Actividad 27. Adquisición y organización de la información.
Etapas del ciclo de vida de un producto
Desde la perspectiva de una empresa comercial, el ciclo de vida de un producto puede dividirse en cuatro etapas o fases, cada una de las cuales conlleva diferentes retos y oportunidades para un producto recién desarrollado. Ciclo de vida de producto Introducción Esta etapa se produce justo después del desarrollo del producto y se caracteriza por un lento comienzo de las ventas. Esto se debe al tiempo que tarda en ser conocido por los consumidores. Los beneficios son entonces bajos o incluso negativos porque es necesario asignar un gran presupuesto a las acciones de marketing y comunicación. En efecto, para aumentar la notoriedad de su oferta y conquistar a sus primeros clientes, es indispensable realizar intensas ofertas promocionales y campañas publicitarias. Crecimiento Se refiere al período de aceleración de las ventas que permite el retorno de las inversiones realizadas anteriormente. Es también durante esta fase de crecimiento que la competencia se hace evidente. Por lo tanto, es conveniente adaptar la técnica de adquisición de cuota de mercado y el marketing mix para mejorar el producto y conquistar nuevos segmentos de clientes. El crecimiento es la etapa más estratégica del ciclo de vida porque es en este punto donde una empresa puede realmente destacarse de la competencia a través de su imagen de marca, sus relaciones con los clientes o su posicionamiento. Madurez Esta es la etapa en la que la demanda y los beneficios son mayores. La tasa de utilización del producto está en su máximo. Pero es también en esta fase que la competencia es más intensa. Para diferenciarse en este entorno competitivo, es fundamental invertir en publicidad y analizar la satisfacción del cliente para maximizarla y así retrasar la fase de declive. La empresa debe destacar su posición distintiva de otros actores. Declive Esta etapa llega al final del ciclo de vida del producto y resulta en una disminución significativa de las ventas o un estancamiento a un nivel muy bajo. Una empresa que se enfrenta a un declive en su oferta de productos tiene dos opciones: Impulsar su comunicación y marketing para tratar de aumentar las ventas. Retirar la mercancía de la venta y crear una nueva gama más acorde con las expectativas del cliente. La disminución se debe en general a los cambios en los gustos y prácticas de los consumidores, pero también a las nuevas tendencias y a la llegada de productos de sustitución. Una de las etapas más delicadas en el proceso de exportación es la del traslado de productos al mercado externo. La actividad exportadora involucra una serie de requisitos de empaque y embalaje que garanticen que el producto llegue en buen estado a su destino final. El empaque apropiado es vital para guardar, proteger y servir de medio para manipular productos. Cada empaque se debe diseñar para proteger el producto en su trayecto desde la línea de ensamble hasta el usuario final. Un empaque de mala calidad puede resultar contraproducente para el productor, exportador y distribuidor ya que pueden resultar en daño, descomposición, e incluso, en casos extremos, el rechazo total por parte del comprador. Así, un mal empaque y/o embalaje puede resultar en la pérdida de una venta de exportación, y hasta en la pérdida del cliente. Materiales para empaques El tipo de material que se utilice para el transporte depende del producto, el tipo de transporte (terrestre, aéreo o marítimo) y el destino final. El concepto básico en embalaje es el de “carga unitaria” o “unitarización” que se basa en la idea de que todos los transportistas deberían de empacar la carga de manera que pueda ser movida y manipulada durante toda la cadena de distribución con equipo mecánico como montacargas y grúas. Esta práctica reduce la mano de obra, la manipulación de cajas y la posibilidad de que la mercancía que se va a exportar se dañe, y en última instancia, se traduzca en una pérdida para la empresa. Asimismo, la unitarización permite reducir los tiempos al agilizar la carga y descarga del producto con el equipo apropiado, hace más eficaces las operaciones en el centro de distribución y reduce la posibilidad de pérdidas por cualquier razón. Los materiales de empaque se deben seleccionar dependiendo del producto y de las condiciones ambientales, tales como temperatura, humedad atmósfera deseada alrededor del producto, resistencia del empaque, costos existentes, especificaciones del comprador, el etiquetado, tarifas de flete y regulaciones gubernamentales (por ejemplo, normas de etiquetado, entre otras). Clasificar a los productos de consumo representa un gran reto. Uno de los métodos de clasificación hace referencia a los hábitos de compra, los cuales el consumidor utiliza en el momento de hacer la selección del producto que va a adquirir.
Este criterio clasifica a los productos de consumo de la siguiente manera:
Bienes de conveniencia: Se refiere a los productos que el cliente compra con
frecuencia y en los que no hace una comparación entre diferentes alternativas al momento de comprar.
Bienes de compra impulsiva: La decisión de compara es inmediata en el
momento en que se produce el contacto con el producto, no se reflexiona sobre este, su consumo es de uso normal.
Bienes de compra: En este caso antes de que el cliente compre un producto ha
realizado un análisis sobre el precio, cantidad, calidad, estilo, utilidad, rendimiento, entre otros factores. Dentro de esta categoría tenemos a los Productos Industriales en donde el comprador realiza un largo proceso de evaluación.
Bienes de consumo duraderos: En esta clasificación se encuentran los autos,
las casas, las computadoras.
