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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0456/2021-S4

Sucre, 27 de agosto de 2021

SALA CUARTA ESPECIALIZADA


Magistrado Relator: Gonzalo Miguel Hurtado Zamorano
Acción de libertad

Expediente: 35567-2020-72-AL
Departamento: La Paz

En revisión la Resolución 96/2020 de 13 de agosto, cursante de fs. 19 a 21 vta.,


pronunciada dentro de la acción de libertad interpuesta por Karina Santivel
Matta Choque en representación sin mandato de Pascual Loayza Vedia contra
William Presvitero Rodríguez Álvarez, Juez de Instrucción
Anticorrupción y Contra la Violencia Hacia la Mujer Quinto del
departamento de La Paz.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

Por memorial presentado el 12 de agosto de 2020, cursante de fs. 2 a 7, el


accionante, mediante su representante sin mandato, manifestó lo siguiente:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

Habiendo sido sentenciado en procedimiento abreviado con pena privativa de


libertad de dos años por la comisión del delito de violencia familiar o doméstica,
cuyo mandamiento de condena se materializó el 15 de enero de 2020; no
obstante, al encontrarse con detención preventiva desde el 4 de mayo de 2018,
cumplió con la pena impuesta sobrepasando la misma tres meses y seis días,
según se constata en el Certificado de Permanencia de Conducta del Centro
Penitenciario San Pedro de La Paz de 23 de abril de 2020.

Siendo que solicitó en tres oportunidades –sin precisar fechas– tanto al Juez de la
causa como al Juez de Ejecución Penal Segundo del referido departamento, se
libre el mandamiento de libertad por cumplimiento de la condena, la Secretaria
del último Juzgado nombrado señaló que no cursa en el mismo antecedente

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alguno sobre su proceso, pues no se habría remitido el mismo; sin haber revisado
actuados.

I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados

El accionante a través de su representante sin mandato denunció la lesión de su


derecho al debido proceso en su elemento celeridad vinculado con su derecho a la
libertad, citando al efecto los arts. 115 y 178.I de la Constitución Política del
Estado (CPE); 8.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH);
y, 14.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP).
I.1.3. Petitorio

Solicitó se conceda la tutela impetrada; y en consecuencia, se ordene que la


autoridad demandada emita con celeridad el mandamiento de libertad en su
favor.

I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional

Celebrada la audiencia virtual el 13 de agosto de 2020, conforme consta en el


acta cursante de fs. 15 a 18, presente la parte accionante y ausente la autoridad
jurisdiccional demandada, se produjeron los siguientes actuados:

I.2.1. Ratificación de la acción

El accionante ratificó en su integridad su demanda de acción de libertad, y


ampliándolo en audiencia señaló que, según disponen los arts. 39 de la Ley de
Ejecución Penal y Supervisión (LEPS); y, 129 del Código de Procedimiento Penal
(CPP), habiendo cumplido condena debió librarse de manera inmediata el
mandamiento de libertad a su favor, siendo que presentó tres memoriales tanto al
Juez de la causa como al Juez de Ejecución Penal Segundo, siendo la última
presentación el “12” de julio de 2020 ante la última autoridad referida, la
Secretaria del citado Juzgado, le informó que no cursa antecedentes del
mandamiento de condena únicamente de la detención preventiva; por lo que, no
podían emitir mandamiento de libertad. Habiendo trascurrido tres meses y nueve
días desde el cumplimiento de su condena, considera encontrarse ilegalmente
restringido de su derecho a la libertad.

Aclaró que el mandamiento de condena fue emitido por el Juzgado de Instrucción


Anticorrupción y Contra la Violencia Hacia la Mujer Tercero del departamento de
La Paz el 15 de enero de 2020, y que también presentó ante ese Juzgado el 13 de
julio de igual año, solicitud de que se libre el correspondiente mandamiento de
libertad una vez cumplida su condena lo que mereció en respuesta de que se
acuda a la autoridad competente, y siendo que su similar Juzgado Quinto se
encuentra en suplencia legal, es contra su titular que se planteó la acción de
libertad.

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Señaló además que su condición de privado de libertad es en virtud de una orden
judicial de detención preventiva ya que no se habría remitido la Sentencia
Condenatoria, teniendo como responsable al Juez de la causa.

