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MÓDULO III
DESARROLLO PSICOLÓGICO
TEMA 2
TÉCNICAS DE MODIFICACIÓN
DE LA CONDUCTA
Durante esta etapa se forman los lazos sociales entre la mascota y el humano.
Ocurre para los perros aproximadamente entre las tres y las trece semanas de
edad y no necesariamente es un período de duración fija. En gatos el periodo es
entre las dos y ocho semanas.
Períodos sensibles
Estos períodos son muy importantes
ya que pueden afectar el
comportamiento futuro de un animal,
permiten el desarrollo de una
conducta social apropiada mediante
la exposición temprana a estímulos
nuevos. Durante los períodos
sensibles, una pequeña cantidad de
experiencias, o la ausencia de ellas,
van a tener un efecto determinante
sobre el comportamiento adulto.
Exposición temprana
La exposición gradual y positiva a una gran variedad de situaciones y estímulos es
de gran importancia para el desarrollo de las mascotas, estimulándoles a edad
temprana se consigue una mayor confianza en sí mismos, en su entorno y, por
Efecto preventivo
Obediencia elemental
Tópicos a tratar
-Gatos:
Jugar, rasguñar, marcar, escalar.
Aprendizaje
Se define como un cambio perdurable en la conducta, el cual es el resultado de la
experiencia con eventos ambientales; ocurre en todos los animales, pero debido a
su interacción con el humano, es particularmente importante en los perros.
Impronta
Es un proceso especial e irreversible que ocurre únicamente durante un periodo
corto y definido de la vida del animal. Involucra apego hacia un adulto del que,
posteriormente, va a
reproducir patrones de
comportamiento, incluyendo
la conducta
sexual.
Condicionamiento Clásico
También llamado
condicionamiento de Pavlov,
es el mecanismo más simple
por medio del cual un
individuo aprende las
asociaciones entre estímulos
y modifica su conducta dependiendo de ellas, ya que establece la relación entre dos
estímulos; por ejemplo: los perros de Pavlov, que recibían un estímulo no
condicionado (ENC) como el ver un pedazo de carne y producían una respuesta (R)
de salivación. Posteriormente, este estímulo no condicionado, era empatado con un
estímulo condicionado (EC), que consistía en hacer sonar una campana
simultáneamente a la presentación de la carne, produciendo la misma respuesta de
salivación. Finalmente, después de varias repeticiones, el estímulo condicionado, es
decir, la campana, era capaz de producir la respuesta de salivación, aún sin la
presencia del estímulo en producir la respuesta de salivación, aún sin la presencia
del estímulo no condicionado, es decir, la carne. Estímulo no condicionado (ENC) =
Respuesta (R) ENC + Estímulo condicionado (EC) = R EC = R ENC = carne EC =
sonido de campana R = salivación Un ejemplo clínico y común de un aprendizaje de
condicionamiento clásico sería: Un perro que presenta una reacción de miedo al ir a
un consultorio veterinario. El estímulo no condicionado (ENC) es la experiencia
dolorosa o desagradable de la intervención médica, produciendo una respuesta de
miedo o resistencia (R), la cual es simultáneamente asociada con el personal
médico, su bata, instrumentos, mesa de exploración, olor del consultorio, etcétera,
(EC) y después de algunas visitas al consultorio, la sola exposición del animal al
médico y el consultorio es capaz de producir una respuesta de miedo, aun cuando
no le hagan nada. ENC = estímulo doloroso o intimidatorio. EC = clínica y grupo
médico. R = miedo.
Condicionamiento Operante
B. F. Skinner fue el primero en demostrar el Condicionamiento operante, y se le
llama también Condicionamiento instrumental, ya que la conducta del animal es el
instrumento con el que se obtiene una recompensa o refuerzo, por lo que el animal
tiende a repetir dicha conducta, es decir, la conducta es afectada por sus
consecuencias. Para que se dé el condicionamiento operante se requieren 3
elementos:
Refuerzo
La probabilidad de que la conducta se repita aumenta (estímulo apetecible).
Refuerzo positivo
El estímulo controlador está presente u ocurre como consecuencia de la conducta,
la conducta produce un resultado, el cual, al ser agradable, motiva que la conducta
se repita, por ejemplo: se ordena “sentado” mientras se sostiene un premio sobre
la cabeza del perro, si el perro se sienta se le da el premio, si no se sienta, no se le
da. (Si haces X y algo bueno sucede, sigue haciendo X).
Refuerzo negativo
El estímulo controlador está ausente o es removido como consecuencia de la
conducta, la conducta elimina o previene la ocurrencia del estímulo, por ejemplo:
un niño está molestando a un perro, el perro gruñe y el niño se va, el gruñido está
siendo reforzado negativamente. (Si haces X y algo malo se va, sigue haciendo X).
Castigo
La probabilidad de que la conducta se repita disminuye (estímulo aversivo).
