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Pierre Bourdieu, introducción.

Epistemología y metodología

Concepción de Método y de Metodología.

� Para los autores, el método no debe reducir la realidad, encarándola desde un punto deductivo, que parta
de generalizaciones abstractas para aplicarse a lo particular. Antes bien, sostienen que “los grandes
procedimientos lógicos no pueden aún ser explicados, con suficiente precisión, por separado de sus
aplicaciones. A partir del estudio de las aplicaciones regulares de los procedimientos científicos, se podrá
entonces, llegar a la noción de “sistema”, que es precisamente la noción de método en tanto sistematización
de hábitos intelectuales que llevan a establecer principios de investigación rigurosos. La metodología se
refiere a la teoría que engloba las operaciones de investigación. Tiene que ver con los instrumentos
conceptuales o técnicos que otorgan rigor y fuerza a la verificación experimental. Los autores abogan por
una visión conjunta y emparentada de método y metodología, para evitar reduccionismos y evitar la
anarquía conceptual.

Reflexión metodológica en el interior de cada proceso de investigación.

� En conjunción con lo anterior, los autores entienden que la reflexión epistemológica debe darse en el
interior de cada proceso de investigación desde el momento en que tanto los elementos conceptuales, como
los técnicos son propios de la verificación experimental particular. Esto se vincularía con el proceso de
investigación concreto. A través de esta reflexión, que trasciende el empirismo, se logra un conocimiento
irreducible Además se puede así lograr construir una lógica científica del conocimiento de la verdad, que
debe ser contínuamente puesta en duda y, luego, refutada o rectificada. Estas ideas serán retomadas en
vistas cuando los autores hagan referenciaa la actitud de índole epistemológica propia del Científico. Esto
tiene que ver con la noción de “Vigilancia Epistemológica”.

Interpretación de la frase: “Restituir la fuerza heurística de los conceptos.”

� La idea de restituir la fuerza heurística de los conceptos se relaciona con la enseñanza de la Investigación , en
tanto proyecto cuyo objetivo será exponer los principios de una práctica profesional y a la vez proporcionar
los instrumentos adecuados para un tratamiento sociológico del objeto y una disposición activa tendiente a
reflexionar sobre los conceptos fundamentales, revisarlos críticamente, cuestionarlos y otorgarles un valor
que deje de ser neutral. Con estos fines se busca que éstos puedan ser propensos al dinamismo y capaces de
romper con estructuras de pensamiento canónicas.

Conceptualizaciones de la noción de “Vigilancia Epistemológica”.

� La noción de “Vigilancia Epistemológica” se vincula con la idea de restitución de la fuerza heurística de los
conceptos, por un lado. Por otra parte, tiene que ver con la coherencia teórica que guarda el investigador
con sus propia línea de pensamiento, desde al cual debe identificar en su práctica investigativa cuál es el
error, y dentro de su marco teórico buscar y aplicar los mecanismos metodológicos que le permitan superar
los obstáculos presentados. Retomando a Bachelard, esta vigilancia permitiría captar la lógica del error para
construir luego la lógica del descubrimiento de la verdad como polémica contra el error y así sucesiva y
permanentemente con las nuevas, propensas e inestables verdades (Siempre relativas y plausibles de
devenir errores). Finalmente, se vincula con la capacidad de traspolar conceptos y métodos a otros trabajos
de investigación, con el objetivo de que al ser arrancados de su contexto original, puedan adquirir nuevos
usos.

� El ejercicio de la vigilancia epistemológica debe ser constante y tendiente a subordinar uso de técnicas y
conceptos a un examen continuo sobre las condiciones y los límites de su validez. Es decir que la coherencia
s tal precisamente porque se repiensa La Vigilancia Epistemológica no implica aferrarse a una obediencia
incondicional a un Organon de reglas lógicas (“Clausura Prematura”). Antes bien, es preciso reconocer que
existe una disponibilidad semántica en los conceptos, lo que constituye una de las condiciones del
conocimiento.
Riesgos del Desplazamiento de la Vigilancia Epistemológica.

