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DIALISIS PERITONEAL Y HEMODIALIS

1. DIALISIS:

La diálisis es el proceso artificial mediante el cual se extrae los productos de


desecho y el exceso de agua del organismo. Este proceso es necesario cuando
los riñones no funcionan correctamente. Hay dos técnicas distintas que pueden
sustituir la función de los riñones, la hemodiálisis y la diálisis peritoneal. Se
utilizan en función de las características y las preferencias de cada persona.

2: DIALISIS PERITONEAL:
La diálisis peritoneal es una modalidad de tratamiento de sustitución de
la función renal que consiste en eliminar el exceso de toxinas y de
líquidos del organismo a través de la membrana natural que recubre los
órganos de la cavidad abdominal, el peritoneo.

2.1: TIPOS:

2.1.1: Diálisis Peritoneal Continua Ambulatoria (DPCA) o


manual.
Esta técnica no necesita ningún tipo de máquina. Se introduce el líquido
de la bolsa de diálisis peritoneal en la cavidad abdominal. Se cierra el
catéter y a las 4-6 horas se vacía la solución "sucia". Por el mismo
catéter, se vuelve a poner una bolsa nueva de líquido y así,
sucesivamente, habitualmente de 3 a 4 veces al día.

2.1.2 Diálisis Peritoneal Automatizada (DPA) o automática.


Este sistema utiliza una máquina que de manera automática llena y
vacía el líquido del abdomen. Normalmente, se hace mientras el
paciente duerme durante 8-10 horas.

2.2: INDICACIONES:

1. Enfermedad cardiovascular. Arritmias.

2. Enfermedad vascular. Estado estacionario del paciente con respecto


al volumen y a la composición de fluidos corporales.

3. Anemia, Sintomática y con requerimientos funcionales.

4. Sangrado, no necesitas anticoagulantes.


5. Diabetes Mellitus, mayor conservación de la funcional renal residual.
Control metabólico con insulina peritoneal.

6. Portadores de infecciones víricas de trasmisión sanguínea. (VIH. HEP


B. HEP C.)

7. Hipertensión severa y ganancia excesiva de peso Inter diálisis,


pueden ser mejor controlados en DPCA.

8. Problemas transfusionales.

9. Candidatos a trasplantes.

 PROCEDIMIENTO:

1. Colocación del catéter peritoneal: Se coloca un catéter suave en el


abdomen del paciente mediante una pequeña incisión quirúrgica. El
extremo del catéter se deja en el peritoneo, una membrana que
recubre los órganos abdominales.

2. Infusión de líquido de diálisis: Se llena el abdomen con líquido de


diálisis a través del catéter peritoneal. El líquido permanece en el
abdomen durante un período de tiempo determinado (ciclo de
diálisis).

3. Filtración y drenaje: El líquido de diálisis permite que los productos


de desecho y el exceso de líquido pasen a través de la membrana
peritoneal hacia el líquido de diálisis. Luego, se drena el líquido
usado del abdomen a través del catéter.

4. Reposición del líquido de diálisis: Se repite el ciclo de infusión y


drenaje varias veces al día para eliminar los productos de desecho
acumulados en el cuerpo y equilibrar los niveles de líquido y
electrolitos.

 MATERIALES Y EQUIPO:

 Bata estéril.
 Gasas estériles.
 Guantes estériles.
 Catéter peritoneal: Es un tubo flexible que se coloca en el
abdomen del paciente para permitir la entrada y salida de la
solución de diálisis. El catéter peritoneal se coloca
quirúrgicamente y debe ser cuidadosamente mantenido y limpiado
para prevenir infecciones.
 Conectores y tubos: Se utilizan conectores y tubos para conectar
el catéter peritoneal a las bolsas de solución de diálisis y permitir
el flujo de líquido.
 Pinzas de sujeción: Se utilizan pinzas de sujeción para controlar
el flujo de líquido durante la diálisis peritoneal.
 Bolsas de solución de diálisis: Estas bolsas contienen una
solución especial que se utiliza para limpiar la sangre a través del
peritoneo. Hay diferentes tipos de soluciones disponibles, como
solución salina o solución de dextrosa.
 Bolsas de drenaje: Estas bolsas se utilizan para recolectar la
solución de diálisis usada y los desechos filtrados del peritoneo.
 Vendajes o apósitos: Después de la diálisis peritoneal, se utilizan
vendajes o apósitos para cubrir el sitio de inserción del catéter
peritoneal y prevenir infecciones.
 Monitorización y control: Se requieren dispositivos para
monitorear la presión arterial, la frecuencia cardíaca y otros
parámetros vitales del paciente durante la diálisis peritoneal.

