Está en la página 1de 5

Pastor Jonatán

¿Por qué no celebro la reforma protestante?

No celebramos la Reforma

Atención, no sólo bautistas, sino todo cristiano verdadero y fiel al Señor y a Su


palabra. Aquí les dejo buena información para que tengan conocimiento. Los
cristianos verdaderos no somos protestantes, no somos reformadores, no crean esa
mentira. Los que te hacen exaltar la reforma como un movimiento heroico de la fe,
contándote sólo la parte conveniente, lo hacen para después arrastrarte a las
doctrinas del calvinismo, las mal llamadas “doctrinas de la gracia”.

Ya en el artículo Los Bautistas y Su Herencia, del Dr. Strouse, también en esta


edición de APOLOGÍA, se exponen las diferentes teorías sobre el origen de los
bautistas. Allí se establece claramente que los cristianos no somos protestantes,
porque el movimiento evangélico nunca resultó del movimiento de la Reforma del
siglo XVI, iniciado por Lutero.

Estrictamente hablando, el nombre “protestante” fue dado a los gobernantes que


“protestaron” a la rescisión (anulación), del edicto del primer Diet (palabra en
alemán que significa “día”, y se refería al día de asambleas donde se resolvían
cuestiones religiosas) de Spiers. Este Diet había logrado el acuerdo de
territorialismo “de quién es tal región, tal será la religión” que establecía que
de acuerdo a los que vivían en tal región, la religión de la mayoría sería la
oficial en esa región. Eso perjudicaba los intereses de la Iglesia Católica, y como
el rey Carlos V era católico, anuló el edicto del Diet de Spiers de 1526,
convocando uno nuevo en la misma ciudad en 1529, donde oficialmente se les dio el
nombre “protestante” a tales gobernantes que protestaron. El nombre fue luego dado
a todos los que abandonaban la Iglesia Católica.

Ya que los bautistas (anabautistas, en esa época) no se beneficiaban con ninguno de


estos edictos, por no ser mayoría en ninguna región, ni se les puede llamar
católicos, ni mucho menos protestantes; ya que fueron encarnizadamente perseguidos
tanto por la Iglesia Católica, como por los protestantes, y no tomados en cuenta;
pero aun si lo hubieran sido, seguramente hubieran rechazado la idea de que alguna
región se designará anabautista, o cualquier otro nombre de los grupos religiosos
mayoritarios, sólo por ser mayoría.

Sorprendentemente, y contrario a la opinión popular, los protestantes fueron los


que más persiguieron a los anabautistas.

En la trágica Guerra de los Campesinos de Munster, donde 5.000 de ellos perdieron


la vida, muchos bautistas fueron inmolados, acusados falsamente de sedición. LUTERO
mismo reclamó toda responsabilidad diciendo: “Yo, Martín Lutero, he derramado la
sangre de los campesinos rebeldes; puesto que yo los mandé matar. Su sangre sea en
verdad sobre mi cabeza; pero”, y en forma blasfema añadió, “la he puesto sobre la
cabeza del Señor Dios, por cuyo mandato hablé”. (John T. Christian, página 156).

De manera que, tanto históricamente, como por decisión determinada, los cristianos
informados nos rehusamos a ser identificados como “protestantes”, y no solamente
por las atrocidades infligidas sobre nuestros antepasados por los protestantes,
sino más aun, porque en su esfuerzo por reformar la Iglesia Católica, los
protestantes no sólo no lograron desembarazarse de todas las prácticas y creencias
católicas paganas, sino que las siguieron practicando, y persiguieron a los
anabautistas que los denunciaban por no haber andado hasta el final del camino en
su huida del catolicismo. Es del conocimiento de la mayoría que Lutero, por
ejemplo, murió católico. Él nunca renunció al catolicismo, aunque fue excomulgado
por el Papa Leo X en 1521 en el Diet de Worms; su deseo no era iniciar una nueva
denominación, sino reformar la Iglesia Católica desde dentro.

