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APELO SENTENCIA – EXPRESO AGRAVIOS

Señor Juez:
Eduardo Ireneo CHARLES MENGEON, abogado, T. 56 F. 936
C.P.A.C.F.; CUIT 20-124567127-4, IVA Responsable Monotributo, apoderado de la parte
actora, domicilio legal en Paysandú 1830/40, Piso 14°, Dpto. “C” de Capital Federal (Zona
241) y domicilio electrónico en 20124567174, e.mail eimengeon@Gmail.com, T.E. 011-15
4401 0650, en autos caratulados: “LECCADITO, ANDREA VERÓNICA C/ SOCORRO
MEDICO PRIVADO S.A. S/ DESPIDO”, Expediente N° 20400/2016, a V.S
respetuosamente digo:

I.- OBJETO
Que en legal tiempo y forma y de conformidad con lo establecido por los
arts. 105 inc. a), 116 y 117 de la L.O. vengo a interponer recurso de apelación contra la
sentencia definitiva dictada en autos, en fecha 02 de febrero de 2012, por causarle a mi
representada gravamen irreparable, solicitando que S.S. conceda el recurso de apelación
interpuesto y, oportunamente, se eleven las actuaciones al Superior en la forma de estilo.-

II.- MANTENGO RECURSO


Excma. Cámara:
Que en legal tiempo y forma, vengo a mantener el recurso de apelación
interpuesto con presentación de fecha 12/08/2019 y que fuera concedido en los términos del
art. 110 de la L.O, por auto de fecha 18 de septiembre de 2019.-
En efecto, el 12/08/2019 presente el escrito interpuse recurso de revocatoria
con apelación en subsidio contra la resolución dictada por la a quo dictada el 07 de agosto
del mismo año, mediante la cual la a quo de rehusó a proveer la producción de la prueba de
confesión ofrecida por esta parte, el que doy por reproducido en honor a la brevedad.-
La Magistrada de grado, reiteradamente se negó a fijar audiencia para la
producción de la prueba CONFESIONAL, sin dar motivo alguno, constituyendo ello un acto
arbitrario y parcial que afectó la garantía de la defensa en juicio de esta parte y el debido

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proceso, al impedirme producir la prueba ofrecida oportunamente; por lo que solicito que
V.E. orden su producción en esta instancia.-
Con la resolución dictada el 07/08/2019 la a quo vulnero el derecho de esta
parte a producir la prueba ofrecida para acreditar los hechos alegados en la demanda, toda
vez que si, en el auto de apertura a prueba se la tuvo presente para su oportunidad y, ante el
pedido de producción de la misma – cuando no quedaba ningún otro medio de prueba para
producir- se provee la petición diciendo “estese a lo dispuesto en el auto de apertura a
prueba”, dicha resolución, además de contradictoria, constituye una vulneración al debido
proceso y a la garantía de la defensa en juicio de esta parte, contraviniendo lo dispuesto por
los arts. 34 inc. 5, V y 36 inc 4 del C.P.C.C.N.
Con la referida resolución se vulnera el deber de mantener la igualdad de las
partes en el proceso, previsto por el art. 34 del CPCCN, como también el principio de
amplitud de la prueba y el derecho a la defensa en juicio de esta parte; vulnerándose también
el derecho a la igualdad, al debido proceso, ya que la resolución en recurso tiene tuvo por
finalidad impedir a la parte actora demostrar los hechos alegados en la demanda, con el medio
de prueba previsto en el art. 85 de la L.O.
Es un principio de la actividad jurisdiccional el derecho de las partes a que
les traten sus pretensiones cuando son decisivas.- (Corte Sup., 23/4/2002- Reyna, Enzo J. V.
Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios). Rep L.L. 2003-I –Síntesis.-
En razón de lo expuesto solicito se revoque la resolución oportunamente
recurrida y se designe audiencia a fin de producir la prueba de CONFESION ofrecida por
esta parte.-

III.- EXPRESO AGRAVIOS


En legal tiempo y forma expreso los agravios que a mi representada le causa
la sentencia definitiva dictada en autos solicitando que, por las razones de hecho y derecho
que expondré y, lo que el elevado criterio de V.E. suplirá, se revoque la sentencia en recurso
en lo que es materia de agravios y, se haga lugar íntegramente la demanda interpuesta por mi
representada, con expresa imposición de costas a la contraria.-

IV.- AGRAVIOS CONTRA LA SENTENCIA DEFINITIVA

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1.- La sentencia en recurso agravia a esta parte toda vez que la a quo: a)
Rechazó la demanda interpuesta por la parte actora sin fundamento legal alguno.- b) No
analizó las pruebas conforme a las reglas de la sana crítica. c) Rechazó el reclamo por la
multa prevista por el art. 80 de la L.C.T. d) Actuó con parcialidad vulnerando el derecho a la
igualdad, el debido proceso y la garantía de la defensa en juicio de esta parte.- e) No aplico
los principios generales del Derecho del Trabajo f) impuso las costas a esta parte g) Omitió
expedirse sobre el planteo de inconstitucionalidad por aplicación del tope indemnizatorio y
sobre el pago de los aportes previsionales (puntos V y XII de la demanda) h) La sentencia
en recurso no guarda relación con las constancias de la causa y el derecho vigente.-

2.- En primer lugar esta parte se agravia por cuanto la a quo rechazo la
demanda interpuesta la parte actora.-
En efecto, la Sra. Juez de Grado, dictó sentencia y rechazó la demanda
interpuesta por la Sra. Andrea Verónica Leccadito sin fundamento alguno, dejando en
evidencia que primero decidió acoger la postura de la parte demandada y, posteriormente
fundo su decisión con la prueba testimonial de empleados de la parte demandada- que fueron
impugnados por esta parte-. También fundó la sentencia con las suposiciones realizadas por
la perito en informática, que oportunamente fueron cuestionadas por esta parte- y, además le
dio validez al “Acuerdo de Confidencialidad” que carece de fecha cierta y que fuera
aportado como prueba por la parte demandada.-
La a quo también omitió aplicar los Principios Generales del Derecho del
Trabajo y, en particular, los dispuesto por los arts. 9, 10, 13, 67, 68 y 69 de la L.C.T., entre
otros.-
Sin perjuicio de ello, tal como lo manifestó la a quo, “En virtud del principio
que impone a la parte que afirma un hecho y exime de aquella a la que lo niega (art.377
CPCCN) …”; consecuentemente correspondía a la parte demandada probar la pérdida de
confianza que invoco al momento del distracto y que fuera negado por esta parte, lo cual no
hizo, pero la sentenciante tuvo por acreditado en base al “acuerdo de confidencialidad” que
carece de fecha.-

