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TEMA 2.

GENERALIDADES DEL DUELO

1. DESCRIPCIÓN DEL FENÓMENO

El duelo es la reacción psicológica ante la pérdida, es el dolor emocional que se produce tras haber
perdido algo o alguien significativo en nuestras vidas. En el tema que nos ocupa, trataremos de la
pérdida de una persona querida. Habitualmente hablamos en términos de “pena” o aflicción.

Clásicamente, el duelo se ha entendido como un proceso normal, con una limitación temporal,
cuya evolución, habitualmente, progresa hacia la superación. Distintos autores coinciden en que la
pena producida por una pérdida de por sí no es una patología: muy al contrario, su elaboración
puede fortalecer la madurez y el crecimiento personal.

Igualmente se reconoce que las pérdidas implican un gran sufrimiento para la mayoría de las
personas, y que para una minoría el proceso se puede complicar y suponer incluso trastornos
psíquicos. Estudios recientes encuentran que un tercio de las consultas en atención primaria
tienen orígenes psicológicos, y que de ellas, una cuarta parte se identifican como el resultado de
algún tipo de pérdida.

El proceso del duelo se describe bien en etapas, o bien por tareas sucesivas que la persona ha de
asumir en los diferentes momentos (Worken o Sheldon)

De modo muy resumido las etapas de un proceso no complicado o normal de duelo, con sus
consiguientes manifestaciones serían:

a) Shock. Que se caracteriza por desconcierto y embotamiento, incluyendo sentimientos de


irrealidad (“no es posible”). Es un fenómeno muy común y en principio protector, puede
durar horas o algunos días.

b) Anhelo o languidez. Incluye búsqueda de la pérdida, sentimientos intensos de pena y


ansiedad. También puede haber sentimientos de rabia, inseguridad y baja autoestima, así
como expectativas de nuevos desastres. En esta etapa también pueden aparecer otras
reacciones extremas como ataques de pánico. La persona se implica en los hábitos vitales
normales como comer, dormir y cumplir con las responsabilidades fundamentales, pero de
modo ansioso y apático. Habitualmente todos los apetitos están disminuidos, se pierde
peso, concentración y capacidad de memoria a corto plazo. La duración de esta fase suele
ser alrededor de tres semanas.

c) Desorganización y desesperación. Se producen pensamientos repetitivos sobre la pérdida


junto a largos períodos de apatía y desesperación. Pueden producirse alucinaciones
hipnagógicas en momentos de somnolencia o relajación y también “sentir la presencia” de
la persona perdida. También puede darse aislamiento y ausencia de visión de futuro.
Según va pasando el tiempo, los ataques de pena y desesperación tienden a disminuir en
frecuencia, aunque pueden reagudizarse por momentos, dando pasos adelante y atrás
muchas veces antes de pasar a la fase definitiva de reorganización. Suele tener una
duración aproximada ente dos y cuatro meses.

d) Reorganización y recuperación. Al tercer o cuarto mes, comienzan a recuperarse los


apetitos, vuelven las ganas de comer y por tanto el peso perdido. Se empieza a mirar hacia
el futuro y a reconstruir el mundo con un nuevo significado. La preocupación por la

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TEMA 2. GENERALIDADES DEL DUELO

imagen y el deseo sexual tardan más en aparecer. La mayoría de las personas reconocen
su propia recuperación a lo largo del segundo año.

Como trasfondo terapéutico de todo el proceso, Worden describe las CUATRO TAREAS que la
persona ha de llevar a cabo:

1. Aceptar la realidad. Superar la negación. La muerte es muerte. Comprender que as


alucinaciones son eso.

2. Experimentar el dolor de la pena. El dolor compartido es menor. Nombrar lo que se siente


desahoga. Los sentimientos no son morales.

3. Adaptarse a un mundo en el que el desaparecido está ausente. Desmontar los lugares y


las cosas. Hacer la paz con los espacios. Asumir tareas que hacía el difunto.

4. Reubicar emocionalmente al fallecido y mirar hacia el futuro. Darse permisos. Permitirse


amar a otras personas.

Es muy difícil determinar cuándo ha finalizado realmente un duelo, aunque se considera como
momento clave aquel en que la persona es capaz de mirar hacia el pasado y recordar con afecto
sereno (pena sin dolor) al fallecido y a la historia compartida. Habitualmente hablamos de
periodos que oscilan entre uno y dos años. Del mismo modo, las etapas descritas no se pueden
contemplar como periodos fijos y ordenados exactamente, más bien se trata de fases que pueden
solaparse en cierta medida y que contienen una mezcla de emociones y respuestas.