COMPLICACIONES

1. Infecciones: La infección del sitio de inserción del catéter


peritoneal es una complicación común. Esto puede resultar en
peritonitis, una infección grave del revestimiento del abdomen.
Los síntomas pueden incluir dolor abdominal, fiebre y cambios en
el color o la apariencia del líquido de diálisis.

2. Fugas de líquido: En algunos casos, puede haber fugas de


líquido de diálisis a través del sitio de inserción del catéter o a
través de pequeñas perforaciones en el peritoneo. Esto puede
resultar en una disminución de la eficacia de la diálisis y requerir
intervención médica.

3. Hernias: La diálisis peritoneal puede aumentar el riesgo de


desarrollar hernias, especialmente en el área del abdomen donde
se inserta el catéter. Las hernias pueden ser dolorosas y requerir
cirugía para su reparación.

4. Obstrucción del catéter: En algunos casos, el catéter utilizado


para la diálisis peritoneal puede obstruirse, lo que puede afectar la
capacidad de realizar la diálisis de manera efectiva. Esto puede
requerir la colocación de un nuevo catéter o la realización de un
procedimiento para desobstruir el catéter existente.

5. Cambios en el equilibrio de líquidos y electrolitos: La


diálisis peritoneal puede afectar el equilibrio de líquidos y
electrolitos en el cuerpo. Esto puede resultar en desequilibrios de
sodio, potasio y otros electrolitos, lo que puede causar síntomas
como debilidad, fatiga y cambios en la presión arterial.

CUIDADOS DE ENFERMERIA

1. Preparación del equipo: asegurarse de que el equipo de diálisis


esté limpio y esterilizado antes de su uso.

2. Higiene personal: lavarse las manos antes de manipular el


equipo de diálisis y usar guantes estériles durante el
procedimiento.

3. Inspección del sitio de inserción: verificar que el sitio de


inserción del catéter peritoneal esté limpio, seco y sin signos de
infección.

4. Control de signos vitales: monitorear regularmente la presión


arterial, la frecuencia cardíaca y la temperatura del paciente
durante el procedimiento de diálisis.

5. Control de líquidos: medir y registrar la cantidad de líquido


drenado y la cantidad de líquido infundido durante la diálisis
peritoneal.

6. Observación de signos de infección: estar atento a signos de


infección en el sitio de inserción del catéter, como enrojecimiento,
hinchazón, dolor o secreción.

7. Control de peso: pesar al paciente antes y después de la diálisis


peritoneal para evaluar la eliminación de líquidos.

8. Educación al paciente: proporcionar al paciente y a su familia


información sobre el procedimiento de diálisis peritoneal,
incluyendo la importancia de seguir las instrucciones de cuidado y
mantener una buena higiene.
9. Administración de medicamentos: administrar los medicamentos
prescritos por el médico, como antibióticos profilácticos o
medicamentos para controlar la presión arterial.

10. Monitoreo de complicaciones: estar atento a posibles


complicaciones de la diálisis peritoneal, como infecciones, hernias
o fugas de líquido peritoneal.

Es importante que el personal de enfermería esté capacitado y


actualizado en los procedimientos y cuidados específicos de la
diálisis peritoneal para brindar una atención segura y efectiva al
paciente.

HEMODIALISIS
La hemodiálisis es un tratamiento para filtrar las toxinas y el agua de la
sangre, como lo hacían los riñones cuando estaban sanos. Ayuda a controlar
la presión arterial y a equilibrar los minerales importantes en la sangre como
el potasio, el sodio y el calcio.
La hemodiálisis no es una cura para la insuficiencia renal, pero puede
ayudar a que el paciente se sienta mejor y viva más tiempo.

 TIPOS:

FISTULA
Una fístula es la opción recomendada para un acceso. Se realiza
uniendo una arteria a una vena cercana debajo de la piel para formar
un vaso sanguíneo más grande. Este tipo de acceso se recomienda
porque tiene menos problemas y dura más. Una fístula debe
colocarse en forma temprana (varios meses antes de comenzar la
diálisis), de modo que tenga mucho tiempo para cicatrizar y esté lista
para usar en el momento en que usted comience la hemodiálisis.
Usted debe ser evaluado por un médico especial, llamado cirujano
vascular, por lo menos seis meses antes de comenzar la diálisis.
INJERTO

Si los vasos sanguíneos no son aptos para una fístula, se puede


utilizar un injerto. Esto implica unir una arteria y una vena cercana con
un tubo blando y un pequeño material sintético. El injerto se encuentra
totalmente debajo de la piel.

