Está en la página 1de 10

Maestría en Ciencias de la Educación

Con especialidad en Docencia e Investigación

Análisis de:
• TEORÍAS CONDUCTUALES DEL APRENDIZAJE
• PIAGET Y LA TEORIA DEL DESARROLLO

Profesor:
Mtra. María de Jesús Arias García

Asignatura:
Teorías del Aprendizaje

Alumno:
Isabel Estrada Domínguez

Marzo – 2023
TEORÍAS CONDUCTUALES DEL APRENDIZAJE

•1.1 Tipos de aprendizaje en la teoría conductual.


En general, el aprendizaje dentro de la teoría conductual se define como un cambio
relativamente permanente en el comportamiento, que refleja una adquisición de
conocimientos o habilidades a través de la experiencia. Es decir, se excluye
cualquier cambio obtenido por simple maduración. Estos cambios en el
comportamiento deben ser razonablemente objetivos y, por lo tanto, deben poder
ser medidos.

Dentro de la teoría conductual, existen cuatro procesos que pueden explicar este
aprendizaje: condicionamiento clásico, asociación por contigüidad,
condicionamiento operante y observación e imitación.

•1.2 De Pavlov a Watson


Los primeros trabajos en el campo de la conducta fueron realizados por el fisiólogo
ruso Ivan Pavlov (1849—1936). Pavlov estudió una forma de comportamiento de
aprendizaje llamada reflejo condicionado, en la que un animal o humano producía
una respuesta refleja (inconsciente) a un estímulo y, con el tiempo, se condicionó
para producir la respuesta a un estímulo diferente que el experimentador asoció con
el estímulo original. El reflejo con el que trabajó Pavlov fue la salivación en respuesta
a la presencia de alimentos. El reflejo de salivación se pudo provocar usando un
segundo estímulo, como un sonido específico, que se presentó en asociación con
el estímulo alimentario inicial varias veces. Una vez que se “aprendió” la respuesta
al segundo estímulo, se pudo omitir el estímulo alimentario. El “condicionamiento
clásico” de Pavlov es solo una forma de comportamiento de aprendizaje estudiada
por los conductistas.

John B. Watson (1878—1958) fue un influyente psicólogo estadounidense cuya


obra más famosa ocurrió a principios del siglo XX en la Universidad Johns Hopkins.
Mientras Wundt y James estaban preocupados por la experiencia consciente de pie,
Watson pensó que el estudio de la conciencia era defectuoso. Debido a que creía
que el análisis objetivo de la mente era imposible, Watson prefirió enfocarse
directamente en el comportamiento observable e intentar controlar ese
comportamiento. Watson fue uno de los principales defensores de cambiar el
enfoque de la psicología de la mente al comportamiento, y este enfoque de observar
y controlar el comportamiento llegó a ser conocido como conductismo. Un objeto
importante de estudio por parte de los conductistas fue el comportamiento aprendido
y su interacción con las cualidades innatas del organismo. El conductismo
comúnmente utilizado animales en experimentos bajo el supuesto de que lo que se
aprendió usando modelos animales podría, en cierta medida, ser aplicado al
comportamiento humano.
En efecto, Tolman (1938) declaró: “Creo que todo lo importante en psicología
excepto asuntos tales como involucrar a la sociedad y a las palabras) puede
investigarse en esencia a través del continuo análisis experimental y teórico de los
determinantes del comportamiento de las ratas en un punto de elección en un
laberinto”.

El conductismo dominó la psicología experimental durante varias décadas, y su


influencia aún se puede sentir hoy en día. El conductismo es en gran parte
responsable de establecer la psicología como disciplina científica a través de sus
métodos objetivos y especialmente la experimentación. Además, se utiliza en
terapia conductual y cognitivo-conductual. La modificación de la conducta se usa
comúnmente en entornos de aula. El conductismo también ha llevado a la
investigación sobre las influencias ambientales en el comportamiento humano.

B. F. Skinner (1904—1990) fue un psicólogo estadounidense. Al igual que Watson,


Skinner era conductista, y se concentró en cómo el comportamiento se vio afectado
por sus secuencias. Por lo tanto, Skinner habló del refuerzo y el castigo como
factores principales en el comportamiento de conducción. Como parte de su
investigación, Skinner desarrolló una cámara que permitió el estudio cuidadoso de
los principios de modificar el comportamiento a través del refuerzo y el castigo. Este
dispositivo, conocido como cámara de acondicionamiento operante (o más
familiarmente, una caja Skinner), ha seguido siendo un recurso crucial para los
investigadores que estudian el comportamiento. La caja Skinner es una cámara que
aísla al sujeto del ambiente externo y tiene un indicador de comportamiento como
una palanca o un botón. Cuando el animal presiona el botón o la palanca, la caja es
capaz de entregar un refuerzo positivo del comportamiento (como comida) o un
castigo (como un ruido) o un acondicionador simbólico (como una luz) que se
correlaciona con el refuerzo o castigo positivo.

