

los ojos al ver que el pelinegro se acercaba, pero lo que sintió fue
un

leve toque en sus labios. Al abrir sus ojos se encuentra con que

Jungkook le estaba besando.

2.3K

Olvido el dolor en su

rostro por los anhelados labios de su mayor, quería llevar sus


brazos al

cuello de éste, pero fue apartado bruscamente.

194

— Vete, voy a salir y no


quiero que estés aquí. — Jungkook se levanta de un salto y
cuando se

dirige a su armario, y sin que se de cuenta el menor, con la manga


de su

camisa se talla los labios.

456

—¿A dónde vas?— Taehyung hace un puchero, quería permanecer


más tiempo con Jungkook.

57

— No te importa.— responde seco.

110
— Pero...— un golpe en el armario lo calla.

130

— Yo hago lo que quiera y

tú haces lo que yo diga. Aparte, ya te dejé claro que me gustas,


ahora

no me jodas ¿si?— Jungkook lo mira molesto. ¿Cómo se atrevía a

recriminarle algo?

794

— Tienes razón, que

atrevido fui.— Taehyung toma su mochila y se levanta rápido


dirigiéndose
a la puerta.— Oh.— regresa en dirección al pelinegro y besa su
mejilla,

se aparta y le regala una enorme sonrisa.— Adiós Kookie.— sin


más sale

de lugar.

677

Jungkook queda

sorprendido y se toca la mejilla, el toque había sido demasiado


suave.

Sacude su cabeza y saca su celular, marca un número.

657

— Hola preciosa.— habla. — Sí, vamos a divertirnos mucho hoy


cariño.— cuelga y se viste rápidamente.
1.9K

Iba ir a follar con su

ex-novia, Irene, necesitaba olvidar la esencia del castaño y así


también

calmar el revoltijo en su estómago, uno que le resultaba molesto.


Taehyung

se encontraba en su cuarto haciendo el trabajo del pelinegro, tenía


una

sonrisa en su rostro al recordar el casto beso que su mayor le


había

dado. Estaba más que feliz al ser novio de su amor platónico.

407


Jeon Jungkook y Kim Taehyung se van a casar y tener muchos
bebés ~~ —

cantaba mientras seguía con aquel trabajo. — Kookie~~ kookie y

TaeTae~~— en eso entra su mamá al cuarto.

1.9K

Hola bebé... ¿¡Mi amor que te paso en la cara!?— la señora Kim se


acercó

preocupada hacia su hijo viendo como su labio inferior estaba


sangrando

y su mejilla se encontraba roja.

367


Mami, sólo fui demasiado torpe en la clase se educación física. —
tocó

ligeramente la mejilla de su madre para tranquilizarla, cosa que


hizo a

su madre preocuparse más.

303

Oh, mi amor.— la señora abrazó el cuerpo de su bebé, le frustraba


no

poder ayudar a su hijo y en especial cuando éste nunca lloraba.


— Como siempre eres el mejor Kook.— Irene se encontraba en la
puerta principal de su casa despidiéndose del pelinegro.

— Tú

igual, princesa— Jungkook le dio un efímero beso en lo labios


para

después darse la vuelta y comenzar a caminar lejos ella.— Adiós.—


dijo

por último, sonriendo por el polvo que hace minutos se acababa de


tirar.

929
Se dirigía hacia su casa, se había echado un buen polvo con su ex,
de repente le llegó un mensaje a Jungkook.

Imbécil.

Buenas noches

Kookie, Te amo

[11:30]

Buenas noches bebé.

Jungkook
sonríe, malicioso. A Jungkook le hacía demasiada gracia jugar con
lo

que sabía era importante para Taehyung, los puros y sinceros

sentimientos hacia él, no podía parar de reír, porque a él, todo el

hecho, le parecía sumamente repugnante, y mientras Jungkook se


burlaba

de aquello, Taehyung yacía en su habitación imaginando más días


al lado

de su lustre caballero plateado.

Era

sábado y el pelinegro quería salir un rato, como quería en


excelentes

condiciones el trabajo decidió vestirse con una playera blanca


holgada,

jeans negros ajustados (un poco rasgados de las rodillas) y sus

timberland. Iría a pedirle una "cita" al menor. Su mamá le ve bajar y

frunce el ceño.

217
— ¿A dónde vas? — preguntó ella bajando la revista que estaba
leyendo.

56

— Voy a salir con Taehyung. — contestó seco e hizo una mueca


cuándo vio a su progenitora sonreír.

101

— ¡Ve y diviertete!

369
Salió

sin querer seguir en aquella patética situación, caminó a la casa de

lado y toca el timbre, a los pocos segundos abre la señora Kim.

25

Hola, Jungkook ¿Qué necesitas? — la señora sonríe ampliamente


ante la

presencia del hijo de su amiga, lo cual e resulta un tanto extraño

puesto que Jungkook solamente iba a visitarlos cuando su madre


lo hacía.

79
Sus sonrisas son iguales.

487

— Vine a buscar a Tae ¿Está? — mete sus manos en los bolsillos


simulando que busca a Taehyung detrás de ella.

107
— Claro.— se mete un poco y llama al menor. Éste baja
corriendo.— Jungkook cuidalo ¿si?.— palmea la espalda de su
hijo.

411

— Claro.— responde con una amplia sonrisa, cuando la señora Kim


cierra la puerta deja de sonreír hipócritamente.

242

— Kookie... ¿A dónde vamos?

64

No importa sólo quería salir y ya, vamos. — Jungkook comienza a


caminar

y Taehyung lo sigue, lo que el mayor no había prestado atención


era una

pequeña bolsa color pastel que el castaño llevaba consigo.

600

Llegan

a una plaza donde varias chicas lindas lanzaban miradas


insinuantes al

pelinegro mientras éste respondía con un guiño que obviamente el


castaño

notaba, pero prefería quedarse callado y no ser molestia para


Jungkook,

ya que éste había tenido la iniciativa de invitarle a salir. Después


de

rato de caminar y mirar algunos sitios, llegan a un pequeño puesto


de

helados y el pelinegro compra para ambos, Taehyung sonríe más


que

complacido por el detalle de su novio.


324

— Muchas gracias, Kookie.— sonriéndole, pero recibe un golpe en


el hombro por parte de Jungkook.

158

No me llames así en la calle, tonto.— gruñe bajo mirando a todos

lados.— Sólo cuando estamos solos, cariño.— murmura viéndolo a


los ojos y

éste sólo asiente.

852
Se

van a sentar a una pequeña banca, mientras veían a la gente pasar,

Taehyung se sintió un poco nervioso y s debatía entre si sí o no


darle

el pequeño regalo que tenía para Jungkook, pero de tanto pensar


llegó a

la conclusión de que tenía que hacerlo.

330

Jungkook hyung.— el castaño levantó su mirada y cuando el


pelinegro le

miro, le extendió la bolsa que llevaba consigo.— Es para ti.—


,sonríe

tiernamente achinando sus ojos.

352
—¿Uh?

— Jungkook miraba la bolsa algo incómodo, pero aún así la tomó.


Al ver

su interior abrió sus ojos en demasía. — Yo pensé que estaba


agotado. —

sacó el videojuego que acababa de salir apenas hace unos días,


pero que

tenía entendido estaba agotado, para aumentar su asombro era el


primer

disco en salir a la venta. No podía creer que tenía el juego de su


amada

saga— ¿Cómo lo... Conseguiste?— preguntó.

1.1K

— Eso no importa, sólo importa que te guste.— contesta feliz.—


¿Te gusta?

360

¡Me encanta! — Jungkook se giró en dirección al castaño con una


y

sincera sonrisa, al darse cuenta de su eufórica acción carraspeo y


se

volteó rápidamente para evitar que Taehyung siguiera mirándolo.—


No está

nada mal.— dice seco, volviendo a su indiferente actitud, dejó el


juego

de lado, dando una imagen como si no le hubiese importado el


detalle.

1K

Taehyung bajó la mirada, sintiéndose un poco decepcionado de él


mismo al no poder siquiera alegrar a su pareja.

314
— Voy al baño.— dice el Jungkook para salir de aquel incómodo
silencio. El menor no contesta y no le presta mucha atención.

454

Jungkook

nota a Eunji a lo lejos, ella es una de las más fáciles de la escuela,

sonrió coqueto, el iba con una mini falda, cosa que le puso a mil.

1.7K

— Hola, preciosa.— el pelinegro la toma de la cintura y besa su


cuello al haber ido hasta donde yacía ella.

324

Hola, Jeon. — la castaña arrima su trasero a la entre pierna del

pelinegro. Eunji deseaba siempre tener sexo, era lo que gobernada


su

mente de adolescente con las hormonas disparadas. — ¿Quieres


divertirte?

733

— Claro que sí. — se muerde el labio Jungkook ante la respuesta


de Eunji a su filtreo.

117
— ¿Estás ocupado ahora?— pregunta Eunji volteandose para
después rodear el cuello de Jungkook con sus delgados brazos.

51

— No lo estoy. — dice Jungkook acercándose a besar los labios


ajenos.

429

— Vámonos.— la castaña tomó de la mano a Jungkook y sin


importar nada ni nadie se dirigieron a la casa de ella.

210
No lo hagas. Decía una pequeña voz en su cabeza, que por
supuesto decidió ignorar.

548

Mientras tanto Taehyung

se encontraba esperando al pelinegro como un niño bueno.


Suspiraba por

la cita y por aquella gran sonrisa que el pelinegro le había ofrecido.

633

Pasó el tiempo y seguía

sonriente al ver a las familias pasar e ir de compras, no se dio


cuenta
cuando alguien se acercó por atrás.

36

— ¿Tae? — Taehyung giró

su carita emocionado de que Jungkook al fin se haya desocupado,


pero se

decepcionó un poco al ver que no era él, aún así sonríe ante la
persona

frente a él.

76

— Jiminnie hyung.— el mayor sonríe ante el apodo por el cual el


otro le llama.

563
— ¿Qué haces aquí tan

solo pequeño? — pregunta el rubio sentándose a su lado al notar


que no

había presencia del alguien más en el lugar.

144

— Estoy esperando a Jungkook hyung, fue al baño.— junta sus


manos tras aquello.

201

A Jimin se le oprime el

pecho ante lo que acaba de oír, hace más de dos horas vio al
pelinegro
irse con Eunji de la plaza. Aprieta la mandíbula al ver ilusionada

mirada del castaño buscando al mayor. Jimin enfurece aún más


cuando ve

al pelinegro acercarse con las ropas desarregladas, se le notaba a


legas

que había tenido sexo, casi lo tenía escrito en la cara, eso a Jimin
le

asqueó.

807

—c¡Jungkook hyung! — el menor se paró sonriente para ir a


abrazar a su mayor, pero es empujado. Sonríe tímidamente.

248

— Park, ¿Qué haces aquí? —,dice desafiante Jungkook al darse


cuenta de la presencia del rubio, éste mirándole asqueado.
73

— Sólo vine a saludar a TaeTae.—,se cruza de brazos


recargándose en la banca.— ¿Cómo está Eunji? —,pregunta
retador el rubio.

830

— No sé de que hablas.— gruñe. Al parecer fue pillado.

91

Taehyung lo mira confuso y decide arriesgarse a preguntar.

22
— ¿Jungkook hyung, dónde estabas? — pregunta el castaño,
mirando a Jungkook por lo bajo.

75

— Te dije que fui al

baño.— frunce el ceño al menor. Se acercó un poco y susurra para


que él

rubio no pueda oírlo. — no te dije que no me fueras infiel, ¿eh


putita?—

dice, comenzando a sentir un extraño malestar.

1.1K
— Pero yo no...—

Taehyung quería decirle que no le estaba siendo infiel, era de las


cosas

que jamás le haría a Jungkook, el amor que le tenía era tanto que
no se

perdonaría hacerle algo como tal.

92

Jimin tenía la intención

de levantarse para separar a Jungkook del menor, al notar a éste


último

cambiar su expresión a una preocupada, y a la hora de hacerlo el


regalo

que Taehyung le dio a Jungkook cae al suelo por el movimiento.


Jimin se

agacha para tomarlo extrañado.

13
— ¿Qué es esto?— pregunta el rubio inspeccionando el objeto,
captando la mirada de Taehyung.

— Es el regalo que le di a Jungkook hyung.— sonríe el castaño.

16

— Es mío. — Jungkook le

arrebata el disco al rubio.— Vámonos. — tomó a Taehyung de la


muñeca

llevándoselo a punta de jalones bajo la atenta mirada de Jimin, éste


sin

entender realmente la situación que yacía alrededor de los dos.

Jungkook había decidido marcharse al no querer estar bajo la


mirada
acusatoria de Jimin, no quería que éste le dijese a Taehyung que se

había echo un polvo con Eunji, no permitiría que ese idiota se


metiera

en sus planes.

238

Jimin quiso vomitar ante la mierda de persona que era Jungkook,


pero aún más ante su impotencia.

— Hyung... — llama el castaño, el agarre en su muñeca duele.

27
— ¡¿Qué?! — se gira

molesto Jungkook. Taehyung le señala su mano y lo suelta al


instante.—

Eres una puta.— dice entre dientes sin pensarlo.

— Pero hyung yo no...—

calla cuando siente la mano de Jungkook estrellarse en su mejilla.

Apretó los labios ante el dolor.— Le juro... Que yo no le he sido

infiel.

— Sí cómo no.— dice sarcástico. — Tal vez a "Jiminnie" le das


regalitos como estos ¿verdad?.— alza el videojuego.

212
— Claro que no, hyung,

usted es el único que me importa.— dice entrelazando sus manitas,


porque

sin importar la situación, por muy amarga que fuera ésta, siempre
se

avergonzaría al demostrar su cariño.

130

— ¡A mí no me engañas!

— Jungkook tira el disco al suelo y lo pisa, importándole poco lo

emocionado que estuvo por él horas antes, la imagen de Jimin


tocando lo

que era sólo para él lo enfureció.

1.2K

Taehyung sintió su pecho


doler. Tuvo que ahorrar y repartir diarios para juntar todo el dinero

en el videojuego. Lo que le duele es la poca importancia que el


mayor le

dio.

1.7K

— Lo siento.— baja la mirada y sonríe tímidamente, o intentado


hacerlo, comienza a caminar pasando de largo a Jungkook.

198

Jungkook rueda los ojos,

pasa sus manos entre su cabello y corre para alcanzar al menor.


Cuando

lo alcanza lo abraza por la espalda para detenerlo y, muy dentro de


sí,

calmarse. Al tener el robusto cuerpo de Taehyung entre sus brazos


siente
un sentimiento cálido.

813

— Tae.— Jungkook le

voltea y ve sus ojitos chocolate algo perdidos, traga duro.— No


debí

gritarte, ¿Qué te parece ir a mi casa?— le dice sonriendo,


cambiando su

aura por completo para no incomodar al castaño.

585

— Está bien, hyung.— el menor sonríe.

721
Taehyung sentía que estaba en el cielo porque en el momento que
entraron a la habitación el pelinegro, éste comenzó a besarlo.

975

Jungkook estaba

sorprendido por la suave textura de los labios ajenos y más aún


cuando

su sabor era dulce sin necesidad de algún bálsamo como con las
chicas

que solía besuquearse.

744

Esa noche ambos chicos se dieron miles de besos y sutiles


caricias.
473

Jungkook sentía molestia

cada que sus labios dejaban de tocar loa rosados de Taehyung,


volvió

sentir aquel vuelco en su estómago. Se enfermaría pronto, eso


pensaba él

Jungkook

en realidad no sabía lo que le estaba sucediendo, últimamente


había

encontrado linda la permanente y radiante sonrisa de su irritante

vecino, y a la vez novio, Taehyung.

755
Se

encontraba abrazado al cuerpo desnudo de Irene en la casa de ella,


su

vista estaba perdida en el techo de aquella habitación que conocía


a la

perfección. Cerró momentáneamente sus ojos y al hacerlo la cara


de ese

pequeño castaño aparece. Abre los ojos rápidamente, se sienta


velozmente

en la cama y con ello despierta a la chica dormida que yacía boca

abajo.

— ¿Qué sucede?— la chica lo abraza por la espalda, pegando sus


senos a ésta.

Jungkook

se remueve incómodo, busca sus pantalones y al ya encontrarlos


se los

coloca lo más rápido que puede. Irene lo mira sugerente, ella


deseaba

otra ronda, pero al parecer Jungkook tenía otra cosa en mente que
volver

a metérsela, ciertamente no estaba de humor.


422

— ¿Ya te vas?

132

Sí.— al estar totalmente vestido, se dirige a la puerta de la


habitación

y se va sin siquiera despedirse de ella como solía hacerlo siempre.

Al

ir en las frías y oscuras calles de camino a casa su ceño se frunce


y su
mandíbula se aprieta ante un recuerdo, algo que Taehyung le dijo.

"Alguien deja dulces entre mis libros, es demasiado adorable"

Un

día que Jungkook se encontraba en su patio trasero tratando de


dormir

pudo escuchar como el pequeño castaño le contaba a su madre


aquella

misteriosa acción, se le escuchaba en su tono de voz lo


emocionado que

se encontraba. Espero a que el mismo Taehyung le contara sobre


aquello

ya que siempre le decía todo, pero con ese tema era


completamente

cerrado y eso le irritaba a Jungkook.


Al

parecer Taehyung era reservado por ese tema por los "celos" de su
mayor,

pensaba que se enojaría y lo volvería a golpear cuando una vez


Jimin en

forma de juego besó su mejilla y, desafortunadamente, los vio,


aunque

de cualquier forma se enojaría.

Jungkook

iba pateando una pequeña piedra que se había cruzado en su


camino,

estaba cerca de su casa, pero algo, más bien alguien, llamó su


atención.

A su parecer era un chico algo bajo de estatura, pero para su mala

suerte estaba cubierto por una enorme sudadera negra, en sus


manos tenía

una pequeña caja color rosa. Jungkook frunce el ceño al ver como
éste

dejaba aquella caja en la puerta de la casa de Taehyung, cuando el

extraño toca la puerta se hecha a correr, Jungkook se dirigía a él,


pero

no pudo ver su rostro por dirigir toda su atención a un adormilado


castaño que se asomaba por la entrada de su casa, Jeon puede ver
como la

cara de Taehyung se ilumina al instante de ver aquella caja en el

suelo, eso no le gustaba nada.

¡Taehyung!— grita el mayor causándole un gran susto al castaño.


Jungkook

se acerca a grandes pasos hacia el menor, pero éste por impulso


le

cierra la puerta en la cara.

Taehyung

al otro lado de la puerta traga duro sabiendo que lo que había


hecho

era cavar su propia tumba. Jungkook estaba enojado, la acción de

Taehyung no había sido agradable para él y su mal temperamento.


Abre la puerta. Ahora. — el tono del mayor le heló la sangre a


Taehyung,

éste tenía miedo, pero aun así obedeció y al abrir la puerta lo

siguiente que vio fue el suelo. Jungkook le había soltado un


potente

golpe en la cara.—¿Cómo te has atrevido a cerrarme la puta puerta


en la

cara?

Para

mala suerte del castaño su madre tenía turno nocturno en el


hospital.

Taehyung de inmediato buscó aquella cajita que le habían dejado


en su

puerta, al encontrarla trató de alcanzarla, pero el mayor fue más

rápido. Jungkook tomó de los cabellos a Taehyung.


295

— ¡¿Qué es esto?!— Jungkook grita lleno de ira mientras alza la


cajita con su mano libre— ¡Contesta!

— N-no lo s-sé.—

Taehyung trata de quitarse la mano del pelinegro en su cabeza,


siente

mucho dolor, había visto a Jungkook enojado en innumerables


veces, pero

esta vez Jungkook luce como otra persona, como una bestia.

Jungkook enfurece más y

azota la cabeza del menor contra la pared. Taehyung chilla y su


mirada

comienza a nublarse, su cabeza comenzó poco a poco a sangrar.


Jeon lo

toma del cuello de la piyama y con toda su fuerza arrastra


escaleras

arriba a un aturdido Taehyung.

Cuando llegan a la
habitación del menor, el pelinegro suelta bruscamente a Taehyung
al ver

como hay pequeños regalos y unos cuantos dulces en el escritorio


éste.

— ¿Con qué no sabes

verdad?— Jungkook aprieta los dientes mientras escupe las


palabras con

un enfermizo sarcasmo, Taehyung traga pesado, no queriendo


conocer en su

totalidad a ese Jungkook cegado por la ira.

95

Jungkook por el enojo

toma un pequeño leoncito de peluche que se encontraba sobre el

escritorio, lo mira por unos segundos para después arrojarlo al


suelo y

pisarlo.
349

— ¡Hyung!— Taehyung con

todas sus fuerzas se interpuso para que no rompiera más cosas,


no podía

permitir que las buenas intenciones del desconocido que le daba


todo

aquello se destruyera.— ¡No!... Por favor no.— su voz temblaba y


su

cabeza dolía demasiado, sangre escurría por el lado derecho de su

cabeza, su labio igual se encontraba sangrando mientras de a poco


perdía

su color rojizo.

— Quítate o te quito.—

gruñó Jungkook, sin siquiera preocuparse por la apariencia de su


menor.

Trató de volver acercarse al escritorio, pero con lo que no contaba


era
con un dolor punzante en su mejilla. Taehyung lo había golpeado.

— Y-yo...— Taehyung palideció por la obscura y furiosa mirada del


mayor.

Jungkook tomó del cuello

a Taehyung y lo azotó contra el suelo, comenzó a tirar golpes por


todo

su rostro y cuerpo, el castaño trataba de cubrirse lo mayor posible.


Su

cara dolía, su cuerpo dolía, pero al menos sus regalos estaban


intactos,

sonrió tímidamente hasta que escupió un poco de sangre ante una


potente

y dolorosa patada a sus costillas.


— L-lo siento.— musitó

Taehyung salpicando un poco de sangre. El pelinegro dio un fuerte


golpe a

su rostro dejándolo inconsciente.

Jungkook se cansó de

golpearlo, su enojo se había disipado. Taehyung había quedado

inconsciente en el piso y eso no le importo, sólo se recostó en la


cama

del menor dispuesto a dormir y obviar lo sucedido, le diría a su


madre

que dormiría fuera para que no lo molestara.


"Te odio Jeon Jungkook"

Jungkook despertó de un

salto algo asustado ante aquellas palabras que había escuchado en


su

recién sueño. Sacudió su cabeza para calmarse un poco ante el


mal trago,

se sobo su mejilla en donde sentía un pequeño ardor, ah, cierto,


Taehyung le había golpeado.

— B-buenos días, hyung.— Jungkook al levantar su vista palideció


al instante.

Taehyung se encontraba

con el rostro destrozado, su ojo derecho se encontraba cerrado y

completamente morado, sangre seca se veía desde su cabeza


hasta su

cuello, sus labios, que usualmente son rosados y húmedos, se


encontraban

resecos y rotos, se podían apreciar grandes hematomas en su


cuello y

brazos, su apariencia era horriblemente dolorosa, pero lo más


doloroso

era como trataba de formar una sonrisa.


— Hyung... Traje vendas

para sus manos, espero no le moleste.— el castaño sonrió bajando


la

mirada, avergonzado de mostrarse así frente de Jungkook.

2K

Jungkook bajó

rápidamente su mirada hacia sus manos, éstas se encontraban con


los

nudillos rojizos y con bastante sangre. Tragó duro al ver como,


cojeante

y con leves quejidos, el menor se acercaba hasta la cama,


sentándose

después a su lado. No dijo nada cuando torpemente Taehyung


tomaba sus

manos y comenzaba a vendarlas con suma delicadeza, con la


delicadeza que

el castaño no recibía.
617

— S-su mejilla debe

d-doler.— dijo cuando terminó de vendar ambas manos. — L-lo si-


siento,

n-no debí ha-hacerlo.— bajó su cabeza, sintiéndose cansado, todo


el

cuerpo le dolía, pero a pesar de todo, Jungkook era su prioridad.

653

Algo dentro de Jungkook

se quebró, ¿por qué él se disculpaba? Eso no tenía que ser así,


pero por

su orgullo no iba a disculparse.


— Sí, no debiste golpearme.— dijo sin mirarlo, porque si lo hacía,
algo dentro de él dolería.

844

— Lo siento, en verdad

no sé lo que me pasó... Yo jamás golpearía a Kookie... Yo te amo,

Kookie.— Taehyung dijo con una tenue sonrisa.

Jungkook apretó los

labios y no contestó, Taehyung notó aquello y con una triste


sonrisa se

levantó para dirigirse al baño, apenas podía mantenerse en pie y

consiente, pero no quería ser le una molestia a su amado


Jungkook.
— Le preparé un desayuno, coma antes de irse. — susurró por
último para pasar después a encerrarse en el baño.

Jungkook sentía su respiración ligeramente agitada.

"Te arrepentirás"

Ese pensamiento lo dejó

helado, ya no quería permanecer más ahí así que a paso rápido


bajó las

escaleras y en el camino a la salida pudo notar un camino de


pequeñas

gotas de sangre, fijó su vista en la mesa y había unos panqueques


con

mermelada. Su desayuno favorito. No podía seguir ahí, no quería,


puesto

que, de alguna forma que él no quería reconocer, le dolía, y sin más


se

fue con un sabor amargo en su boca. Algo no estaba bien.


Taehyung estaba recostado en la bañera, limpiando con sumo
cuidado sus heridas.

89

— Duele... T-tendré que

cubrirlas muy bien... Kookie no tiene la culpa, es todo mi culpa. —

sonreía mientras limpiaba cada rastro de sangre.— Kookie me


ama.—

pequeñas lágrimas salían de sus lindos ojos por el inmenso dolor


en todo

su cuerpo y, también, por el dolor en su pecho.— Él me ama...

¿verdad?.— llevó sus rodillas hasta su pecho escondiendo su


rostro entre

ellas para comenzar a llorar más fuerte.—Porque yo sí amo mucho


a mi

querido Jungkook.
Después de haberse

terminado de bañar se dirigió hasta su cama para poder descansar,


su

madre había dejado un nuevo mensaje que no llegaría hasta


pasado mañana

por un nuevo paciente, sonrió tímidamente al oler el varonil aroma


de su

mayor en su cama, dirigió su mirada al suelo donde se encontraba

completamente destrozado el pequeño leoncito.

222

— Lo siento mucho señor

leoncito, Kookie no quiso hacerlo.— susurró con los ojos


llorosos.— Lo

siento mucho "J", en verdad que Kookie no quiso hacerlo.— iba


cerrando

lentamente sus ojos, al estar completamente cerrados y con una


pequeña

lágrima resbalando por sus maltratada carita, cayó en un profundo


sueño
•7•

Al parecer los exámenes parciales del primer año han terminado,


me fije

y tu vecino quedo en el primer lugar con una diferencia enorme


del

resto y eso que no había venido en un mes.— decía Hoseok


mientras se

apoyaba sobre el pupitre del pelinegro.

423

Jungkook

se tensó, todo había sido su culpa, sobre la inasistencia del


menor,

Taehyung le había mentido a su mamá que había caído y que


Jungkook le

había ayudado a llegar a casa. Taehyung tuvo que faltar un mes


por
costillas rotas y un pequeño sangrado interno.

1.8K

Jungkook

no quería, pero se empezaba a preocupar por Taehyung, le


molestaba cada

vez más cuando el tal "J" le regalaba dulces, hasta llego ir al


salón

del menor para ver si alguien sabía quién era, sin embargo,
nadie lo

sabía. Comenzaba a frustrarse.


604

Taehyung

estaba con la mirada perdida en algún punto del patio trasero,


unos

chicos acababan de golpearlo por haberlos dejado en ridículo en


los

exámenes parciales. Todos sus útiles se encontraban


destrozados y

esparcidos por todo el lugar.

632
Su

cuerpo dolía, más no lloraba. Veía como una parvada sobre


volaba en el

nublado y nítido cielo que se encontraba tan miserable cómo él.

102

Ya... Me estoy cansado — susurró, estiró su mano en un intento


de poder

tocar más allá de lo que su vista le permitiera visualizar.—, ¿de


qué

sirve ser bueno si de todas formas eres una mierda?— dejó caer
su brazo

rendido, realmente estaba cansado de la misma mierda en la que


lo habían

sumergido por ser diferente.


1K

¡Taehyung!— escuchó un grito, pero no le importo en realidad,


sólo seguía en aquella posición deplorable.— ¡Oh dios!

160

Jimin

corrió para tomar en brazos al menor que se encontraba sin


ninguna

expresión. El rubio le había estado buscando para poder


felicitarlo por

haber quedado en el primer puesto, pero desde la ventana del


tercer piso

pudo ver la golpiza que le propinaron. Se sentía de lo peor al


llegar

tarde para poder protegerlo.


329

Jiminnie hyung... ¿Merezco vivir?— preguntó ido el pequeño


castaño.

1.7K

¿Qué?— Jimin se separó del menor para verle con total


incredulidad,

mordió su labio inferior al ver que la linda piel canela de


Taehyung

yacía con hematomas por todos lados y que sus tiernos ojos se

encontraban apagados, le había extrañado tanto que verlo tan


destruido

le causaba dolor en pecho.— ¿Por qué preguntas tal cosa?


111

Fácil, todos dicen que doy asco... Si muero, a nadie le


importaría.— se

dejó caer en el fornido pecho del mayor al mareo provocado por


los

golpes, no quería seguir ahí.

523

Por favor no vuelvas a decir eso — Jimin lo abrazó aún más


cerca, pero

con cuidado de no lastimarlo más.—, alguien tan maravilloso


como tú, tan

tierno y perfecto no tiene porque tener aquellos pensamientos —


apretó
los ojos al sentir las lágrimas cerca, no quería mostrarse débil
ante un

chico que necesitaba fuerza.— Y-yo no sé q-que haría si ya no t-


te

viera. Sin poder v-ver aquella dulce s-sonrisa.

1.9K

Taehyung

sentía las lágrimas caer por sus enrojecidas mejillas, tomó con
fuerza

la camisa de su mayor y levantó su rostro mostrando una


enorme sonrisa,

era quebradiza, pero al fin y al cabo, una sonrisa. El rubio se

lamentaba al ver semejante ángel situado en sus brazos


llorando, jamás

en su corta vida pensó en odiar tanto a las personas, siendo él

filántropo. Sin embargo, odiaba con cada célula de su cuerpo al


imbécil

de Jungkook, porque si no fuese por él, Taehyung no estaría tan

destrozado.
848

El

castaño tristemente no podía evitar que la imagen de la persona


que

tanto amaba apareciese, comenzaba a sentir miedo y desprecio


por el

azabache, sin embargo, los sentimientos de amor prevalecían y


comenzaba a

odiarse por ello. De poco iba abriendo los ojos ante la realidad
que le

rodeaba, tan lastimera y patética.

716

Jungkook

había observado desde una de las ventanas que daban al patio


trasero la
escena de los chicos golpeando a su novio, no pudo evitar
jadear de

impotencia a tal grado de que el sudor recorriese su frente.


Corrió lo

más rápido en busca de su novio, había escuchado como


aquellos chicos se

regocijaban al haber dejado tendido al menor, no se había dado


cuenta

de sus acciones hasta cuando vio a esos chicos en el suelo


llorando y él

con los nudillos sangrando. Los había golpeado, por Taehyung.

Una enorme presión se

hacía presente cuando no lograba encontrar a Taehyung. Al


encontrarlo,

aquella presión se hizo más fuerte al verle abrazado a su rival,


verle

rodeado por otros brazos que no eran los suyos le hizo temblar.
Estaba

furioso, sí, pero miedo es lo que más sentía, era un profundo y


tajante

miedo, uno que hasta el momento jamás había sentido.

Hoseok logró alcanzarlo,

se había quedado a amenazar a los chicos que no dijeran nada.


Fijó su
vista en lo que el pelinegro observaba y vio a Park tratando de
ayudar

al menor a pararse. Vio como Jungkook se tambaleaba, para su


suerte pudo

cogerle antes de que cayese al suelo.

273

Jungkook tenía fiebre. Después de todo, el pelinegro terminó por


irse a casa en compañía de Hoseok.

Uff, sí que pesas.—

dijo Jung al dejar a Jeon sobre su cama. Éste sólo veía el techo,
lo

único que su mente le mostraba era a Jimin con Taehyung en


brazos.

¡Jungkook hyung!— a lo

lejos se escuchó un grito y también el rápido pisar sobre las

escaleras. La puerta se abrió estrepitosamente dejando ver a un


gordito
jadeante y con real preocupación en el rostro.— Oh, hola
Hoseok hyung.

Gracias por la llamada.

602

Hola, Tae. De nada,

eso de cuidar gente creo que no es lo mío— Hoseok respondió


el saludo

sin ninguna pizca de desprecio, hasta se podía decir que lo


había hecho

con gracia.

378

Hoseok le dio paso al

menor para que pudiese acercarse a Jeongguk, le siguió con la


mirada y
apretó los dientes al ver su lastimera apariencia, giró la cabeza
al

sentirse mal por Taehyung.

77

¿Qué haces aquí? —

preguntó seco y frío Jungkook a Taehyung, estaba resentido por


lo que

vio antes.— ¿Por qué lo llamaste?— le preguntó mirando con


los ojos

entre cerrados a Hoseok, el cual sólo levantó los hombros, éste


no

quería ponerse a discutir con Jungkook en aquel estado, debía


ser

precavido para evitar que Taehyung se enterara que él sabía


más de lo

aparentaba.

79
Taehyung sólo suspiró un tanto cansado.

93

Bueno. Ya hice lo que

tenía que hacer, así que me voy.— Hoseok hizo una pequeña
venia y se fue

dejando tras de sí un incómodo silencio.

111

Traje pastillas y

compresas frías.— Taehyung alzó una pequeña bolsa con todo


dentro. Se

saltó las últimas clases para ir a la farmacia y comprar lo antes

mencionado al recibir la llamada de Hoseok.


272

No las necesito —

Jeongguk se volteó para evitar su mirada, no quería recordar el


monstruo

que era, porque aunque no quisiera admitirlo del todo, le


revolvía el

estómago recordar la paliza que dejó fuera a Taehyung por un


mes.— Vete.

529

Taehyung no respondió y

salió de la habitación. El pelinegro sintió una punzada al sentirse

abandonado. Pasaron treinta minutos y vio entrar a un sonriente


castaño

con una bandeja, un tazón lleno de sopa y un vaso con agua.


586

Debe comer hyung.—

Taehyung se posicionó a un lado y sacó unas pastillas de la


bolsa que

había traído. Taehyung no dejaría nunca solo a Jungkook.

273

Jungkook tragó duro al

ver el rostro de Taehyung tan maltratado, oh, de nuevo ese día le


venía a

la mente. El menor colocó una compresa fría en la frente y cuello


de

Jungkook, sorprendiendo a éste por tan repentina acción, sin


embargo,

Jungkook no dijo nada.


93

El pelinegro se sentía

caliente ante el tacto del menor y no sabía si era a causa de la


fiebre o

algo más, realmente no estaba en condición para pensarlo


demasiado.

Estaba atento a cada movimiento que su Taehyung realizaba, no


quería

perder ningún detalle. Cuando Taehyung acercaba una


cucharada de sopa a

su boca inmediatamente la abrió por instinto, como sí fuese un


inocente

niño pequeño.

1K

Ambos estaban
sorprendidos ante aquel acto, pero decidieron ignorarlo por el
momento,

pero aún así Taehyung sonrió por ver esa faceta tan obediente y
calmada

de Jungkook, y éste sonrió por la sonrisa del menor.

293

Taehyung.— Jungkook habló al terminar de comer y tomarse las


pastillas.

12

Mande, ¿Necesitas algo más? —el pequeño estaba preocupado


por el mayor cuando éste permaneció callado.

308
«¿Que hacías con Jimin?»

era lo que su mente gritaba internamente para que su boca lo


dijese,

sin embargo, fueron otras palabras las cuales salieron de ella.

103

Felicidades por los exámenes.— soltó, por alguna razón no se


atrevió a preguntar e internamente lo agradeció.

797

Taehyung abrió los ojos

en demasía ante lo dicho, sus mejillas tomaron un color rojizo


de pronto
y una bonita sonrisa apareció en sus hermosos labios. Eso
Jungkook lo

notó.

81

G-gracias.— bajó la cabeza avergonzado, recibir halagos de


Jungkook era extraño, pero agradable.

89

Taehyung.

87
¿Si?— Taehyung al

levantar el rostro abrió los ojos en demasía nuevamente, sus


labios

habían sido presionados con los de Jungkook.

914

Jungkook sin separarse,

logró jalar al menor a la cama hasta quedar sobre de él. Estaba

comenzando a enojarse con Jimin y con él mismo, también se


tenía en

cuenta que la fiebre le estaba jugando en contra.

393

K-Kookie... No...

Estás e-enfermo.— Taehyung trataba de apartar al mayor de su


cuerpo, sin
embargo, Jungkook no escuchaba. Besaba el cuello del menor y
mordía con

fuerza hasta hacerlo chillar por el dolor, se sorprendía al no


sentir

nada de asco al tocar su cuerpo, más bien, a diferencia de antes,


quería

sentir más a Taehyung cerca de él.

1.5K

Tae...— susurraba

cerca de su oído. El menor se estremecía ante el fiero contacto,


pero le

gustaba.— Me has sido infiel de nuevo con Jimin... ¿verdad?—


preguntó

totalmente mareado, había querido parar su lengua, pero Jimin y


su trato

con Taehyung le molestaba, más bien, le envidiaba.

666
El castaño palideció al

instante, Jungkook lo había visto junto Jimin de nuevo.


Comenzó a

temblar por la furiosa y obscura mirada del mayor, sabiendo lo


que éste

podría hacerle. Gritó hasta dolerle la garganta cuando el mayor


mordió

su cuello potentemente. Temía que se repitiera la golpiza de la


última

vez, lágrimas salían de sus ojos por el miedo.

461

Taehyung

cerró los ojos al sentir que Jungkook dejaba su cuello, tenía


miedo,

sin embargo, sintió un sabor metálico en sus labios, abrió


lentamente

sus ojos y vio que el pelinegro le besaba delicadamente, tanta


que creyó
que Jungkook lo hacía para no romperle. Estaba confundido, el
mayor se

separó y así Taehyung pudo ver que su propia sangre se


deslizaba por los

labios ajenos, la cual fue retirada por la lengua de Jungkook.

