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Fernanda_Taekook
Published: 2023
Source: https://www.wattpad.com
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Sinopsis:
Jeon Jungkook es un multimillonario arrogante y posesivo conocido
entre la gente como el diablo cruel y sin corazón por su mal carácter, pero
nadie más que él conoce su verdadero infierno. Kim Taehyung un padre
soltero que hará todo por su hijo aunque eso implique ir al infierno y ser el
amante del diablo.
—¿Taehyung?
Taehyung se dio vuelta para mirar a la mujer que se acercó a hablar con
él. Era una chica de largo cabello rojo y ropas bastante ajustadas. Ella se
encontraba fumando en una esquina cuando ocurrió todo el alboroto que
dejó a Taehyung fuera de control.
—¿Jae Jane? Cuando tiempo sin verte.
—Así es... —se acercó. —¿Qué fue de tu vida?
Taehyung dio un suspiro profundo y la miró con el semblante decaído y los
ojos llorosos.
—¿Mi vida? Mi vida es un caos. Mi esposa murió hace un año y medio de
leucemia. Mi hijo fue diagnosticado con lo mismo hace dos meses. Debo
mucho dinero, mi hijo se está muriendo, me acaban de despedir de mi
trabajo, un hijo de puta me llenó de agua sucia y me humilló hace un
momento, ¿quieres saber más?
—Lo siento mucho, Taehyung.
—¿Qué puedo hacer, Jae Jane?
—Lo único que puedo hacer por ti, es ayudarte a conseguir un nuevo
trabajo en el lugar dónde yo estoy. Ganarás mucho dinero con solo una
noche.
Taehyung limpió sus lágrimas y se puso de pie. Miró extrañado a Jae Jane
y se quedó pensativo durante algunos segundos.
—En una noche puedes conseguir todo el dinero para la operación de tu
hijo. Te dejaré mi número. En caso de que me necesites, solo llámame.
—Gracias, Jae Jane.
Taehyung tomó la tarjeta de contacto de Jae Jane y la guardó en su
bolsillo. En ese mismo instante, su teléfono comenzó a sonar insistentemente.
—¿Qué sucedió, Yoongi?
—Taehyung-ah, ven al hospital ahora mismo. Taeyeon tiene mucha fiebre
y hemorragia.
—Voy para allá —colgó. —Adiós amiga, te llamaré si lo necesito.
—Está bien, amigo.
Taehyung tomó un taxi y fue rápidamente hasta el hospital a dónde estaba
internado su hijo. Entró corriendo muy alterado y preocupado.
—¿Qué pasó?
—Al parecer es una infección. Su fiebre aumentó y eso le produjo
hemorragia.
—Sr. Kim, necesitamos con urgencia realizar el trasplante de médula para
su hijo. No resistirá más tiempo, ya estamos buscando a un donador.
Necesitamos su permiso para realizar la operación.
—Hágalo, Doctor.
Taehyung comenzó a llorar y a entrar en pánico. Su cuerpo ya no podía
permanecer en pie debido a la preocupación y miedo a perder al pequeño.
Yoongi lo abrazó con fuerza y trató de calmarlo un poco.
—¿Qué voy hacer, Yoongi? No tengo dinero para la operación. Me quedé
sin empleo, estoy desesperado.
—¡Mírame, cariño! ¡Mírame!
—Aseguró con fuerza su rostro para mirarlo a los ojos. —Te ayudaré, no
estás solo.
—¿Cómo piensas ayudarme? Tienes a tu madre enferma. También tienes
que pagar su tratamiento, y tu empleo no es suficiente.
—Buscaré ese dinero, pero no dejaré que Taeyeon muera.
—¿Qué haría yo sin ti, Yoongi? ¿Crees que me equivoqué al dejar que
Taeyeon naciera?
—No vuelvas a decir eso. ¿Alguna vez te has arrepentido?
—No.
—Entonces no vuelvas a decirlo. Cuando nuestro Taeyeon se recupere
quiero que vengan conmigo —lo acarició. —Quiero ser su padre, Taehyung-
ah.
Taehyung miró los ojos de Yoongi con los suyos aún llenos de lágrimas.
—Sabes lo importante que eres para mí. Me gustas desde que nos
conocimos. No pienso dejarte solo en el momento más difícil de tu vida.
