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Órgano cutáneo

La piel, el órgano más extenso del cuerpo, es una barrera protectora


contra el calor, la luz y las infecciones, que regula la temperatura
corporal y almacena agua y grasa.
Embriogenia
La piel se deriva del:
➢ Ectodermo: Da origen a la epidermis, los folículos pilosos, las
glándulas sebáceas y sudoríparas, uñas y melanocitos
➢ Mesodermo: Da origina a el tejido conjuntivo, el músculo
piloerector, los vasos y las células de Langerhans y de la dermis.

֎ En el primer mes de vida intrauterina se forma: La epidermis y la


dermis
 En el quinto mes: ya están desarrolladas, la epidermis y la
dermis.
֎ En tercer mes se forman: las uñas y los pelos, y luego las
glándulas sebáceas y sudoríparas.
֎ Al cuarto mes empieza a formarse: El tejido celular subcutáneo
 y ya está constituido entre el octavo y el noveno.
֎ Los pelos son visibles al quinto mes. Los melanocitos se derivan
de la cresta neural; a la cuarta semana emigran a la piel, a la cual
llegan a la décima.

Función de la piel
 Función queratinica, que funciona queratina
 Función melánica, que sintetiza melanina
 Función sudoral, que produce sudor y otras sustancias
 Función sebácea, formadora del sebo
 Función sensorial, que es perceptiva.

Constitución anatómica
➢ Un individuo de peso y estatura medios está cubierto de 1.85 m2
de piel, la cual pesa alrededor de 4 kg,
➢ tiene un volumen de 4 000 cm3,
➢ mide 2.2 mm de espesor; lo anterior equivale a 6% del peso
corporal total.
La piel presenta en su superficie más de 2.5 millones de orificios
pilosebáceos y los llamados pliegues losángicos, y en especial en las
palmas y plantas las crestas epidérmicas, llamadas dermatoglifos, que
permanecen invariables toda la vida. Las faneras o anexos de la piel
son el pelo corporal, la piel cabelluda y las uñas.

Propedéutica dermatológica
La propedéutica, son los conocimientos preliminares necesarios, para
adentrarse o ahondar en el campo científico.
La propedéutica dermatológica tiene una secuencia distinta a la
habitual.
Se realiza primero el examen físico.
Después de la ficha de identificación, que puede ser determinante en el
diagnóstico por el lugar de residencia, la edad o la ocupación, se inicia
el examen atento y profundo de la piel. Para ello, en ocasiones es
necesario el auxilio de un cuentahílos, una lupa (que ha caído en
desuso) o un dermoscopio.
Dicho examen incluye:
• localización o topografía, ¿Dónde está la lesión?
• morfología, ¿qué y cómo son la lesión?
• Evolución, ¿Aguda o crónica?
• Síntomas. Prurito o dolor
• El examen del resto de la piel y los anexos. inspección del pelo,
las uñas, las mucosas y los ganglios linfáticos.
El interrogatorio viene después, pero no por ello es menos importante
o secundario; más bien, el examen de la piel se realiza en primer
término por su accesibilidad, y porque permite interrogar al paciente (o
a un familiar si aquél no puede expresarse) de una manera que mejor
contribuya al diagnóstico presuntivo. Se hará hincapié en el tiempo de
evolución, los síntomas, la forma de inicio y la causa probable.
Lesiones dermatológicas elementales

Son la base de todas las manifestaciones cutáneas y la respuesta a


agresiones internas o externas.
Se dividen en:
• Primarias (primitivas): Son cambios de coloración o manchas;
pueden presentar consistencia sólida, como roncha, pápula,
nódulo, goma y nudosidad, o tener contenido líquido, como
vesícula, ampolla, pústula, absceso y quiste.

 Manchas o mácula: Es un simple cambio de coloración.


Puede ser vascular, pigmentaria o artificial.
→ Mancha vasculares: Se origina por congestión,
extravasación o malformación de vasos.
➢ Eritema: mancha que depende de congestión
activa, es roja y caliente.
❖ Exantema: es el eritema activo difuso;
puede ser morbiliforme, escarlatiniforme
o roséola.
Si la vasodilatación es pasiva, las manchas son
azuladas y se denominan cianosis, si se dibuja una
red de mallas grandes recibe el nombre de livedo. Si
se presiona con un objeto desaparece
➢ Es de color morado o amarillo verdoso si es
antigua.
❖ Equimosis: si forma placas
❖ Petequia: si es puntiforme
❖ Víbice: Si e lineal

→ Mancha pigmentaria: puede deberse a exceso de


pigmento (hipercrómica), a su disminución
(hipocrómica) o a falta de éste (acrómica).