Castigo positivo
Para que el castigo positivo sea eficaz se deben cumplir 3 condiciones:
Castigo negativo
Comúnmente conocido como “tiempo fuera”. Ejemplo: A un perro sumamente
excitado por tener visitantes en casa se le encierra en un cuarto pequeño y oscuro
durante la excitación; hasta que se calma se le dejar salir. (Si haces X y algo bueno
no sucede o deja de suceder, dejas de hacer X).
Imitación
Los animales pueden aprender mediante la observación e imitación de otros.
Ejemplo: Un cachorro que consume las heces por imitar la ingestión de heces que
realiza la madre durante las primeras semanas de vida de los cachorros.
Moldeo
Consiste en descomponer una conducta en pequeños pasos, que son más fáciles de
ejecutar, para inducir su aprendizaje; por
ejemplo: enseñar a un perro a caminar
junto a su manejador, primero
recompensándolo por permanecer cerca de
la posición, después a una distancia más
corta y finalmente por la posición exacta
Habituación
Consiste en dejar de responder ante un
estímulo porque ha perdido significado en la vida (del animal), o es menos
trascendente, Ejemplo: La habituación del perro a sentir el collar. Después de cierto
tiempo deja de ser importante y se acostumbra a él. La habituación del perro a un
espacio de seguridad, al acostumbrarse positivamente a él.
Extinción
Consiste en un proceso de anulación de una conducta eliminando todos los
estímulos que refuerzan ese comportamiento en particular; Ejemplo: Dejar de darle
de comer al perro desde la mesa cuando pide comida, o dejar de prestarle atención
cuando brinca buscándola.
Inundación
Consiste en la exposición deliberada y continua de un animal a un estímulo, con
una intensidad capaz de provocar una respuesta negativa, Ejemplo: Miedo, sin que
el animal tenga posibilidad de escape ni de que el estímulo desaparezca hasta que
la respuesta se extinga o el animal se habitúe. Una vez que se inicia la exposición
del estímulo, ésta debe continuar hasta que la respuesta ceda, de otra forma la
conducta puede ser reforzada. Puede ser un proceso muy peligroso en animales con
miedos intensos, ya que pueden dañarse a sí mismos o a alguien más en su
intento por escapar de la situación. Ejemplo: exponer a un perro que le teme a la
gente a un grupo pasivo de gente hasta que el perro se habitúa a la presencia de la
gente sin responder con miedo.
Contracondicionamiento (CC)
Consiste en el proceso de condicionar a un
animal a la realización de una pauta de conducta
nueva, cuya realización es fisiológica o
motivacionalmente incompatible con la conducta
que se desea eliminar. Ejemplo: Enseñar a
sentarse a un perro que salta cuando saluda a la
gente. El sentarse es incompatible con el saltar y lo que hace que el perro obtenga
atención es precisamente el sentarse, dejando de brincar. También supone
compensar al animal por un buen comportamiento durante la desensibilización
sistemática. Comúnmente DS y CC se usan en conjunto para modificar la conducta
de perros miedosos, ansiosos o agresivos.
A menudo tendemos a analizar la conducta del perro desde nuestro punto de vista.
Bajo nuestra perspectiva podemos pensar que correr sin control y sin obedecer a la
llamada es portarse mal, o que tirar de la correa como un loco es de mal perro,
pero para un perro el concepto de bueno y malo o de lo bien hecho o mal hecho, no
tienen mucho sentido.
La conducta del perro está guiada más por causas como es divertido o aburrido, o
es seguro o peligroso. Correr libremente y sin control puede ser muy divertido por
mucho que nosotros lo veamos como peligroso o inadecuado y tirar de la correa
será divertido y proporciona refuerzos
inestimables para el perro (llegar al
parque, llegar a un nuevo olor, etc.).
Los juegos que implican buscar, arrastrar y perseguir satisfacen las necesidades
instintivas del perro, además de consolidar el vínculo entre este y su dueño. El
juego ayuda al perro a liberar el exceso de energía, algo sumamente importante
para conseguir una conducta adecuada. Los perros necesitan jugar para poder
sentirse equilibrados y felices. Si el animal presenta un comportamiento
inaceptable, debe atajarse lo antes posible para evitar que se convierta en una
conducta habitual, sobre todo si se trata de un cachorro.
Existen multitud de problemas que afectan en la conducta del perro y que provocan
comportamientos incompatibles con el hombre. El hecho de que el comportamiento
de un perro no sea del agrado de su dueño o que le cause algunos problemas, no
significa necesariamente que la conducta sea anormal o que se trate de un
verdadero trastorno de conducta, sino más bien comportamientos normales para el
perro pero indeseables para su dueño.
Miedos
El miedo es una respuesta completamente natural y constituye uno de los
principales mecanismos puestos a punto por la evolución para mantener a un
animal lejos de una situación potencialmente peligrosa.
Las causas del miedo pueden ser una respuesta innata heredada, o una respuesta
en parte aprendida.