—Tú eres lo único que me queda, Yoongi. Gracias por no dejarme solo.
Taehyung abrazó a Yoongi con fuerza y lloró sobre su hombro un poco
más. Tiempo después, se fue a la habitación a dónde estaba Taeyeon y se
sentó junto a él a mirarlo toda la noche. Sujetaba las manitas calientes de su
bebé sin saber que hacer, y como salvarlo.
—¿Qué voy hacer para salvarte la vida, hijo?
El pequeño Taeyeon se quejaba del dolor en ocasiones y esto hacía que el
corazón de su padre se rompiera en mil pedazos.
—Papá...
—Dime, amor.
—¿Voy a ir junto a mamá?
—¿Por qué dices eso? —Preguntó mientras sujetaba sus manitas —.
—Escuché al Doctor decir que tengo lo mismo que mi mamá, y tú me
dijiste que ella fue al cielo para ser la amiga de Dios. ¿Yo también seré el
amigo de Dios? —Preguntó mirando los ojos de su padre mientras su
pequeño pecho respiraba con dificultad —.
Taehyung contenía con fuerza las lágrimas frente a su hijo para no
hacerlo sentir mal, pero fue imposible hacerlo, así que comenzó llorar. Sus
lágrimas cayeron una a una sobre las manos del pequeño.
—Sí... —asintió —tú también serás el amigo de Dios.
—¿Por qué lloras? Eso es bueno, quiero ver a mamá. La extraño mucho...
—Papá también la extraña mucho
—lloró —.
—No llores, papá. Yo voy a estar bien. Si quieres podemos ir juntos a
verla.
—Iremos juntos a verla, lo prometo.
Taehyung abrazó a su hijo y comenzó a llorar con más intensidad. El
pequeño sentía los brazos de su padre apretarlo tan fuerte, que lo estaban
dejando sin aire.
—No puedo respirar, papá...
—No quiero que te vayas, hijo, no quiero. No podría soportar perderte a ti
también. Si algo te pasa, me moriría...
Yoongi podía escuchar desde afuera el desgarrador llanto de su amado, y
su corazón dolía mucho al no saber como ayudarlo.
Taehyung soltó al pequeño y lo hizo dormir otra vez con la ayuda de su
historia favorita, la cuál le contaba su madre todas las noches. Taehyung se
quedó al lado de su hijo, y lo dejó dormir. Su corazón estaba doliendo
demasiado debido a la preocupación que sentía.
—Tu padre no te dejará morir, Taeyeon-ah. Haré lo que sea por ti
—sacó la tarjeta de contacto y llamó a su amiga —.
—¿Hola?
—Jae Jane, soy yo, Taehyung. ¿Todavía puedo trabajar contigo?
—Por supuesto. Justo ahora llegó una gran oferta. ¿Puedes venir mañana?
Hay un hombre que está ofreciendo 200 mil dólares por pasar una noche con
alguien con tus mismas características físicas. ¿Aceptas?
Taehyung guardó silencio y volteó a mirar a su hijo. Taeyeon se
encontraba acostado en su cama quejándose del dolor que le causaba su
enfermedad. Aquella decisión, probablemente sería una de las más difíciles
que tomaría en su vida, sin embargo, la vida de su hijo era más importante
que cualquier cosa.
—¡Acepto!
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CAPÍTULO 03
«No existe amor a través del dolor y tampoco existe orgullo cuando hay
desespero.»
Taehyung miró frente a él a un hombre de traje, alto, joven, con el cabello
tan negro como el carbón, de buena apariencia física y con mirada de
demonio. Sus ojos eran fríos y salvajes, estar delante de la presencia de ese
hombre era como estar frente al diablo. Era atemorizante la forma en la que
miraba sin decir palabra alguna.
—¿Nos hemos visto antes?
—Preguntó con voz fuerte —.
Taehyung lo detalló brevemente y recordó su rostro de inmediato.
«El infeliz del auto.»
Eso pensó Taehyung al verlo. De inmediato, sintió una ráfaga de ira
recorrer dentro de él. Simplemente no podía creer que esa sería la persona
con la que se quedaría toda la noche.
—No sabía que te dedicabas a esto cuando te vi. Si me lo hubieras dicho,
te habría ofrecido subir a mi auto. Esa noche buscaba compañía.
—No me dedico a esto, señor.
—¿Entonces?
