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ÍNDICE:
3. Importancia de la despedida.
7. Bibliografía consultada.
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1. ¿Por qué una guía?
Los ritos funerarios son muy importantes para que un duelo no se torne en
complicado, sin embargo, la situación actual de estado de alarma debido al
Covid-19, con la consecuente prohibición de celebrar velatorios y funerales,
supone un dolor añadido a los familiares.
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2. Características del duelo en periodo de aislamiento.
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tiene una visión del proceso del duelo más dinámica, en la que el sujeto puede
tener o no diferentes tipos de respuestas, sin tener que ocurrir de forma
secuencial. Esta clasificación se organiza de esta forma:
La primera dimensión es la de trauma, que son todos esos aspectos
relacionados con el momento del fallecimiento y sus consecuentes
respuestas emocionales. La dimensión del trauma está determinada por
su inmediatez, la forma en que se ha producido (un suicidio, asesinato…)
y la edad del difunto. Puede tener respuesta de hiperactivación: llanto,
ira, gritos, desorganización comportamental, etc., o, todo lo contrario,
como forma de anestesia corporal para dar una tregua al dolor para al
que aún no está preparado. Se trata de una respuesta natural
(aproximadamente 6-9 meses). En los fallecimientos por COVID-19, en la
que la persona ha estado en un aislamiento desde que empieza a
mostrar síntomas hasta su hospitalización y fallecimiento, las
manifestaciones del doliente podrían compararse con un duelo por
desaparición. Por suerte, hay personal sanitario que procura dar
compañía y mantener en contacto a las personas enfermas con sus seres
queridos.
La siguiente dimensión es la protección: en otras clasificaciones esta
dimensión es llamada “negación”, pero para alejarse de esa connotación
negativa, se le denomina en su lugar como “protección”. Serían todas las
respuestas que puede tener la persona a nivel cognitivo y
comportamental, cuyo objetivo es alejarse del dolor y la pena que
provoca la pérdida de un ser querido. Estas respuestas de protección
pueden ser muy beneficiosas para ayudar a la persona a actuar de forma
correcta en diversas situaciones, organizar la casa, centrarse en ayudar a
otra persona, u otro tipo de actividades que mantengan la mente
ocupada en otra cosa. Nuestro cerebro despliega una serie de
respuestas protectoras con el objetivo de minimizar el dolor de la
pérdida (coraza). Todas las anteriores son respuestas
comportamentales, pero también se pueden manifestar en forma de
respuestas cognitivas: racionalizar la muerte, por ejemplo, “ahora ya ha
dejado de sufrir”. Aunque también pueden aparecer pensamientos de ira
o culpa con pensamientos del tipo “por mi culpa se ha contagiado” o
“las medidas de prevención llegaron muy tarde”. Este tipo de
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pensamientos, provocan mucha activación y generan malestar, hay que
permitirse tener estos pensamientos, pero en el caso de que se
perpetúen durante mucho tiempo, conviene trabajar sobre ellos para
permitir seguir avanzando en el proceso de duelo.
Conexión e integración: Las dos primeras dimensiones son respuestas
que pueden darse o no, dependiendo de diferentes factores, sin
embargo, la dimensión de conexión e integración debe estar presente en
el proceso de duelo. Tiene que ver con la relación con el dolor y el
contacto con el ser querido. En este punto, nos hemos desprendido de la
anestesia emocional que hay en la protección y se experimentan de
forma más intensa las emociones de vacío, tristeza y añoranza. A nivel
comportamental, las personas suelen hablar más despacio, aumenta su
capacidad de sentir, expresan llanto, “es como un viaje hacia dentro”
(emociones más internas). Es difícil establecer una temporalidad a esta
dimensión ya que cada persona necesita su tiempo.
Crecimiento: es la fase final de un proceso de duelo. Una vez que se ha
hecho ese viaje hacia dentro para conectar con las emociones, puedes
volver a reconducir hacia fuera, hacia el exterior. Conlleva una
recolocación emocional. La relación con el ser querido fallecido sigue
estando presente, pero el dolor deja de ser incapacitante. Las personas
en esta fase dicen sentirse más en contacto con las personas que le
rodean, ven el mundo de otra forma, pueden plantearse nuevos
objetivos, además pueden existir grandes cambios en la dirección de sus
vidas, o tal vez sigan realizando las mismas actividades, pero si cambian
el modo de vivir sus relaciones.