Las Fobias
Las Cuatro Características que permiten definir un temor concreto como Fobia, son:
El miedo que siente el animal se relaciona con estímulos que no implican peligros
reales, pero a pesar de ello, si el estímulo persiste, el miedo se hace más y más
intenso, llegando a provocar reacciones muy extremadas y dañinas para el animal y
su entorno. El animal sufre mucho por algo que no va a perjudicarle, pero él no lo
sabe.
Para su tratamiento es
primordial identificar todos
los estímulos que provocan
miedo al animal para
determinar el foco de
sensibilización y contra
condicionamiento. Una vez
identificados averiguar el
umbral de la respuesta
miedosa: identificar la
intensidad, cantidad o
proximidad del estímulo
que da lugar al miedo.
Controlar el entorno del animal de compañía, y evitar exponerlo a los estímulos que
le dan miedo. Controlar la respuesta de animal. Adiestramiento de obediencia o
educación básica. Enseñar órdenes básicas y sencillas. Contra condicionamiento
utilizando esas órdenes aprendidas y recompensas muy motivantes. Hay que evitar
reforzar la conducta miedosa, no acariciar al animal ni intentar calmarlo con
palabras. Simplemente hay que ignorarlo. No serán nada efectivos los castigos,
más bien son contra producentes.
Cuando un perro con ansiedad por separación se queda solo, puede destruir objetos
de la casa como puertas y paredes, vocalizar; ladrido, aullidos, gemidos, etc.,
orinar, defecar, vomitar o salivar, o incluso puede presentar varios de estos
síntomas conjuntamente.
Los síntomas pueden aparecer cuando el perro se queda solo, cuando se marcha
una persona en concreto, (hay gente en la casa pero el perro está muy apegado a
la persona que se ha ido) o cuando está separado físicamente de los dueños (por
ejemplo, cuando se le encierra en una habitación). En muchas ocasiones cuando el
perro esta solo pero dentro de un coche el problema no aparece, suele ser porque
el perro aprende que las estancias en el coche no suponen estar mucho tiempo
alejado del propietario, esto es un dato a tener en cuenta para la modificación de
conducta.
La cantidad de tiempo que pueden estar solos sin que aparezcan estas
manifestaciones puede ser muy variable. En casos graves de ansiedad por
separación, los perros no pueden estar solos más de diez o quince minutos antes de
que les entre el pánico y exhiban estas conductas asociadas con la ansiedad.
Se debe diferenciar el perro que tiene miedo de quedarse solo del que es
juguetonamente destructivo, jóvenes y cachorros, y de aquel que manifiesta
respuestas de temor a estímulos externos que suceden cuando el propietario se ha
ido. Ninguno de estos perros exhibe signos de ansiedad en el momento de la
partida de su dueño. Es frecuente que los perros que al principio muestran temor
En algunos casos el miedo a ser dejado solo puede asociarse con situaciones que le
hayan provocado miedo o terror, por ejemplo quedarse encerrado en una
habitación, o estar en casa cuando hubo un intento de robo o cuando se disparó
una alarma.
Los perros con mayor riesgo de desarrollar ansiedad por separación son los
procedentes de perreras, protectoras, laboratorios, de la calle, y los que han
pasado largos periodos con una persona mayor o enferma que no puede salir de
casa.
Lo mejor como siempre es prevenir, aunque no siempre vamos a poder evitar que
se desarrolle este problema. Tenemos que conseguir que el perro no esté
excesivamente apegado a sus dueños y se le debe acostumbrar a quedarse solo. Lo
mejor es hacer salidas graduales, aprovechando los ejercicios de sentado y quieto.
Cuando el dueño regresa a casa no hay que permitir saludos efusivos, se debe
ignorar al perro hasta que se haya calmado, y una vez que esté será el
momento de llamarle, pedirle que se siente y entonces le saludarle tranquilamente.
Esto también es muy útil, por ejemplo, para evitar que moleste a las visitas, a las
que podría no gustarles que le salten encima.
Facilitar un lugar al perro que sea exclusivo para él y donde se sienta seguro. Con
juguetes, un sitio donde dormir y donde nadie le moleste. Ahí se le podría dar un
juguete especial, para que se entretenga, un poco antes de
Así no seguirá
be notar
tranquilo,
que vayamosque a salir.
Psicología Canina y Felina
Se puede alternar el
tratamiento de
modificación de conducta
con tratamiento
farmacológico, según la
gravedad del problema,
aunque es muy frecuente
que se medique porque la
ansiedad impide al animal
recoger datos del
ambiente físico o social
que le capaciten a
desarrollar respuestas adecuadas y la medicación le ayuda a conseguirlo, haciendo
que el problema se pueda resolver antes. Nunca se medica sin hacer correctamente
la modificación de conducta, ya que si se retira la medicación el problema volvería a
aparecer.
