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Facultad de Ciencias Físico

Matemáticas

Nombre
Aldo Medrano Segovia
Ángel Daniel Ruiz Cavazos
Emiliano Estrada Flores

Zadrak Eduardo Castillo Saldaña

Unidad de Aprendizaje
Ética y cultura de la legalidad

Trabajo
PIA
Pena de muerte
La pena de muerte es una sanción que se aplica en algunos países del mundo,
consistente en la privación de la vida de una persona condenada por un delito. Esta
práctica ha sido objeto de un amplio debate a nivel mundial, ya que su uso plantea
importantes interrogantes éticas, culturales y de estado de derecho. En este ensayo,
se expondrán los antecedentes, la situación actual y los posibles futuros escenarios
que plantea la pena de muerte, así como las alternativas que existen para su
aplicación.
La historia de la pena de muerte se remonta a tiempos antiguos, en los cuales
era común su uso como una forma de castigo para los delitos más graves. Sin
embargo, con el paso del tiempo, la aplicación de la pena de muerte ha ido
evolucionando y ha sido objeto de regulaciones y restricciones. En algunos países,
la pena de muerte ha sido abolida, mientras que en otros sigue siendo aplicada.
En la actualidad, la aplicación de la pena de muerte sigue siendo un tema de
controversia. Por un lado, hay quienes argumentan que la pena de muerte es
necesaria para disuadir a los delincuentes y garantizar la seguridad ciudadana. Por
otro lado, hay quienes sostienen que la pena de muerte es una violación a los
derechos humanos y que su aplicación no garantiza la justicia ni la equidad. En este
sentido, es importante destacar que la pena de muerte presenta una serie de
desafíos desde el punto de vista ético. En primer lugar, la pena de muerte implica la
privación de la vida de una persona, lo que puede considerarse una forma de
violencia y una negación del valor de la vida humana. En segundo lugar, la pena de
muerte puede ser aplicada de forma injusta, ya que puede haber errores en la
investigación y la imposición de la condena, así como sesgos en el proceso judicial.
En tercer lugar, la pena de muerte puede ser aplicada de forma discriminatoria, ya
que puede estar influenciada por factores como la raza, el género o el estatus
socioeconómico del acusado.
Además de los desafíos éticos, la pena de muerte también presenta desafíos
culturales. La aplicación de la pena de muerte puede variar en función de la cultura
y la religión de cada país, lo que puede generar tensiones entre diferentes
comunidades. Por ejemplo, en algunos países islámicos se aplica la pena de muerte
por delitos como el adulterio, lo que puede ser considerado una violación a los
derechos humanos por parte de otros países.
Por último, la pena de muerte también presenta desafíos desde el punto de
vista del estado de derecho. En algunos casos, la aplicación de la pena de muerte
puede ser utilizada como una herramienta política para reprimir o silenciar a los
opositores del gobierno. Además, la pena de muerte puede ser utilizada como una
forma de venganza o castigo más que como una forma de justicia.
En cuanto a los posibles futuros escenarios, es importante destacar que la
tendencia global es hacia la abolición de la pena de muerte. Actualmente, más de
100 países han abolido la pena de muerte, mientras que en otros países se ha
restringido su aplicación. Es probable que en el futuro se reduzca aún más su
aplicación, ya que se están buscando alternativas más efectivas y humanas para
abordar la criminalidad. Sin embargo, es importante tener en cuenta que todavía
hay países donde la pena de muerte se sigue aplicando ampliamente y puede ser
un tema político muy controvertido. Sin embargo, todavía hay países donde la pena
de muerte sigue siendo una práctica común. En este sentido, es importante
considerar las alternativas existentes para la aplicación de la justicia penal. Por
ejemplo, la reclusión en prisión puede ser una alternativa viable a la pena de muerte.
Además, se pueden implementar políticas de prevención del delito y de
rehabilitación de los delincuentes para abordar las causas subyacentes de la
criminalidad. Otra alternativa es la justicia restaurativa, que se centra en la
reparación del daño causado por el delito en lugar de la retribución. En este enfoque,
las víctimas, los delincuentes y la comunidad trabajan juntos para llegar a una
solución que satisfaga las necesidades de todas las partes involucradas.

En conclusión, la pena de muerte es un tema complejo y controvertido que


involucra cuestiones éticas, culturales y de estado de derecho. Aunque la tendencia
global es hacia la abolición de la pena de muerte, todavía hay países donde se
aplica esta sanción. Es importante considerar las alternativas existentes para la
aplicación de la justicia penal, como la reclusión en prisión, la prevención del delito
y la justicia restaurativa. En última instancia, es necesario promover un enfoque más
justo y equitativo en la aplicación de la justicia penal para garantizar los derechos
humanos y la seguridad ciudadana. Por último, aquí se presentan los hechos más
relevantes acerca de la pena de muerte:

1. La pena de muerte se aplica de manera desproporcionada a personas de


bajos ingresos y minorías étnicas y raciales: Según la ACLU (American Civil
Liberties Union), la pena de muerte se aplica de manera desproporcionada a
personas de bajos ingresos y minorías étnicas y raciales en los Estados
Unidos. Por ejemplo, los afroamericanos representan solo el 13% de la
población estadounidense, pero constituyen el 42% de los presos
condenados a muerte. Este sesgo es particularmente problemático dado que
la pena de muerte puede tener consecuencias irreversibles.