Puede ser localizada, como las efélides (pecas), o


difusa, como en la enfermedad de Addison.
→ Mancha artificial: se debe a la presencia de
pigmentos que no son un componente habitual del
tegumento cutáneo, como los carotenos, o bien de
metales, como en la argiria o tatuajes

 Roncha: Es un edema transitorio de tipo vasomotor de la


dermis que se manifiesta por una elevación mal definida,
de consistencia elástica, forma ameboide, límites
imprecisos y evolución fugaz (horas); la superficie es
convexa, con aspecto de cáscara de naranja y color blanco,
rosado o rojo.

 Pápula: Es una lesión circunscrita y sólida de la piel, que


desaparece sola, sin dejar cicatrices, es de color rosa, rojo
o negruzco.

 Nódulo o tuberculo: Es una lesión circunscrita y sólida,


del mismo color de la piel o de color rosado, y de
consistencia firme. A veces es dolorosa y puede durar
meses o años. al desaparecer deja una zona de atrofia y, si
se ulcera, una cicatriz. Los nódulos a veces son pequeños y
foliculares, como en la tuberculosis micronodular, o de
gran tamaño, como en la tuberculosis nodular profunda

 Goma: Lesión circunscrita, más profunda que el nódulo y


de evolución crónica, que pasa por una etapa de
endurecimiento para después reblandecerse y tornarse
fluctuante; luego se abre y la ulceración se repara
finalmente, dejando una cicatriz atrófica.

 Nudosidad: Lesión eritematosa, más o menos


circunscrita, profunda y dolorosa, que evoluciona en un
plazo de días a semanas y desaparece sin dejar huella.
 Vesícula. Elevación circunscrita de la piel, de contenido
líquido seroso; mide sólo unos cuantos milímetros; al
romperse forma costras.

 Ampolla o flictena. Elevación circunscrita de la piel, de


contenido líquido y gran tamaño, hasta 15 o 20 mm o más.
Las ampollas son transparentes, turbias o hemorrágicas, y
al romperse dejan erosiones. Éstas y la lesión anterior sólo
se diferencian por el tamaño. Hay ampollas superficiales
como en pénfigo y profundas como en penfigoide.

 Pústula. Elevación pequeña, superficial, circunscrita, llena


de un líquido purulento; puede ser primaria
(intraepidérmica o folicular), o secundaria a una vesícula.

 Absceso. Acumulación purulenta de tamaño mayor en


dermis e hipodermis; es una elevación de la piel, blanda,
fluctuante y de aspecto más o menos inflamatorio; tiende a
abrirse al exterior y originar fístulas.

 Quiste. Acumulación no inflamatoria, rodeada de una


pared constituida de epitelio pavimentoso o glandular, de
contenido líquido o pastoso; se constituye a expensas de
glándulas o inclusiones epiteliales.

• Secundarias: Esta categoría abarca residuos destinados a ser


eliminados, como costras y escaras; soluciones de continuidad
como erosiones, excoriaciones, ulceraciones, grietas y fisuras;
vegetación y verrugosidad o secuelas de otros trastornos, como
queratosis, atrofia, esclerosis, cicatriz (queloide) y liquenificación.

 Escama: Caída en bloque de la capa córnea; se manifiesta


mediante separación de fragmentos secos de epidermis.
Las escamas varían en tamaño y color, desde grandes o
laminares (psoriasis), hasta pequeñas, furfuráceas o
pitiriasiformes (que semejan el salvado). Pueden ser de un
color blanco nácar o negruzcas, y se desprenden con
facilidad o son adherentes.
 Costra: Exudado que se seca. La costra puede ser
➢ Melicérica, cuando resulta de la concreción
de serosidad o pus combinada con detritus
epidérmicos.
➢ Cuando se forma a partir de sangre y es de
gran tamaño se dice que es sanguínea, o
➢ Hemática cuando es del mismo elemento
pero puntiforme; esta última forma indica
prurito activo.

 Escaras: Producto de la eliminación de una zona de


necrosis; es negra, insensible y de temperatura local
disminuida.

 Erosión o exulceración. Solución de continuidad que


sólo afecta a la epidermis; es de origen traumático y no
deja cicatriz.

 Excoriación. Solución de continuidad la cual abarca la


epidermis y dermis papilar; también es de origen
traumático y por lo regular lineal.

 Ulceración. Pérdida de sustancia más profunda que


puede incluir a la dermis, hipodermis y descubrir huesos,
músculos y tendones; al repararse deja cicatriz.