No se debe permitir que el perro obtenga la atención con exigencia. Siempre que el
animal de compañía consigue lo que quiere, cada vez que empuja o gimotea, es
más probable que esté ansioso cuando está solo y no pueda conseguir atención
social. Los dueños deben saber que pueden prestar al perro la atención que deseen,
pero esto debe ser siempre según su criterio, no por exigencia del animal.
Ladrido excesivo
Los perros ladran por muchas razones. Algunas razas de caza, como el Basset
Hound y los Terrier, los utilizan para avisar del comienzo de la caza, y otros como
el Husky, el Alaskan y el Samoyedo aúllan, para estimular y dirigir a la manada, por
lo que al ser un comportamiento heredado no es fácil de eliminar.
Nos centramos en los perros que ladran por miedo, por soledad, por ansiedad, por
aburrimiento o por ser muy territoriales. Si instalamos al perro cerca de una valla,
en aceras muy transitadas o lo sometemos a otros estímulos excitantes, ladrarán
mucho. Si se actúa sobre estas causas permitiendo que jueguen con compañeros,
con juguetes, colocándolos en zonas poco transitadas y eliminando otros estímulos
se podrá conseguir que dejen de ladrar. Lo primero que debemos hacer para
corregir los ladridos excesivos es, como en cualquier problema ya sea psíquico o
físico, identificar la causa, entre las que podemos encontrar:
- La soledad.
Se trata de la causa más común. Los perros son animales de grupo, tienen un
comportamiento social y deben tener compañeros para sentirse seguros. En
nuestra sociedad, su familia humana es como un grupo de perros.
Si esto no es posible, un segundo perro puede ser una excelente idea. Hay que ser
prudente al seleccionar el segundo perro y escoger una raza tranquila. En cualquier
caso, se debe pasar algún tiempo con ellos para que se sientan integrados y se
sociabilizen.
- Territorialidad / miedo
Hay perros que ladran porque los estímulos exteriores los agitan. Estar cerca de
una acera muy transitada, debajo de una escalera, en un campo de juegos o en
áreas de alta actividad humana causará que los perros ladren para proteger su
territorio o por miedo hacia los extraños.
descansar si lo desea y nunca dejar al perro en una zona donde pueda ser
molestado por niños o personas ajenas a la familia.
Destrozos en casa
La consideración más humana que podemos tener con un perro que acaba de
entrar en la familia es prepararle para adaptarse a los inevitables períodos de
soledad en casa y enseñarle a ocupar su tiempo durante estos momentos. Todos
los perros necesitan algún tipo de terapia ocupacional. Disfrutar mordisqueando un
juguete relleno de comida es la solución más fácil y agradable. Los perros son
crepusculares (más activos al amanecer y al atardecer) por lo tanto es más fácil
enseñarles a permanecer tranquilos durante el resto del día.
Las primeras semanas del perro en una casa nueva puede meterse al animal, de
vez en cuando, en su trasportín con juguetes rellenos. Hay que preparar al perro
para la ausencia de su amo mientras esté presente. Estando en casa es más fácil
controlar el comportamiento del perro cuando se le mete en su jaula un rato varias
veces al día. La primera impresión que asimila el perro de una rutina diaria fija
creará una base aceptable y agradable para el futuro.
Dejar al perro en una parte de la casa donde no pueda causar ningún daño
material, ni hacerse daño a si mismo. Limitar el riesgo de problemas es
responsabilidad del dueño, ya que el perro no sabe distinguir entre el bien y el mal
tal y como nosotros lo entendemos.
Las siguientes sugerencias podrían ayudar a dejar al animal solo en casa, minimizar
los comportamientos no deseados y estimularlo física y mentalmente en ausencia
del propietario:
Dejarle una posibilidad de ver “el mundo”, por ejemplo una terraza o una ventana
desde la cual el perro pueda ver que es lo que está pasando fuera (pero si esto le
produce frustración o le altera de cualquier manera sería mejor evitarlo). Dejar la
radio puesta para distraerle, aunque es importante tener en cuenta si el perro
asocia la radio únicamente a sus momentos de soledad puede que no le guste
tanto.
Para el perro que se queda dentro de la casa es aún más importante el paseo diario
con muchas experiencias estimulantes (sonidos, situaciones nuevas, etc.), ésta
estimulación mental lo cansará y minimizará el aburrimiento mientras el perro está
solo. Es conveniente dejarle siempre con un juguete y/o objeto para morder. Podría
ser un hueso, otras alternativas como los “juguetes interactivos” (rellenos de
comida) u otros juguetes sintéticos que pueden ser interesantes para los perros. No
es recomendable dejar demasiados juguetes a la vez, y retíralos cuando el
propietario vuelva a casa. De esta manera los juguetes seguirán siendo
interesantes para el perro, los juguetes pueden no ser tan atractivos si están
siempre a su alcance.
