SOLICITUD DE OPINION

CONSULTIVA
Especialización en Defensa y Garantías.

21 DE FEBRERO DE 2021
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
MÓDULO 1. TRABAJO FINAL.
 21 de febrero de 2021.

HONORABLE

Elizabeth Odio Benito.

Presidenta.

CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS.

Honorable Señora Presidenta:

La República Argentina, Miembro del Sistema Interamericano de Derechos

Humanos, haciendo uso de la facultad conferida por el art. 64 de la Convención
Americana de Derechos Humanos ( de aquí en adelante CADH), ello en sus incisos tanto
1 como 2 y sobre la base del procedimiento establecido en el TITULO III del Reglamento
de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, comparece respetuosamente ante
esta Honorable Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante “Corte” o
CIDH) con el fin de solicitarle lo siguiente:

OPINION CONSULTIVA SOBRE LA COMPATIBILIDAD EXISTENTE O NO

ENTRE LAS DISPOSICIONES CONTENIDAS EN LA CONVENCION SOBRE LOS
DERECHOS DEL NIIÑO (de aquí en adelante “CDN”), Y EL INSTITUTO PROCESAL
DEL JUICIO ABREVIADO APLICADO EN MATERIA DE JUSTICIA PENAL JUVENIL.
Las normas de la CDN cuya interpretación se requiere son:

Artículo 3. 1. En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones
públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o
los órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el interés
superior del niño (…)

ART. 40. 2. : … v) Que no será obligado a prestar testimonio o a declararse culpable,

que podrá interrogar o hacer que se interrogue a testigos de cargo y obtener la
participación y el interrogatorio de testigos de descargo en condiciones de igualdad;

(…) 3. Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para promover el
establecimiento de leyes, procedimientos, autoridades e instituciones específicos

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para los niños de quienes se alegue que han infringido las leyes penales o a quienes se
acuse o declare culpables de haber infringido esas leyes (…)..

Artículo 19: 1. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas legislativas,
administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma
de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o
explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia delos
padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo. 2.
Esas medidas de protección deberían comprender, según corresponda, procedimientos
eficaces para el establecimiento de programas sociales con objeto de proporcionar la
asistencia necesaria al niño y a quienes cuidan de él, así como para otras formas de
prevención y para la identificación, notificación, remisión a una institución, investigación,
tratamiento y observación ulterior de los casos antes descritos de malos tratos al niño y,
según corresponda, la intervención judicial.

En cumplimiento de lo normado por el Art. 71 inc. 1 del Reglamento de la Corte

Interamericana de Derechos Humanos, manifiesto expresamente que el estado argentino
mediante su reforma constitucional de 1994 ha incorporado, entre otros, mediante art. 75.
Inc. 22 de la Constitución Nacional, a la Convención sobre los Derechos de los Niños
como uno de los instrumentos internacionales con jerarquía constitucional,
constituyéndose como Estado parte de este instrumento de protección de Derechos
Humanos de niños, niñas y adolescentes.-

1. DEFINICION DE AGENTES Y DOMICILIO PROCESAL CONFORME

REQUERIMIENTO DEL ART. 70.2 DEL REGLAMENTO DE LA CORTE
INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS.

A los fines de dar cabal cumplimiento a la manda de la normativa previamente

enumerada, el gobierno de la República Argentina ha designado a la presentante, Dra.
Janet Nair Alderete, matrícula ABCD en calidad de agente titular del Estado, abogada
miembro del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto.

Conforme a la manda impuesta se constituye domicilio procesal donde fuese sede

de dicho Ministerio, esto es calle Esmeralda N° 1212, código postal 1007, de la ciudad
Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

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 La dirección de correo electrónico que se adjunta a efectos del cursado de las
notificaciones que se estimen pertinente es la de
JNA@ministerioderelacionesyculto.gob.ar. Asimismo, a los mismos fines y efectos,
acompaño los siguientes números telefónicos: 011-42773542 y 011-47568484.