2. La pena de muerte puede ser aplicada de manera injusta e incorrecta: Según


la Innocence Project, desde 1973, se han exonerado a más de 175 personas
condenadas a muerte en los Estados Unidos debido a evidencia nueva,
pruebas de ADN y otras pruebas. Esto significa que el sistema de justicia
penal a menudo comete errores, incluso en casos donde la vida de una
persona está en juego. Además, la aplicación de la pena de muerte puede
ser sesgada por factores como la calidad de la representación legal, la raza
o el origen étnico del acusado, y el contexto social y político en el que se lleva
a cabo el juicio.

3. La pena de muerte no es efectiva para disuadir el crimen: A pesar de la


creencia común de que la pena de muerte disuade el crimen, la evidencia
sugiere lo contrario. Según Amnistía Internacional, los países que tienen la
tasa más alta de homicidios no son aquellos que aplican la pena de muerte,
sino aquellos que la han abolido. Además, la mayoría de los criminólogos y
expertos en políticas públicas están de acuerdo en que la pena de muerte no
tiene un impacto significativo en la prevención del crimen.

4. La abolición de la pena de muerte es una tendencia global: La tendencia


global en las últimas décadas ha sido hacia la abolición de la pena de muerte.
Según Amnistía Internacional, 108 países han abolido la pena de muerte para
todos los delitos en la actualidad, mientras que otros 26 países la han abolido
en la práctica. Solo unos pocos países, como China, Irán, Arabia Saudita,
Irak y Egipto, siguen aplicando la pena de muerte ampliamente.

Conclusiones individuales

 Aldo Medrano Segovia


o Sostengo que la pena de muerte es moralmente justa, debido a que
aquellos que la merecen han cometido delitos que demuestran una
falta de consideración por la integridad de otras personas y un
egoísmo extremo que solo piensa en sí mismo. Sin embargo, la pena
de muerte presenta muchos problemas prácticos y morales, y es por
eso que su uso se ha reducido en todo el mundo. Incluso en los países
donde todavía está permitida, la pena de muerte a menudo se aplica
de manera discriminatoria y está abierta a abusos. Además, el sistema
de justicia penal está lejos de ser infalible y siempre existe el riesgo
de que personas inocentes sean condenadas a muerte. El hecho de
que se hayan exonerado a más de 370 personas con pruebas de ADN
solo en los Estados Unidos es una prueba de que el sistema de justicia
penal no es perfecto y puede cometer errores graves. En conclusión,
mientras que puedo creer que la pena de muerte es moralmente justa,
es importante tener en cuenta los muchos problemas prácticos y
morales asociados con la pena de muerte. Como sociedad, debemos
buscar formas más justas y efectivas de castigar y prevenir el crimen,
y no depender de la pena de muerte como una solución simplista y
peligrosa.
 Angel Daniel Cavazos Ruiz
o Creo que la pena de muerte es moralmente justificada en casos en los
que se ha cometido un delito grave y afecta a las víctimas y a sus
seres queridos. Veo la pena de muerte como una forma de aliviar el
dolor y la angustia de los familiares y amigos de las víctimas al poner
fin al sufrimiento que ha causado el condenado.
o Mi opinión refleja una posición muy arraigada en la sociedad, en la
que se percibe a la pena de muerte como una forma de hacer justicia
y reparar el daño causado por el delincuente. Sin embargo, es
importante tener en cuenta que esta postura no es compartida por
todos, y existen argumentos tanto a favor como en contra de la pena
capital.

 Emiliano Estrada Flores


o Mi argumento se basa en que matar a alguien es moralmente
incorrecto, sin importar las acciones que hayan sido cometidas por el
condenado. Para mí, utilizar a una persona como medio para un fin
siempre está mal o, en el mejor de los casos, moralmente permisible.
Además, creo que la pena de muerte es una forma de violencia que
solo perpetúa un ciclo de dolor y sufrimiento. La justicia no se puede
alcanzar a través de la venganza o el castigo, sino que debe basarse
en la rehabilitación y la reparación del daño causado.
 Zadrak Eduardo Castillo Saldaña
o Considero que la pena de muerte es moralmente incorrecta debido a
que la opción de encarcelamiento respeta la integridad y voluntad del
individuo, es coherente con una perspectiva ética y de derechos
humanos que valora la dignidad y el valor intrínseco de la vida
humana. Es importante reconocer que los condenados a muerte son
seres humanos que merecen ser tratados con dignidad y respeto,
incluso si han cometido delitos graves. La pena de muerte es una
medida extrema que no permite la posibilidad de enmendar posibles
errores judiciales y puede llevar a la ejecución de personas inocentes.
Además, la reclusión permite a las personas tener la oportunidad de
rehabilitarse y cambiar su comportamiento, en lugar de simplemente
eliminarlas de la sociedad. Es fundamental que el sistema judicial
garantice el debido proceso y se asegure de que los condenados
reciban un juicio justo y equitativo. Las penas deben estar orientadas
a la rehabilitación y la reinserción social, en lugar de la venganza o el
castigo extremo.

Bibliografía

ACLU. (2019). El caso en contra de la pena de muerte. Recuperado de


https://www.aclu.org/issues/capital-punishment/case-against-death-penalty

Innocence Project. (s.f.). El Proyecto Inocencia exonera a la 375a persona con


evidencia de ADN. Recuperado de https://www.innocenceproject.org/the-
innocence-project-exonerates-375th-person-with-dna-evidence/

Amnistía Internacional. (2019). Condenas a muerte y ejecuciones 2018.


Recuperado de https://www.amnesty.org/es/documents/act50/9874/2019/es/

Amnistía Internacional. (2019). Países abolicionistas y retencionistas. Recuperado


de https://www.amnesty.org/es/what-we-do/death-penalty/abolitionist-and-
retentionist-countries/

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