� Los problemas del desplazamiento de la vigilancia epistemológica surgen cuando el científico


sobredimensiona su pertenencia particular a un marco teórico con respecto a la disciplina en la cual éste se
inserta. Es decir, que el desplazamiento puede a llegar a ser extremo pero sin embargo el científico no haber
dejado de ser coherente. Lo que resulta inaceptable es que su desplazamiento epistemológico lo lleve a
burlar el acuerdo epistemológico que subyace en la disciplina a la cual es afín el científico. El Desplazamiento
no genera problemas si se lo entiende como una búsqueda transmutable de rigores relativos y específicos,
desde la teoría de Bachelard, quien entiende a la Verdad como una “Teoría del Error Rectificado”. Detener la
vigilancia es aplicar excesivamente la metodología, así también el uso de instrumentos y apoyos sin verificar
con antelación las condiciones bajo las cuales éstos se aplican. La clave es la Coherencia, dentro del mismo
sistema “Método / Metodología”. Coherencia dinámica y polisémica. “El hecho científico se conquista,
construye y comprueba” (Vd. Bachelard).

� La investigación no es una lectura simple de lo real, como era en la sociología empírica, y tampoco debería
ser separada de la experimentación; la metodología brinda más rigor y fuerza a la verificación experimental.

� Bourdieu nos dice: “…es necesario someter las operaciones de la practica sociológica a la polémica de la
razón epistemológica, para definir, y si es posible, inculcar, una actitud de vigilancia que encuentre en el
completo conocimiento del error y de los mecanismo que lo engendran uno de los medios para superarlo”.

� Bourdieu trata darle al investigador, mediante la vigilancia epistemológica, una herramienta por la cual este
pueda encontrar la lógica del error en sus investigaciones y a causa de este buscar un mecanismo para
superar estos obstáculos, esto servirá para que las próximas “verdades” que encontremos mediante nuestra
investigación estén más próximas a la ciencia. Bachelard, agregando sobre el tema de encontrar el error en
nuestras investigaciones, dice que otro mecanismo que reforzara esta vigilancia es la sociología del
conocimiento. Un ejemplo que nos pone Bourdieu sobre la práctica de la epistemología: Lo autores clásicos
han llegado a confundir su teoría particular del sistema social con la teoría del conocimiento de lo social.
Bourdieu nos dice que la epistemológica, o la vigilancia epistemológica, nos ayudarían para hacer esta
distinción.

� La vigilancia epistemológica también es importante para no caer en ese habitus de transformar los preceptos
del método en recetas de cocina científica o en objetos de laboratorio. Aun así, dice Bourdieu, un método
sea muy rutinario o repetido, debe repensarse a sí misma y en función del caos particular. A pesar de todo
Bourdieu nunca aceptó la propuesta de encerrar al investigador dentro de los parámetros de un método y
menos que no pueda criticar este. Al contrario, Bourdieu nos dice que la critica a un método es el factor
principal de el surgimiento de nuevos métodos.

� Bourdieu hace una diferencia de los hechos sociales con los hechos físicos (o naturales) al momento en que
se aplica la epistemología. Bourdieu cita a Hayec al momento de explicar lo que es un hecho social, este nos
dice: “los hechos sociales […] son creencias u opiniones individuales y no deben ser definidos según lo que
podríamos descubrir sobre ellos por os métodos objetivos de la ciencia sino según lo que piensa la persona
que actúa”.

� Es por eso que cuando los científicos trataban de implementar la epistemología de las ciencias naturales a las
ciencias sociales (o humanas, como dice en el texto) no siempre se obtenía los frutos que cuando
implantaban los científicos, en este los científicos naturales, en sus disciplinas.