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La sola mención de que las pruebas se analizan conforme a las reglas de la
sana crítica no alcanza, máxime si de la sentencia surge que ello solo es un formulismo, pero
que no guarda relación con las constancias de la causa y el derecho vigente.-
Todo ello denota una manifiesta parcialidad de la sentenciante al momento
de decidir, afectando el derecho a la igualdad de trato, el debido proceso y la garantía de la
defensa en juicio de esta parte.-
La garantía establecida en el art. 18 de la Constitución Nacional, comprende
no solo el ofrecimiento y producción de pruebas, sino también la posibilidad de tener un
pronunciamiento que las valore debidamente, a fin de constituir una derivación razonada del
derecho vigente, con referencia a los hechos demostrados en el proceso; la misma incluye la
exigencia de que los fallos judiciales tengan fundamentos serios, lo que exige un correcto
análisis de las constancias de la causa que acrediten los hechos y una razonable conclusión
sobre la valoración que le corresponde a la luz del derecho vigente; lo cual no ocurrió en esta
causa.-
En razón de lo expuesto, agravia a esta parte la sentencia en recurso por
cuanto, al momento de decidir, la a quo actuó en forma parcial y arbitraria, y omitió analizar
las pruebas conforme a las reglas de la sana crítica, afectando claramente el debido proceso
y violando la garantía de la defensa en juicio de esta parte, concluyendo con una decisión que
contradice las constancias de la causa y rechazando la acción entablada por esta parte.-
Las sentencias que carecen de un análisis razonado de problemas
eventualmente conducentes para la solución de la causa, son descalificables como acto
judiciales.- De voto en disidencia de los Dres Moliné O´Connor, Belluscio, López y Vazquez.
Corte Sup. 9/11/2000-Pomino, Jorge M. v. Madanes Miguel y otros.-

3.- Agravia a esta parte que la Magistrada no haya analizado las


pruebas conforme a las reglas de la sana crítica.-
a.- Si bien en el punto I.- del Considerando la a quo manifestó: “…he de
analizar las pruebas arrimadas a la causa, de conformidad con las reglas de la sana crítica
(art. 386 CPCCN).”, fue solo un mero formulismo, pues ello no ocurrió.-
En efecto, en el punto III del Considerando la a quo analiza las pruebas de
autos diciendo: “En primer lugar la escribana Érica Holtmann da fe de la existencia de

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autenticidad del testimonio del acta notarial n° 018650537 (ver fs. 234) en la cual refieren
“En la ciudad de Buenos Aires, capital de la República Argentina, a siete de mayo de dos
mil quince, ante mí, escribana autorizante, comparece: Esteban Carlos Bluvol, argentino,
mayor de edad,, titular del Documento Nacional de Identidad 24.516.121, quien dice ser de
estado civil casado … INTERVIENE: En ejercicio de sus propios derechos y expone: que
tiene una cuenta en la página: w.w.w.facebook.com y que dentro de sus amigos se encuentra
su compañera de trabajo que se llama Andrea Leccadito. Entiende el requirente que las
publicaciones afectan la imagen de la empresa en que ambos trabajan Socorro Médico
Privado S.A. sobre todo a raíz de la exposición fotográfica de una pantalla de computadora
en la que dan cuenta de la solicitud del servicio de emergencias médicas, por lo que solicitó
asesoramiento del abogado de la empresa, Dr. Pablo Sebastián Rossetto, quien aconsejó que
labrara el acta con la fotografía publicada. Es por esto que me solicita que verifique las
publicaciones realizadas … hace hincapié el requirente en la publicación del 3 de mayo a
las 2:07donde hay una foto …” ( acta de constatación ver fs.24/34)
Los testigos que declaran corroboran la versión del conteste (art 90 de la
LO.)
Es claro que la a quo no analizó esta prueba según las reglas de la sana crítica,
pues de haberlo hecho hubiera notado que el Sr. Esteban Carlos Bluvol, actuó por consejo
del abogado de la demandada, demostrando además enemistad con la actora y/o con el fin de
beneficiar a su empleadora para que despidiera a la actora y, con ese fin solicitó a la referida
escribana que labrara el acta de constatación.-
Se confunde también la a quo cuando considera que las manifestaciones del
Sr. Esteban Carlos Bluvol, que constan en el acta de constatación, son veraces por el solo
hecho de estar transcriptas en el acta notarial.
La fe del instrumento público únicamente se refiere a la actuación personal
del oficial público “en el ejercicio de sus funciones”, pero no se extiende a las aseveraciones
que realizara al margen de su cometido –por ejemplo, las apreciaciones sobre la salud mental
o física de los comparecientes- (conf.LLAMBÏAS, Tratado de derecho civil. Parte General
[11° ed., 1982] . t.II, n° 1672).-
Consecuentemente si la escribana solo transcribió los dichos del Sr. Esteban
Carlos Bluvol en el acta notarial no convierte esos dichos en veraces per se y, la a quo no

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debió considerar sus dichos como verdaderos, pues nada impide que se pongan en tela de
juicio dichas expresiones y/o que las mismas se conviertan en incontrovertibles por el solo
hecho de estar incluidas en una escritura pública o acta notarial.-
La fededatio que emana del acto notarial no ampara la sinceridad de lo
manifestado por los intervinientes; de modo que, cuando lo pretendido es la declaración de
falsedad ideológica, no es procedente la redargución de falsedad, pues la misma está prevista
para los casos de ausencia de autenticidad material (CNCiv.., Sala F 1579/95, JA 1997-III,
síntesis).-
Si no se objeta la autenticidad del instrumento público sino su contenido,
no se necesita argüir su falsedad, en los términos de los arts. 989, 993 y 994 del Cód. Civil,
toda vez que dicha falsedad no está en el instrumento ni en el oficial público, sino en los
comparecientes y en el acto jurídico obrado por ellos, independientemente de la regularidad
y corrección del instrumento del que se han servido. (CNCiv., Sala I, 3/11/98, LL, 1999-F-
150; DJ 2000-1-444).-
Por ello, considero que la a quo no evaluó las pruebas conforme a las reglas
de la sana crítica y, resulta equivocada la decisión de la Magistrada de suponer que los dichos
del Sr. Bluvol, que constan en el referido instrumento público (“Entiende el requirente que
las publicaciones afectan la imagen de la empresa en que ambos trabajan Socorro Médico
Privado S.R.L.” …”Por lo que solicitó el asesoramiento del abogado de la empresa Dr.
Pablo Sebastián Rossetto, quien le aconsejó que labrara un acta con la fotografía
publicada”), puedan ser considerados verdaderos, pues el Sr. Bluvol no prestó declaración
testimonial ante la escribana, ni prestó juramento de decir verdad, solo le expresó a la
escribana interviniente las razones por las cuales solicitaba sus servicios, razones que
pudieron ser verdaderas o falsas y, en caso de duda debó aplicar lo dispuesto por el art. 9 de
la L.C.T.
Por otra parte, el referido Sr. Bluvol fue propuesto como testigo por ambas
partes, pero nunca se presentó a declarar, por lo cual, en el acta labrada en autos dice: “En
Buenos Aires , a los 08 días del mes de octubre de 2018, siendo las 08,30, a la audiencia
señalada para el día de la fecha, comparecen: … ABIERTO EL ACTO POR S.S.: …Llamado
que fueron testigos BLUVOL, BORIOLI DIAZ Y AGUILERA, éstos no comparecen. OIDO
LO CUAL S.S. RESUELVE: Atento al compromiso asumido por las partes, hágase efectivo