Proceso normal del duelo:


- La pena se expresa normalmente
- Tiene una duración limitada en el tiempo (aproximadamente entre 1 y 2 años)
- Pasados los primeros días, el doliente realiza las actividades de la vida cotidiana con
“normalidad”, aunque con ánimo apático y ansiedad

Complicación en el duelo:
- No se expresa en absoluto la pena (duelo reprimido)
- Se expresa la pena con la misma intensidad durante un largo período de tiempo (duelo
crónico)
- Se muestra incapacidad para desvincularse del fallecido. Se expresa mediante culpa
excesiva o autorreproches.
- Incapacidad de recomenzar la vida en un nuevo marco en el que no está el fallecido
- Cualquier alteración mental diagnosticada a partir de los seis meses del fallecimiento,
debe ser explorada por su posible conexión con la pérdida (fundamentalmente depresión,
trastornos de ansiedad, adicciones)

2. POSIBLES FACTORES ETIOLÓGICOS Y/O DESENCADENANTES

Recordemos que el duelo no es una patología, aunque en algunos casos el proceso puede
complicarse y producir alteraciones importantes en la vida de las personas que lo experimentan,
produciéndose así lo que se conoce como duelo patológico o complicado.

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TEMA 2. GENERALIDADES DEL DUELO

Se ha investigado abundantemente sobre aquellos factores que pueden influir en el proceso de


duelo, incrementando la probabilidad de un desarrollo anómalo. Consideramos predicciones de
duelo complicado los siguientes factores:

2.1 En relación con la persona doliente.

- La edad: cuando la persona es muy joven o muy anciana hay más riesgo
- Mecanismos de afrontamiento previos ante situaciones estresantes o traumáticas de tipo
pasivo o con directas connotaciones depresivas
- Enfermedad física o psíquica anterior

2.2 En relación con el fallecido


- La edad de la persona fallecida: la juventud es un factor de riesgo añadido.
- El nivel de apego y familiaridad con la persona fallecida. De mayor a menor riesgo estaría:
ser padre-madre, ser esposa, ser hijo.
- El nivel de desarrollo familiar y rol que desempeñaba el fallecido en la familia
- La participación en el cuidado del paciente (como factor protector)
- La relación ambivalente o dependiente con el difunto

2.3 Características de la enfermedad o la muerte


- Muerte repentina o imprevista (se incluye el suicidio). En estos casos, las reacciones
iniciales suelen ser muy intensas, por lo que es más fácil que el proceso se complique.
- Duración de la enfermedad: duraciones excesivamente largas (12 meses o más) o
excesivamente cortas (en unos días o pocas semanas) suponen también un riesgo
adicional. En el primer caso por devastador, en el segundo por inesperada y sorprendente,
sin tiempo para asimilar la realidad.
- Muerte incierta o no visualización de la pérdida: no ver el cuerpo del fallecido como en el
caso de guerras, desastres naturales, etc., puede llevar a que no se inicie o se complique el
duelo.
- Enfermedad con síntomas sin controlar, con expresión de gran sufrimiento por parte de la
persona querida

2.4 Aspectos relacionales


- Falta de disponibilidad de apoyo familiar y social
- Bajo nivel de comunicación con familiares y amigos
- Poca posibilidad de expresar la pena o incapacidad para hacerlo
- Perdida inaceptable socialmente: como una relación secreta, una muerte por suicidio, una
enfermedad con estigma, asesinato, etc.

2.5 Otros factores influyentes


- Duelos previos no resueltos
- Pérdidas múltiples o acumulación de pérdidas: cuando se pierden a la vez varios seres
queridos o varias cosas además del ser querido.
- Crisis concurrentes. Se trata de problemas, no necesariamente pérdidas, que requieren la
energía emocional del doliente. Puede ser que sea necesario aplazar el duelo. Una crisis
especial es la económica.

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TEMA 2. GENERALIDADES DEL DUELO

- Obligaciones múltiples, por ejemplo, la presencia de niños pequeños o de alguna persona


minusválida o dependiente.