Coger un premio de alto valor para el perro (un hueso, una salchicha, un KONG
etc.) y “empaquetarlo” en un pedazo de tela vieja con muchos nudos muy fuertes
para esconder es premio. El perro tendrá que desatar el rompecabezas para
conseguir llegar al premio, manteniéndose entretenido por un rato.
No dejes nunca al perro solo más que 6-8 horas. Si es necesario dejarle solo por
periodos largos regularmente, una buena idea de contratar a alguien para pasearlo.
Algunos profesionales ofrecen este servicio y además llevan varios perros a la vez,
así el animal tendrá la oportunidad de socializarse y jugar con otros perros durante
esas largas ausencias. También se ofrecen paseos más largos en los que el perro es
recogido en casa y llevado a un área donde podrá correr libremente sin correa y
realizar el ejercicio diario necesario.
A los perros les gusta tener su propia "guarida", un lugar privado donde estar
tranquilo, mordisquear huesos o incluso echarse una siesta. Una buena "guarida"
podría ser una jaula de transporte, con una mantita dentro. Esta jaula puede ser de
gran ayuda para su educación. Además de su función evidente para transportar al
perro en coche o avión, se puede utilizar la jaula para guardar al perro durante
períodos cortos de tiempo en los que no se les puede prestar atención.
De esta manera se evitan problemas como que haga sus necesidades dentro de la
casa, mordisquee y destroce los muebles o escarbe donde no debe. Además, como
ya hemos citado, el trasportín se puede usar específicamente para enseñarle
buenas costumbres de conducta higiénica, a establecer la costumbre de
mordisquear los juguetes interactivos, para reducir los ladridos excesivos, prevenir
que escarbe en el jardín y para aumentar su confianza y su tranquilidad.
Una jaula para un perro no es muy distinta de un parque de juegos infantil o de una
habitación pequeña. Lo primero que debemos hacer es enseñar al perro a disfrutar
al máximo de su jaula y a querer pasar tiempo en ella. Meter una parte de su
ración de comida diaria, por ejemplo el desayuno, dentro de un juguete para
morder, atarlo a la parte de atrás de la jaula y dejar la puerta abierta para que el
Uno de los aspectos que hay que tener en cuenta es que la mayoría de los
comportamientos agresivos de los perros son normales y no son una enfermedad.
En una especie social como la de los perros, que actúa a partir de un sistema
jerárquico, que caza en grupo y que realiza la mayoría de sus actividades
coordinadamente, el orden es una premisa fundamental. Este orden es establecido
sobre la base de diferentes interacciones en las que la agresividad suele ser un
componente importante. A su
vez, es a través de la
agresividad que los animales
defienden su territorio de los
extraños.
La agresividad es considerada,
además, una característica
positiva en muchas razas de
perros, especialmente en
aquellas destinadas a proteger
un terreno, la casa o la familia. También en muchos casos este comportamiento es
estimulado de forma individual por muchos dueños, por lo que un perro en manos
de alguien irresponsable puede ser un verdadero peligro.
La agresividad competitiva se dirige hacia las personas con las que el perro convive
normalmente, con una en concreto o con todas ellas, y, ocasionalmente, puede
manifestarse hacia desconocidos.
Agresividad territorial
Se manifiesta sólo ante la aparición de un intruso, persona o animal, en el territorio
que el perro considera como suyo. Este tipo de agresividad es más frecuente en
machos que hembras.
Agresividad redirigida
Se manifiesta cuando el perro se muestra agresivo hacia un estímulo, puede ser
otro perro, al que no tiene acceso. Como el
animal no puede mitigar su agresividad
atacando al otro perro redirigirá su
agresividad hacia otro estímulo presente,
que normalmente suele ser el dueño.
Como ya expusimos en el capítulo anterior con los cachorros lo que tenemos que
hacer es educarlos para que lo hagan en el lugar adecuado, pero siempre contando
con sus pautas como especie y con su nivel de madurez fisiológica. Un cachorro de
dos meses suele hacer pis cada dos horas, pretender que aguante más tiempo es
inútil. Se suele aplicar la regla de la edad en meses para calcular el tiempo que un
perro puede aguantar sus aguas menores: con tres meses aguantará tres horas,
con cuatro meses cuatro horas, y así sucesivamente. Esta es la primera norma
que debemos respetar, su
tiempo máximo de abstinencia.
Por otra parte los perros tratan de ensuciar en lugares que consideran poco
importantes para el grupo social y que no suelen ensuciar el lugar donde
descansan, donde comen y beben, etc. Esta es la razón por la que muchos dueños
observan que su perro elige para hacer sus cosas alguna habitación en concreto, el
pasillo, el recibidor, etc. es decir, lugares que piensan que son poco importantes
por el poco uso que les damos.
Estas reglas no se cumplen en todos los casos, en ocasiones el perro puede venir
de lugares con poco espacio en los que no ha tenido más remedio que hacer sus
necesidades en el mismo lugar en el que descansa, come, etc. Esto es típico en los
perros de tienda, obligados a permanecer largas horas en un escaparate no muy
grande. Este tipo de perros puede ser más complicado de educar higiénicamente en
el futuro.