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el apercibimiento y téngase a las mismas por decaído el derecho de valerse de dichas
testimoniales.-
En razón de ello, también considero desacertada y contraria a derecho
cuando la Magistrada “Los testigos que declaran corroboran la versión del conteste (art 90
de la LO.)”; por cuanto los testigos que declararon – empleados de la demandada- que fueron
impugnados por esta parte, no fueron interrogados en relación a la sinceridad de las razones
que tuvo el Sr. Bluvol para requerirle a la escribana que levantara un acta de constatación.-
Desde este punto de vista, tampoco puede considerarse que la Magistrada
de grado haya evaluado las pruebas de acuerdo a las reglas de la sana crítica.-

b.- Agravia a esta parte que la Magistrada de grado, no haya


aplicado las reglas de la sana crítica al evaluar la prueba testimonial, afectando de esa
manera el debido proceso y la garantía de la defensa en juicio de esta parte.-
En efecto, los testigos que depusieron en autos Viviana Graciela
VAIROLETO y Ariel Darío PELISSERO- ambos empleados de la parte demandada- no
tuvieron conocimiento de los hechos por los cuales se despidió a la actora, solo se refirieron
a comentarios que escucharon de otras personas, dichos testimonios fueron impugnados
oportunamente por esta parte, a los que me remito y doy por reproducidos en honor a la
brevedad.
Las declaraciones de estos testigos fueron utilizadas por la a quo para
corroborar la versión de Bluvol y fundar la arbitraria sentencia dictada.-
En el análisis de las declaraciones testimoniales, las reglas de la sana
crítica brillaron por su ausencia.
Cabe señalar que la testigo VAIROLETO declaró “Que conoce a la
demandada porque trabajó ahí. … Que la dicente trabaja desde junio de 1994 y en este
momento soy gerente operativa.”; por su parte el testigo PELISSERO declaró: “Que conoce
a la demandada porque es la empresa donde trabajo, o mi empleador. … Que el dicente
trabaja desde el 5 de agosto de 2000 e ingresé trabajando como camillero … y actualmente
estoy en el área de prestadores nuevamente …”
Teniendo en cuenta que ambos testigos son empleados de la parte
demandada, el tiempo que llevan trabajando para su empleadora y los cargos jerárquicos que

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ocupan, y, sin perjuicio de las impugnaciones realizadas por esta parte, hace que sus
declaraciones deban ser analizadas y valoradas cuidadosamente, dada su posición ante el
empleador. Debe tenerse en cuenta que se encuentran ubicados en una posición asimétrica
ante la accionada, que los condiciona y los lleva a no perder de vista las consecuencias que
puedan tener sus declaraciones (art 90 de la L.O. y 386 y 456 del CPCCN)
La situación en que se encontraban dichos testigos al momento de prestar
declaración testimonial no fue analizada por la a quo al momento de decidir, como tampoco
lo fue la posición del Sr. Bluvol al momento de requerir a la escribana que labrara el Acta de
constatación, con lo cual queda demostrado que la Magistrada no aplico las reglas de la sana
crítica para evaluar las pruebas producidas en autos y, que la sentencia contradice las
constancias de la causa y el derecho vigente.-
Por otra parte, cabe destacar también que el “Acuerdo de
confidencialidad”, que la a quo invoco violado por la actora para desestimar la acción
entablada; en cláusula 2.4 establece: En el supuesto que se le solicite o requiera al
Empleado revelar cualquier información confidencial en virtud de alguna orden judicial,
el Empleado deberá notificar tal situación en forma inmediata a Socorro Médico Privado
S.A.. El empleado llevará a cabo todas las medidas solicitadas por Socorro Médico Privado
S.A a fin de defender dicha revelación coercitiva, permitiendo a Socorro Médico Privado
S.A que tome el control de la situación con el asesor de su elección en cualquier
procedimiento relativa a dicha revelación coercitiva.-
Con la cláusula transcripta del referido instrumento, queda demostrado
que los testigos que depusieron y el Sr. Bluvol se encontraron limitados y sometidos a la
voluntad de su empleadora, en virtud de la referida cláusula, quedando de manifiesto que los
testigos depusieron de bajo la presión se ser despedidos por la violación del referido
“Acuerdo de Confidencialidad”, hecho este que la magistrada de grado tampoco tuvo en
cuenta al momento de decidir
La Magistrada también refiere en la sentencia en recurso: “Dichos
testimonios, prestados por personas que han tenido conocimiento directo de los hechos
sobre los que deponen, dado que pertenecen a la comunidad laboral de la actora, lucen
creíbles y concordantes, sin que las impugnaciones de fs 311 y a fs. 312 le resten valor