—Lo hago porque necesito ese dinero. Solo dígame que desea de mí, y
acabemos con esto de una vez.
El hombre lo miró sorprendido con una sonrisa de lado mientras
levantaba una ceja.
—¡Qué agresivo! Me gustas...
—sonrió. —Ponte cómodo, la noche será larga —dijo quitándose la chaqueta
que llevaba puesta hasta dejar al descubierto su camisa blanca de vestir. Se
recogió las mangas hasta los codos y la desabrochó hasta el pecho —.
Taehyung miró fijamente como este hombre se quitaba parte de la ropa, y
giró la cabeza a otro lado para no tener que verlo más.
—Eres realmente hermoso. Esa chica hizo bien su trabajo al encontrarte.
Tu cuerpo se dibuja muy bien en esa ropa, pero sin ella te verás mejor.
Se fue acercando lentamente a Taehyung hasta quedar de frente con él. Su
rostro quedó muy cerca del de este, al punto de hacerlo sentir avergonzado.
Taehyung sentía su cuerpo paralizado. Se resistía rotundamente a ser
tocado por aquel hombre, pero si no lo hacía, su hijo moriría.
Jungkook se acercó a su cuello para dejar besos sobre él. Taehyung cerró
los ojos para no tener que pensar en lo que estaba haciendo. Era tan
desagradable para él permitir que ese hombre grosero y despreciable lo
tocara.
—Tu cuerpo está muy tenso. Relájate un poco... —susurró cerca de sus
labios. —No te preocupes, haré que grites en un momento
—pasó la lengua por su labio —.
Taehyung tragó grueso, y al mismo tiempo sintió miedo de él. Las manos
de Jungkook lo tomaron de la cintura, y lo apretaron con tanta fuerza que le
causó daño. Después, le tomó el rostro por el mentón y comenzó a besarlo.
Sus besos eran intensos y salvajes. En ese momento Taehyung se dio cuenta
de que ese hombre no era para nada dulce, ni cariñoso, y que tendría que
soportar su salvajismo a costa de todo.
«Tu hijo es más importante. Piensa en él, Kim Taehyung.»
Jungkook se recostó de la mesa y tomó a Taehyung del cabello con fuerza,
y lo hizo arrodillarse frente a él con brutalidad.
—¡Arrodíllate! —bajó la mirada hacia él. —Y haz lo que tengas que
hacer...
Taehyung asintió y cerró los ojos mientras suspiraba profundo. Ese no era
el momento para resistirse, si quería obtener todo el dinero prometido, debía
trabajar bien, y satisfacerlo. Tomó el pantalón de Jungkook con las manos
temblorosas, y lo desabrochó lentamente.
Taehyung metió las manos entre los pantalones de Jungkook y con la
ayuda de sus manos, liberó su pene. «Es tan grande.» Pensó mientras lo
miraba fijamente, y tragaba grueso. Lo agarró con una de sus manos y lo
acercó a su boca. Con la otra mano, sujetó el muslo de Jungkook una vez que
comenzó a meterlo en su boca.
Metió y sacó el miembro de Jungkook varias veces de su boca, mientras lo
movía de arriba abajo con la ayuda de su mano. Pasó la lengua alrededor de
él, y al llegar a la glande, hizo una leve succión.
Jungkook comenzó a jadear ante la sensación húmeda que dejaba
Taehyung con su lengua. Lo sujetó del cabello con las dos manos, y lo ayudó
empujando su cabeza. Los movimientos de la boca de Taehyung eran
intensos y rápidos.
—¿Le gusta? —le apretó la pierna con fuerza. —Mi señor... —levantó la
mirada para ver como Jungkook bajaba el rostro para mirarlo —.
Taehyung le regaló una mirada salvaje con los perfectos ojos avellana que
tenía. Aceleró los movimientos de su boca y siguió mirando fijamente los ojos
de Jungkook. Este no podía quitar la mirada de sus ojos. Miraba como
succionaba su miembro una y otra vez después de lamerlo en diferentes
direcciones.
—¡Joder, detente! —Dijo acelerado.
—Ven aquí... —lo levantó por el cabello, y lo acercó a su boca para lamerle
los labios, y los succionó muy despacio por los lados. —Hay tantas cosas que
quiero hacerte.
