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Cáncer de ovario

Es la tercera causa de cáncer y representa el 4% de los cánceres. La forma más frecuente de cáncer de ovario es la epitelial en mayores de 50 años. La
forma menos frecuente de cáncer de ovario es la germinal, en menores de 20 años. Los factores de riesgo para cáncer de ovario son el genético-familiar en
un 5 a 10 %, los reproductivos (las nulíparas tienen un riesgo 2,4 veces mayor), los farmacológicos (como el clomifeno o la suspensión de ACO protector)
y los ambientales (como talcos, drogas, irradiación o bombas atómicas). Con respecto a la etiología, se ha formulado la teoría de la ovulación incesante, la
teoría del exceso de gonadotropinas y la teoría de la migración de carcinógenos exógenos.

Los tipos de cáncer de ovario según su clasificación histogénica son 1. Neoplasias derivadas de epitelio celómico: tumor seroso, tumor mucinoso, tumor
endometrioide, tumor mesonefroide de células claras, tumor de Brenner, carcinoma indiferenciado y carcinosarcoma; 2. Derivados de células germinales:
teratoma maduro, teratoma sólido, quiste dermoide, neoplasias secundarias a teratoma maduro, teratoma inmaduro, disgerminoma, sarcoma embrionario,
tumor del seno endodérmico, coriocarcinoma y gonadoblastoma; 3. Derivados del estroma gonadal especializado: tumor de células de la granulosa,
tecoma, tumores de células de Sértoli-Leydig (como el arrenoblastoma), ginandronoblastoma y tumor de células lipídicas; 4. Derivados de mesenquima
inespecífico: fibroma, hemangioma, lipoma, linfoma y sarcoma; 5. Neoplasias que metastatizan a los ovarios: neoplasia de tugo gastrointestinal (tumor de
Krukenberg), neoplasia de mama, neoplasia de endometrio y linfoma.

El diagnóstico del cáncer de ovario requiere de sospecha, historia familiar y examen físico. Con relación a la clínica, los síntomas más frecuentes son dolor
abdominal, distensión abdominal, flatulencia y ascitis en un 50%; las manifestaciones, conforme la enfermedad avanza, son dolor intenso (por distensión
de la cápsula, por hemorragia o por necrosis intratumoral), pérdida de peso y nauseas; por último, los signos que revela el examen físico son pérdida de
peso, trastornos menstruales, masas pélvicas (unilaterales o bilaterales) fijas de características solidas con más de 10 cm, ascitis y adenopatías.

Los exámenes complementarios para diagnosticar cáncer de ovario son la ecografía, el Doppler color, la tomografía axial computarizada (TAC) y los
exámenes de laboratorio. La ecografía en pacientes con cáncer de ovario revela un tumor sólido con más de 5 cm, papilas y crecimiento rápido. El Doppler
color mide el flujo vascular. Se debe hacer rayos X de tórax para diagnosticar metástasis con derrame pleural. El examen de laboratorio puede revelar la
presencia de infecciones pélvicas y evaluar la función renal. El CA 125 se eleva en tumores epiteliales por encima de 35 U y puede estar elevado en hasta
80% de los tumores de ovario, pero puede asociarse a procesos benignos como la gestación; por lo que es más específico en pacientes postmenopáusicas.
El CEA está elevado con menor frecuencia; pero sí lo está en casi el 70% de los casos de cáncer mucinoso. La alfafetoproteína se ha asociado al tumor del
seno endodérmico porque aumenta en hasta 95% de las pacientes, aunque también puede aumentar en teratomas, disgerminomas y carcinomas
embrionarios en 70% de los casos. La inhibina aumenta en tumores de la granulosa o en mucinosos. El CA 19.9 se eleva principalmente en tumores
mucinosos. El HCG se eleva entre el 95 y el 100% de los carcinomas embrionarios, y también está aumentada en el coriocarcinoma. El SCC es un antígeno
de crecimiento de células escamosas que aumenta en teratomas inmaduros.

La historia natural del cáncer de ovario es la implantación peritoneal por contigüidad y la diseminación por vía linfática o por vía hematógena. El epiplón
es más propenso a focos neoplásicos producto del cáncer de ovario. La diseminación hematógena del cáncer de ovario va hacia hígado y pulmón.

El estadiaje del cáncer de ovario es quirúrgico. Los objetivos son diagnosticar, estadiar y citorreducir al máximo.
Los estadios del cáncer de ovario según la clasificación FIGO son el estadio I que está limitado, el estadio II que
tiene extensión pélvica, el estadio III que es más avanzado y el estadio IV que presenta metástasis a distancia. El
estadio IA está limitado al interior de un ovario con cápsula intacta y no presenta ascitis ni tumor en superficies
externas. El estadio IB está limitado al interior de ambos ovarios con cápsulas intactas y tampoco presenta ascitis ni
tumor en superficies externas. El estadio IC se diferencia de los estadios IA y IB sólo porque presenta tumor en las
superficies de uno o ambos ovarios, cápsula rota, ascitis con células malignas cancerosas o lavado peritoneal
positivo. El estadio IIA tiene extensión y/o metástasis a trompas de Falopio. El estadio IIB tiene extensión a otros
tejidos pélvicos como el colon. El estadio IIC se diferencia de los estadios IIA y IIB sólo porque presenta también
una característica del estadio IC. El estadio IIIA presenta un tumor limitado a pelvis verdadera, ganglios negativos y
siembra microscópica en superficie peritoneal. El estadio IIIB se presenta en uno o dos ovarios con ganglios
negativos e implantes peritoneales abdominales macroscópicos no mayores a 2 cm. El estadio IIIC presenta
implantes abdominales mayores a 2 cm y/o ganglios retroperitoneales o inguinales positivos.

El pronóstico del cáncer de ovario depende de 1. Estadio de la enfermedad y volumen tumoral, 2. Grado de diferenciación, 3. Histología (ya que los
mucinosos y los de células claras son peores), 4. Residuos tumorales menores a 2 cm luego de citorreducción, 5. Edad y enfermedades de la paciente. El
tratamiento del cáncer de ovario es cirugía (para realizar histerectomía más ooferectomía más omentectomía) y quimioterapia (con agentes alquilantes:
ciclofosfamida, clorambucilo o nitroureas, o con otros agentes de segunda línea: metrotexate, cisplatino, 5-fluoracilo, platinol o toxol).

Esta información contiene 1024 palabras y proviene de unas diapositivas, cuya autora es la Dra. Raiza Bontemps.
La transcripción fue hecha por Gabriel Alejandro Rodríguez Guerrero.

Para aprender más:


1. Hoffman, Barbara (2014). Williams Ginecología. 2.ª edición. Editorial McGraw-Hill.
2. https://www.mhealth.org/patient-education/cdr0000256785

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