El enfoque de Skinner en el refuerzo positivo y negativo de los comportamientos


aprendidos tuvo una influencia duradera en la psicología que ha menguado un poco
desde el crecimiento de la investigación en psicología cognitiva. A pesar de ello, el
aprendizaje condicionado se sigue utilizando en la modificación del comportamiento
humano. Los dos libros de ciencia popular ampliamente leídos y polémicos de
Skinner sobre el valor del condicionamiento operante para crear vidas más felices
permanecen como argumentos que invitan a la reflexión para su enfoque.

•1.2.1 Condicionamiento
El condicionamiento clásico es el proceso a través del cual se logra que un
comportamiento -respuesta- que antes ocurría tras un evento determinado -
estímulo- ocurra tras otro evento distinto. El condicionamiento clásico fue descrito
por el fisiólogo ruso Ivan Pavlov (1849-1936) a partir de sus estudios con
animales; en sus investigaciones, asoció el ruido de una campanilla (estímulo
neutro) a la comida (estímulo incondicionado) de un perro, y logró que el perro
salivara al escuchar la campanilla (que se transformó en un estímulo
condicionado).
El condicionamiento clásico describe, de esta forma, el aprendizaje por asociación
entre dos estímulos: se condiciona a las personas o los animales a responder de
una forma nueva a estímulos que antes no evocaban tales respuestas. Este
proceso es típicamente inconsciente, ya que el que aprende no requiere estar
consciente de la relación entre el estímulo condicionado y el incondicionado, para
responder al primero.

•1.2.2 Formación de hábitos


Otro tipo de aprendizaje por asociación es el operante. Este suele tener relación
con conductas más complejas, que suelen perseguir una meta final. Además, el
esfuerzo es voluntario, a diferencia del anterior tipo en el que casi es una reacción
inmediata.

¿A qué nos referimos? Pues al tipo de aprendizaje que se asocia con las
consecuencias a lo largo del tiempo, y que tiene mucha relación con el sistema de
recompensas, que ayudan a reforzar ciertas conductas.

También existe una gran relación con la formación de hábitos, ya que, si el niño se
da cuenta de que al realizar una conducta concreta tendrá una consecuencia
deseada, es muy probable que la termine repitiendo.

Este tipo de aprendizaje puede tener tanto consecuencias positivas, como


negativas, y por este motivo como docentes deberíamos ser muy conscientes de
cómo actuar frente a algunas situaciones. El motivo: puede condicionar un
comportamiento a largo plazo del niño de la manera indeseada.

•1.2.3 Procesos memorísticos


Por un lado, tenemos el condicionamiento clásico, en el que se establece una
relación entre dos estímulos simultáneos que, cuando nuestra mente los asocia,
actúa como respuesta. Se suele establecer a base de repeticiones, hasta que la
conexión es suficientemente fuerte.

Uno de los ejemplos más clásicos es el del perro que saliva. Es el caso de un perro
que cada vez que empieza a salivar por tomar contacto con la comida, suena una
campanilla. Llega un punto en el que el perro ha asociado la campanilla con la
comida, y solo de escucharla empieza a salivar.

Quizás este ejemplo te parezca lejano, pero en las aulas ocurre muchas veces un
efecto similar. Por ejemplo, ¿qué ocurre en el aula cuando suena el timbre? ¡Pues
que todos los niños lo han asociado con ir a pasarlo bien en el recreo!
•1.3 Aprendizaje por reforzamiento
Un refuerzo se define como un evento que, presentado inmediatamente después
de la ocurrencia de una conducta, aumenta la probabilidad de ocurrencia de dicha
conducta.

Existen distintos tipos de refuerzos. Aquellas consecuencias que al ser


presentadas aumentan la probabilidad de que ocurra una respuesta son refuerzos
positivos; por ejemplo, si se le da una buena nota a un niño cuando éste ha
estudiado, tenderá a repetir su conducta de estudio; si los compañeros se ríen y
celebran los chistes del payaso del curso, éste probablemente mantendrá
comportándose como tal. En cambio, aquellas consecuencias que al ser retiradas
de la situación aumentan la probabilidad de que la respuesta vuelva a ocurrir son
llamadas refuerzos negativos.

