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No celebramos la Reforma
De manera que, tanto históricamente, como por decisión determinada, los cristianos
informados nos rehusamos a ser identificados como “protestantes”, y no solamente
por las atrocidades infligidas sobre nuestros antepasados por los protestantes,
sino más aun, porque en su esfuerzo por reformar la Iglesia Católica, los
protestantes no sólo no lograron desembarazarse de todas las prácticas y creencias
católicas paganas, sino que las siguieron practicando, y persiguieron a los
anabautistas que los denunciaban por no haber andado hasta el final del camino en
su huida del catolicismo. Es del conocimiento de la mayoría que Lutero, por
ejemplo, murió católico. Él nunca renunció al catolicismo, aunque fue excomulgado
por el Papa Leo X en 1521 en el Diet de Worms; su deseo no era iniciar una nueva
denominación, sino reformar la Iglesia Católica desde dentro.
Extracto del artículo: “Qué hay detrás del nombre BAUTISTA” por José Luis Torres.
Fuente: http://www.fbinstitute.com/Espanol/various/nombre.htm
Un despacho de Roma, enviado el 13 de abril, dice: «El deseo del Vaticano es que
todas las otras denominaciones cristianas separadas de la Iglesia Romana, que es la
que procede directamente de Cristo, a las que Roma no puede ir, estén volviendo a
su seno. … El Papa está listo para ir a todas las iglesias disidentes con los
brazos abiertos y la Iglesia Romana ha anhelado la unificación de todas las
denominaciones cristianas. El Papa León XIII estuvo profundamente interesado en
este asunto y escribió dos famosas encíclicas sobre la unificación de las iglesias
cristianas. Este despacho es impropiamente dirigido si tiene por mira a los
Bautistas. Nada hay en la historia que indique que de alguna manera los Bautistas
han tenido alguna conexión orgánica con la Iglesia Católica Romana. Ciertamente hay
que estar dentro de una cosa antes de poder salir de ella. Los Bautistas nunca han
estado dentro de la Iglesia Romana, ni orgánicamente ni de algún otro modo.
Por Noel Smith 1900-1974, fundador y redactor del Baptist Bible Tribune,
Springfield, Missouri, EE.UU
Por otro lado, la cena del Señor Bautista, tampoco es reformada. Los reformados
creen que la cena del Señor contiene un elemento místico de gracia. Por eso le
llaman “sacramento”. Los Bautistas creemos que el pan y el vino son elementos
simbólicos memorables del cuerpo y de la sangre del Señor Jesucristo. En ese
sentido los Bautistas no somo reformados, pues creemos que la cena del Señor es una
ordenanza para conmemorar la obra de Cristo, no un “sacramento” con elemento
místico.
ADEMÁS: Frente al argumento que algunos dicen de que “sin la reforma protestante no
tuviéramos Biblia” o qué por haber ellos participado en muchas traducciones
primeras de la Biblia son entonces el verdadero pueblo de Dios. Tenemos que
responder con lo siguiente:
Dios no sólo usó la reforma protestante para llevar su palabra al mundo. Esta es
una conclusión lógica para muchos. Pero muchos otros exaltan la reforma como si
hubiese sido el único evento usado por Dios para la difusión de Su palabra. Y, de
paso, usan ese argumento para intentar dar por válidas las doctrinas protestantes.
Por esto, es necesario aclarar que la reforma no fue lo único que Dios usó. Éste
sólo fue un eslabón más en la cadena de sucesos que Dios quiso usar para llevar su
palabra al mundo entero. Por ejemplo:
Dios usó la cultura y el idioma griego para difundir el mensaje en una lengua
común, pero eso no hace que la cultura griega esté aprobada por Dios.
Dios usó la religión judía, su dispersión, sus sinagogas y su celo por el
monoteísmo para preparar el mundo para la difusión de su palabra, pero eso no
quiere decir que debamos judaizar.
Dios usó la política romana con sus leyes de paz, orden, y libre tránsito por las
carreteras de todo el mundo para llevar su evangelio a todas partes, pero eso no
quiere decir que Dios aprueba la cultura romana.
Dios usó la religión católica para componer el canon Bíblico y evangelizar muchos
lugares, pero eso no hace que Dios apruebe la religión católica ni sus acciones.
Etc.
Así, damos un gran salto en el tiempo (con muchas otras cosas y personas que Dios
usó) y nos situamos en la época de la reforma…
Dios usó la reforma protestante para traducir Su palabra a otras lenguas y para
lograr que una buena parte de la ciudadanía común, que no la tenía antes, ahora sí
la tenga a la mano. Pero eso no hace que la reforma protestante ni sus doctrinas
sean aprobadas por Dios.
Los que dicen amar la reforma, y pretenden ser consecuentes y lógicos, tienen que
amar y exaltar (con el mismo fervor) las demás culturas y los cientos de eventos, y
personas, que Dios usó para llevar Su palabra al mundo entero.
Hoy en día, Dios sigue usando muchos eventos para difundir Su palabra. Como las
reformas políticas en Cuba, Rusia y China que permite el ingreso de Biblias y
misioneros a lugares donde antes nunca.
Así que, mejor pongamos nuestros ojos en el lugar correcto. Col.3:1-3. Muchas
bendiciones en Cristo.