3. PREMISAS BÁSICAS

3.1 Experimentar pena, tristeza, tras la pérdida de un ser querido, es un fenómeno


psicológicamente normal y adaptativo.
3.2 El duelo es un proceso doloroso pero limitado en el tiempo. Su tendencia natural, por
tanto, es a desaparecer.
3.3 El conocimiento de los factores que predicen problemas en el proceso de duelo, nos
permite anticiparlos y aumentar la probabilidad de prevenirlos.
3.4 El duelo complicado tiene diferentes posibilidades de manifestarse (evitación,
manifestación excesiva, psicopatologías, etc.)
3.5 Puede ser tan importante facilitar la expresión de la pena como ayudar a frenar su
evolución.
3.6 Contactar con las propias emociones y canalizarlas en un proceso de experiencia de
sufrimiento, como es el duelo, puede ser vehículo de crecimiento y madurez personal.

4. INTERVENCIONES RECOMENDADAS

La disposición al acompañamiento y la escucha activa suelen ser claramente beneficiosos a lo largo


de todo el proceso de duelo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todas las
personas dolientes van a necesitar atención psicológica especializada. Las investigaciones respecto
a la eficacia de las intervenciones en el proceso de duelo apuntan a que, tras la pérdida, no está
suficientemente demostrado que en todos los casos las intervenciones con objetivos de
prevención primaria sean beneficiosas y que incluso en algunos de ellos podrían ser perjudiciales
para el doliente. Se recomienda que la actuación psicoterapéutica específica se limite a los
supuestos en los que existe constancia de resultados positivos. Estos son:

- Que explícitamente se solicite dicha ayuda,


- Que se trate de personas que ya hayan presentado factores de riesgo antes del
fallecimiento del ser querido,
- Que el tipo de muerte o sus circunstancias impliquen en sí mismas mayor riesgo de
complicaciones en el duelo. Por ejemplo, muerte repentina inesperada o control de
síntomas deficiente,
- Que se trate de personas especialmente vulnerables, tales como niños, ancianos o
personas carentes de apoyo social,
- Que ya se haya diagnosticado duelo complicado.

Por lo tanto, teniendo presente que una intervención psicoterapéutica sin fundamento puede
interferir en los procesos individuales de elaboración del duelo, de por sí tan particulares, las
sugerencias de intervención posteriores al fallecimiento del familiar, son aconsejables en dichos
supuestos. (Pilar Arranza, 2010)

CONCEPTOS BÁSICOS DEL DUELO

1. SÍNTESIS DEL CONCEPTO DE UN DUELO

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TEMA 2. GENERALIDADES DEL DUELO

- El duelo es el proceso de dolerse.


- Es la respuesta física, mental y emocional humana ante una pérdida significativa de
vida ya sea pasada o que se prevé en el futuro cercano.
- Es una jornada hacia el corazón, hacia los sentimientos más profundos del alma
humana.
- Es una reacción normal de desconcierto debido a una pérdida.}es una “anormalidad
normal” del comportamiento del ser humano ante el dolor por una posible pérdida
presente o futura.
- Es un periodo de “desastre persona” provocado por el dolor ante una pérdida
significativa o ante el riesgo de una pérdida.
- Es un complicado proceso de “reorganización interna” para poder volver a enfrentar al
mundo después de un cambio significativo en la vida de un ser humano.
- Es un proceso de recuperación de la confianza en no mismo, en la vida y en los demás,
después de una sacudida por una pérdida importante.
- Etapa antes o después de una pérdida en que nuestra energía se concentra en el dolor
de los cambios, y en los ajustes de vida que son necesarios de llevar a cabo.
- Es el momento que en el dolor nos obliga hacernos preguntas importantes y
profundas como_ ¿qué es la vida?, ¿qué es la muerte?, ¿a dónde se fue mi ser
querido?, ¿qué hay después de la muerte?, ¿por qué y para qué estamos vivos?,
¿existe un Dios?, ¿cuál es el sentido del dolor, de la enfermedad, del sufrimiento
humano?, ¿cuál es la misión de la vida?, ¿qué quiero hacer realmente con mi vida?,
entre muchas otras preguntas trascendentes.
- Es como cruzar un río de dolor que no nos permite rodearlo o evadirlo y nos obliga a
atravesarlo tarde o temprano, aunque no queramos hacerlo.