Estos refuerzos funcionan como un alivio; si a un niño que se porta mal en clase,
porque le produce ansiedad estar sentado escuchando a la profesora, se le echa
para afuera, se le está reforzando negativamente, pues se le está retirando el
estímulo provocador de ansiedad, y aumentan las probabilidades de que siga
portándose mal.

Los refuerzos, además, pueden clasificarse en primarios y secundarios. Los


refuerzos primarios son aquellos que se relacionan con la satisfacción de
necesidades biológicas, tales como comida o bebida. En cambio los refuerzos
secundarios son aprendidos por asociación con los primarios, e incluyen el dinero,
las calificaciones escolares o el elogio.

Es importante notar que lo que es reforzante para una persona no necesariamente


lo es para otra, por lo cual hay que tomar en cuenta el contexto y las
características personales cuando se quiere enseñar una conducta a través del
condicionamiento operante. Además, para que el refuerzo sea efectivo, éste debe
ser contingente con la conducta que se desea reforzar, es decir, debe ser
administrado lo antes posible después de ejecutada la conducta.

•1.4 El Asociacionismo
Otra forma de aprendizaje descrita por la teoría conductual consiste en el
Aprendizaje Asociativo o por contigüidad, propuesto por el americano Edwin
Guthrie (1886-1959), el cual se desprende de los postulados de Thorndike y
Pavlov. Este autor explica la asociación de dos estímulos -en ausencia de
respuesta o estímulo incondicionado- por medio del principio de contigüidad.

Este principio establece que cuando dos sensaciones ocurren juntas en forma
repetida, acaban por asociarse, de manera que posteriormente cuando ocurre
sólo una de estas sensaciones (estímulo), la otra sensación también es evocada
(respuesta). Es así como la combinación de estímulos que ha ocupado a un
movimiento, al volver a presentarse, tenderá a ir seguido por este movimiento.
“Una estructura de estímulo alcanza toda su fuerza asociativa con ocasión de su
primer apareamiento con las respuestas”. Aunque la mayor parte de los
aprendizajes son complejos y no pueden ser explicados exclusivamente por este
principio, la asociación por contigüidad sí ayuda a entender algunos aprendizajes
más simples, como por ejemplo la memorización.

•1.5 Aplicación en el proceso de enseñanza aprendizaje


Como se ha visto, existen numerosas aplicaciones de la teoría conductual al
proceso educativo; la asociación de estímulos, el condicionamiento, la
observación y la imitación ocurren constantemente aun sin conciencia por parte
de los profesores y los alumnos. Para optimizar y aprovechar estos procesos,
existen programas educativos que explícitamente se basan en los postulados de
la teoría conductual, usando los principios conductistas para favorecer el
aprendizaje dentro de la sala de clases.

Joyce y Weil (1980) describen una serie de programas basados en los principios
del condicionamiento operante, tales como programas de manejo de
contingencias usados tanto para reducir comportamientos indeseados, como para
desarrollar nuevas conductas-, modelos de instrucción programada, estrategias
de autocontrol y modelos de entrenamiento; también describen programas
educacionales basados en el proceso del contra condicionamiento, tales como los
procedimientos para reducir el estrés, programas de desensibilización para
sustituir la ansiedad por la relajación (por ejemplo, ansiedad ante un examen), y
programas de entrenamiento para la asertividad y la expresión honesta y directa
de las emociones.

Otras aplicaciones de la teoría conductual a la sala de clases, descritas por


Woolfolk y Mc Cune (1980), incluyen el uso del refuerzo a través de la atención
del profesor, el refuerzo de conductas más deseadas, el uso del refuerzo vicario,
la selección de refuerzos efectivos, el uso de señales o claves, moldeamiento de
nuevas conductas, aproximación sucesiva, el uso de refuerzo negativo, el castigo,
la asignación de responsabilidades grupales, programas de economía de fichas,
y programas de manejo de las contingencias y de autocontrol.
PIAGET Y LA TEORIA DEL DESARROLLO

•2.1 El enfoque básico de Piaget: Epistemología genética


Piaget parte del estudio del aprendizaje desde la epistemología genética
(explicación del conocimiento y el desarrollo de la inteligencia como un proceso
según fases o génesis) considerando que el conocimiento procede de la acción
ejercida sobre los objetos, es decir, lo que hacemos con ellos.