Extracto del artículo: “Qué hay detrás del nombre BAUTISTA” por José Luis Torres.
Fuente: http://www.fbinstitute.com/Espanol/various/nombre.htm

Un despacho de Roma, enviado el 13 de abril, dice: «El deseo del Vaticano es que
todas las otras denominaciones cristianas separadas de la Iglesia Romana, que es la
que procede directamente de Cristo, a las que Roma no puede ir, estén volviendo a
su seno. … El Papa está listo para ir a todas las iglesias disidentes con los
brazos abiertos y la Iglesia Romana ha anhelado la unificación de todas las
denominaciones cristianas. El Papa León XIII estuvo profundamente interesado en
este asunto y escribió dos famosas encíclicas sobre la unificación de las iglesias
cristianas. Este despacho es impropiamente dirigido si tiene por mira a los
Bautistas. Nada hay en la historia que indique que de alguna manera los Bautistas
han tenido alguna conexión orgánica con la Iglesia Católica Romana. Ciertamente hay
que estar dentro de una cosa antes de poder salir de ella. Los Bautistas nunca han
estado dentro de la Iglesia Romana, ni orgánicamente ni de algún otro modo.

ANABAUTISTAS. Movimiento entre campesinos, artesanos y clases pobres en Suiza,


Alemania y los Países Bajos… Mucho más drásticamente que cualquiera de sus
contemporáneos [los Anabautistas] escudriñaron las Escrituras en orden a recuperar
el patrón de la iglesia primitiva.» Fueron perseguidos tanto por PROTESTANTES como
CATÓLICOS. Sostenían la autoridad del NT (Lutero, en cambio, anuló varios libros
inspirados del NT), el señorío de Cristo, el bautismo de creyentes, una
hermenéutica y un gobierno congregacional. Grupos posteriores como los huteritas y
bautistas heredaron muchos de sus principios.

Según Samuel Escobar, el protestantismo latinoamericano tiene un talante radical o


a, i.e., «una manera de ser semejante a la de los grupos de la llamada Reforma
Radical del siglo XVI.» Esto se manifiesta en la afirmación de la naturaleza
espiritual del reino de Dios; en la absoluta separación entre el trono y el altar;
en el énfasis en la experiencia transformadora de la conversión personal y
consciente, más que de la tradición bautismal; en la noción de que el NT no sólo
proporciona el contenido de la fe cristiana, sino también el modelo de organización
y práctica de la comunidad cristiana; en el sometimiento al señorío de Cristo; y en
la consciencia de ser una minoría sacrificada y disciplinada.

LO QUE TODO CRISTIANO EVANGÉLICO DEBE SABER ACERCA DE LA REFORMA PROTESTANTE.

El surgimiento de la Reforma Protestante fue la anticipación de un nuevo día, un


deseo para el tiempo de la libertad religiosa y el triunfo del evangelio y de los
principios del cristianismo neotestamentario.

Los Reformadores levantaron el clamor de “Sola Scriptura” en contra de la tradición


y la práctica de Roma y fueron recibidos por incalculables miles de creyentes
neotestamentarios (ejemplo: Los Anabaptistas) que habían permanecido escondidos en
los bosques, montañas y zonas rurales por toda Europa.

Pero estos creyentes serían amargamente desilusionados por la Reforma, y finalmente


tuvieron que sufrir bajo las sangrientas manos de los Reformadores Protestantes al
igual que habían sufrido bajo Roma.

Los Reformadores Protestantes dejaban el constantinianismo de Roma, y eran forzados


por su mentalidad sacralista y por su antecedentes romanos, a seguir un neo-
constantinianismo que llegó a ser sólo un sistema rival del Romanismo. (W. R.
Downing)

ESTO ES LA PURA VERDAD: Un cristiano verdadero no celebra la reforma. No somos


protestantes (romanistas con reformas); somos creyentes transformados por la gracia
de Dios en Cristo Jesús. Mucho cuidado, que no nos pase lo mismo que le ocurrió a
los Anabaptistas. No se dejen llevar por el engaño.