La construccion del objeto:

� Se comienza esta parte del texto aludiendo a la diferenciación que existe entre las disciplinas existentes, esta
diferenciación está basada en la aplicación de: “un nuevo método a nuevos problemas y donde, por lo tanto,
se descubren nuevas perspectivas.” Según Weber esta estas características son fundamentales si lo que se
quiere hacer es diferencia una ciencia de otro y el surgimiento de nuevas.

� Bourdieu nos dice que la investigación científica se organiza de hecho en torno de objetos construidos que
no tienen nada en común con aquellas unidades delimitados por la percepción ingenua, o el sentido común.
Nada de opone más a las evidencias del sentido común que la diferencia entre objeto “real”, que esta
construido a base de la percepción y el sentido común, y el objeto científico, que es el objeto construido
como sistemas de relaciones.

� Un objeto de investigación, por mas parcial y parcelario que sea, no puede ser definido y construido sino en
función de una problemática teórica que permita someter a un sistemático examen todos los aspecto de la
realidad puestos en relación por los problemas que le son planteados.

� Cuando el sociólogo renuncia al privilegio epistemológico es para caer siempre en la sociología espontanea.

� Si no nos planteamos el problema de la construcción de la hipótesis no se puede dar inicio a la investigación


científico. Todo objeto científico se construye deliberada y metódicamente; yendo en contra de los
empiristas que formularon que la hipótesis se crea luego de la experiencia en la realidad. La ciencia social al
igual que la física no se construye a partir de los datos de la sensibilidad: el objetivo es construir un modelo,
estudiar sus propiedades y las diferentes maneras en que reacciones en el laboratorio, para explicar
seguidamente esas observaciones a la interpretación de lo que sucede empíricamente.

Pierre Bourdieu El campo científico

� Es el campo científico en cuanto lugar de una lucha política por la dominación científica, asigna a cada
investigador, en función de la posición que ocupa, sus problemas (políticos y científicos) y sus métodos,
estrategias científicas que por el hecho que se definen expresa al sistema de las posiciones políticas y
científicas, constitutivas del campo científico son al mismo tiempo estrategias políticas, no hay elección
científica, que no sea en alguno de sus aspectos, una estrategia política de imbricación objetivamente
orientada hacia la maximización del beneficio propiamente científico.

La acumulación de capital científico

� Un campo científico fuertemente autónomo, donde un productor particular no puede esperar el


reconocimiento del valor de sus productores (reputación, prestigio, autoridad), sino de lo otros productores
quienes siendo también sus concurrentes son quienes evaluarán los mismos.

� El campo científico debe su especificidad, al hecho de que los concurrentes no pueden distinguirse de sus
antecesores ya reconocidos si no que están forzados a integrar sus logros en la construcción distinta y
distintiva que los supera.

� En esta lucha por el poder, el productor impone el valor de sus productos y su propia autoridad de productor
legítimo, en tanto al tener el poder de imponer la definición de la ciencia (delimitación de los campos, de los
métodos, de las teorías) mas conforme a sus intereses específicos, a las capacidades científicas, alude como
ser poseedor de un determinado capital cultural obtenido en una institución de enseñanza particular y como
miembro de una institución científica determinada.

� La función en el sentido funcionalista de la escuela americana, es el interés de los dominantes de un campo


determinado, es decir el interés que los dominantes tienen en la perpetuación de un sistema conforme sus
intereses, basta con silenciarlos, funciones diferenciales, haciendo de la comunidad científica, el sujeto de
prácticas para caer en el funcionalismo y dado que la definición de lo que está en juego en la lucha es el
objeto de lucha, no se enfrenta a las antinomias de la legitimidad ej: el vuelco del positivismo a las ciencias
sociales.

� El campo científico como en el campo de las relaciones de clase, no existen instancias que legitimen la fuerza
relativa de los grupos cuyo interés expresan. En la medida que la definición misma de los criterios de juicio y
de principios de jerarquización es el objeto de una lucha, nadie es buen juez ya que no hay juez que no sea
juez y parte.