Él no se considera empirista (el conocimiento está preformado en los objetos) ya


que los empiristas creen que el conocimiento es una copia de los objetos, sino que
el conocimiento es una interpretación según nuestras estructuras previas. Como
evidencia de su postura nos muestra cómo una niña de 3 años y medio copia la
imagen de un triángulo, ella dibuja su idea del objeto: concibe el triángulo como un
cuadrado al que le añade después tres puntos.

Tampoco se considera innatista (el conocimiento está preformado en el sujeto) y


propone como ejemplo la evolución de las matemáticas: se construyen los
elementos uno sobre otro, el conocimiento no está preformado, la matemática está
construida a partir de su lógica por la acción del sujeto.

Piaget se caracteriza por ser constructivista ya que el conocimiento es una


construcción continua y secuencial, no está preformado. El desarrollo de la
inteligencia es una serie de construcciones que prolonga la embriogénesis, que
prolonga la epigénesis, la formación del organismo mismo.

•2.2 Dos tipos de aprendizaje


Mediante su estudio de la esfera de la educación, Piaget se enfocó en dos
procesos, a los que llamó asimilación y la acomodación. Para Piaget, la
asimilación significaba la integración de elementos externos en las estructuras de
la vida o ambientes, o aquellos que podríamos tener a través de la experiencia.
La asimilación es cómo los seres humanos perciben y se adaptan a la nueva
información. Es el proceso de adecuar nueva información en los esquemas
cognitivos preexistentes. La asimilación en la que se reinterpretan nuevas
experiencias para adecuar en, o asimilar con, la antigua idea. Se produce cuando
los seres humanos se enfrentan a la información nueva o desconocida y hacen
referencia a la información previamente aprendida con el fin de hacer sentido de
ella. Por el contrario, la acomodación es el proceso de que el individuo tome nueva
información del entorno y altere los esquemas preexistentes con el fin de adecuar
la nueva información. Esto ocurre cuando el esquema (conocimiento) existente
no funciona y necesita ser cambiado para hacer frente a un nuevo objeto o
situación. La acomodación es imperativa, ya que es la forma en la gente seguirá
interpretar nuevos conceptos, esquemas, marcos, y más. Piaget creía que el
cerebro humano ha sido programado a través de la evolución para brindar
equilibrio, que es lo que él cree que en última instancia, influye en las estructuras
de los procesos internos y externos a través de la asimilación y la acomodación.

La comprensión de Piaget era que la asimilación y la acomodación no puede


existir una sin la otra. Son las dos caras de una misma moneda. Para asimilar un
objeto en un esquema mental existente, primero hay que tener en cuenta o
acomodarse a las particularidades de este objeto en cierta medida. Por ejemplo,
para reconocer (asimilar) una manzana como una manzana, primero hay que
enfocar (acomodar) sobre el contorno de este objeto. Para ello, hay que reconocer
aproximadamente el tamaño del objeto. El desarrollo aumenta de saldo, o de
equilibrio, entre estas dos funciones. Cuando está en equilibrio entre sí, la
asimilación y acomodación generan esquemas mentales de la inteligencia
operativa. Cuando una función domina sobre la otra, generan representaciones
que pertenecen a la inteligencia figurativa.

•2.2.1 Ante nuevas situaciones


Es evidente que la potencia de la teoría del aprendizaje construida por Piaget,
fundamentada en el análisis epistemológico y en el trabajo experimental de muchas
décadas, precisa ser probada por la práctica educativa y re-educativa. Sin embargo,
esta práctica no podrá ser una práctica tradicional centrada milenariamente en la
eficacia de la instrucción y de la transmisión, que no toma en cuenta la actividad
constructiva del sujeto del conocimiento. Por lo tanto, la teoría del aprendizaje de
Piaget solamente podrá ganar poder transformador si colocamos a los niños y a los
adolescentes en la condición de verdaderos sujetos activos del aprendizaje y por
esto en situaciones de auténticos investigadores, de descubridores y creadores de
conocimientos. Pero, para este tipo de práctica (o mejor, praxis), es preciso abrazar
una utopía transformadora comprometida con la formación de sujetos libres y
autónomos. Sin esa utopía, la escuela y la educación tradicional continuarán
caducas, pero siempre de pie.