CATETER

El tercer tipo de acceso, llamado catéter, se coloca en una vena


grande del cuello o de la ingle. Los extremos de los tubos se
encuentran sobre la piel, fuera del cuerpo. Este tipo de acceso suele
utilizarse temporalmente si una fístula o un injerto no están listos o si
necesitan reparaciones. Los catéteres pueden utilizarse como un
acceso permanente, pero solo cuando no es posible colocar una
fístula o un injerto.

 INDICACIONES

1. Insuficiencia renal crónica: cuando los riñones no pueden filtrar


adecuadamente los desechos y el exceso de líquido del cuerpo de
forma natural.

2. Insuficiencia renal aguda: cuando los riñones dejan de funcionar


repentinamente debido a una lesión, enfermedad o cirugía.

3. Intoxicación o envenenamiento: en casos de intoxicación grave o


envenenamiento, la hemodiálisis puede ayudar a eliminar las toxinas
del cuerpo de manera más rápida y efectiva.

4. Desequilibrios electrolíticos: cuando hay niveles anormales de


electrolitos en la sangre, como el potasio o el calcio, la hemodiálisis
puede ayudar a restablecer el equilibrio.

5. Acidosis metabólica: cuando hay un exceso de ácido en la


sangre, la hemodiálisis puede ayudar a eliminar el exceso de ácido y
restablecer el equilibrio ácido-base.

6. Edema pulmonar: en casos de acumulación de líquido en los


pulmones debido a una insuficiencia cardíaca o renal, la hemodiálisis
puede ayudar a eliminar el exceso de líquido y aliviar los síntomas.

7. Hipertensión arterial resistente: En algunos casos de


hipertensión arterial que no responden a los medicamentos, la
hemodiálisis puede ayudar a reducir la presión arterial.
Es importante destacar que la hemodiálisis es un tratamiento de por
vida para las personas con insuficiencia renal crónica, mientras que,
en los casos de insuficiencia renal aguda, puede ser necesario solo
por un período de tiempo limitado hasta que los riñones se recuperen.

 PROCEDIMIENTO:

1. Preparación: Antes de comenzar la hemodiálisis, se realiza una


evaluación médica para determinar la necesidad del tratamiento y
establecer un plan de diálisis adecuado para el paciente. Se coloca
una vía de acceso vascular, que puede ser un catéter venoso central
o una fístula arteriovenosa, para permitir el acceso a la sangre
durante el procedimiento.

2. Conexión a la máquina de diálisis: El paciente se sienta o se


acuesta en una silla o cama especial y se conecta a una máquina de
diálisis. Se conectan tubos a la vía de acceso vascular, uno para
extraer la sangre y otro para devolverla al cuerpo después de ser
filtrada.

3. Filtración de la sangre: La máquina de diálisis bombea la sangre


a través de un filtro llamado dializador o riñón artificial. Este filtro está
compuesto por una membrana semipermeable que permite el paso de
los desechos y el exceso de líquido, pero retiene los componentes
sanguíneos importantes.

4. Limpieza de la sangre: Durante el paso de la sangre a través del


dializador, se realiza un proceso de diálisis en el que se utiliza una
solución especial llamada líquido de diálisis. Esta solución contiene
sustancias que ayudan a eliminar los desechos y el exceso de líquido
de la sangre.

5. Control y monitoreo: Durante todo el procedimiento, se monitorea


constantemente la presión arterial, la frecuencia cardíaca y otros
parámetros vitales del paciente. También se controla la cantidad de
líquido que se extrae y se devuelve al cuerpo para evitar
desequilibrios.

6. Duración y frecuencia: La hemodiálisis generalmente se realiza


de 3 a 4 veces por semana y cada sesión puede durar de 3 a 4 horas,
dependiendo de las necesidades del paciente y la prescripción
médica.

7. Finalización del procedimiento: Una vez que se ha completado la


sesión de hemodiálisis, se desconecta al paciente de la máquina y se
retiran los tubos de la vía de acceso vascular. Se realiza un vendaje o
se coloca un apósito en el sitio de la vía de acceso para prevenir
infecciones.

Es importante destacar que la hemodiálisis es un procedimiento


médico que debe ser realizado por personal capacitado y bajo la
supervisión de un médico especialista en nefrología.

 MATERIALES Y EQUIPO:

1. Máquina de diálisis: Es el equipo principal utilizado en la


hemodiálisis. Esta máquina se encarga de bombear la sangre a través
del dializador y controlar el proceso de filtración.