I.2.2. Informe de la autoridad demandada

William Presvitero Rodríguez Álvarez, Juez de Instrucción Anticorrupción y Contra


la Violencia Hacia la Mujer Quinto del departamento de La Paz, mediante informe
de 13 de agosto de 2020, conforme cursante a fs. 14, refirió que, no cumple ni
cumplió suplencia legal del Juzgado de Instrucción Anticorrupción y Contra la
Violencia Hacia la Mujer Tercero del mismo departamento, tampoco suplencia
legal de ningún otro Juzgado, debido a lo cual, aseguró desconocer sobre los
antecedentes del proceso por el que fue condenado el accionante; además que su
Juzgado es de nueva creación –noviembre 2019–, debido a lo cual, no pudo
conocer el citado proceso penal que corresponde a mayo del mismo año.

I.2.3. Resolución

La Sala Constitucional Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz


por Resolución 96/2020 de 13 de agosto, cursante de fs. 19 a 21 vta., concedió
la tutela solicitada, ordenando a la autoridad jurisdiccional que se encuentre en
suplencia legal del Juez de Instrucción Anticorrupción y Contra la Violencia Hacia
la Mujer Tercero de dicho departamento, emita en el día el mandamiento de
libertad en favor del accionante, conforme a los siguientes fundamentos: a) Bajo
el principio de informalismo, aun cuando la autoridad jurisdiccional demandada
no fuera la responsable de la lesión de los derechos que alega el impetrante de
tutela, corresponde ingresar al análisis de lo demandado; b) Evidenciándose que
la restricción del derecho a la libertad del solicitante de tutela mediante la
detención preventiva corresponde al 4 de mayo de 2018, y teniendo en cuenta
que el Juez de Instrucción Anticorrupción y Contra la Violencia Hacia la Mujer
Tercero del indicado departamento, mediante procedimiento abreviado, lo
hubiere sentenciado con pena privativa de libertad de dos años, el 15 de enero
de 2020, se tiene que el mismo hubiera cumplido su condena el 4 de mayo de
2020, por lo que, en aplicación del art. 129.7 del CPP, la cual señala que
cumplida la condena inmediatamente deberá emitirse el mandamiento de
libertad, este se encuentra cumpliendo condena más allá de lo previsto por la
decisión judicial; y, c) Tomando en cuenta que en este caso se flexibiliza la
legitimación pasiva, al ser la autoridad demandada autoridad del órgano judicial
y similar a la autoridad quien debe cumplir con la emisión del extrañado
mandamiento de libertad, corresponde ordenar su inmediata emisión.

II. CONCLUSIONES

De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo


siguiente:

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II.1. Consta Certificado de Permanencia y Conducta de 23 de abril de 2020 firmado
por Jhonny Rivera Paniagua, Director del Centro Penitenciario San Pedro de La
Paz y el Encargado de Archivos y Kardex del mismo Centro (cuyo nombre se
encuentra ilegible), por el cual, se advierte que Pascual Loayza Vedia ‒hoy
accionante‒ ingresó a dicho Centro Penitenciario el 4 de mayo de 2018 con
mandamiento de detención preventiva cursando además Mandamiento de
Condena de dos años de 15 de enero de 2020, expedido por Claudia Marcela
Castro Dorado, Jueza de Instrucción Anticorrupción y Contra la Violencia Hacia
la Mujer Tercera del citado departamento, en el proceso seguido por el
Ministerio Público por la comisión del delito de violencia familiar o doméstica (fs.
11).

II.2. Mediante memorial presentado el 13 de julio de 2020, el accionante solicitó al


Juzgado de Instrucción Anticorrupción y Contra la Violencia Hacia la Mujer
Tercero del departamento de La Paz, se libre en su favor mandamiento de
libertad, habiendo cumplido la sentencia condenatoria que se le impuso por la
comisión del delito de violencia familiar o doméstica (fs. 12).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

El accionante denuncia la vulneración de su derecho al debido proceso en su


elemento celeridad vinculado con su derecho a la libertad, en virtud a que la
autoridad demandada no emitió en su favor el mandamiento de libertad por
cumplimiento de condena de dos años, que cumplió el 4 de mayo de 2020, aun
cuando solicitó el 13 de julio del mismo año, de manera formal la referida orden
judicial.

En consecuencia, corresponde verificar en revisión, si lo alegado es evidente y en


su caso, si amerita conceder o denegar la tutela solicitada.

III.1. Excepción en virtud al principio de informalismo al identificar la


legitimación pasiva

Respecto a la legitimación pasiva, la SCP 0055/2012 de 9 de abril, sostuvo


que: “…se entiende que la misma, es la capacidad jurídica otorgada a la
autoridad, funcionario público o particular para comparecer ante el Juez o
Tribunal de garantías constitucionales a efectos de que emita un informe
sobre los actos o hechos que presuntamente vulneran derechos
fundamentales y los cuales se encuentran alegados en la acción
constitucional.