De este modo, si otras teorías del aprendizaje se acomodan fácilmente con la


práctica tradicional de la enseñanza centrada en la transmisión y en la reproducción
mecánica de los contenidos, la teoría de aprendizaje de Piaget no podría adaptarse
sin conflictos y sin una reforma radical de ella. La teoría de aprendizaje de Piaget
exige otras relaciones pedagógicas diferentes de la simple instrucción y de la
imposición de saberes, precisa de relaciones donde el niño se constituya en sujeto
activo del conocimiento. Esto no significa predicar por la actitud espontaneista, ni
por la ideología de la facilitación, sino por una relación pedagógica donde el
esfuerzo del niño y del adolescente es superar sus límites, donde el profesor pueda
garantizar los contenidos curriculares elaborados por ellos y re-creados por el niño,
donde la disciplina y el trabajo escolar (individual y colectivo) tengan como base el
respeto mutuo y el interés intríseco.
•2.2.2 Nueva estructura de operaciones mentales
Una operación mental, según Piaget, es una acción interiorizada de carácter
reversible que se combina con otras formando estructuras de conjunto. A estas
estructuras las llamamos agrupamientos. Los agrupamientos tienen dos
operaciones fundamentales: la identidad y la reversibilidad. La identidad implica que
si no se añade o se quita nada a un "todo" éste permanece el mismo. La
reversibilidad significa que si se efectúa una transformación en un sentido y a
continuación en sentido contrario el "todo" queda igual.

Piaget consideró que la noción de conservación es una condición necesaria para


los agrupamientos. Los nuevos agrupamientos son: la transitividad,
las clasificaciones y las seriaciones. Los agrupamientos son estructuras débiles, a
medio camino entre la lógica -matemática y la psicología. Piaget se sirvió de las
propiedades de estas estructuras para explicar la conservación, la inclusión de
clases y las relaciones de orden, así como la comprensión de la noción de número.

•2.3 Concepto de inteligencia


Jean Piaget, desarrolló una teoría del desarrollo cognitivo infantil. Según Piaget, la
inteligencia es el proceso de adaptación del individuo al medio ambiente a través
del conocimiento, la experiencia y el razonamiento. Piaget sostiene que la
inteligencia se divide en dos categorías: la inteligencia sensoriomotora y la
inteligencia operativa.

La inteligencia sensoriomotora se refiere al conocimiento y la comprensión que los


bebés tienen de su entorno a través de sus sentidos y movimientos. A medida que
los niños crecen, adquieren la capacidad de pensar de manera más abstracta y de
comprender conceptos más complejos.

La inteligencia operativa se refiere a la capacidad de resolver problemas y pensar


de manera lógica y sistemática. Esto incluye la capacidad de clasificar, comparar y
combinar conceptos de manera lógica y de razonar de manera hipotética-deductiva.

Piaget sostiene que la inteligencia humana evoluciona a través de cuatro etapas de


desarrollo: la etapa sensoriomotora, la etapa preoperacional, la etapa de
operaciones concretas y la etapa de operaciones formales. Cada etapa se
caracteriza por el tipo de pensamiento y comprensión que el individuo es capaz de
alcanzar.

En resumen, para Piaget, la inteligencia es el proceso de adaptación del individuo


al medio ambiente a través del conocimiento, la experiencia y el razonamiento, y
evoluciona a través de cuatro etapas de desarrollo.
•2.4 Etapas evolutivas
La construcción sucesiva es una serie de etapas jerarquizadas llamadas estadíos o
niveles:

1. Inteligencia sensorio motriz (0 a 2 años): antes del lenguaje, el bebé construye


el objeto permanente, el espacio, el tiempo, la causalidad, etc. Recurre a
experiencias de tipo sensorial y motriz para conocer el mundo que le rodea y
relacionarse.

2. Período pre-operatorio (2 a 4 años). Se da la adquisición del lenguaje y


primeras representaciones de la realidad.

3. Operaciones concretas (se alcanza entre los 6 y 7 años). Hay una mayor
consistencia del conocimiento del objeto. Las operaciones concretas afectan
directamente a los objetos manipulables por el niño, tienen que estar ligadas al
presente inmediato, el niño tiene la capacidad de realizar operaciones mentales
lógicas.

4. Operatorio formal (a partir de los 12 años). El niño puede razonar con hipótesis
además de objetos. Puede formular un conjunto de explicaciones posibles y luego
someterlas a prueba para realizar su confirmación empírica.

También podría gustarte