838

Taehyung... Eres mío... Por... Por favor no... No me dejes.—


Jungkook

cayó sobre Taehyung. Se había desmayado, causa de la fiebre.

2.1K

Taehyung

sonrió ante ello, abrazó el cuerpo de su mayor con total cariño


para
sentir su calor y después recostarlo mejor en la cama, al
levantarse y

tapar con la sábana a Jungkook, Taehyung susurró:

Le amo hyung.— besó la coronilla de Jungkook, viendo como


poco a poco

su respiración se calmaba.—, pero no puedo prometerle eso.

•8•

Todos

los alumnos tenían una expresión de sorpresa en sus rostros. El

proyecto de Sociales e Historia tenían que entregarlo completo el


lunes a

primera hora. Estaban a viernes.

223
La profesora cambió la fecha para así poder revisarlos antes de
irse a causa de su embarazo.

271

— Esto es una jodida broma.— decían algunos de los alumnos.

47

El bullicio era escandaloso, pero había un par de chicos que


estaban comiéndose las uñas al punto de un colapso mental.

270
— ¿Cómo va Taehyung con eso?— susurró Hoseok en el oído del
pelinegro.

56

— N-no lo sé.— tragó duro.— No le he preguntado.

51

Pues en lugar de ir a cogerte a cualquier puta, deberías ver el


avance. —

bramó molesto, para tomarse la cabeza y agitar ésta desesperado,


él
confiaba en las técnicas de seducción de Jungkook, pero ¿por qué
aún no

estaba el maldito trabajo si se supone que Taehyung está


enamorado de

Jungkook? ¡¿A qué está jugando?!

445

Jungkook

no quiso contestar, tenía razón su amigo. Se supone que desde un

principio le había pedido ser novio a Taehyung para que


simplemente le

ahorrara todo el esfuerzo en hacer el trabajo, pero últimamente su


mente

se estaba nublando y el propósito original ya no era importante.


Tenía

que hacer algo para que el castaño apresurara todo, pero ¿qué?
274

Jungkook

estaba sudando frío, por fin y de pura casualidad sabía quien era
el

que le daba regalitos a su novio. Jackson Wang. Eso en definitiva


no se

lo esperaba, Jackson era su amigo y además era novio de Yonah,


una de

las tantas amigas de Irene. Antes pensaba que era Jimin el que le

regalaba cosas, pero no fue así y eso le causo incomodidad,


miedo. Vio

como con sumo cuidado el rubio colocaba una cajita de chocolates


y al

lado un pequeña nota en la puerta de la casa de Taehyung, se


escondió

por instinto cuando vio a su amigo correr con una radiante sonrisa.

2.7K
Pánico

es lo que sentía, Taehyung había logrado que una persona tan

egocéntrica como Jackson se doblegara y transformara en un


idiota

enamorado, otra persona había notado el ángel que Jungkook


tanto se

empeñó en destruir. Ahora no sólo era el idiota de Park, que cada


vez

que le lograba ver cerca de Taehyung éste se encontraba con un

reluciente brillo en los ojos, sino también era Wang. Otro chico que

sabía era de los mejores en el ámbito de las conquistas, sólo que


esta

vez, como Jungkook pudo deducir al verlo, no era una simple


conquista.

384

— Mierda.— musitó el pelinegro, saliendo de su escondite al ya no


estar Jackson cerca.—Tendré que hacer... Eso.
— Taehyung.— habló el mayor mientras abrazaba al castaño por la
espalda.

Ambos

chicos se encontraban solos en la casa del castaño, Jungkook le


rogó

quedarse mientras sus madres no estaban. Taehyung al principio


se

extraño, pero toda duda fue disipada cuando éste le robó un beso
aún

estando parado en la puerta, importándole muy poco que alguien


los

viera.

¿Que sucedió con los chocolates? Jungkook lo tiró para que


Taehyung no los viera. Pronto arreglaría cuentas con Jackson.

Jungkook
enterró su cara en el cuello del menor, embriagándose con el
dulce

aroma que éste destilaba mientras lo abrazaba más fuerte contra


su

pecho.

— ¿Qué s-sucede h-hyung?— Taehyung ladeó la cabeza para darle


mayor acceso al pelinegro. Se sentía realmente bien.

Dime Kookie. — Dijo Jungkook, de alguna manera extrañaba que


Taehyung le

dijese así. Hizo que el castaño girara la cabeza para poder besarlo.
Un

delicado y tímido beso.

— Kookie.— musitó sobre los labios ajenos y Jungkook sonrió, sí,


ahora el escucharlo le gustaba.

383
— Tae... Yo quería preguntar, este, ¿Cómo vas con los trabajos?—
Jungkook entrelazó sus manos con las del otro.

— Me falta poco.— dijo Taehyung, sintiendo su corazón ir más


rápido.

— Ya veo, ¿podrías tenerlos antes del lunes?— Jungkook recargó


su mentón sobre el hombro de su menor.

— No lo sé. — el castaño suspiró por la respiración del mayor en


su cuello.

42
Jungkook gruñó un poco por la respuesta, necesitaba el trabajo, y
pronto. Era hora de comenzar con el plan.

481

El pelinegro comenzó a

repartir besos húmedos por todo el cuello del castaño que a su vez
sólo

suspiraba. Lentamente Jungkook deslizaba sus manos dentro de la


camisa

de Taehyung, éste sintió un escalofrío por las manos frías del

pelinegro.

— K-Kookie...— Jeon giró

al menor para así comenzar con una ronda de lascivos besos.


Taehyung no

sabía como reaccionar, estaba comenzando a calentarse. Quería

entregarse a la persona que más ama con la seguridad de que es


por amor,

no tenía miedo de estar con Jungkook.


Lograron llegar a la

cama con tropezones de por medio sin romper el beso, el pelinegro


se

quitó la playera aventándola a cualquier lugar sin importancia,


había

comenzado a sofocarse. Los ojos chocolates del menor brillaron


por el

increíble cuerpo del mayor, siempre le había parecido hermoso,


pero

ahora era excitante. Jungkook sentía que su miembro se paraba


ante la

tierna e inocente mirada de Taehyung, le gustaban sus ojos, y no


pudo

evitar sorprenderse ante su reacción inmediata, jamás se le había


parado

con tan sólo una mirada. Quitó la estorbosa playera del menor y
éste

por acto de reflejo se cubrió. El pelinegro sonrió ante ello, sabía

porque Taehyung se cubría, y, repitiendo lo que últimamente ronda


su

mente, si hubiera sido su yo del pasado sin duda se hubiera


asqueado e

ido, pero ahora, quería ver todo de Taehyung.

1.7K
— Déjame verte.— Jungkook susurró sobre los labios del otro.

— N-no.— el castaño mordió su labio inferior con fuerza.

— Si no lo haces te

morderé en vez de besarte.— Jungkook se lamió los labios al ver el

puchero de Taehyung, retiró lentamente las manos del castaño que


cubrían

su cuerpo, al principio se negó recibiendo más mordidas de su


parte,

pero al final terminó cediendo.—Buen chico.— le besó.

778

Pasó el tiempo entre


besos y leves mordidas, ambos yacían desnudos y completamente
cegados

por el deseo. Jungkook trataba al principio de convencerse que


todo era

sexo obligatorio, pero ahora estaba restregando impaciente su


miembro

con el del menor mientras le dejaba notorias marcas en todo su


cuello y

clavículas, marcándolo como suyo y que así Jimin y Jackson lo


dejaran en

paz.

1K

Taehyung paseaba sus

dedos entre la sedosa cabellera de Jungkook, le gustaba aquella


nueva

sensación. Perder su virginidad con alguien a quien amas no es un


error

¿verdad? Gemía quedamente ante el roce de sus miembros, le


encantaba el

que no sólo él necesitara de más.


665

— Kookie...mgh...ngh.— Taehyung se mordía los labios ante


aquello, la imagen de Jungkook extasiado le gustaba.

224

— Que linda voz. — susurró el pelinegro.— Ahora, chupa.— llevó


tres de sus dedos a la boca del castaño.

1.4K

Taehyung entendió y los

lamió como si de una paleta se tratase, aunque era su primera vez

haciéndolo, el pelinegro gruñó ante tal vista, esos bonitos labios


rojizos y esa rosada lengua lamiendo sus dedos era mejor que ver
a una

chica haciéndolo.

446

"No sigas" una

voz se hizo presente en la cabeza de Jungkook, pero vamos,


cuando uno

está excitado prefiere los instintos que la racionalidad.

739

Cuando vio que ya era

suficiente, retiró los dedos y los llevó a la rosada entrada de

Taehyung, ingresó el primer dígito y el menor gritó de dolor. Vaya


que

dolía.
689

— Bebé... Ya pasara.—

trató de tranquilizarlo al ver pequeñas lágrimas caer por las


sonrojadas

mejillas del menor, no quería verlo llorar.— Abrazame fuerte.—


pidió

Jungkook.

1.1K

Taehyung asintió

aferrándose a la ancha espalda del pelinegro, éste con su brazo


libre

tomó posesión de la cintura del menor para así pegarlo más hacia
sí.

Jungkook sonrió al castaño mientras de acercaba a sus hermosos


labios
hasta al fin juntarlos en un tierno beso, ingresó un segundo dígito,
los

dedos del pelinegro entraban y salían lentamente, se abrían en


tijeras

para poder dilatarlo. La erección de Jungkook dolía, pero prefería


no

hacerle doler a Taehyung.

724

"Ahora si te preocupa no hacerle sentir dolor, hipócrita" aquella


voz regresó, pero nuevamente Jungkook la ignoró.

4.5K

Taehyung gimió al sentir

que algo dentro de él fue presionado por el mayor, la sensación


era
deliciosa. Jungkook lo notó, sacó sus dedos y recibiendo un
puchero de

inconformidad de Taehyung, sonrió.

176

— ¿Listo?— Jungkook

preguntó abriendo más las piernas de Taehyung, acariciando sus


muslos

mientras le miraba desde arriba esperando una respuesta.

357

— S-sí.— Taehyung musitó sonrojado y un poco aterrado por el


tamaño del pene de Jungkook.—Por favor.— puchereo.

1.2K
— Lindo.— Jungkook

sonrió, le besó para así meter lentamente su glande en el ano de

Taehyung. El castaño mordía su labio al sentir que se desgarraba,


pero

no quería detenerse hasta ahí.

801

Taehyung se abrazó

fuertemente a la espalda de Jungkook, clavando también sus uñas


y

recibiendo uno que otro gruñido. Al terminar de meter todo su


miembro,

Jungkook tuvo que usar toda su fuerza de voluntad para no


comenzar a

embestirle. Las paredes del castaño le apresaban deliciosamente,


era

nueva aquella sensación.


740

— K-Kookie... Muevete.— susurró en su oído, prendiendo más a


Jungkook.

581

Jungkook empezó a

embestirle suavemente mientras se regalaban besos y tiernas


sonrisas.

Sus movimientos no eran bruscos, ni salvajes, como cuando solía


tener

sexo con cualquier chica, no, sus movimientos eran suaves y


delicados.

Detonando erotismo en cada uno de sus poros.

579
— Kookie... Mghh... Ahí. — gemía Taehyung sutilmente sobre los
labios rojizos e hinchados de Jeon.

501

Jungkook sin objeción,

obedeció y arremetió más profundo. La forma en la que sus


cuerpos se

movían era totalmente diferente a como siempre lo hacía, nunca


había

tenido ninguna pizca de consideración con alguna de sus


conquistas, más

bien, no quería que ese momento tan íntimo de los dos terminara.
Era más

sensual y lento, pero muy placentero, Jungkook realmente


disfrutaba

estar con Taehyung.

356
— Kookie...m-me vengo.—

Taehyung gimió al ser embestido más rápido y sentir un cosquilleo


en su

vientre, alcanzó los labios de su mayor para poderlos besar.

822

— Yo igual, bebé. —

musitó sobre los labios ajenos. Jungkook sentía esa conocida


sensación,

pero sabía que el orgasmo sería más intenso y significativo que en


sus

encuentros sexuales anteriores.

325
Ambos se corrieron tragándose el gemido del contrario. Taehyung
entre sus abdómenes y Jungkook dentro del menor.

686

— Tengo sueño.— Taehyung

se talló los ojitos al haber recuperado su respiración, estaba

demasiado cansado. Ese gesto fue adorable ante los ojos del
mayor y

sonrió ante ello.

285

— Duerme.— besó la frente del castaño y así cubrirlo con las


sábanas que se encontraban en el suelo, él también estaba
cansado.
187

— Kookie...— tocó ligeramente la mano del mayor cuando éste se


acurrucó a su lado dispuesto a compartir el sueño.

— ¿Mhn?

— Te amo.— susurró apenado.

Jungkook le tomó en

brazos apegándolo contra su fornido pecho, apretó los labios


pensando en

su respuesta y por algún motivo, en su interior, comenzó a


temblar. Eso

que ambos compartieron, la unión de sus cuerpos y sus tratos, ya


no era

parte del juego.


—...—besó el cabello del

castaño.—Yo también te amo.— cerró sus ojos, cayendo al lado de


ese

chico que, sin su permiso, robó su corazón

•9•

Jungkook se removió bajo las sabanas tanteando a su lado, al


sentir el vacío se levanto rápidamente exasperado.

1.1K

— ¡Taehyung!— gritó al no ver señales de él.— ¡Taehyung!

516

Kookie, tranquilo— el castaño entro a la habitación casi corriendo


por

los gritos del mayor. Éste al verle lo acogió entre sus brazos.—

,tranquilo.— acarició los rebeldes cabellos del pelinegro.

172

— ¡¿Dónde carajo estabas?!— se separó bruscamente del menor y


tomó con moderada fuerza sus brazos mientras le analizaba.

505

Fui hacer esto— asustado mostró dos juegos de copias


engargoladas, era

el trabajo que Jungkook le había encargado.—, lo acabe anoche


mientras

usted dormía.

1.3K

Jungkook

tomó las copias y las hojeó dándose cuenta que estaban en


perfectas

condiciones como él tanto había querido. Dirigió su mirada a


Taehyung y

éste no le miraba, tenía un notable sonrojo que se extendía desde


sus

mejillas hasta las orejas. No entendía porque no le miraba, hasta


que se

dio cuenta que se encontraba totalmente desnudo, se sonrojó ante

aquello y volvió a saltar dentro de las sábanas. Sonrió al ver que el


menor llevaba puesta su playera, que para su sorpresa le quedaba
hasta

sus rellenitos muslos.

1.1K

— Oh, lo siento, no fue mi intención tomarla.— Taehyung se dio


cuenta de aquello y comenzó a enrojecer más de lo que ya estaba.

114

— Está bien. Te ves tierno.— sonrió dulcemente, sin ninguna pizca


de cinismo.

1.1K
Taehyung

sonrió a más no poder por las palabras de su mayor, a paso lento


se

acercó al pelinegro y con mucha valentía tomó su rostro entre sus


manos

para plantarle un sutil beso en los labios. Jungkook tomó posesión


de su

cintura y lo acercó aún más, tenía la necesidad de tenerlo cerca y

jamás soltarlo.

560

— Te amo Kookie.— musitó entre el cuello de éste el castaño


después de terminar el beso.

260
— También te amo, Tae.— respondió con una leve caricia alrededor
de toda la espalda baja de Taehyung.

El

fin de semana había pasado volando, ahora todos estaban


nerviosos antes

de entregar el trabajo. Hoseok saltaba de felicidad al tener el


trabajo

en sus manos, estaba más que contento. Jungkook sólo veía el


proyecto

detalladamente, pasaba sus manos por el contorno del


engargolado. Al fin

la profesora llegó y entregaron sus proyectos que al terminar de

analizarlos habían sido los mejores.

164

¡Hey!— el pelinaranja codeó al pelinegro que se encontraba


sumergido en

sus vagos pensamientos.— ¿Qué hiciste para que te los entregará


más

rápido?

275

Jungkook salió de su burbuja para prestarle atención a su


escandaloso amigo.

— Eso no importa.— musitó. No quería decirle.


Taehyung

iba con unos deliciosos cupcakes para su mayor, quería felicitarle


por

su nota ya que éste le había mandado mensaje diciéndole aquello.


Saltaba

emocionado, gracias al pelinegro había pasado el mejor fin de


semana de

todos, al fin los gritos y golpes dejaron de hacerse presentes, en

cambio puros mimos y besos era lo único que recibía gracias a su


novio.

Su sonrisa no se podía borrar. O eso creía.

1.7K

Se detuvo en la puerta del salón del mayor al escuchar su voz y la


de Hoseok, puesto que al ser el descanso no había más gente.

777
— Oh

vamos, ¿ahora no me vas a decir lo que le hiciste esta vez a

Taehyung?—Hoseok chillaba y el castaño paró todo movimiento


por la

mención de su nombre.— ¡Vamos! Cuentame, cuentame.

342

¿Qué es lo que crees que hice?— sonrió de lado Jungkook para así
ocultar

su vergüenza.— Sólo hice que abriera las piernas y ya, no hay más
que

contar.

¡¿Estás jodiendome?! ¿en serio te acostaste con la


albondiguita?— el
pelinegro fruncio el ceño ante el apodo.— No me digas que te has

enamorado de él para llegar a esos extremos.— dijo burlón.

1.2K

Jungkook se quedó en

silencio unos segundos ante eso. ¿Él, enamorado? Era verdad que
su

corazón se aceleraba cuando sonreía el pequeño ante la vida, era


verdad

que le fascinaba su ternura y era verdad que no había sido sólo


sexo.

Por primera vez en su vida había hecho el amor con alguien.

646

— Sólo fue sexo

obligatorio, todo era por el trabajo. Yo creo que de tanto tiempo


estando fingiendo ser novios mi cuerpo se adormeció y por tal no
sentí

su cuerpo amorfo con el mío a la hora de follar.— rió forzosamente,

doliendole sus propias palabras.— Además, siempre me iba con


Irene a

follar.

— Hermano, eres cruel.— Hoseok río.— Él sí te quiere.

— Lo sé. Por eso fue tan fácil de engañar.— se levantó de su


banca, no queriendo permanecer más ahí.

— ¿y hasta cuándo terminaras esta farsa?— preguntó burlón


Hoseok posicionándose a su lado para salir del salón junto con él.

73
Jungkook sintió una

opresión, ¿terminar esto? No quería, le gustaba estar con


Taehyung.

Quería ir en serio por primera vez, le ocultaría todo aquello y


formaría

una mejor relación a su lado, pero eso no se lo diría a su


comunicativo

amigo que sabía le molestaría hasta la muerte.

431

— Cuanto antes, es molesto.— rió junto a su mejor amigo y al abrir


la puerta su sonrisa se borró.

636
Taehyung se encontraba

frente a él, con una caja decorada con un moñito y panquesitos.


Con una

sonrisa más que forzada y lágrimas cayendo imparables por sus


mejillas.

Su cuerpo temblaba y su corazón dolía.

2.2K

Jungkook y Hoseok se helaron al verlo ahí parado. Al parecer les


había escuchado.

227

— T-traje... Cupcakes...

Para Kookie.—, musitó tembloroso. Se mordió el labio nervioso, lo


que

acaba de escuchar le ha dolido más que los insultos y golpes.


897

— Tae...— Jungkook trató

de tocarle, verlo lleno de lágrimas antes no le hubiese importado,

hasta le hubiera dado gracia, pero ahora todo era distinto, le dolía

verlo en aquel estado.

354

— ¡No me toques!— gritó

llamando la atención de las pocas personas que pasaban por ahí.—


¿C-cómo

pudiste hacerme esto?— dejó caer la caja para tomar su rostro


entre sus

manos, tratando duramente de detener sus lágrimas.— Todo era


por el

proyecto ¿verdad?— descubrió su rostro dejando ver aquellos


achocolatados ojos llenos de lágrimas, sonreía dolido ante el
silencio

de ambos frente de él.— Me sentí muy feliz de poder estar contigo


y

r-resulto ser mentira... Yo en realidad te doy asco.— afirmó


mientras

lloraba más fuerte sin borrar su sonrisa.— Cuando... Lo hicimos...

Cuando me dijiste que me amabas ¿era mentira?

1K

No. En verdad te amo.

2.1K

— Sí, jamás podría

amarte.— trató de sonar lo más convincente posible, tanto para él


como
para Taehyung. Tantas personas viéndolo le ponía nervioso, le
marginaran

si dijera que sí se enamoro del chico que tanto despreció.

855

Eso fue todo para

Taehyung. Borró su sonrisa y sus ojos se volvieron opacos a pesar


de

estar llorosos. Escuchó como las pocas personas se burlaban de él


por

seguir rogándole al pelinegro, las palabras de Jungkook, esas


míseras

palabras por fin le habían hecho abrir los ojos a la realidad que el
se

negaba ver por amor.

755
Jungkook temblaba al ver

esa inexpresiva mirada, cualquiera que le mirara así simplemente


lo

mandaría a la mismísima mierda, pero jamás hubiese querido ver


esos

hermosos ojos llenos de desprecio hacia él.

105

— Taehyung.— musitó, sintiendo que había cometido un grave


error.

293

— Me cansé...—Taehyung

se limpió las lágrimas con su antebrazo.— Te odio Jeon Jungkook,


¡Por mí

puedes morirte maldito bastardo!— aquel grito sonó tan


desgarrador que
al instante todos callaron.

4.6K

El pelinegro sintió como

sí una bala le atravesase el pecho, vio como Taehyung corría lejos


de

ese lugar. Sus piernas no reaccionaban, había quedado aturdido


por lo de

hace unos instantes.

Todos ahí estaban

petrificados, habían presenciado el límite de la paciencia. Hoseok


se

sentía culpable, y demasiado, no podía creer que en aquellos


inocentes y

tiernos ojos pudiera ver odio. Volteó a ver al pelinegro y se

sorprendió al ver una lágrima resbalando por su mejilla hasta la

mandíbula.
— ¿Qué he hecho?—

susurró Jungkook tapándose la boca. Se recargó en una pared


hasta

deslizarse y caer en el frío suelo, creyéndose la peor mierda


humana del

mundo.

Acabas de arruinar tu vida

•10•

Taehyung

corría sin importarle el rumbo al cual se dirigía, sólo deseaba


correr.
Lágrimas caían por sus ojos y eran llevadas por el viento a causa
de la

velocidad. Se sentía traicionado, usado y sucio.

La

primera vez que vio a Jungkook no dudo en pensar que era el ser
más

hermoso de todos sobre la tierra, alguien puro y de buen corazón,


pero

ahora se daba cuenta que sólo era apariencia, un cascarón vacío,


frío e

inútil. Se sentía estúpido al creerle todo el cuento de estar


enamorado

de él.

Quería

desaparecer, ¿para qué seguir existiendo a sabiendas que jamás


sería

aceptado por aquellas personas hipócritas y materialistas que lo

rodeaban? Al no darse cuenta por dónde corría chocó con un


fornido

cuerpo, asustado y sin fijarse quien era, soltó con ligera fuerza un
golpe y este cayó en el rostro ajeno.

174

— ¡Tranquilo!¡No voy hacerte daño!— levantó su mirada. Era Jimin.


— Tae...

El

pequeño se sintió una basura al ver la rojiza mejilla de su mayor,


todo

lo que hacía estaba mal. Lloró más fuerte al ver directo los ojos de

Jimin, no quería causarle ninguna lástima, pero ahí estaba,

presionándose contra el amplio pecho del rubio, dejando salir

desgarradores y lamentables gritos de dolor. Dejaría de llorar hasta


que

sus ojos no derramasen una lágrima más por algo que ni siquiera
valía

la pena.
283

Jimin

por su parte aferraba con fuerza el frágil cuerpo del menor, se veía

tan destrozado. El castaño temblaba bajo sus brazos y eso le hacía

sentir impotente, la furia invadía el cuerpo de Jimin al no poder


hacer

nada. Lo único que pudo hacer fue abrazar a Taehyung.

130

Tae — Jimin había decidido llevar al menor a su casa, ya que éste


le

había rogado con miedo en su voz que no fueran a su hogar, Jimin


no
protesto y sólo obedeció. Taehyung aún lloraba, se encontraba
entre las

piernas de Jimin abrazándolo con fuerza de la cintura.—¿Qué pasó


bebé? —

susurraba Jimin mientras sobaba su espalda en un intento de

tranquilizarlo.

1K

— Me u-usaron... S-sólo j-jugaron c-conmig-go.— hipaba, sabía que


Jimin era de confianza. Él sí.

— ¿Qué?¿Quién? — el rubio fruncio el ceño por las palabras


dichas por Taehyung, no le estaba entendiendo.
Taehyung

guardo silencio, no quería quedar como un fácil frente a Jimin, el

mayor de seguro se decepcionaría de saber el asco de persona que


era y

lo alejaría, aún así tenía que decírselo por haberlo tomado de la


mano

en el momento que caía a la desesperación.

— Jungkook. — se separó para verle a los ojos.

Park se quebró al ver tan lindos ojos hinchados y con dolor


reflejado en ellos.

— ¿Qué?— Jimin apretó la mandíbula. —¿Qué te hizo?


Él... Él, jugó con los sentimientos que tenía por él para recibir una

nota alta.— dijo en un susurro, pero aún así el rubio le escucho.

¿Te gustaba... Jeon?— dijo algo dolido, él gustaba del menor y


enterarse

que el imbécil de Jeon siempre estuvo jugando con él le hacía


hervir la

sangre.

S-sí, hasta f-fuimos n-novios, según. — lágrimas se resbalaban por


sus

ojos al recordar todo, se odiaba por ser tan débil y llorón, ni


siquiera
lloró cuando su amado padre falleció. Ahora andaba derramando
lágrimas

por un imbécil, un imbécil que ama hasta la médula a pesar de


haber

clavado un puñal en su espalda y corazón.

— Tranquilo, bebé. — Jimin lo abrazó, sin duda alguna haría pagar


al azabache.
Jungkook

estaba desesperado, corrió lo más rápido que sus piernas le

permitieron, buscaba al castaño para explicarle todo y así poder

remediarlo.
¿Qué es lo que tienes que explicar? ¿Qué primero jugaste y
terminaste perdiendo en el momento que te enamoraste?... Es
demasiado tarde idiota. Cada vez esa voz aparecía más agresiva
que antes, pero no podía negar que tenía razón.

Se mordía los labios

nervioso, sabía que lo había arruinado. Todo por el orgullo.


Hoseok, al

igual que él, estaba buscando al menor porque también había sido
su

culpa, pero no lograron encontrarle, no estaba en su casa ya que


fue el

primer lugar en su lista.

— ¿Dónde estás mi amor?— murmuró viendo la ventana frente a él.

— Mamá.— la señora Kim al ver a su hijo corrió para tomarlo entre


sus brazos.
— ¡Mi amor! ¿Dónde

estabas? Me tenías preocupada— miró a los ojos apagados de su


hijo, se

preocupó al no ver su característica sonrisa.—, nos tenías


preocupados.

— ¿Los tenía preocupados?

20

— Jungkook vino a

buscarte porque te habías ido de la escuela temprano.— el menor


tenía

ganas de volver a llorar al escuchar aquel nombre.—¿Don-


— Mamá, me quiero ir a

Daegu con la abuela — interrumpió a su madre, ella le miró dudosa.


—, ya

no soportó estar aquí, mami... Quiero irme de aquí. — se dejó caer

sobre sus rodillas.

— Mi bebé. — comenzó a

llorar al ver a su amado hijo tan destrozado, se odiaba por no


haberse

dado cuenta del dolor de su bebé. —Nos iremos a Daegu cuanto


antes. Le

diré a Hye...

— ¡No!— gritó. — Mami, por favor... No.

— Pero ella y Jungkook tienen que saberlo.


— No... Se sentirán

mal... Por favor no.— suplicó con un hilo de voz.— Mami. No quiero
que

s-se entere Kookie.— tan difícil fue pronunciar aquel apodo al que
le

ponía tanto amor al decirlo, ahora le asqueaba siquiera


pronunciarlo.

474

— Bien.— la señora Kim

sólo abrazó más fuerte a su pequeño ángel, quien quiera que le


haya

hecho daño lo único que recibirá sería su desprecio.


"Siguiente vuelo 37-B a Daegu, por favor subir de inmediato"

Taehyung y su madre

llevaban todas sus cosas, era de madrugada, la insistencia de dejar


Seúl

era mucha en el caso del menor y a su madre no le importó


cumplir su

deseo, quería lo mejor para su hijo, por ello, y con algo de suerte,

pidió una transferencia a un hospital de Daegu. El castaño cuando


pasó

frente a la casa de Jungkook, tuvo que poner todo su esfuerzo para


no

llorar, extrañaría a la carismática y siempre amable tía Hye, como


ella

le había pedido que le dijese, pero recordó a Jungkook, si se iba no


le

iba a importar ¿verdad? Los Kim estaban a punto de subir, pero

escucharon un grito.
— ¡Taehyung!— se escuchaba a lo lejos.— ¡Taehyung!

El mencionado volteó asustado pensando que era el dueño de su


destrozado corazón, pero suspiró al darse cuenta quien era.

— Jackson.— corrió para poder abrazar a su amigo, uno que lo


había aceptado después de todo.

1.2K

— Joder pequeño, me tuve que enterar por Jimin.— el mayor


abrazaba algo triste a su lindo menor.

— ¿D-dónde está Jiminnie hyung?— preguntó Taehyung aún


escondido en el pecho de Jackson.
— Aquí— Jackson giró con el pequeño y éste asomó su carita.

Jimin estaba con una

bolsa de regalo y sus bellos ojos algo rojos, había llorado por la

partida de ese pequeño y adorable ser que con nada de esfuerzo


robó su

corazón. Se acerco a los chicos que se abrazaban cariñosamente.


Le

extendió la bolsa a Taehyung y Wang se apartó un poco para


dejarles su

espacio. Jackson, al igual que Jimin, guardaba fuertes


sentimientos por

el menor, estaba enamorado, su cariño comenzó después de la


declaración

que le hizo a Jungkook, pero esa es otra historia que algún día será

contada.
Jimin y Taehyung se

miraban a los ojos, el rubio no quería que se fuera. Odiaba a Jeon


por

alejarlo de él, se odiaba por ser tan cobarde y no declararle sus

sentimientos. Jimin sintió como acariciaban su mejilla, el tacto del

menor era tan cálido y gentil.

— Gracias.— musitó el menor.

— Prometeme que regresarás.— Jimin abrió sus ojos, puso su


mano sobre la del menor y suspiró.— Prometelo.

— Hyung... Lo prometo.—
Jimin era un ángel para Taehyung—Jackie.— el menor de los tres
llamó al

otro chico que se encontraba quitándose, en intentos inútiles, las

lágrimas

Jackson se acercó y los

tres de fundieron en un abrazo. La señora Kim estaba


observándolo todo

con unas cuantas lágrimas resbalando por sus mejillas, la escena


era

demasiado linda, pero ya era hora de irse.

— Mi amor.— llamó su madre y con dolor se fue alejando de sus


mayores.

— Adiós.— musitó, corrió donde su madre y desapareció tras las


puertas.
— Estúpido, ¿Por qué no

te declaraste?— regañó Jackson aún tratando de secarse


inútilmente las

lágrimas con la manga de su sudadera.

— Tú también pudiste haberlo hecho. — Jimin veía con dolor la


dirección en la cuál el menor desapareció.

— No podía, no tenía

derecho. — lloró aún más Jackson mientras miraba en la misma


dirección

que Jimin. — Yo jamás le defendí cuando más lo necesitó, y-yo...


No

pude.— Jimin palmeó la espalda de Jackson.

— Yo tampoco pude.—

lágrimas resbalaron de sus mejillas hasta su mandíbula para


terminar en

el frío suelo de mármol, donde se destruyeron, al igual que él.


•11•

Jungkook

estaba en shock, Park lo había golpeado en medio del pasillo una


vez lo

vio, pero por eso no estaba en shock, sino por lo que dijo el rubio

antes de golpearlo.

"¡Por tu culpa se fue!"

¿Taehyung

se había ido? Ignoraba el hecho de que su boca sangraba, sólo no


podía

creer que el menor se había ido. Todo por su culpa. Recibió un


segundo

golpe en su otra mejilla, así logro despertar de su transe y pudo

detener el tercer golpe del rubio. Vio como el amable y siempre


calmado

de su rival, estaba destrozado y furioso.


— Es

tu maldita culpa... Él se fue por tu culpa.— Jimin dijo, el pelinegro

arrugó el ceño, ¿por qué lo culpaba? Más bien, ¿Como lo sabe?

¡Hey!¿Qué esta pasando aquí? — unos de los profesores trataba


de hacer

paso entre los alumnos, Jimin miró resentido a Jungkook antes de


salir

corriendo y evitar un regaño.

Jungkook

se limpió la boca, tomó sus cosas y salió valiéndole una mierda la

escuela. Por el momento ésta era el menor de sus problemas.


No

podía creer que el menor se había ido, no podía creer que lo había

abandonado y, sobre todo, no podía creer que estaba llorando al


sentirse

vacío. Su prepotencia y narcisismo le llevaron a corromper a


semejante

ser tan puro.

Jungkook

caminaba y sus mejillas dolían, pero no tanto como su pecho. Sólo


daba

vueltas por un pequeño parque, al darse cuenta pudo ver como el


sol se

ocultaba tras los edificios, dejando ver un cielo rojizo y


melancólico.
Unos brazos rodearon su cintura por la espalda y al girar su cabeza
se encontró con una molestia. Irene.

— Mi

amor ¿Por qué te fuiste tan temprano de la escuela?— Irene hizo


un

puchero, o un intento de ello, según el azabache.— ¿Qué te parece


si

vamos a mi casa?— ella besó los labios del más alto, sin embargo
éste

jamás le correspondió, aún así ella seguía besándole.

Jungkook

se sintió asqueado por el contacto con la castaña, se molestó aún


más
cuando ni siquiera ella se había dado cuenta de sus mejillas rojizas
y

su labio roto, ella sólo quería follar. En cambio, si hubiera sido

Taehyung ya le estuviera atendiendo las mejillas con cálidos y


tiernos

besos. Hizo una mueca triste al recordarle.

Bebé, ¿Qué te parece si vamos a mi casa y jugamos un rato?—


Irene

presionó sus pechos contra el de Jungkook, pero éste sólo la


alejo.-¿Qué

te pasa Jeon?— Le miró molesta, mas sólo Jungkook la ignoro y la


dejó

ahí.

Antes
sin duda hubiera aceptado aquella tentadora invitación, pero ahora
no

sentía nada, ni siquiera lujuria por Irene, o cualquier otra.

Era

tarde y no le importaba, vio un Arcade, entró y se puso a jugar

cualquier cosa. Una chica se lo comía con la mirada, él lo notó y


sólo

bufo, se le estaba insinuando aún ella estando sentada en las


piernas de

un tipo. Sonrió algo provocativo acercándose a la chica.

— ¿Quieres ir a alguna parte preciosa?— Jungkook preguntó


relamiéndose los labios una vez estando frente a ella.
— ¡Hey! ¿Qué te pasa estúpido? — el chico que tenía a la chica
entre las piernas le miró furioso.

¿Qué me pasa? Pues que no ves que estoy coqueteándole a esta


tipa.—

señaló a la chica, el otro sujeto bajó a ésta y le hizo frente al

pelinegro. Lo retó con la mirada, Jungkook sólo sonreía, él tenía un

objetivo y sin duda lo lograría.

La

chica los miraba emocionada, le gustaba saber que podía hace


pelear a
dos hombres por ella, el primer golpe llegó. Jungkook había
golpeado el

estómago del chico provocando que éste se doblara del dolor. Otro
tipo

se paró de su lugar para ir a defender a su amigo, Jeon al verlo le


dio

una fuerte patada y un golpe. La sangre le hervía, el chico que


golpeo

primero le devolvió el golpe haciendo que su labio sangrara. Fue


tomado

por la espalda por otro sujeto y fue arrastrado afuera del local.

No queremos problemas.— advirtió un chico castaño que era


trabajador

del lugar y, al parecer, amigo del chico con el que comenzó el


problema—

Vete.— Y con eso volvió al establecimiento.

Jungkook le ignoró completamente y volvió a entrar.


— Que estúpidos— Entró

canturreando, los chicos se pararon de su lugar.— , no sé porqué


te

enojas cuando yo coqueteo con aquella zorra.— Rió irónico, la


chica hizo

una mueca de ofensa, su novio fue hasta el pelinegro pero éste le

golpeo al instante. Jungkook no dejaba de golpearle la cara, al


cansarse

fue que le tiró al suelo.— ¡¿Eso es todo?!— gritó por la debilidad


del

chico, Jungkook no vio cuando otro tipo le golpeo la cara por un


costado

y así, por el impacto, terminar chocando con un futbolito.


Jungkook rió

estando arriba del juego. Otro sujeto le pegó con el tubo del juego
en

el abdomen. Retrocedió unos cuantos pasos, golpeó a un chico


que quería

tomarlo por la espalda con su mano libre, puesto que la otra


sujetaba su

abdomen por el dolor del golpe anterior.

290
Los tres chicos rodearon

al pelinegro, éste sólo rió estruendosamente por la situación que


él

había ocasionado. Un chico rubio le tomó por la espalda y vio


como el

novio de la chica, por la cual se había originado todo, se acercaba


para

golpearle, pero con fuerza cargó al chico de atrás, elevándolo del


piso

y así arrojarlo al de en frente. El sujeto de seguridad de antes le

sacó a jalones.

— Ya vete.— Ordenó el mayor. Jungkook se limpió la sangre, no


quería parar todavía.

— Bien, me iré.— Dio

media vuelta y al ver al tipo de seguridad distraído, lo golpeó

dejándolo inconsciente.— No me iré hasta lograr mi cometido.—


Volvió con

los chicos y éstos al verlo gruñeron fastidiados.— Vamos idiotas,


¿no
me digan que ya se cansaron?— Estiró sus brazos a cada lado, en
una

clara invitación.

Entre todos comenzaron a

golpearlo, lo azotaron contra una mesa de ping pong ocasionando


que

ésta se rompiera y su cabeza sangrara. ¿Cuál era el cometido de

Jungkook? Fácil, morir. Se sentía la peor mierda de todas por todo


el

daño que le había causado a Taehyung; entre tantos golpes y


patadas lo

único que pensaba era que esto alguna vez Taehyung lo sintió,
dolía como

el infierno y se odiaba al recordar que él era el que lastimaba de

aquella forma a Taehyung, su Taehyung.