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3. Importancia de la despedida.
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persona para nosotros. Puedes guardarla para ti, o compartirla con tus
apoyos.
Expresión artística. No todas a todas las personas se les da bien escribir
sobre sus emociones, pero la pintura y la música son forma de arte que
también pueden servirnos como herramienta terapéutica.
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PARCEMASA pueden disponer de una sala de actos para poder realizar
este tipo de eventos.
Debemos permitir, que todos los miembros del núcleo familiar puedan
sentirse integrados y se les permita la expresión emocional, especialmente en
caso de ancianos y niños, que en ocasiones quedan en un segundo plano.
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Actividad: ¿Cómo te gustaría estar de aquí a 6 meses?
1. Proponte un objetivo o meta que te gustaría alcanzar
2. Tiene que depender de ti y ser realista
Actividad:
1. Elabora un listado de las personas que son importantes para ti y de por qué.
2. Programa al menos una llamada o mensaje diario a cada uno de ellos.
Habla con tus seres queridos, que te cuenten sobre cómo ellos están llevando su
proceso y cuéntales sobre tu experiencia.
-Sensación de intranquilidad
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- Opresión en el pecho, dificultad para respirar, taquicardia o sudores.
- Cambios de humor
La técnica 4-7-8
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Irritabilidad
El estar más irritable es normal durante las primeras fases del duelo. Para
ayudar a trabajar esa emoción y evitar volcarla en los que nos rodean podría
servir de ayuda las siguientes recomendaciones:
- En primer lugar, tenemos que permitirnos tener los niveles de
irritabilidad más alto y no debemos hacer un gran esfuerzo en que se
disminuya.
- Reducir la frecuencia de su aparición: Es muy importante tener una
rutina sana con actividades gratificantes como meditar, practicar
autocuidados (darse un baño relajante, darse un masaje,) y realizar
ejercicio físico. Dadas las circunstancias especiales en que nos
encontramos puede ser difícil practicarlo, ante la imposibilidad de salir a
la calle o acudir a un gimnasio. No obstante, de nuevo la tecnología
puede ser nuestra aliada, hay infinidad de videos en Internet, que sea
cual sea tu nivel de actividad, puedes encontrar algo que se adapte a ti, y
así liberar esa energía que si se queda dentro puede acabar haciéndonos
daño.
- Otro aspecto clave es poner en práctica una comunicación emocional
con las personas que convivimos, esto quiere decir que tenemos que
expresarnos.
- cómo nos sentimos con más frecuencia para evitar estar conteniéndonos
durante mucho tiempo hasta llegar a un gran estallido. Es beneficioso
realizar escucha activa con la persona con la que convivimos, ya que al
igual que nosotros queremos expresar cómo nos sentimos, la persona
con la que convivimos puede que también quiera expresar sus
emociones o tal vez pueda tener también momentos de irritabilidad.
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En el caso de que no sepas cómo gestionar la irritabilidad en el
momento de su aparición proponemos la técnica del “semáforo
emocional”.
Semáforo emocional:
- Cuando el semáforo está en verde nos encontramos en estabilidad emocional.
- Cuando este amarillo empezamos a sentir cierta tensión y empiezan a surgir
pensamientos más agresivos.
- Cuando surgen estallidos de ira y esta irritabilidad se exterioriza es cuando el
semáforo está en rojo.
Si detectamos que nuestro semáforo está en amarillo podemos seguir la técnica del
“tiempo fuera”, la idea es alejarse del espacio físico donde se ha originado el
conflicto para darnos un momento. Una vez en este espacio es conveniente
realizar la respiración diafragmática comentada antes. una vez hecho esto,
podemos escribir los pensamientos que hemos tenido y las emociones que
hemos tenido en ese momento, de esta manera podremos analizar la situación de
forma más objetiva.
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Para el desarrollo de un duelo sano, debemos buscar el equilibro entre
conectar y estar en el dolor, aprender de él, como también de importante son
las tareas de desconexión de este.