Jungkook fue hasta dónde estaba el bolso que había traído y sacó de este
un par de esposas, un condón, un pañuelo negro y una venda para los ojos
del mismo color. Se acercó a Taehyung y lo agarró con fuerza para quitarle
toda la ropa que llevaba puesta hasta dejarlo completamente desnudo.
Detalló cada parte de la figura de su figura y apreció su hermoso cuerpo.
—Realmente eres sexy..
Atrajo la cintura de Taehyung hacia la suya, y lo llevó hasta la cama. Le
vendó los ojos, y lo esposó al espaldar. Le colocó el pañuelo en la boca para
poder callar sus gemidos.
Taehyung estaba nervioso, ya que no sabía que haría este hombre cruel
con él, pero para poder sobrevivir se decía a sí mismo: "Debes soportar por
tu hijo."
Jungkook le abrió las piernas y se metió entre ellas hasta llegar a su oído
para susurrar lentamente sobre él.
—Haré que grites tan fuerte que sentirás tu voz acabarse.
Las manos de Taehyung permanecían aseguradas por las esposas, y al
mismo tiempo no podía mirar el rostro de este hombre desagradable. Solo
podía escuchar su voz dominante y fuerte. El pañuelo en su boca no lo
dejaban hablar, y eso lo hacía sentir completamente inútil.
Jungkook se desvistió y colocó ambas piernas de Taehyung a ambos lados
de su cadera. Se puso el condón y se inclinó un poco hasta Taehyung. tomó
su cuello en la parte del frente y lo penetró con tanta fuerza que lo hizo
soltar un quejido ahogado de dolor.
Comenzó a moverse dentro de Taehyung, lentamente y después más
rápido. Metió y sacó su pene de la entrada de este con una intensa velocidad.
Sentía como sus estrechas paredes lo apretaban demasiado, al punto de
parecer que iba a romperse. Se sentía como si nunca nadie hubiera entrado
por allí.
La figura de Taehyung era realmente hermosa, y sus ojos avellana lo
habían hipnotizado por completo, al punto de no poder quitarle la mirada de
encima.
—¡Mierda! Estás demasiado apretado...
Jungkook lo empezó a masturbar mientras lo embestía con fuerza.
Taehyung lloraba por el dolor que sentía, sin embargo, muy en el fondo
también estaba sintiendo placer.
«Sentía mucho dolor. Ese hombre era muy salvaje conmigo. Sus
embestidas eran bruscas y profundas. Me dolía mucho, pero... por alguna
razón, yo estaba sintiendo placer en sus manos. Acostarme con él era como
si lo estuviera haciendo con un verdugo cruel y despiadado.
Él sentía placer viéndome sufrir, y yo estaba sintiendo placer con el dolor
que él me hacía sentir.»
Taehyung comenzó a mover su cuerpo desesperadamente hacia los lados
mientras se hacía daño a si mismo en las muñecas con las esposas, pero aún
así, no le importó.
Jungkook lo tomó del cuello y comenzó a apretarlo mientras metía su pene
con profundidad y golpeaba su interior. Taehyung arqueó su espalda y gimió
acelerado a medida que apretaba el pañuelo en su boca con los dientes.
Jungkook sonrió al verlo gemir desesperado de placer y dolor. Sentía una
profunda satisfacción viendo todo lo que le estaba causando a ese chico
rubio. Se detuvo por un momento, y lo soltó del espaldar de la cama.
Le dio un giro inesperado y lo puso en cuatro. Le quitó el pañuelo que
cubría su boca y le susurró al oído una vez más:
—Quiero escucharte decir "Jungkook", ¿me oíste? Grita mi nombre con
locura. Compláceme con tu voz...
Taehyung asintió varias veces e inclinó el cuerpo lo más que pudo para
que Jungkook lo penetrara una vez más. Este se acercó a su agujero y volvió
a embestirlo muy fuerte.
«¡Agh!» Gimió Taehyung en voz alta mientras sentía dolor.
Jungkook tenía la imagen perfecta ante sus ojos. Veía como la cadera de
Taehyung lo golpeaba en el vientre una y otra vez. El torso de este, estaba
muy inclinado hacia la cama, y sus manos sujetaban las sábanas con toda la
fuerza que tenía.
Taehyung lloraba sin parar. Los golpes del pene de Jungkook dentro de su
vientre eran muy profundos y fuertes, pero a la vez eran placenteros y
excitantes.
