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Bosquejo Anual

Módulo 1-Enero
Vestidas de espiritualidad (oración-tipos, estudio de la palabra, acción)
Vestidas de estabilidad emocional (regulación emocional).

Módulo 2 - Abril
Vestidas de autoestima (test de autoestima)
Vestidas de perdón (beneficios del perdón, cuando es necesario).

Módulo 3 - Julio
Vestidas para la familia (tipos de familia)
Vestidas de valores (importancia de los valores).

Módulo 4 - Octubre
Vestidas para el servicio (test de dones)
Vestidas de empatía (que es y que no es)

Vestidas de autoestima (test de autoestima)

La autoestima ha sido uno de los temas más tratados de los últimos tiempos,
muchos autores, redes sociales, activistas e incluso líderes religiosos han
tratado este tema. Y es que realmente la autoestima es un tema trascendental
en la vida del ser humano, es por eso de suma trascendencia su abordaje y
reflexión. Y, ¿qué es la autoestima? ¿será una causa o una consecuencia? Y es
que en realidad la autoestima son ambas, tanto causa como consecuencia.
La autoestima es una causa, ya que se ha estudiado y determinado que los
problemas relacionados con la autoestima están altamente asociados a
problemas de índole emocional y mental, tales como depresión y ansiedad.
Asimismo, una autoestima no saludable está relacionada a problemas
relaciones, relaciones abusivas, ciclos de violencia o insatisfacción en la vida
en general. ¿Te das cuenta como la autoestima puede tener grandes efectos en
todas las áreas de tu vida?
Por otro lado, la autoestima es también una consecuencia, en el sentido de su
formación. Verás, cuando el ser humano nace su “autoestima” aún no está
desarrollada, es a partir de los primeros años del infante donde la autoestima
puede empezar a construirse, es por eso el gran énfasis en los primeros años
del desarrollo del ser humano, o, en otras palabras, la infancia. La autoestima,
como su nombre lo dice, es el grado de estima y valor puesto en uno mismo,
por uno mismo, y está vinculado con el autocuidado (o poner límites), y la
autoeficacia (la percepción de la capacidad que se tiene para realizar ciertas
cosas). Ahora, aunque la autoestima es asignada por uno mismo, esta
asignación dependerá en gran medida de la forma en la que fuimos criados. Si
en nuestro entorno familiar (en primer lugar) fuimos reafirmados y valorados,
si se nos enseñó a cuidarnos y respetarnos, si nuestras ideas y necesidades
fueron escuchadas y si había espacio para la expresión emocional, muy
probablemente se haya construido una autoestima funcional. Sin embargo, si
nuestro entorno familiar fue caótico, impredecible, violento o distante muy
probablemente nuestra autoestima sea un poco disfuncional. Aunado a esto
existen ciertas experiencias en el ámbito, escolar, de la iglesia, o de nuestra
comunidad que pueden también impactar la percepción y desarrollo de nuestra
autoestima, por lo que la autoestima es también una consecuencia, porque,
aunque es asignada por nosotros mismos, es en gran medida el resultado de
factores externos.
Pero, cómo evaluar mi autoestima, a continuación, contesta este pequeño test,
contesta Si o No a las siguientes afirmaciones:
A continuación, cuenta todos los “No” que tuviste y por cada No agrega un
punto, y evalúa.
Si tuviste 8 -10 puntos (8-10 “no”) – tu autoestima es saludable
Si tuviste 5 – 7 puntos (5 – 7 “no”) – tu autoestima es media, es decir puede
mejorar
Si tuviste 4 puntos o menos (4 o menos “no) – tu autoestima es baja, es decir
necesita intervención.

Muchas personas, piensan que una autoestima saludable tiene que ver con
“gustarse” físicamente, sin embargo, como viste en las preguntas, una
autoestima saludable es mucho más que eso, si quieres aspirar a una
autoestima saludable considera trabajar en obtener al menos 7 de los
siguientes puntos, alguien con autoestima saludable:
1. Sabe la diferencia entre la confianza y la arrogancia
2. No le teme a la retroalimentación o crítica constructiva
3. No busca la aprobación de todos o es condescendiente
4. No le teme al conflicto, cuando es necesario
5. Sabe poner límites para protegerse (un ejemplo, sabe decir que no)
6. Sabe expresar sus necesidades y opiniones (lo cual implica que conoce
sus necesidades).
7. Es asertiva pero no “presionante”
8. No es esclava de la perfección
9. No se siente inferior, pero reconoce sus limitaciones
10.No le teme al fracaso, sino que aprende de él.

Finalmente, ¿qué dice la Biblia sobre la autoestima? Recuerda, una


autoestima “alta” tampoco es buena autoestima, todo lo contrario, es muchas
veces soberbia, la Biblia menciona en 2 de Timoteo 3:2 que las personas
“amadoras de sí mismas” no cultivarán rasgos de carácter gratos, sino que
cultivarán avaricia, vanagloria, superficialidad, etc. Por el contrario, Romanos
12:3 da el mejor consejo para tener una autoestima balanceada y equilibrada, y
agrega un elemento importante, la FE; Pablo inicia diciendo “nadie tenga más
alto concepto de sí mismo del que debe tener” en otras palabras, es necesario
tener un buen concepto de uno mismo, pero de una forma equilibrada, pero
incorpora un elemento más “sino piense de sí con cordura, conforme a la FE
que Dios dio a cada uno”, en otras palabras tener un concepto de uno mismo
funcional, equilibrado y bueno es un resultado de la Fe que tenemos en Dios, y
tiene sentido cuando creemos en un Dios que no se equivoca y que todo lo que
hace es bueno y que todo lo que se corrompe puede transformase, sabemos y
confiamos que a sus ojos “somos de gran estima”! (Isaías 43:4) lo que hace
que nosotros nos veamos con la misma estima, no porque seamos perfectas,
sino porque creemos en un Dios perfecto que nos hizo, nos perdona y nos
puede cambiar. Que nuestra oración sea: Señor ayúdame a verme como tú me
ves.

