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SEGMENTARIA”
Introducción
La ciencia aplicada de “fomentar y mantener la salud músculo-esquelética” solo puede
desarrollarse elaborando unos principios basados en la formulación sistemática del conocimiento
obtenido de la experiencia clínica, los estudios experimentales y el proceso de inducción. Es preciso
comprender los principios en que se fundamentan las estrategias terapéuticas para que puedan
desarrollarse tanto el tratamiento óptimo como la investigación basada en la evidencia.
Este extendido enfoque de “formación de estabilización segmentaria” (SST) se guía por unos
principios que han sido elaborados basándose en amplia evidencia clínica en el campo del dolor en
la zona lumbar, junto con un mayor conocimiento del complejo proceso neuro-fisiológico
implicado en la protección de las articulaciones y los deterioros que influyen en la aparición de
síntomas dolorosos. Esto ha sido ya detalladamente tratado en capítulos anteriores.
Lo primero que hay que tener en cuenta al desarrollar un principio, es establecer los métodos de
las pruebas. En los capítulos anteriores ya se han descrito un gran número de métodos de
evaluaciones experimentales que nos proporcionan información esencial sobre mecanismos
protectores de las articulaciones, sobre todo en la zona lumbopélvica. Sin embargo, se necesitan
tests clínicos sencillos, para calcular el grado de deterioro tanto en la población general, como en
pacientes con dolor en la parte baja de la espalda. Así podrían compararse perfiles de clientes, que
nos indicarían el tipo y nivel de ejercicio necesarios para restablecer los mecanismos de máxima
protección de las articulaciones.
Hay que recalcar que opinamos que los principios presentados, pueden repercutir
considerablemente en la prevención y el control de otros trastornos, como la osteoartritis en las
articulaciones que soportan peso en las extremidades inferiores. Además, se piensa que algunos
aspectos del modelo SST de ejercicio, puedan ayudar a mejorar los programas de ejercicios para
osteoporosis e incontinencia por esfuerzo, ejercicios respiratorios para afecciones torácicas , así
como programas de ejercicios para el bienestar de las personas mayores.
,y estrategias de circuito cerrado que dependen del feedback del centro nervioso sensorial.
Existe evidencia de que ambas estrategias se alteran en pacientes con dolor en la parte baja de la
espalda, seguramente debido al dolor, lesión de las estructuras de las articulaciones y por el proceso
de “ poca carga” ( falta de soporte de peso) debido al estilo de vida.
Así pues, en cada individuo con dolor en la parte baja de la espalda, se dan muchas alteraciones en
los elementos de control motor necesarios para la protección de las articulaciones, y si queremos
tratar y prevenir satisfactoriamente el dolor de espalda, tienen que ser tenidas en cuenta en los
ejercicios terapéuticos.
Se han presentado muchas estrategias de ejercicios terapéuticos para rehabilitación, incluyendo los
basados en entrenamiento muscular y reeducación de control del sistema nervioso central. Como ya
se ha mencionado en capítulos anteriores, se han identificado una serie de alteraciones en cuanto a
control y rendimiento muscular (resumidos más abajo) y el reto ha consistido en identificar los
métodos más adecuados para entrenar o re entrenar la capacidad del sistema para responder a las
exigencias impuestas por factores externos e internos. Como un factor primordial en la disfunción
presente cuando hay dolor en la parte baja de la espalda y en la pelvis está relacionado con el
control del sistema muscular, parece lógico recurrir a los principios de aprendizaje motor. El
sistema nervioso posee un considerable potencial en cuanto a plasticidad y aprendizaje. El
aprendizaje motor se refiere a la adquisición y perfeccionamiento de movimientos y coordinación
que conduce a un cambio permanente en el movimiento. Se han desarrollado dos teorías clave de
aprendizaje motor. Un modelo generalizado, expuesto por primera vez por Fitts y Posner (1967),
considera que el aprendizaje implica tres estadios principales: cognitivo, asociativo y fases
autónomas. En la fase cognitiva, nos centramos en los problemas de tipo cognitivo. Los elementos