� Aquí el autor señala a la filosofía ingenua de la objetividad que requiere el recurso de expertos
internacionales. En tanto también agrega, que la sociología de la ciencia escapa a esta estrategia de
imposición de legitimidad que prepara una conquista de mercado.

La autoridad científica

� Es una especie particular de capital que puede ser acumulado, transmitido o convertido en otras especies
bajo ciertas condiciones. Bourdieu señala aquí que el investigador depende de se reputación entre los
colegas para obtener fondos de investigación, para atraer estudiantes de calidad, para asegurarse becas,
invitaciones y consultas, distinciones, etc. El reconocimiento socialmente marcado es función del valor
distintivo de sus productos y de la originalidad colectivamente reconocida a la contribución que él aporta a
los recursos científicos ya acumulados, lo cual explica la importancia y la frecuencia de las cuestiones de
prioridad.

� El concepto de visbility que emplean con frecuencia los autores americanos, la cual trata de una noción de
uso corriente entre universitarios, el cual expresa el valor diferencial, distintivo, de esta especie particular de
capital social: donde acumular capital social es a hacerse un nombre que le otorga distinción a su portador,
la lógica de la distinción funciona en el caso de firmas múltiples, reduciendo el valor distintivo de cada
integrante.

� Zuckerman aporta desde su modelo de rango, de nominación entre autores de artículos científicos, como el
producto de estrategias que apuntan a minimizar la pérdida de valor distintivo que esta impuesta por la
nueva división del trabajo científico. El mercado de los bienes científicos tiene sus leyes que no tienen nada
que ver con la moral.

Capital científico y propensión a invertir.

� La estructura de la distribución del capital científico es el fundamento de las transformaciones del capital
científico por mediación de las estrategias de conservación o de subversión de la estructura que produce.

� Esto quiere decir que: en un estado determinado del campo, las inversiones de los investigadores dependen
tanto en su importancia, como en su naturaleza, como así también de su capital actual y potencial en el
campo.

� Existen tantas formas de ingresar a la investigación, de mantenerse como de salir de ellas, que desaparecen
las diferencias. La disminución con la edad de la cantidad y de la calidad de las producciones científicas,
observadas en las carreras promedio, tiende a reducir la alta productividad que ha sido necesaria para
obtenerlo, en comparación con las carreras altas, que son las únicas que procuran hasta el final los
beneficios necesarios, para propiciar nuevas inversiones, retardando continuamente la desinversión.

El orden científico establecido

� La forma que reviste la lucha política y científica, por la legitimidad científica depende de la estructura del
campo, es decir, de la estructura de la distribución de capital específico de reconocimiento científico entre
los participantes de la lucha. Esta estructura puede teóricamente variar entre dos límites teóricos, por un
lado la situación de monopolio de capital específico de autoridad científica, y por el otro la situación de
concurrencia que supone la distribución igual de ese capital entre todos los concurrentes.

� El campo científico es un lugar de lucha desigual entre agentes con diferente capital específico, por lo tanto,
en condiciones desiguales para apropiarse del producto del trabajo científico que producen, por su
colaboración objetiva, el conjunto de los concurrentes, poniendo en práctica el conjunto de los medios de
producción científica disponibles. En todo campo se oponen fuerzas desiguales según la estructura de
distribución del capital en el campo (grado de homogeneidad), los dominantes que ocupan posiciones altas
en esta estructura y los dominados, es decir, los recién llegados, que poseen un capital científico importante
(en valor absoluto), que los recursos científicos acumulados en el campo-

� A medida que los recursos científicos se incrementan otorgando derecho de entrada, se eleva el grado de
homogeneidad entre los concurrentes, la competencia científica, tiende a distinguirse en su forma e
intensidad. En otros campos donde los recursos acumulados son menores y el grado de heterogeneidad
mayor, la oposición entre las estrategias de conservación y las de subversión, tiende a debilitarse a medida
que aumenta la homogeneidad del campo y que decrece la probabilidad de las “grandes revoluciones
periódicas permanentes” los dominantes están destinados a estrategias de conservación que apuntan a
perpetuar el orden científico establecido al que pertenecen.

