Trabajo Práctico: Derecho a

la vida/pena de muerte
(análisis)

29/08/2023
Materia: Política y ciudadanía
Curso: 5to A
Estudiante: Dana Mansilla
 TRABAJO PRÁCTCO: DERECHO A LA VIDA/PENA DE MUERTE (ANÁLISIS)

ASIGNATURA: POLÍTICA Y CIUDADANÍA

CURSO: 5to A

FECHA DE ENTREGA: 29/08

Hipótesis:*

La pena de muerte, aplicada en casos de extrema gravedad, se plantea como una medida
justificada para salvaguardar la seguridad pública y asegurar la justicia en una sociedad,
aunque su implementación debe ser rigurosamente regulada y estar sujeta a estándares
legales y procesales estrictos. Esta hipótesis sostiene que, bajo circunstancias
excepcionales, la pena de muerte puede desempeñar un papel legítimo en el sistema de
justicia penal, siempre que se administre equitativamente y con una preocupación constante
por los derechos humanos.

*Desarrollo:*

En primer lugar, es fundamental comprender que el Estado tiene la responsabilidad

primordial de proteger a sus ciudadanos y mantener la seguridad dentro de la sociedad.
Cuando un individuo comete crímenes de una magnitud tan abrumadora que amenazan
directamente la vida y la integridad de otros ciudadanos, la pena de muerte se plantea como
una respuesta extrema, pero necesaria. Es en casos de asesinato múltiple, actos de
terrorismo o atrocidades inhumanas donde esta medida puede considerarse como una forma
de protección de la población y garantía de la estabilidad social.

Además, se argumenta que la pena de muerte puede actuar como un elemento disuasorio
contra potenciales criminales. La noción de que la comisión de un crimen grave podría
llevar a la pena capital puede disuadir a algunos individuos de cometer actos violentos. Sin
embargo, es importante señalar que este efecto disuasorio es objeto de debate y no se ha
demostrado de manera concluyente en todos los casos.

La justicia para las víctimas y sus familias también es un factor relevante en el debate sobre
la pena de muerte. En casos de asesinato brutal, la idea de que el culpable enfrentará la
pena máxima, en concordancia con la gravedad de su crimen, puede proporcionar un
sentido de cierre y justicia para las víctimas y sus seres queridos. Esto es especialmente
significativo en situaciones donde el sufrimiento de las víctimas ha sido inmenso.

Sin embargo, es fundamental destacar que, si se opta por aplicar la pena de muerte, debe
hacerse con una regulación sólida y un respeto estricto por los derechos humanos. Esto
implica garantizar un juicio justo, la recopilación de pruebas concluyentes y la posibilidad
de apelación. El sistema legal debe ser transparente, sin prejuicios y con medidas para
minimizar el riesgo de ejecuciones erróneas, ya que la irreversibilidad de la pena de muerte
exige una prudencia extrema.

En la actualidad, muchas sociedades están reconsiderando la pena de muerte y optando por

enfoques más humanos y rehabilitadores en la justicia penal. Se argumenta que las penas de
prisión largas y programas de rehabilitación pueden ofrecer una solución más eficaz y ética
para lidiar con criminales peligrosos sin recurrir a la pena de muerte, promoviendo la
reforma y la reinserción en lugar de la venganza.

a. En este análisis, exploraré mi posición personal a favor de la pena de muerte en

casos críticos donde se presentan crímenes extremadamente graves y premeditados.
Si bien reconozco las preocupaciones éticas inherentes a esta práctica, sostengo que
en ciertas circunstancias, su aplicación puede ser justificada.

Responsabilidad Gubernamental: Desde mi perspectiva, el gobierno tiene la

responsabilidad de salvaguardar a sus ciudadanos y administrar la justicia de manera
equitativa. En casos críticos, donde se han presentado pruebas irrefutables y el crimen ha
causado daños irreparables, la pena de muerte puede ser una respuesta necesaria para
cumplir con esta responsabilidad.

Responsabilidad Gubernamental: Desde mi perspectiva, el gobierno tiene la

responsabilidad de salvaguardar a sus ciudadanos y administrar la justicia de manera
equitativa. En casos críticos, donde se han presentado pruebas irrefutables y el crimen ha
causado daños irreparables, la pena de muerte puede ser una respuesta necesaria para
cumplir con esta responsabilidad.