Bienes de especialidad: El cliente adquiere estos productos teniendo claro para
que le son útiles y que cubren sus necesidades y gustos. En este caso la compra se adquiere por la marca del producto también. La planeación y desarrollo del producto es el proceso que toda empresa lleva a cabo antes de comercializar un determinado bien. Forma parte del desempeño y la operatividad de un negocio y se realiza con mayor o menos frecuencia dependiendo del nivel de innovación que se maneje. Sin embargo, siempre en algún punto se debe tomar la decisión de emprender una estrategia de este tipo para mantener la marca actualizada y a la altura de la competencia. Vender uno o varios bienes en un mercado requiere de una serie de pasos para llevar la idea a su comercialización. Si buscas empezar a comercializar tus creaciones, te mostramos estos 5 pasos para tu planeación y desarrollo del producto. ¿Qué es un producto? En pocas palabras, un producto es un bien material o inmaterial que se pone a la venta para satisfacer las necesidades o el deseo de un grupo de consumidores, estos llenan las expectativas prácticas y de uso, pero también tiene un componente psicológico que apela a los valores y apetencias del cliente. En general, los productos resumen el esfuerzo de toda una compañía por orientar su desempeño hacia su público. Además, ofrecer con mayor velocidad, beneficios y creatividad soluciones a la medida de su nicho de mercado. Tipos de productos Como ya mencionamos un poco más arriba, los hay materiales o tangibles, es decir, objetos físicos de muy diversa índole. Inmateriales o intangibles: que no cuentan con una presencia palpable, acá entra toda la amplia gama de servicios. Pero también existen productos de otro tipo que son más relevantes para las tareas operativas de las empresas. Nos referimos a los productos “nuevos” y los productos “innovadores” Los productos nuevos son aquellos que una empresa comienza a comercializar. Igualmente se incluyen los objetos o servicios que nacen a partir de una renovación o actualización de productos anteriores. Estos se consideran desfasados o viejos. Los nuevos productos se logran añadiendo nuevos componentes o características. También es posible dando usos al producto que antes no existían. Es un mecanismo frecuente entre empresas que buscan estar al top del mercado y dar un nuevo enfoque a su catálogo de productos. Por su parte, los productos innovadores son aquellos que no tienen competencia. Sirven para expandir el mercado y resolver problemas que ninguna otra marca había logrado atender. En este sentido, son altamente creativos, incluso llegan a anticipar necesidades y generar deseo en los consumidores. En la actualidad, debido al dinamismo y el aumento exponencial de la oferta, las empresas buscan crear nuevas acciones para ganar la atención y la fidelidad de los clientes. Por ello, se han enfocado en la perfección de los detalles para impulsar las ventas de sus productos. Mejorar los precios, la paquetería, el envoltorio, las formas de pago, campañas de publicidad y la atención al cliente pueden generar grandes resultados para las marcas. ¿Cómo realizar la planeación y desarrollo del producto? Primera Fase: la planeación Paso 1: siempre empezar con un estudio de mercado Es uno de los pasos más importantes de la planeación y desarrollo del producto. Comprende una serie de tareas de cierta complejidad para recabar información sobre la situación del mercado. Se busca conocimiento sobre las tendencias actuales del mercado, las nuevas necesidades, gustos o hábitos del cliente y, por supuesto, lo que está haciendo la competencia. Asimismo, descubre cuáles son las áreas donde es posible innovar y en cuáles otras es más recomendable no invertir más por saturación de productos. Paso 2: concebir propuestas de productos Con base en el estudio de mercado, diversos departamentos de la empresa pueden sugerir propuestas para nuevos productos. El área operativa pueden hacer propuestas según el nivel de desarrollo tecnológico con el que cuente la compañía El departamento de marketing puede dar sus sugerencias a partir del conocimiento de las tendencias y necesidades del cliente. El área de finanzas puede proponer productos para reimpulsar las ventas, al igual que los directivos o gerentes de la marca. Paso 3. Momento de la medición y decisión Luego de conocer las propuestas, los departamentos de marketing y finanzas se encargan de evaluar el potencial de comercialización, publicidad y los costos de producción, precios de venta y retornos de la inversión esperada para cada alternativa. Esto ayudará a la empresa a tomar la decisión más adecuada, con el objetivo de ganar más dinero. Segunda Fase: el desarrollo Paso 4: comienzo de la producción Durante este paso comienza la creación de los primeros prototipos del o los productos escogidos para comercializar. Es probable que se tenga que hacer varias pruebas y ajustes para dar con el nivel de calidad esperado. Todos los departamentos involucrados en la planeación deben participar en esta etapa para supervisar y apoyar a la parte operativa. Paso 5: comercialización Una vez concluida la fase de la producción con éxito se puede empezar la comercialización con una estrategia de marketing apropiada. El producto final puesto a la venta debe cumplir todas las expectativas y promesas que la campaña publicitaria haga. Como ves la planeación y desarrollo del producto involucra varias etapas que se deben cumplir adecuadamente. Asimismo, este proceso permite a las empresas evaluar cuáles son sus opciones para comercializar distintos productos y mantenerse a tono con los cambios del mercado. Este proceso inicial para cualquier emprendimiento, del mismo modo, debe ser una acción constante para las marcas consolidadas. Todos los productos tienen un ciclo de vida, unos más largos que otros, pero siempre son superados por nuevas opciones. Esto es algo inevitable, pero no por eso es imposible estar preparados para los cambios. Por ello, todas las empresas deben con frecuencia repensar y revisar la vigencia de su catálogo con una planeación y desarrollo del producto.
Gestión de marketing para principiantes Cómo crear y establecer tu marca, construir relaciones con los clientes y aumentar las ventas con la gestión de marketing.