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Debate de filosofía

Pena de muerte (en contra)

Es irreversible y se cometen errores: La ejecución es la máxima pena y es irrevocable: nunca se


puede descartar el riesgo de ejecutar a personas inocentes. Por ejemplo, desde 1973 más de 191
personas condenadas a muerte en Estados Unidos fueron posteriormente exoneradas o
liberadas tras haberse demostrado su inocencia. Otras personas han sido ejecutadas pese a la
existencia de serias dudas sobre su culpabilidad.

No disuade contra el crimen: Los países que mantienen la pena de muerte suelen afirmar que
es una forma de disuasión contra la delincuencia. Sin embargo, esta postura ha sido
desacreditada en repetidas ocasiones; no hay pruebas que demuestren que sea más eficaz que la
cadena perpetua a la hora de reducir la delincuencia.

Suele emplearse en sistemas de justicia poco imparciales: En muchos de los casos registrados
por Amnistía Internacional, las ejecuciones se consumaron tras juicios manifiestamente injustos,
en los que se emplearon pruebas obtenidas bajo tortura y no se facilitó asistencia letrada
adecuada. En algunos países la pena de muerte es preceptiva para determinados delitos, con lo
que los jueces no pueden analizar las circunstancias del delito ni las de la persona acusada antes
de dictar condena.

Es discriminatoria: El grueso de la pena de muerte recae, de manera desproporcionada, sobre


personas de entornos socioeconómicos desfavorecidos o pertenecientes a minorías raciales,
étnicas o religiosas. Éstas tienen, por ejemplo, acceso limitado a representación legal o se
encuentran en situación de desventaja ante el sistema de justicia penal.

Se usa como herramienta política: Las autoridades de algunos países, como Irán y Sudán, usan
la pena de muerte para castigar a opositores políticos.

Ejemplo: George Junius Stinney Jr. (21 de octubre de 1929-16 de junio de 1944) fue, a la edad de
14 años, la persona más joven en ser ejecutada en los Estados Unidos del siglo XX y el último
menor de dieciséis años en morir por la misma forma. Stinney fue condenado por el asesinato
de dos niñas: Betty June Binnicker, de once años y Mary Emma Thames, de ocho, en el Condado
de Clarendon, Carolina del Sur el 24 de marzo de 1944. Stinney fue arrestado al día siguiente
bajo cargos de asesinato en primer grado. El juicio tuvo lugar el 24 de abril en el Tribunal del
Condado Clarendon. Una vez seleccionado el jurado, comenzó el juicio, a las 12:30 p. m. y
terminó a las 5:30 p. m. Tras solo diez minutos de deliberación, el jurado dio el veredicto de
culpable. En 2014, setenta años después de su muerte, George Stinney Jr. fue absuelto de sus
cargos y su condena considerada como nula por parte del tribunal de circuito de Carolina del
Sur.

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