Si bien no está explícitamente prevista por la Constitución Política del


Estado ni la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (Ley 027), sin
embargo, de un análisis objetivo a las mismas en lo pertinente, se entiende
que la acción de libertad se deberá plantear contra:

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a) La autoridad o funcionario público que amenace, restrinja o
suprima los derechos fundamentales tutelados.

b) La persona particular que amenace, restrinja o suprima los derechos


tutelados.

En este sentido la legitimación pasiva en la acción de libertad prevista por


el art. 125 de la CPE, está constituida por aquel o aquellos que
hayan lesionado o afectado el ejercicio de los derechos
fundamentales bajo el alcance desarrollado en los Fundamento Jurídico
III.1 de la presente Sentencia, por lo que, se concluye que los actos
lesivos contra los derechos tutelados pueden provenir tanto de la
autoridad pública -de cualquier naturaleza- como de los
particulares…” (las negrillas son nuestras).

Por otro lado, según lo dispone el art. 125 de la CPE, la persona que se
sienta afectada en sus derechos “…podrá interponer Acción de Libertad y
acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin
ninguna formalidad procesal…” (el resaltado nos pertenece); en la
misma línea y en la legislación de desarrollo, el no formalismo se determina
como un principio del procedimiento constitucional, así el art. 3 de Código
Procesal Constitucional (CPCo), señala que la justicia constitucional “…se
regirán por los siguientes principios: (…) 5. No Formalismo. Por el que sólo
podrán exigirse aquellas formalidades estrictamente necesarias para la
consecución de los fines del proceso” (las negrillas nos corresponden).

En ese entendido, la SCP 0066/2012 de 12 de abril, señaló que: “Bajo la


característica del informalismo de la acción de libertad mencionada y
remitiéndonos a la jurisprudencia constitucional, se ha establecido que,
cuando la acción referida se dirige, por error, contra una autoridad
diferente a la que causó la lesión, pero de la misma institución,
rango o jerarquía e idénticas atribuciones, es posible conceder la
tutela, si se verificase lesión al derecho a la libertad personal” (el
resaltado es nuestro).

III.2. El juez de ejecución penal y la celeridad en las solicitudes de


libertad por cumplimiento de la condena

Al respecto la SCP 0536/2019-S2 de 15 de julio, sostuvo lo siguiente: “El


juez de ejecución penal, de acuerdo al art. 18 de la LEPS, ejerce el control
jurisdiccional, garantizando: ‘…la observancia estricta de los derechos y
garantías que consagran el orden constitucional, los Tratados y Convenios
Internacionales y las Leyes, a favor de toda persona privada de libertad’.

Dicha norma guarda conexión con el art. 19.1 de la LEPS, que determina
que el juez de ejecución penal es competente para conocer y controlar: ‘La

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ejecución de las sentencias condenatorias ejecutoriadas que impongan
penas o medidas de seguridad y de los incidentes que se produzcan
durante su ejecución’; y con el art. 55.1 del CPP, que establece que dichos
jueces tienen a su cargo: ‘El control de la ejecución de las sentencias y de
las condiciones impuestas en la suspensión condicional del proceso, del
control de la suspensión condicional de la pena y del control del respeto de
los derechos de los condenados’.

De las normas glosadas, se concluye que el juez de ejecución penal


es el encargado de la ejecución de las sentencias condenatorias
ejecutoriadas y, por lo mismo, su competencia se extiende a
disponer la libertad del condenado que ha cumplido la pena,
conforme lo entendió la SC 0676/2005-R de 16 de junio. Además, esa
autoridad debe velar por el control del respeto de los derechos y garantías
del privado de libertad, contenidas en la Constitución Política del Estado y
en los tratados internacionales de derechos humanos; consiguientemente,
es ante dicha autoridad jurisdiccional donde se debe acudir en reclamo de
los derechos supuestamente lesionados durante la privación de libertad,
que es lo que sucedió en el caso analizado, pues el representado del
accionante acudió ante el juez ahora demandado para restituir su derecho a
la libertad física o personal” (las negrillas son nuestras).