A continuación, os dejamos algunas pautas de autocuidado que
podemos llevar a cabo si estamos viviendo un duelo, o si conocemos a alguien
que acaba de sufrir una pérdida.
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Dado la importancia del sueño en las personas, si tu problema se cronifica en
el tiempo, es importante que recurras a un profesional.
Haz ejercicio físico. Nos ayudará a descansar mejor y con los síntomas físicos
propios del duelo. La apatía, síntoma normal cuando estamos en duelo, puede
hacer que no te apetezca moverte del sofá. Es por ello, que es importante que
busques ejercicios sencillos, adecuado a tu condición física y edad. Las
actividades como el yoga o el pilates pueden ser una elección, pues trabajan
cuerpo y mente, y no requiere un gran esfuerzo físico.
Toma el sol. Hay diversos estudios que relacionan el duelo con un déficit de
vitamina D. Una fuente natural de dicha vitamina es la luz solar. En las
condiciones actuales de confinamiento, no podemos salir de casa. Por tanto,
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aprovecha las horas en las que en tu casa de más sol para salir al balcón o
ventana, al menos 10 minutos diarios.
Los menores, así como las personas con discapacidad mental, no deben
ser excluidos de la realidad. Protegerlos no es ocultarles la información, la
mejor forma de actuar es contándoles la verdad, escuchándolos y
acompañándolos.
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El tiempo lo cura todo. Transmitimos la idea de falta de control, solo
podemos esperar a que el dolor desaparezca por sí solo algún día,
llevando a la persona a adoptar un rol pasivo, en el que no puede
hacer nada. Lo que sí podemos afirmar es que el tiempo por sí solo
no cura nada, lo que sí conduce a la resolución de un duelo es que se
haga con ese tiempo.
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6. El desgaste emocional y psicológico de los profesionales.
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Coge un papel y dedica unos minutos en pensar y escribir por qué
elegiste tu profesión, qué es lo que te proporciona como persona.
Coge un folio y escribe a tu yo de mañana algo positivo. Tú ahora estás
cansado, pero tu yo de mañana va a necesitar fuerzas y le va a gustar
leerlo.
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ideada, en principio, para ser empleada con profesionales de emergencia. Los
resultados satisfactorios obtenidos, la ha llevado a ser empleada con otros
tipos de víctimas secundarias, como pueden ser personal hospitalario, policías,
guardia civil, bomberos, personal de funeraria… en definitiva, todos aquellos
colectivos que se han visto expuesto a la situación estresante del Covid.19.
I. Introducción
- Presentación del grupo y establecer los objetivos y reglas.
- En la presentación debe estar claro que:
* Que se puedan beneficiar los unos de los recursos que otros están poniendo
en práctica para afrontar estos momentos.
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II. Análisis secuencial de hechos, pensamientos y reacciones.
- Hablar de lo que pasó.
- Como se interpretó la situación, que tipo de pensamientos hubo.
- ¿cómo fueron tus reacciones? ¿hubo cambios en vuestro estado
emocional?
- ¿Cómo han cambiado estas respuestas desde el inicio del Estado de Alarma
hasta hoy?
- ¿Cómo te sientes respecto de lo sucedido ahora? ¿Cómo estás viviendo el
suceso actualmente?
- ¿Qué impacto ha tenido el suceso sobre tus sentimientos actuales?
- Manifestaciones de Estrés.
- ¿Han ocurrido cosas que creáis que os haya ayudado a llevar la situación un
poquito mejor o a hacerla algo más tolerable?
- Estrategias básicas de afrontamiento del estrés (atención a hábitos tóxicos).
- Aviso sobre los síntomas de Estrés Postraumático.
- Buscar ayuda de un profesional si presenta sintomatología ya mencionada.
V. Cierre
- Preguntar dudas o invitar a reflexiones para finalizar la charla
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7. Bibliografía consultada:
http://parcema.com/uploads/GUIA_DUELO_INFANTIL.pdf
http://parcema.com/uploads/GUIA_CUIDADOR_PRINCIPAL.pdf
http://parcema.com/uploads/GU%C3%8DA_PARA_TERCERA_EDAD.pdf
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MALAGA ABRIL 2020
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