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probatorio (art.90 LO y 386 CPCCN)”; lo cual contradice las constancias de la causa en
cuanto a que son creíbles.-
En cuanto a la concordancia entre ambas declaraciones, cabe destacar
que: Los dos testigos que depusieron mostraron hostilidad hacia la actora, no dieron razón
de sus dichos, violaron el juramento de decir verdad, no declararon sobre lo que sabían sino
sobre lo que su empleadora les ordenó decir, demostraron que tenían interés en que el
resultado sea favorable para su empleadora – la parte demandada-. Pero nada de ello pudo
advertir la a quo, pues no realizó ningún análisis de las pruebas ni de las constancias de la
causa, solo justificó su proceder, para darle apariencia de legal a un acto descalificable como
sentencia.-
En cuanto al Sr. Bluvol, quien dijo ser “amigo” de la actora en la red
social w.w.w.facebook.com, -quien conforme a lo expuesto por la contraria en la
contestación de demanda, al momento del despido de la actora se desempeñaba como
Director Comercial de Socorro Médico Privado S.A. - ha dejado en evidencia su enemistad
con la Sra. Leccadito o cuanto menos que la tenía como amiga en la referida red social con
la finalidad de vigilarla e informar al su empleadora sobre sus actos, lo que deja en claro que
el referido Bluvol tenía un claro interés en que la actora fuera despedida y que además su
empleadora no le abonara indemnización alguna. Pero nada de ello pudo ver la Magistrada
al hacer el análisis de la prueba.-
Del acta notarial n° 018650537 (ver fs. 234) en la cual refieren “En la
ciudad de Buenos Aires, capital de la República Argentina, a siete de mayo de dos mil
quince, ante mí, escribana autorizante, comparece: Esteban Carlos Bluvol, argentino, mayor
de edad,, titular del Documento Nacional de Identidad 24.516.121, quien dice ser de estado
civil casado … INTERVIENE: En ejercicio de sus propios derechos y expone: que tiene una
cuenta en la página: w.w.w.facebook.com y que dentro de sus amigos se encuentra su
compañera de trabajo que se llama Andrea Leccadito. Entiende el requirente que las
publicaciones afectan la imagen de la empresa en que ambos trabajan Socorro Médico
Privado S.A. sobre todo a raíz de la exposición fotográfica de una pantalla de computadora
en la que dan cuenta de la solicitud del servicio de emergencias médicas, por lo que solicitó
asesoramiento del abogado de la empresa, Dr. Pablo Sebastián Rossetto, quien aconsejó que
labrara el acta con la fotografía publicada. … El requirente, luego de lo constatado autoriza

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al Dr. Pablo Sebastián Rossetto DNI 24.490.214, en su carácter de apoderado de SOCORRO
MEDICO PRIVADO S.A. a utilizar su clave en la página Facebook y realizar las denuncias
que considere convenientes como consecuencia de lo aquí constatado, utilizando la
información que surja de esta acta que él personalmente le entregará.
Del acta notarial surge, no solo la enemistad del Sr. Bluvol para con la
actora, Sra. Andrea Leccadito, sino que además actuaba haciendo actos de vigilancia,
quedando demostrado lo que esta parte manifestó en el escrito de inicio, cuando en el punto
III- HECHOS dijo: “Durante los casi 14 años que duró el contrato de trabajo, la actora
desarrolló normalmente sus tareas, cumpliendo con las ordenes que le impartía su
empleadora.-
A fines de 2011, la demandada desvincula laboralmente al Sr. Carlos
Antonio Domíngues, esposo de la actora, quien inició el reclamo judicial en resguardo de
sus derechos, arribando a un acuerdo conciliatorio a principio del año 2013.-
Desde el inicio del reclamo del Sr. Domíngues, la demandada comenzó
a perseguir a la actora para que renuncie a su empleo, mediante pedidos verbales y distintos
actos persecutorios, ante lo cual mi representada solo continuaba trabajando debido a la
necesidad de contar con su ingreso mensual.-
Ante la conducta asumida por la trabajadora, la demandada comenzó
a abusar de su poder económico, jerárquico y disciplinario para lograr su cometido de
disolver el contrato de trabajo si abonar la correspondiente indemnización por antigüedad
y preaviso”.-
Queda claro que la Magistrada de grado, no evaluó ninguna prueba de
acuerdo a las reglas de la sana crítica, sino que actuó en forma parcial para favorecer a la
parte demandada, vulnerando los derechos y garantías de la parte actora.-

c.- Deficiente Análisis de la pericia informática


En la sentencia dice: El perito informático presenta su dictamen a
fs.325/342 y en los puntos 8 y 9 refiere “No puede constatar la veracidad de la publicación,
dado que la misma se encontraba “visible” solo a amigos. De todas maneras, se muestra en
anexo, actuación notarial n°018650537, realizada por la escribana Érica Holtman, a pedido
de la empresa Socorro Médico Privado S.A., debido a que el Sr. Esteban Carlos Bluvol,

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manifestó que la Sra. Andrea Leccadito (quien hasta ese momento eran amigos en
Facebook), había publicado información privada de la empresa en la red social. Se constató
la veracidad de dicha publicación.-
La parte actora impugno el dictamen del perito (ver fs. 348/349) y este
en su contestación (ver fs. 361) refiere: “Para que el Sr. Esteban C. Bluvol, haya manifestado
que la Sra. Andrea Leccadito realizó tal publicación, pueden haber ocurrido dos situaciones:
1.- El Sr. Esteban Bluvol, estaba como amigo, en la cuenta de la Sra. Andrea Leccadito, y
esta realizó la publicación para que la vean los amigos;
2.- La Sra. Andrea Leccadito realizó dicha publicación para que la vean los “amigos de
amigos” y en este caso algún amigo en común le mencionó al Sr. Esteban Bluvol. No es el
caso, dado que en las publicaciones que aparecen en expediente como impresión de pantalla,
se encuentra el logo “amigos”.
En la sentencia en recurso la a quo, solo manifiesta que esta parte
impugno la pericia informática a fs 348/349, la que doy por reproducida brevitatis causae,
pero nada dijo sobre la misma, evidentemente no se molestó siquiera en leerla y expedirse
sobre dicha impugnación, máxime cuando esta parte cuestiono que la perito actuó en forma
parcial a favor de la parte demandada y sobre la falta de idoneidad de la experta; también
solicité la exclusión del informe pericial de la documentación acompañada por la experta con
el informe pericial, por cuanto adjunto documentación que nadie le había solicitado,
afectando el debido proceso y la garantía de la defensa en juicio de esta parte, al acompañar
documentos que la contraria no había ofrecido oportunamente como prueba documental.
Con agregación de documentación por parte de la experta se violó el
principio de preclusión, dado que favoreció la postura de la parte demandada agregando
prueba documental que la misma no podía presentar en autos, por haber vencido en plazo
que tenía para hacerlo.-
Lamentablemente, la Magistrada de grado no se expidió de forma
alguna sobre la referida impugnación.-
Sin perjuicio de ello, esta parte volvió a impugnar la contestación
realizada por la experta informática (a fs. 361) con la presentación de fecha 06/02/2020
titulada “CONTESTO TRASLADO” que doy por reproducido; pero que la Magistrada no
solo no la tuvo en cuenta, sino que tampoco hizo mención a la misma en su sentencia; la cual

