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EL TRASTORNO BIPOLAR

El trastorno bipolar antes denominado «depresión maníaca», es una


enfermedad mental que causa cambios extremos en el estado de ánimo que
comprenden altos emocionales (manía o hipomanía) y bajos emocionales
(depresión).

Cuando te deprimes, puedes sentirte triste o desesperanzado y perder el


interés o el placer en la mayoría de las actividades. Cuando tu estado de ánimo
cambia a manía o hipomanía (menos extrema que la manía), es posible que te
sientas eufórico, lleno de energía o inusualmente irritable. Estos cambios en el
estado de ánimo pueden afectar el sueño, la energía, el nivel de actividad, el
juicio, el comportamiento y la capacidad de pensar con claridad.

Los episodios de cambios en el estado de ánimo pueden ocurrir en raras


ocasiones o muchas veces por año. Aunque la mayoría de las personas
presenten síntomas emocionales entre los episodios, es posible que algunas
no presenten ninguno.

Aunque el trastorno bipolar es una afección de por vida, puedes controlar los
cambios en el estado de ánimo y otros síntomas siguiendo un plan de
tratamiento. En la mayoría de los casos, el trastorno bipolar se trata con
medicamentos y apoyo psicológico (psicoterapia).

Síntomas

Existen distintos tipos de trastorno bipolar y de trastornos relacionados. Estos pueden


consistir en manía o hipomanía y depresión. Los síntomas pueden causar cambios
impredecibles en el estado de ánimo y el comportamiento, lo cual da como resultado
un gran sufrimiento e importantes dificultades en la vida.

 Trastorno bipolar I. Has sufrido al menos un episodio maníaco que puede estar


precedido o seguido de un episodio hipomaníaco o un episodio depresivo
mayor. En algunos casos, la manía puede provocar una desconexión de la
realidad (psicosis).

 Trastorno bipolar II. Has sufrido, al menos, un episodio depresivo mayor y,


como mínimo, un episodio hipomaníaco, pero nunca tuviste un episodio
maníaco.

 Trastorno ciclotímico. Has tenido durante al menos dos años —o un año en el


caso de niños y adolescentes— muchos períodos con síntomas de hipomanía y
períodos con síntomas depresivos (aunque menos graves que la depresión
mayor).

 Otros tipos. Estos comprenden, por ejemplo, el trastorno bipolar y los


trastornos relacionados inducidos por ciertos medicamentos o bebidas
alcohólicas, o debidos a una enfermedad, como la enfermedad de Cushing, la
esclerosis múltiple o un accidente cerebrovascular.
El trastorno bipolar II no es una forma más leve de trastorno bipolar I, sino un
diagnóstico diferente. Mientras que los episodios maníacos del trastorno bipolar I
pueden ser graves y peligrosos, las personas que tienen trastorno bipolar II pueden
estar deprimidas durante períodos más largos, lo cual puede causar un deterioro
importante.
Si bien el trastorno bipolar puede aparecer a cualquier edad, generalmente se
diagnostica en la adolescencia o poco después de los 20 años. Los síntomas pueden
variar de una persona a otra y pueden cambiar con el paso del tiempo.
Manía e hipomanía
La manía y la hipomanía son dos tipos diferentes de episodios, pero tienen los mismos
síntomas. La manía es más grave que la hipomanía y causa problemas más notorios en
el trabajo, la escuela y las actividades sociales, así como dificultades en las relaciones.
Además, la manía puede provocar una desconexión de la realidad (psicosis) y requerir
hospitalización.
Tanto los episodios maníacos como los hipomaníacos comprenden tres o más de los
siguientes síntomas:

 Episodios anormales de optimismo, nerviosismo o tensión

 Aumento de actividad, energía o agitación

 Sensación exagerada de bienestar y confianza en sí mismo (euforia)

 Menor necesidad de dormir

 Locuacidad inusual

 Frenesí de ideas

 Distracción

 Tomar malas decisiones, como hacer compras compulsivas, tener prácticas


sexuales riesgosas o hacer inversiones absurdas
Episodio depresivo mayor
Un episodio depresivo mayor consiste en síntomas que son lo suficientemente graves
para causar dificultades evidentes en las actividades cotidianas, como el trabajo, la
escuela, las actividades sociales o las relaciones. Un episodio comprende cinco o más
de los siguientes síntomas:
 Estado anímico depresivo, como sentirse triste, vacío, desesperanzado o tener
ganas de llorar (en niños y adolescentes, el estado anímico depresivo puede
manifestarse como irritabilidad)

