La salud como elemento fundamental del desarrollo
La equidad consiste en eliminar las diferencias innecesarias, injustas
y evitables que restringen las oportunidades de acceder al derecho
de bienestar. Los prerrequisitos para la salud son paz, educación,
vivienda, renta, ecosistema estable, justicia social y equidad. El
bienestar es la comodidad de una vida holgada que genera
tranquilidad.
Las necesidades básicas insatisfechas (NBI) y el índice de
desarrollo humano (IDH) son indicadores de bienestar. Las NBI
son el porcentaje de hogares con niños entre 7 y 12 años que no
asisten a la escuela, hacinamiento crítico, viviendas inadecuadas sin
servicios básicos, alta dependencia económica o ausencia de
escolaridad del jefe. El IDH contiene tres variables: la esperanza de
vida al nacer, el logro educacional (alfabetización de mayores de 14
años y tasa bruta de matriculación) y el producto interno bruto.
En la calidad de vida; intervienen la educación participativa, la paz,
la solidaridad, los servicios públicos eficaces, los hábitos saludables,
la participación comunitaria, la equivocación o eficacia de los
servicios de salud, y los planes de desarrollo.
Las funciones esenciales de la salud pública
La salud pública es el esfuerzo organizado de la sociedad y el
Estado principalmente a través de organizaciones de carácter
público para mejorar, promover, proteger y restaurar la salud de las
poblaciones, por medio de actuaciones de alcance colectivo.
Es imprescindible fortalecer la salud pública por la persistencia
de condiciones estructurales y exclusión, lesivas a la salud pública;
su deterioro durante procesos de reformas sectoriales; el
afrontamiento compromisos asumidos en el acuerdo del milenio; el
propósito de resolver la agenda inconclusa; la protección de los
logros alcanzados; y el enfrentamiento a nuevos desafíos y retos.
La nueva agenda para reformas en el sector salud involucra
fortalecer la lucha contra la inequidad, asegurar modos de
financiamiento solidarios, orientación hacia la salud de las
poblaciones, modelos de atención basados en promoción y
prevención, desarrollo integral de los recursos humanos,
fortalecimiento de la rectoría sectorial por el Estado, y extensión
de la protección social en salud.
Las funciones esenciales son capacidades necesarias para mejorar
las intervenciones en salud pública, lo que implica asegurar
condiciones para la práctica de la salud pública por medio de
mejoría en su práctica, generar bases para la viabilidad de su
práctica, desarrollar una salud pública en base a evidencia,
fortalecer la infraestructura, y desarrollar la fuerza de trabajo.
Las funciones esenciales no son sinónimo de prácticas sociales,
son las actuaciones de un segmento específico y funcional del
sistema de salud. Ambas (funciones esenciales y prácticas sociales)
están íntimamente ligadas, ya que pertenecen a la sociedad. Las
prácticas son la matriz principal para la conformación de las
Estos extractos contienen 815 palabras y provienen de unas diapositivas elaboradas por la Dra. Cira Pulido.
La transcripción fue hecha por Gabriel Alejandro Rodríguez Guerrero.
Determinantes sociales en el proceso salud enfermedad
Cada individuo tiene un singular estilo de vida relacionado con sus
características biológicas, medio residencial o laboral, hábitos,
valores, educación y conciencia.
Las condiciones de vida son particulares características de un
grupo de población determinado, como el tamaño, la composición,
la localización geográfico-ecológica, el nivel educativo, así como el
desarrollo económico y social.
El general modo de vida de la sociedad son características del
medio natural del grado de desarrollo de sus fuerzas productivas,
de la organización económica y política, y de su historia y cultura.
En el procesos determinante: el nivel de intervención es
modo de vida Sociedad
condiciones de vida grupos de población
estilos de vida individuos
funciones esenciales, las cuales deben ser vistas e identificadas
como funciones que nacen de las prácticas sociales y al mismo
tiempo tienen como fin principal promover y reforzar prácticas
sociales saludables.
El desarrollo de una cultura de la vida y salud incorpora
conocimientos y forma valores culturales compartidos socialmente
y puestos de manifiesto en sus instituciones, organizaciones y
relaciones sociales que componen el capital social y que sirven de
base para la formación de los comportamientos sociales en relación
con la vida y la salud.
El desarrollo de entornos saludables y control de riesgos y
daños para la salud pública incorpora la promoción de la salud,
la vigilancia de la salud pública, la reducción del impacto de
emergencias y desastres en la salud, así como la regulación y
fiscalización en materia de salud pública.
La atención a las necesidades y demandas de salud es un
grupo de prácticas sociales cuyas funciones correspondientes
podrían ser la garantía de calidad de atención, la promoción del
acceso a los servicios de salud, así como la regulación y
fiscalización. Su comprensión y gestión, están todavía en un estado
incipiente. El aumento del esfuerzo sistemático para aplicarlas es
uno de los elementos y el mejorar su gestión es uno de los
objetivos de la iniciativa “Salud Pública en las Américas”.
El desarrollo de la ciudadanía y de la capacidad de
participación social incorpora la participación ciudadana en
materia de salud; la promoción de la salud, las funciones esenciales,
y la capacitación; y el desarrollo de políticas, planificación y gestión
en materia de salud pública.