III.3. De la acción de libertad traslativa o de pronto despacho

Al respecto la SCP 0114/2018-S2 de 11 de abril, sostuvo que: “La


jurisprudencia constitucional a través de la SC 0044/2010-R de 20 de abril,
seguida por las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 1254/2013-L de 9
de diciembre, 1135/2016-S2 de 7 de noviembre, entre otras, refiriéndose al
antes habeas corpus, ahora acción de libertad, indico que: ‘Por último, se
debe hacer referencia al hábeas corpus traslativo o de pronto despacho, a
través del cual lo que se busca es acelerar los trámites judiciales o
administrativos cuando existen dilaciones indebidas, para resolver
la situación jurídica de la persona que se encuentra privada de
libertad’

Sobre lo cual la SC 0465/2010-R de 5 de julio, asumida por las Sentencias


Constitucionales Plurinacionales 0093/2012 de 19 de abril y 1233/2012 de 7
de septiembre, entre otras, determinó que la acción de libertad traslativa o
de pronto despacho: ‘…se constituye en el mecanismo procesal idóneo
para operar en caso de existir vulneración a la celeridad cuando
esté relacionada a la libertad y devenga de dilaciones indebidas,
que retardan o evitan resolver la situación jurídica de la persona
que se encuentra privada de libertad (…) todas aquellas solicitudes
vinculadas a la libertad del imputado, en especial la cesación de la detención
preventiva, deben ser tramitadas con la debida celeridad, puesto que el
ingresar en una demora o dilación indebida en que incurra una autoridad

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judicial al resolver una solicitud de tal naturaleza, implica una lesión a ese
derecho fundamental, supuesto ante el cual se activa el hábeas corpus
traslativo o de pronto despacho; empero se deja claramente establecido, que
no existirá lesión si la demora o dilación es promovida por el propio
imputado’” (las negrillas son nuestras).

III.4. Análisis del caso concreto

El accionante denuncia la vulneración de su derecho al debido proceso en


su elemento celeridad vinculado con su derecho a la libertad, en virtud a
que la autoridad demandada no emitió en su favor el mandamiento de
libertad por cumplimiento de la sentencia condenatoria de dos años emitida
el 15 de enero de 2020, que cumplió el 4 de mayo del mismo año, por
encontrarse con detención preventiva desde el 4 de mayo de 2018, aun
cuando solicitó el 13 de julio de 2020 de manera formal se emita la referida
orden judicial.

En ese entendido, de la Conclusión II.1. de la presente Sentencia


Constitucional Plurinacional se tiene que, Pascual Loayza Vedia –hoy
accionante– ingresó al Centro Penitenciario San Pedro de La Paz con orden
de detención preventiva el 4 de mayo de 2018, por otro lado, cursa en el
registro de dicho Centro, Mandamiento de condena de dos años por la
comisión del delito de violencia familiar o doméstica, emitido el 15 de enero
de 2020 por la Jueza de Instrucción Anticorrupción y Contra la Violencia
Hacia la Mujer Tercero del departamento de La Paz, haciendo evidente que
el 4 de mayo de 2020, el solicitante de tutela hubiera cumplido condena;
por otro lado, se tiene que el 13 de julio de igual año, el impetrante de
tutela mediante memorial solicitó a la referida autoridad jurisdiccional –
quien emitió el mandamiento de condena– emita en su favor el
correspondiente mandamiento de libertad al haber cumplido con la sanción
penal que le fue impuesta (Conclusión II.2.), sin que se evidencie que la
misma hubiese recibido alguna respuesta.

De igual manera, de las afirmaciones efectuadas por el impetrante de tutela


en audiencia de garantías, se tiene que, habiendo acudido ante el Juez de
la causa y Juez de Ejecución Penal Segundo, éste último, a través de la
Secretaria de dicho Juzgado, le informó que no tenían antecedentes del
mandamiento de condena, únicamente del mandamiento de detención
preventiva, en cuyo mérito no podía emitir mandamiento de libertad
(Antecedente I.2.1.).

En ese contexto, se tiene que, el accionante demandó en la presente acción


de libertad al Juez de Instrucción Anticorrupción y Contra la Violencia Hacia
la Mujer Quinto del departamento de La Paz, al considerar que el mismo se
encontraría en suplencia legal de su similar Tercero; sin embargo, del
contenido de su informe presentado, éste no funge ni fungió suplencia legal

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del Juzgado Tercero señalado (Antecedente I.2.2); en cuyo mérito, en
aplicación de la flexibilización de la legitimación pasiva glosada en el
Fundamento Jurídico III.1. de este fallo constitucional, se tiene que, si bien
la acción de libertad debe estar dirigida contra la autoridad, funcionario
público o persona particular que restrinja o suprima los derechos tutelados
por esta acción tutelar, en virtud del principio de informalismo previsto para
este mecanismo de defensa constitucional en los arts. 125 de la CPE; y, 3.5
del CPCo, cuando por un error la acción de libertad se dirija contra otra
autoridad diferente a la que causó la lesión, pero de la misma institución,
rango o jerarquía e idénticas atribuciones, es posible ingresar al fondo a
efectos de la verificación de las denuncias.