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en su punto II dice: “Es claro que de la contestación realizada la perito en informática,
surge la falta de idoneidad de la misma (art. 464 del CPCCN, interpretado a contrario sensu)
ya que sus respuestas son meras conjeturas, limitadas y tendenciosas que son ajenas a su
ciencia y a los puntos de pericia propuesto por la parte y, la misma mismo también carece
de los principios científicos en que se funda (art. 472 del CPCCN).
También la experta realiza conjeturas cuando dice: “ Lo cierto es que
para que la Escribana haya podido constatar y realizar la impresión de la pantalla de la
cuenta de la Sra. Leccadito, es porque la publicación estaba visible al momento de dicha
certificación”.-
La experta aquí presume que la Escribana realizó la certificación
viendo la pantalla. Lo cual carece de rigor científico por parte de la experta.-
Si en autos se solicitó y designó una experta en informática, fue para
que realizara la experticia conforme a los principios científicos, sin contradicciones y
realizada en forma imparcial, pero ello no ocurrió en estas actuaciones, ya que se contradice
en cada contestación y da respuestas basadas en conjeturas y suposiciones, que
desacreditan el informe pericial, lo cual me obliga a ratificar las impugnaciones realizadas
con anterioridad, solicitando que V.S. las tenga en cuenta al momento de decidir”.-
En razón de lo expuesto, y constancias de la causa, esta parte entiende
que la a quo fundó su sentencia evaluando solamente la pericia informática a favor de la parte
demandada, sin evaluar las impugnación a la misma realizada por esta parte y, sin tener en
cuenta la impugnación realizada a la contestación de las aclaraciones de la experta en
informática. Todo ello denota la parcialidad de la Magistrada, quien solo se ocupó por decidir
a favor de la parte demandada y así lo hizo, sin tener en cuenta el rol que cumple ni los
derechos de mi representada; por lo cual, la sentencia debe ser revocada, lo que así solicito
de V:E.

d.- Acuerdo de confidencialidad


Mención aparte merece el “análisis” del Acuerdo de confidencialidad
con lo que queda evidenciada la parcialidad de la Magistrada y la manifiesta negativa de la
misma para evaluar las pruebas conforme a las reglas de la sana crítica.

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El punto III in fine de la sentencia dice: Por último a fs. 322 se
reconoce el instrumento “Acuerdo de Confidencialidad” acompañado a fs. 23/25 del cual se
desprende en la cláusula segunda punto 2.2 que “El empleado se compromete a no utilizar,
revelar o divulgara ninguna a persona …” y en el punto 2.3 “El empleado tomará todas las
medidas necesarias a fin de minimizar en riesgo de la divulgación de un secreto o de
información confidencial (ver fs.22).-
Y en el punto IV de la sentencia dice: En consecuencia; solo cabe
concluir, que la actora no cumplió con el acuerdo de confidencialidad al divulgar
información de un paciente, lo que constituyó falta de confianza y ajustado a derecho en
despido de la trabajadora, por lo que se desestima el reclamo con sustento en los artículos
232, 2333 y 245 de la LCT, y por lo tanto el reclamo con sustento en el art. 2 de la ley 25.323.
Yerra la a quo en su apreciación, ya lo resuelto en la sentencia es
contrario a derecho y a las constancias de la causa.-
La sentenciante, en forma deliberada, omite lo que esta parte expuso
en el escrito de fs. 322 y, le dio validez al “Acuerdo de confidencialidad” que carece de fecha
cierta, para así favorecer a la parte demandada.
En efecto el escrito de fs 322, presentado por esta parte, en su punto
I dice:
Toda vez que posteriormente a la audiencia celebrada el
13/02/2019, mi representada me manifestó que en fecha posterior al hecho que la
demandada le imputa como causal de despido, en la última semana del mes de mayo de 2015
su empleadora le hizo firmar el “Acuerdo de Confidencialidad” obrante a fs. 21/23 –el cual
carece de fecha cierta- , razón por la cual y teniendo en cuenta los principios de celeridad y
economía procesal vengo a reconocer dicho instrumento, sin perjuicio de solicitar a V.S.
que, al momento de dictar sentencia evalúe dicha prueba de conformidad con lo previsto por
el art. 9 de la L.C.T..-
Consecuentemente y siendo el único instrumento a peritar por el
experto calígrafo, es que solicito se deje sin efecto la pericia caligráfica ordenada en la
citada audiencia.-
Tal como lo manifestó esta parte y V.E. podrá verificar con el
simple cotejo de las actuaciones, el instrumento obrante a fs. 21/23 “Acuerdo de

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Confidencialidad” reconocido por esta parte carece de fecha cierta, razón por la cual la
a quo debió aplicar lo dispuesto por el art, 9 de la LCT.-
Es claro que la a quo no analizó el citado instrumento ni tuvo en
cuenta lo manifestado y peticionado en el escrito de fs. 322, pues de haberlo hecho no podría
haberle dado validez al mismo y mucho menos desestimar la demanda entablada diciendo
que la parte actora violo el citado acuerdo de confidencialidad, demás está decir que lo
manifestado por la a quo en el punto III in fine y punto IV de la sentencia se contradice con
las constancias de la causa y con el derecho vigente, por lo que solicito que V.E. revoque la
sentencia en recurso.-
Ahora bien, si bien esta parte reconoció el instrumento; en el mismo
escrito manifestó la ausencia de fecha cierta en el Acuerdo de Confidencialidad y también se
expresó y la fecha en que se firmó – última semana del mes de mayo de 2015- y, también se
solicitó la aplicación de lo dispuesto por el art. 9 de la LCT, pero nada de ello fue evaluado
por la sentenciante de grado.-
Por su parte, la accionada acompaño el referido instrumento (sin
fecha cierta), tampoco en su contestación de demanda hace mención alguna a la fecha en que
fue firmado el citado instrumento; solo se limitó a mencionar que la actora violó el acuerdo
de confidencialidad, lo cual es falso, ocultando que al momento del hecho invocado como
causa del despido las partes no habían firmado ningún acuerdo.-
Ahora bien, para disipar las dudas y demostrar el error en que
incurrió la Magistrada de grado al rechazar la demanda, invocando que “la actora no cumplió
con el acuerdo de confidencialidad … lo que constituyó falta de confianza”, me remitiré a
analizar el testimonio notarial n° 018650537 (ver fs 234), y demás constancias de la causa,
de la cual surgen los siguientes datos:
1.- El acta notarial fue labrada por la escribana interviniente en fecha 07 de mayo de 2015,
por pedido del Sr. Bluvol.-