2. BREVES CONSIDERACIONES INTRODUCTORIAS.

El Juicio abreviado parte del sistema procesal “acusatorio” que tiene como

connotaciones  relevantes, que se basa en una acusación, se desarrolla en forma oral y
pública y con plena vigencia del “contradictorio”, donde se acentúa la imparcialidad de los
jueces, cuya  función es dictar sentencia  en función de las pruebas incorporadas al
proceso  y las argumentaciones. 

Entonces, podemos decir que el juicio implica necesariamente,  conforme se ha

expedido nuestra Corte Suprema de Justicia  a) Acusación, b) Defensa c) prueba y
d)Sentencia.-

Condición “sine qua non” (aunque no la única), para que pueda llevarse a cabo el

JUICIO ABREVIADO, será que la prueba reunida en la investigación preliminar o
preparatoria sea idónea a tal fin, sin que sea necesario reproducirla en un debate, a
criterio de los sujetos esenciales del proceso.

Dicho esto, debemos tener presente, en primer término, que el Juicio Abreviado es
un instrumento procesal que se encuentra contemplado en las distintas legislaciones
provinciales que integran nuestro Estado Argentino. En segundo término, deben darse las
condiciones que permiten su aplicabilidad (debemos tener en cuenta que el monto de la
pena que permite la utilización de dicho instrumento varía según la regulación procesal de
que se trate) esto es: el acusador público deberá contar con el acuerdo del imputado y de
su defensor, acuerdo que se extenderá a la admisión del hecho descripto en la acusación,
a la participación del imputado en él y a la vía propuesta, evitando de esta manera
transitar la etapa de juicio y aun así, obtener una sentencia condenatoria.

Esta forma abreviada de solucionar el conflicto penal, como instrumento en sí,

encuentra partidarios y detractores. Hay quienes sostienen que además de ser un
mecanismo necesario para la descompresión de los tribunales, se trata de un derecho del
justiciable, que tiene como principal beneficio acortar la prisión preventiva de aquellos que

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se encuentran a la espera de juicio. Por otro lado, están quienes entienden que se trata
de un instrumento violatorio de principios constitucionales fundamentales como el
principio de legalidad, en tanto priva al imputado de la posibilidad de transitar la etapa de
juicio y su efectiva defensa, con la imposibilidad de ejercer el contralor de la prueba
ofrecida, y que a su vez, dicho juicio abreviado presenta ciertos tintes extorsivos, en tanto
se lo obliga a renunciar a la garantía de un juicio oral a cambio de una “promesa de
recompensa” traducida en una sanción más leve.

Ahora, en lo que a mi solicitud se refiere, la situación se torna más complicada en

lo que respecta a la implementación de este instrumento procesal en materia de niños,
niñas y adolescentes.

3. LA ESPECIALIDAD EN MATERIA DE JUSTICIA PENAL JUVENIL.

El Comité de los Derechos del Niño, mediante la Observación General N° 10 “ Los

Derechos del niño en la justicia de menores”, sostuvo: “Los niños se diferencian de los
adultos tanto en su desarrollo físico y psicológico como por sus necesidades emocionales
y educativas. Esas diferencias constituyen la base de la menor culpabilidad de los niños
que tienen conflictos con la justicia. Estas y otras diferencias justifican la existencia de un
sistema separado de justicia de menores y hacen necesario dar un trato diferente a los
niños. La protección del interés superior del niño significa, por ejemplo, que los
tradicionales objetivos de la justicia penal, a saber, represión/castigo, deben ser
restituidos por los de rehabilitación y justicia restitutiva cuando se trate de menores
delincuentes”.

La administración de justicia para adolescentes se rige por el principio de la

especialidad, lo que significa que tratándose de niños y/o adolescentes que ingresan
dentro del sistema penal por presumirse su intervención dentro de un hecho delictivo,
deben ser juzgados bajo un régimen diferente al de los adultos, lo que implica la
existencia de leyes, órganos y consecuencias jurídicas diferenciadas.

Dicha especialidad de trato surge de un conjunto de normas internacionales

creadas a partir del compromiso internacional en proteger la infancia. Así podemos
mencionar el Pacto Internacional de Derechos Civiles; La Convención sobre los Derechos
del Niño; Las Reglas Mínimas de Naciones Unidas para la administración de justicia de
los Menores (Reglas de Beijing); y Las Directrices de las Naciones Unidas , entre otros.