Reflexión y Consideraciones: Es crucial reconocer que la pena de muerte debe ser aplicada
de manera extremadamente cuidadosa y bajo un marco jurídico sólido. Mi posición se
limita a circunstancias excepcionales donde se ha demostrado de manera concluyente la
culpabilidad y donde no existen alternativas adecuadas para garantizar la justicia y la
seguridad de la sociedad.

b. En 2022 tuvo lugar un preocupante aumento de las ejecuciones y las condenas a

muerte, que significaron un aumento del 53% con respecto a las cifras de 2021 y la
mayor cifra en los últimos 5 años. Destacan, en este aumento, las 576 ejecuciones
realizadas en Irán y las 196 llevadas a cabo en Arabia Saudí, donde se ejecutó a 81
personas en un sólo día.

China siguió siendo el principal ejecutor del mundo, aunque se sigue ignorando la
verdadera magnitud del uso de la pena de muerte en ese país, al estar este dato
clasificado como secreto de estado. Le siguen Irán, Arabia Saudí, Egipto y Estados
Unidos, en este orden.

Además, cinco países reanudaron el uso de la pena de muerte: Afganistán, Kuwait,

el Estado de Palestina, Myanmar y Singapur.

Situaciones reales de personas condenadas a pena de muerte:

*Daniel Lewis Lee: (Yukon, 31 de enero de 1973-Terre Haute, 14 de julio de 2020) fue un
asesino convicto estadounidense que fue sentenciado a muerte y ejecutado por los
asesinatos de William Frederick Mueller, Nancy Ann Mueller y su hija Sarah Elizabeth
Powell. Lee y su cómplice, Chevie Kehoe, asesinaron a la familia en su casa en Arkansas,
el 11 de enero de 1996. Muerte ejecutada por medio de inyección letal.

*Lezmond Charles Mitchell: fue un criminal nativo americano que fue ejecutado por el
gobierno federal de los Estados Unidos por los asesinatos en 2001 de una mujer y su nieta
en Arizona. Muerte ejecutada por medio de inyección letal.

* Wesley Ira Purkey: fue un asesino convicto estadounidense que fue ejecutado por el
gobierno federal de los Estados Unidos por el secuestro, violación y asesinato en enero de
1998 de Jennifer Long, de 16 años. Muerte ejecutada por medio de inyección letal

*Alfred Bourgeoi: un hombre que fue condenado a muerte por asesinar a su hija de 2 años
en el 2002 en el estado de Texas. A Bourgeois, un afroamericano de 56 años, lo declararon
muerto a las 20.21 hora local, tras recibir una inyección letal.

*Dustin Honken: de 52 años, fue finalmente ejecutado con una inyección letal el 17 de julio
de 2020 en la prisión Terre Haute, en Indiana (Estados Unidos). Fue condenado a pena de
muerte en el 2005 por asesinar a informantes del gobierno y a niños con la finalidad de
frustrar su juicio por narcotráfico.
c)

Daniel Lewis Lee:

 Modalidad: Inyección letal

 Años de espera: Más de 20 años

 Motivo: Asesinato de tres personas en un robo.

 Clase social y etnicidad, género y

edad: Blanco, hombre, 47 años.

Lezmond Charles Mitchell:

 Modalidad: Inyección letal.

 Años de espera: Más de 17 años.
 Motivo: Asesinato y secuestro.
 Clase social y etnicidad, género y edad: Nativo americano, hombre, 38 años.
 Inocencia: Hubo preguntas sobre la equidad en la selección del jurado y la
confiabilidad de la pena de muerte en este caso, pero fue ejecutado en agosto
de 2020.

Wesley Ira Purkey:

 Modalidad: Inyección letal.

 Años de espera: Más de 16 años.
 Motivo: Asesinato y abuso sexual de una adolescente.
 Clase social y etnicidad, género y edad: Nativo americano, hombre, 68 años.
 Inocencia: No se ha demostrado su inocencia, pero hubo discusiones sobre
su salud mental.

Alfred Bourgeoi:

 Modalidad: Inyección letal.