2.- Esteban Carlos Bluvol … Interviene: en ejercicio de sus propios derechos y expone: que
tiene una cuenta en la página: w.w.w.facebook.com y que dentro de sus amigos se encuentra
su compañera de trabajo que se llama Andrea Leccadito. Entiende el requirente que las
publicaciones afectan la imagen de la empresa en que ambos trabajan Socorro Médico

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Privado S.A. sobre todo a raíz de la exposición fotográfica de una pantalla de computadora
en la que dan cuenta de la solicitud del servicio de emergencias médicas, … Es por esto que
me solicita que verifique la publicaciones realizadas por la señora Leccadito. … Hace
hincapié el requirente en la publicación del 03 de mayo de 2015, donde hay una foto una
pantalla de computadora

3.- En el escrito obrante a fs. 322, esta parte manifestó que, en fecha posterior al hecho que
la demandada le imputa como causal de despido, en la última semana del mes de mayo de
2015 su empleadora le hizo firmar el “Acuerdo de Confidencialidad” obrante a fs. 21/23–
el cual carece de fecha cierta- razón por la cual y teniendo en cuenta los principios de
celeridad y economía procesal vengo a reconocer dicho instrumento, sin perjuicio de
solicitar a V.S. que, al momento de dictar sentencia evalúe dicha prueba de conformidad
con lo previsto por el art. 9 de la L.C.T..-

4.- Ambas partes coincidimos en que el despido de la Sra. Leccadito se produjo el


01/06/2015, mediante el envío de la carta documento CD 660954417 en la misma fecha.-

5.- En su declaración el testigo PELISSERO declaró: Que la actora dejo de trabajar en el


año 2015, no recuerdo el mes. Que la actora dejo de trabajar, se había publicado información
confidencial en las redes sociales, había pegado un print de una pantalla de un servicio de no
recuerdo quien … Que lo sabe porque fue algo que sucedió y se reforzó las políticas de
privacidad de la empresa y fue a raíz de esto … Que las políticas de privacidad, en general
es el manejo de la información privada de la empresa, desde los datos de un paciente de los
datos de una prestadora de servicio, es el manejo de la información privada de la empresa en
general …
En efecto, en el Punto IV de la sentencia en recurso, dice: “En
consecuencia; solo cabe concluir, que la actora no cumplió con el acuerdo de
confidencialidad al divulgar información de un paciente, lo que constituyó falta de confianza
y ajustado a derecho el despido de la trabajadora, por lo que se desestima el reclamo con
sustento en los artículos 232, 2333 y 245 de la LCT, y por lo tanto el reclamo con sustento
en el art. 2 de la ley 25.323.”

29
De las referidas constancias de autos cabe concluir, que lo decidido
por la Magistrada de grado no se ajusta a derecho y contradice las constancias de la causa,
toda vez que la actora no violo el referido acuerdo de confidencialidad por las siguientes
razones a) La invocada publicación en la red social fue realizada el 03/05/2015; b) El
Acuerdo de Confidencialidad carece de fecha cierta c) El testigo PELISSERO declaro que
fue algo que sucedió y se reforzó las políticas de privacidad de la empresa y fue a raíz de
esto; o sea que el Acuerdo de Privacidad fue posterior al hecho invocado como causal de
despido d) En el escrito de fs 322 la actora manifestó que firmó el Acuerdo de
confidencialidad en la última semana de mayo de 2015 o sea en fecha posterior al hecho
invocado para el despido e) No existió pérdida de confianza de la empresa hacia la
trabajadora, pues de otra manera, no se entiende que si la publicación fue realizada el 03 de
mayo de 2015, la demandada haya mantenido trabajando a la actora hasta la fecha del despido
el 01 de junio de 2015 sin confiar en la trabajadora. Resulta evidente que la empleadora
demandada estuvo preparando una falsa causa para el despido y, para ello necesitaba hacerle
firmar a la trabajadora en acuerdo de confidencialidad, que a la postre invocó violado, cuando
al momento del hecho no existía tal acuerdo, lo cual demuestra la violación del principio de
buena fe por parte de la accionada.- f) Tampoco la demandada acredito que la conducta de la
trabajadora le hubiere producido daño alguno.- g) la parte demandada no acreditó de forma
alguna la supuesta pérdida de confianza que invocó para despedir a la trabajadora.-
Consecuentemente la a quo debió analizar las pruebas en forma
imparcial (lo cual no hizo) y, de esa manera hubiera llegado a lo lógica conclusión que la
parte demandada no acreditó en autos la causal invocada para el despido de la actora y, que
ante la falta de fecha cierta del “Acuerdo de Confidencialidad” tenía que aplicar los principios
generales del Derecho del Trabajo, en especial lo dispuesto por el art. 9 de la L.C.T., y
receptar favorablemente la demanda de la trabajadora – pero nada de ello realizó-, por
consiguiente solicito a V.E. que revoque la sentencia en recurso y haga lugar a la demanda
entablada por esta parte, con imposición de costas a la contraria.-
Por otra parte, el referido “Acuerdo de Confidencialidad” viola lo
dispuesto por el art. 7 de la LCT y lleva aparejada la sanción de nulidad prevista por el art.
44 de la misma norma legal, toda vez que la cláusula en sus puntos 2.2, ,2.3, 2.4, 2.7 y 2.8

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debe ser declarado nulo por la ilicitud de las mismas, de conformidad con lo dispuesto por
los arts. 7, 13 y 44 de la L.C.T., lo que así solicito de V.E.