➢ Ulceración: Cuando es aguda.


➢ Ulcera: cuando es crónica.
➢ Serpiginosa: Cuando las úlceras se extienden por
un borde y cicatrizan.
➢ Fagedémicas: cuando son destructivas y se
extienden ampliamente y con rapidez.

 Grietas y fisuras. Son hendiduras lineales de la piel, por


lo general dolorosas; las primeras afectan la epidermis y las
segundas profundizan hasta la dermis.
 Verrugosidad y vegetación: Combinación de
papilomatosis e hiperqueratosis; la primera da
levantamientos anfractuosos, duros y de superficie
irregular; la segunda es semejante pero blanda, de
superficie lisa y húmeda.

 Queratosis. Espesamiento moderado o importante de la


capa córnea; puede ser circunscrita (callosidad); regional
(queratodermia palmoplantar,), o bien generalizada
(ictiosis,).

 Atrofia: Disminución de una o varias capas de la piel y sus


anexos. Se manifiesta por piel adelgazada, decolorada y
finamente plegada, con telangiectasias y alopecia.

 Esclerosis. Formación difusa de tejido conjuntivo en la


dermis, que causa desaparición de anexos cutáneos.
Produce endurecimiento parcial o total de la piel (morfea,
esclerosis sistémica), la cual adquiere un aspecto seco,
acartonado, inextensible e hiperpigmentado
hipopigmentado.

 Cicatriz: Reparación de una solución de continuidad


mediante formación de tejido conjuntivo fibroso; es de
origen traumático o inflamatorio.

➢ Hipertrófica: cuando el volumen es grande y no


rebasa los bordes de la herida
➢ Queloide: cuando rebasa los bordes y tiende a
crecer y persistir; la primera se atenúa de modo
progresivo.

 Liquenificación. Engrosamiento de las capas de la


epidermis; se traduce por piel gruesa con aumento y
exageración de los pliegues cutáneos; es de color
blanquecino u oscuro; puede ser primaria o secundaria, e
indica rascado prolongado (liquen simple crónico).
Exámenes complementarios
Debemos asegurarnos de que los estudios realizados se orienten a un
problema específico; pueden ayudar en el diagnostico; así como en la
posible terapéutica. Los más habituales son
 la biometría hemática,
 la química sanguínea,
 el examen general de orina,
 examen coproparasitoscópico y
 radiografía simple,
pero en ocasiones se requieren
 pruebas de la función hepática,
 exudado faríngeo,
 cuantificación de antiestreptolisinas,
 porfirinas,
 anticuerpos antinucleares,
 células LE y
 complemento hemolítico; perfil de lípidos.
En dermatología pueden utilizarse, además, un conjunto de estudios
especializados como:
 Diascopia o vitropresión. Se realiza con un portaobjetos, y es
útil para diferenciar congestión o extravasación, y para facilitar la
inspección de lupomas o de los nódulos propios de la
sarcoidosis.
 Dermoscopia o Dermatoscopia. Es una técnica no invasiva de
gran importancia en el diagnóstico diferencial de lesiones
pigmentadas facilitando el cribado entre lesiones benignas y
malignas.
 Microscopia de reflectancia confocal. Utiliza un laser diodo
(830nm) que permite visualizar células y estructuras cutáneas de
forma no invasiva. Permite identificar de manera precoz lesiones
melanocíticas malignas.
 Luz de Wood. Se basa en el uso de una lampara de luz
ultravioleta que transmite rayos (320-400nm). Es verde en casos
de tiña microspórica de la cabeza; amarillo-verdosa ante lesiones
de pitiriasis versicolor, y roja en eritrasma y porfirias.
 Biopsia. Es el estudio complementario más útil en dermatología;
consiste en obtener un fragmento de tejido vivo que muestra
lesiones, para examinarlo al microscopio.
 Intradermorreacciones. Tienen aplicaciones de diagnóstico,
pronóstico y tratamiento.

Terapéutica dermatológica
La prescripción dermatológica se basa en un diagnóstico preciso y en
las mismas reglas que rigen en otras especialidades; no se trata aquí
del simple acto de recetar, sino, por encima de todo, entender y
explicar en forma amplia, detallada y adecuada la naturaleza de la
enfermedad, así como el tratamiento, de una manera simple y fácil de
comprender, en que se anote con claridad lo que está contraindicado.
Se procurará que lo prescrito sea sencillo de realizar y específico; se
evitarán los cócteles terapéuticos; nunca se utilizará corticoterapia para
enmascarar la ignorancia, ni para compensar un diagnóstico deficiente.

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