—¡Agh, Jungkook, Agh! —Gimió desesperado —.
El sonido de la voz de Taehyung gritando su nombre con tanta
desesperación y placer, estaban volviendo loco a Jungkook. Este chico rubio
sabía perfectamente como hacerlo perder la cordura.
Jungkook lo agarró del cabello y lo apretó mientras lo embestía con toda
la fuerza que le quedaba. Taehyung comenzó a desesperarse y a gemir su
nombre cada vez más alto.
Poco tiempo después, los dos se corrieron juntos. La respiración de ambos
estaba acelerada y sus cuerpos calientes y sudados. Jungkook se acostó en la
cama y tomó a Taehyung para subirlo sobre él. Le arrebató la venda del
rostro y lo miró directamente a los ojos.
La mirada de Taehyung era noble e irradiaba ternura, mientras que la
mirada de Jungkook era salvaje e irradiaba crueldad.
Los dos eran completamente diferentes...
Uno tenía el espíritu de un ángel, y el otro, la de un demonio.
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—Disculpe, señorita. ¿Cuánto hay que pagar por la factura del tratamiento
de Kim Taeyeon?
—¡Mmm! —miró su computador.
—El señor Kim pagó todas las facturas del hospital anoche.
—¿Cómo así? ¿Anoche? ¿Lo dice de verdad?
—Sí, señor.
—Ya veo...—dijo extrañado.
—Muchas gracias, señorita.
Yoongi quedó pensativo después de recibir aquella información. "¿De
dónde había sacado Taehyung el dinero para pagar?" Se preguntó. Después
de eso, fue hasta dónde estaba Taehyung, y se sentó a su lado sin decir
ninguna palabra.
—Pensé que te habías ido.
—No, me quedaré aquí hasta que Taeyeon salga de la cirugía.
—Gracias por quedarte, Yoongi.
—Sabes que lo hago porque los dos me importan.
Taehyung se recostó del hombro de Yoongi y cerró los ojos por unos
minutos. Se había quedado despierto por mucho tiempo, y estaba tan
cansado que no podía mantenerse en pie.
Yoongi lo cubrió con su chaqueta y lo dejó dormir sobre su hombro todo el
tiempo que él quisiera hacerlo. Lo miraba profundamente enamorado y
perdido en su inmensa belleza. Taehyung y Taeyeon simplemente lo eran
todo para él.
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Jungkook volvió a su casa después de un largo día de trabajo, y pasó sin
detenerse por el frente de la habitación de su pequeña hija. Dalmi escuchó la
voz y los pasos de su padre y saltó apresurada de su cama. Corrió hacia la
puerta y la abrió para encontrarse con él.
—¡Hola, papá! —sonrió y frenó de golpe al verlo —.
—Hola —respondió fríamente.
—¿Por qué todavía sigues despierta, Jeon Dalmi?
—No tengo sueño y mamá estaba muy enojada hoy. Yo quería saber si
habías llegado para dormir a tu lado.
—Ve a la cama. No son horas para estar despierta. Y sabes que no me
gusta que vayas a mi habitación.
—Iré a dormir en un momento, papá. Solo quería que...
—Irás ahora, Jeon Dalmi —abrió la puerta y con un movimiento de cabeza
le pidió que entrara.
—Vamos, entra...
Dalmi asintió con el rostro bajo y entró nuevamente a la habitación.
Jungkook la acostó en la cama y evitó por todos los medios tocarla mientras
la cubría con su manta.
—Duérmete ahora.
—Papá... —le tomó la mano —¿me lees un cuento?
Dalmi miró fijamente los ojos de su padre y le apretó los dedos con su
pequeña mano mientras le pedía cariñosamente que se quedara con ella.
Jungkook la miró fríamente por unos segundos, y después bajó la mirada
para ver sus manos. Poco a poco se fue soltando de ella hasta alejarse por
completo.
—No puedo. Le diré a tu madre que venga. Duérmete de una vez...
—Está bien, papá —dijo con el semblante triste. Estaba muy decepcionada
de lo frío que era su padre con ella —.
Jungkook salió de la habitación y fue directo a la suya. Él y su esposa
tenían habitaciones por separado ya que su relación era un completo caos.
Se desvistió y fue directo a la tina a tomar un baño. Se recostó a mirar el
techo durante un largo rato. Después de relajar su cuerpo, salió del baño y
escuchó la puerta abrirse bruscamente.