2. Dializador o riñón artificial: Es un filtro que se utiliza para limpiar


la sangre durante la hemodiálisis. Está compuesto por una membrana
semipermeable que permite el paso de los desechos y el exceso de
líquido.

3. Líneas de sangre: son los tubos que conectan al paciente con la


máquina de hemodiálisis. Estas líneas permiten el flujo de sangre
desde el paciente hacia el dializador y de regreso al paciente una vez
filtrada.

4. Agujas de acceso vascular: se utilizan para acceder al sistema


vascular del paciente y permitir el flujo de sangre hacia la máquina de
hemodiálisis. Estas agujas se insertan en una fístula o un catéter
venoso central.

5. Solución de diálisis: es una solución estéril que se utiliza para


limpiar la sangre durante la hemodiálisis. Esta solución contiene una
composición similar a la del plasma sanguíneo y ayuda a eliminar las
toxinas y el exceso de líquido.

6. Bombas de infusión: se utilizan para controlar el flujo de sangre y


solución de diálisis durante la hemodiálisis. Estas bombas permiten
ajustar la velocidad de infusión según las necesidades del paciente.

7. Monitor de presión arterial: se utiliza para medir la presión arterial


del paciente durante la hemodiálisis. Esto es importante para controlar
la estabilidad hemodinámica del paciente durante el procedimiento.

8.Es importante que el monitor de flujo sanguíneo esté calibrado y


funcione correctamente para garantizar una hemodiálisis segura y
efectiva. El personal médico y de enfermería debe estar capacitado
en el uso y manejo adecuado de este monitor.

 COMPLICACIONES

1. Infecciones: Las infecciones del sitio de acceso vascular son una


complicación común en la hemodiálisis. Esto puede resultar en
infecciones locales o sistémicas, como sepsis. Los síntomas pueden
incluir enrojecimiento, hinchazón, dolor o fiebre en el sitio de acceso.

2. Coágulos de sangre: Durante la hemodiálisis, puede haber una


mayor tendencia a la formación de coágulos de sangre en el acceso
vascular o en el circuito de la máquina de diálisis. Esto puede afectar
la eficacia del tratamiento y requerir intervención médica, como la
administración de anticoagulantes.

3. Hipotensión: La hemodiálisis puede causar una disminución en la


presión arterial, lo que puede resultar en síntomas como mareos,
debilidad y desmayos. Esto puede ocurrir debido a la rápida
eliminación de líquidos y cambios en el equilibrio de electrolitos
durante el tratamiento.

4. Problemas cardíacos: La hemodiálisis puede ejercer estrés


adicional en el corazón, lo que puede empeorar los problemas
cardíacos preexistentes o causar nuevos problemas cardíacos. Esto
puede incluir insuficiencia cardíaca, arritmias o angina de pecho.

5. Cambios en el equilibrio de líquidos y electrolitos: Al igual que


en la diálisis peritoneal, la hemodiálisis puede afectar el equilibrio de
líquidos y electrolitos en el cuerpo. Esto puede resultar en
desequilibrios de sodio, potasio y otros electrolitos, lo que puede
causar síntomas como debilidad, fatiga y cambios en la presión
arterial.

 CUIDADOS DE ENFERMERIA:

1. Controlar y registrar los signos vitales del paciente antes, durante


y después de la sesión de hemodiálisis.

2. Observar y evaluar el acceso vascular del paciente (fístula


arteriovenosa o catéter venoso central) para detectar signos de
infección, obstrucción o complicaciones.
3. Mantener una adecuada higiene y asepsia durante la conexión y
desconexión del acceso vascular.

4. Controlar el flujo sanguíneo y la presión arterial del paciente


durante la sesión de hemodiálisis.

5. Monitorizar los niveles de líquidos y electrolitos del paciente,


ajustando la velocidad de ultrafiltración según sea necesario.

6. Observar y registrar la diuresis del paciente antes y después de la


sesión de hemodiálisis.

7. Controlar y registrar la ingesta y eliminación de líquidos del


paciente.

8. Administrar medicamentos según las indicaciones médicas, como


anticoagulantes o medicamentos para controlar la presión arterial.

9. Brindar apoyo emocional y educación al paciente y su familia


sobre la enfermedad renal crónica, la hemodiálisis y la importancia
de seguir el tratamiento adecuadamente.

10. Colaborar con el equipo multidisciplinario de salud para asegurar


una atención integral y coordinada del paciente.

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