Segundo: El lugar de evacuación deberá ser adecuado bajo el punto de vista del
perro, no lo pondremos cerca del lugar donde descansa ni en lugares muy utilizados
por el perro para jugar, comer, etc.
Tercero: Procuraremos poner la misma superficie que utilizó el perro con sus
hermanos tras el nacimiento.
Cuarto: Hay que llevar al perro al lugar seleccionado para evacuar cada vez que le
toca hacerlo. En general tenemos muchos "trucos" para saber cual es este
momento. El más efectivo, pero que no a todo el mundo le agrada, consiste en
tener al cachorro cerrado en un trasportín, ya sabemos que tratará de no hacer sus
cosas en el lugar en que descansa. Si lo hacemos así, tendremos que sacar al
cachorro cada hora para llevarlo al lugar que tenemos previsto para evacuar,
cuando lo haga, le felicitamos y le dejamos libre, sin peligro de ensuciar, durante
diez minutos en los que podemos jugar con él, tras este tiempo, habría que meterlo
de nuevo en el trasportín para repetir el proceso en una hora.
En el caso de que el cachorro pase mucho tiempo solo y como aún no tiene
educación higiénica no debería tener acceso libre a toda la casa si no queremos que
sea él quien elija el lugar más conveniente para evacuar. Lo ideal es usar un parque
de cachorros o restringir su movimiento a un recinto de unos cuatro metros
cuadrados o poco más, de manera que podamos poner en un extremo del recinto
su cama y el agua y en el otro el lugar de evacuación, lo natural es que el cachorro
ensucie en este lugar si lo hemos colocado de manera correcta.
En cuanto a los perros adultos que siguen ensuciando en casa, lo normal es que el
ensuciar sea un síntoma de algún otro problema como: miedo en la calle, ansiedad
por separación, marcaje, etc. En estos casos lo que hay que hacer es tratar el fondo
del problema y no su manifestación
La confianza hacia nuestro perro es uno de los puntos más importantes y a su vez
más complicados de trabajar a la hora de eliminar conductas indeseables. Si
convertimos los paseos con nuestro perro en una rutina agradable y placentera
para ambos y confiamos en que nada malo
ocurra, seguro que muchas de las situaciones
conflictivas desaparecerán y aprenderá a
relacionarse con su entorno de forma más
enriquecedora y positiva.
Es necesario que el perro relacione la correa como algo positivo que le une a su
dueño, nunca como un elemento de control o
imposición.
Es muy importante entender que muchas veces nuestro perro nos va a pedir ayuda
por qué no sabe cómo afrontar una nueva situación, así que es nuestro deber el
guiar a nuestro perro y proporcionarle la confianza y tranquilidad necesarias para
descubrir sin temor el mundo que lo rodea.
conducta como el tirar de la correa. No solo esto es totalmente falso, sino la verdad
de estos collares es que están diseñados para precisamente todo lo contrario,
aumentar la reactividad en perros de trabajo.
Así que estos elementos en lugar de evitar que el perro tire de la correa lo que
provocan es precisamente lo contrario, los perros cada vez tiran más con el
agravante de recibir estímulos aversivos (dolor, estrangulamiento, malestar)
cuando se encuentran a otro perro, etc.
Desde el punto de vista estadístico, parece ser que los gatos de raza son más
proclives a padecer este tipo de problemas, y la explicación puede que sea su
mayor fragilidad genética, producto del cruzamiento entre consanguíneos. A esta
conclusión ha llegado por ejemplo el etólogo británico Peter Neville, aunque la base
de su teoría es que los gatos domésticos están actualmente demasiado mimados, y
este entorno hiperprotector hace perder al gato sus referencias naturales y, por
tanto, su equilibrio vital y psíquico.
El periodo de la vida del gato más sensible es la primera infancia, que es cuando se
forma su personalidad, y es cuando
pueden sufrir más desórdenes
psicológicos. Este desarrollo comienza
antes del nacimiento del gatito y va
evolucionando hasta su autonomía.
Por esta razón es fundamental que el gatito permanezca junto a su madre por lo
menos hasta el momento del destete, ya que gracias a la educación que recibe de
ésta podrá adaptarse más adelante a las reglas de la vida social. Se ha comprobado
que la mayoría de los gatos agresivos, para los cuales lo más normal es morder y
arañar a todos los seres vivos que se pongan a su alcance, han sido animales
destetados demasiado pronto.
Los gatos pasan por un período sensible de desarrollo social entre las 2 y 7
semanas de edad, aunque el aprendizaje social continúa por varias semanas
después de este tiempo.
Durante esta etapa se debe hacer una exposición positiva y frecuente a otros gatos,
humanos y otras especies con las que queramos que el gato crezca y se sienta
confortable. Las experiencias deben ser agradables y no intimidatorias y se sugiere
que todo el manejo de niños debe ser supervisado por un adulto.