4.- Abuso del poder disciplinario por parte de la demandada.-


Agravia a esta parte que la a quo no haya evaluado que el despido
de la actora no solo no se ajustaba a derecho, sino que con su accionar la empleadora abusó
del poder disciplinario, procediendo a despedir a la trabajadora, inventando una causal de
despido, cuando la misma tenía una antigüedad de 14 años en la empresa y, además, al
momento del hecho invocado no había entre la actora y su empleadora acuerdo de
confidencialidad alguno.-
Aun en el caso de que la actora hubiere incurrido en una falta, la
empleadora tenía a su alcance medidas disciplinarias acordes a la gravedad del hecho para
sancionar a la trabajadora y mantener vigente el vínculo laboral, pero el despido directo para
para una falta cometida constituye un claro abuso del poder disciplinario, que contradice lo
dispuesto por los arts. 63, 67, 68 y 69 de la L.C.T., los principios generales del Derecho del
Trabajo y art. 14bis de la Carta Magna Nacional, entre otros.-
Como manifesté en el punto precedente, la demandada además
prefabricó el despido para evitar el pago de las indemnizaciones correspondientes.-
Al momento de decidir, a quo no tuvo en cuenta las constancias de
la causa ni el derecho vigente, pues de haberlo hecho tenía que haber receptado
favorablemente la demanda instaurada por esta parte, lo que así solicito que haga V.E.-
Por ello entiendo que yerra la sentenciante, toda vez que la
demandada no ejerció en forma legítima su poder disciplinario, abusó del derecho, afectó los
derechos patrimoniales de la actora, violó el debido respeto a la dignidad del trabajador y
sobre todo violó el principio de buena fe, al despedir a la trabajadora, todas estas
circunstancias no fueron objeto de análisis por parte de la Magistrada de grado, por lo que
solicito a V.E. que realice un análisis objetivo de las constancias de autos y el derecho vigente
y revoque la sentencia en recurso, haciendo lugar a la demanda instaurada por la parte actora,
con expresa imposición de costas a la contraria.-
La jurisprudencia hubo de ocuparse también de recordar aquella
vinculación entre la buena fe y el abuso del derecho señalando que la transgresión a la buena

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fe constituye también, y al propio tiempo, un ejercicio abusivo del derecho, no amparado
por la ley.- CNAT, Sala V, 14-3-95, “Rodríguez, Guillermo c/ Empesur S.A.”, D.T. 1995-A-
1031, D.J. 1995-2-248.-
Actualmente, la prohibición del abuso del derecho detenta jerarquía
constitucional en nuestro país, a tenor de lo dispuesto por el art. 75, inciso 22 de la
Constitución Nacional, en razón de hallarse la misma contenida expresamente en la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica) que, en
su art. 32 inc. 2° establece que: “los derechos de cada persona están limitados por los
derechos de los demás, por la seguridad de todos y por las justas exigencias del bien común,
en una sociedad democrática”.-
Lamentablemente, al dictar sentencia la a quo dejó de lado los
principios del derechos del trabajo, en especial lo dispuesto por los art. 7, 9, 12 y 44 de la
L.C.T., hizo prevalecer el abuso del derecho y la mala fe, por sobre los derechos y garantías
de la trabajadora, vulnerando no solo las leyes vigentes sino también el art. 14 bis de la
Constitución Nacional y el art. 32 inc. 2° de la Convención Americana Sobre Derechos
Humanos, entre otros.-
5.- Multa art. 80 de la L.C.T.
Agravia también a esta parte el hecho que la a quo haya
rechazado la multa prevista por el art. 80 de la L.C.T.., dicha decisión es contraria a derecho
y a las constancias de la causa, que la a quo rechace el reclamo de la multa prevista por el
art. 80 de la L.C.T. manifestando que: Respecto al reclamo con sustento en el art. 80 de la
LCT, no será procedente toda vez que han sido puesto a disposición de la trabajadora en
la audiencia del Seclo y retirado por esta, por lo que sin que se advierta en este caso una
conducta del empleador que evidencia su intención de vulnerar el bien jurídico protegido
por la ley 25.345, por lo que rechaza el rubro en cuestión (ver constancias de fs.215).-; la
Magistrada se arroga facultades legislativas y decidió en forma contraria a la referida norma
legal y el espíritu de la misma.-
Conforme a las constancias de la causa, la trabajadora cumplió
con todos los requisitos legales para la admisibilidad de la multa prevista por la citada norma
legal, toda vez que intimó en forma fehaciente en y por el término y bajo apercibimiento de
ley la entrega del referido certificado, conforme a lo dispuesto por el art. 3 del Decreto

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146/01, con el envío del telegrama TCL 73061652 CD 634316368 fechada el 10/08/2015
sin que la accionada haya cumplido con la obligación de entregarlo en el plazo de dos días
hábiles previsto por el art. 80 de la ley citada.-
La trabajadora intimo fehacientemente a la demandada con el
envío del telegrama TCL 73061652 CD 634316368 fechado el 10/08/2015 y, la demandada
entregó los certificados en la audiencia del Seclo celebrada el 21/08/2015, con lo cual surge
de las constancias de autos que la entrega se realizó en forma extemporánea del plazo fijado
en la ley aplicable, por lo cual correspondía que la a quo hiciera lugar a la multa prevista por
el art. 80 de la LCT,
Yerra la Señora Juez de Primera Instancia al rechazar la multa
referida, toda vez que la misma prospera por el solo incumplimiento legal, con independencia
de si el empleador tuvo o no intención de vulnerar el bien jurídico protegido – que en el caso
lo violó al no cumplir con la entrega en el plazo legal - ya que, el art. 80 de la LCT pone en
cabeza del empleador la obligación de entregar el referido certificado, quedando liberado de
su obligación de abonar la multa prevista en la citada norma legal únicamente si entrega del
citado instrumento dentro de los dos días hábiles computados a partir del día siguiente al de
la recepción posteriores a la recepción del requerimiento que le hiciere el trabajador, o lo
consigna judicialmente dentro del mismo plazo, lo cual la empleadora no hizo.-
Se ha dicho reiteradamente que no es admisible una
interpretación que equivalga a prescindir del texto legal, pues la exégesis de la norma, aún
con el fin de adecuación a principios y garantías constitucionales, debe practicarse sin
violación de su letra o de su espíritu.-
También en forma reiterada la C.S.J.N. ha dicho que las leyes
deben interpretarse de manera que concuerden con los principios y garantías de la
Constitución Nacional sin violencia sobre su letra o espíritu, en cuanto ello sea posible.-

La decisión de la Magistrada no se ajusta a derecho, ni a las


constancias de la causa y, además dejó de lado su obligación de ser imparcial.-
Por ello, también es contrario a derecho y a las constancias de la
causa, que la a quo rechace el reclamo de la multa prevista por el art. 80 de la L.C.T. ; razón
por la cual solicito a V.E. que revoque la sentencia en este punto y haga lugar a la multa
peticionada en el escrito de inicio.-

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6.- Imposición de Costas

También agravia a esta parte que la Señora Juez haya impuesto


las costas a mi representada, por lo que solicito que V.E. revoque la imposición de costas y
se las imponga a la contraria.-

7.- Multa art. 2° ley 25.323.-


Agravia también a esta parte que la a quo haya rechazado la
multa prevista por el art. 2 de la ley 25.323, por lo que solicito que V.E, revoque lo resuelto
por la inferior y haga lugar a la misma.-

8.- Omitió expedirse


Agravia a esta parte que la a quo, al momento de dictar sentencia,
haya omitido expedirse sobre el pedido para que se declare maliciosa y temeraria la conducta
de la demandada; sobre el planteo de inconstitucionalidad por aplicación del tope
indemnizatorio y sobre el pago de los aportes previsionales (puntos IV, V y XII de la
demanda), por lo que solicito que V.E. se expida sobre los mismos.-

9.- Violación del debido proceso y de Derechos y Garantías


Al dictar sentencia el a quo no evaluó correctamente la prueba
documental, la testimonial, y la pericial informática, las cuales, a mi entender, resultan ser
determinantes para la correcta resolución de la litis.

