Soy la maestra Gaby Soto, docente de la IE Santa Patricia del distrito de Ventanilla, Región Callao, estoy a cargo de 36 estudiantes del 3er grado de Educación Primaria, de los cuales 15 son varones y 21 son mujeres. De las 26 familias, 24 son familias provenientes de las diferentes regiones del Perú. En la I.E he observado, cómo los estudiantes en la hora de receso van al quiosco y compran dulces, chizitos, salchipapa, gaseosa, entre otras golosinas y frituras. Estos alimentos de intermedio afectan la salud de los estudiantes, porque contienen colorantes saborizantes, conservantes, entre otros insumos. Es por ello que me preocupé y sentí la responsabilidad de hacer conocer esta situación a los encargados del comité de alimentación, el equipo directivo y docentes, la cual me di con la sorpresa que no solo sucedía en mi aula, sino que era una problemática a nivel de I.E, es por ello que en reunión colegiada, nos propusimos que a partir de esta realidad debíamos hacer algo en nuestros con nuestros estudiantes y acordamos que podíamos planificar una Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) que tenga la temática transversal de contar en nuestra IE con “Quioscos saludables”, con el propósito de cambiar hábitos alimenticios de los estudiantes para promover el consumo de alimentos balanceados (condición básica considerando los aportes de la Neuroeducación) A partir de una encuesta verbal, sobre que consumían en el recreo mis estudiantes, se propició la reflexión sobre lo que consumían cuando se observó los resultados como aula: ¿Este alimento que fue el primer lugar de consumo: ¿Es realmente saludable? ¿Es un alimento nutritivo? ¿Te da más energía? Lluvia de respuestas para generar esa reflexión necesaria que les lleve a buscar alternativas de solución con relación a ese consumo de alimentos en el Quiosco? Se le propone, desarrollar un proyecto que nos ayude a alimentarnos mejor y junto a ellos planificar y organizar sus aprendizajes para aprender a alimentarnos saludablemente. En ese proceso, me reuní con los padres de familia y grande mi sorpresa por que yo creía que ellos tenían conocimiento de cómo alimentar bien a sus hijos, sin embargo, en las reuniones me percaté que desconocían la importancia de una alimentación balanceada, y la mayoría de ellos no les mandaba lonchera, sino les daba dinero para que compren en el Quiosco. Luego de conocer esta realidad, conversé con ellos sobre el proyecto que estábamos planificando con sus hijos para aprender a alimentarse más saludable y necesitaba que ellos sean mis aliados. Luego, inicié el proceso de planificación considerando la siguiente situación significativa: “Todos somos responsables de nuestra alimentación para crecer fuertes, sanos, saludables y aprender cada día mejor” este proyecto, tiene en cuenta las diversas fases que el ABP nos propone en los fascículos del curso 4 sobre Metodologías Activas. Nos organizamos con mis estudiantes de la siguiente manera: -Primera fase: Indagamos sobre los alimentos que se venden en el quiosco y su valor nutritivo -Segunda fase: Contrastamos el valor nutritivo de estos alimentos para crear una lista de alimentos nutritivos del Quiosco. - Tercera fase: Proponemos alternativas de solución con recomendaciones para que los quioscos vendan alimentos nutritivos. Los estudiantes sustentan sus alternativas de solución con ayuda de un gráfico u otro recurso sobre la importancia de una buena nutrición y se comprometen a comer de manera saludable. - Cuarta fase: Elaboramos carteles con una lista de alimentos que se pueden consumir en el quiosco para que los estudiantes puedan conocer ese valor nutritivo y elegir el que más le guste y de acuerdo a su presupuesto. -Quinta fase: Compartimos nuestras conclusiones y alternativas de solución al problema con todos los estudiantes de mi colegio para ir construyendo una cultura alimenticia saludable para todos y lograr juntos lo que nos propusimos con nuestro proyecto: “Todos somos responsables de nuestra alimentación para crecer fuertes, sanos, saludables y aprender cada día mejor” Para fortalecer esas conductas de alimentación saludable, los estudiantes reflexionan junto a su familia sobre la buena alimentación y se proponen preparar loncheras saludables para compartir en el aula, una de las consignas que las familias deben respetar es enviar en esas loncheras frutas diversas de la localidad que estén de temporada. A nivel de I.E todos los docentes bajo el liderazgo de nuestro director Roberto Carlos, organizamos un concurso “Yo, como saludable y ¿tú? De mi parte facilito espacios y escenarios de aprendizaje significativo durante el desarrollo del proyecto para mis estudiantes. Durante el desarrollo del proyecto pude detectar que los padres de familia en su mayoría trabajan y no disponen de tiempo, además cambiar de mentalidad y hábitos de alimentación para el bien de sus hijos era complicado, no asumen su responsabilidad, sin embargo, con ayuda de los aliados de salud y nutrición pudimos sensibilizar a los padres e hijos en las diversas jornadas y encuentros que realicé asimismo se compartió diversos materiales audiovisuales donde se profundizó el tema de las bondades de alimentación balanceada y la repercusión en el aprendizaje de sus hijos. Asimismo, los encargados del quiosco han asumido su responsabilidad de ofrecer alimentos nutritivos y balanceados. Me siento fortalecida porque observo en mis estudiantes el cambio de actitud cuando ellos toman la decisión de construir sus aprendizajes, de elegir una mejor alimentación en los quioscos del colegio así como, traer sus loncheras saludables Mi compromiso es seguir fortaleciendo estos hábitos que se lograron para la mejora de una vida saludable además me da curiosidad de seguir aplicando metodologías activas para que ellos construyan su propio aprendizaje a través de la vivencia del procesos de aprendizaje protagónicos.