Los chicos se cansaron

de golpearlo y entre todos lo aventaron fuera del local, Jungkook


azotó

contra el suelo, sus brazos se rasparon dejando grandes aberturas


en
ellos y vio como su cabeza goteaba sangre, y no sólo sangre
goteaba,

también lágrimas, estaba realmente dolido.

225

— Joder, ¿por qué tuve

que enamorarme?— Golpeó el pavimento varias veces hasta ver su


piel

desgarrada y ensangrentada. Con todas sus fuerzas volvió a entrar,

cojeaba y tomaba su vientre adolorido.— ¿Qué esperan? ¡Acaben

conmigo!... Si Taehyung no está, nada tiene sentido.— Musitó al


recibir

un fuerte golpe es su espalda por una patada. No tenía derecho a


vivir,

no quería vivir si la única persona que amaba ya no le quería.

Antes de caer desmayado

pudo ver a su mejor amigo entrar al lugar corriendo y así tratar de


calmar a los tipos que le golpeaban furiosos.

Despertó, no estaba en

su habitación. Quiso levantarse pero un infernal dolor le recorrió


todo

el cuerpo, miró su cuerpo y suspiró al ver que estaba


completamente

vendado. Vio como la puerta de aquella habitación se abría.

— Hombre, al fin

despiertas.— Hoseok se acercó casi corriendo al lado del


pelinegro, éste

no contestó y sólo volteó a otro lado.— Hey, ¿En qué diablos


pensabas

cuando decidiste pelear con aquellos sujetos?— Bramó molesto


Hoseok,

porque en su búsqueda por Jungkook pudo ver de casualidad


como éste era

golpeado hasta la muerte.

— Me hubieras dejado ahí.— Jungkook habló después de varios


minutos de silencio.
— No entiendo que pasa.

Cuando te fuiste de la escuela Park me golpeó y Jackson casi me


mata,

sólo que me escondí bien en el bote de basura para que no me

encontraran.— Jaló sus cabellos.— ¿Acaso ellos saben lo de


Taehyung y

tú? ¿O qué? Porque no me lo explico.

Jungkook no se dio

cuenta cuando volvió a llorar, no por el dolor en su cuerpo, sino


porque

recordó cuando golpeaba a Taehyung, cuando le rechazaba sin


compasión

alguna y cuando se enamoró de él. Hoseok al notar a Jungkook


llorar se

estremeció, conocía a Jungkook desde que ambos tenían memoria


y jamás en

su vida había visto al menor tan destrozado.

245
— No me digas... ¿Sí es

por albondiguita?— susurró Hoseok sorprendido.— ¡Digo!


¡Kim!¡Kim!— Pero

habló rápidamente al recibir una mirada de muerte por parte de

Jungkook.— ¿Te acusó con tu mamá o algo? — trató de relajar el


ambiente

tan pesado, lo cual no logró.— ¿Por qué estás así?

— Y-yo... Me enamoré. — salió en un hilo de voz que el mayor no


escucho.

— ¿Qué?

— ¡YO ME ENAMORÉ DE

TAEHYUNG! — Jungkook gritó frustrado, las lágrimas salían cada


vez más

gruesas y pesadas.— Y-yo... Me enamoré de él, desde que le hice el


amor... No he vuelto a acostarme con nadie... Y-yo lo amo.— llevó
las

manos a su cara, sentía como las heridas de sus brazos se abrían y


la

sangre se esparcía por los vendajes tiñéndolos de carmín, pero eso


le

importaba poco y tampoco le importaba que Hoseok supiera que


había

perdido el juego, no le importaba, sólo quería decirlo para dejárselo

muy en claro a él mismo.

553

Hoseok quería llorar,

ojala hubiese detenido ese juego desde el principio, así su amigo


no

estuviera sufriendo y así tampoco Taehyung no se hubiera ido,


pero

lamentablemente eran humanos, cometiendo error tras error hasta

arrepentirse por completo. Y eso que estaba sucediendo, con todo


el

dolor del corazón de Hoseok, sabía que Jungkook se lo había


ganado.
Ahora Jungkook lo estaba

pagando, nunca amo con el mismo sentimiento a Taehyung


cuando éste lo

hacía y ahora que al fin podía corresponderle sus sentimientos, lo


había

perdido, añoraba con su alma tenerlo entre sus brazos. Los


humanos son

tan estúpidos que cuando tienen algo no lo aprecian y cuando lo


pierden

lo desean con el doble de intensidad.

Jungkook, ante esa conocida analogía, sentía que su pecho se


desgarraba por su veracidad.

— Tienes muchas heridas, tardaran en sanar.— dijo el pelinaranja


al ver los brazos del menor rojos.

— No importa... Mientras

estén ahí me recordaran la escoria que soy.— Suspiró.— Aunque


no

importa si éstas sanan — movió ligeramente sus brazos-, las


heridas de
mi corazón nunca sanarán, ya que son las más difíciles de curar.—
Tocó

su pecho. Le dolía, recordaba ese dolor. Se sentía casi igual al de

haber perdido a su primera novia a causa de un accidente, pero


dolía

más, porque a ella jamás la lastimo y humilló como lo hizo con


Taehyung.

Su orgullo y pasado le hicieron destrozar a un ser que sólo le


brindo

su amor incondicional y fidelidad ciega.

— Quiero morir

Jungkook

llegó a su casa después de un día de reposo en casa de Hoseok,


estaba

demasiado adolorido; tanto físico como emocionalmente, se le hizo

difícil no ponerse a llorar en el instante que vio un camión de


mudanza

fuera la casa de la familia Kim. Al preguntarle a los trabajadores


sobre

las personas que los contrataron sólo le dijeron que ellos ya


habían

partido, les agradeció y al entrar a su casa se desplomó para llorar

libremente, ya que su madre no se encontraba.


194

La

mala suerte lo golpeo cuando se dirigía a su habitación, de camino


en

las escaleras vio una fotografía que su madre le había tomado al


lado de

Taehyung hace algunos años, él se veía enojado por como el


menor le

abrazaba, pero Taehyung, él irradiaba pureza y felicidad, un bonito

sonrojo se podía apreciar en sus redonditas mejillas y, sin olvidar,

aquella encantadora, tierna y sublime sonrisa. Jungkook golpea la


pared

justo al lado de la fotografía e inevitablemente las lágrimas no


tardan

en salir. Se siente morir, ¿cómo pudo borrar aquella maravillosa

sonrisa? Era, sin duda alguna, un asco de persona.

1.2K
Descuelga

la fotografía y, a paso cojo, se dirige a su habitación. Al estar

dentro y caminar hasta su cama, se deja caer sobre ésta abatido


por su

estado, gruñe por las heridas en su cuerpo, pero trata de no darles

importancia. Eleva la fotografía y la observa con detenimiento.

90

Que lindo eres.— susurró, tocando con la yema de sus dedos el


lugar que

ocupaba Taehyung en la fotografía.— Mírame, estoy llorando por


ti.— el

pelinegro se cubre con el antebrazo, su labio no dejaba de tiritar


por

el llanto, el jamás lloraba, pero ahí estaba, secándose


desesperadamente
las cisañosas lágrimas con los brazos que caían de su demacrado
rostro.

Estaba destrozado.

"El engaño es fiel

El desengaño es traidor

El uno es mal sin dolor

El otro es dolor sin mal"

Era

la cuarta vez en una semana que paraba en el hospital por


múltiples

heridas, las enfermeras le conocían más que a ellas mismas.

Han
pasado tres años, y sí, Jeon Jungkook a sus diecinueve años de
edad es

una persona extremista, una persona que simplemente juega con la


vida

buscando perderla. Suele ir a carreras de autos, siempre se mete


en

peleas tanto suyas como ajenas, suele ir a fiestas cuando se


presenta la

ocasión, pero sólo va para beber, nada más, porque los días
donde solía

revolcarse con medio mundo quedaron en el pasado, cuando era


un crío

lleno de hormonas e ideas erróneas. ¿Por qué no tiene sexo


estando en la

mejor época de su vida? Simple, como dice él, desde que lo hizo
con

Taehyung no había vuelto a tocar a nadie más, no veía la necesidad


de

hacerlo si ese otro no era Taehyung.

1.5K

Sus
acciones extremistas y cada mal movimiento suyo, lo hacía por
auto

destrucción. Jungkook sabe que no merece estar vivo después de


lo que le

hizo a Taehyung, y estaba bien con ello, se lo merecía.

¿Otra vez, Jeon?— dijo su amiga Lalisa mientras entraba a la sala


donde

Jeon era atendido por una enfermera. El pelinegro sangraba de la

cabeza, tenía múltiples raspones en los brazos y, lo más


importante,

toda la cara yacía llena de hematomas y pequeñas heridas abiertas.

Cállate, tengo membresía VIP.— rió irónico el mayor, tratando de

disminuir el mal humor, que sabía de sobra era inútil, de Lalisa.


La

rubia bufo y no siguió aquella conversación, sabía que Jungkook


era de

actitud cambiante y cuando éste estaba de mal humor era mejor


ignorarlo

porque el que terminaba más enojado eras tú, no él. Ellos, Lalisa y

Jungkook, son amigos desde hace un año, la rubia lo conoció en


una de

esas carreras de autos cuando ella solía ir con su ex-novio. Ahora


ella

era su mejor amiga, o unas de las pocas personas que soportaban


la

pesada actitud de Jungkook, Lalisa también se había vuelto muy


unida a

Hoseok, que, por obvias circunstancias, seguía junto a Jungkook,


una de

ellas era porque siempre sería su mejor amigo y la segunda, era


porque

tenía que asumir la culpa de que ahora su amigo no se lanzará de


un

puente. Lalisa se sentó con las piernas y brazos cruzados, veía


como

Jungkook era vendado y éste se sumergía en sus pensamientos,


como era

costumbre.
Jungkook

sólo estaba viendo sus tatuajes de los brazos sin importarle el


dolor

que su cuerpo sentía. Ése día había tenido una carrera, que por
supuesto

ganó, pero la pelea que le había dado un pase al hopital había

comenzado cuando la novia del perdedor terminó con éste en


público y se

le insinuó al instante, desde ahí supo que habría una nueva pelea,
para

su mala suerte sus heridas del día anterior aún se encontraban


algo

graves, por tal, se volvieron abrir y lo dejaron en peor estado. No le

importaba mucho, no era del todo grave según él, puesto que una
vez le

tuvieron que hacer una transfusión de sangre por un choque que


tuvo.

Hoseok

llegó corriendo desde que recibió la noticia por parte del mismo

pelinegro, en verdad se preocupaba porque un día Jungkook ya no


tuviese

la voluntad para levantarse y seguir viviendo. Hoseok se culpaba


por la
situación de su amigo, pero de sólo imaginarse de todo lo que
Taehyung

pudo haber sentido, la culpa no le dejaba tranquilo. Ellos habían

matado, sin detenerse a pensar las consecuencias, la radiante


sonrisa de

Taehyung; por ello, Hoseok acompañaba a Jungkook en la cárcel


del

arrepentimiento y dolor, porque él jámas dejaría solo a su más


preciado

amigo.

— Hobi.— Lalisa llama al chico que buscaba desesperado por el


lugar.

— Lis.— Hoseok al verla corre en su dirección, buscando con la


mirada a Jungkook. — ¿Qué pasó?

— Lo

mismo de siempre, el estúpido quiso suicidarse.— Lalisa bufo

nuevamente, Jeon le enseñó el dedo corazón y ésta se lo devolvió.


— Él no

va a perdonarte si estás tres metros bajo tierra oliendo a mierda.—

gruñó Hoseok, le estaba cansando de alguna manera que


Jungkook no hicera

el esfuerzo de mejorar.

— No

lo menciones.— dice Jungkook con una sonrisa triste.— Bueno,


tengo que

ir a trabajar mañana.— el pelinegro se levanta de la silla en la que


se

encontraba, evitando prontas conversaciones que sabe no quiere


tener,

hace una venia a la enfermera y dirige su vista a Lalisa y Hoseok


que se

alistan para marcharse junto a él.— Así que me voy a mi casa. No


me

sigan, tontos.
Sin

hacer caso a las replicas de sus amigos sale del hospital, nota que
cae

una leve lluvia, la cual cubre la ciudad. No le importa mojarse, mas

bien, nada le importa realmente.

Jungkook

es consiente de que al paso de los años, sus atentados contra su

integridad están mal, pero él cree merecerlos. Ahora vive solo en


un

departamento espacioso, su madre se enteró lo que él le hizo a


Taehyung y

el porque de la mudanza de los Kim poco tiempo después, cuando


un día

le encontró llorando en el baño con cristales rotos a su alrededor,

desde ese momento su situación cambió, ella se decepcionó de él


por

haberle hecho aquella atrocidad a un ser tan bueno e inocente. Hye


amaba

a su hijo, pero la aberración que éste cometió no tenía justificación

ni perdón.
Después de unos minutos, Jungkook se dio cuenta que estaba
llorando, nuevamente.

— Me

he vuelto más llorón desde que me enamoré de ti— ríe tristemente

dirigiendo su vista al obscuro y deprimente cielo, trando de


mezclar sus

lágrimas con las gotas que caen lentamente sobre él.—, Taehyung.

•13•

"Sorprenderse y maravillarse es comenzar a entender"

Jungkook

estaba con la mirada perdida mientras limpiaba la cafetera. En


esos
momentos se encontraba en su trabajo, una cafetería cerca de su

universidad, por el momento tenía vacaciones y por ello debía de


juntar

todo el dinero necesario para seguir manteniéndose. No había


podido

dormir bien por todas las heridas en su cuerpo y sobre todo, por
algún

motivo, su cuerpo se sentía ansioso, no sabía por qué pero trató de

ignorarlo sin embargo, comenzaba a dificultarle a medida que


avanzaba el

tiempo.

Pasaron

varios minutos hasta que la llegada de un nuevo cliente se hiciera

presente. Jungkook al voltear su rostro no pudo evitar que todo su

cuerpo se tensara, vio a un chico castaño con enormes y brillantes


ojos

color chocolate adornando su hermoso rostro, el chico era alto,


delgado,

pero con sutiles y definidas curvas en los lugares correctos, la piel

de éste era piel bronceada tirándole al caramelo, Jungkook


petrificado

mientras veía al joven que yacía parado frente a la puerta del local.
Las empleadas, y uno que otro empleado, quedaron cautivados por
tal

belleza, incluyendo a Jungkook, pero el corazón de éste se aceleró

demasiado para su gusto, como si su corazón le reconociera de


algún

lado.

Jungkook

tenía la intención de atenderle antes que cualquier otro, pero su

cuerpo no reaccionaba. Sólo pudo ver como aquel hermoso chico


se dirigía

a una de las tantas mesas del lugar, observó cada movimiento que
éste

realizaba y quedó maravillado ante sus movimientos sutiles y


elegantes.

Odió como nunca en su vida a Lisa, que de la nada acababa de


llegar para

trabajar y lo primero que hizo fue acercarse al castaño, sin ni

siquiera marcar su hora de entrada. Sí, ambos trabajaban juntos, le

gustaba porque no hablaba con nadie más, pero ella era la


excepción.

146
— ¿Se le ofrece algo joven?— preguntó la rubia algo emocionada
por ver a un chico guapo.

Sinceramente no se me ofrece nada, es suficiente con ver tu lindo

rostro.— la voz del joven cliente paralizó a todo el mundo, el timbre


de

su voz era grave y seductora, verdaderamente sutil para los oídos


de

Jungkook. Lalisa sonrió avergonzada ante las atrevidas palabras


del

joven, éste colocó su mentón sobre su mano mirándola con


aquellos

hipnotizantes ojos chocolate, tratando de mantener un contacto


visual un

tanto íntimo.— Quiero un Cappuccino, linda.— guiñó para después

recobrar su posición inicial y voltear a la ventana que yacía a un

costado de la mesa.

— Claro.— dijo Lalisa un tanto avergonzada.


Aquel

castaño parecía un espécimen de otro planeta, puesto que cada


vez que

la gente pasaba, ésta miraba con una expresión asombrada al


castaño, ése

chico era realmente hermoso. Algunos de los compañeros de


Jungkook

empezaron a compararle con el cliente de cabellera castaña,


Jungkook

bufo ante la lógica que sus compañeros tenían, ellos decían que:
"Chicos de alto calibre eran una reliquia que merecía ser
presumida"

Jungkook

trató lo mejor posible seguir con su trabajo e ignorar aquel


hermoso

joven, él tenía que serle fiel a su bolita de ternura. Se sumergió


tanto

en sus recuerdos de él y Taehyung que no se dio cuenta cuando


aquel

chico por fin se levantó y caminó para pararse frente a la caja

registradora, frente a él.


Cuando Jungkook por fin levantó el rostro a la par del contrario,
ambos quedaron estáticos y sin palabras.

Jungkook

quedó fascinado por tan bello rostro, pero la sensación de


conocer a

esa persona le comenzaba a invadir el pecho y llenar éste de

incertidumbre.

Por

otro lado, Taehyung jamás se imaginó que la apariencia del mayor


al

pasar de los años fuera tan... Deprimente. Jungkook tenía varios

moretones por todo su rostro, su ceja y labio yacían cortados,


tampoco

podía dejar pasar las obscurecidas ojeras que opacaban la bella


forma de

sus ojos. Taehyung recordó su reflejo en el espejo.


¿Cuánto será? — Taehyung musitó apartando su mirada de


aquellos lindos

ojos que por mucho tiempo trató de borrar de sus recuerdos. Para
su

suerte, Jungkook no le había reconocido.

— Un

cappuccino y un cupcake de zarzamora. — Jungkook anotaba en


la caja,

regresando a sus deberes.— Serán ¥506.— Jungkook dijo mientras


dirigía

su vista al joven, tragó duro por la presencia del castaño ante él.

Taehyung

sacó el dinero a pagar, su mano temblaba, estaba realmente


nervioso. No

tenía por qué estar nervioso ante la persona que pisoteo sus

sentimientos como si no valiesen nada. Vio las manos vendadas


del mayor
cuando él estiraba éstas para recibir el dinero, rápidamente
Taehyung

apartó sus manos como si las contrarias quemasen. Había


recordado la vez

que vendo aquellas varoniles manos a causa de la golpiza que él

recibió, le dolía la cabeza recordar aquello.

250

Jeon

le miró un poco apenado al notar el cambio en el rostro contrario


ante

la vista de sus manos, siempre le había importado una mierda


como las

personas murmuraban de su apariencia que era como la de un


delincuente,

pero por primera vez en años hubiera preferido no parecer un


matón.

Mientras registraba el pago, no pudo evitar mirar las bellas


facciones

del joven, y no sólo por lo atractivo que era, sino porque en verdad
le
resultaba familiar.

84

¿D-disculpa?— el pelinegro arrugo el entre cejo ¿qué le sucedía?


El

indiferente Jeon Jungkook ¿tartamudeando? El joven le volteó a


ver algo

incómodo, Jungkook le extendió el dinero recobrando la postura y


éste

recibió el dinero, para después voltear y tratar de alejarse del lugar,

Taehyung comenzaba a sofocarse.— ¡espera!— gritó Jungkook lo


más rápido

al ver como el castaño se alejaba.—¿N-nos conocemos de algún


lado?—

Jungkook en esos momentos quería tragarse el café hirviendo por


su

estúpida y extraña timidez.

331
El

castaño le miró sin ninguna expresión en su rostro, el mayor


estaba algo

ansioso por lo que vendría a continuación, porque dedujo que


había dado

en el blanco cuando el otro lo negó de inmediato.

70

Ojala no lo hubiéramos hecho.— dijo frío Taehyung para


emprender camino

hacia la puerta nuevamente, pero al estar con medio cuerpo fuera


del

establecimiento fue que susurró, un susurro que no significo nada


para

lo demás, pero que para Jungkook había sido un gran impacto. —


Kookie.—
al terminar de decir aquello, Taehyung se retiró sin ganas de seguir
ahí

a esperar alguna innecesaria y dolorosa reacción.

1.9K

El pelinegro quedó paralizado.

«No, no, no, no, ¡no puede ser cierto!» Jungkook no

dejaba de negar aquello en su cabeza. El chico lindo no podía ser


su

adorable TaeTae ¿cierto? Le importo muy poco el trabajo y saltó el

mostrador para correr tras el menor, no le había dicho su nombre


como

tal, pero sin duda era su bebé, porque nadie en el mundo le llamaba

"Kookie" aparte de su chico, suspiró, su Taehyung, al cual tanto


daño le

hizo, había regresado.

Al
estar fuera del establecimiento Jungkook trató de buscar con la
mirada

al castaño, sin embargo éste ya no se encontraba cerca, el


pelinegro

sentía como su pecho bajaba y subía rápidamente ante aquel


extraño, pero

reconfortante, encuentro.

Por

otro lado, Taehyung estaba detrás una pequeña pared viendo como
el mayor

le buscaba desesperadamente. No podía evitar que su corazón


reconociese

a ése joven, le molestaba que su cuerpo reaccionara por la mierda


de

persona que estaba observando, le molestaba que después de


aquel juego

que lo destruyó, aún, aunque fuese una mísera parte, le gustaba


ese

joven rebelde e imponente. Le molestaba mucho seguir siendo tan


ingenuo,

así que se retiró del lugar cuidadosamente de no ser visto por el

azabache que gritaba por él para que volviese. Taehyung le


guardaba

rencor, él le odiaba.
El

infierno que le hizo pasar su mayor él también se lo haría conocer


de

una manera sutil, pero letal. Lástimamente se había convertido en

alguien rencoroso e igual que el contrario, un chico que no tenía

consideración por lo demás. Su celular comenzó a sonar y al darse


cuenta

de quien era sonrió como sólo pocas veces lo hacía desde aquel

incidente. Era su novio.

—Jiminnie hyung.

•14•

2 años antes.

Taehyung estaba encerrado en su habitación, como era costumbre


desde que se mudo a Daegu.

Aquella
energía desbordante que solía tener quedó en el olvido, con su
acabado y

puro corazón. La depresión había inundado todo su cuerpo, no


tenía

ganas de nada, solamente de lo tenía ganas era a llorar. Llorar


hasta

quedarse profundamente dormido, llorar hasta no sentir ningún


parte de

su cuerpo y desvanecer, aunque fuese sólo un poco, su dolor. Se


odiaba

por ser tan débil, lo odiaba a él por haberlo utilizado.

Su

madre estaba muy preocupada por su hijo, desde que se mudaron


Taehyung

no había vuelto a mostrar su radiante sonrisa. A Jessica le dolía


mucho

haber perdido una parte de su adorable bebé.

Taehyung
lloraba silenciosamente de nuevo mientras escondía su rostro
entre sus

rodillas. Todo le dolía, todo le resultaba absurdo y estúpido. No


quería

seguir sufriendo por alguien a quien no le importaba siquiera


memorizar

su nombre. A causa de sus encierros, había perdido peso por la

depresión que había adquirido gracias a Jungkook, ahora, toda su


ropa le

quedaba enorme, pero no le importaba.

Jungkook

una vez dijo que él jamás sería hermoso; lloró más fuerte al

recordarle. Jungkook era la persona, que a pesar de haberle


dañado, a la

que más amaba.

211

Tae.— la delicada voz de su madre se oyó al otro lado de la puerta.


Éste

no respondió, quería estar solo, no quería que le vieran en su

miseria.—Por favor abre, te tengo una sorpresa.


95

El castaño bufo, si no era un cuchillo con el cual pudiera cortarse


la garganta no le importaba.

— Mi

amor.— de nuevo la voz de su madre se oyó, para ella ya era


común que

le ignorara por mucho tiempo; pero sin duda, esto no podía


esperar.

V-vete.— su voz sonó rota, lastimera. Se dio vuelta en la cama para


así

darle la espalda a la puerta, no quería ver ni oír nada, simplemente

quería desaparecer.
Pasaron

varios minutos en los que trataba desesperadamente quitarse las

molestas lágrimas, oyó la puerta de su habitación abrirse; tomó


una de

sus almohadas y sin mirar, la aventó a la persona que hubiese


entrado a

su deprimente habitación.

¡La-largo! — gritó desgarradoramente la garganta, quería estar


solo,

merecía sufrir solo ¿Por qué nadie quería entender eso? Después
de todo,

el ingenuo era él y nadie más. Tenía fuertemente lo ojos cerrados,


no

quería que más lágrimas salieran de sus ojos, quería que le vieran

detrozado.
Después

de unos segundos de silencio, Taehyung al fin abrió los ojos


cuando se

sintió rodeado por una calidez familiar, una que había extrañado
desde

el momento que se fue de Seúl.

Jimin estaba abrazándole.

1.4K

Taehyung

estaba sin duda sorprendido, pero estaba más necesitado de aquel

protector calor, había extrañado tanto a Jimin que comenzó a llorar

nuevamente. El mayor se acostó con Taehyung en brazos en la


cama de

éste. Jimin no pudo evitar sentirse culpable al ver que su menor


había

perdido bastante peso, su esencia iba desapareciendo y eso le


lastimaba,

porque en todo el año que no le vio fue una tortura para su frágil

corazón.
El

menor significaba mucho para Jimin y perderlo por un ególatra


imbécil en

verdad le dolía al rubio. Ahorró lo necesario para ir a verle a


Daegu, y

ciertamente Jimin se cuestionó porqué hacía demasiadas cosas


por el

menor, simplemente llegó a la conclusión de que sus sentimientos


eran

demasiado fuertes para llegar a aquellos extremos.

TaeTae, tranquilo.— susurraba Jimin mientras pasaba sus dedos


por el

sedoso cabello del castaño, el cual sintió calma, una calma que
hubiera

jurado lo había abandonado a su suerte.


Ji-Jiminnie h-hyung... ¿qué h-hace aquí?— Taehyung preguntó


mientras se

acurrucaba más cerca del calor que Jimin le brindaba gustoso.

116

Sin duda, a esas alturas

de su vida, Jimin era la única persona que dejaría que se le


acercara o

le tocara. Desde que se mudo no dejaba, ni siquiera a su madre,


que le

tocara una porción de su cuerpo. Se sentía sucio, una total


aberración,

no quería que su amada madre o abuela, tocaran algo que no


estaba puro.

Taehyung decía que desde que estuvo con Jungkook su cuerpo


estaba sucio,

y no sólo por haber compartido cuerpos en el acto sexual, sino


porque

enamorarse de una persona tóxica era repulsivo y enfermizo.

— Yo— Jimin suspiró,


oensando seriamente su respuesta, pero optando finalmente por
decirle la

verdad.—, necesitaba verte, necesitaba saber tu estado. Me dolía


no

saber nada de ti y ahora viéndote, me duele.— abrazó más al menor


a lo

cual éste correspondió. — Sé que nunca fuimos los mejores


amigos o algo

parecido, pero en verdad eres demasiado importante para mí como


para

dejarte ir tan fácil.

Taehyung mordió su labio

inferior, juró no volver a creer en ninguna otra palabra sentimental,

pero sabía que Jimin era distinto. El mayor era su ángel en todo
sentido

y jámas podría dudar de él aunque le dijesen lo contrario.

El rubio sabía que

demostrar sus sentimientos tan abiertamente no era buena idea,


pero sin

duda tenía que hacérselos saber al menor, o si no terminaría


arrepintiéndose el resto de su vida, y era claro que no quería eso;

Jimin desde hace algunos meses veía como el bastardo, como él le


decía,

de Jeon atentaba contra su propia humanidad, signo de real

arrepentimiento, Jungkook había caído por Taehyung y, al parecer


de

Jimin, se había dado cuenta de sus sentimientos demasiado tarde,


a lo

que, en contra de todos sus principios morales, Jimin sintió una


inmensa

felicidad al verse de la mano con Taehyung una vez Jungkook

desapareciera.

Jimin nunca se había

imaginado que Taehyung pudiese entrar en lo más profundo de su


ser, y

ciertamente lo agradecía, puesto que al ser él filántropo, no podía

tener preferencias con los demás a su alrededor, por ello agradeció


que

la muralla de imparcialidad que él había puesto entre sus gustos y

preferencias con la gente, se rompiera en miles de pedazos una vez

Taehyung llegara a su vida. Jimin sabía que si trataba de


conquistar al
menor, una parte de él saldría perdiendo, porque a pesar de que le

prometiera amor eterno a Taehyung, éste seguiría amando en


realidad al

estúpido de Jeon. Lo sabe, pero aún así quiere darlo todo.

531

— Te extrañe tanto

pequeño.— Jimin se sentó apoyando su espalda en la cabecera de


la cama,

acomodando al menor sobre su regazo para seguir


tranquilizándolo.

— Y-yo igual.— Taehyung

escondió su carita en la curvatura del cuello ajeno. Le gustaba


poder

estar con alguien que conociese, le tranquilizaba saber que aún


estando

en el fondo del abismo una luz apareciera entre la tenebrosa y fría

obscuridad. Necesitaba calor, un calor que deseo de aquel que le


hirió.

—Ji-Jiminnie. — llamó sonrojado el castaño, logrando así una


mirada de

Jimin.
— ¿Si?

— ¿M-me podrías besar?— susurró completamente rojo hasta las


orejas Taehyung.

Jimin abrió

desmesuradamente los ojos, ¿escucho bien. Su menor le pedía que


lo

besara, no iba a negar que lo deseaba más que nada, sin embargo,
no

estaba del todo seguro, miró a Taehyung y éste le súplicaba con la

mirada que lo hiciera. Jimin, completamente rendido ante los

hipnotizantes ojos de Taehyung, accedió a su pedido, por ello fue

acercándose lentamente al rostro de Taehyung; ambos tenían los


ojos

puestos en el otro, sin la intención de perder detalle del contrario,


el

rubio acortó la distancia entre sus labios y la frente del menor,


éste

suspirando por el toque. Jimin haría las cosas sin arrepentirse, por
ende no se apresuraría a formar algo con alguien que aún no se

recuperaba del todo.

— Muchas gracias,

hyung.— el castaño mostró una hermosa sonrisa ante el gesto,


suspiró

sacando todo el aire que no sabía había retenido por mucho


tiempo.

Taehyung había necesitado una real muestra de cariño, y aquel


beso en la

frente había sido el mejor en bantante tiempo.

— De nada pequeño. — Jimin sonrió satisfecho ante la muestra de


gratitud del más pequeño, eso hacía valer el tiempo de espera.

Y fue así que Jimin al

fin entendió una cosa de estar completamente seguro por intentar


algo
con Taehyung, el corazón del menor jamás le pertenecería del todo,
pero

al menos le pertenecería una parte y con eso le bastaba.

Jimin, con dieciocho

años ahora, se encontraba en la entrada de la escuela Taehyung a


la

espera de éste, mientras yacía con una pequeña flor en mano.

Exacto, el mayor desde

la primera vez que visitó a Taehyung juró volverlo hacer, había


pasado

un año y a Jimin le fascinaba como de poco en poco el menor salía


de su

depresión, Jimin quería declararse apropiadamente; cara a cara


con su

hermoso pequeño. Tenía miedo de ser rechazado, y vaya que en


esos
instantes estaba sudado frío. Sólo él sabía del estado de Jungkook,
pero

no quería que Taehyung se preocupara por él, sino éste tomaría un

boleto a Seúl y trataría de ayudar al pelinegro olvidando la razón


por

la que se marcho, Jimin no permitiría que Taehyung tuviese lástima


de

Jungkook, y, por supuesto, no dejaría que Jungkook viese a su


Taehyung,

sólo lo quería para él, tal vez sonaba egoísta de su parte, pero
Jimin

no quería ver más lágrimas en las mejillas de Taehyung.

Saliendo de sus

pensamientos, Jimin vio a lo lejos como el pequeño pateaba una


pequeña

roca un tanto entretenido, el clima era frío y podía ver su propio

aliento flotar en el aire; Taehyung mordió su labio al ver al pelirosa,

en ese entonces, parado en la puerta de su escuela. Taehyung se


había

dado cuenta que gustaba mucho de Jimin desde hacia unos meses
y

simplemente le ponía nervioso hablar con él. Para suerte de su


cerebro y

corazón, la existencia de un tal Jeon Jungkook era nula cuando


estaba
frente Jimin.

— Hola, Jiminnie hyung.— saludó el pequeño con un muy bonito


sonrojo, según Jimin y algunos que pasaban cerca.

— Hola TaeTae.— el mayor

mordió su labio al ver tan bonito chico frente a él, sin demorar
mucho,

le extendió aquella linda flor. Taehyung le miró con sus bonitos


ojos

algo cristalizados, la flor era muy hermosa.— Sé que no es


apropiado que

hagas una relación con alguien que conoce tu pasado— Taehyung


bajó su

carita algo nostálgico. —, pero, por favor, déjame colocar de nuevo

bellas plumas en tus lastimadas alas, Taehyung.— Jimin se acercó


para

poder besar la rosada mejilla de Taehyung.

1.5K
Varios alumnos que

pasaban miraban la escena enternecidos y algunos yacían


envidiosos del

pelirosa que robaba a su ídolo, Taehyung había llegado a una


escuela

donde era amado por todo el mundo y eso Jimin lo agradeció.

Taehyung no tenía

palabras, pequeñas gotas salían de sus lindos ojitos ante las


hermosas

palabras de Jimin. Era verdad que quería a Jimin, éste era muy
especial

para él, pero no lo amaba como lo seguía haciendo con Jungkook,


aunque

dijera que lo odiaba, y por ello estaba duduso en aceptar la


propuesta

del mayor, no quería decepcionar a Jimin. Éste al notar que con su

silencio se debatía mentalmente, fue que retomo la palabra:

— Por favor déjame

ayudarte a olvidarlo a él, sé que si estás conmigo podrás superarlo


más
rápido que permanecer solo. — dijo Jimin, escondiendo su
desesperación.

Taehyung escuchó atentamente y supo que su mayor tenía mucha


razón. —

Por favor... ¿Quisieras ser mi novio?

Taehyung lo pensó, sabía

que si seguía ahogándose en su propio dolor jamás superaría al


mayor, y

cuando al fin tomó una decisión, se inclinó hacia delante juntando


sus

labios con los carnosos de Jimin en un tierno beso, uno que le fue

inmediatamente correspondido.

— Sí, quiero ser tu novio hyung.— Taehyung sonrió acunando la


cara de un sonrojado y lloroso Jimin entre sus tibias manitas.

•15•

Jungkook

caminaba directo hacia su departamento con un cigarro en la


boca,

estaba mal humorado porque desde hace una semana no había


vuelto ver a

Taehyung. Quería, y deseaba, verlo con todo su corazón. Desde


que le
volvió a ver después de tantos años, no había dejado de pensar en
él,

aunque algunos meses atrás, había pensado en olvidarle por fin,


porque

sabía que no tenía el derecho de amarle y extrañarlo. Suspiró


cansado,

quería verlo como fuera sin importar que las cosas no fueran a su
favor.

como si su deseo se cumpliera le vio parado unos cuantos metros


delante

de él, Jungkook veía atentamente como Taehyung miraba su


aliento

formarse en una pequeña nube frente sí. Jungkook no pudo evitar


pensar

en lo hermoso que el menor lucia, miraba lo hermosas que estaban


sus

sonrojadas mejillas a causa del frío y, sin olvidar, sus lindos ojos

brillosos observando a la nada. Simplemente hermoso, pensaba


Jungkook.
Era

como un sueño verle, y como todo sueño, llega el momento de


despertar.

Al momento de que Jungkook se armó de valor para dirigirse hacia

Taehyung, fue que se detuvo abruptamente, pudo ver como una


persona se

acercaba corriendo a Taehyung, y como éste sonrió. El pelinegro


abre los

ojos en demasía al darse cuenta que era Park Jimin; la persona


con la

que cada vez que se veía terminaba peleándose. El cigarro que


yacía

consumiéndose en su boca cae al suelo, igual que su corazón, al

presenciar como Taehyung besó a Jimin una vez éste llegando a su


lado.

El

pelinegro quedó estático y juró que sus músculos se atrofiaron al


ver

como Park tomaba de la cintura a Taehyung y correspondía


gustoso el

beso, aquella escena le dolía a Jungkook, creyendo que le dolía


más que
sus constantes peleas en donde atentaba contra su integridad. No
supo en

que momento, pero pesadas lágrimas caían por sus mejillas,


queriendo

éstas liberar la tristeza abrumadora que Jungkook sentía, éste

retrocedió unos pasos para poder esconderse detrás de un poste


de luz y

evitar la atención de los jóvenes que yacían en su propio mundo.


Por

alguna razón, para nada agradable, quería quedarse, no sabía por


qué si

le molestaba y, sobre todo, le lastimaba, aun así quería permanecer


ahí y

seguir mirando a Taehyung.

Taehyung

estaba mal, vaya que lo estaba. Se sentía la persona más


asquerosa del

mundo, quería pretender que aquel encuentro con Jungkook no


había

significado nada, pero estaba equivocado. Su corazón le reclamaba


con

insistencia y se sentía idiota al sentir éste tan dependiente de


Jungkook. Se odiaba por ser débil, ése día en la cafetería, en donde
por

primera vez en años vio de nuevo al mayor, no podía dejar de


recordar

lo maravillado que estaba por Jungkook en el pasado, recordó


aquellos

días donde le observaba desde la ventana de su habitación o


cuando lo

hacía estando en la parada del tren en los días que ambos asistían
al

colegio. No era justo para él y mucho menos lo era para Jimin,

ocultándole a éste su inesperado encuentro con Jungkook. Le


había

escondido aquel hecho porque Jimin creía que él no sabía de sus


intentos

para que, de ninguna desafortunada manera, él y Jungkook se

encontrasen, pero a pesar de la cautela de Jimin para que no


supiera de

sus intenciones, lo había descubierto y lo entendía, porque si se


ponía a

analizar y se pasaba al lugar de Jimin, él sin duda haría lo mismo,


le

agradecía que tratara de protegerle, sin embargo, se lamentó


porque todo

el tiempo que Jimin había gastado en sus intentos de alejarlo de

Jungkook fue en vano, ellos se habían encontrado, y se apenó aún


más al
tener al pelinegro presente en su cabeza sin tener consideración
del

esfuerzo desperdiciado de Jimin, su novio.