 Años de espera: Más de 16 años.
 Motivo: Abuso y asesinato de suhija de 2 años.
 Clase social y etnicidad, género y edad: Afroamericano, hombre, 56 años.
 Inocencia: No se ha demostrado su inocencia.

Dustin Lee Honken:

  Modalidad: Inyección letal.
 Años de espera: Más de 16 años.
 Motivo: Asesinato de cinco personas, incluidos niños.
 Clase social y etnicidad, género y edad: Nativo americano, hombre, 52 años.
 Inocencia: No se ha demostrado su inocencia.

d)

La pena de muerte ha sido un tema de debate constante en todo el mundo, especialmente en

casos de gravedad extrema. Aunque algunas personas defienden su uso como una forma de
justicia retributiva y disuasión, es importante considerar las implicaciones éticas, legales y
humanitarias que acompañan a esta práctica. A continuación, se presenta una postura crítica
ante la pena de muerte en casos de gravedad, basada en diversas fuentes y reflexiones
personales.

1. Implicaciones Éticas y Humanitarias: Los casos mencionados, como los de Daniel

Lewis Lee, Lezmond Mitchell y otros, resaltan las complejidades y dilemas éticos
asociados con la pena de muerte. Aunque estos individuos fueron condenados por
crímenes atroces, es vital cuestionar si la muerte como castigo es coherente con una
sociedad que valora la dignidad y los derechos humanos. La ejecución de seres
humanos plantea interrogantes sobre si estamos perpetuando un ciclo de violencia y
si existe una oportunidad real de reforma y rehabilitación en el sistema penal.

2. Posibilidad de Error Judicial: Uno de los argumentos más persuasivos en contra de

la pena de muerte es la posibilidad de errores judiciales irreversibles. Los casos de
exoneración después de años en el corredor de la muerte muestran que el sistema
legal puede fallar, lo que lleva a la ejecución de personas inocentes. Si bien la
tecnología y los métodos forenses han avanzado, no podemos eliminar por completo
el riesgo de condenar a personas erróneamente.

3. Desigualdad en la Administración de la Justicia: Los casos examinados revelan

disparidades en la aplicación de la pena de muerte en relación con la raza, clase
social y género. Las minorías étnicas y las personas de bajos recursos tienen más
probabilidades de ser condenadas a muerte, lo que plantea preocupaciones sobre la
imparcialidad y la equidad en el sistema judicial. La justicia debe ser igual para
todos, y la pena de muerte a menudo refleja una desigualdad sistémica.

4. Alternativas Posibles: En lugar de la pena de muerte, se pueden considerar

alternativas que busquen la justicia y la seguridad de manera más humanitaria. Estas
alternativas incluyen cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional,
enfocándose en la rehabilitación y la contribución a la sociedad. La pena de muerte
 no garantiza la prevención de futuros crímenes y no brinda a las personas la
oportunidad de enmendar sus acciones.

En resumen, si bien algunos casos de pena de muerte pueden involucrar

crímenes extremadamente graves, en los que es inevitable la ejecución, es
crucial abordar el tema desde una perspectiva crítica y considerar las
implicaciones más amplias. La justicia debe ser equitativa, humana y basada
en un sistema legal sólido que minimice el riesgo de errores irreversibles y
fomente la rehabilitación.

SEGUNDA PARTE DEL ANÁLISIS

a) La pena de muerte es una sanción legal que implica la ejecución de una persona por
parte del Estado como castigo por un delito grave. Es una forma extrema de castigo que se
aplica en casos de homicidios agravados, traición a la patria, terrorismo o delitos graves
contra la seguridad del Estado en algunos países. En otros lugares, también se puede aplicar
por delitos relacionados con drogas, espionaje, secuestro y violación.

b) El Artículo 3° de la Declaración Universal de Derechos Humanos establece que "todo

individuo tiene derecho a la vida a la libertad y a la seguridad de su persona". El artículo 5°
prohíbe el trato o castigo cruel, inhumano o degradante. Estos principios se relacionan con
el Artículo 18 de la Constitución Nacional Argentina, que garantiza el derecho a la vida.
Esto demuestra cómo la protección de la vida humana es un valor fundamental en la
legislación internacional y en la ley argentina.