� Este orden además de la ciencia oficial, engloba el conjunto de instituciones encargadas de asegurar la
producción y circulación de los bienes científicos, al mismo tiempo que la reproducción y la circulación de los
productores y de los consumidores de estos bienes, es decir, el sistema de enseñanza (permanencia de la
ciencia oficial) inculcando lo mismo (hábitus científico) al conjunto de los destinatarios legítimos de acción
pedagógica , por lo tanto a los recién llegados al campo de producción. Existen también instancias
académicas previas que operan de instrumentos de difusión (revistas, etc.) de acuerdo a la ciencia oficial
desvirtuando material que no cumpla esos requisitos.

� Es el campo quien asigna a cada agente sus estrategias, incluyendo la inversión del orden establecido, según
la posición que ocupan en la estructura del campo, los recién llegados, serán orientados a estrategias de
sucesión, los cuales propiciarán beneficios para alcanzar el ideal de excelencia científica en detrimento de la
subversión, por otra parte los recién llegados que rechazan la situación antes mencionada se ponen en
contra la lógica del sistema, por lo tanto los beneficios no serán obtenidos al menos a corto plazo.

De la revolución inaugural a la revolución permanente

� El hecho de que el campo científico arbitre socialmente, en la medida en que se sirve a los interese de
quienes, en el campo o fuera de él, están en condiciones de percibir los beneficios, no excluye la lógica
propia del campo, en particular la lucha entre los dominantes y los recién llegados, donde se ejerce un
desvío sistemático de los fines que hace girar los intereses científico al beneficio del progreso de la ciencia.

� Mientras el método científico y la censura no son objetivos en mecanismos y disposiciones, las rupturas
científicas toman la forma de revoluciones contra la institución y las revoluciones contra el orden científico
establecido. Cuando el método está dentro de los mecanismos del campo la revolución contra la ciencia
instituida se produce con la asistencia de una institución que proporciona las condiciones institucionales de
la ruptura, el campo deviene el lugar de una revolución permanente, pero desprovisto de efectos políticos.
Por esta razón el equipamiento científico que es necesario para hacer la revolución científica, no puede ser
adquirido si no en y por la ciudad científica.

� A medida que aumentan los recursos científicos acumulados, el capital científico incorporado, es necesario
para tener acceso a los problemas y a los instrumentos científicos, en tanto, la lucha otorga derechos a
entrada. De ella deriva que la revolución científica no es asunto de los desposeídos, si no de los más ricos
científicamente, de los recién llegados.

� El antagonismo que está al comienzo de las estructuras y del cambio de todo campo tiende a devenir, cada
vez más radical porque el acuerdo forzado donde nace la razón, deja menos lugar a lo impensado de la
doxa.

� A medida que el método científico se inscribe en los mecanismos sociales que regulan el funcionamiento del
campo y que se encuentra dotado de objetividad superior de la ley social, puede objetivarse su instrumento
capaz de controlar a los que lo utilizan y en las disposiciones que produce la institución escolar. Siendo estas
disposiciones el sostén del materialismo racional de la ciencia objetivada, la cual produce control y censura,
pero también invención y ruptura.

La ciencia y los doxófosos

� La ciencia no tiene otro fundamento que la creencia colectiva en sus fundamentos que produce y supone el
funcionamiento mismo del campo científico.

� El campo de discusión que diseñan por sus luchas la ortodoxia y la heterodoxia se recorta sobre el campo de
la doxa, los cuales son conjuntos de presupuestos que los antagonistas admiten más allá de toda discusión.
La censura que manifiesta la ortodoxia y que denuncia la heterodoxia refiere al conjunto de lo que está
admitido por el solo hecho de la pertenencia al campo, el conjunto de lo que está fuera de discusión, es decir
los objetos de disenso y todo o que implica estar fuera de los límites de la lucha.