521

No

era justo para Jimin, el cual le besaba tiernamente en ésos


momentos sin

conocer los vagos pensamientos del menor, Taehyung tenía ganas


de

soltarse a llorar porque en vez de pensar en los labios de Jimin


sobre

los suyos, sólo pensaba en aquellos hermosos ojos canela de


Jungkook

mirarle con total atención aquel día. Su mente le advertía que


estaba

mal en besar a Jimin mientras pensaba en los labios de otro, que


estaba

mal pensar en otra voz diciéndole cosas lindas en vez de la de


Jimin y

que, en definitiva, estaba mal pensar en otras manos recorriendo


su
cuerpo que no fuesen las de su novio, pero no podía evitarlo,
porque,

sin importar cuantas veces se hubiese entregado a Jimin, siempre


su

cuerpo le pertenecería a Jungkook hasta el final, aún si él no


quisiera

que fuera así.

Amor, tengo que irme a trabajar.— dijo Jimin al separarse un poco


de

Taehyung y regresando éste a la realidad. — Te llevaré a casa.

— No es necesario Jiminnie, puedo irme solo. — Taehyung sonrió


tiernamente mientras tocaba levemente la fría mejilla de Jimin.

— Pero... — los labios

del castaño interrumpieron a Jimin, éste gruñendo un poco al


separarse,

Jimin era débil ante Taehyung y odiaba que el menor usara aquello
a su

favor. Jimin no quería que el menor rondara hasta altas horas de la

noche solo y con aquel frío que había atrapado a Seúl.


213

— Yo estaré bien.—

Taehyung besó la mejilla del pelirosa.— Anda, que se te hace tarde,

porque no quiero oírte quejarte de que Namjoon hyung que quejó


de ti.—

dijo Taehyung divertido, tratando de convencer a Jimin de que no


se

preocupara por él.

1K

— Bien...— dijo no muy

convencido el mayor, pero aun así se despidió con un beso en los


labios

del contrario y a paso veloz se dirigió al autobús que pasaba.


Jungkook exhaló todo el

aire que, ni siquiera sabía, había estado reteniendo, salió de su

escondite y sus lágrimas querían volver a salir al ver los ojitos del

menor brillar como las estrellas mientras éste cuidaba desde su


lugar a

Jimin y su viaje; le dolió que aquella mirada, que sólo le dedicaba a

él, se la diera a alguien más.

Taehyung volteó al

sentir una mirada sobre su cuerpo y al hacerlo tragó duro,


sintiendo que

el aire había abandonado sus pulmones. Jungkook le miraba


atentamente

desde lo lejos, sólo eran unos metros de distancia lo que les


separaba,

pero Taehyung no pudo evitar sentirse sofocado.

El mayor se pudo
percatar de que aquellos hermosos ojos claros, serenos y de un
dulce

mirar, se tornaban dolidos, llenos de ira y rabiosos. Taehyung


agachó la

mirada para evitar la intensa del hombre que tanto le hirió.

«No me mires con ira, porque no quita lo hermoso de tus ojos...»


pensó Jungkook al ver tan despectiva mirada sobre él «ya que si
así me miras, mírame al menos» rogó internamente al notar que
Taehyung apartaba su mirada con la intención de evitarle.

359

El dolor se agrupaba al

costado de Taehyung, haciéndole creer que hasta le dolería si


siquiera

el respirar. Todo era como un manotazo duro, un golpe helado, un


hachazo

invisible y homicida, un empujón brutal que le ha derribado,


porque las
barreras que tanto trató de levantar, se desmoronaban en
segundos sin

compasión alguna.

122

— Taehyung...— habló el mayor después de varios minutos de


haber observado detenidamente a Taehyung moverse incómodo.

67

Taehyung al instante se

tensó por la pronunciación de su nombre en aquella melódica voz,

pensando que había sonado maravilloso. Sacudió su cabeza en


negación, se

supone le tenía que importar una mierda como se escuchase su


nombre en

la voz de la persona que tantos insultos le otorgó con ésta, sí, en


vez
de agradarle, debería causarle repulsión.

194

Jungkook se acercó a

paso lento porque no quería asustarle, pero el castaño levantó su


mirada

de inmediato al escuchar cada vez más cerca de Jungkook, y se


maldijo

internamente al no sentir su cuerpo reaccionar por la cercanía del

contrario.

— Taehyung...— volvió a decir Jungkook, estando a escasos


centímetros del mencionado.

— Aléjate de mí.—
Taehyung dijo sin mirarle, había cambiado, pero la presencia de
Jungkook

era más fuerte que la suya y eso era algo que con el tiempo jamás

cambiaría.

— Escúchame... — La respiración de Jungkook se había vuelto


pesada.— Quiero hablar contigo, por favor.

309

— Yo no, no quiero volver a verte en lo que resta de mi vida.—


Taehyung apretó los puños para coger valor.

Jungkook

sintió el golpe helado de aquellas duras palabras, se lo merecía y


lo
sabía, pero ciertamente no estaba preparado para recibirlas. Se
mordió

el labio, abriendo nuevamente su herida, quería llorar y deshacerse


en

lastimeros sollozos bajo los pies de Taehyung. Si le hubiesen


dicho que

algún día terminaría enamorado de Taehyung y sufriendo por ello a


causa

de su propia mano, sin duda, hubiese cambiado su nefasta actitud


y así

evitar toda la miseria en la que estaba sumergido, pero sabía que

aquello no podía ser, ahora él debía pagar las consecuencias de


sus

errores.

Taehyung miraba sus

zapatos sin interés mientras se debatía entre hablar o no con


Jungkook,

tenía que afrontarlo de una vez por Jimin y por él. Al levantar su

mirada, algo dentro de él hizo click, los ojos del mayor se

notaban cansados y dolidos, los moretones opacaban la hermosa


piel

lechosa del más alto, hizo una mueca ante la lastimera imagen ¿por
qué
Jungkook se veía tan mal? Un sentimiento de preocupación y
curiosidad le

invadió, pero simplemente sólo le observo. No quería volver a

preocuparse por alguien que jamás lo hizo con él, y que en vez de
eso,

sólo gozó su dolor.

— Tae, yo...— Jungkook retomó el habla, buscando aún las


palabras exactas para expresar su arrepentimiento.

— ¿Qué parte no

entiendes de que me dejes en paz?— le interrumpió secamente


Taehyung,

haciendo que Jungkook mirara apenado sus manos, las cuales


habían

comenzado a temblar.

380
— Yo tengo que decirte algo.— musitó, tratando de convencer a
Taehyung para que le diese una oportunidad de al menos
escucharle.

— No me importa lo que

me tengas que decir. No me importas más, Jeon.— dijo borde, o


tratando

de hacerlo, porque realmente mentiría si dijese que aquellas


palabras no

le dolieron también a él. Todo ese teatro de odiar a su verdugo, era

eso, un teatro.

255

— Te amo.— dijo Jungkook con los labios temblándole, siempre


había querido decirle aquellas palabras nuevamente a Taehyung.
1.4K

Taehyung sintió sus ojos

aguarse y, sin poder evitarlo, pensó que se había vuelto loco, ésas

palabras no salieron de la boca del mayor ¿verdad?

— ¿Q-qué?— preguntó

incrédulo, fijando su vista llorosa en el mayor, no podía darle


crédito a

sus palabras. No podía creer de que el prepotente y siempre


orgulloso

Jeon Jungkook, estuviese a punto de romper en llanto frente a él


con la

intención de que se diera cuenta de la veracidad de sus palabras,


sin

embargo, Taehyung no volvería, ni quería, a caer nuevamente en el

juego.— E-estás mintiendo.


— ¡No estoy mintiendo!,

yo en serio te amo. Te amo tanto que siento que voy a morir si no


estás

conmigo, por favor créeme.— Jungkook se acercó con la intención


de

tocarle, pero Taehyung retrocedió.

— ¿Creerte yo a ti? —

bufo irónico, como sí las palabras de Jungkook hubiesen sido una


broma

de mal gusto. — ¿Creerle a alguien al que le entregué toda mi


confianza y

terminó por apuñalarme por la espalda? ¿Creerle a aquel que hizo


mis

más bellos recuerdos unas sucias mentiras? ¡¿Quieres que crea lo


que me

estás diciendo?! ¡No seas estúpido!— Taehyung gritó furioso,


estaba

reclamando aquella traición que tanto daño le causo. Comenzó a


llorar de

rabia y mirando con ésta a Jungkook, el cual se recriminó por


haber

hecho llorar nuevamente al ángel que tanto se había empeñado en


destruir

en el pasado y que ahora amaba con locura.


— L-lo sé, sé que fui un

idiota. Nunca pensé que llegaría a amarte como lo hago ahora, p-


pero me

equivoqué. Créeme Tae, te amo.— Jungkook luchaba contra las


lágrimas

para que no volviesen a salir, quería que Taehyung le mirase a los


ojos y

creyese sus palabras. — Al perderte todo se vino abajo, mi vida se

desmorono desde que me dejaste.

Taehyung escuchaba, pero se negaba rotundamente a creerle, sin


embargo, aquellos ojos le hacían tiritar entre sus dudas.

— No quiero perderte de

nuevo... Tae, yo te amo de verdad.— Jungkook rogó con un hilo de


voz

realmente lastimero, importándole poco la pequeña llovizna que


caía

sobre ellos, ésta era lo de menos, necesitaba que Taehyung le


creyese.
74

— Ambos hemos perdido.—

susurró el menor tratando de tragarse las ganas de tomar el


lastimado

rostro del mayor y acariciarlo como siempre lo deseó desde la


primera

vez que le vio.

— ¿Eh?— vociferó Jungkook.

— Al perderte yo a ti,

tú y yo hemos perdido.— Taehyung levantó su mirada llena de


dolor,

armándose de valor para dejar en claro las cosas. — Yo perdí


porque tú

eras lo que yo más amaba, y tú, porque yo era el que te amaba


más. —
Jungkook apretó los puños mientras veía como Taehyung evitaba
temblar al

hablar — Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo— dijo con
una media

sonrisa, y ante eso Jungkook ya no quiso evitar sollozar, éste


sabía

que lo próximo que saliera de la boca de Taehyung le dolería. —,


porque

yo podré amar a otras personas como te amé a ti, pero a ti nadie te

amara como te amé yo.

4.2K

Y eso había sido todo

para que Jungkook cayese sobre sus rodillas hecho pedazos.


Taehyung le

miró derrumbarse y, sin la intención de permanecer en aquel lugar,


salió

corriendo, pasando de largo a un tortuoso Jungkook ahogándose


en su

propia lamentación.

148
— ¡Taehyung!— gritó

girándose para ver la silueta del menor alejarse, quería alcanzarle e

insistirle que no le abandonara de nuevo, pero sus piernas no

reaccionaban, aquellas palabras le habían hecho bastante daño.—

¡Taehyung!

434

El menor corrió

ignorando los desamparados gritos del mayor mientras se limpiaba


el agua

de lluvia que se había mezclado con sus lágrimas.

— ¡NO ME DEJES

•16•
Taehyung

tocaba su pecho con las manos temblorosas. No tenía las fuerzas

suficientes para poder seguir de pie, pero quería llegar lo antes

posible a casa.

179

Tanto

tiempo trató de olvidar al mayor, olvidar sus malos tratos y


dolorosos

rechazos para no seguir sufriendo por él, pero verlo tan dolido
frente a

él en definitiva le rompió el corazón. Quería hacerse el fuerte ante

aquel causante de sus cicatrices, era débil y se había dado cuenta


de

ello.

105
"Te amo"

Esa

frase rondaba por su cabeza. Jungkook se oía tan sincero que le


hacía

dudar sobre sus ya muertos sentimientos, no podía dejar de llorar


y se

regañó internamente por ello. Se sentía impotente, era una maldita

mentira lo que había dicho, eran mentira todas aquellas palabras


que

intentó escupir con desdén.

Aún amaba a Jungkook.


1.5K

Taehyung

había podido llegar al departamento que compartía con Jimin, al


estar

dentro pudo derrumbarse en el frío suelo, importándole muy poco


que

estuviese empapado. Taehyung lloró por lo recién con Jungkook,


pero

lloró más porque no tenía el derecho de estar en ése lugar que


compartía

con Jimin, no podía después de haber visto a Jungkook y ponerse


a

llorar por éste. Se sostuvo de la pared con una mano y con la otra
se

tapaba su lloroso rostro, se sentía dolido y cansado.

187
Sin

embargo, a pesar de sentirse así, no podía dejarse llevar tan


fácilmente

por las palabras de Jungkook, tal vez éstas se encontraban vacías


como

las de hace tres años. Le costó trabajo poder seguir como lo había

estado haciendo y no permitiría que su empeñó en desaparecer su

angustia, se viera afectado por Jungkook.

113

Jimin

le había prometido reconstruir sus alas, pero él al siquiera pensar


en

Jungkook y tener en claro cuales eran sus verdaderos


sentimientos por el

pelinegro, estaba desperdiciando el esfuerzo de Jimin.

294
Golpeó

la pared repetidas veces hasta que sus nudillos sangraron por la

frustración que sentía ante la situación, no le importaba el dolor en


su

mano porque el dolor en su pecho era aún más grande. Sufrir por
amor no

era ningún juego, era desgarrador y completamente real.


Jungkook le

había despreciado por mucho tiempo cuando eran jóvenes, así que
no se le

hacía fácil creer su confesión, pero conociendo al viejo Jungkook,


le

hacía dudar realmente de la veracidad de sus palabras. Él sabía


que Jeon

jamás lloraba por nadie, que éste hubiese preferido que lo mataran
en

vez de pedir una disculpa y sabiendo eso, Taehyung se extrañaba


¿acaso

Jungkook estaba buscando jugar de nuevo o... En verdad le


amaba? No

quería hacerse ilusiones, no tenía porque hacérselas sabiendo que


estaba

en una relación donde gozaba de un amor puro y sincero de parte


de
Jimin, sólo de parte de Jimin, porque él había reconocido al dueño
de

sus suspiros y latidos de corazón, ese alguien no era Jimin.

649

— Jimin... Jungkook. — Taehyung musitó mientras lloraba


mirándose las manos.

¡Joder!— gritó estruendosamente Jungkook, como pudo llegó al

departamento que compartía con Hoseok, éste se encontraba con


una cara

pálida cubriéndose con un cojín sobre el sillón mientras veía como

Jungkook golpeaba la pared con fuerza y pudo ver como la sangre

salpicaba de su mano.
469

Jung...— Hoseok trató de hablar para pedirle a Jungkook que


parase antes

de que se rompiera la mano, pero guardo silencio en el momento


que un

florero pasó sobre su cabeza.

1K

Jungkook

se dejó caer al dar un último golpe a la pared que yacía manchada


con

su sangre. Comenzó a sollozar mientras se tallaba los ojos


desesperado.
El dolor abrumador que sentía en aquellos momentos sabía que se
lo

merecía y no podía ir en contra de ello.

Hoseok

tragó duro al ver a su amigo así, ya que no estaba acostumbrado


del

todo y odiaba verlo tan débil, puesto que éste no se dejaba pisotear
por

nadie, a menos que te llames Kim Taehyung. Tenía la leve


sospecha de

que Taehyung tuviese algo que ver en el reciente cambio de


Jungkook,

pero no estaba del todo seguro ya que desde hace años que no lo
veía y

el pelinegro no había dicho algo que ver con Taehyung.

Jungkook.— Hoseok se acercó temeroso, relajándose un poco al


ver que

Jungkook no lo golpeo cuando le tocó el hombro.— ¿Por qué estás


así?
No recibió respuesta, pero escuchó sollozar con más intensidad a
Jungkook.

— Taehyung...— susurró el pelinegro, tratando inútilmente de no


llorar.

—¿Qué?

¿El gordito?¿Tu vecino?.— Hoseok preguntó incrédulo mientras


abría los

ojos enormemente. Quería asegurarse de lo que Jungkook había


dicho.

— Vuelves a decirle así y te corto la garganta.— gruñó enojado


para después apartarse de su amigo.

— Lo
siento, no quise tocar ese nervio, sólo me quise asegurar.—
Hoseok alzó

la manos en son de paz y se sentó en el suelo viendo como


Jungkook se

revolvía los cabellos.— ¿Qué pasa con Taehyung?

— Él volvió... Y más hermoso que nunca.— susurró triste,


recordando cada facción de Taehyung.

— ¿En serio? — Hoseok parpadeó repetidas veces. —¿Cuándo lo


viste?

Hace unos días en la cafetería. — Jungkook se dejó caer de nuevo


en el

suelo.— Entró, pero al principio no pude reconocerle por lo mucho


que

había cambiado, sin embargo, era él. Era mi Tae.— dijo melancólico

mientras nuevas lágrimas comenzaban a formarse, y Jungkook


sorprendió un

poco ante sus inmensas ganas de llorar, él había creído que se


había

secado de tanto llorarle al menor, pero estaba equivocado.— Hoy


lo vi de

nuevo... ¿Y sabes de que me entere?— dijo mirando a Hoseok con


una
ladeada sonrisa.

¿Q-qué cosa?— preguntó temeroso, tenía el presentimiento de que


era algo

realmente malo como para que el frío de Jungkook se derrumbara


como en

años anteriores.

15

Q-que tiene novio... Tiene un maldito novio.— dijo apretando sus


manos,

haciendo así que sus nudillos sangraran más. — Adivina quién es


el

bastardo que está con mi Tae, anda, adivina.

867

¿Quién es?— preguntó Hoseok, no queriendo ver más dolor en el


rostro de

Jungkook al retener el nombre del joven que estaba con Taehyung.


— El

imbécil de Park Jimin.— dijo golpeando nuevamente el suelo ante


la

frustración que sentía y la envidia que le tenía al mencionado.

Hoseok

se sorprendió en demasía ante la mención de Jimin, él trabajaba


en el

mismo lugar que el pelirosa y sabía que les guardaba rencor por lo
que

ocurrió en el pasado, tuvo que cambiar de turno con alguien para


no

seguir recibiendo los tratos indiferentes de Jimin. También tenía


pocos

conocimientos de que éste se encontraba en una relación, ya que


de ves

en cuando mencionaba a su novio con total devoción y cariño.


Park se

había salido con la suya de tener al menor, y por una lado Hoseok
estaba

bien con ello ya que el pelirosa jamás le falló como lo había hecho
Jungkook. Sin embargo, no podía negar que ver su amigo llorar y
siempre

atentar contra su vida por el amor que le tenía a Taehyung, le


hacían

desear que Park no existiera para que nadie se interpusiese entre


ambos.

— ¿Y qué más pasó?

— L-le dije que lo amaba...— Jungkook se dejó caer de espaldas y


se tapó el rostro con su antebrazo.— No me creyó.

Hoseok

se tocó el pecho dolido, de sólo imaginarse de que ahora era


Jungkook

el que se encontraba en el mismo lugar que Taehyung hace años,


le

lastimaba demasiado. Si pudiese regresar en el tiempo, sin lugar a


dudas

hubiera evitado que Jungkook hiciera lo que hizo, sin embargo,


todo

estaba hecho y sin la oportunidad de modificarse, Jungkook tenía


que
pagar por sus actos, y él acompañándole.

El karma siempre estará presente entre las personas.

•17•

Bajo un árbol yacía Jungkook de trece años, éste lo único que


quería era despejar aquel dolor que en su pecho sentía, no podía
creer que su corazón doliera tanto porque la persona que tanto
quiso haya simplemente dejado de existir. Jungkook hace unos
días se había enterado que su novia había muerto en un accidente
automovilístico , para su joven corazón era algo doloroso.

Tanto la quiso que el dolor era algo opresor, sin embargo, ninguna
lágrima rondaba por su rostro, no sabía el porqué no lloraba, pero
aún así lo agradecía; ella no hubiera querido que verle llorar.

Jungkook ignoraba completamente que era observado por unos


ojos avellana. Taehyung podía ver claramente el sufrimiento en el
otro, no eran necesarias las lágrimas para demostrar la tristeza, él
lo sabía más que nadie; la perdida de su padre fue devastadora, sin
embargo, no lloró porque su padre no lo hubiese querido, pero el
dolor le quitaba toda energía y ver a alguien importante marchar de
aquella manera era terrible. Cada día veía al pelinegro bajo el
mismo árbol todos los días, le gustaba ver su belleza natural
acompañada de pequeñas manchas de luz las cuales se filtraban
por las hojas del gran árbol, agradecía que fuera su vecino. No lo
sabía aún, pero estaba comenzando a enamorarse de su mayor.

Jungkook suspiró con pesar mientras una mueca se instalaba en


su rostro, todo le resultaba odioso, tal vez porque era apenas un
infante que no sabía acerca del mundo, él creía que lo podía
controlar todo. Tenía que sacársela de la cabeza de una vez, de
todas formas sólo habían sido pareja unos seis meses a lo mucho,
pero fue muy importante para él, sin embargo sabía que no era del
todo amor.

Sus ojos viajaron por todo el lugar a la espera de poder olvidar sin
ningún éxito, en cambio, con lo único que pudo encontrarse fue
unos brillantes orbes avellana. Un golpeteo en su pecho se hizo
presente, apartó la mirada enojado, pero ¿por qué?... Su vecino le
provocó un latido, los latidos que sólo le pertenecían a ella. Un
odio hacia Taehyung comenzó a formarse, un odio que no tenía el
más valido fundamento, un odio de un simple joven de trece
inmaduros años.
Jungkook lo odiaba, claro que lo hacía. Odiaba cada vez que el
menor sonreía por mínima que fuera la situación, odiaba su
amigable trato hacia otros, odiaba el como aquellos lindos ojos le
mirasen con devoción. Lo odiaba sólo por ser él.

224

Taehyung... Ese nombre le causaba asco y sus ganas de destruirlo


eran enormes por el simple hecho de parecerse al nombre de su
difunta novia. Taeyeon. Y pensándolo bien, y con la cabeza fría, era
una comparación estúpida.

El niño genio le causaba repulsión, verlo en su casa o estar en la


suya le irritaba, tener que soportar su odiosa voz era una tortura de
la cual no quería ser el castigado. Ese ser tan inocente le enojaba y
al mismo tiempo le gustaba. Sí, lo que más odiaba era su bonita
sonrisa, de la cual se olvidaría al momento de comenzar a
destruirlo indirectamente.
Jungkook rumoreaba a sus espaldas como el cobarde que era, no
quería mancharse las manos al momento de hacer sufrir al menor.
Todo se le hizo más fácil cuando un día el menor se le declaró
frente a sus amigos y a la cual tenía por novia. Verlo golpeado y
humillado cada día le hacía perder poco a poco los recuerdos de su
primera novia, le hacía sentir satisfecho y orgulloso. Hacerlo sentir
menos era su dosis diaria, golpearlo, insultarlo y rechazarlo era su
forma de poder olvidar.

451

Aunque el asco y la repulsión hacia los sentimientos del menor


eran falsos; sólo tenía miedo a volver a caer por alguien, era sólo
temor.

El jugar con Taehyung fue una excusa para poder tener lo que
tanto necesitaba de una persona, cariño. Una excusa que sólo se
guardo para Jungkook. El orgullo lo carcomía a cada segundo, por
tal, jamás amaría a Taehyung en su totalidad.

197
El tomarlo por primera vez fue la gota que derramó el vaso de su
paciencia, no podía negarlo por más tiempo. Estaba
completamente enamorado de Taehyung, más de lo que llegó a
estar de Taeyeon.

252

"El que se enamora pierde" aquella frase tan cliché era tan cierta.

Fue su culpa y la de su orgullo el no querer aceptar sus


sentimientos a tiempo. Siempre fue su culpa el destruir su propia
felicidad.

"Vamos, dime ahora quién está sufriendo" la voz de su razón


siempre estaba presente en su cabeza "Dime, solo dímelo"
torturándolo con sus errores.
El pequeño Jungkook yacía bajo el mismo árbol dándole la espalda
al ahora maduro Jungkook, el pequeño giraba lentamente sobre su
eje al mismo tiempo que las hojas caían marchitándose y
desintegrándose antes de caer al suelo. Jungkook no apartaba la
mirada de su antiguo yo.

— Es nuestra culpa. — susurraba el menor con lágrimas en sus


ojos, lágrimas que por nada del mundo dejaba mostrar por muy
devastado que estuviese, pero ahí estaba él, con los ojos rojos y
labios temblorosos. — Es nuestra culpa. — repetía con el palpable
dolor en su voz.

Jungkook trató de acercarse, sin embargo, éste se desvaneció en


partículas de polvo; parpadeó ligeramente al ver su alrededor
inundado en llamas, flamantes e incesantes llamas. Sus ojos se
centraron en una figura tras el fuego, una figura que jamás podría
olvidar; Era Taehyung.

Jungkook trataba de gritar su nombre, pero su voz no salía. Corrió


y corrió tras él, pero las duras palabras del contrario le hicieron
caer en un profundo y frío abismo que se abrió bajo sus pies.
"Te odio Jungkook"

Las palabras taladraban en su cabeza con fuerza y sin piedad.


Estiró su brazo en un intento inútil de alcanzar a Taehyung antes
de que el abismo se cerrase.

"Sin importar que... Yo a ti te amo Taehyung." gritó al ver que todo


se obscureció a su alrededor.

Jungkook abrió los ojos

desmesuradamente, sudor empapaba todo su cuerpo y su


respiración era

errática. No supo en que momento y como fue el que ahora


estuviera

apunto de caer por un puente. Se dio cuenta que todo su cuerpo


sangraba y
dolía, poco a poco comenzaba a recordar el porqué de estar ahí.

Recuerda el haber ido a

beber a un bar lejos de su departamento, sabe que fue a beber por

Taehyung, eso jamás podría haberlo olvidado. Recuerda el haber


comenzado

una pelea para que acabasen con él, estúpido. Recuerda el haber

conducido algo ebrio y adolorido hasta dar con aquel puente.

Dar el paso estaría bien

¿no? Caer y terminar con el dolor de ambos estaría bien. Ya no


quería

sentir dolor, ya no quería tener la misma pesadilla de su error. Se

burlaba de sí mismo al ser tan patético. No quería seguir amando a

Taehyung, él ya estaba con alguien más, ese alguien que siempre


estuvo

ahí para el menor. Alguien que inconscientemente le calentaba la


cabeza y

hacía que Jungkook actuara por sus impulsos, pero no lo culpaba,


no

tenía porque culparlo de sus malas decisiones.


Con las yemas de sus

dedos limpia las gruesas y traicioneras lágrimas que se acumulan


en las

esquinas de sus ojos, estaba listo para terminar con todo, aunque
al

subir el barandal, al sentir el frío aire golpear su rostro y estar a

sólo un paso de morir, vuelve a escuchar aquella voz.

214

"Huyes como siempre, que parte no entiendes que lo único que


mereces es sufrir. Morir sólo te libraría de aquello, eres un maldito
cobarde"

Un mareo le hace

tambalearse, los golpes en su cuerpo le han dejado de doler, sin

embargo, eso no evita que gire sobre sus talones y su cuerpo caiga
sobre

su espalda hacia el abismo. Es su fin.


— ¡Jungkook!

18•

Taehyung

tenía la mirada perdida entre unos frondosos árboles de roble que


eran

cubiertos por una capa de nieve algo espesa; se encontraba


sentado en

una banca a lo largo de un camino que llevaba a la carretera


central.

Era posible que sus ojos estuvieran en un punto, pero su mente se

encontraba distante, en pensamientos traicioneros y dolorosos,


tanto

para él como para terceros.

156
Pensaba

detenidamente sobre la repentina y para nada creíble –segun su


punto de

vista– declaración de Jungkook, sobre su relación con Jimin y


sobre

aquel asunto que le tenía destrozado. Su vida comenzaba a


deformarse de a

poco.

Jimin

era lo que más le preocupaba, éste comenzó a notar su actitud


distante.

Él, Jimin, era la persona a la que menos quería hacerle daño, pero
las

cosas no salen como uno las planea. Habían hecho el amor varias
veces

desde su pequeño encuentro con Jeon, pero sentía que le estaba

provocando daño a Jimin por ocultarle algo de suma importancia,


no era

justo para ninguno –incluyendo a Jungkook – odiaba tener que


hacerle
daño a las personas que más se preocuparon por su bienestar, las
que le

tendieron la mano en el momento que más lo necesito.

Llevó

sus manos al rostro al sentir la tristeza en sus ojos acumulándose


en

lágrimas; se levantó de un movimiento un tanto brusco, no


planeaba

sentirse patético, no ahora que ya no había tiempo suficiente.

Comenzó

a caminar directo a su casa, que por cierto compartía con Jimin y


que

por supuesto no quería mirarle al rostro. El cielo se comenzaba a


tornar

obscuro y deprimente, las lámparas del camino se prendían una a


una

mientras avanzaba su paso. En el preciso momento que una


lámpara frente a

él se prendió e iluminó todo a su alrededor, pudo notar una


motocicleta
estacionada y al avanzar un poco más, el poste de luz que le
cubría la

vista se apartó y pudo ver a una persona parada al filo del puente.
Pudo

reconocer aquella silueta, aún si no quisiera, no sabe en que


momento

ni como pasó, pero se encontraba corriendo hacia él, con unos


tropezones

en medio, para alcanzarlo antes de que terminara cayéndose en


una

muerte segura.

¡Jungkook! — su grito sonó tan lastimero que pensó se desgarraría


la

garganta. Sentía que no lo lograría, sentía que lo perdería.

No

siendo consiente de sus actos salto el barandal, logrando así tomar


el

brazo de Jungkook y sostenerse del barandal, quedando ambos


colgando a

una altura nada segura del suelo. Maldijo internamente por la nieve
que

le impedía sostenerse firmemente del barandal del puente; notó


que el
mayor se encontraba inconsciente. Su vista comenzó a nublarse y
él sólo

sabía el porque, sus dedos fríos no resistirían el peso de ambos.

«Dejarlo caer sería una buena opción». Ese pensamiento traspasó


rápidamente por su mente, fijó su vista en el cuerpo que sostenía.

"Largate obeso" "Nunca llegarás a ser hermoso" "Me das asco"

Jungkook

se encontraba inconsciente y al parecer con notables marcas


sobre su

cuerpo, los nudillos los tenía molidos bañados en sangre. Más

tormentosos recuerdos llegaron a él.

-N-no sería m-malo dejarlo caer.— musitó levemente mientras


aflojaba la

presión en su mano, sentía como el antebrazo de Jungkook se


desliza por

su palma fría.
"Te amo, Taehyung"

Volvió

apretar su mano, quedando alrededor de la muñeca del mayor. Las

palabras y los recuerdos le comenzaban a jugar en su contra,


nublando

así su juicio. Para él era imperdonable el querer deshacerse de una

persona, le era vil el querer su seguridad en vez de la contraria –


por

muy desgraciado que fuera, como Jungkook –

— No...— dijo al no poder seguir resistiendo ambos cuerpos; su


mano al no poder resistir más soltó el agarre.

Cerró los ojos y esperó el fin, sin embargo, no sintió ningún


impacto.

¡Mierda! — al parecer un chico alto le sostenía con ambas


manos.— ¡¿Qué
se supone que están haciendo?! — le era imposible reconocerle
bien el

rostro, causa de la pequeña lluvia de nieve que caía sobre ellos y el

brillo de la lámpara.— ¡Yoongi ayudame!

Taehyung

escuchó pasos que se acercaban y una nueva sombra se hizo


presente,

apretó más el agarre en la muñeca del pelinegro al escucharle


musitar:

— Tae...

Su

cuerpo fue jalado hacia arriba junto con el contrario. Ambos


cuerpos

cayeron sobre los contrarios; Taehyung no pudo seguir seguir


despierto,

estaba realmente agotado de diferentes formas, lentamente cerró


los

ojos, asegurándose de no soltar en ningún momento a Jungkook.

105
— ¡Oh, mierda! ¡Es Taehyung! — dijo el mayor que sostenía de
hombros al nombrado.

¿Quién? — musitó el pálido mientras veía a ambos chicos tendidos


en el

suelo, notando que la sangre de Jungkook tintaba la blanca nieve.

— El

novio de Jimin. — dijo mientras a los chicos inconscientes los

recargaba en el barandal del puente. Los observo fijamente viendo


las

notables y para nada agradables marcas en el chico desconocido


al lado

de su amigo.

Yoongi

quedó en silencio, tratando de procesar lo dicho. Por fin conocía al

novio del chico que tanto le gustaba y ahora que lo veía, no dudo
en
pensar que era hermoso. No podía llegar a odiarle sólo por tener a
una

persona tan amable como Jimin a su lado, apretó los puños en sus
muslos

al haber pensado en un momento en no haberlos salvado. Levantó


la mirada

preocupado al darse cuenta que un hilo de sangre escurría de la


boca

del castaño.

1.9K

— Namjoon, deberíamos llevárnoslos de aquí.— musitó mientras


se levantaba.

779


Tienes razón. — se acercó a los cuerpos frente a él, al querer

separarlos, se extraño por el agarre aún vigente en el antebrazo del

pelinegro. Con un poco de fuerza logró deshacerlo. Aunque una


duda

rondaba por su cabeza, cómo Taehyung conocía a ese chico de


apariencia

terrible o tal vez lo salvo de buena fe, no lo sabe, pero por el


momento

era el ponerlos a ambos a salvo.

— Yo

cargare a Taehyung. — Namjoon le miró algo entrañado.— Es que


sería

mejor que cargarás al otro chico que se encuentra mal, aparte eres
más

fuerte.— dijo serio. El otro asintió de acuerdo. Yoongi rodeó con


sus

brazos el cuerpo delgado del castaño, se sorprendió por lo liviano


que

era. Le cargó y junto sus cuerpos, al darle la espalda a su amigo

musitó. — Perdón por haber pensado en un instante en querer que


cayeras

al saber quien eres, perdoname.— apretó los labios al haber dejado

reposando el cuerpo inconsciente del castaño en la parte trasera


de la
camioneta en la que venían.

435

Iremos a la casa de Jimin.— dijo Namjoon al ya haber dejado


reposando a

Jungkook junto a Taehyung, encendió el vehículo emprendiendo


camino

hacia la casa de la pareja.— Le diré a Jimin que se encargue del


chico

que Tae salvó, realmente se ve mal.

1.6K

Sí, tienes razón. — Yoongi comenzó a jugar con sus dedos por el
nerviosismo de estar en la casa del chico que tanto le gustaba.

La

mano de Jungkook se movió para poder entrelazarla con la de


Taehyung,

sin que los otros lo notarán. Apenas podía mantener los ojos
abiertos

por el dolor sobre su cuerpo, pero la necesidad del calor ajeno


hacía su

sistema reaccionará.

Tae... No me alejes de ti.— susurró sin llegar a llamar la atención de

los demás, se dejó caer en la oscuridad del desmayo al ya no poder


más.

•19•

Taehyung

comenzó lentamente a abrir los ojos en el momento que Namjoon


abrió la
puerta trasera de la camioneta. Sintió una pequeña presión en su
mano

izquierda y al darse cuenta sólo cubrió con su abrigo sus manos


para que

Namjoon no los viera.

188

Tae... Que bueno que despertaste, te venimos a dejar con Jimin. —


dijo

el alto mientras tocaba el hombro de su pequeño amigo; Taehyung


suspiró.

42

— No te preocupes, Jimin no se encuentra.— con un movimiento


suave soltó el agarre con Jungkook que yacía dormido.
49

¿No está?— una tercera voz se hizo presente, su tono se escuchó


algo

decepcionado. Taehyung la reconoció, era la voz que oyó mientras


se

encontraba pseudo inconsciente.

Sus

ojos se encontraron y decidió salir tambaleante de la camioneta, la

rodeo para abrir la puerta del lado de donde se encontraba


Jungkook, lo

tomó de los brazos, colocó un brazo sobre sus hombros para


poder

cargarle.

67
— Te

perdono.— dijo mientras le miraba de reojo. Yoongi se exaltó ante


lo

dicho y el ponerse nervioso fue inevitable.— Gracias, pero desde


aquí me

encargo yo.

— ¿Seguro? Yo creo que eso no está bien.— decía Namjoon


mientras se posicionaba en frente de Taehyung.

— Estaré bien, hyung— sonrió y miró por un instante a Jungkook.


—, lo estaré.

Bueno— Namjoon le miró un poco dudoso y más aún cuando


cargó al chico

tatuado con total confianza.—, ¿Lo conoces?— señaló al contrarió


y
Taehyung pensó en su respuesta.

— No, pero tampoco puedo dejarle así. — suspiró cansado, no


podía dejar a Jungkook a su suerte.

290

— Deberías tener cuidado, tal vez te haga daño.— Namjoon decía


con total preocupación.

— No lo hará. — « porque ya lo hizo» pensó internamente. — Hasta


luego hyung.


Hasta luego.— Namjoon hizo un ademán con la mano, volteó para
abrir la

puerta del conductor de la camioneta y así irse, fijó su vista en


Yoongi

que sólo tenía la mirada pérdida en sus manos.— ¿Estás bien?

— Sí.— Yoongi contestó dando a entender que no quería seguir


conversando. Namjoon lo captó y simplemente arrancó.

Acomodó

el cuerpo adolorido de Jungkook sobre la cama que comparte con


Jimin,

mentiría si dijese que una punzante presión se hizo presente en su


pecho

al ver el rostro tan demacrado del mayor; su rostro solía verse tan

terso como la porcelana, lleno de vida, sus ojos no tenían aquellas


obscuras bolsas bajo ellos, sus labios rosados se encontraban tan

maltratados y sin color, mordió su labio al recordar que dudo en

ayudarle al estar al borde de la muerte. Es verdad que le hizo daño


y le

destruyó, sin embargo, ese no era motivo para terminar con una
vida.

Con la vida de Jungkook.

Se

levantó para así buscar el botiquín de primeros auxilios, al


encontrarlo

se posicionó al lado de la cama donde Jungkook respiraba

tranquilamente. Con las manos temblorosas comenzó a despojar la

desgarrada y ensangrentada ropa del mayor, ahogó un gritó al


verle la

piel con hematomas negros y violetas, cortes irregulares, vendas,

cicatrices y tatuajes ¿qué tanto había hecho para estar en tan mal

estado? Abrió el botiquín sacando así: vendas, gasas, alcohol y


algodón.

Se despojó de sus ropas para sentirse más cómodo, tomó un


pedazo de

algodón, le llenó con un poco de alcohol y lo pasó lentamente por


la

nariz del mayor para despertarle.