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 Esta misma Corte ha dicho mediante Opinión Consultiva N° 17, “condición
jurídica y derechos humanos de los niños” que: “… las condiciones en las que participa
un niño en un proceso no son las mismas en que lo hace un adulto… es indispensable
reconocer y respetar las diferencias de trato que corresponden a diferencias de situación”.
Y que “si bien los derechos procesales y sus correlativas garantías son aplicables a todas
las personas, en el caso de los niños el ejercicio de aquellos supone, por las condiciones
especiales en las que se encuentran los menores, la adopción de medidas específicas
con el propósito de que gocen efectivamente de dichos derechos y garantías”.

Así, conforme a la jurisprudencia de esta Corte (CORTE IDH caso, “Instituto de

reeducación del Menor vs. Paraguay), el art. 19 de la CDN. define una esfera de
protección de los derechos humanos de los niños que reconoce la existencia de
obligaciones adicionales de protección a cargo de los Estados, derivadas de la particular
situación evolutiva que caracteriza a la infancia. Específicamente ha dicho: “esta
disposición debe entenderse como un derecho adicional, complementario que el tratado
establece para seres que por su desarrollo físico y emocional necesitan de protección
especial”.

4. JUICIO ABREVIADO. APLICABILIDAD EN MATERIA DE NIÑOS, NIÑAS Y

ADOLESCENTES.

Las discusiones giran en torno a si el menor de 18 años de edad, atendiendo a que

en nuestro país este es el momento en el que se alcanza la mayoría de edad, cuenta con
la capacidad suficiente para prestar conformidad respecto de un acuerdo como el que
venimos detallando, esto, atendiendo a las particularidades que implican la niñez y
adolescencia.

En un primer término, su aplicabilidad al ámbito penal- juvenil parecería

conveniente y compatible con el acabo cuerpo normativo protectorio de los derechos de
los jóvenes, ya que en principio y aparentemente: I. daría una respuesta en un tiempo
oportuno, es decir, una respuesta rápida; II: evitaría los efectos negativos del proceso
penal; III. Y así se aceleraría su reintegración social al obtener una rápida solución
institucional. Sin embargo, hay quienes entienden que su utilización sería incompatible
con el principio de especialidad.

Lo que resta entonces es dilucidar si el juicio abreviado en materia penal juvenil,

conspira contra el postulado de protección especial necesario en materia de jóvenes y

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niños ya que, salteando la etapa de juicio, el adolescente no puede visualizar a quien le
causó daño ni cuanto, ni entender cuáles son las reglas de la comunidad a la que
pertenece, perdiéndose así, para algunos, la finalidad educativa y de reintegración social
que se busca a la hora de someter a un menor a un proceso penal, con el detalle no
menor de que la conformidad prestada mediante la celebración del acuerdo de juicio
abreviado, a cambio de una determinada sanción, supondría una idea retributiva del
castigo.

En consonancia con lo expuesto, resulta interesante destacar lo dicho por el Comité

en la Observación General N°10, esto es que: “…la edad o grado de desarrollo del niño,
la duración del interrogatorio, la falta de comprensión por parte del niño, el temor a
consecuencias desconocidas o a una presunta posibilidad de prisión pueden inducirle a
confesar lo que no es cierto. Esa actitud puede ser aún más probable si se le promete
una recompensa como “podrás irte a casa en cuanto nos digas la verdad, o cuando se le
prometen sanciones más leves o la puesta en libertad”.

Es menester tener en cuenta que los menores de edad, tanto psíquica como
biológicamente se hallan en situación de indefensión, lo que genera la obligación de los
Estados de legislar de forma tal que se les proporcione a esos niños un amplio marco
legal protectorio de derechos, lo que se pone de manifiesto a través del marco normativo
que regula el llamado “interés superior del niño”. Este interés superior debe estar
presente y ser objeto de todas y cada una de las decisiones judiciales tomadas en el
proceso penal de menores, teniendo en cuenta que, durante esta etapa de la vida, la
persona es cuando más requiere de cuidados, atención y protección y si en esta instancia
del crecimiento se ve privada de ello, devendrá en una carencia que impactará en el
futuro, ya sea en la adolescencia o en la edad adulta.