2. OBJETIVOS DE UN DUELO
- No es olvidar al ser querido que se fue, sino poder vivir con su ausencia y recordarlo
con amor y sin destruirnos.
- Es aprender a recordarlo no por lo que fue, sino por todo lo bello que nos dio y por lo
que nos hizo ser: padre, hijo, esposo, hermano, amigo, etc.
- Es comprender que en medio del dolor es como el ser humano crece y se fortalece.
Por lo tanto, es aprender a crecer en medio del dolor para honrar y darle valor al que
se nos adelantó de regreso a la fuente de la vida, o a la vida misma a través de esta
experiencia dolorosa.
- Es aprender a “abrir los regalos de amor” que nos deja el que se fue o la pérdida de
vida que estamos viviendo. Generalmente estos regalos tienen que ver con el mensaje
de valorar y aprovechar la vida mientras la tenemos a través del amor a nosotros
mismos y a los demás seres queridos que aún nos quedan vivos.
- Es aprender la lección de que solo a través de la comprensión, de la aceptación y del
perdón es la única forma de vivir en paz y de morir en paz, cuando nuestro turno
llegue de abandonar este cuero físico.

3. OTROS TIPOS DE DUELOS POR DIFERENTES PÉRDIDAS

- Durante el ciclo vital (por pérdida de la niñez, o de la juventud)


- Por enfermedad o pérdida de funcionamiento de habilidades o capacidades físicas o
mentales.
- Por el divorcio.

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TEMA 2. GENERALIDADES DEL DUELO

- Por la pérdida de un amor.


- Por la pérdida de una ilusión.
- Por la pérdida de una amistad valiosa.
- Por desarraigo por cambio de domicilio, de ciudad o de país.
- Por tener hijos discapacitados.
- Por amputación de una parte del cuerpo.
- Por la pérdida de un objeto amado.
- Por la pérdida de una mascota.
- Por la pérdida de un trabajo.
- Entre muchas otras cosas preciadas que el ser humano puede perder durante el ciclo
de la vida.
(Avila, 2009)

EXISTEN DIFERENTES TIPOS DE PÉRDIDAS

Objetales (de objetos físicos o mentales) y otras simbólicas (que simbolizan o representan algo en
nuestra mente), las cuales se dividen en tres categorías:
- Somáticas: mutilación física, pérdida del buen estado de salud previo, de la capacidad
funcional y de la autonomía.
- Sociales: pérdida de roles privilegiados y actividades en estas áreas, de relaciones
interpersonales, del trabajo y de la capacidad reproductiva.
- Psicológicas: pérdidas afectivas, pérdida relacionadas con la construcción de la realidad
antes de la enfermedad y futuro psicológico, cognitivas, intelectuales y volitivas, de sí
mismo y de lo amado.

Una sola pérdida puede absorber para sí las tres categorías, dos o una; algunas son consideradas
primarias, muy intensas, y otras secundarias o menos intensas. Toda pérdida asociada a una
mayor (muerte de un ser querido), debe ser considerada en su propio derecho, pues puede
dificultar de manera importante el proceso de recuperación por la pérdida primaria.
No es lícito exigir a las personas que se comporten y manejen sus afectos, su duelo, como a
nosotros nos parece que deberían hacerlo. Las adaptaciones emocionales y cognitivas a toda
pérdida, requieren que el individuo “lleve luto” a estas pérdidas objetales y simbólicas.

EL DUELO Y LOS SENTIMIENTOS

Al ser humano le duele lo que ama y cuando pierde ese objeto, situación o sujeto de su amor,
elabora un proceso doloroso; el duelo duele, por tanto, la manera de salir avante es viviendo ese
proceso; no se trata de evadirlo sino de enfrentar el dolor y sufrimiento que esto conlleva.
“Mientras más te amo, más me duele perderte”.

Podemos encontrarnos con términos que podrían confundirse; por tanto, cabe aclararlo:

- Aflicción. Sinónimo de pérdida. Corresponde al hecho objetivo de la privación o pérdida,


algo que fue y que ahora ya no es.
- Luto. Del latín lugere = llorar. El luto es la respuesta social ante la pérdida; corresponde a
los rituales o signos externos de comportamiento social que marca la conducta que ha de
seguirse.
- Pena. Duelo, del latín dolor=dolor, es la respuesta emocional ante la pérdida.

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TEMA 2. GENERALIDADES DEL DUELO

La función del duelo es restituir o sanar; por tanto, no elaborarlo puede conducir a la persona a
duelos no sanos o patológicos.

Los duelos pueden ser:

1. Anticipados o anticipatorios. Es el que se inicia y después llega la pérdida. Continúa hasta


cerrar el ciclo.
2. El duelo que se inicia en el momento en que se presenta la pérdida.

En ambos casos los duelos pueden ser:

1. Normales. Se llevan a cabo todas las etapas del proceso, sin “atorarse” en ninguna de
ellas.
2. Patológicos o anormales. Se caracterizan por:
a. La intensidad. Puede ser que la persona no manifieste dolor o, por el contrario,
que el dolor le impida vivir.
b. La duración. Que se exceda de dos o dos años y medio.