Jungkook

frunció el entrecejo ante el olor algo potente en su nariz, parpadeó

para poder fijarse en lo que le rodeaba y al hacerlo su corazón


comenzó a

latir desenfrenado, unos hermoso ojos almendra le veían sobre


unas

espesas pestañas.

¿Q-qué?¿Dónde estoy?— preguntó un poco exaltado, paseó su


mirada por

toda la habitación y tristemente su mirada se fijó en una fotografía


de

Jimin y su pequeño, juntos, abrazados y felices.

— E-estás en mi casa—,
se mordió el labio al verlo, se sentía tan culpable.—, la que
comparto

con... Jimin.— dijo Taehyung, pero por alguna razón las palabras le

pesaron tanto al pronunciarlas.

Jeon se quedó sin

palabras, no lo vio venir y eso le dolió bastante. Un toque suave se

hizo presente en su mano y eso le trajo a la realidad, giró su rostro


y

sus ojos se conectaron con los ajenos. Ambos sintieron ese


contacto

íntimo, ese momento no lo querían perder por nada del mundo.


Taehyung

reaccionó segundos después y bajó la mirada con un pequeño


sonrojo, Jeon

maldijo bajo por ello.


— Aagh— jadeo al sentir

ardor en su mano, el castaño le comenzaba a limpiar las heridas


para que

no se infectaran, puesto que eran algo profundas, Jungkook se

sorprendió por el gesto.— ¿Qué haces?— su voz sonó ronca,


áspera.—

Déjame como estoy. — soltó bruscamente el contacto con el


contrario.

Hizo el amago de levantarse, sin embargo, sintió su heridas doler y

gruñó cuando sintió algunas se habían abierto de nuevo.

— Detente, no estás bien.— Taehyung musitó mientras le volvía a


recostar sobre la cama.

— ¿Y eso te importa?— Jungkook pregunta entre jadeos al volver


ser atendido.
Taehyung no contesto,

sólo se dedicó a curar las heridas del mayor que se veían fatales;

Taehyung paseaba el algodón por cada herida llena de sangre,


sentía el

cuerpo bien marcado bajo sus palmas, pero que lamentable no se


podía

apreciar por todos los hematomas que le rodeaban y opacaban por


su

deteriorada apariencia. La mirada del menor recorría cada


centímetro de

tinta esparcida por la piel pálida de Jungkook, y, al detenerse en


uno

de sus brazos, lágrimas querían hacer presencia cuando notó unas


rosas

junto a unas flores de cerezos.

"Hyung, usted es como


las rosas; Son hermosas, pero dolorosas si no se tratan con
cuidado. Yo

quisiera ser su flor de cerezo, aquella flor que sólo crece en

primavera, yo quisiera ser su primavera"

Jeon le miró con total

arrepentimiento y nerviosismo, trató de prometerse que le olvidaría


de

una vez, pero el ser tocado por él, el ser curado por él, hacía que
las

cosas no fueran como eran planeadas, estiró su mano para así


colocarla

sobre la de Taehyung, éste se había detenido en una enorme


cicatriz

sobre la costilla derecha de Jungkook, la cual era cubierta por un

tatuaje. El castaño no rechazó el toque.


— ¿P-por qué estás así?— apretó los ojos con fuerza ante la
escena de un mal herido Jungkook.

— Porque me lo merezco—

el azabache mira a Taehyung por un momento, segundos después


ríe

amargamente ante su apariencia deplorable, patética. —, merezco


esto.

Taehyung le miró con los

ojos acuosos, porque sabía que las personas por muy mal que
hayan hecho

en su vida no merecían sufrir y marcarse de aquella manera, como

Jungkook. Era verdad que le asustaba estar cerca de Jungkook por


todo lo

del pasado, pero verle así le destrozó aún más el corazón porque

recordaba su mismo reflejo. Estar en esa situación era horrible y

denigrante, sin importar que, no deseaba ver a Jungkook así.


— N-no... N-nadie merece

eso.— sobre puso su mano con la del contrario. Sus ojos se


volvieron a

conectar. Jungkook tenía la mirada tan triste y sombría que le


provoco

dolor, mucho dolor.

— Tú no sabes cómo es

caer a pedazos y morir lentamente, no podrías imaginar el peso de


tus

acciones y que por fin llegue la cuenta.— Jungkook dijo con


pesadez y

Taehyung vio como una lágrima broto de su rostro.


El menor se tensó ante las palabras tan duras, esas palabras le
hicieron ver de nuevo su realidad en el mundo.

— Lo sé... Créeme que lo

sé. — musitó y antes de que Jungkook pudiese decir algo, se


escuchó un

portazo en el interior de la casa al igual que pasos, lo cual es cada

vez estaban más cerca. La puerta fue abierta con brusquedad y


ambos

jóvenes quedaron en silencio.— Jimin...

El
agitado chico miró la escena y arrugo el ceño, su novio sostenía
las

manos del imbécil que tantas lágrimas le hizo derramar en el


pasado,

éste estaba acostado en la cama en la que tantas veces demostró


su amor a

Taehyung y ahora llegaba encontrándose con aquello sintiéndose

traicionado; le importo muy poco el estado tan deplorable del


contrario y

sólo gritó:

— ¡Lárgate de aquí! ¡Aléjate de una vez de Taehyung!

Jungkook gruñó, pero no

tenía más opción que irse, pero se detuvo al ver como Taehyung se
sobre
salto, éste nunca había visto a Jimin tan enojado y Jungkook lo
notó,

suspiró, él sí había visto la faceta exasperada de Jimin.

— ¡Jimin, basta!— Taehyung le encaró algo molesto una vez


reaccionó. — Déjalo.

Jimin miró a Taehyung

como si no le reconociera, lleno de ira, desvío su mirada a


Jungkook,

éste se paraba lentamente de la cama mientras se agarraba los


vendajes

nuevos para evitar que se zafaran y las heridas se abrieran, al ver


su

ropa en los pies de la cama, las tomó para así colocárselas bajo la

atenta mirada de los presentes.

— Me voy. — musitó pasándolos de largo, no quería que las cosas


se volvieran más tensas para Taehyung.
— Kookie. — Taehyung

dijo por reflejo e hizo que Jeon regresara su vista al menor, éste
gruñó

cuando sintió un golpe en su rostro que le hizo girar todo el


cuerpo,

Park le había golpeado.

— ¡Jimin!— Taehyung se

posicionó en frente de Jungkook al ver la intención de su novio


para

golpearlo de nuevo.— N-no... B-basta.

— ¡Lárgate!— Jimin gritó de nuevo al ver la risa socarrona en los


labios de Jungkook.— ¡Lárgate!
Jungkook limpió la poca

sangre de su boca, se levantó con algunos tropiezos, se dirigió a la

puerta y salió, no sin antes dedicarle una mirada a Taehyung. Al


cruzar

la puerta un abrumador silencio se instaló en la residencia.

— Jiminnie.— Taehyung trató de acercarse al mayor, el cual que se


encontraba con las manos en la cadera y apretaba la mandíbula.

311

— Nada de Jiminnie, ¿Por qué mierda ese tipo estaba aquí, en


nuestra casa?— Jimin le miró furioso.
Taehyung se mordió los labios por como Jimin le hablaba. — Él
estaba herido.

— Lo hubieras dejado, no

es tu problema. Y al verlo, lo hubieras dejado morir.— dijo Jimin


casi

sin pensar en sus palabras, Taehyung le miró con horror.

— ¡No permitiría que él muriese!— gritó haciendo puños sus


manos, el mayor le miró dolido ante la respuesta inmediata.
— ¿Estás bromeando?— rió

amargamente. — El muy maldito te hizo pedazos hace años ¿y aun


así le

ayudas? — Respiró agitadamente, y, al borde del colapso, su odio


hacia

Jeon se hizo palpable en su tono de voz.— No merece que le


ayudes.

— E-eso no importa, está bien. — Taehyung dijo y vio a Jimin


acercarse, éste le tomó bruscamente de los hombros.

— Taehyung, amor... No te ayudé para que ahora te preocuparas


por él, por favor amor.— susurró, desesperado.
— Jamás te pedí que me

ayudaras— Taehyung contestó frío, Jimin alzó la vista ante la


respuesta.

—, tú decidiste ayudarme por voluntad propia.—, el mayor le soltó


y

retrocedió unos pasos ¿Por qué Taehyung actuaba así con él de


repente?

— ¿Amor?

— Exacto, amor, eso era

lo único que quería de ti, sin embargo, hubiera preferido que fuera

Jungkook el que me lo otorgara. — dijo Taehyung y su mirada se


clavó en

la de Jimin, la cual comenzaba a nublarse por el dolor y la

incertidumbre.

— ¿Me utilizaste?— Jimin preguntó comenzando a enojarse.


— Sí

Las lágrimas no tardaron

en deslizarse por los hermosos ojos de Jimin, sus mejillas


comenzaron a

empaparse de sueños rotos y decepción. No podía creer que la


persona

que tanto amaba le hubiese mentido y que de un momento a otro le


dijese

la verdad con frialdad, comenzó a llorar con más fuerza por todos
los

recuerdos que pasó con Taehyung los cuales le llegaron como


ondas

dolorosas.

— ¿Y lo que vivimos

juntos? — preguntó y apretó los puños cuando Taehyung


permanecía en

silencio. — ¿Significaron algo?— insistió.


— No significaron nada.

Jimin rompió en llanto,

la situación le destrozó tanto que no pudo evitar mostrarse débil


ante

la persona que le juró protegerla con su vida y darle su fuerza,


pero,

con dolor, al menos sabía la razón por la cual se había formado una

brecha entre ellos desde que llegaron a Seúl. Sabía que se


arrepentiría

de sus palabras más tarde, pero su dolor no le permitía pensar con

claridad.

— ¡Tú y ese bastardo son

una mierda! ¡Ojalá te hubiera dejado ahogarte en tu dolor!— gritó y


las

lágrimas no dejaban de cegarle la vista, pasó de largo a Taehyung


para

ir hasta su armario, donde yacía la ropa de ambos, y comenzó a


sacar su
ropa, de vez en cuando trataba de sacarse las lágrimas con sus

antebrazos por la insistencia de éstas en salir. Al terminar de


empacar,

salió de la habitación hasta llegar a la puerta principal. — Estoy

decepcionado de ti.—, dijo y sin más, abandonó el pequeño hogar


que

formó con su primer amor.

Al escuchar la puerta

cerrarse, Taehyung pudo por fin dejarse caer de rodillas sobre la

alfombra y las lágrimas no tardaron en derramarse. Una tos


incesante se

hizo presente, cubrió la boca para poder detener la tos, al cabo de


unos

segundos, la tos ceso, al separar su mano de la boca no pudo


evitar

mirarla con dolor; Había sangre en ella, sangre que de igual manera

escurría por su boca y nariz.

— Lo siento tanto Jimin,

pero no puedo permitir que tú sufras por mí, tú no.— susurró, se


abrazó

a sí mismo mientras lloraba con más ímpetu.— Lo siento, no te


arrastraré a mi final.

•20•

Los

pasillos de la universidad estaban repletos de personas, las cuales

hacían un fastidiado ruido que era ignorado por los mismos que lo

provocaban.

Las

clases por fin habían comenzado desde hace unas semanas, dando
inicio a

un nuevo ciclo lleno de lo mismo. Jungkook estaba decaído,


frustrado y

preocupado por Taehyung; le había visto a los alrededores unas


cuantas

veces rodeado de diferentes personas, sin embargo, no podía


ignorar como
Park evitaba al menor como si fuese una plaga. Tenía curiosidad
de las

cosas que pasaban entre Jimin y Taehyung, sentía que había su


culpa el

arruinar siempre la felicidad del menor.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por sus amigos que se


acercaban a él.

—Hey.— saludó Hoseok con la mano. Lisa se posiciono al lado de


éste e igual saludó con una venia.

Jungkook

regresó el saludo y sin decir nada más se encaminaron a sus


respectivas
aulas; pudo visualizar a su frente una cabellera castaña, casi color

cobre, y porte un tanto decaído, era Jimin. Se encontraba con unas

notables bolsas negras bajo sus ojos, lucia totalmente descuidado


con su

vestimenta, su apariencia, todo, nada era como lo acostumbrado,

realmente se veía fatal.

Sus

miradas se conectaron, Jungkook en los ojos contrarios puede ver


dolor y

odio, sabe que se lo merece, pero no le importa. Jimin aparta la


mirada

furioso, estaba dolido, le lastimaba ver a Taehyung tan coqueto


con

todo el mundo, le enfurecía verle tan apegado a otras personas,


pero,

sobre todo aquello, le enfermaba de sobre manera que todavía


guardara

una pizca de amor y esperanza cuando el otro claramente le


confesó que

sólo había sido un juego. Jimin está dolido, demasiado, pero en


ese mar

de dolor, agonía y frustración, siente que está encima de una


pequeña
balsa de alivio, porque sabe con certeza, que a pesar de las vastas

compañías de Taehyung, éste no está con Jungkook, le alivia que


aún siga

sonriendo con energía, y que no haya vuelto con el bastardo que


comenzó

todo aquello. Mientras camina a su próxima clase, Jimin admite


que aún

ama Taehyung, no podía negarlo, y teniendo esos pensamientos


que sabe

son destructivos para él, ignora completamente que Yoongi le


sigue

cautelosamente desde atrás, éste quiere ser aquel soporte que se


nota el

otro necesita, sin embargo, le es imposible porque Jimin le evita

cuando le tiende la mano para sacarlo de su dolor.

Taehyung

pasa justamente al lado de Jungkook, éste le mira de reojo una vez


deja

de mirar a Jimin y nota que tiene a dos chicas a cada lado de sus
brazos, las cuales reían de lo que él decía y Taehyung sólo sonreía
al

escucharles reír. Jeon paró su paso para poder seguirlo con la


mirada

hasta que se le pierde en una esquina, no entiende porque


Taehyung se

comporta así, el menor no era de esas personas que resaltaran de


aquella

manera, él resaltaba por su amabilidad e inteligencia, pero ¿qué


iba a

saber de él en realidad?, jamás se dio el tiempo de conocerlo de


verdad

cuando debió hacerlo; sólo lo había utilizado para su propio bien,

siempre había hecho el esfuerzo por ignorarlo y causarle daño,


pero

ahora, cuando estaba consciente de que estaba perdidamente


enamorado de

Taehyung, se lamenta de todo lo que hizo en el pasado.

Al

llegar a su aula, puede notar las miradas coquetas sobre su


persona de
sus nuevas compañeras, sabe que es atractivo y con cuerpo de
ensueño,

sin embargo, no le interesaba salir con nadie, no tenía ganas de


tener

alguna relación con nadie, sólo deseaba tener nuevamente el amor


de la

persona a la que tanto dañó, y puede notar que sus antiguas


compañeras

saben eso porque al verle sólo bajan la mirada evitándole como la


peste.

Al ver tales reacciones, Jungkook sabe que ya es tiempo de


olvidar a

Taehyung, se había hecho tanto daño por sus errores y en verdad,


quiere

dejar de sufrir en vano, porque sabe que Taehyung no volverá


nunca más

con él.

Jungkook.— el mencionado sale de sus pensamientos cuando


escucha una voz

detrás de él. Voltea y su ceño se frunce al instante al ver a la

persona que le llamaba.


— Irene.— dice seco.

Wow, que suerte encontrarte por aquí. — dice algo coqueta, cruza
sus

brazos para poder resaltar su busto y que se haga notar por el gran

escote que porta sin descaro alguno.

Jungkook no contesta, sólo la observa. Sabe bien que por ella hizo
muchas estupideces para dañar a Taehyung.
— Supongo que sí. — pasa su mano por la cintura ajena para así
poder acercarla más.

Estás muy guapo, esos años te han sentado bien.— dice ella
mientras

desliza sus manos por los tatuados brazos del azabache, Irene se
deleita

por los marcados músculos, pero detiene su recorrido cuando es


empujada

con brusquedad por un mal humorado Jungkook.

¿Crees qué es suerte encontrarme con una fácil como tú? No me


hagas

reír. — Jungkook dice con sorna, tenía la intención de dejarse


seducir y
acabar en sexo, pero simplemente no pudo al recordar a
Taehyung, tal

vez suene patético el que una persona de su porte esté totalmente

entregada a otra, aun sabiendo que no hay posibilidad de estar


juntas.

No quiere a nadie más, no puede tocar a nadie más. Está


verdaderamente

enamorado y sin importar el tiempo, no dejara de estarlo.— No te


vuelvas

a acercarte a mí, zorra.

Irene le mira molesta, está indignada, pero tiene algo que sin duda
le dolerá al Jungkook.

Entonces iré con Taehyung, esa putita se arrastra con to...— fue

interrumpida por un estruendoso golpe en la pared, cerca de su


cara.

542

Vuelves a mencionar su precioso nombre con ese tono vulgar y


créeme que

olvidare que eres mujer.— Jungkook escupe con rabia contenida


mientras

le susurra cerca del oído.

Con

miedo Irene le contesta.— Caíste bajo al meterte con él aun


estando

hecho una aberración.— Ella dice en el mismo tono susurrante que

Jungkook, claro que ella sabía la historia detrás de la huida de

Taehyung y la auto destrucción del azabache. Se enteró en una de


las

veces en las que habían follado, había revisado el celular de


Junkook

por mero aburrimiento mientras éste se duchaba y de casualidad


vio las

conversaciones que solía tener con el menor.— Y míralo, está para


follárcelo, ah, sí es cierto, tú no puedes acercarte a él. Me das
pena.—

dijo ella con burla y aquello hizo a Jungkook apretar la mandíbula.

Vaya

que lo último le dolió, pero le jodió de sobre manera el que ella

supiera del pasado que sólo le pertenecía a él y Taehyung, sin


embargo,

jodió aún más que le insultara a su pequeño ángel. — Al menos él


está

follable, en cambio tú, ni de lástima te voltean a ver.— dice


mientras

apretaba los dientes, evitando gritar y que se hiciera un escándalo

incensario. — No quiero que te me acerques... Ni mucho menos a


Taehyung.

— finaliza mientras se adentra por completo al aula, con miradas

interrogantes sobre su persona.

Taehyung
está riendo por fuera, pero por dentro está destrozado. Le duele
cada

mirada dura que Jimin le dedica cada que lo ve, le duele el que
Yoongi

trate de siempre hacer sentir mejor al mayor mientras éste le ignora


y

le duele ver a Jungkook, éste siempre le mira con cariño y tristeza.


Le

duele no poder solucionar todo lo que le rodea, todo lo que hay


dentro

de él, actuar como desinteresado con todos no es lo suyo, odia


jugar con

las personas de esa manera, odia dañarlas cuando menos lo


merecen.

Desde que terminó con Jimin y Jungkook dejó su casa, sólo había
estado

acostándose con cualquiera que se lo pidiese; había estado


usando su

cuerpo para cosas que realmente detestaba, odiaba el rumbo que


ha tomado

su vida, pero no tiene opción. Es lo mejor para no dañar a nadie, si


no

le da importancia a las personas, éstas tampoco se la darán él.

Prefiere

ver a Jimin en la distancia, sabe que es fuerte y podrá superarlo,


desea con todo su corazón que pueda salir adelante sin él.
Jungkook no

abandona tampoco su mente, cada que lo recuerda su pecho duele


y su

corazón late a gran velocidad, sabe que no tiene que ilusionar a


nadie

por la situación en la que se encuentra, pero no puede evitar querer

siempre ver el varonil rostro de Jungkook entre la gran multitud de

estudiantes. Ese hombre lo lástima, porque de él adoptó ese modo


de

actuar con los demás.

Taehyung sólo utiliza a las personas que lo rodean para un


beneficio egoísta, tal vez Jimin tenía razón y sí es igual a Jeon.

Ojalá las cosas no fueran como lo son ahora.— murmuró mientras


se

colocaba su ropa y salía del salón de Artes, donde había tenido


sexo con

una chica de la cual no recordaba su nombre.— Ojalá no estuviera


a

punto de morir.
•21•

Jimin

se encontraba en el gran escenario teatral, con un gran piano


frente a

él y encima de éste una grabadora, miraba atento hacia el gran


telón, el

cual estaba sobre su cabeza, la música de la grabadora que


llevaba

consigo hizo presencia, resonando entre las paredes y provocando


eco,

cerró los ojos para sentir todo lo que le rodeaba, sentir todo lo que
le

atormentaba en su interior. Su cuerpo comenzó a moverse al


compás de

cada nota, cada movimiento lo hacía con fuerza y perfecta

sincronización, estaba tan sumido en su baile que no noto que era

observado desde la primera fila de asientos aterciopelados.


Yoongi

veía con adoración cada movimiento del castaño, se veía precioso,


le

daba vida al desolado teatro. Cada paso, giro y caída, demostraban


todo

el enojo y abatimiento de su cuerpo. Podía deducir lo que el otro

sentía, hasta el punto de que a él también le llegara a doler. Min


subió

por las escaleras laterales del escenario, para poder llegar hasta el

gran piano posicionado cerca de aquellas escaleras.

499

Jimin

paró sus movimientos cuando la música de la grabadora dejó de


tocar,

giró y abrió los ojos en demasía al ver a su compañero de trabajo

sentado frente al gran piano; cerró nuevamente los ojos cuando la

primera nota fue tocada, entendiendo así que Yoongi deseaba


apoyarle en

aquel momento. De nueva cuenta se posicionó en una sola pierna


con los
brazos alzados al costado y comenzó a danzar al ritmo de melodía.

"A melody of tears" de

Beethoven resonaba en el gran espacio, Yoongi tocaba cada tecla


viendo

el cansado cuerpo de Jimin, el cual lloraba por cada sutil paso,


cada

lágrima resbalaba por sus mejillas cuando la ola de recuerdos


llegaban a

él. Recuerda el momento que vio por primera vez a Taehyung, el


día que

le regresó su cuaderno y le comenzó a llamar "Jiminnie hyung",


recuerda

cada sonrisa dedicada con naturaleza, lo recuerda todo y le duele.


Él

sabía que jamás no podría tener su corazón del todo, lo sabía y aún
así

se arriesgó, sufre por las últimas palabras que le dijo el día que
salió

del departamento que tantas noches de pasión resguardo y tantas


mañanas

de cariño presencio.

375
Trastabilla

y cae al suelo, siendo su cara lo primero en tocar el escenario.


Yoongi

se preocupa y quiere ayudarle a que se levante, pero Jimin le


detiene y

le dice:

Sólo continúa.— se levanta un poco tambaleante limpiando el hilo


de

sangre que sale de su boca al haberse mordido la lengua. Yoongi


apretó

los labios y siguió tocando la melodía, viendo de nueva cuenta


como el

cuerpo de Jimin realizaba sus pasos más potentes. Park solloza

audiblemente e importándole poco verse tan destrozado frente a su


mayor,

sólo quiere llorar hasta que de sus ojos no salga una lágrima más.
Se

dejó caer de rodillas cuando la melodía dio por último una nota
larga

dando por hecho su final. Su cuerpo dolía, el sudor se daba paso


por sus

músculos al igual que sus lágrimas por su rostro. Observó con un


poco

de dolor el anillo plateado que llevaba en su anular, aquel anillo fue

el regalo de su primer aniversario, lo llevo a su boca para besarlo y

después a su pecho para seguir desahogándose. Yoongi, que veía


la escena

desde el piano, se sintió horrible y ajeno a la situación, ver a la

persona que quieres sufrir por alguien más es doloroso.

Con

pausados pasos se acercó hasta el cuerpo de Jimin, que yacía


destrozado

por el dolor, en el suelo, trato de rodearle los hombros en un


abrazo de
consuelo, pero Jimin se estremeció por el contacto, no deseaba
lástima,

no deseaba el calor de nadie más que no fuera de su amado


Taehyung y

teniendo eso en cuenta, apartó a Yoongi y se levantó para caminar


hasta

la primera fila donde yacían sus pertenecías, segundos después


sonrió

amargamente ante el pensamiento tan lastimero que había tenido


sobre no

querer otros brazos que no fueran los de Taehyung, las ganas de


llorar

le invadieron de nueva cuenta porque de aquel amor al que tanto


esfuerzo

le puso, ya no existía más.

¿Te vas a quedar ahí parado?— Jimin dijo, mirando hacia en frente.

Hoseok estaba estupefacto y con un nudo en la garganta, había


entrado de

pura casualidad, pero se había quedado embelesado por la danza


que

Jimin otorgaba gracias a su sufrimiento.

Hoseok

no dijo nada, las palabras sobraban, Hoseok no podía darle el


pésame,
no podía hacerlo, sería demasiado hipócrita de su parte. Dejó que
Jimin

se fuera primero y, cuando escuchó la puerta cerrarse con fuerza,


sacó

todo el aire que no sabía estaba reteniendo.

— Esto es duro.— dijo

Hoseok mientras se rascaba la nuca, vio como Yoongi miraba sus


manos

para luego hacerlas puños y bajar del escenario con extrema


rapidez,

obviando la presencia de Hoseok y éste, perdiéndose en el


recuerdo

reciente de Jimin bailando.— Es muy duro.

[. . .]
El cielo permanecía

obscuro y al mismo tiempo luminoso, como la preciosa piedra


obsidiana.

El bullicio en aquel lugar era algo pesado, pero no importaba.

Jungkook yacía recargado

en un Dodge charger R/T 2015 negro con los brazos cruzados.


Tendría una

de sus tantas carreras clandestinas, la cual se haría ahora en el

distrito DongJak-gu. Uno de los motivos por los cuales se


encontraba ahí

era para alejarse de sus problemas, y todo sería gracias a la

adrenalina que le otorgaba el competir, también otro motivo era por


la

revancha que tanto le había reclamado Siwon. Ciertamente le daba


igual

quien ganaba y quien perdía, pero siempre terminaba dejando en


ridículo

hasta a los veteranos que conocían de ida y vuelta cada pista,


presa
abandonada y callejón de los barrios.

Su cansada mirada

recorría el lugar y notó que varios preparaban sus autos, otros

preferían charlar y algunos se dejaban llevar por el lujurioso brillo


de

la luna que caía sobre ellos. Rió algo divertido recordando las

advertencias de Hoseok y Lisa de no volver a ir solo, ellos estaban

preocupados porque volviera a tener alguna pelea, le parecía


divertido

el que le sobre protegieran cuando claramente no lo necesitaba.


Jungkook

sabía el significado de cada pelea, para él era su castigo por haber

cortado de la manera más cruel las alas de un ángel. El ángel del


que se

enamoró.

Sonrió ladinamente

cuando pudo divisar a Jackson, el había empezado a ir a ese tipo


de

sitios y cada vez que se encontraban ellos peleaban verbal o

físicamente, pero no le importaba en lo más mínimo ser odiado por

simples personas sin relevancia en su vida.


— ¡Hey, Kook!— el

mencionado aparta la mirada de su ex compañero y dirige su vista


a la

voz que le ha llamado. Era Bang YongGuk, uno de los mejores


corredores

del lugar y también su amigo.— Veo que ya te recuperaste de la


pelea.

147

— Bang, por supuesto, eso fue ya hace como un mes.— estrecha


las manos con el mayor.

— Pero si Jaebum sigue

en recuperación.— el pelinegro suelta una carcajada por la actitud

despreocupada del menor.— Es bueno que hayas vuelto, Jeon.


— Lo mismo digo.

Ambos sólo quedan en

silencio, no incómodo, es así como les gusta estar, es una de las

coincidencias que tanto compartían . YongGuk recuerda lo que


hace poco

había tenido el placer de ver.— Oye— llama la atención del


azabache,

prosigue cuando Jungkook hace un pequeño ruido dando a


entender de que

le escucha.—, antes de venir a verte vi a una belleza.

— ¿Así?— pregunta

divertido, puesto que es inusual que YongGuk halague a las


personas,

porque era casi como él, un chico sin interés.— Ahora va a ser la

conquista de la noche ¿no?— ríe divertido.


— Que más quisiera, está para violarlo.— YongGuk se muerde los
labios para después pasar su lengua lascivamente por sus éstos.

— ¿Violarlo? ¿Es hombre?— Jungkook se cruza de brazos atento a


lo que su mayor relata.

— Es un puto ángel, es

más hermoso que cualquier zorra de por aquí. Se le ve de clase y


eso en

verdad está fuera de mi alcance.— el mayor se encoge de hombros


y se

cruza de brazos recargándose en el auto.— Sólo me conformo con


follarlo

en mi mente.

— Pervertido de mierda.
— No dirás lo mismo

cuando lo veas. ¡Mira, es él! — YongGuk señala como un niño


mientras le

manotea el brazo a Jungkook, eso le divierte al azabache y con una

sonrisa burlona mira en dirección que le señala su mayor.

Al

ver a la persona que tanto le había interesado a su mayor, deja de

sonreír y siente cada músculo atrofiarse, la vena de su cuello


comenzó a

resaltar y sus manos se cerraban de a poco para formar puños. El


calor

que sentía en su pecho era una combinación de alegría y celos,


muchos

celos.

— ¡Ese es mi chico!
•22•

— ¡Ese es mi chico!

Jungkook

sintió temblar sus piernas, porque verle ahí, a pocos metros de

distancia, era una tortura inmensa y desgarradora. Taehyung se


veía tan

hermoso con esos entallados pantalones que favorecían a sus


largas

piernas, ese gran suéter azulado le daba una apariencia tierna y un

tanto coqueta, muy diferente a todos los chicos malos y zorras


baratas

del lugar, sin duda, resaltaba demasiado y eso le calaba hasta los

huesos a Jeon. Sin embargo, reaccionó cuando vio que YonGguk


le miraba

un poco curioso y no sólo él, sino varios chicos que a leguas se les

veía tenían interes en el castaño, su castaño.


— No

es la gran cosa.— dice con desdén y un bufido un tanto exagerado


para

disimular su interes o conexión con la nueva presa de esa noche,


sin

embargo, YonGguk sonríe de lado al ver que Jungkook empujaba


la lengua

contra su mejilla, delatando lo molesto que se encontraba.

399

Jeon

moría de celos al ver que Taehyung se encontraba con una chica y


un

chico a cada lado de sus brazos; Chasqueó la lengua al sentir que


sus

piernas querían desobedecer a su cerebro, éstas querían correr


hasta

Taehyung, sus brazos también yacían ansiosos, ellos querían


rodearle con
fuerza en un posesivo abrazo para que no se alejara de él nunca
más,

sus labios comenzaban a temblar ansiosos por los contrarios y su


corazón

latía como un loco para estar cerca del otro que necesitaba oírle;

Jungkook quería estar con el hombre que ama, lo necesitaba, pero


sabía

que por el momento lo más prudente era esperar.

92

¿Eres estúpido? O ¿La pelea te descolocó los ojos? ¡Ese chico


está para

destruirlo y darle hasta que se te caiga el pene!— YonGguk dijo en


un

tono animado, ocultando el hecho de que había descubierto a su


amigo.

Jungkook quería cerrarle la boca de un golpe y dejarlo tendido en


el

suelo, porque para él Taehyung era sagrado, nadie tenía el derecho


de
fantasear con aquel ángel que tanto amaba. «Ah, si supieras que yo
lo

he destruido, pero de la manera más cobarde que existe en este


mundo,

me mirarías de forma diferente, Hyung» pensó Jungkook de forma

dolorosa.— Oh, Siwon se acerca hacia él. — YonGguk señala al


rival del

azabache, éste por instinto levanta la mirada con el ceño fruncido a

verificar lo que su amigo decía y ¡era verdad!, Siwon, un


delincuente de

lo peor, se acercaba a Taehyung con los ojos impregnados de


lujuria y

curiosidad. No, su chico estaba en peligro, no lo dejaría solo.

349

Hola, precioso.— Siwon se cruza de brazos y comienza a jugar con


el

piercing en su labio inferior, quería verse provocativo ante el joven

que no encajaba en aquel lugar. Taehyung le miraba un tanto


asustado,
era verdad que había decidido ir aquel lugar donde se realizaban
unos

que otros actos ilícitos y sabía de sobra que estaba mal, pero el
que

sus amigos le llevarán ahí y le convencieran, fue más fuerte que su

propio sentido común. Con todo su valor reuniéndose, puso una


expresión

de real molestia para decirle con ello a aquel muchacho que le


dejara en

paz, sin embargo, para Siwon fue una clara insubordinación y


chasqueó

la lengua molesto.— ¿No piensas contestar, eh?— son el ceño


fruncido,

tomó con fuerza la muñeca del castaño, el cual jadeaba algo


molesto y,

en su mayoría, asustado. Taehyung trató inútilmente de pedirle


ayuda a

sus amigos con la mirada, pero al ver que éstos se volteaban

ignorándole, como el resto de las personas en aquel lugar que sólo

miraban, fue que entendió que nadie estaría de su lado jamás y que
no

era más que un estorbo en el mundo. «Los héroes no existen y


cuando están... Los alejo» pensó Taehyung, recordando la radiante
sonrisa de Jimin y la espalda de Jungkook.

¡Hey!— una voz gruesa se hizo presente entre el gentío que


comenzaba a

sofocar a Taehyung, éste y Siwon dirigieron su vista donde aquella


voz

había hecho presencia. Taehyung palideció por un breve instante,


pero

rápidamente sus mejillas se tornaron de un sutil color rosado y las

comisuras de sus labios se alzaron, mostrando una sonrisa de total

alivio. Jungkook se acercaba a grandes zancadas con el rostro


contraído

en cólera, las venas resaltando por sus manos daban la impresión


de que

en cualquier momento reventarían al igual que las de su cuello, sus

nudillos yacían blanquecidos por el oprimir de sus dedos y, sin


olvidar,

el empuje de su lengua contra su mejilla.— Déjalo.

—¿Por
qué debería, ah? ¡Oh! ¡¿No me digas que este insolente es algo
tuyo?!—

Siwon zarandeó a Taehyung importarle poco si lo lastimaba o no.


Jungkook

enfurece más por la mueca de dolor que Taehyung muestra.— Con


razón se

me hace un jodida molestia.— Siwon toma el mentón de Taehyung


para que

los ojos de éste se posen en los propios y así poder intimidarlo


para

que dejase de forcejear.

108

Jungkook apartó

bruscamente las asquerosas manos que sostenían a Taehyung una


vez haber

llegado hasta ellos. El azabache colocó a Taehyung detrás de sí


para

protegerlo de Siwon que parecía estar igual de molesto que


Jungkook.

Siwon miró a los chicos frente suyo con desdén, no es que le


importara
realmente el chico que se aferraba a Jungkook como si su vida
dependiese

de ello, pero, aquel azabache realmente le molestaba a tal punto de

causarle jaquecas, detestaba a Jungkook por ser mejor que él en la


pista

y entre las personas, ese maldito le estaba sacando a pasos


agigantados

de su territorio.

— Tú y esa mierdecilla

son estúpidos.— dijo Siwon, tomando el cigarrillo que yacía en su


oreja,

lo colocó en su boca sin prenderlo, sólo necesitaba tenerlo ahí


para

tranquilizarse, no quería perder la cabeza por unos simples


mocosos.
— No vuelvas a decirle

así. — brama Jungkook molesto, trataba duramente de no golpear


el

burlesco rostro de Siwon. Sabía que meterse con el no sería buena


idea,

porque Siwon nunca estaba solo, siempre había alguien para


secundarlo.

Taehyung mordió sus

labios ante la escena que presenciaba, se regañaba mentalmente


por

haberse puesto contento al ver a Jungkook ir a salvarle. Quería irse


de

aquel lugar y huir lejos de aquella gente, pero sobre todo, quería

alejarse de Jungkook, porque de entre todos los que yacían


rodeándoles, a

él le tenía más miedo. Sin embargo y para su mala suerte, sus


piernas

no reaccionaban, estaba aterrado y el ver la imponente figura de

Jungkook protegiéndole de Siwon le hacía contra decir sus


pensamientos.
Quería irse y dejarlo, pero al mismo tiempo quería irse con
Jungkook

sosteniendo su mano entre la obscuridad. Taehyung comenzaba a

confundirse.

— Le diré como quiera... Mmh, ¡ya sé! ¿Qué te parece si tenemos


nuestra revancha hoy?— Siwon sonríe ladinamente.

— ¿Por qué debería? No quiero.— dice Jungkook de inmediato.

— Mala respuesta.— Siwon


chasquea los dedos y de un momento a otro Taehyung estaba
siento

sometido por uno de los subordinados de Siwon.

— ¡Déjalo!— Jungkook grita alterado, trata de ir por Taehyung,


pero es bloqueado por otros dos chicos.

— Si no aceptas, este

lindo chico ya no será tan lindo.— el tono de Siwon le resulta

repugnante a Jungkook, el cual sabe que no hay otra respuesta


que no sea

la que Siwon pide, sin embargo...

— No puedo hacer eso.—

el azabache musita y posa su mirada en Taehyung, el cual para su

forcejeo al notar la mirada decaída de Jungkook sobre él.— Él no


merece
ser puesto en un juego, en una apuesta. Él no se lo merece, no
más.—

Taehyung siente a su corazón pegar con fuerza contra su pecho, le


duele

la mirada lastimera de Jungkook, le duele ser débil, ¡le duele ser él!

— No sé que historia se traen, pero, acepta el reto Jungkook.—


YonGguk se abrió paso entre la multitud.

— Esto no es asunto tuyo, Bang— dice Siwon, pero el mencionado


le ignora.

— YonGguk.— dijo Jungkook algo sorprendido.— No puedo...


— ¡No seas estúpido¡

¡Quieres defenderlo, pero con esto no eres de mucha ayuda!— el


pelinegro

caminó hasta Jungkook y le tomó con fuerza del cuello de la


camisa.—

Si vas a hacer las cosas a medias mejor no las hagas ¡No


pretendas ser

un jodido héroe!

«Ah... Creo que... Este es el empujón que nadie quiere, pero que
todos necesitamos» pensó Jungkook, mirando fijamente los ojos
de su hyung.

Bien, lo haré.— Jungkook apretó los ojos y dejó salir un largo


suspiró,

YonGguk le soltó y se dirigió hasta el chico que sujetaba con


fuerza a

Taehyung.— Yon...
— Está bien, no digas nada, ve con Siwon, se le nota al bastardo
que ya quiere competir.— dice YonGguk.

— ¡Oye! ¡No dejaré que te salgas con la tuya, Bang! El muchacho


se queda con mis chicos.— Dijo Siwon.