del movimiento están organizados conscientemente, teniendo en cuenta el feedback, secuencia del
movimiento, funcionamiento y la enseñanza durante la repetición y la practica. Esta fase se
caracteriza por la frecuencia de errores graves y la variabilidad/inconstancia. La segunda etapa es la
fase asociativa, cuando ya se han adquirido los fundamentos del movimiento y hay menos
exigencias/demandas cognitivas. Pasamos de centrarnos en los simples elementos del
funcionamiento, para hacerlo en la consistencia, el éxito y la perfección del mismo. Al mismo
tiempo, la frecuencia e importancia de los errores disminuye. La etapa final de aprendizaje motor, la
fase autónoma, se consigue a base de considerable práctica y experiencia. La tarea se vuelve
habitual o automática, y se reduce la necesidad de intervención voluntaria. Aunque las
características de cada fase son diferentes, es importante tener en cuenta que la transición entre las
fases es muy suave y que el paso de una a otra puede no resultar obvio. Existen otros modelos de
aprendizaje motor con características similares a las de este proceso de tres fases, pero con
diferencias en el énfasis que se otorga a diferentes elementos de la progresión del aprendizaje. Por
ejemplo, Gentile (1987) dividía el aprendizaje en dos fases, según el objetivo de la persona que está
aprendiendo. En la primera fase, el objetivo del aprendiz, es “hacerse una idea” de la tarea. La
segunda fase implica la fijación o variación de la destreza, es decir, una mejora consistente en un
ambiente estable y un traslado mejorado a un contexto nuevo. Independientemente de las
características especificas de cada modelo, los elementos básicos del aprendizaje motor son los
mismos. La base para el tratamiento de las alteraciones de control motor en la parte baja de la
espalda y de dolor en la pelvis puede muy bien encontrarse en estas convencionales teorías de
aprendizaje motor. Evidentemente, esto debe de basarse en una precisa identificación del déficit en
el funcionamiento del movimiento que debe de tratarse. Una vez que se ha identificado, podemos
llevar a cabo estrategias para reeducar el control de dichos componentes. En otras palabras, la
meta, es dar al paciente “la idea” de funcionamiento adecuado. Esto se puede conseguir con una
atención cognitiva hacia la tarea, con unas observaciones especificas, como sucede en el
aprendizaje técnico o con experiencias dirigidas del correcto funcionamiento, a través de
información sensorial, como las técnicas de integración sensitivo motoras. Así pues, disponemos de
una gama de ejercicios disponibles para satisfacer la demanda de reeducación del movimiento que
entra dentro del espectro de aprendizaje motor.
La clave de un aprendizaje motor eficaz, esta en la identificación de la naturaleza de los déficits de
funcionamiento y la utilización de las estrategias más adecuadas para producir un cambio de
funcionamiento adaptadas a las necesidades del paciente. Se ha demostrado que las alteraciones de
los mecanismos de protección de las articulaciones, incluyen tanto los sistemas musculares locales
como globales.
Una vez controlados los modelos/patrones portadores de peso (2ª etapa) hay un tercer modelo
segmentario o simplificado que debemos abordar antes de centrarse en las tareas de movimientos
funcionales de destrezas especificas. El objetivo es el de continuar manteniendo el control
segmentario local mientras que se va añadiendo peso por movimiento de cadena kinetica abierta de
los segmentos adyacentes ( ej. movimiento entre la zona lumbopelvica y la extremidad inferior a
través de la articulación de la cadera). Esta etapa final debe dirigir la progresión de modo que todos
los músculos (locales, portadores y no portadores de peso) se integren en las tareas de movimiento
funcional de forma correcta.
La tercera etapa permite detectar cualquier perdida de control segmentario local durante la tarea e
cadena abierta con mucho peso, así como asegurarse de que no hay una compensacion por parte de
los músculos mas activos (los no portadores de peso). Ademas, debe de tratarse la perdida de la
distancia de simetría de las articulaciones adyacentes a la zona lumbopelvica, para asegurarnos de
que la perdida de amplitud de moviento no interfiere con la capacidad del individuo demantener la
estabilidad lumbopelvica durante el movimiento.