En relación con la duración, es importante ver los casos de manera individual, ya que cada persona
vive su duelo de diferente manera; algunas viven sus procesos de forma más lenta y otras más
rápidamente; la duración del duelo depende también de otros factores.

Existen casos verdaderamente difíciles; ver cómo la muerte y las pérdidas que ésta conlleva,
afectan a todo un sistema familiar, observar que algunos integrantes viven en lo que
denominamos la “conspiración del silencio”, en la cual cada uno de los dolientes se va a un rincón
a “lamerse las heridas”, solos, sin compartir ni buscar ayuda o apoyo de otros familiares o amigos.

Y no lo compartimos porque tenemos la falsa creencia que al hacerlo vamos a hacer sufrir a los
otros con o que nos pasa, como si los sentimientos fueran una enfermedad contagiosa, y en ese
proceso nos perdemos de la esencia del compartir, de mostrarnos internamente y que los demás
aprendan a separar entre lo que es suyo y lo que no. Por tanto, tendemos a negar lo que sentimos
cundo nuestros hijos o seres queridos nos preguntan: “¿Estás triste?”; respondemos: “No, se me
metió una basurita en el ojo por eso lloro”.

Cuando perdemos a un ser querido nos desesperamos al darnos cuenta de que ya no podemos
hacer nada por él.

Desafortunadamente, en nuestra sociedad todo está arreglado para evitar que nos enfrentemos a
la realidad. Por ejemplo, se maquilla el rostro del difunto para que parezca que está vivo y no nos
impacte ver el cadáver. Se nos olvida que es esto lo que nos ayuda a salir de la fase de negación.
Los rituales que se viven ante la muerte tienen como finalidad ayudar a los sobrevivientes a
despedirse y a iniciar el duelo.

Otra acción muy recurrente es recetar calmantes para que los deudos no sufran y, de ser posible,
que ni se enteren de lo que está sucediendo. Si alguien suelta en llanto, lo alejan del féretro o la
tumba.

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TEMA 2. GENERALIDADES DEL DUELO

A los niños no se les permite asistir a velorios o entierros, ya que se les puede crear un trauma. Sin
embargo, lo que les ayuda a elaborar el duelo es precisamente que asistan a velorios y entierros
de personas significativas (padres, abuelos, hermanos o cualquier persona que sea importante
para ellos), y se les debe acompañar durante todo el proceso. Si los niños son muy pequeños quizá
únicamente deban asistir por un breve tiempo, siempre acompañados de un adulto que los guíe y
les explique lo que ocurre.

Ante la conspiración del silencio y la negación de sentimientos, los niños pueden aprender los
mismos patrones de conducta de los adultos y repetirlos al crecer.

Con todas estas acciones lo único que hacemos es frenar el proceso de duelo. Se nos olvida que el
duelo significa dolor (dolos), y tenemos que enfrentarlo y vivirlo; ya que ésta es la única manera en
que podremos salir bien librados de esa batalla.

DUELO RACIONAL Y DUELO EMOCIONAL

Cuando ocurre la muerte de un ser amado, se nos olvida la diferencia entre la aceptación
intelectual y la emocional o afectiva, la cual necesita expresar las emociones libremente. Esto
implica la elaboración de dos duelos:

1. Racional
2. Emocional

El duelo racional es más fácil de procesar, ya que algo de lo que estamos seguros es de la muerte.
Esto lo sabemos racionalmente, a pesar de que sabemos que la muerte es tan natural como la vida
misma, no queremos que toque a nuestra puerta.

En los seres humanos no es tan grande el miedo a la muerte; sino de la forma en que pueden
morir. Esto también depende en gran parte de las creencias religiosas, ya que proporcionan una
esperanza de vida después de la vida. Quienes no creen en la resurrección o en reencarnación, el
hecho de saber que no todo termina aquí también los tranquiliza.

El duelo emocional es el más difícil de procesar, porque los sentimientos que se viven son
desagradables y nos obligan a enfrentar la verdad; por eso preferimos no ver y buscar la manera
de hacerlos a un lado. Se nos olvida que las emociones y sentimientos necesitan ser liberadas si las
retenemos, nos oprimen.

Si logramos recuperar nuestras emociones y sentimientos, podemos recobrar nuestra libertad, ya


que, si podemos manejarlas sin negarlas y sin que se salgan de control, nos proporcionarán
autonomía. Lo más sano es experimentar nuestras emociones y sentimientos dentro de una zona
de tolerancia emocional, de manera proporcionada sin irnos a los extremos.