La sentenciante realizó una valoración inadecuada de la prueba


producida en autos y del derecho vigente, violando lo dispuesto por el art. 386 del CPCCN y
también la garantía de la defensa en juicio de esta parte.-
Si bien los arts. 34 y 36 del Código Procesal Civil y Comercial de
la Nación establecen los deberes y facultades de jueces, debe tenerse presente que las normas
procesales no se reducen a una mera técnica de organización formal de los procesos sino que,
en su ámbito específico, tienen por finalidad y objetivo ordenar adecuadamente el ejercicio
de los derechos en aras de lograr la concreción del valor justicia en cada caso y salvaguardar
la garantía de la defensa en juicio.-

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Reiteradamente la C.S.J.N. ha dicho que las leyes deben
interpretarse de manera que concuerden con los principios y garantías de la Constitución
Nacional sin violencia sobre su letra o espíritu, en cuanto ello sea posible.-

En cuanto al respeto a la garantía de la defensa en juicio, el


juzgador está obligado a proveer lo necesario para que no se produzcan situaciones de
indefensión, incluso contra la voluntad de las partes.-

Es claro que la Magistrada de primera instancia no valoró la


prueba a la luz de la sana crítica, ni aplicó los principios del derecho del trabajo, ni la
legislación vigente, la magistrada vulneró la garantía de la defensa en juicio de esta parte y
el debido proceso adjetivo; ya que de las constancias de la causa surge claramente que el
despido fue injustificado, que la demandada no tenía derecho alguno para hacerlo y, que
además no probó las causales de despido invocadas en su Carta documento.-
Se ha dicho reiteradamente que la garantía de la defensa en juicio
y del debido proceso, exige que las sentencias de los jueces sean fundadas y constituyan una
derivación razonada del derecho vigente, con aplicación a las circunstancias de la causa, lo
cual no ocurre en la sentencia en recurso.-
La Magistrada de grado ha prescindido, en forma manifiesta, a
dar un tratamiento adecuado a la controversia, de acuerdo a los términos que fue planteada,
al derecho aplicable y a la prueba rendida, dando soluciones notoriamente injustas, que no
se avienen con el fin, propio de la labor de los jueces, de determinar los principios acertados
para el reconocimiento de los derechos de los litigantes, en las causas concretas a decidir.-
La garantía establecida en el art. 18 de la Constitución Nacional,
comprende no solo el ofrecimiento y producción de pruebas, sino también la posibilidad de
tener un pronunciamiento que las valore debidamente, a fin de constituir una derivación
razonada del derecho vigente, con referencia a los hechos demostrados en el proceso; la
misma incluye la exigencia de que los fallos judiciales tengan fundamentos serios, lo que
exige un correcto análisis de las constancias de la causa que acrediten los hechos y una
razonable conclusión sobre la valoración que le corresponde a la luz del derecho vigente; lo
cual no ocurre en esta causa.-

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La garantía constitucional de la defensa en juicio asegura a todos
los litigantes por igual el derecho a obtener una sentencia fundada, previo juicio llevado en
legal forma, sin que ello implique que la posibilidad de la defensa de un derecho se deba
identificar con el acogimiento de todas las pretensiones.-
La sentencia en recurso vulnera los derechos constitucionales
enunciados precedentemente como también lo dispuesto por el art. 34 inc. 4 e inc. 5) III del
C.P.C.C.N., ya que la ley le impone como límite el de mantener la igualdad de las partes en
el proceso, lo cual también fue vulnerad; desconociendo también lo dispuesto por el art. 28
de la Constitución Nacional.-

Por lo antes expuesto, solicito que V.E. revoque la sentencia en


recurso en cuanto fue materia de agravios, y haga lugar a la demanda entablada por esta parte,
con imposición de costas a la contraria.-

V.- PLANTEO NULIDAD DE LA SENTENCIA

Teniendo en cuenta lo expuesto en el punto precedente, solicito


a V.E. decrete la nulidad de la sentencia con fundamento en lo dispuesto por el art. 34 inc.4
del CPCCN, toda vez que en la sentencia dictada en Primera Instancia carece de fundamentos
serios, no se respetó la jerarquía de las normas vigentes ni el principio de congruencia; en
definitiva es un acto descalificable como tal, por lo cual se impone la nulidad de la misma,
Lo que así solicito de V.E.-

Un acto judicial es descalificable cuando en él se efectúa una


interpretación de las normas en juego que las desvirtúa y torna inoperantes. (Corte Sup,
16/5/95- Bolaño, Miguel A. v. Benito Roggio e Hijos S.A.) LL 1995-II-507 síntesis

VI.- RESERVA CASO FEDERAL

Para el hipotético caso que V.E. no hiciere lugar a lo solicitado,


hago expresa reserva de ocurrir ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, conforme a
lo previsto por la ley 48, pues de esa manera se estarían conculcando derechos y garantías de

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raigambre constitucional, como la garantía de la defensa en juicio, el debido proceso
adjetivo, el derecho a la igualdad, etc..-

VII.- PETITORIO
Por lo expuesto, y lo que suplirá el elevado criterio de V.E.,
solicito:
1.- Se tenga por interpuesto en legal tiempo y forma el recurso de apelación.-
2.- Se tengan por expresados los agravios.-
3.- Se conceda el recurso interpuesto y se eleven las actuaciones al Superior.-
4.- Oportunamente V.E. revoque la sentencia en recurso, en lo que fuera materia de agravios
y, haga lugar íntegramente a la demanda por despido en todas sus partes, con imposición de
costas a la contraria.-
Proveer de conformidad,
SERA JUSTICIA

Signature Not Verified 37


Digitally signed by EDUARDO
IRENEO CHARLES MENGEON
Date: 2022.02.10 23:41:43 ART

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