— No, yo lo cuidaré y se

lo daré a quien gane.— dijo con la mirada fría puesta sobre Siwon,
éste

no teniendo otra opción más que aceptar.— Así que, Jungkook.—


el

azabache voltea.

— ¿Si?
— Gana.

— ¡Bien!— Jungkook

asiente, voltea y con paso firme camina hasta Siwon, el cual arruga
el

ceño ante la intromisión del que alguna vez fue su amigo.

YonGguk logra apartar a

Taehyung del joven que lo lastimaba, el castaño agradeció


inaudiblemente

y el mayor le resto importancia.— Creo que este chico significa


mucho

para Jungkook.

— ¿Ah? ¿Dijo algo?—

Taehyung preguntó ante las vagas palabras que YonGguk soltaba


al aire

una vez se alejaron un poco de lo que prontamente sería la línea de

salida.
— Bueno, está decidido,

si pierdes ¡yo golpeo hasta cansarme en frente de ti a ese chico!—


dice

Siwon con clara burla, Jungkook aprieta los dientes, le enojaba


Siwon,

pero no se daría el lujo de perder antes de siquiera correr.—, pero


si

ganas no le pondré un dedo encima nunca, ni mis subordinados


¿trato?

— Trato.— Ambos

estrechan las manos y caminan a sus respectivos automóviles,


pero antes

de que Jungkook suba al suyo, dirige su mirada a Taehyung y, al


tener la

atención de éste, grita:


— ¡No perderé! ¡Esta vez yo te protegeré, amor mío!

Taehyung no sabe que

responder, está atónito y con sus emociones apunto de explotar,


se

sonroja ante la sonrisa que Jungkook le da antes de entrar por


completo

en el auto, lleva sus manos al pecho en un intento de detener su

acelerado corazón, da un pequeño brinco ante un leve carraspeo a


su

lado.

88

— Eso fue un increíble

grito de guerra.— dice YonGguk con las manos dentro de su


chaqueta,

mirando de reojo a Taehyung— Tú... ¿Conoces a Jungkook de


alguna parte?—

pregunta con suavidad.


— N-no... ¿Por qué? — La voz de Taehyung tembló, aquello le
había tomado desprevenido.

— No, por nada. Ve a

sentarte en las gradas a la espera de que alguno venga a


reclamarte,

bonito.— Bang dice con gracia, se retira sin esperar respuesta por
parte

de un confundido Taehyung. Dispersa a las personas para poner


las cosas

en orden, a cuanto la carrera concierne, claro, porque no puede


negar

que la respuesta de Taehyung a su pregunta le dejó un sentimiento

amargo. Sentía pena por Jungkook y al mismo tiempo por


Taehyung, porque

lo que ellos tenían no demostraba ser algo trivial o de una sola


noche,

como algunos creían y que el mismo joven castaño quería dar a


entender.

Jungkook debió haberle hecho algo o tuvieron que separarse por


alguna
otra razón, pensó el pelinegro, no quería meterse realmente, pero

Jungkook era su amigo, como un pequeño hermano al cual le


entregó un

refugió donde podría huir de la vida que quería consumirlo.

«Si no lo conoces... ¿Cómo es que tiene una foto tuya como


amuleto de buena suerte cuando compite?» pensó

YonGguk, sintiendo un poco de culpa al no habérselo dicho, pero,


como

su sentido común le advirtió, ese no era asunto de nadie aparte de

ellos. Sólo deseaba de corazón que todo saliese bien.

Jungkook revisó cada

parte del coche, el motor, el nitrógeno, la gasolina, todo. Esa era, al

parecer, la carrera más importante de toda su vida, porque


Taehyung

estaba involucrado y él era su vida entera. Por su mente no dejaba


de

pensar que aquella carrera mostraría lo que les depararía para el

futuro. Era el momento de entregar todo, ganar o perder.


Jungkook apretó

firmemente el volante, respiró hondo y al abrir los ojos, pudo ver a

través del parabrisas las gradas y a Taehyung sentado entre tantas

personas, su chico parecía ido y, como él, un poco nostálgico.


Jungkook

sonrió triste, apretó más el volante y, en tono susurrante, dijo:

— Si gano, lucharé hasta que regreses a mi lado, pero si pierdo, es


momento de olvidarme de ti... Es hora de dejarte ir.

•23•
Aquella

carrera se podría decir que era la más importante para Jungkook,


el

cual respiraba con profundidad para tranquilizarse y en su mente,


para

hacerlo realidad, vencer a Siwon con todo y su orgullo. No podía

permitirse perder, no podía dejar a la persona más especial de su


vida

en manos de un gusano molesto. Tampoco es como si quisiera


renunciar a

Taehyung, sabía que, posiblemente, era momento de dejarlo ir si es


que

perdía, pero pensar en que la cadena que sujetaba con tanta fuerza
se

deslice por sus manos para jamás volverla a tomar, le aterra más
que

perder su vida sujeta a ella.

228

— Tranquilo... Tranquilo...
Jungkook

sujeto el volante con fuerza cuando una chica se colocó entre


ambos

coches, ésta se quitó la pequeña pañoleta rosada que tenía


alrededor de

su cuello, en lo alto dio señal con la pañoleta para que Siwon y

Jungkook encendiesen los autos, éstos rugiendo de inmediato y


ansiosos

por lo que avecinaba. Como si fuese un látigo, la muchacha movió


la

pañoleta y en cuestión de milésimas ambos jóvenes habían creado


una capa

de humo al pisar de fondo el acelerador. Taehyung apretó con


fuerza sus

puños al ver los coches correr furiosos hacia una meta que
internamente

no quería que ninguno alcanzara.

La

pista consistía en rodear la fabrica abandonada de sal, un pequeño

terreno de tierra y volver por la presa. No era tan largo, pero sí


difícil. El primero en llegar a la fabrica es Jungkook, el cual

esquivaba variados tipos de máquinas descompuestas, fierros


oxidados y

ventanales rotos, los obstáculos eran un reto extremadamente


difícil,

porque con un pequeño error, no sólo perdería la carrera, sino la


vida.

La visión le era negada, casi todo estaba obscuro, pero ayuda de


las

luces delanteras podía maniobrar lo suficiente para avanzar, sin

embargo, Siwon le seguía de cerca y eso comenzaba a


incomodarle.

«Olvídalo» la voz de su subconsciente resonó en sus adentros de


forma gutural. «No tiene caso, él sufre, tú sufres, tú lo amas
mientras él te odia» sacudió

la cabeza para no perder la concentración y la pista que se


mostraba

frente a él. Aceleró para quitarse aquellos nefastos pensamientos y


de

paso a Siwon, llegando así al terreno baldío que lo esperaba lleno


de

montañas de tierra, andamios oxidados, baches llenos de lodo y


varios

tubos esparcidos. Maniobro con varios derrapes y vueltas bruscas


que
casi le hacen volcarse, pero afortunadamente no lo hizo por todo el

tiempo compitiendo que le hizo un experto en el manejo del auto.


Sus

irises adquirieron un fantástico brillo cuando a metros delante de él

visualizó el filo de la presa, tomó la palanca para cambiar la


velocidad

y dar mayor velocidad al auto, sonrió porque no le faltaba nada


para

ganar, sólo era bajar por la rampa e ir derecho hasta la tribuna; ir

hasta Taehyung y tomarlo firmemente entre sus brazos que le


anhelan.

619

Ambos

coches bajaron de un salto por la rampa, derraparon en el


concreto

forrado de una capa cristalina de agua y así crear una pequeña ola.

Jungkook seguía a la cabeza, estaba a nada de ganar, hasta que,


de un

momento a otro, estaba girando de manera descontrolada para así


terminar
estrellándose contra una de las paredes inclinadas de la presa.
Siwon,

al ser víctima de la desesperación, había sacado un revolver y, con

disparos exasperados, poncho una de las ruedas traseras del auto


que

moría como las esperanzas del conductor.

—¿Qué?...

¡No!– Jungkook gritó abatido mientras veía como Siwon, sin culpa

alguna, le dejaba atrás.— ¡No! ¡No!— la herida que se había hecho


en la

cabeza por el choque no era relevante en ese momento para


Jungkook, el

cual parecía tenía la intención de desgarrarse la garganta.

50

«Una promesa es una promesa, tengo que... Dejarlo ir... Tengo que
dejarlo ir... Tengo que...» se
repetía aquello con desesperación, su mente lo gritaba para
hacerlo

desistir de algo que, tal vez, no valdría la pena. Estaba empujando,


con

dolor, el auto humeante que lo había encaminado hasta ese lugar.

Mientras hacía su mayor esfuerzo por avanzar y llegar a donde


tanto

anhelo con desespero, se preguntó porqué no se rendía, ¿por qué


era tan

terco? ¿por qué hacía promesas vacías cuando se trataba de dejar


ir a

Taehyung? ¿Por qué? y después de tanto, él mismo se contestó


como si

fuese lo más obvio: «Lo amo».

[. . .]
Taehyung estaba

nervioso, a lo lejos se había escuchado el estruendoso sonido de


un

posible choque. Esperaba ver al ganador, como todos, y


comprobar que el

que se había estrellado no había sido Jungkook.

135

Mientras esperaba a la

llegada del ganador, recordó su niñez y lo mucho que había sufrido


en

ésta gracias a su primer amor. Suspiró, casi no queriendo sentir

nostalgia de aquel tiempo donde había tenido toda clase de


vivencias,

emociones y recuerdos. Se había enamorado y le habían roto por


ser

creyente en la bondad falsa de las personas, agradeció el haber


sido

reparado y acogido por alguien que le brindo amor incondicional y


real,

con quien creó nuevos y bastos recuerdos que yacen guardados


con recelo y
cariño en su corazón, sin embargo, el regreso de su verdugo y sus

látigos que lo arrastran de nuevo a sus sentimientos del pasado, le

hicieron perder su esencia y lo volvieron alguien que nunca


imaginó y ni

quiso ser. Cayó en un abismo donde en el fondo le esperaban con


los

brazos abiertos y dispuestos a no dejarlo salir.

109

—He caído de nuevo...—

susurró para sí mismo. ¿Qué se supone que hace? ¿Por qué


espera algo que

ciertamente desea con desesperación? No podía negarlo más,


deseaba con

todas sus fuerzas que el que ganase esa noche fuera el azabache,
su

verdugo, Jungkook.

38
— ¡Ha llegado!— un gritó le traen de vuelta a la realidad.

Apareció un coche,

dejando humo detrás de sí por su recorrido. Las personas saltaba


de

alegría por la victoria de aquel hombre que no era Jungkook. Siwon

culminó la carrera con un derrape que hizo salpicar agua a las


personas,

y así segundos después saliera con el puño en alto y una sonrisa

cínica, había vencido al chico de oro.

— ¡He ganado!— gritaba

con orgullo.—, ¡Así que ese mocoso de mierda es mío! — Siwon


señaló al

único chico que no encajaba entre el gentío, todas las miradas se

posaron sobre él y Taehyung lo único que pudo hacer fue ir entre


jadeos y
cortos pasos hasta el ganador que le reclamaba. En definitiva
jamás

debió haber cambiado, se debió haber quedado al lado de Jimin.


Jamás se

debió enamorar de Jungkook o eso hubiese pensado, pero


ciertamente no

sentía arrepentimiento, estaba bien, al fin su mente estaba aclarada


y

su corazón en un sólo carril. Si iba a ser asesinado esa noche,


estaba

bien, al fin estaba en paz consigo y era más que suficiente.

Al estar abajo, fuera de

las gradas, se encontró con YonGguk, el cual estaba con los


brazos

cruzados y una sonrisa ladina. Al pasar a su lado, éste le susurró y


le

hizo sentir algo que nunca quiso dejar ir, esperanza:

—"El verdadero guerrero no es el que gana, sino, el que siempre


regresa a la batalla sin importar que".—

y con esas palabras, un abrumador silencio se hizo presente a su


alrededor, las personas tenían un rostro de pura incredulidad.— Él
es un

guerrero.

Taehyung giró su cabeza

con desespero para así poder ver por detrás de Siwon y, al igual
que

todos, su rostro se deformó por la sorpresa. Jungkook empujaba el

destruido auto y yacía con una apariencia deplorable, pero a pesar


de su

apariencia o que ya hubiese un ganador, todos yacían


emocionados y

conmovidos por los esfuerzos que hacía Jungkook por llegar hasta
la meta

que estaba en manos de otro. Jungkook, el chico de oro, lucía

simplemente increíble y reluciente como la noche que les acogía


bajo su

manto.

Siwon al ver que nadie

le prestaba atención, se giró para ver lo que todo el mundo


observaba
con un brillo de orgullo en los ojos. Jungkook había logrado llegar

hasta él con el auto que destruyó, apretó los puños y se acercó


unos

cuantos pasos — ¿Para qué regresas? ¡He ganado!— brama


molesto y siendo

acreedor de una atención que no pidió. — Ese bastardo ya es mío.

Jungkook le coloca el

freno de mano al auto sin contestar a las palabras furiosas de


Siwon,

sabe que perdió y que no tiene derecho a pelear contra una


promesa. De

inmediato y sin preocuparse por sus heridas, fija su vista en el


chico

castaño que está a unos cuantos pasos de Siwon, frunce el ceño


para

evitar llorar por la frustración de dejarle a Siwon aquello que no


puede

poseer.

— Mira, ese idiota ya lo

aceptó, ahora lárgate.— dice Siwon con suma arrogancia


señalando hacia
Taehyung, el cual sigue caminando en su dirección. Se voltea,
dándole la

espalda a Jungkook y abre sus brazos para recibir a su trofeo.—


Ven.—

Jungkook se da la vuelta, se irá.— ¡Oye!

Sin embargo, siente una presión en su cintura y espalda que le


hacen parar.

Taehyung le estaba

abrazando. Sus ojos se abrieron en notable sorpresa, su


respiración se

cortó y su corazón se aceleró. Con un movimiento sutil se logró


girar

para poder encarar al joven que lloraba y lucía precioso ante sus
ojos,

tragó duro y esperó paciente a que la voz de Taehyung apareciera.

— Jungkookie...— el

mencionado se estremeció por lo débil que fue su llamado.— No


me

dejes... No de nuevo. — rogaba entre sollozos el moreno.


Jungkook se quedó inerte

y confundido por unos instantes, sólo hasta que escuchó la


furiosa voz

de Siwon rompiendo su creciente burbuja.

—¡He ganado y ese mocoso

de mierda me pertenece!,¡Tú lo prometiste, idiota asqueroso! ¡Da...


Jungkook había logrado propinarle un potente golpe en la quijada


que le

dejó inconsciente.

— Una basura siempre

será una basura- dijo ante la ruptura de su promesa, y como había


dicho,

era una basura que no podía dejar ir al amor de su vida.— Por


cierto

¡aquel que se meta conmigo y con él, quedará como este bastardo
de

mierda!- gritó, advirtiendo a todo el público que le miraba


expectante.
Su furia había salido desde el momento que Siwon había insultado
a su

chico, desde el momento que se había atrevido a siquiera


arrebatárselo.

Se giró para encarar al lindo chico que le miraba entre miedo y


anhelo.

— Taehyung... No me

dejes tú a mí.— Rogó cambiando completamente su actitud,


Jungkook le

abrazó posesivamente delante de todos, pero ignorando ese


hecho.— Te

amo... Te amo... Taehyung.— las lágrimas de Jungkook no tardaron


en

salir, aquellas que habían sido retenidas con recelo se mostraron

furiosas y frenéticas. No podía detenerse, necesitaba que


Taehyung le

escuchara.

El castaño, al sentir su

cuello mojado y el cuerpo tembloroso de Jungkook contra sí, supo


que
ese siempre había sido su lugar. Al igual que el azabache, las
lágrimas

salieron al igual que sus sentimientos, amaba a ese hombre que se


sentía

cálido bajo su palma.

— Yo también te amo, Jungkookie.

•24•

Ambos

estaban frente a frente y lo único que podía presenciar su


encuentro

era la inalcanzable luna. Eran las cinco de la madrugada, pero a


ninguno

le importaba realmente lo que estuviese a su alrededor, aparte de


ellos

mismos.

295
Jungkook

apretaba sus puños para apaciguar sus nervios, aún incrédulo de


la

decisión que tomó Taehyung, el cual yacía jugando con el ruedo de


su

gran suéter, puesto que de igual manera se moría de los nervios. El

menor estaba avergonzado, tener la atención de Jungkook era algo


que le

erizaban los vellos de la nuca; aquellos penetrantes orbes le tenían

nuevamente encantado, pero en definitiva, debía vencer a los


demonios

que tanto los habían estado persiguiendo e iniciar desde cero.

— Dime...


¿Uh?— Jungkook respondió de manera un tanto torpe, saliendo de
la

ensoñación en la que se comenzaba a inundar. Había estado


mirando con

total escudriño a Taehyung y, a pesar de que lucia hermoso,


trataba de

buscar al pequeño niño rechoncho del cual se enamoró


profundamente.

¿Qué se siente?— El moreno pregunta nervioso, siempre había


esperado

soltar aquella frase y sintió que aquel era el momento indicado, ya


era

suficiente de tanto revuelo y sufrimiento, era hora de ponerle fin.

— No te entiendo.— Contestó el azabache al mismo tiempo que


daba paso hacia delante.

— ¿Qué se siente estar en mi lugar?—

y con ello, por fin, alza la mirada para mirar a Jungkook, el cual

rápidamente captó a lo que se refería y, sin poder evitarlo, las

lágrimas no se hicieron esperar en su rostro.


— Ha

sido lo peor.— Jungkook admite, todos esos años de dolor fueron


el

Karma de la vida que el mismo construyó. ¿Qué sentía cuándo sus


idas al

hospital eran tan recurrentes como las de Taehyung cuando solía

golpearlo? Sentía asco de aquel lugar con olor a desinfectante y


gente

moribunda, pero él sabía que debía de estar ahí, porque si


Taehyung pudo

él también tendría que hacerlo. ¿Qué sentía cuándo la gente le

rechazaba por ser un peligro y una escoria de persona? Jungkook


no lo

disfrutaba como lo hacía ver frente a los demás, se sentía inútil e

inservible, al fin entendía la indiferencia de la sociedad, y de él

mismo, y el rechazo hacia la pureza de Taehyung, al fin sentía que


era

estar del otro lado del tablero. Jungkook se creía ser el rey de la

partida, pero terminó siendo un peón de la vida, un peón que


fácilmente

terminó por ser aniquilado. Se dejó caer de rodillas al recordar todo


el

sufrimiento, pero no el suyo cabe destacar, sino el de su amado


chico.
Él, Taehyung, había sufrido más que él y en esos momentos es
sentía

culpable de haber vuelto a aparecer en la vida que Taehyung se


había

esforzado en cambiar, sentía que no era justo porque él seguía


cargando

con la misma porquería de siempre.— Me arrepiento tanto el


haberte hecho

daño... Yo te amo, pero creo que estarías mejor si desaparezco de


tu

vida... Me gustaría decirte eso, en serio que sí, pero ¡No quiero

dejarte ir! ¡Te amo tanto que siento que si te pierdo ya no habrá
nada

en este mundo por lo cual vivir!— Jungkook gritó y lloró como un


niño

pequeño, se sentía sofocado, abrumado por su deseo egoísta de


permanecer

al lado de la persona que más ama y anhela, por unos instantes la

obscuridad le cegó y pensó que era el fin, pero, aquella luz por la
que

tanto sufrió, le iluminó el camino que aún debía seguir.

Jungkook... Kookie.— Taehyung le abrazaba con fuerza,


queriéndole
transmitir todo el amor que era difícil de decir con simples palabras

ahogadas. Quería que Jungkook dejara de llorar y que, al fin


después de

tanto tiempo, le mostrará aquella encantadora sonrisa que siempre


le

había fascinado.— Siempre te he amado, Jungkookie hyung.

Jungkook

apartó a Taehyung tomándolo de la cadera, quería asesorarse de


que lo

que había escuchado era verdad y no un simple engaño de su


mente dañada,

pero todos sus negativos pensamientos quedaron en el olvido al

reconocer el hermoso brillo de anhelo y devoción en los ojos


avellana de

Taehyung, aquel brillo que tanto había querido volver a ver. Había

extrañado reflejarse en ésos maravillosos y sinceros ojos. Sonrió


al

estar seguro de que no mentía, se aferró a su cintura para no


dejarle

ir, porque por fin, después de tanto tiempo lleno de rechazos y


dolor,

las heridas comenzaban a cicatrizar.


Te amo Taehyung y haré lo que esté en mis manos para reparar lo


que he

dañado.— Jungkook susurró aquella promesa como si de un


secreto de

tratara y Taehyung sonrió porque Jungkook había cambiado, para


él y sólo

por él.

— Repararemos nuestras

piezas... Juntos. — Taehyung le miró con suma calidez y Jungkook


no pudo

resistirlo más, estaba en su límite. Lo besó, el momento que


ambos

habían estado esperando y que había sido quebrantado por la


arrogancia y

el orgullo al fin llegó. El beso estaba cargado de anhelo, calidez y

añoranza, había esperado más de lo que les hubiese gustado, pero


poco

importaba ahora, por fin estaban juntos.


[. . .]

— ¿Qué deseas?— Jimin

miraba un punto fijo del establecimiento que yacía completamente


vacío y

son algunas lámparas tenuemente encendidas, evitaba, por más


fastidio

que nada, mirar al chico de tez blanquecina frente suyo.

— Sólo una pequeña

salida de compañeros de trabajo.— dijo Yoongi, comenzando a


desesperarse

por la falta de atención hacia su persona. Quería que Jimin le


mirara

como solía hacerlo con el joven de castaños cabellos y dulce


sonrisa.

Jimin suspiró, por quinta vez desde que Yoongi le detuvo cerca de
la salida, y le miró.
— No estoy de humor y no

creo que a usted le guste soportarme, soy de lo peor.— Dijo


arrastrando

las palabras y forzando sus labios para formar un deplorable


sonrisa.

Yoongi sintió escalofríos y una inmensa tristeza.

¿Por qué tenía que ser

mejor aquel joven que él? ¿Por qué Jimin no lo quería? Esas y mil

preguntas se hacía Yoongi, Jimin pensó que era un fastidio, pero


muy

dentro de sí comenzaba a sentir culpa y una inmensas ganas de


llorar.

¿Por qué se había vuelto una escoria? ¿Por qué...?

Un empujón hicieron a

Jimin salir de su crisis mental, volteó molesto para ver que


demonios

había sido y, al ver de quién se trataba, frunció el ceño.

5
— ¿Qué demonios haces aquí a esta maldita hora?

— Ah... Eh... Bueno,

Namjoon me dijo que viniera a esta hora porque se supone que ya


no

estarías... ¡Digo! ¡Porque dijo que era la única hora libre que tenía!

¡Sí, por eso!— Hoseok dijo efusivamente al haberse dado cuenta de


su

error, sin embargo, la cara de Jimin le hicieron ver que


definitivamente

se había echado la soga al cuello.

— Pues vuelve en otro

momento, estamos ocupados.— Yoongi se hizo presente en el


campo de

visión de Hoseok, éste queriendo llorar por la tétrica que ambos


jóvenes

le mandaban.
— Claro...

— No, quedate, no es

nada importante.— Jimin dijo sin tacto alguno, haciendo sentir


dolido a

Yoongi y a Hoseok incómodo.— Yoongi hyung, por favor, déjeme


en paz, lo

digo por su bien.— Y con aquellas palabras, Yoongi salió corriendo


y

enrojecido hasta las orejas por la humillación que Jimin le había


hecho

sentir.

— Oye.— Hoseok llamó de

forma grave, Jimin le miró esperando lo que sabría vendría.— Que

Taehyung te haya botado no te da el más mínimo derecho de


aplastar los

sentimientos de las personas sin tacto alguno.


Jimin abrió los ojos en demasía y sonrió de forma nerviosa.

— ¿Qué has dicho? ¡¿Qué

mierda has dicho?!— Jimin tomó con fuerza el ruedo de la camisa


de

Hoseok y lo estrelló contra la puerta principal.— ¡¿Quién te crees


que

eres para soltarme esa mierda?! ¡Dime!

Hoseok trató de

soltarse, pero dejó de forcejear cuando vio como Jimin, a pesar de

sonreír como un lunático, lloraba sin parar.— ¡¿Por qué me tengo


que

preocupar por los sentimientos de Yoongi o los de Jungkook o los


de

Taehyung?!— Jimin dejó de apretar la camisa de Hoseok, sin


soltarlo,

siguió gritando sin cesar.— ¡¿Y mis sentimientos qué?!... ¿Quién


se

preocupa por ellos? ¿Por qué soy el único que dejan atrás?

Jimin se dejó caer de

rodillas y Hoseok con él, éste no sabía como responder a todas


esas
preguntas que sabía eran importantes, sin embargo, como dijo
Jimin,

¿Quién era él en verdad? Tal vez Jimin no era el único atrapado en


el

pasado, tal vez él también estaba al borde del abismo y sirviendo


de

soporte para que Jungkook no siguiera hundiéndose. Él también


había

hecho mal en el pasado y cada vez sufría la misma pesadilla, al


igual

que Jungkook, pero ¿A él quién lo ayudaba? Si él sostenía la


espalda de

Jungkook ¿Quién sostenía la suya?

— Jimin ¿Quieres salir

del abismo?— preguntó, mirando el techo blanquecino encima de


ellos. El

mencionado alzó su rostro y, secándose las lágrimas, miró con


sorpresa

el lloroso rostro de Hoseok.

— Sí.
— Entonces ven y toma mi mano.

•25•

Despertó

por los rayos del sol que se filtraban por las delgadas cortinas,
quiso

darse la vuelta y seguir durmiendo. Los ojos le dolían, había


llorado

toda la noche en los brazos de alguien que consideraba su


enemigo, para

su suerte, o más bien para la de ambos, Namjoon había llegado


justo en

el momento de alejarse el uno del otro. Ciertamente Jimin no quería

seguir ahogando sus penas en el regazo de alguien que, de algún


modo,

tampoco quería hacerlo en su hombro. Jimin pensó que Hoseok


era un

persona extraña, pero que al fin y al cabo también era parte de la

trágica historia.
Se

levantó con pereza, miró su mesita de noche y tomó una cajetilla


de

cigarros junto con el encendedor de junto, sabía que fumar a tan

tempranas horas de la mañana era una completa estupidez, sin


embargo,

necesitaba "sacar" todo dentro de sí con el humo de aquel mortal


vicio.

Por un momento, mientras prendía en cigarro y salía al balcón de


su

habitación, pensó detenidamente en los sentimientos de Yoongi,


aquel

joven que siempre estaba detrás suyo, y llegó a una rápida


conclusión,

no podría corresponderle, no sería justo para Yoongi y ni para él.

Gracias a Hoseok, o eso quiere pensar, no alargaría algo que sabe


se

haría un gran problema si no se detiene a tiempo, no quiere


agrandar más

la lista de personas con el corazón roto. Da una calda al pequeño

cilindro lleno de químicos y, mientras cierra los ojos, deja ir el


humo

tóxico de entre sus labios.

— Taehyung...— susurra débilmente y, como de costumbre, se


inunda en sus recuerdos.
" Jimin paseaba su mirada por los estudiantes de nuevo ingreso, le
emocionaba ser el mayor de alguien, puesto que ya había estado
en su lugar.

Todos se veían perdidos y adorables, sin embargo, frunció el ceño


cuando vio a Jeon Jungkook, el único ser humano que no
soportaba, gritándole a un pequeño chico de complexión un tanto
robusta y mirada decaída. Eso le dio curiosidad y rabia al mismo
tiempo, ese niño no dejaba de perseguir a Jeon por todo el
campus, pero éste sólo le gritaba y empujaba lejos. Algo que sin
duda le llamó la atención fue la sonrisa más rara y hermosa del
mundo que mostraba aquel niño, no pudo evitar pensar que era
preciosa, como así también que era dirigida para la persona
equivocada. Desde entonces había surgido una lista de cosas que
envidiaba de Jeon, y

el primer punto que era el poseer la atención de aquel peculiar


chico.

Y, con el transcurso del tiempo, más y más puntos se fueron


agregando a

la lista, como recibir aquellas sonrisas cargadas de cariño, las


cuales

tristemente era dadas sin ser correspondidas. También estaba el


recibir
su completa atención, las cual deseaba cada vez más con el
transcurrir

de los días. Y como los días pasaban, sus dudas también crecían,
Jimin

no entendía porque Jungkook ignoraba a tan tierno muchacho, no


entendía

porque se sentía tan desesperado y tampoco entendía porque ese


joven no

lo veía.

Jimin al ser de grado superior, podía impartir clases


extraordinarias a los de menor grado y un día, de forma milagrosa,
jamás pensó de que el chico que tanto miraba sin siquiera ser
consciente de que lo hacía, le pidiera ayuda en algo, en música.
Cada vez que sus ojos le veían, su alma entraba en completa
calma, su sonrisa parecía automática cuando se traba sólo de él y
nada más él.

Estaba feliz, jamás había sentido tal dicha en su corta vida y lo

agradecía, le agradecía a Taehyung por haberle dado la


oportunidad de

sentirla.
No esperó enamorarse y mucho menos se esperó odiar tanto a un
ser humano a tal punto de hacerlo desaparecer,

porque sí, a pesar de tener la atención de Taehyung, no tenía su

corazón y, con el paso del tiempo, su codicia, como el de su odio,

aumentaban sin siquiera pedirlo. Amaba a Taehyung, eso tuvo que


admitirlo, y, sin duda y pena, odiaba a Jungkook, sentimientos
completamente opuestos, pero demasiado ciertos que le hicieron
perder poco a poco de lo que solía ser."

Las lágrimas comenzaron a

caer sin cesar por sus mejillas al igual que la ceniza del cigarrillo

que había sido abandonado por los labios aprisionados del


castaño. Las

fuerzas de Jimin cada vez iban desvaneciéndose hasta el punto de


no

quedar rastro, no podía sacarse las palabras que Taehyung le dijo


el

último día que se vieron, pero lo que realmente le tenía en ese fatal

estado, fueron las palabras que él le dijo al único chico que amaba.
La

culpa le carcomía como buitre, era doloroso el seguir pensando en


un

chico que le tiene fuera de su vida. En un chico que es feliz en los

brazos de otro.
Escuchó el timbre de su celular y, con pasos tranquilos, fue hasta
el para tomarlo entre su palma y, segundos después, colgar.

— Lo siento Yoongi hyung, pero no puedo meterte en esto.

[...]

— ¿Por qué soy tan débil

cuándo se trata de ti?— preguntó Taehyung mientras estaba


escondido en

el pecho de Jungkook. El cual agradecía profundamente el que


Taehyung le
permitiese quedarse en aquella habitación donde curo sus heridas
y

había hecho una y mil cosas con otro hombre, que muy en el fondo
le

agradece haber cuidado de Taehyung.

— Lo mismo me pregunto,

me tiemblan las piernas cuando te veo y tengo ganas de llorar


cuando te

alejas.— dijo Jungkook mientras besaba sus cabellos y le apretaba


cada

vez más para tenerlo cerca. Las mejillas de ambos adquirieron un


tenue

color rosáceo y, después de unos minutos donde se dedicaron a


escuchar

el latir desenfrenado del contrario, decidieron mirarse directamente


a

los ojos.— Te amo.

Taehyung sonrió y, por

consecuente, Jungkook con él. Ambos se sentían al fin completos


y
dispuestos a romper con todas las barreras que llevaban frente de
sí.

Jungkook se sintió dichoso de poder reponer aquellas alas que el


mismo

cortó y que yacen llenas de cicatrices.

— ¿Me amas tú también?—

preguntó Jungkook, acostándose boca arriba y colocando a


Taehyung sobre

él. El moreno le besó la mejilla y después hizo lo mismo con la otra

cuando Jungkook estaba por hablar, pero cuando éste quiso volver
a

pronunciar palabra, su mentón, nariz y frente fueron besadas.

— ¿Eso no contesta tu pregunta?— con tono burlón Taehyung dijo


y Jungkook sonrió.

— Bueno, te faltó lo más

importante.— Alzo sus labios y de inmediato Taehyung unió los


propios

con los contrarios. Se inundaron en aquel beso que prometía más,


pero
fue roto por falta de aire, o eso pensó Jungkook cuando Taehyung
se paró

casi de un salto.— ¿Tae?

— Lo siento, es que aún

me da vergüenza, Kookie.— dijo sin darle la cara y Jungkook no


preguntó,

le creyó ¿Qué podría saber él? Nada y eso, por el momento, para

Taehyung estaba bien.

Porque mientras Jungkook

sonreía con ternura por la "timidez" de su joven amado, éste se

limpiaba la sangre que escurría por sus labios temblorosos.

"TIC TAC TIC TAC, el reloj comenzó a rodar en cuenta regresiva".

•26•
Los

dedos de Jungkook tamborileaban sobre su bíceps y fumaba un


cigarrillo

mientras esperaba fuera del edificio donde Taehyung vivía, él se


había

despertado unas horas antes para ir a su casa a cambiarse y


recoger algo

de dinero, le mandó mensaje a Taehyung para que no se


preocupara y no

pensara cosas erróneas. Ese día consentiría a su chico, a su bello


ángel

que le hizo sentir agonía y gozo al mismo tiempo, y mientras


seguía

pensando a que lugares irían, que harían o cuántos besos se


darían, su

visión se vio obscurecida de repente, sus ojos habían sido tapados


y

rápidamente reconoció el calor de aquellas suaves manos, las


cuales

cubrió con las suyas y lentamente las bajó para darle un beso a
cada

una; Taehyung se sonrojó por el acto tan cariñoso y sonrió como el


chico

enamorado que era ante el hombre frente de él.


Jungkook

volteó y no pudo esconder su "aconejada" sonrisa cuando vio lo


adorable

que lucía el menor en ese lindo pantalón blanco entallado, polera


rosa

pastel y su chaqueta de cuero, la cual le había dejado en la


madrugada

para que no pasase frío, le gustaba aquel conjunto, puesto que


portaba

algo suyo y eso le regocijaba en el interior, era como si ese


pequeño y

adorable chico le perteneciese.

No

dijeron con palabras las intensas ganas que tenían de fundirse en


un

beso necesitado, simplemente lo hicieron, ambos no esperaron a


juntar

sus labios en tan pasional y envidiable beso, como su trascendente


amor.

No les importaba las miradas ajenas, sólo eran ellos dos y eso era
más

que suficiente, la verdad ya no era necesario recurrir a otras


personas

si sólo se tenían nuevamente ellos dos. Al terminar el beso,


Jungkook
subió con delicadeza el menudo cuerpo de Taehyung a la
motocicleta para

después subirse él y al sentir esos delgados brazos rodearle,


emprender

en dirección a la universidad, donde varios les esperarían con


asombro y

otros con... Tristeza.

Taehyung

se aferraba al torso de Jungkook, y no sólo era para evitar caerse


por

la velocidad, sino por la necesidad de complementarse con él


imponente

chico frente a él. El menor sabía que serían el centro de atención


en la

universidad, sería entendible puesto que él era un "play boy" y

Jungkook era el chico peligro, pero lo que en verdad le


preocupaba, y

dolía de algún modo, era el como vería a la cara a Jimin, sentía


culpa,

el mayor no se merecía su rechazo, pero no podía hacer nada


ahora.

Aunque fue por su bien alejarlo, puesto que jamás le amaría como
amaba a

Jungkook, aunque tampoco podía negar que le hubiese encantado

corresponder el amor que Jimin le tenía.


[. . .]

Por

fin llegaron a la universidad y, como ambos lo pensaron, varias


miradas

yacían posadas sobre sus manos entrelazadas. Ambos lucían


como dos

mundos totalmente distintos y eso era lo único que veía la


sociedad,

puesto que no conocían la desgarradora historia que yacía bajo las

sombras de su reencuentro. Jungkook dio suaves apretones a la


mano de

Taehyung para calmarlo y hacerle saber que por nada del mundo lo
dejaría

solo, éste suspiro para liberar tensión, para después darle una
ligera

sonrisa a su amante.
Sin

embargo, ambos quedaron en silencio al ver al destruido castaño


que

yacía unos cuantos pasos delante a ellos. Jimin les miraba con
dolor, a

punto de deshacerse nuevamente en lágrimas, pero por alguna


razón

sonreía orgulloso, ni él sabía el porqué, ya que en realidad él


deseaba

tomar la mano de Taehyung en vez de Jungkook, porque él


deseaba estar en

el lugar de Jungkook.

Taehyung

sintió su labio temblar al ver los hermosos ojos achocolatados de


Jimin

brillar con tristeza, le dolía ver a una persona tan valiente y

cariñosa en un fatídico punto de quiebre, era devastador. Y


Taehyung

sintió pena por haber arrastrado el amor puro y corazón noble de


Jimin

por culpa del inmenso amor que sentía por Jungkook.


Taehyung

fue destruido por Jungkook, Jungkook fue destruido por


Taehyung,

Taehyung fue reparado por Jimin, Jimin fue destruido por


Taehyung,

Jungkook fue reparado por Taehyung y aquella cadena podría


seguir y

seguir hasta que cada individuo estuviera en el lugar del otro.


Todos

llegaron a estar en el lugar de otra persona, todos llegaron a sentir


el

mismo cielo y el mismo infierno, porque así fue, porque así tuvo
que

ser.

Jimin

cada paso que daba más cerca de la pareja, sentía que en


cualquier

momento su corazón explotaría, era sumamente doloroso, no podía


negarlo,
pero tendría que dejarlos seguir con su vida y él debería seguir
con la

suya, todo eso para romper el círculo vicioso de dolor. Al estar


frente

a ellos, lo primero que hizo fue golpear a Jungkook en el rostro


por

acto de reflejo y sin pensarlo realmente, éste lo recibió sin ninguna

queja puesto que le agradecía profundamente a Jimin el haber


cuidado y

reparado a Taehyung en todo el tiempo que estuvo lejos de su


lado.