Neonatal o Infantil
Este período está caracterizado por los patrones de comportamiento ingestivo y de
dormir neonatales, que son innatos y perfeccionados por la repetición y el
reforzamiento de la conducta. Por ejemplo es innato que el cachorro de gato repte
hacia una mama de su madre, como ya sabemos nacen con ojos y oídos ocluidos,
pero al utilizar una mama le imprimen su olor y cada vez les resulta más fácil
encontrar la misma. Ésta es una etapa muy corta que abarca desde su nacimiento
hasta la segunda semana de vida.
Transicional o Intermedio
Esta etapa es, como su nombre lo indica, una transición entre la etapa neonatal y la
de socialización. Abarca de la segunda a la tercera semana de vida. En esta etapa
ya se observa la maduración de los patrones de conducta adultos, tanto
alimenticios como locomotores y también se observan formas inmaduras de
comportamiento social.
Socialización
Es el período más importante en la vida del gato. Esta etapa abarca desde la
tercera semana de vida hasta la novena semana, aproximadamente, y es el
momento en el cual el gato está en contacto estrecho con otras especies, incluida la
Juvenil
Esta etapa sería el paso entre la infancia y la adultez, o sea la adolescencia y es
importante pues el animal sigue teniendo capacidad de socializarse, aunque es más
dificultoso que en la etapa anterior.
Algunas conductas del gato que son interpretadas por el propietario como agresivas
constituyen en realidad conductas de juego. Este problema de interpretación no
ocurre normalmente con el perro. La conducta de juego se caracteriza por incluir
secuencias motoras propias de otras categorías de comportamiento. En el gato -y,
en general, en todos los carnívoros-la conducta de juego incluye frecuentemente
movimientos característicos de la conducta depredadora.
Agresividad redirigida
La agresividad redirigida es aquella
que se da hacia un objeto distinto al
que genera el estímulo excitador del
estado agresivo. Es el caso del gato
que ve a otro gato a través de la
ventana y el dueño u otro animal de la
casa están a su lado, o en una pelea
de gatos durante la cual una persona
se mete a separarlos, o cuando el
animal tiene miedo y se intenta
tranquilizarle con caricias. A veces
esta agresividad es inducida por el
miedo. Puede derivar en una agresividad territorial.
Se sabe a ciencia cierta que una patología médica que produce en los gatos una
conducta agresiva es el Hipotiroidismo, por este motivo es que nunca debe
olvidarse antes de la consulta conductal tener una seguridad sobre la salud clínica
del animal problema. Las alteraciones clínicas es lo primero a descarta antes de
realizar un Diagnóstico conductal.
El hipertiroidismo y el
hipotiroidismo pueden causar
irritabilidad y conducta
agresiva. Al igual que en el
perro, algunas formas de
hipotiroidismo del gato causan
sólo conducta agresiva y el
animal no muestra ninguno de
los síntomas típicos de la
enfermedad (letargia,
alteraciones de la piel y obesidad).
Agresividad Predatoria
Agresividad territorial
Con agresividad territorial sobre todo nos referimos a las agresiones que se
producen cuando un gato entra en el
territorio de otro gato.
Puede ser conveniente colocar a uno de los dos animales en una jaula durante las
sesiones de habituación, de forma que los gatos puedan verse pero no atacarse,
técnica que también resulta útil para disminuir el riesgo de problemas cuando el
propietario de un gato adquiere un segundo animal.
La agresividad territorial suele aparecer de forma gradual. Uno de los dos animales
se comporta como agresor, y busca y persigue activamente al otro. La postura del
agresor no es compatible con agresividad defensiva. El problema puede
manifestarse tanto en machos como en hembras. La agresividad territorial es muy
La fama de limpios de los gatos obedece a la realidad: a los felinos les gusta
mantener su cuerpo y entorno limpios. Por ello, el gato dedica tiempo a lamerse y
acicalarse para conservar su pelaje y piel sin suciedad. Rechazan dormir o comer en
lugares malolientes o sucios. Los gatos acostumbrados al agua desde cachorros
también aceptan de buen grado los baños y retoques en la peluquería. Los
arraigados hábitos higiénicos del gato se reflejan también en su entorno: utilizan la
bandeja higiénica (el arenero) felina para hacer sus deposiciones y rechazan dormir
o comer en lugares malolientes o sucios.
Sin embargo hay casos de gatos que orinan, defecan o hacen ambas cosas en
lugares inadecuados, esta
conducta afecta a sus
propietarios que cuando
buscan consejo se
encuentran normalmente con
fórmulas generales que no
suelen ser eficaces y causan
un desánimo que puede
llevar a una persona a
deshacerse de su gato.