En el presente caso, en el marco del desarrollo jurisprudencial expuesto en


el Fundamento Jurídico III.2. de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, es necesario establecer que la autoridad que ostenta la
facultad de emitir mandamientos de libertad en favor de las personas
condenadas que cumplieron el término de su sanción privativa de libertad,
es el juez de ejecución penal. Con esta certeza, se tiene que, el Juez de
Ejecución Penal Segundo del departamento de La Paz, ejercía control sobre
la privación de libertad dispuesta contra el solicitante de tutela como efecto
de un mandamiento de detención preventiva –de acuerdo al certificado de
permanencia, desde el 4 de mayo de 2018–, mas no asumió conocimiento
del mandamiento de condena, por lo que, justificó la imposibilidad de emitir
mandamiento de libertad en su favor.

En este contexto, se advierte que habiendo sido de conocimiento de la


Jueza de Instrucción Anticorrupción y Contra la Violencia Hacia la Mujer
Tercero del referido departamento, a través de memorial de 13 de julio de
2020, la pretensión del ahora solicitante de tutela de conseguir su libertad
como consecuencia del cumplimiento de su condena, la misma que cumplió
como efecto de la determinación asumida por dicha autoridad en
procedimiento abreviado, es quien debió haber viabilizado, por todos los
medios legales y con la mayor premura posible, ya que de por medio se
encontraba la protección del derecho a la libertad del solicitante de tutela
(Fundamento Jurídico III.3.), ya sea remitiendo de manera inmediata los
antecedentes de la sentencia condenatoria emitida contra el accionante al
Juez de Ejecución Penal competente o, en su caso, brindando una
respuesta justificada sobre la forma en la que el impetrante debía proceder
a efecto de posibilitar su libertad; sin embargo, la autoridad señalada,
omitió resolver la solicitud del accionante durante casi un mes, dilación que
bajo ningún punto de vista es justificable, más aún tratándose del derecho
fundamental a la libertad.

En consecuencia, el o la titular del Juzgado de Instrucción Anticorrupción y


contra la Violencia Hacia la Mujer Tercero del mencionado departamento,
que asumió conocimiento de la solicitud de 13 de julio de 2020 del

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accionante, lesionó el derecho al debido proceso en su elemento celeridad
vinculado con su libertad; por lo que, corresponde conceder la tutela en su
contra, en la modalidad traslativa, sin responsabilidad, al no haber sido
demandada.

Por último, en virtud al plazo transcurrido entre la interposición de la acción


de libertad y la emisión de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, y con la finalidad de evitar mayores dilaciones y perjuicios en
la situación jurídica del hoy impetrante de tutela, se mantienen los efectos
de la determinación asumida por la Sala Constitucional Cuarta del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz, no obstante haberse aclarado en los
Fundamentos Jurídicos de este fallo constitucional no ser competencia de
los jueces de instrucción penal la emisión de mandamiento de libertad
como efecto del cumplimiento de la condena.

En consecuencia, la Sala Constitucional, al conceder la tutela solicitada, aunque


con otros fundamentos, obró de manera adecuada.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Cuarta Especializada; en virtud


de la autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de
la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve:
CONFIRMAR la Resolución 96/2020 de 13 de agosto, cursante de fs. 19 a 21
vta., pronunciada por la Sala Constitucional Cuarta del Tribunal Departamental de
Justicia de La Paz; en consecuencia:

1° CONCEDER la tutela impetrada contra el Juez o la Jueza de Instrucción


Anticorrupción y Contra la Violencia Hacia la Mujer Tercero del departamento
de La Paz, sin responsabilidad, en los mismos términos dispuestos por la
Sala Constitucional; y,

2° Disponer que, por Secretaría General de este Tribunal, se remita una copia
legalizada de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, al Juzgado de
Instrucción Anticorrupción y Contra la Violencia Hacia la Mujer Tercero del
referido departamento.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional.

Gonzalo Miguel Hurtado Zamorano René Yván Espada Navía


MAGISTRADO MAGISTRADO

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