Los reformadores querían reformar la Iglesia Católica Romana; mientras los


bautistas se oponían a esa iglesia porque no era una iglesia neo testamentaria. El
protestantismo originó en la Reforma. El protestantismo es “protestar” y protestar
es algo negativo. El negativismo contiene dentro de sí mismo la semilla de su
propia desintegración. Los bautistas no fueron reformadores; no fueron
protestantes. En sus ideas y en su procedimiento los bautistas fueron positivos.

La libertad de conciencia no es una doctrina de la Reforma; es una doctrina


bíblica.
La separación de la iglesia y el estado no es una doctrina de la Reforma; es una
doctrina bíblica.
La libertad religiosa no es una doctrina de la Reforma; es una doctrina bíblica.
El bautismo del creyente no es una doctrina de la Reforma; es una doctrina bíblica.
El bautismo por inmersión en agua, simbolizando la muerte, la sepultura y la
resurrección del creyente con Cristo no es una doctrina de la Reforma; es una
doctrina bíblica.
La asamblea local, visible y autónoma con Cristo como su única Cabeza y la Biblia
como su única regla de fe y práctica no es una doctrina de la Reforma; es una
doctrina bíblica.
La evangelización del mundo (misiones) no es una doctrina de la Reforma; es una
doctrina bíblica.
Los reformadores no tuvieron ni una visión ni un espíritu evangelístico.

Durante casi doscientos años después de los reformadores, las iglesias de la


Reforma no sintieron ninguna responsabilidad para llevar a cabo la Gran Comisión.
¿En qué clase de mundo se habría convertido occidente si el protestantismo se
hubiera hecho su amo? Aparte de los bautistas, ¿Quién impidió que el protestantismo
se convirtiera en su amo? La actitud general de hoy en día es que la verdad está
determinada por el pasar del tiempo; que no hay verdades eternas ni absolutas. Se
dice: “No se puede hacer retroceder el reloj. El tiempo invalida todas las
verdades. El tiempo invalida una norma de verdades y nos sujeta a otra.” La
historia bautista repudia esta filosofía fatalista. Los bautistas hoy en día
todavía creen, enseñan, predican y practican las mismas verdades que han sido
creídas, enseñadas, predicadas y practicadas desde hace casi dos mil años. Esto me
da un sentido de estabilidad al reflexionar que yo, siendo bautista, me encuentro
en la corriente de esta larga continuidad de fe y práctica. El pueblo bautista
forma una gran continuidad; una gran esencia; y una gran dignidad. El mundo
necesita al pueblo bautista hoy más que nunca.”

Por Noel Smith 1900-1974, fundador y redactor del Baptist Bible Tribune,
Springfield, Missouri, EE.UU

Además, hay prácticas de los reformadores protestantes que no se ajustan a las de


los bautistas que estaban fundamentadas en la Biblia, por citar unos ejemplos:

El concepto del gobierno civil Bautista no es reformado. Los reformados en su


confesión de fe de Westminster original sobre el gobierno civil, enseñan que el
gobierno debe tomar parte en los asuntos de fe de la iglesia castigando a los
“herejes” para así mantener la “verdad de Dios”. Esto es unión iglesia -estado. Los
Bautistas creemos que el gobierno civil debe velar por el bienestar de los
ciudadanos como tales, pero no debe entrometerse en asuntos de fe de la iglesia. A
menos que esa “fe” perturbe la paz y el bienestar civil. En ese sentido, los
Bautistas no somos reformados, pues creemos en la separación iglesia-Estado de
acuerdo a nuestra confesión de fe.

Por otro lado, la cena del Señor Bautista, tampoco es reformada. Los reformados
creen que la cena del Señor contiene un elemento místico de gracia. Por eso le
llaman “sacramento”. Los Bautistas creemos que el pan y el vino son elementos
simbólicos memorables del cuerpo y de la sangre del Señor Jesucristo. En ese
sentido los Bautistas no somo reformados, pues creemos que la cena del Señor es una
ordenanza para conmemorar la obra de Cristo, no un “sacramento” con elemento
místico.