� Según el grado de autonomía del campo con relación a las determinaciones externas generan presupuestos
constitutivos d la creencia propia en el campo considerado. Es decir, e el espacio abstracto de la teoría; todo
campo científico (ciencias sociales, naturales, etc.), puede ser situado en alguna parte entre los límites
representados, por un lado por el campo religioso, (el campo de la producción literaria) el cual expresa el
arbitrio cultural de interés específico de los dominantes , dentro y fuera del campo, y por otro lado un
campo científico donde todo elemento arbitrario social será descartado y cuyos mecanismos sociales
realizarían la imposición necesaria de las normas universales de la razón.

� Esta cuestión plantea el grado de arbitrariedad social de la creencia que produce el funcionamiento del
campo y que es la condición de su funcionamiento o el grado de autonomía del campo y de las condiciones
sociales, internas y externas de esta autonomía.

� El principio d todas las diferencias entre campos científicos capaces de producir un interés propiamente
científico reside en la relación de dependencia por la apariencia de independencia respecto a las demandas
externas, los doxósofos no pueden legitimar ni la desposesión que operan por la constitución arbitraria de
un saber esotérico. Inaccesible al profano, en el monopolio de ciertas prácticas, si no a condición de imponer
la creencia de que su falsa ciencia es independiente de las demandas sociales que ella no satisface.

� El lenguaje erudito no utiliza neologismos si no para manifestar una distancia y una ruptura con relación al
sentido común, al no disponer de ninguna autonomía real, sólo produce su efecto ideológico, resultado de la
experiencia y la expresión que deniega.

� Mientras que las clases dominantes otorgan a las ciencias de la naturaleza una autonomía acorde al interés
que encuentra en las aplicaciones a la economía de las técnicas científicas, las ciencias sociales, ocupan otro
lugar, el desarrollo tardío de los mismos, determina una lucha interna por la autoridad científica en el campo
de las ciencias sociales, es decir, el poder de producir la representación legítima del mundo sociales una de
las apuestas de clases en el campo político.
� La idea de una ciencia neutra, es una ficción interesada, que permite dar por científica una forma
neutralizada, es decir, particularmente simbólica porque es irreconocible, de la representación dominante
del mundo social, en este sentido la ciencias sociales, toman parte en esta lucha política, ya que cuando se
instaura, la lucha entre la ciencia y la falsa ciencia de los doxósofos, contribuye a la lucha entre las clases que
no tienen igual interés en la verdad científica.

� El autor toma como parámetros, degenera acontecimientos como los ocurridos en la Revolución Industrial,
sobre los aportes científicos al avance tecnológico, hace un juego de valor y señala que la sociología tiene
por función ofrecer una reinterpretación positivista de la práctica científica de las ciencias de la naturaleza.
En tanto que la función ideológica que cumple la historia social de las ciencias sociales, está relacionada al
conjunto de trabajos competitivos, aquí el autor alude a la sociología americana.

� La tesis según la cual productividad y competencia se encuentran unidas, lo cual está basado en una teoría
funcionalista de la competencia, es una variante sociológica de la creencia de las virtudes del “mercado
libre” también asociado a lo que el autor llama concurrencia, referido a la competencia entre universidades,
a la vez que academia científica cuyo lugar es el academic marcket place. Señalando que el modelo
americano y europeo donde los recursos informáticos y la sistematización metódica, manifiestan un modelo
de práctica científica conforme al positivismo, y otorgándole además un modelo de la organización de la
comunidad científica. Pero la realidad muestra a la sociología oficial con dificultades para pensarse como
ciencia, es decir pensando en su posición en la jerarquía social de las ciencias.

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