Taehyung cerró los ojos con fuerza al ver que Jimin se giró en su

dirección, esperó el golpe, pero terminó por abrir los ojos

desmesuradamente al ser rodeado por unos fuertes brazos y


escuchar unos

ligeros sollozos. Jimin se encontraba llorando en su cuello y


Taehyung

supo que de alguna manera no quería verse débil frente a las pocas

personas que se habían reunido alrededor de ellos, así que


también lo

rodeo con sus brazos en un íntimo abrazo que hizo latir ferozmente
el

delicado corazón de Jimin. Taehyung, respirando hondamente y


asintiendo a

Jungkook, el cual había estado observando como el resto y


decidió

voltearse para dejarlos arreglar su situación, fue el primero en


tomar
la palabra:

— L-lo que te dije esa

noche... Fue mentira, jamás pensé en ti como un juego, jamás—


Taehyung

se aferraba a la temblorosa espalda del mayor, para evitar de


alguna

manera derramar las lágrimas que insolentes querían abandonar


sus

cuencas almendradas, Jimin a pesar de sollozar podía escuchar


claramente

las palabras dichas en su oreja como si fueran un secreto.—, e-en


serio

me duele el no poder haberme enamorado de ti, sin embargo, eres


mi

ángel. Nunca quise lastimarte, Jimin. Nunca.

— Lo sé.— el mayor se

separó regalándole su más grande sonrisa, sin embargo, era el


cuadro más

triste para Taehyung. Jimin por un fugaz instante pensó que todo
el
dolor que estaba sintiendo no se lo merecía, él jamás debió
involucrarse

con Taehyung, pero recordó que siempre supo que el corazón de


Taehyung

jamás sería suyo.

— Perdóname Jimin.— Taehyung dijo al borde de las lágrimas, no


sabía y podría seguir conteniéndolas.

— No— dijo Jimin tomándole las mejillas, a lo que Taehyung le


miró sorprendido.— Perdóname tú a mí.

— ¿Por qué?

— Por seguir amándote a

pesar de que ya has elegido con quien permanecer.— acarició las

sonrosadas mejillas del castaño y apretó los labios para poder

concluir.— Te amo Taehyung.— miró de reojo a Jungkook y éste al


sentir
que le observaban volteó, y al ver como Jimin le suplicaba con su

cansada mirada un favor silencioso, no pudo negarse, asintió y les


dio

nuevamente la espalda. Jimin al fin y al cabo se lo merecía, su


último y

preciado deseo de despedida.

Y así lo hizo, juntó por

última vez sus labios con los de Taehyung, su último deseo era el

despedirse de su único y primer amor. El beso fue húmedo por las

lágrimas que pasaban sobre los labios de ambos, porque


Taehyung no pudo

resistir más y dejó que las lágrimas hicieran su aparición.


Taehyung

sabía que era el fin con Jimin, que ambos tomarían caminos
diferentes y

ya nada sería lo mismo, ese no era un hasta luego, era un adiós,


aún

así, y sintiendo que una parte de él quedaría vacía, Taehyung jamás

podría olvidar que Jimin era el hombre al que siempre devoción le

tendrá, Jimin era su ángel.


Jimin se separó y memorizó el perfecto rostro ante él, puede que lo
llegue a superar en un futuro, pero jamás podría olvidarle.

— Jeon — el mayor llamó

al azabache, a lo que éste volteó al instante—, juró que si le haces

daño, yo mismo me encargaré de hacerte pagar con tu sangre—


amenazó con

la voz ronca.— Por favor cuida a lo que más amo.— dijo


importándole poco

la magnitud de sus palabras.

— Está bien, yo también

lo amo y no permitiré que vuelva a sufrir, si es necesario, lo


protegeré

de mí mismo.— prometió Jungkook.


Jimin sonrió como hace

bastante no lo hacía, de nueva cuenta se giró para encarar al


lloroso

castaño, juntó sus frentes y por última vez pronunció:

— Adiós Taehyung.— se separó, se dio la vuelta y emprendió


camino hacia un nuevo futuro.

— Adiós... Jiminnie

hyung.— el mencionado paró por un instante ante la pronunciación


de

aquel apodo que por tanto tiempo lo hizo feliz. Asintió sin voltear y

dejó que más lágrimas salieran mientras se alejaba de aquel par


que

miraba su espalda con devoción y gratitud.

Jungkook abrazó por


detrás al tembloroso castaño, le quería dar el confort que
necesitaba,

porque Jungkook podía imaginarse el dolor que Taehyung estaría


sintiendo

al haberse despedido de su salvador, su querido Jiminnie hyung.

[. . .]

Yoongi apareció frente a

Jimin mientras éste se encontraba en la azotea y yacía con la vista

nublada mirando el azulado cielo. Jimin le miró con dolor, aún le


dolía,

pero ya no tanto como antes. Ahora todo sería de diferente y eso


le

causaba bienestar y tranquilidad. Se paró delante de Yoongi y

rápidamente le dio una breve reverencia, el pelinegro no entendió


hasta

que el chico habló:


— Siento lo que pasó el

otro día en la cafetería. Mi forma de comportarme fue infantil y

ridícula, por ello quiero pedirte mis más sinceras disculpas.— dijo
con

voz tranquila y mirando a los gatunos ojos del chico frente a él.

Yoongi quedó atónito y

sus mejillas se pintaron de carmín, estaba alegre porque Jimin


parecía

hablar con la verdad y sentir culpa genuina.— Eso significa que...

Fue interrumpido

inmediatamente por Jimin— Sin embargo, Yoongi hyung, no puedo

corresponder tus sentimientos en estos momentos.— Yoongi


quedó en blanco

por unos instantes, pero realmente ya sabía la respuesta de Jimin


hacia

sus sentimientos, sabía que sería rechazado, pero agradecía

profundamente el haberlo escuchado sin titubeos.— No puedo


tener una
relación contigo ni con nadie hasta que logre superar Taehyung, lo

siento.

— Pero... Si es así, ¡yo

podría darte lo que no él no se atrevió a darte! Verás que podrás

superarlo si tienes a alguien que te ayude a sacarlo.— dijo de


pronto,

pensando que tal vez Jimin aceptaría.— Yo...

Jimin levantó la mirada e interrumpió de nueva cuenta al mayor.

— Tal vez tengas razón,

pero esa persona no serás tú ni nadie en mucho tiempo.— relajó su


mirada

y continuó.— Sé lo que se siente estar en aquel lugar, sé lo que se

siente querer conformarse con ser la segunda opción para todo y


por eso

mismo no quiero repetir la misma historia, no quiero hacerte daño,


no

habrá nunca nadie que logré suplantar a Taehyung para mí, así
como yo
jamás pude suplantar a Jungkook para él. Por eso, encontraré a
alguien

que no se parezca en nada a él. — sonrió con sinceridad, sabía lo


que

sentía y no quería que ese mismo círculo se repitiera con Yoongi,


lo

apreciaba, sí, pero jamás llegaría a amarlo.— Por favor, encuentre


su

propia felicidad... Yo estaré bien.

Y con eso último dicho,

Jimin pasó de largo a Yoongi para irse y poner su vida nuevamente


en

orden, cuando cruzo la puerta de la azotea vio como Hoseok yacía

escondido al lado de ésta.

— ¿Qué haces aquí?— preguntó al pelinaranja que parecía


contener la respiración.
— Pues... Como te fuiste

todo triste de la escenita que hicieron en la puerta principal y

viniste directo para acá, pensé que te tirarías, pero como Yoongi
entró

antes que yo y hablaron de otras cosas que no eran suicidas,


decidí

quedarme aquí como buen chico.— Hoseok mostró una sonrisa


apenada y

Jimin no pudo evitar copiarle. Le dio unas cuentas palmadas en el


hombro

y contestó con una sonrisa sincera:

— Lo siento, pero tu oportunidad de hacerte el héroe tendrá que


esperar.

— Supongo que sí...

[. . .]
Aquel día pasó distinto

para cada persona, para unas pasó normal, para otras simplemente
no

importo si transcurrió. Aquel día hubo despedidas dolorosas,


rechazos

esperados y disculpas atrasadas. Los seres humanos se preguntan


el

porqué de las cosas, sólo se sabe que lo inevitable siempre


ocurrirá

tarde o temprano, eso es a lo que llaman "destino".

Han pasado hermosos,

tristes y fatídicos momentos a lo largo de este devastador


recorrido...

Un recorrido que tiene su final escrito desde antes que comenzara..


•27•

Los

días pasaban con total calma porque sabían que estando juntos
nada

podía perturbarlos. Ellos estaban felices de estar al lado de la


persona

que más amaban en el mundo y eso era merito para poder sonreír
sin

miedo a nada, como Jungkook en aquellos momentos donde


delineaba las

contorneadas caderas de su, ahora, novio mientras éste bailaba al


ritmo

de la resonante música. Ambos estaban en uno de los tantos bares

clandestinos a los que Jungkook solía ir después de tener alguna

carrera, ésa noche había sido la mejor para el azabache. Había


vuelto a

la cima de los mejores corredores callejeros al haber vencido a

DongJae, un fuerte rival y gran amigo, pero sabe de ante mano que
lo

mejor fue que Taehyung le acompañó esa noche, le había besado


frente a

todo el público y le susurró que lo amaba, ese era su amuleto de


buena
suerte. Ahora celebraban su éxito, pero también celebraban el que
la

vida les dio otra ligera oportunidad de estar juntos.

Taehyung

disfrutaba del pasear de aquellas manos que daban a entender a


los

demás lo posesivas que eran y lo mucho que Jungkook sólo lo


quería para

él. Disfrutaba de la calmada respiración ajena pegando en la parte

trasera de su cuello, le gustaba el ritmo que ambos cuerpos


creaban en

esa pista infestada de personas, se giró para encarar al imponente


chico

que lo abrazaba con posesión, al encontrar sus profundos ojos


una

fuerza magnética los unió al instante en un pasional beso, un beso


que

producía envidia a quien fuera que los viera, porque ese beso
demostraba

el más puro amor y el incandescente deseo.


Al

separarse, un hilo de saliva unía sus hinchados labios, sólo


sonrieron

como los enamorados que eran y sus miradas gritaron el unir cada
fibra

de sus cuerpos. Deseaban volverse a unir como una sola persona,


fundir

su deseo en sus cuerpos y forjar satisfacción pura, verter su libido

chorreante sobre su piel y culminar hasta el siguiente amanecer.

sin duda alguna sobre sus mentes liberadas de todo el dolor que
vivieron

en un turbio pasado, esa noche sus almas al fin una se harían.

[. . .]

Aquella
puerta dejó entrar a una pareja ardiendo en deseo. No pudieron
aguantar

más la sofocación del bar, necesitaban tocarse, sentirse... Unirse


en

uno solo. Se besaban con fiereza, con ardiente pasión, no podían


parar, y

tampoco es como si lo quisieran. Jungkook tenía a Taehyung


contra la

pared y su cuerpo ardiente e inquieto, las caderas y lo labios del

moreno yacían cautivas por la fuerza del azabache, éste sonriendo


en

medio del beso por como el menor se aferraba a su cuello y


tironeaba

levemente sus cabellos; Taehyung se asustó cuando mordió más


de la

cuenta el labio inferior de Jungkook y éste se separó por reflejo, su

temor aumento cuando le vio escurrir un poco de sangre, y cuando


cerró

los ojos no pudo evitar que los dolorosos recuerdos llegaran a él


en

fuertes oleadas, pensó que sería golpeado a no escuchar ni un sólo


ruido

por parte de Jungkook, sin embargo, al abrir sus ojos pudo ver el

mentón de Jungkook, éste le estaba besando la frente.

— No
pienso hacerte daño... Nunca más.— susurró, había podido
deducir el

brillo de temor en esos avellanados ojos que le volvían loco,


recordaba

ese brillo, mismo que juró no volver a provocar. Taehyung sintió


sus

ojos aguar, estaba realmente contento de que Jungkook haya


cambiado. Le

abrazó con un poco más de fuerza mientras dejaba un diminuto


beso en su

cuello.

Cuida de mí.— dijo y al instante fue besado en los labios, no con la

misma intensidad de hace unos instantes, sino con ternura y


lentitud sin

perder el toque de deseo que el otro sentía por él. Fue levantado
por

los fuertes brazos de Jungkook y por reflejo enrolló sus


extremidades al

cuerpo de su amante, en el camino a la habitación no faltaron


leves

susurros de cariño, palabras tiernas toqueteos traviesos.


Al

llegar a la habitación del azabache, éste recostó con sumo cuidado


a su

chico y estando encima de Taehyung comenzó a besarlo con


lentitud. Amaba

la textura de sus labios, amaba sus leves toques en su espalda y


amaba

entre abrir los ojos y ver aquellas largas pestañas que rosaban sus

mejillas. Taehyung era una obra de arte en toda la extensión de la

palabra y del significado mismo, y era feliz porque sería totalmente

suyo de nuevo.

La

camisa blanca de Jungkook fue deslizada de su cuerpo por las


suaves y

largas manos de Taehyung, las cuales disfrutaban el roce con la


marcada

musculatura del contrario, el mayor cerró los ojos y besó con más

profundidad al sentir tan armonioso toque, un toque que


demostraba la

devoción que el otro sentía por él.

De igual forma, o hasta


con más delicadeza, la camisa de Taehyung fue quitada de su
cuerpo, el

menor se cubrió con vergüenza, no quería que viera su nuevo


cuerpo, uno

lleno de diferentes cicatrices. Jungkook le apartó las manos, las

entrelazó y observó su cuerpo con la poca luz que la luna ofrecía, y

sonrió con tristeza al recordar la cicatriz de su costilla derecha, esa

se la había hecho él. La besó como forma de disculpa atrasada y


levantó

su rostro sonrojado al escuchar el ligero gemido que el castaño


soltó

ante su beso, había sido música para sus oídos, una nota de su
partitura

erótica e inicio de la canción que formarían esa noche.

— Hermoso, eres hermoso

Taehyung. — Jungkook susurró sobre el cuello ajeno, donde dejó


un beso

para después pasar a succionar y dejar marca en aquella piel


ardiente

que estaba dispuesta a volverse su lienzo. Los leves gemidos del


menor

le incitaban a poseerle con más fervor. Taehyung también comenzó


a
besarle el cuello y dejarle leves marcas.

Los besos de Jungkook

bajaron hacia el abdomen plano, le encantaba la suave piel que


ardía

bajo sus actos, le fascinaba la mirada suplicante de su chico que


pedía

cada vez más. Tomó su mano y le levantó hasta que ambos


quedasen

parados, frente a frente. Taehyung delineó con un poco de


vergüenza el

escultural cuerpo que recibía sus caricias gustoso, sus manos


recorrían

cada músculo, cada tatuaje hasta llegar al ruedo del pantalón el


cual

sólo delineaba. Jungkook juntó sus labios mientras acercaba sus


cuerpos

hasta el punto de que sus pechos chocasen y pudiesen sentir el


latir de

sus corazones, sus erecciones rozaban sobre la tela, pero no


tenían

prisa de acabar con ese momento, harían el amor, no sólo sería


sexo,

había sentimientos de por medio y eso era lo que más agradecían.

Jungkook obligó al castaño a sentarse al filo de la cama, al hacerlo,


él
se arrodilló frente a Taehyung para ir desabrochando su pantalón,
y

mientras lo deslizaba él besaba la suave piel que el pantalón dejaba


ver

ante su quite; los muslos, las rodillas y hasta la punta del pie
fueron

consentidos por los besos de Jungkook; Taehyung trataba de


taparse

porque sentía vergüenza de la notable diferencia entre ambos


cuerpos.

Jungkook tenía un cuerpo viril, era alto, delgado, hecho todo un


hombre,

mientras el suyo parecía de un chico escuálido, sentía que aún


quedaban

rastros de su antigua apariencia y se sentía impotente, sin


embargo,

sus manos fueron quitadas por las del mayor, porque éste deseaba
ver

aquel tierno cuerpo, tan suyo, a pesar de que no haber sido en


único el

tocarlo.

— Taehyung...— besó cada

una de sus manos con cariño.— No te escondas, déjame verte.—


el pequeño

castaño asintió, fue levantado y girado, para que Jungkook


pudiese
abrazarlo por detrás.— Eres precioso. — susurró con su rostro
escondido

en su cuello, aspirando su dulce aroma, aroma que también había


sido

combinado con él suyo. Jungkook se deshizo de su propia ropa,


quedando

completamente desnudo, haciendo que su erecto miembro


chocase contra los

glúteos del menor, éste aún portaba sus boxers y al sentir aquel

miembro, gimió.

Nuevamente se

encontraban sobre la cama besándose completamente desnudos,


explorando

cada centímetro de la piel ajena, deleitándose con gemidos, jadeos


y

gruñidos; Jungkook se posicionó en medio de esas largas piernas,


tan

lindas y suaves, se levantó y sonrió al ver tan linda escena, su


chico

con los labios rojizos e hinchados, cabellos desordenados y


respiración

errática, precioso sin duda. Chupó dos de sus dedos hasta


llenarlos
completamente de saliva, su miembro imploraba sentir la calidez
ajena,

llevó sus dedos a la entrada del menor, éste por acto de reflejo
abrió

aún más sus piernas. Chilló por el punzante dolor en su parte baja

cuando Jungkook metió el primer dedo, dolía, pero sabía que


pronto se

sentiría bien, en especial si Jungkook se encontraba con él.

Los dedos de azabache

entraban con lentitud mientras masturbaba a su novio para


distraerlo,

porque lo menos que deseaba era provocarle dolor, introdujo otro


dedo al

ver que el rostro de su pareja se relajaba, se inclinó para besarle

nuevamente. Aquellos labios eran su perdición, su adicción, no


podría

imaginarse dejarlos de besar, simplemente los amaba. Taehyung


tomó ambos

miembros y los comenzó a masturbar mientras era dilatado por los


dedos

de su novio. Ambos gimieron por la sensación tan placentera y

abrumadora, el azabache se separó con pena al sentir que


Taehyung ya

estaba lo suficientemente dilatado para poder recibirle.


— Te amo Taehyung. —

susurró sobre sus labios al perfilar la punta de su pene en la


entrada

del menor, ansiaba el momento de fundirse en un mismo individuo,


pero no

dejaría ir la oportunidad de decirle lo que sentía a su pareja.

— Te amo...— Taehyung al

sentir como Jungkook se iba introduciendo jadeo por el tamaño,


sin

embargo, lo disfrutaba porque era Jungkook el que lo


proclamaba.—

Kookie.— gimió en su oído al tenerlo totalmente dentro de él.


Jungkook

sonrió con ternura, extrañaba que esa linda boquita acompañada


de

aquella delirante voz le llamasen por ese apodo. Apodo que sólo le

permitiría al amor de su vida decirle.


Jungkook permaneció

quieto, sólo sintiendo las estrechas paredes apresarle


deliciosamente,

disfrutando de las suaves caricias en su espalda, disfrutando de


estar

con Taehyung, su novio, su amante, su primer amor.

— M-muevete.— ordenó el

castaño, necesitaba ser poseído por su chico. El mayor no espero


y

comenzó con un sensual contorneo de caderas que hacían a


Taehyung llorar

de placer.

Empujaba con

sensualidad, mientras ambos se abrazaban y susurraban el amor


que tanto

se tenían. Sus labios se juntaron en un fogoso beso; intenso como


las

embestidas, dulce; como el hormigueo en sus vientres, verdadero;


como su

amor.
Los gemidos de Taehyung

nacían en su garganta y morían en la boca ajena, los cuales


aumentaban

al ritmo de cada certera estocada que golpeaba su próstata.


Entrelazaron

sus manos, en signo de promesa, estaban en su límite. El miembro


de

Taehyung era deliciosamente friccionado entre ambos abdómenes


y el pene

de Jungkook era apretado por aquellas cálidas paredes.

Taehyung gimió

sonoramente al explotar en su ansiado orgasmo mientras aún


seguía siendo

fieramente embestido por su novio, el cual al ver tan erótica


escena,

también pinto las paredes ajenas con su esencia. No salió y no

pretendía hacerlo todavía, quería dejar hasta la última gota de su


semen

dentro de su razón para vivir. Taehyung sonrió al sentirse lleno,

sentir que había sido marcado por el único hombre al cual quería

pertenecer.
Jeon por fin salió

después de unos segundos donde sintió que todo lo había dejado


en

Taehyung, se acomodó a un lado de su novio, al cual atrajo en un


abrazo

para que ambos pudiesen dormir y sonrió por como éste se


aferraba a él.

Después de tanto tiempo, al fin podrían conciliar el sueño con

tranquilidad.

— Te amo.— musitaron al mismo tiempo y rieron cansadamente


por ello hasta caer en un profundo sueño.

[. . .]

— Sí, entiendo.—

Taehyung miraba con cariño al azabache que se encontraba boca


abajo en
la enorme cama, y después cambió su mirar hacia la ventana
donde pudo

ver que a las afueras el ambiente se veía grisáceo, puesto que aún
el

sol no hacía aparición. Hablaba por teléfono en el pasillo y no


pudo

evitar sentirse triste por aquellas llamadas que le hacían pensar en

Jungkook y lo mucho que le fallaría en el futuro.— Sí, Sí. — asentía

cansado, mientras limpiaba la comisura de sus labios titados de


carmín.

Vómito con sangre había sido la causa de que saliese fuera del
calor de

su pareja. — Está bien, mañana iré a hacerme el chequeo, sí, hasta

mañana.— colgó la llamada y suspiró, se acercó hasta la gran


cama y

acarició los rebeldes cabellos de su novio, aún creía irreal el ser


tan

afortunado de tener el amor de Jungkook, sin embargo, eso no era


razón

suficiente para que olvidase su situación real.— Te amo Jungkook.

Su cita en el hospital

sería al día siguiente, citas que sabe no sirven para nada porque no
hay

nada que pueda ayudarlo... Ya es demasiado tarde y lo único que


puede

hacer es esperar lo inevitable...


•28•

Jungkook

despertó y al instante gruñó al no percibir el calor ajeno, se


levantó

bruscamente al afirmar que no había nadie a su lado y de inmediato

comenzaba a sentir como rápidamente la ansiedad recorría cada


fibra de

su cuerpo, sentir de nuevo esa impotencia era desgarradora y le


hacía

creer que todo lo de la noche anterior sólo había sido un sueño.


Sin

importarle su apariencia, salió de su habitación y comenzó a


buscar por

todos lados, cada rincón del departamento y hasta el pasillo, pero


no

había absolutamente nadie, regreso dentro y cuando la puerta se


cerró a

sus espaldas se dejó caer en el frío suelo y revolvió sus cabellos


por

la realidad que él creía que le golpeaba con fuerza esa mañana, su


pecho

subía y bajaba acorde con su irregular respiración, sin embargo, el


sonido de la puerta abrirse le hizo levantar la cabeza, no había sido

ningún sueño y lo confirmó cuando Taehyung estaba ahí, delante


de él,

con varias bolsas de supermercado mientras traía puesta su ropa.

Taehyung

sintió como su cuerpo era apretujado con fuerza, tanto fue la


sorpresa

que hizo tirar las bolsas que llevaba en mano; Jungkook le abrazó
con

posesión mientras su desnudo cuerpo temblaba a causa de la


ansiedad que

le había poseído, quería sentir el calor de Taehyung y saber que no


era

un espejismo más de su mente. Taehyung se preocupó al sentir el

tembloroso cuerpo de Jungkook, el como murmuraba en su cuello


y, al

abrazarlo de vuelta, como su espalda yacía empapada de sudor.

Jungkook ¿Qué te pasa? — acarició la ancha espalda que se


crispaba ante

su toque, se dejaron caer en el suelo cuando Jungkook ya no pudo


soportar más el estar de pie, su ansiedad ya no le permitía estar
tanto

tiempo lejos de Taehyung, sabía que con el pasar del tiempo se


volvía

cada vez más dependiente de Taehyung.

¿Dónde estabas?¿Por qué te fuiste sin avisar?¿Estás bien?— Un


sin fin de

preguntas salieron de Jungkook una vez se separó para


cerciorarse de

que su amado novio estuviera en perfecto estado.— Contéstame mi


amor.

Taehyung

sintió como su corazón se aceleraba y como sus mejillas se


calentaban,

sin duda ese nuevo Jungkook que yacía delante de él pidiendo por
su

bienestar era lo que siempre había soñado, sabía que a ese nuevo
chico

podía confiarle su corazón sin sentir miedo a ser herido. Acunó el

rostro de Jungkook y juntó sus frentes para poder calmar al


azabache que

parecía ser absorbido por la ansiedad, pero surcó sus labios en


una

sonrisa cuando Jungkook posó sus manos sobre las propias.


Estoy bien, sólo fui a comprar algunas cosas.— sonrió aún más
cuando fue

abrazado nuevamente con fuerza. Jungkook se había normalizado,


pero

necesitaba tocar a Taehyung, tenerlo en sus brazos y evitar que se


fuese

de su lado.

Necesito que me avises para la próxima, no te quiero lejos.— el


azabache

comenzó a pasear lentamente sus manos por toda la espalda de


Taehyung,

su mano derecha la llevó hasta la cabellera castaña y enredó sus


dedos

en los suaves cabellos. Su olor, combinado con el suyo, era sin


duda un

deleite que le hacía sentir totalmente orgulloso. Jungkook nunca se


pudo

haber imaginado que su preocupación por el menor sobrepasaría


la misma,

sin embargo, sabía más que nadie que Taehyung merecía aquel
trato, ese

delicado chico se merecía el cielo y su completa disposición.


Taehyung
se separó con un notable sonrojó al darse cuenta de la apariencia
de

Jungkook y éste ahí fue cuando dio cuenta de su completa


desnudez, pero

en vez de buscar algo para cubrirse sólo tomó la mano del menor y
la

colocó sobre su pecho, para que pudiese sentir los latidos


desenfrenados

que él le provocaba.— No te avergüences, al fin y al cabo, te

pertenezco solamente a ti.

Taehyung

deseaba llorar, aquellas palabras le gustaban y al mismo tiempo le

herían, se sentía egoísta y poco merecedor del azabache, sin duda


le

dolería irse del lado de aquel chico que cambió completamente su


vida

sólo por él, porque sabía que aquellas cicatrices cubiertas, en su

mayoría, por tatuajes no eran a causa exactamente de algún


accidente en

las carreras, sino también por peleas sin sentido, tratos con mala
gente

y conductas violentas contra la ley, Jungkook desde su partida se

auto-castigaba por lo que le había hecho, Jungkook buscaba morir.


Sus

labios fueron tomados por los ajenos en un contacto un tanto

superficial que le hicieron regresar su atención al muchacho frente


de

él. Jungkook le había besado con ternura porque aún tenía miedo
de

dañar tan hermosos belfos, aún tenía miedo de dañarlo a él y no


merecer

el estar a su lado, ahí, besándose como si no hubiese un mañana.


Los

besos de Jungkook viajaron al sensible y chupeteado cuello que se


dejaba

hacer ante él, Jungkook concordó que la piel de Taehyung era


suave como

la seda y delicada como por la porcelana. Sigue odiándose por


haberla

agrietado.

— Taehyung... Te amo.—

tomó aquel hermoso rostro entre sus manos y lo admiró, como


debió
haberlo hecho desde el principio. Cuando sus ojos se posaron
sobre los

ajenos no pudo evitar quedar atrapado en tan hermosas joyas, su


dedo

pulgar acarició aquellos adictivos labios que le hacían olvidar


quién

era y el transcurrir del tiempo, todo él, todo Taehyung lo amaba y


se

regaña por todo el innecesario dolor que le tuvo que hacer pasar a

Taehyung, pero ciertamente no cambiaría el suyo, porque gracias a


él

pudo caer profundamente enamorado de ese pequeño ser que le


toma del

rostro con devoción, amor y cariño, algo que aún no se cree


merecer

viniendo de Taehyung, pero no puede evitarlo, quiere recibir todo


lo que

rechazó y quiere dar todo lo que resguardó.

Taehyung sintió una

inmensa ola de calor recorrer cada rincón de su cuerpo, la manera


en la

que era tocado con delicadeza y la forma en la que era besado,

comenzaron a exaltarlo, quería desbordar toda su creciente pasión


en el
joven que deseaba lo mismo que él desde el primer momento que
le tocó, y

hubiera podido seguir así si no fuera por la entrada repentina de


dos

jóvenes almas ajenas a la calcinante lujuria que se disipó gracias a

ellos.

— ¡Rata!¡Felicidades!—

gritó a todo pulmón la joven rubia mientras entraba con Hoseok.


Ambos

estaban abrazados como si fuesen dos borrachos recién salidos de


la

cantina después de haber recibido la paga del mes, pero éstos


callaron

inmediatamente cuando vieron a la pareja sentada en suelo, casi


sin

ropa. Lalisa se fijó de la persona que se encontraba besándose


casi con

necesidad con su mejor amigo y ahogó un grito cuando se dio


cuenta que

eran Kim Taehyung, el chico más coqueto de su universidad. Un


chico que

rebasaba su estándar de un tipo ideal.— Buenos días.


Taehyung le saludó con

cortesía y elegancia, algo que hizo sentir a Jungkook orgulloso. El

menor dirigió su vista al chico del lado de Lalisa, pero éste no le

miraba, mas bien parecía huirle.

Hoseok no podía mirar a

Taehyung a los ojos, aún se sentía culpable por lo ocurrido y en


deuda.

Sin duda estaba feliz por Jungkook y su reconciliación con


Taehyung,

pero él no podía darse el lujo de recibir el perdón de éste, y sin


duda

también no podía evitar sentir pena por Jimin. Todos sus


pensamientos

obscuros se disipan cuando "el pequeño" Taehyung le tiende la


mano.

— Buenos días Hoseok hyung.


Hoseok quiere romper en

llanto ¿es un ángel lo que está delante de él? Seguro que sí, y, con
su

típica y sincera sonrisa, le regresa el saludo.— Buenos días,


Taehyung.

— Disculpen, Noona,

Hyung ¿podrían darse vuelta?, es que mi novio está desnudo y


para que

así yo pueda conseguirle algo con que taparse.— A Jungkook


realmente no

le importaba estar desnudo, pero le gustaba que Taehyung, aunque


fuera

para eso, se preocupara por él.

Taehyung le tomó la mano

y corrieron a su habitación cuando ambos chicos se dieron vuelta,

dándoles la espalda, Jungkook se dejó hacer y al llegar, ambos

comenzaron a reír como dos chiquillos que acaban de hacer una


travesura.

Su risa fue estruendosa, melódica... Sincera, como en mucho


tiempo no

la habían dado.
Jungkook buscó su ropa

interior, un pans y se los colocó, sólo eso, sin ninguna prenda


encima,

quería presumir sus tatuajes, sus músculos, sus chupetes y


arañazos en

la espalda, quería demostrar que ya era totalmente de alguien y que


no

le pertenecía a nadie más. Taehyung de repente se sintió


avergonzado, el

cuerpo de Jungkook y el suyo tenían una gran diferencia,


Jungkook era

viril mientras que él era menudo, una diferencia más que notoria,
aunque

deseaba saciar una duda:

— Kookie. — llamó al azabache que se arreglaba más o menos los


cabellos.

— ¿Qué pasa amor?—


Jungkook preguntó una vez le tuvo abrazado de la cintura, sin
embargo se

preocupó al ver su mirada un tanto decaída y un pronunciado


puchero.

— ¿Si yo no hubiera

bajado de peso, aún así estarías conmigo?— Era una duda que si
no la

hacía, lo carcomería por siempre, sólo necesitaba saber que nada


se

volvería a repetir, que el amor que Jungkook le tenía era totalmente

sincero. Su carita fue alzada y al instante sus labios fueron


besados

por unos belfos demandantes. Al separarse del beso, Jungkook


murmuró con

seriedad y sin atisbo de vergüenza:

— Me enamoré de ti hace

tres años y seguiría enamorado de ti con o sin tu antigua


apariencia, al

fin y al cabo eres la persona de la cual me enamoré, te amé antes,


te
amo ahora y te amaré como sea que te encuentres.— entrelazó sus
manos y

limpió las lágrimas que Taehyung no pudo contener más, aquellas


palabras

hicieron sentir realmente amado a Taehyung, esas palabras no se

comparaban con las de hace tres años, las cuales era sólo
palabras, sin

ningún tipo de sentimiento.

— Te amo Jungkook. —

besó al azabache, el cual cerró los ojos por tan tierno contacto, tan

íntimo, cariñoso. Sus labios estaban estáticos, sólo se tocaban con


los

contrarios, sólo disfrutaban la sensación que les provocaba el


estar

juntos.

Jungkook abrió sus ojos y

luego los cerró; Taehyung abrió sus ojos y luego los cerró, ambos

sonrieron al haber visto que no besaban una ilusión, que la


persona que

estaba frente a ellos era correcta y la única que amaban.


"El futuro es maravilloso para muchos, pero no para mí si no estás
tú en él, conmigo"

Lo siento Jungkook. Es una despedida que te tengo que hacer.

Y es una despedida que no estoy dispuesto a aceptar, sólo espera

•29•

Taehyung

yacía con una inmensa sonrisa en la cara mientras ingresaba al

hospital. El día anterior Jungkook lo había tratado como un


príncipe, le

mimó todo el tiempo, no lo dejaba ni un minuto solo, le acogía


entre

sus brazos las veces que podía, como si quisiese que no fuera
dañado por
nadie, le susurró mil perdones y mil promesas. A pesar de que iría
a

ver que le deparaba el futuro, si es que llegase a tener uno, estaba

contento de tener a Jungkook a su lado.

Fue directo a recepción una vez estando adentro y le preguntó a la


chica que yacía detrás del mostrador:

Disculpe ¿Está Park Chanyeol? — la chica le miró y contestó

afirmativamente, diciéndole que se encontraba en su consultorio y


que

podría pasar a verle.

Caminó

hasta la facultad de cardiología, la cual había visitado desde hace

años atrás gracias a Jungkook, pero ese no era el momento para


revivir
aquel recuerdo. Tocó un par de veces, pero antes de que del otro
lado le

diese el pase, suspiró cansado, esa era su última oportunidad de


saber

que es lo que pasaría con él y al mismo tiempo con Jungkook,


cuando la

puerta del consultorio se abrió, Taehyung quedó helado al ver no


sólo a

su doctor, sino también a Jimin.

— ¿Ji-Jimin? ¿Qué haces a-aquí? ¿Qué hace él aquí?— Un tanto


alterado, Taehyung preguntó a Chanyeol.

Ah, te llamé al celular para que pudieses venir un poco antes, pero
no

contestaste así que llamé al otro número que dejaste como


referencia.—

Dijo el pelinegro mientras cerraba la puerta y pasaba a sentarse


con

total tranquilidad detrás de su escritorio.


Taehyung

se tensó, sus resultados, aquellos que siempre daban lo mismo


sin

importar el tiempo ni los tratamientos, se encontraban en las


manos de

quien por mucho tiempo trató duramente de alejar. Jimin, con una

expresión indescifrable no apartaba la vista de aquel sobre beige.

— Al

joven Park, su pareja, le expliqué los resultados, así que él puede

decírtelos con más calma después, ahora tengo que irme.—


Chanyeol

jugueteó con sus manos y Taehyung miró a Jimin con duda, ¿qué
había

pasado antes de su llegada?

Muchas gracias doctor Chanyeol. — Cuando el mencionado se


levantó de su

asiento, Jimin imitó su acción e hizo una reverencia. Antes de irse


del
consultorio, el doctor palmeó el hombro derecho de Taehyung
cuando pasó

por su lado.

— Adiós Taehyung. Supongo que habías pedido tanto lo que hay


en los resultados.

Taehyung

pasó saliva y, ante las palabras de aquel hombre que lo había

acompañado por tantos años en su dolor y desdicha, sonrió de


medio

lado.— Adiós, Chanyeol.

El

hombre de obscuros cabellos les cedió el paso a Jimin y a


Taehyung para

que pasarán a retirarse, nuevamente ambos jóvenes dieron una


reverencia y

salieron del hospital en completo silencio, Taehyung mordía su


labio
con extremada fuerza por el incómodo silencio que había entre
ellos, ni

siquiera habían pasado una semana desde la última vez que se


vieron,

pero eso no era lo que le preocupaba a Taehyung, sino que Jimin


sostenía

recelosamente sus análisis.

— Debes ir con Jungkook, de seguro ha de estar armando un


escandalo porque no estás cerca.— Sin darse vuelta, habló Jimin.

Hyung... Jimin, ¿De qué hablaste con el doctor Park?— preguntó,


tratando

de acercarse al joven que necio negaba a darse la vuelta y


enfrentarlo.

— Ve

con Jungkook o no respondo, donsaeng insolente.— Jimin


comenzó a

caminar, Taehyung confundido y un tanto aterrado volvió a hablar.


— ¿Me...? ¿Me podrías dar el sobre?

— Ni

de joda— Taehyung se sorprendió por la pequeña grosería dicha


por el

mayor, Jimin casi nunca hablaba así frente de él, pero de seguro
era

algo que no debería causarle sorpresa, o dolor, ellos ya no tenían


nada

que ver con el otro.—, esto podría causar menos problemas si se


queda

conmigo.— Agitó el sobre y dejando a un Taehyung inerte y


pensando

tranquilamente en sus palabras se perdió entre el gentío de aquella


hora

por la mañana, Jimin tenía razón, si él los tenía no sabría lo que

haría si Jungkook los viera.

Taehyung

levantó el rostro y se fijo que el cielo pintaba de entre el azul más


puro hasta el más brillante, las nubes parecían danzar sobre el
lienzo

que protegía a la tierra, los rayos de sol eran relucientes y

deslumbraban todo a su paso, el sonido de los coches era pacífico


a esa

hora de la mañana, las aves cantaban melodiosamente cada que


emprendían

vuelo hacía su destino, todo lucía perfecto para ese día. Taehyung
se

imaginó el resultado de sus análisis ante la despedida de Chanyeol


y la

necedad de Jimin, aunque éste último detalle era más que pesado
para él,

aún así no dejaría de sentir basta felicidad, no podía creer que el


día

empezara de manera tan espléndida, al fin podría mirar hacia el


cielo y

no mojarse por la lluvia que siempre le acompañaba y ni tampoco


vería

reflejado su interior en un cielo grisáceo y crudo.

Vaciló un poco en si ir a

ver a su novio, el cual no sabía absolutamente nada de su


ausencia,

pero deseaba verlo y estar entre sus brazos, poder besarlo hasta
cansarse, hacer el amor mil veces hasta que sus cuerpos fueran

confundidos por uno solo, deseaba verlo. Así que no perdió tiempo
y

corrió hacia lo que con lágrimas y sangre le había costado, ir con


su

verdugo de amor, con su Jungkook.