Vestidas de perdón (beneficios del perdón, cuando es necesario).

Perdonar es una de las acciones más complicadas de llevar a cabo para el ser
humano, ya que involucra humildad, aceptación, e incluso olvido, factores
difíciles de comprender en especial cuando uno se siente herido, traicionado u
ofendido. Sin embargo, el perdón es esencial para mantener y reparar las
relaciones interpersonales y fomentar una buena salud física y mental
personal. Por eso la Biblia expresa en Proverbios 17:9 que “el que perdona
cultiva el amor”, y en Efesios 4:32 se da la consigna de “perdonarse
mutuamente, así como Dios los perdona a ustedes”. En otras palabras,
nosotros necesitamos tanto ser perdonados como perdonar, es una dinámica
dual, donde hay un beneficio interno (personal) y en la mayoría de las
ocasiones un beneficio externo (relacional).

Pero ¿qué es realmente el perdón? El perdón es la acción de ‘dejar ir’ el


resentimiento y la ira, no implica siempre una reconciliación, sino que es una
decisión personal de soltar una emoción que nos hace daño. Sin embargo, uno
no tiene que volver a la misma relación o aceptar los mismos
comportamientos dañinos de un ofensor.

Por otro lado, el perdonar ha demostrado tener grandes beneficios para la


persona que lo otorga:

1. Le permite a la persona impulsarse hacía adelante, es decir seguir


avanzando, y no “estancarse” o “mantenerse” emocionalmente comprometidas
con una injusticia o un trauma. Piensa en esto, cuando no perdonamos,
estamos mayormente recordando la injusticia, la traición o el trauma que
vivimos, no hablamos tanto de cuánto hemos avanzado o ganado, sino que
hablamos más del pasado y de lo que hemos perdido, manteniéndonos así en
un ciclo emocional que solo desencadenara en amargura y pesimismo. Por eso
Prov. 4:25 aconseja “mirar hacia adelante, fijarnos hacía lo que tenemos
enfrente”, no atrás, avanzar asegura evitar un estancamiento emocional que
podría tener peores repercusiones a largo plazo.
2. El perdón eleva el estado de ánimo, aumentando el optimismo. Cuando
uno perdona, repara, en el mejor de los casos repara una relación, pero cuando
esto no es posible, repara una emoción. Recuerda que un enojo acumulado es
un rencor asegurado, por eso cuando uno entra en el proceso del perdón hace
una auto-reparación emocional. Al realizar esta auto-reparación la persona
encuentra los recursos que tiene a su favor para hacerle frente a la injusticia o
el deseo de venganza, concentrándose más en su bienestar que en el malestar
del otro y fomentando así un crecimiento personal y espiritual. Es interesante
que Dios mismo expresa que cuando estemos orando, si tenemos algo contra
alguien, perdonemos, para así ser perdonados (Marcos 11:25) esto tiene un
significado muy profundo, y es que piensa en esto, si oráramos con un espíritu
de odio, venganza, o resentimiento que será lo que pediríamos, muy
probablemente cosas muy alejadas a la voluntad de Dios, sin embargo, cuando
oramos, con un espíritu de perdón y humildad, empezamos a sanar emocional
y espiritualmente, y comenzamos a dejar el malestar a cargo de Dios, dejamos
que el pelee nuestras batallas y vengue nuestras injusticias.

3. Finalmente, el perdón está ligado a la satisfacción. Cuando uno perdona


no solo deja ir y sana, sino también avanza, pero no avanza resentido, avanza
satisfecho sabiendo que lo que estuvo en sus manos para reparar o reestablecer
fue hecho. Pablo dice en Romanos, 12:18-19 que en la “medida que sea
posible y dependa de ti, estes en paz con todos, dando lugar a la ira de Dios,
porque Él dice que suya es la venganza”, empecemos destacando dos
aspectos: el primero “en la medida”, como dijimos anteriormente, idealmente
el perdón debería llevar a un mejoramiento de relaciones, sin embargo, esto no
siempre será posible y parece que el mismo Pablo lo sabía, por lo que inicia
diciendo “en la medida que sea posible”, sabiendo que esta ‘reconciliación’ no
siempre se dará o no siempre dependerá de ti. Por otro lado, utiliza la
expresión “dependa de ti” es decir, aunque el perdón no siempre genera
reconciliación, o mantener la paz no siempre estará bajo tu control, otorgar el
perdón si dependerá cien por ciento de ti, ya que es un acto voluntario. Es por
eso, que una persona que perdona puede sentirse satisfecha, porque lo que
estuvo bajo su control o “dependió de sí” ha sido realizado. Todo lo demás nos
insta a una dependencia de Dios, Él no es ajeno a tu dolor, ni a tu enojo y
mucho menos a tus deseos humanos de venganza, por eso mismo Pablo
termina diciendo “no te vengues” sino que “da lugar a la ira de Dios” y deja
que Él lo haga por ti.
El perdón es una decisión personal, nadie más la podrá tomar por ti, sin
embargo, los beneficios de extienden en todas las áreas de tu vida, física,
mental, relacional y espiritual. Recuerda, el mayor beneficio del perdón no es
hacía otros sino hacía ti misma, es como tomar una pastilla para sanar una
herida; que la tomes no hará que lo que te hirió desaparezca, pero si hará que
tu sanes.

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