Dicho esto, procedo a efectuar las siguientes preguntas en concreto a los Sres.
Jueces integrantes de esta Excelentísima Corte.

5. PREGUNTAS CONCRETAS SOBRE LAS QUE SE SOLICITA SU OPINION.

a. Atendiendo a todo lo expuesto en cuanto a las particulares características que

rodean a la niñez y a la adolescencia en relación al desarrollo y capacidad
progresiva de los niños y jóvenes, y también al hecho de que algunas decisiones

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 tomadas por ellos pueden no ser la mejor alternativa para la satisfacción de sus
intereses ¿ resulta factible atribuir validez al consentimiento prestado por un
niño/adolescentes (menor de 18 años de edad) respecto a su responsabilidad
penal con el hecho atribuido, como así también con el monto de la pena y la forma
de su ejecución? . En caso de pronunciarse por la afirmativa ¿quién o quienes
deberían velar por la seguridad de estos menores para el caso de que
manifiestamente dicho acuerdo sea contradictorio con sus intereses o con los que
postula la CDN?.
b. Partiendo del “interés superior del niño” en cuanto implica que el desarrollo de los
mismos y el ejercicio pleno de sus derechos deben ser considerados como
criterios rectores para la elaboración de normas y la aplicación de éstas en todos
los órdenes relativos a la vida del niño, conforme art. 3. 1 de la CDN, ¿Se podría
considerar al juicio abreviado como un instrumento respetuoso o concordante con
ese interés superior?
c. En lo que respecta al art. 40 CDN en tanto : … v) Que no será obligado a prestar
testimonio o a declararse culpable; teniendo en cuenta que el término “obligado”
debe interpretarse sin dejar de considerar que estamos ante menores de edad, lo
que implica mayor susceptibilidad a estímulos, miedos, incertidumbres e
inseguridades que pueden llevar al menor a tomar una decisión que no sea la más
conveniente a sus intereses, cabe preguntar ¿ Puede considerarse que la
celebración de un acuerdo de juicio abreviado contraría esta prohibición y obliga
(entendido en sentido amplio) al menor a declararse culpable?.
d. En cuanto al art. 40.3 CDN respecto a la obligación de los Estados de crear leyes,
procedimientos, autoridades e instituciones específicos para los niños, niñas y
adolescentes y al art. 19 CDN en tanto legisla el principio de “protección especial
de la niñez” , teniendo en cuenta que la normativa referida al juicio abreviado es
solo una, sin distinción en tanto se trate de adultos o niños ¿podría decirse que el
uso de dicho acuerdo en materia penal juvenil, sin ningún tipo de modificación o
adaptación en comparación con el utilizado para adultos, contraría las
disposiciones de mención por su falta de especificidad al caso concreto? .
e. Por último, teniendo en cuenta el fin perseguido por el proceso penal juvenil,
entiéndase este como la reintegración social con finalidad educativa, caracterizada
por el respeto de los valores existentes en la sociedad, ¿ Considera que la

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 celebración de un acuerdo de juicio abreviado respecto de un menor de edad
frustra dicha finalidad?.

6. COROLARIO.

En razón de lo expuesto, atento las consideraciones vertidas, el análisis efectuado y

los elementos de hecho y derecho presentados, solicito a esta Honorable Corte
Interamericana , tenga por presentada esta solicitud de Opinión Consultiva.

Así mismo y como último punto, de acuerdo con lo reglamentado en los parágrafos
3 y 4 del art. 73 del Reglamento de esta Corte, el Estado Argentino acepta, en relación
con la consulta efectuada en el ámbito del art. 64 inc. 1 de la Convención Americana de
Derechos Humanos, que la Honorable Corte invite o autorice a cualquier Estado
interesado para que presente su opinión sobre el tema, aceptando, si así lo estimare
pertinente, la convocación a audiencia oral.

Con el debido respeto y la mayor consideración y estima hacia todos los jueces
integrantes de esta Honorable Corte Interamericana

Dra. Janet Nair Alderete.

Agente integrante del Ministerio de Relaciones y Culto.

Provincia de Buenos Aires.

Argentina.

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