Entre las causas médicas que pueden estar relacionadas con micción inapropiada
podemos mencionar: cistitis, uréteres ectópicos, diabetes, ETUIF (enfermedades
del tracto urinario inferior de los felinos), senilidad, trastornos musculo
esqueléticos, ansiedad, fobias y depresión. Mientras que las relacionadas con
defecación inapropiada figuran: constipación, diarrea, parásitos, senilidad,
trastornos musculo esqueléticos, ansiedad, fobias, depresión.
Problemas de marcaje
Para asegurarse de que "todo va bien", los felinos marcan constantemente su
territorio. Las señales que utilizan son de tipo olfativo, heces, orina, frotamientos,
lo que supone ventajas frente a las visuales o a las auditivas: duran más tiempo, y
sobre todo no necesitan el "cara a cara", lo que puede conducir a peligrosos
enfrentamientos. Las señales olfativas son como fotos clavadas en un tablón de
anuncios: informan del sexo, edad, estado físico, predisposición social, y además
hasta llevan la "fecha" en que fueron depositadas. Cuando el propietario del terreno
olfatea sus propias marcas sabe que está en su territorio y que todo marcha bien.
Cuando lo huele un extraño la señal es: "¡ojo, este terreno es mío y lo defenderé!"
-La conducta aparece por estrés al cambiar de casa o por cambios en sus rutinas
como cambio de muebles, un nuevo animal en la casa, etc.
Para corregir los problemas de marcaje debemos seguir los siguientes pasos:
Impedir que el gato vea u oiga otros gatos desconocidos para él, por ejemplo se
puede poner música, cerrar las ventanas, etc.
Limpiar las superficies marcadas con orina, para la limpieza no se debe usar lejía,
ya que el olor los incita a marcar aún más, mejor usar detergentes enzimáticos,
podemos aclarar con agua mezclada con un chorrito de vinagre.
Problemas de hábito/aprendizaje
Mala ubicación del arenero, es importante elegir bien el sitio donde colocaremos la
caja, debe ser un sitio tranquilo, no muy transitado, lejos de los platos de comida y
agua.
Rechazo al sustrato, las arenas muy perfumadas o con bordes muy afilados no les
gustan, prefieren arenas suaves y aglomerantes. Poner una caja de arena que sea
atractiva. Si al gato no usa la caja, puede ser que no le guste algo de ella o de la
arena, por ejemplo que la caja de arena no es atractiva. Podría ser que estuviera
llena de cosas, o que haya mucha luz en la habitación y no haya mucha intimidad o
que estuviera cerca de una calle ruidosa o al lado de una pared en la cual el vecino
hace mucho ruido. La caja debería estar puesta en un sitio en el cual el gato sienta
intimidad y tranquilidad.
Cuando el gato es adoptado de la calle, hay veces que las macetas del domicilio le
parezcan más similares a su sitio de evacuación que la bandeja con arena especial,
en este caso es aconsejable poner piedras en las macetas y la bandeja de
evacuación con tierra que se sustituirá progresivamente por las arenas comerciales.
Una vez que conocemos la causa principal, las secundarias, si las hay, y factores de
influencia, debemos trabajar sobre todos ellos. Prestaremos especial atención a la
causa principal, ya que si esta no es eliminada el problema puede volver a
aparecer, de nada sirve evitar que nuestro gato no vea los gatos vecinos, si no lo
castramos. También debemos eliminar factores que potencian la mala conducta y
facilitar los que potencian la conducta deseada.
El gato cuida mucho sus uñas para mantenerlas siempre bien afiladas y listas para
la caza y la defensa. Pero su ritual diario de arañar tiene muchas más funciones. Le
permite ejercitar y fortalecer sus
patas y sus dedos, el gato realiza
unos buenos estiramientos y,
además, aprovecha la ocasión para
marcar su territorio mediante una
secreción de los dedos, que deja una
huella olorosa inconfundible para los
gatos, pero inapreciable para el
hombre. Para ello cuando viven en
el exterior lo hacen en troncos de
árboles, estacas de vallas o trozos
de madera, pero dentro de casa, al
no disponer de estos elementos, les
da igual hacerlo en un mantel, en el marco de la puerta, en una esquina del sofá,
en el respaldo del sillón, o en la más cara de las alfombras.
Tenemos que tener en cuenta que los gatos son animales de costumbres y siempre
arañan en los mismos lugares, de esta manera renuevan las marcas olorosas que
definen su territorio. Sabiendo esto lo aprovecharemos en nuestro beneficio
cubriendo los lugares que suele arañar el gato con un material resistente. Por
ejemplo, se puede forrar una tabla con un trozo de moqueta y colocarla justo en el
lugar en que el gato ha empezado a arañar la alfombra, o se puede intentar que su
felino se acostumbre a arañar un rascador colocado en el lugar en el que ya había
empezado a hacer de las suyas. Poner el rascador exactamente en el lugar
adecuado, y tener de paciencia hasta conseguir que el gato se decida a utilizarlo.
Los rascadores son tremendamente útiles, aunque algunos gatos necesitan ser
educados para usarlos.