—¿Vas a seguir discutiendo por lo mismo, mujer?
—No sabes la cantidad de dinero que tuve que pagar para que los
periodistas no publicaran en primera plana al señor Jeon con su amante.
¿Sabes el escándalo que eso ocasionaría? "El gran Jeon Jungkook engaña a su
esposa con otro hombre."
—Jamás dije que me gustaran las mujeres, y eso lo sabes muy bien. Me
casé contigo por tu padre, y te hice una hija con mucha dificultad porque así
me lo pidieron. ¿Qué más quieres de mí?
—Quiero que me respetes un poco. No quiero tener que estar sufriendo
malas caras por tu culpa. No es por otra mujer que me estás cambiando, es
por un "Hombre".
—¡Déjame en paz, Lalisa! Estoy cansado de ti y tus discusiones molestas.
¡Sí! —alzó la voz. —Mis amantes son hombres porque me gustan los
hombres. Llevó al diablo dentro de mí, ¿no lo sabías?
—bromeó. —Soy lucifer... —dijo sarcásticamente —.
—Tú y tus malditos deseos oscuros. ¡No tienes vergüenza! Te diré una
cosa, si la reputación de mi familia se ve afectada por tu culpa, haré que me la
pagues.
—Estaré esperando por ti, querida esposa. Ni pienses que voy a dejar mi
vida por ti y el viejo de tu padre.
—No te importa ni siquiera nuestra hija. No eres capaz de mirar a Dalmi a
los ojos. La pobre niña es un estorbo para ti, Jungkook. Es mi hija, lleva la
sangre Manoban, pero también es tu hija, es tu sangre y aún así la tratas mal y
la haces llorar.
—No metas a Dalmi en esto. Estás furiosa porque siempre te he
despreciado. Sigues con la absurda idea de que tendrás una familia feliz
conmigo. Nunca tendremos nada, lo único que compartimos es a nuestra hija,
y el día que me divorcie de ti, me la llevaré. ¡Sal de tu imaginación, mujer
ilusa!
Lalisa lo miró con odio y tristeza, y se acercó a golpearlo en la mejilla con
toda sus fuerzas.
—¡Hijo de puta! —Gritó. —¡Eres un infeliz! Tú nunca tendrás nada por
malvado, Jeon Jungkook.
—Tu golpe no se quedará así. Te mataré si vuelves a tocarme la cara,
Lalisa —dijo furioso. —Ahora vete de aquí antes de que te saque por la
fuerza. Y no vuelvas a entrar a mi habitación sin permiso. Si lo haces, no
tendré piedad de ti. ¡Ahora lárgate! —Gritó —.
—¡Eres un maldito! Algún día me la pagarás. Algún día sentirás lo que yo
siento. Verás al amor de tu vida irse de tu lado y sufrirás mucho, claro, si es
que tienes amor.
—¡Vete!
—Me aseguraré de verte sufrir, Jeon Jungkook
Lalisa salió de la habitación y comenzó a llorar. Ella siempre había
amado a Jungkook, pero saber que nunca lo tendría, le causaba mucho daño.
Algunas horas después, la operación de Taeyeon terminó y los médicos
salieron a darle las buenas noticias a Taehyung y a Yoongi, quienes seguían
sentados y abrazados en la banca de la sala de espera.
—Taehyung, despierta... —tocó su hombro —la operación terminó.
Taehyung abrió los ojos un poco desorientado y se levantó rápidamente a
mirar al doctor.
—La operación fue un éxito, Sr. Kim. El niño está bien, lo dejaremos en
cuidados intensivos hasta mañana.
—Gracias Doctor —tomó su mano e hizo una reverencia. —Muchas
gracias.
—Ahora puede descansar, Sr. Kim, su hijo sanará.
—Gracias a Dios —sonrió —.
—Con permiso.
El doctor hizo una reverencia y se despidió de ellos para volver a sus
demás actividades.
—Ves... —lo abrazó —te dije que todo saldría bien.
—No puedo pedir nada más...
—sonrió. —Mi hijo sanará, lo sé.
Yoongi lo miró y en su cabeza aún estaba la duda de cómo Taehyung
había conseguido el dinero para pagar los gastos del hospital.