c) No hay evidencia sólida que demuestre que la pena de muerte disminuye el delito de
manera significativa. De hecho, en varios estudios se ha demostrado que no hay una
relación clara entre la aplicación de la pena de muerte y la disminución de delitos violentos.
Muchos países con tasas bajas de criminalidad han abolido la pena de muerte, y en aquellos
donde aún se aplica, no hay un aumento evidente en la seguridad.

d) La pena de muerte como forma de asesinato por parte del Estado plantea interrogantes
desde múltiples perspectivas filosóficas y teóricas. Según Maquiavelo, el Estado busca su
propia supervivencia y puede justificar la pena de muerte como una herramienta para
mantener el orden y el control. Desde el contrato social, Rousseau argumenta que el Estado
debe proteger la vida y los derechos de sus ciudadanos, lo que puede entrar en conflicto con
la aplicación de la pena de muerte.
Desde la perspectiva de Hobbes, la pena de muerte podría ser vista como un medio para
garantizar la seguridad y evitar el caos. Locke, por otro lado, enfatiza la protección de los
derechos naturales, incluido el derecho a la vida, lo que cuestiona la legitimidad de la pena
de muerte.

Marx critica la pena de muerte como una expresión de la opresión de clase y la dominación
económica, mientras que Weber la ve como parte de la burocracia y el control estatal.
Gramsci y Bourdieu resaltarían cómo la pena de muerte puede ser utilizada para mantener
la dominación ideológica y perpetuar desigualdades sociales.

En conclusión, la pena de muerte representa un conflicto complejo entre las teorías

estatales, los derechos humanos y la justicia social. Su implementación requiere un análisis
profundo desde múltiples perspectivas para comprender su impacto en la sociedad y la
moralidad.

La pena de muerte, al ser una forma de asesinato llevada a cabo por el Estado, suscita
cuestionamientos fundamentales sobre la justicia, la ética y el papel de la autoridad
gubernamental en la preservación de la vida. A lo largo de la historia, la humanidad ha
debatido y reflexionado sobre si el Estado tiene el derecho de privar a una persona de su
vida como castigo por delitos graves. Esta discusión involucra no solo principios legales y
morales, sino también conceptos filosóficos y sociales que dan forma a nuestras
percepciones del poder estatal y los derechos humanos. Refleja un choque entre la
autoridad del Estado para mantener la ley y el imperativo moral de respetar la vida humana.
Cuestiones planteadas por pensadores como Maquiavelo, Rousseau, Hobbes, Locke, Marx,
Weber, Gramsci y Bourdieu nos recuerdan que la aplicación de la pena capital trasciende
los límites de la jurisprudencia y abarca cuestiones de dominación, control social y valores
éticos en juego.

Como última instancia, la pena de muerte representa una disyuntiva profunda y compleja.
A pesar de los argumentos en favor de su disuasión y su capacidad para mantener el orden
social, las preocupaciones sobre la posibilidad de errores judiciales, la discriminación en su
aplicación y la violación del derecho fundamental a la vida son inquietudes válidas. Los
valores y normas cambiantes de la abolición de la pena de muerte en muchos países, en un
esfuerzo por priorizar la justicia restaurativa, la rehabilitación y la dignidad humana.

El cuestionamiento continuo de la pena de muerte no es solo un ejercicio académico, sino

una reflexión sobre la evolución de nuestras sociedades y sistemas de justicia. En última
instancia, la sociedad debe decidir cómo reconciliar la necesidad de mantener la seguridad
con la protección de los derechos individuales y la preservación de la vida humana en todas
las circunstancias.
*Conclusión:*

En resumen, la discusión en torno a la pena de muerte es compleja y llena de matices. Si

bien existen argumentos sólidos a favor de su aplicación en casos de extrema gravedad, es
esencial que esta medida sea excepcional y esté sujeta a regulaciones estrictas para
garantizar los derechos humanos y prevenir errores judiciales irreparables. La sociedad
debe continuar debatiendo este tema, considerando las implicaciones éticas, los avances en
la justicia penal y la búsqueda de un sistema que promueva la seguridad pública sin
comprometer la dignidad humana.