No le importó el que

casi fuese atropellado, no le importaban las personas a su


alrededor

porque la única persona que necesitaba era a Jungkook y sólo a él.


Sus

ojos amenazaron con llorar cuando vieron a Jungkook correr con


la misma

desesperación que él, no sabía como había hecho para


encontrarlo, pero

lo hizo y ya nada más podía hacerlo feliz.

— ¡Taehyung!— Sin pena

alguna, Jungkook empujaba cada persona que le cegaba la imagen


de
Taehyung, corrió sin importarle nada, sólo pudo estar tranquilo
hasta

que tuvo al menor entre sus brazos y sus labios se unieron como
imanes.

Beso que algunos miraban con asco y otros con adoración, porque
sí,

ambos parecían de mundos totalmente diferentes y por esa razón


se

complementaban, dos almas rotas y hechas pedazos, se


encargaban de

unirse y crear una nueva figura, porque Jungkook tenía pedazos


que a

Taehyung le faltaban y Taehyung poseía pedazos que Jungkook


añoraba.— Mi

amor, mi amor... ¡¿Por qué te fuiste sin mí?!— gritó desesperado al

chico frente a él, se sentía débil al sentir que le había vuelto a

dejar, era un miedo que siempre y a pesar de todo lo atormentaría


por el

resto de su vida.

— Calma.— Taehyung tomó

las manos frías y temblorosas de Jungkook entre las suyas para


tratar de

tranquilizarlo, Taehyung detestaba provocarle aquellos ataques de


ansiedad, no quería que Jungkook sufriese más, no quería, pero
las cosas

nunca pasan como uno las quiere.— Sólo fui a ver a alguien,
tranquilo,

tranquilo.

— ¿Me e-engañas?—

Jungkook preguntó temeroso y al borde de un nuevo ataque de


ansiedad,

quería zafarse del agarre del castaño, pero su lucha fue detenida
por

unos carnosos y tibios labios sobre los suyos, los cuales se


movían con

fuerza, negándole su huida.

Al separarse, el menor le tomó a Jungkook de las mejillas y sin


despegarse del todo de sus bonitos labios, susurró:
— No hay nadie, ni ya

jamás habrá otra persona en mi vida. Sólo te amo a ti Jungkook. —

Jungkook de inmediato le creyó, porque sabía que Taehyung no


era una

basura incombustible y degenerada como lo era él. Taehyung era


un ángel

enamorado de una bestia sin corazón, una bestia que terminó por
caer

ante un ser divino.

Sus labios se volvieron a

unir y con ello una nueva danza comenzó a dar espectáculo, se

disfrutaron, se besaban con necesidad e idolatría, como si fuese el

último. Los celos de Jungkook destruyeron su ansiedad y la


convirtieron

en inseguridad cuando notó varias miradas sobre ellos, sobre su


novio,

dejó de besar a Taehyung y lo tomó del brazo para irse de ése


lugar, iba

a guardar recelosamente lo que tanto dolor le costó recuperar.


Taehyung

no entendió el cambio brusco de actitud en Jungkook, pero no se

preocupaba porque sabía que ya no sufriría más daño, mas bien, el


sentía
la sensación de protección que Jungkook tenía con él y sonrió.
Jungkook

era muy celoso.

Taehyung

se soltó del agarré y él mismo entrelazó sus manos para darle a

Jungkook esa seguridad de que jamás le abandonaría, aún.


Jungkook le

miró con devoción, aquella preciosa sonrisa era sólo dirigida a él,
en

esos avellanados ojos sólo se reflejaba él, nadie más y eso le daba
más

motivos para seguir amando a Taehyung. Por fin todo la tensión


sobre

sus hombros iba desapareciendo, no del todo, pero esperaba que


pronto lo

haría. Sus manos no tenían la intención de soltarse, ya no más.

Juntaron sus labios en un pequeño beso y emprendieron camino


hacia su

ínfimo futuro.
[...]

Jungkook embestía con

delicadeza, su deslizar en el interior era lento, pero certero, sus

bocas se unían y separaban en pequeños besos en los cuales se


ahogaron

varios gemidos. Taehyung lloraba de placer, la forma en la que


Jungkook

lo tomaba era posesiva, pero romántica, puesto que lo trataba


como si él

fuese de lo más frágil, notaba el amor con el que le hacía tantear el

cielo y las estrellas, los cabellos del mayor le cosquilleaban el


cuello

y sus rosáceas mejillas, puesto que éste le chupaba las clavículas,


su

mano le tomaba de la nuca para que siguiera con su tarea de


marcarlo y

la otra se encontraba entrelazada con la contraria. Su punto


sensitivo

era consentido por la virilidad del contrario, el ritmo de su


anatomía

era armónico, sus caderas creando círculos contra las contrarias


que le

seguían el paso en perfecta sincronía. Jungkook amaba estar entre


esas
largas piernas, amaba aquel abrazador interior que le recibía con
gusto,

amaba el pecho plano que subía con irregularidad, amaba las


lágrimas de

placer que brillaban en aquellas sonrojadas mejillas, amaba a


Taehyung y

no sólo por su cuerpo sensual, sino porque le enseñó a sufrir sin

piedad, llorar por necesidad y amar con sinceridad.

Ambos alcanzaron su

clímax, pero no se escuchó ningún gritó de placer, puesto que fue

ahogado por la boca contaría, ambos unieron sus labios en el


momento

preciso, deseaban recibir lo que por derecho era suyo, el fruto de


su

entrega total.

Jungkook salió de aquel

cálido paraíso, le limpió con calma, no le importaba hacer todo por

Taehyung porque simplemente disfrutaba pasear sus manos en la


sensitiva
piel que crispaba ante su toque. Al terminar se acomodó a su lado
para

atraerlo en un abrazo. Su natural aroma le hizo recordar el pasado


donde

le destrozó, vainilla, tan característico de él. Tanto

tiempo hundiéndose en lo más profundo de la agonía valió la pena


para

aquel momento donde compartían la calidez del adverso. Ese


momento se

quedaría en la memoria de ambos y lo recordarían cuando diesen


su último

suspiro. El silencio que los rodeaba les daba el tiempo para pensar

sobre la persona que tenían a un lado, la persona que les dañó, que
les

perdonó y que les acogió.

Todos pasan por dolores y

desgracias, al igual que también por dichas y alegrías, así es la


vida.

Es dulce, pero también déspota, todo depende del lado al cual


deseas

pertenecer y en el cual quieres vivir. Unos prefieren sonrisas y


otros

lágrimas, unos provocan destrucción y otros dan salvación, unos


otorgan
amor y otros se encierran dentro de la indiferencia, unos son
dichosos

de la vida y otros benefician a la muerte. La vida está llena de

distintos caminos que deben ser tomados con sus prejuicios y


criterios,

pero otros no tiene la oportunidad de poder elegir un camino ya


que sólo

existe una ruta de la cual uno no puede librarse jamás.

Jungkook tuvo que

atravesar varios caminos para llegar hasta lo que le hacía feliz, sin

embargo, Taehyung siempre tuvo un sólo camino y...

[. . .]

Jimin llegó a aquel


departamento que compró con Taehyung, afligido y consternado
cerró la

puerta, el sobre que en sus manos se arrugaba fue aventado con


total

brutalidad hacia el piso, el castaño le miró unos segundos antes de

pisarlos e ir directo hacia su habitación, en donde se quito la

sudadera, los pantalones de mezclilla fueron remplazados por una


chándal

azul marino y con un último suspiro pesado, se metió debajo las


cobijas

de su desordenada cama y se dispuso a dormir.

Jimin sólo podía mirar con impotencia detrás de una cinta amarilla,
como siempre.

Las vidas humanas son como las velas, la llama resplandece


mostrándonos su incandescente brillo, la cera es como el cuerpo
que le da soporte a nuestra vida, el mechero es nuestro tiempo en
el entorno, pero tarde o temprano la llama deja de brillar, la cera se
derrite, el mechero llega a su final y es así como uno se extingue
para jamás volver.
•30•

Hoseok

comía un cereal de una pequeña cajita en aquellos pasillos


desolados,

por alguna razón, se sentía feliz de que en las últimas semanas su


mejor

amigo volviera a irradiar vida, Jungkook sonreía y la idea de seguir

adelante se volvieron más fuertes desde que Taehyung decidió


permanecer a

su lado. Le agradaba que cada vez que los visitaba, Jungkook


lucía

totalmente distinto, sus ojos volvían a brillar como el cielo


nocturno

acompañado por los cuerpos celestes, su sonrisa era radiante y


Taehyung

volvía hacer el mismo niñito adorable que Jungkook, con ayuda


suya,

destruyeron sin compasión, se alegraba que estuviesen juntos,


ellos se

merecían un poco de felicidad de aquel pasado que de vez en


cuando

también lo atormentaba a él. Hoseok logró encontrar lo que tanto


buscaba

y sonrió.
413

— Tú

eres como el Taehyung de Jungkook para mí, tú eres lo que más


amo.—

habló sólo para el cereal, estaba realmente feliz del amor que
aquellas

víctimas de la desgracia que les acompañó por bastante tiempo.


Hoseok

estaba tan inmerso en lo que yacía en sus manos, que ignoraba la

presencia de un joven que escuchaba sin querer su parloteo y


yacía a

escasos pasos detrás suyo.

Jimin

había escuchado la pequeña conversación que Hoseok sostenía


con el

cereal, al escuchar aquellos nombres su mirada decayó más. El

pelinaranja dio un gritito cuando le vio con una apariencia un tanto


deplorable, sus ojos poseían notables ojeras, sus labios se
encontraban

algo agrietados y resecos, su cabellos estaban enmarañados y


mucho más

largos, simplemente deplorable.

Hoseok dejó de lado su miedo hacia el chico y le habló en un tono


más tranquilo, como había tratado en veces anteriores:

— Park... ¿Estás bien? — el más bajó sonrió, o trato de hacerlo,


pero no contestó la pregunta de Hoseok.

¿Cómo está Taehyung? — Jimin metió sus manos en los bolsillos


delanteros

de su pantalón de mezclilla. Hoseok le miró unos segundos antes


de

mirar al techo y soltar un ligero suspiro, ya había dejado de sentir

pesadez cada vez que se encontraba con Jimin, mas bien trataba
de
entablar conversaciones, aunque la mayoría de las veces él era el
único

que hablaba y Jimin sólo se dedicaba a escuchar.

32

— Él

está bien... Jungkook lo cuida muy bien.— sonrió tímidamente al


igual

que Jimin, éste cambió rápidamente de tema, le dolía saber que,


aunque

Hoseok no lo supiera en realidad, era una mentira.

—A

mí también me gusta ese cereal. — El castaño le señaló con la


mano, la

cual se encontraba vendada para cubrir heridas que seguramente


él mismo

se había provocado. Jimin dio la vuelta dispuesto a irse y dar por


terminado su encuentro, pero una mano cubriendo la suya, sin
lastimarlo,

le hizo detener el paso.

Comámoslo.— Hoseok alzó el cereal y el más bajo negó, pero


Hoseok no lo

dejaría tan fácil. — Créeme cuando te digo que ya no deberías de


sentir

culpa alguna, miedo u odio, demos por hecho que esto acabo y que
podemos

empezar de nuevo en nuestras vidas. Jimin, por favor, deja de


querer

atormentarte.

Jimin

aceptó después de varios segundos de incómodo silencio, sabía


que debía

avanzar y dejar de lado todo daño y sufrimiento, al fin y al cabo

Taehyung ya era problema de Jungkook.


[...]

No

sabe en que momento o cómo fue que sucedió, pero Jimin se


encontraba

llorando desgarradoramente sobre el hombro de Hoseok, éste le


sobaba la

espalda mientras se metía a la boca un puñado de cereal y veía


como la

luna se encontraba en alto sobre sus cuerpos, ambos se


encontraban

sentados sobre un pastizal a la orilla de una reluciente laguna, la


cual

reflejaba el lienzo nocturno, las noche les había caído encima sin

darse cuenta; Hoseok había escuchado sin ningún problema la


pequeña

historia que Jimin tuvo con Taehyung, lo enamorado que se


encontraba aún

por él, lo que sufrió por la decisión del menor y por la suya propia,

por todo; Hoseok también le contó el dolor de ver por tres años
como su

amigo se deterioraba por el sufrimiento que le dejó el haber herido


a

Taehyung, también le confesó que él sufría por los desplantes que


recibía del mismo Jimin, a lo que éste sólo le contestó que había
sido

resentimiento por haber participado en provocar las lágrimas de su

enamorado. Jimin se desahogó en el hombro de alguien que


consideraba su

enemigo, sin embargo, se dio cuenta que ni él ni Jungkook


merecían

sufrir más, todo había terminado... O eso suponían.

Algún día encontrarás tu propia felicidad Jimin.— abrazó al chico


que

aún lloraba, éste le aceptó el abrazo y con la voz temblorosa


contestó.

— Lo haré.— Aunque sabía que quedaría un gran vacío que jamás


podrá llenarse.

[...]
Jungkook no paraba de

besar los carnosos labios del pequeño chico entre sus brazos, sus
labios

se movían con ternura y juntaban el sabor del amargo café que él


había

tomado con el chocolate del contrario, estaban en una cafetería


cerca de

su, ahora, departamento compartido, Jimin había mandado a


recoger todas

sus cosas para que pudiesen ser libres sin mirar al pasado, sin

embargo, Taehyung no pudo meter a Jungkook dentro de aquel


lugar que

Jimin y él compraron cuando estaban enamorados, no podía


manchar el

recuerdo que poseía con el mayor, por eso decidieron mudarse al


de

Jungkook.

El azabache ignoraba una


que otra mirada de las pocas personas que se encontraban a esa
hora,

pequeñas gotas de lluvia caían fuera del lugar, pero a ellos no les

importaba, sólo disfrutaban de la compañía contraria; sus manos

entrelazadas sobre la mesa, sus labios danzaban provocaba


envidia y

asco, el castaño gimió al ser acaparado por las fuertes manos del
mayor

sobre su cintura, amaba ser poseído con furia y cariño por


Jungkook,

éste siempre sabía como hacerlo llorar de placer y reír por amor.
Como

debió haber sido desde el principio.

Mientras se besaban,

Jungkook sintió algo salado entre sus labios, abrió lentamente sus
ojos y

vio que de los ojitos cerrados caían sin descaro lágrimas, se


separó

con preocupación al ver a su novio sollozar, Taehyung limpió

desesperadamente las implacables gotas que caían sin su


consentimiento,

era doloroso.
— ¿Amor por qué lloras? —

preguntó el azabache mis tomaba entre sus manos el rostro del


menor, el

cual negaba que le viese en ese estado, no quería que Jungkook


se

preocupara, pero era egoísta y no podía evitar sentir dolor al seguir

con aquella ilusión.

— Vámonos. — el menor

rogó con la voz quebradiza, casi perdiendo su tono de voz grave.

Jungkook sacó rápidamente dinero y lo dejó sobre la mesa para


después

salir tras el castaño que había salido apurado sin importarle


mojarse

con la lluvia, sus lágrimas comenzaron a camuflarse con las gotas


de

agua provenientes del oscuro cielo, ninguno se movió de sus


posiciones,

Taehyung sollozaba con el mentón en alto y Jungkook le miraba


extraño.—
Jungkook...

138

— ¿Si?— por alguna razón que le azabache no lograba


comprender, sus pies no reaccionaban y su pulso bajaba cada vez
más.

Taehyung volteó con la

mirada más dolorosa y apagada, se acercó al azabache, le tomó las

mejillas y juntó sus labios. Jungkook permaneció inerte, ese beso


se

sentía como si fuese el último, la sensación era abrumadora y

destructiva, no comprendía, o no quería comprender, porque sintió


algo

desgarrándose en su interior. La lluvia caía sobre ellos, pero el


sonar

de las demás gotas al impactar contra los charcos, era como una
melodía
melancólica, como el cantar de un adiós inevitable.

Jungkook pensó que en

cualquier momento comenzaría a tener sus ataques de ansiedad


nuevamente,

pero no veía nada que pudiese producirlos, Taehyung estaba ahí,

besándolo con adoración, le tocaba con cuidado y no sabía porque


su

cuerpo no quería reaccionar, tenía miedo, pánico.

— Jungkook... Hagamos el

amor.— un susurró entre miles de goteos imparables, un susurró


dulce y

cansado, y Jungkook ante ello no pudo negarse, se dejó llevar.

[...]
El deslizar de sus dedos

por la desnuda piel era temeroso, temía romperle. Taehyung le


daba la

espalda mientras él recorría sus largos dedos por los muslos del

azabache que temblaba de ve en vez bajo su tacto sutil, el castaño


el

gemía por la suaves caricias, tan armónicas y sutiles, ambos


sentían que

esa vez sería especial, no sólo unirían sus cuerpos para satisfacer
el

libido que sus necesidades fisiológicas requerían, no, esta vez se

tomarían el tiempo que no poseían para deleitar cada uno de sus

sentidos. Jungkook siguió besando con amor la tersa piel canela a


pesar

de humedecerla con sus lágrimas, no sabía porqué lloraba, pero a

Taehyung parecía no importarle puesto que él estaba en la misma

condición, pero él sí sabía porque lloraba, él sí sabía el significado

de esa noche. Sus cuerpos se unieron en uno solo, la sensación


fue

exactamente casi como la primera vez, tan inocente, pura y sincera,


sin

embargo, sería la última.


La

noche pasó con unos cuantos sollozos ahogados, disculpas


mudas y almas

desvaneciéndose por el fruto del egoísmo. La lluvia jamás se


detuvo,

ella avisaba lo inevitable, el funeral de un romance trágico.

La madrugada de ese día

presenciaba el desenlace de lo que por tanto tiempo se sufrió;


Taehyung

se colocaba una muda de ropa, tratando de hacer el menor ruido


posible,

sin embargo, no resultó al ser tomado bruscamente de la muñeca


al

levantarse de la mullida cama.

— ¿A dónde vas?— la rasposa voz de Jungkook resonó en sus


oídos, algo que sin duda extrañaría.
— Tengo que irme.— el

tono empleado fue suficiente para alertar al azabache, el cual se

levantó al ser soltado con brusquedad. — Debo irme.— ahí estaban


de

nuevo, esas lágrimas.

— ¿De qué hablas?¿a

dónde? ¿P-por qué lo dices cómo si jamás fueras a volver? Como


si

estuvieras abandonándome. — Eleva el tono de su voz y se acerca


al mismo

tiempo que Taehyung retrocede.

— Porque así es, no

pienso volver. — Taehyung muerde sus labios al ver como la


palidez se

apodera del hermoso rostro de Jungkook, el mayor se encuentra


en una

inmensa confusión combinada con abatible dolor. Jungkook no


tardaría en
sufrir un ataque de pánico.

— ¡Explícate!— en medio de aquel grito, su voz pierde fuerza y cae


sobre sus rodillas por la opresión en su pecho.

— Simplemente me di

cuenta que este último mes que he estado a tu lado a sido un


desperdicio

total de mi tiempo, eres una carga para mí Jungkook, no sé como


volví a

caer a tu lado.— Taehyung hablaba con total arrogancia, siendo


una

persona totalmente diferente y que Jungkook desconocía, ¿Quién


era ese

extraño ante sus ojos?

— ¿Estás bromeando,
cierto? Córtala de una vez amor.— Jungkook trató de levantarse,
pero los

ojos fríos de Taehyung le hicieron caer nuevamente sobre sus


rodillas.

Taehyung tomó la maleta

que había preparado y apartando los brazos que se habían


adherido a su

pierna, azotó la puerta con brusquedad, y estando al otro lado de


esta,

rompió en llanto cuando oyó a Jungkook gritar por su regreso.

— ¡Taehyung, vuelve! ¡¡Taehyung!!

El moreno salió del

departamento con rapidez, ignorando que Hoseok, seguido de


Jimin, subían
por las escaleras. El joven más bajo quiso ir detrás de Taehyung,
pero

los gritos estruendosos y cosas caer dentro del departamento le


hicieron

ir con mayor fuerza, sabía que debía intervenir con el sujeto que se

desmoronaba dentro del lugar, Hoseok fue el primero en entrar al

departamento y fue directo a la habitación de su amigo, Jungkook


estaba

arañándose los brazos mientras gritaba el nombre de Taehyung sin

siquiera detenerse a respirar. Cuando Jimin entró a la habitación y

Jungkook lo vio, no dudo en lanzarse a atacarlo, cosa que no


funcionó

del todo porque Hoseok lo detuvo.

— ¡Detente Jungkook!

É-él no ha hecho nada.— Hoseok estaba temiendo por el sudor


excesivo y

piel fría de su amigo, Jungkook no se veía nada bien.

— ¡De seguro por tu

culpa Taehyung me dejó! ¡Sabía que no te habías rendido del todo


con

él!— Jungkook gritaba y soltaba golpes al aire mientras Jimin


trataba de
entender la situación, y cuando vio a Jungkook rendirse y
comenzar a

llorar, entendió al fin porque Taehyung había huido, no quería que

Jungkook lo viera en los peores días de su vida. Taehyung


realmente

amaba a Jungkook.

— Ya que al fin te has

calmado, quiero enseñarte algo.— Jimin abrió la mochila que


portaba en

su espalda y sacó un folder arrugado, se acuclilló y lo abrió para


darle

una hoja blanca a Jungkook, éste sin ganas la tomó entre sus

temblorosos dedos y comenzó a leer.

— ¿Qué es esto?— Jungkook miró a Jimin y de nuevo a la hoja


para seguir leyendo.— ¡¿Qué demonios es esto?!

— Yo tuve la misma

reacción que tú cuando lo leí por primera vez— Dijo escondiéndose


entre

sus manos—, me llamaron porque el número de nuestro antiguo


departamento
estaba como referencia... Me quedé con esto para que Taehyung
no

tuviera problemas escondiéndolo de ti.

¿Crees que eso fue buena idea?— dijo el azabache— ¡Es una
completa

mierda! ¡Taehyung es un maldito mentiroso egoísta! ¡Que bueno!


¡Que se

muera!

Jimin le soltó un

puñetazo en la mejilla derecha a Jungkook y Hoseok cayó sobre su


espalda

por el impacto al haber estando sosteniendo al azabache.


— ¡Tal vez la forma en

la que llevó las cosas no fue la correcta, pero tú menos que nadie
no

tiene el maldito derecho de seguir deseándole la muerte!— Jimin


se

levantó mientras tomaba de nuevo la hoja entre sus manos.

— ¿Seguir?— Preguntó Hoseok mientras ayudaba a Jungkook a


levantarse.

— Cuando fui al

consultorio del doctor que atendía a Taehyung, me dijo que no era


la

primera vez que Taehyung había sido su paciente... Taehyung


había ido

varias veces por diferentes tipos de heridas que con el paso de los
años

lo mermaron tanto que enfermo gravemente... Esas heridas e idas


al

hospital fueron causadas por ti, Jungkook, por ti es que Taehyung

morirá. — Con las lágrimas amenazando con caer se acercó a


Jungkook, el
cual parecía no querer reaccionar, le tomó de los hombros y
cuando

conectaron sus miradas, gritó.— ¡Hazte cargo y ve por él!

Jungkook quiso golpear a

Jimin, reconocía que él también amaba tanto a Taehyung para


dejarlo en

sus últimos días de vida con él. Jimin era un verdadero hombre.—

Hoseok... Para la otra no te dejaré entrar a mi casa si traes a este

sujeto.— Se levantó con ayuda del pelinaranja, éste se quitó su


sudadera

y se la dio a Jungkook.

— Ve por él, amigo.

Jungkook tomó la

sudadera, unos pantalones y salió del departamento a toda


velocidad, no

se molesto en ponerse zapatos, era lo de menos, sólo quería


encontrar a
Taehyung y tenerlo entre sus brazos, quería despedirse
adecuadamente de

su más grande amor. Y mientras corría por las frías calles de Seúl
en

busca del castaño y recibiendo extrañas miradas cada que


preguntaba por

él, fue que los recuerdos lo atacaron con furia y rencor.

"— No quiero estar con él.— le dijo algo molesto a su madre,


después dirigió su vista al castaño que se encontraba jugando con
sus manos con una enorme sonrisa y leve sonrojo.— Lárgate
obeso.

— ¡Jungkook!¡no le hables así!— su madre gritó comenzando a


desesperarse.— Por favor trátalo bien porque Jessica y yo vamos a
salir.— decía su madre mientras tomaba su bolso y se dirigía a
Taehyung apretándole las mejillas.— Pórtense bien chicos.— y sin
más salió de la casa dejando a los dos niños solos.

— Kookie pode...— el castaño fue interrumpido por Jungkook.


— Cállate, no me llames Kookie, suenas como un estúpido
retrasado.— le mira con asco y pasa su mano entre sus cabellos.—
No quiero que me dirijas la palabra, te vas a quedar a fuera en el
patio y cuando lleguen nuestras madres te meterás a la casa.

— ¿Y tú qué harás?— se acercó al pelinegro lentamente.

— Obviamente voy a jugar videojuegos.— bufó.

— ¡Hyung! ¿puedo

jugar contigo?.— Inconscientemente tomó del brazo a su mayor,


estaba

emocionado y con una enorme sonrisa cuadrada, característica


muy

peculiar suya.
Estúpido. Pensaba el mayor.

— ¡No me toques!— Jungkook gritó y sin medir su fuerza empujó al


castaño ocasionando que cayera de sentón.—Te quiero a fuera
¿entendiste?"

El

azabache pasó saliva por su garganta al comenzarla a sentir


reseca,

comenzaba a perder el aliento, y no por correr sin rumbo en busca


de su

amado castaño, sino porque la ansiedad no quería dejarlo solo.

"Quiero jugar con Taehyung.

— ¿Qué?¿Cómo?- lo sabía, nada bueno, pensó Hoseok.


— Obviamente jugaré

con sus sentimientos y ya cuando lo tenga a mi completa merced


le

ordenaré que me haga el proyecto semestral que vale el ochenta


porciento de la calificación final.

— Pero ¿Por qué quieres la ayuda de Taehyung? Es menor que


nosotros.— Exclamó Hoseok confundido.

— Por que ese pequeño bastardo de ahí es un prodigio, mejor que


tú y que yo juntos.— señaló al castaño que se encontraba
recogiendo sus cosas que antes habían sido regadas por todo el
lugar.
— Me parece buena idea.— dijo Hoseok cegándose por una buena,
y al mismo tiempo insignificante, calificación.— Dile que te haga
uno extra.— comenzó a bailar cómo caballo feliz e ignorando la
pequeña sensación de culpa en su pecho.

Jungkook sólo rió."

Jungkook tropieza y cae

sobre su cara, sus pies le sangran y su pecho no deja de sentirse

oprimido, tiene miedo de no volver a ver a Taehyung. Con ayuda de


unas

pocas personas que decidieron acercarse, se levanta y vuelve a


emprender

su camino, con más lentitud, pero con la misma fuerza de voluntad


que

le hacen amar a Taehyung.

"—¡Perdón Kookie!— Taehyung estaba con el labio sangrando por


el puñetazo de su mayor.— E-en serio, perdón.
Al terminar la

escuela, Jungkook esperó al castaño para llevárselo a casa, sin


faltar

que en todo el camino se la pasó insultándolo de infiel.

—Joder Tae.—

el pelinegro se dio cuenta de la sangre, él creía que sólo le haría


una

pequeña escena de celos pero se salió de control cuando se le


vino a la

mente la imagen de esos dos.— Yo sólo quiero que entiendas que


me gustas mucho a tal grado de no compartirte.— se agachó a la
altura del castaño.

— T-tienes razón, fue mi error.— Taehyung mostró su enorme


sonrisa. — No puedo serle infiel a Kookie.

Idiota.
— Que buen chico.— Jungkook le suelta una sonora cachetada al
menor y toma su mentón con brusquedad.— Esa fue para que te
quede más claro que no me puedes serme infiel.

—Sí.— susurra y

aprieta los ojos al ver que el pelinegro se acerca, pero lo que sintió

fue un leve toque en sus labios. Al abrir sus ojos se encuentra con
que

Jungkook lo estaba besando.

Olvidó el dolor en su

rostro por los anhelados labios de su mayor, quería llevar sus


brazos

al cuello de éste pero fue apartado bruscamente.

— Vete, voy a salir y

no quiero que estés aquí. — Jungkook se levanta de un salto y


cuando se
dirige a su armario y, sin que se de cuenta el menor, con la manga
de

su camisa se talla los labios.

— ¿A dónde vas?— Taehyung hace un puchero.

— No te importa.— responde seco Jungkook.

— Pero...— un golpe en el armario lo calla.

— Yo hago lo que

quiera y tú haces lo que yo diga. Aparte, ya te deje en claro que me

gustas, ahora no me jodas ¿si?— le mira molesto. ¿Cómo se


atrevía a recriminarle algo?
— Tienes razón, que atrevido fui.— toma su mochila y se levanta
rápido dirigiéndose a la puerta.— Oh— regresa en dirección al
pelinegro y besa su mejilla, se aparta y le regala una enorme
sonrisa.— Adiós Kookie.— sin más sale de lugar.

Jungkook queda sorprendido y se toca la mejilla. Sacude su


cabeza y saca su celular, marca un número.

— Hola preciosa.— habla. — Sí, vamos a divertirnos mucho hoy


cariño.— cuelga y se viste rápidamente.

Iba ir a follar con su ex-novia Irene, sólo para olvidar la esencia del
castaño y el revoltijo en su estómago, tal vez se estaba
enfermando"

— Paren, paren,

paren, paren.— las lágrimas de Jungkook cada vez se hacían más

abundantes, se arrepentía ahora más que nunca al provocarle tanto


dolor a
un ángel que merecería disfrutar el poco tiempo de vida que
poseía y no

desperdiciarlo con una basura humana como lo era él. El


verdadero

egoísta era él.

"Kookie... Kookie. — decía el menor con una sonrisa en su rostro.

— No me digas así, me da asco"

— Taehyung... Taehyung... Por favor regresa y dime Kookie, dime


Kookie... Por favor dime Kookie.— Jungkook

secaba sus lágrimas y trataba de ignorar el punzante dolor en su

cuerpo, y mientras pensaba en encontrarse con Taehyung, fue que


recordó

una vieja historia que alguna vez en la escuela le contaron.


"Cuentan leyendas

sobre la antigüedad sobre los seres andróginos; Se dice que uno


ve hacia

la derecha y el otro hacia la izquierda para que puedan encontrar


su

pareja destinada y al hacerlo, pueden vivir felices de por vida."

Pensó que Taehyung y él

eran seres andróginos que lucharon hasta el final por un ferviente


amor,

el cual de alguna u otra forma nunca terminaría bien. Tal vez su

destino era conocerse, padecerse y enamorarse, sin embargo, no


era su

destino permanecer juntos. Tanto amor provocó daño y amor, era


una

historia donde los lugares intercambiaron de acuerdo como el


destino lo

quiso llevar.

Jungkook sonrió cuando


vio a Taehyung a tan sólo unos metros delante de él y cuando éste
se dio

cuenta de su presencia corrió sin precaución, con torpeza y


miedo, y la

felicidad que Jungkook había sentido por ver a Taehyung, se


esfumó.

—¡Cuidado!

•31[FINAL]•

Jimin

salió del estudio donde impartía clases, no sin antes despedirse


de sus

alumnos que estaban acostumbrados a terminar temprano las


clases por

esas épocas del año. El pelinegro caminó por calles de un


bullicioso

Seúl, esa vez no quería ir en automóvil, quería despejar sus

pensamientos y pasar por una floreria y comprar un ramo de rosas,


como
obsequio, no quería ir a visitarlo con las manos vacías.

Llegó

a su destino en menos tiempo de lo acostumbrado, tal vez en esa


ocasión

no se sentía tan herido. Tomó asiento frente a ellos y les extendió


las

flores, miró por un momento al cielo para posteriormente tomar


asiento

frente a ellos, sonrió por ser recibido nuevamente después de un


año.

Oh, creí que este año no sucedería.— Jimin secó las lágrimas que
sin

aviso escaparon y se deslizaron por su rostro. Sus mangas no


tardaron en

empaparse y trató duramente de volver a componerse, después de


cinco

largos años no podía dejar de sentir tristeza.


Nunca

podía sonreír cada que visitaba al gran amor de su vida y a la


persona

que se lo robó. No podía sonreírle a unas frías lápidas que en gran

letra tenían escritas "Kim Taehyung y Jeon Jungkook".

— ¡Cuidado!— el castaño escuchó el grito de advertencia a sus


espaldas, creía que ya era demasiado tarde cuando vio aquel
automóvil, con pocas posibilidades de frenar, a tan poca distancia,
cada parte de su vida pasó por sus ojos como si fuese una
película; los días felices con su padre que se fue antes de tiempo,
el cuidado de su madre, su enamoramiento por Jungkook, su dolor
por el mismo, la restauración que Jimin le brindó con su cálido
soporte, el reencuentro con su verdugo, el perdón que ambos se
dieron por tanto dolor, pero el recuerdo que sobresalió de entre
todos los demás fue enorme sonrisa de Jungkook, tan radiante
como un amanecer. Creyó que todo se había acabado, que así sería
como moriría, solo. Sin embargo, lo siguiente que vio fue el fuerte
pecho de Jungkook en su rostro y sus brazos apresándole con
fuerza.
Jungkook no podía rendirse, no podía dejar que el amor de su vida
se desvaneciera de a poco en la soledad de la culpa, no podía
hacerle sufrir más, también lo necesitaba a su lado y era su
problema si lo dejaba ir o no. El ver que su chico huía de él y
corría por miedo a ser atrapado y que no se había fijado que el
semáforo yacía en verde, lo que pudo hacer su mente irracional, e
inundada en terror, fue correr hacia donde estaba Taehyung inerte
esperando el automóvil. Sabía que no serviría de nada tratar de
protegerlo con su propio cuerpo debilitado, pero quería hacer el
último intento, quería transmitirle a Taehyung que, sin importa que,
nunca le dejaría solo.

Ambos cuerpos fueron aventados con brusquedad por los aires,


pero a pesar de eso, en ningún momento Jungkook soltó a su
amado, sólo cuando hasta que impactaron con el suelo; Taehyung
se rompió unas cuantas costillas, su pecho recibió gran daño al
haber impactado boca abajo ocasionando que expulsara gran
cantidad de sangre por su boca, nariz y oídos, su debilitado
corazón había sufrido un colosal daño. Jungkook derrapó varios
metros lejos de Taehyung, había girado demasiadas veces que fue
inevitable que se raspara cada parte descubierta su cuerpo, su
cabeza, causa del impacto, contrajo una herida en la parte
derecha, un derrame interno era notable en su glóbulo ocular y, de
igual forma que Taehyung, varias costillas se rompieron,
haciéndole difícil el respirar.
La escena era escandalosa para las personas que habían
presenciado en fatídico accidente, dos jóvenes yacían perdiendo
lentamente la vida por el destino terco que no quería el que dos
almas enamoradas siguieran juntas, sin embargo, Taehyung y
Jungkook le retaron al arrastrarse con debilidad a la persona que
tanto amaban, Jungkook se impulsaba con el antebrazo derecho,
puesto que su brazo izquierdo había terminado fracturado al ser la
primera parte de su cuerpo en ser impactada, sus ganas de llegar
hasta el chico que se impulsaba con las piernas y barbilla le
hicieron seguir dando lucha hasta una causa perdida, pero valiosa.
Sus ganas de morir juntos era conmovedora para los que los
viesen, ambos chicos dejaban un charco de sangre al arrastrarse,
un charco que representaba sus errores, su fatídica vida.

Sus fuerzas se desvanecían, pero la solidez de su voluntad al ver


que el contrario luchaba les hacía permanecer un poco más sobre
el plano terrestre.

Jungkook sonrió, Taehyung sonrió, ambos lograron llegar hasta el


contrario y así poder entrelazar sus manos. Sonrieron por haber
retado al destino que los aborrecía por tercos.
La ambulancia llegó donde ellos, pero ninguno de los para médicos
intervino entre dos almas que morían en las manos de su
andrógino, aquel lazo que formaban con sus manos era poderoso e
inquebrantable, nadie movió un músculo, pero sintieron el cálido
sentimiento de amor que los jóvenes brindaban con sus últimos
alientos.

— J-Jungkook...

— T-Taehyung...

El menor tosió con dolor un chorro de sangre mientras su rostro


palidecía con rapidez, pronto llegaría su final al igual que el de
Jungkook, éste con un último impulso se acercó y besó los
destrozados labios que tanto amo, ama y amaría por toda la
eternidad, sabía que sería su último beso y estaba bien para él,
estaba bien llevarse consigo el recuerdo de los belfos de su
Taehyung. El sabor metálico de la sangre se combinó con la
pequeñas gotitas del llanto, sin embargo, no eran lágrimas de
tristeza, era dicha para ambos, porque les consolaba saber que
morirían juntos, que

a pesar de como se desenlazaron las cosas, no terminarían solos


con la

culpa carcomiéndolos como en veces anteriores, esta vez lo harían


bien.

Los ojos de ambos caían por la vida que se les escapaba, pero
antes de perder cualquier lugar en el entorno, susurraron en su
último suspiro de vida:

— Te amo.

Fueron sus últimas palabras, Taehyung dejó de respirar al igual


que Jungkook, el cual dejaba caer su cabeza al lado de la persona
que con pasión amó, sus dedos perdieron fuerza, pero jamás
desistieron de su unión, vínculo que permaneció fuerte ante todo el
sufrimiento, la prepotencia, el orgullo y el miedo. La perseverancia
para ellos no fue una carrera larga; fue una serie de carreras, una
tras otra hasta llegar a la meta.
— Ustedes a pesar de

todo... Decidieron permanecer juntos, aún si eso significaba la


muerte.—

Jimin sonrió con ligereza, él seguía guardando un lugar especial


en su

corazón para Taehyung, un lugar demasiado especial.

Cada aniversario de su

muerte los visitaba sin faltar, a Taehyung por haberlo amado tanto
ya

Jungkook por jamás haber abandonado al menor.

Esta fue una historia

que no terminó como la de los cuentos de hadas, con risas y bellas

flores, pero no dudo en demostrar que el amor cuando es fuerte es

eterno...

Como el de Jungkook y Taehyung.


Fin.

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