—Taehyung-ah...fui a pagar la factura del hospital y me dijeron que ya lo
habías hecho. ¿Puedo saber como?
Taehyung lo miró y se sorprendió al escuchar su pregunta. Dio un leve
suspiro y se quedó inmóvil al no saber como responder.
—¿Fuiste a ver a un prestamista? Te dije que me haría cargo, Taehyung.
Te dije que yo pagaría todo. ¿Por qué no esperaste?
—No tengo tiempo para esperar, Yoongi.
—¿Qué fue lo que hiciste? ¿En qué problemas te metiste para conseguir
ese dinero? Y no me digas que te lo dieron limpiando el Bar porque no te voy
a creer.
—Solo hice lo que tenía que hacer. No necesitas saber nada más.
—Si necesito saber porque no voy a dejar que te metas en problemas por
no querer aceptar mi ayuda. ¿Fuiste a ver a esos infelices? ¿A los
prestamistas del barrio que te roban descaradamente? ¡Dime, Taehyung.
—No, no fui a ver a esos delincuentes.
—¿Entonces?
Taehyung permaneció en silencio frente a Yoongi dudando si debía decirle
o no lo que había hecho para conseguir esa cantidad de dinero.
—Taehyung, si esos bastardos te amenazaron o te obligaron hacer algo que
no querías te juro que los voy a matar... —hizo una pausa para esperar su
respuesta. —¡Por Dios Taehyung dime algo! —habló desesperado. —¿En
qué problemas te metiste?
—Me acosté con un multimillonario por dinero...eso hice.
Yoongi escuchó el comentario directo de Taehyung y no supo que decir. Lo
miró sorprendido y realmente perdido.
—Lo hice el día que fui a limpiar el Bar.
—¿Qué dijiste? ¿Cómo? No espera
—pasó la mano por su rostro algo desesperado. —¿Cómo pudiste hacer algo
así?
—Yoongi, no tuve opción. Tenía que hacerlo.
—¡SI LA TENÍAS! —gritó. —¡Si la tenías! Yo te ofrecí todo lo que tenía
y tú te negaste, pero si fuiste corriendo a acostarte sabrá Dios con quién por
dinero.
—Lo siento.
—Hice todo por ti, y tú solo me dejaste con la mano extendida. ¿Fue más
fácil?
—Yoongi, yo...
—No, responde. ¿Fue más fácil entregarte a un desconocido? ¿Me
consideras un inútil que no es capaz de protegerte a ti y a tu hijo?
—No es así.
—Llevo años esperando por ti. Esperando para que estés conmigo, pero
siempre tienes una excusa. ¡Ah! Pero con un bastardo de esos si vas
corriendo a entregarte —dijo furioso —.
—Yoongi sabes que no es así. ¿Crees que lo hice por gusto? ¿Crees que
soy feliz vendiendo mi cuerpo como si fuera una mercancía?
—Ese bastardo...—bajó la mirada.
—¿Fue grosero contigo? ¿Te hizo daño? —suspiró —.
—No necesitas saber esa información.
—Claro, ¿quién soy yo? —suspiró y cubrió sus labios mientras caminaba
de un lado a otro. —No tengo derecho a preocuparme por ti.
Yoongi no pudo decir nada más y solo se limitó a darse la vuelta e irse a
las afueras del hospital a sentarse en una banca bajo un gran árbol.
Taehyung se sentía muy triste por haber lastimado a su amigo de muchos
años. Aunque no tenían una relación como tal, ambos compartían
sentimientos el uno por el otro.
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—Sr. Jeon, aquí está la información que me pidió buscar. Están todos los
datos de Kim Taehyung. Sus antecedentes penales. Todos sus expedientes
médicos, están limpios. Su dirección actual. También algunos trabajos que ha
hecho. Y por último, información sobre su hijo...
—Puedes irte...
Jungkook suspiró profundo y empezó a mover de un lado a otro la silla en
su escritorio, en la cuál estaba sentado, mientras leía cada una de las
páginas sobre la información que había conseguido de Taehyung. Sin duda,
aquel chico rubio de ojos avellana, lo habían cautivado por completo desde
aquella noche en la que lo tuvo en su cama.
Jungkook no sabía el motivo del porqué se sentía tan atraído por él. Ese
chico, el cuál conoció de manera inesperada, era como un vicio que no
quería dejar.
—Kim Taehyung.
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