Lo que nos da poder sobre nosotros mismos será el autoconocimiento. Si logramos darnos cuenta
de qué es lo que nos pasa o qué estamos sintiendo, lograremos hacer que pase por os engranajes
de la razón, ya que negar o evadir las emociones no impide que existan y pueden hacer mucho
daño cuando no se reconocen, pues jamás las expresamos.

GENERO Y DUELO

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TEMA 2. GENERALIDADES DEL DUELO

El género es un modo de vida que se enseña y aprende. Al ser aprendido, detectamos que existen
sentimientos que están permitidos a las mujeres y otros, a los hombres.

A los varones se les permite experimentar alegría, enojo y no se les permite experimentar miedo,
afecto o tristeza. Y al ser sentimientos no permitidos socialmente, no podrán manifestarlos por el
simple hecho de ser varón. Entonces contenemos toda la energía que los sentimientos producen.
Se nos olvida que la afectividad reprimida es una bomba de tiempo y en el momento en que
explota, acaba con todo lo que está a su alrededor.

En las mujeres está bien visto que experimenten tristeza, miedo o afecto, y mal visto que se
enojen o sean muy alegres. El enojo está mal visto. Por la educación recibida, es muy común que
tapemos un sentimiento con otro, ya que existen algunos que son más aceptados hasta que llega
el momento en que ya no sabemos ni qué estamos sintiendo y vamos creando lo que
denominamos meta sentimientos, donde ya no podemos detectar realmente qué es lo que me
está sucediendo y para descubrirlo necesitaremos ayuda especializada.

Este es un modelo que exige al hombre que sea poderoso, independiente, invulnerable,
dominante y represor de sus emociones.

La consecuencia es un grave costo en el desarrollo de la vida emocional, ya que no da cabida a las


emociones y necesidades normales como son el miedo, el enojo, la alegría, la tristeza y el afecto.
(González, 2007)

Bibliografía
Avila, M. P. (2009). Aprendiendo a reconocermi duelo . Cuernavaca : Registro SEP-INDAUTOR .
González, M. d. (2007). La inteligencia emocional y el proceso de duelo. México: Editorial Trillas.
Pilar Arranza, J. B. (2010). Intervención emocional en cuidados paliativos. España: Editorial Planeta.

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TEMA 2. GENERALIDADES DEL DUELO

ACUERDO PARA TRABAJO INTERSESIONES A:

El participante dedicará dos horas al análisis personal:


 1. Hacer una reflexión personal de las dos principales pérdidas que hayan
experimentado en la vida.
 2. Escribir lo que recuerden de cada una; los sentimientos, emociones y conductas;
escribir cómo se sienten AHORA, de cada evento, al recordarlo.

 3. Enviar su texto por email a más tardar el lunes 19 de julio de 2021.


(maría.carmen.defatima.calderon.hinojosa@unicla.edu.mx)

ACUERDO PARA TRABAJO INTERSESIONES B:

El participante dedicará dos horas de lectura:


 Texto que respalda la presentación del Módulo “Generalidades del Duelo”
 Montoya, Jorge. Pérdida, aflicción y luto. Capítulo 7. Las fases del duelo
 Reyes Zubiría, Alfonso. Acercamientos tanatológicos al enfermo terminal y
a su familia. Páginas 200 a 224. Las etapas. (Duelo normal y duelos
especiales)
“(los textos y antología para lectura serán enviados por la docente por whatsapp al grupo,
mientras se integre el grupo de gmail)

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TEMA 2. GENERALIDADES DEL DUELO

Los participantes enviarán en el transcurso de la semana las preguntas o comentarios que


surjan de sus lecturas. A partir del miércoles 14 y hasta el lunes 19 de julio de 2021.

OTRAS LECTURAS RECOMENDADAS:

 Castro González, María del Carmen. La inteligencia emocional y el proceso de


duelo. Editorial Trillas. México 2007
 Montoya Carrasquilla, Jorge, Guía para el duelo. Editorial Trillas. México. 2017
 Payás Puigarnau, Alba, El mensaje de las lágrimas. Editorial Paidós. Barcelona.
2014
 Reyes, Alfonso. Acercamientos tanatológicos al enfermo terminal y su familia.
Triple A Diseño. México 1996.
 Worden, J. William. El tratamiento del duelo: asesoramiento psicológico y terapia.
Ediciones Paidós. Barcelona. 2004

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