La intima asociación entre estabilización segmentaria y dolor puede utilizarse tanto con finalidades
preventivas como de tratamiento. Una idea teorica (Richarson and Jull 1995a) describe, como el
ejercicio, que trata de influenciar el control muscular y la proteccion de las articulaciones, deberia
finalmente enfocarse al control del dolor.Sin embargo, nosotros sostenemos que el alivio del dolor y
la proteccion de la articulaciondependen de la naturaleza especifica del programa de ejercicios
segmentario y que los ejercicios generales utilizados para perfeccionar el movimiento funcional
puede que no traten los daños especificos en el sistema protector de las articulaciones y por lo tanto
pude no ser tan efectivo para el alivio del dolor a largo plazo.
Los efectos de los ejercicios aumentan si conjuntamente con la estabilización segmentaria se
utilizan otras formas de tratamiento que atenuen el dolor , la inflamación y el edema. Estos
tratamientos pueden incluir medicamentos antiinflamatorios, agentes electrofisicos y técnicas de
movilización o manipulación.
Mantener la carga en el tejido tan baja como sea posible en los ejercicios para los tests y las
estrategias de lo ejercicios de entrenamiento.
Como el principal objetivo es el alivio del dolor, los ejercicios deben de realizarse con la
articulación a tratar en una posición media o neutra. El objetivo es mantener la carga en el tejido tan
baja como sea posible mientras que se van desarrollando los mecanismos de protección de la
articulación en etapas. En esta etapa es aconsejable proporcionar el asesoramiento ergonómico
adecuado para reducir carga en el tejido. El dolor debe mantenerse al mínimo.
La división de los músculos desde una perspectiva de control motor en locales, portadores de peso y
no portadores de peso ha dado lugar a una visión mas amplia de la función de los músculos y su
papel en la protección de la articulación y del tipo de disfuncion que aparece en los músculos como
resultado de descarga (cap.7), lesión(cap.8) o dolor (cap.9). La mayoría de las medidas explicadas
en los próximos capítulos se apoyan en conocimientos clínicos básicos. Actualmente, se están
desarrollando medidas de función muscular que no requieren un nivel elevado de conocimiento
clínico.
En cuanto al dolor en la parte inferior de la espalda, medidas clínicas de la disfuncion del sistema de
control muscular, dan una idea del tipo de ejercicio terapéutico necesario para restablecer el control
muscular para la protección de la articulación. Ademas, las medidas clínicas permiten perfilar
algunos aspectos de salud musculoesqueletica en relación con la protección articulatoria, de modo
que puedan recetarse/prescribirse los ejercicios especificos adecuados para prevenir futuro dolor y
lesiones
Los ejercicios deben centrarse en contracciones tónicas mantenidas mas que en contracciones
rápidas fásicas
Se ha demostrado que es la función tónica de los músculos locales y portadores de peso, la que mas
probablemente este afectada en pacientes con dolor en la parte baja de la espalda. Debemos recordar
que en las primeras etapas, la contracción no debe superar el 30 % del máximo de la contracción
voluntaria. En todas las etapas el énfasis esta en contracciones de mantenimiento en posiciones
estaticas o ejercicios mediante movimientos muy lentos y controlados. Los individuos con poco
control intentaran por lo general contracciones rapidas o fásicas.
En el capitulo 7 se resumen las actividades que pueden provocar daños en los mecanismos de
protección de las articulaciones.
Existe un gran numero de programas de ejercicios de los que se ha declarado que mejoran el dolor
en la parte baj a de la espalda. Entre ellos Pilates , thai chi, yoga y programas con pelotas. Estos
programas de ejercicios incluyen algunas excelentes técnicas que estarían muy adecuadas para la
prevencion y rehabilitacion del dolor en la parte baja de la espalda con el modelo SST. En los
capítulos 14 a 16 se dan algunos ejemplos de ejercicios que cumplirian los principios del Sst, pro
son solo una guia; hay muchos otros ejercicios adecuados.
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