También, el bautismo Bautista no es reformado. El bautismo reformado incluye a los


bebés y los bautiza por rociamiento o derramamiento de agua en la cabeza. Los
Bautistas bautizan a las personas adultas que profesan fe en el Señor Jesucristo y
los bautizan por inmersión conforme al significado de la palabra griega “baptizo”.
En ese sentido los Bautistas no somos reformados, pues sostenemos el bautismo de
adultos por inmersión conforme al modelo del NT. Pueden leer aquí, mi artículo
sobre las 11 mentiras de calvino sobre el bautismo de infantes: https://s-
argumentos.blogspot.com/2017/10/juan-calvino-practicaba-y-defendia-el.html (Por:
Pastor Jonatán.)

ADEMÁS: Frente al argumento que algunos dicen de que “sin la reforma protestante no
tuviéramos Biblia” o qué por haber ellos participado en muchas traducciones
primeras de la Biblia son entonces el verdadero pueblo de Dios. Tenemos que
responder con lo siguiente:

Dios no sólo usó la reforma protestante para llevar su palabra al mundo. Esta es
una conclusión lógica para muchos. Pero muchos otros exaltan la reforma como si
hubiese sido el único evento usado por Dios para la difusión de Su palabra. Y, de
paso, usan ese argumento para intentar dar por válidas las doctrinas protestantes.

Por esto, es necesario aclarar que la reforma no fue lo único que Dios usó. Éste
sólo fue un eslabón más en la cadena de sucesos que Dios quiso usar para llevar su
palabra al mundo entero. Por ejemplo:

Dios usó la cultura y el idioma griego para difundir el mensaje en una lengua
común, pero eso no hace que la cultura griega esté aprobada por Dios.
Dios usó la religión judía, su dispersión, sus sinagogas y su celo por el
monoteísmo para preparar el mundo para la difusión de su palabra, pero eso no
quiere decir que debamos judaizar.
Dios usó la política romana con sus leyes de paz, orden, y libre tránsito por las
carreteras de todo el mundo para llevar su evangelio a todas partes, pero eso no
quiere decir que Dios aprueba la cultura romana.
Dios usó la religión católica para componer el canon Bíblico y evangelizar muchos
lugares, pero eso no hace que Dios apruebe la religión católica ni sus acciones.
Etc.
Así, damos un gran salto en el tiempo (con muchas otras cosas y personas que Dios
usó) y nos situamos en la época de la reforma…

Dios usó la reforma protestante para traducir Su palabra a otras lenguas y para
lograr que una buena parte de la ciudadanía común, que no la tenía antes, ahora sí
la tenga a la mano. Pero eso no hace que la reforma protestante ni sus doctrinas
sean aprobadas por Dios.

Los que dicen amar la reforma, y pretenden ser consecuentes y lógicos, tienen que
amar y exaltar (con el mismo fervor) las demás culturas y los cientos de eventos, y
personas, que Dios usó para llevar Su palabra al mundo entero.

En lo personal, yo no odio la reforma, pero tampoco la exalto ni la celebro, como


muchos equivocadamente lo hacen. Sin ella, igual hubiéramos tenido la palabra de
Dios porque depende sólo de Él.

Además la traducción de la Biblia fue sólo una consecuencia positiva de la reforma


pero deben tomarse también en cuenta las muchas otras consecuencias negativas para
ser justos en nuestra interpretación de los hechos.

Hoy en día, Dios sigue usando muchos eventos para difundir Su palabra. Como las
reformas políticas en Cuba, Rusia y China que permite el ingreso de Biblias y
misioneros a lugares donde antes nunca.

Así que, mejor pongamos nuestros ojos en el lugar correcto. Col.3:1-3. Muchas
bendiciones en Cristo.

También podría gustarte