 Marcada pérdida del interés o de la capacidad para sentir placer en todas —o


en casi todas— las actividades

 Adelgazamiento importante sin hacer dieta, aumento de peso, o disminución o


aumento del apetito (en niños, la imposibilidad para aumentar de peso según
lo esperado puede ser un signo de depresión)

 Insomnio o dormir demasiado

 Agitación o comportamiento más lento

 Fatiga o pérdida de la energía

 Sentimientos de inutilidad, o culpa excesiva o inadecuada

 Disminución de la capacidad para pensar o para concentrarse, o indecisión

 Pensar en el suicidio, planificarlo o intentarlo


Otras características del trastorno bipolar
Los signos y síntomas del trastorno bipolar I y II pueden comprender otras
características, como depresión ansiosa, melancolía, psicosis u otros. De acuerdo con
el momento en que ocurren los síntomas, estos pueden tener etiquetas de diagnóstico
tales como «de ciclos rápidos» o «mixtos». Asimismo, los síntomas del trastorno
bipolar pueden presentarse durante el embarazo o cambiar de acuerdo con las
estaciones del año.
Síntomas en niños y en adolescentes
Los síntomas de trastorno bipolar pueden ser difíciles de identificar en niños y en
adolescentes. Con frecuencia es difícil poder decir si esos altibajos son normales, si son
el resultado de estrés o de un trauma, o señales de un problema de salud mental en
lugar de trastorno bipolar.
Los niños y los adolescentes pueden tener episodios diferentes de trastorno depresivo
mayor o de manía o hipomanía; sin embargo, el patrón puede apartarse del de los
adultos con trastorno bipolar. Y los estados de ánimo pueden cambiar con rapidez
durante los episodios. Es posible que algunos niños tengan, entre los episodios,
períodos en los que no presenten síntomas relacionados con el estado de ánimo.
Los signos más notables de trastorno bipolar en niños y en adolescentes pueden
comprender cambios importantes en el estado de ánimo que se diferencian de sus
cambios anímicos habituales.
Cuándo consultar al médico
A pesar de los extremos anímicos, las personas que padecen trastorno bipolar a
menudo no reconocen hasta qué punto su inestabilidad emocional altera su vida y la
de sus seres queridos, y no reciben el tratamiento que necesitan.
Además, si eres como algunas personas que tienen trastorno bipolar, quizás disfrutes
de la sensación de euforia y de los ciclos de ser más productivo. Sin embargo, la
euforia siempre viene seguida de un bajón emocional que puede dejarte deprimido,
exhausto —y hasta quizá con problemas económicos, legales o de relaciones—.
Consulta al médico o a un profesional de salud mental si tienes algún síntoma de
depresión o de manía. El trastorno bipolar no mejora solo. Recibir tratamiento de
parte de un profesional de salud mental con experiencia en trastornos bipolares puede
ayudarte a controlar los síntomas.
Cuándo pedir ayuda de urgencia
Los pensamientos y los comportamientos suicidas son frecuentes en las personas que
tienen trastorno bipolar. Si estás pensando en hacerte daño, llama de inmediato al 911
o a tu número local de emergencias, dirígete a una sala de urgencias o cuéntaselo a un
familiar o amigo de confianza. También puedes llamar a una línea directa de
prevención de suicidios. En los Estados Unidos, comunícate con la National Suicide
Prevention Lifeline (Línea Nacional de Prevención del Suicidio) llamando al 1-800-273-
TALK (1-800-273-8255).
Si tienes un ser querido que está en peligro de suicidarse o ha intentado hacerlo,
asegúrate de que alguien se quede con esa persona. Llama al 911 o al número local de
emergencias inmediatamente. O bien, si crees que puedes hacerlo de forma segura,
lleva a la persona a la sala de urgencias del hospital más cercano.
Causas
Se desconoce la causa exacta del trastorno bipolar, pero este puede implicar varios
factores, entre ellos:

 Diferencias biológicas. Las personas con trastorno bipolar tienen cambios


físicos en el cerebro. La importancia de estos cambios aún es incierta, pero con
el tiempo puede ayudar a identificar las causas.

 Genética. El trastorno bipolar es más frecuente en personas que tienen un


familiar de primer grado (como hermanos o padres) con esta enfermedad. Los
investigadores están buscando genes que puedan intervenir en el origen del
trastorno bipolar.
Factores de riesgo
Los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer trastorno bipolar o que
pueden actuar como desencadenantes del primer episodio son:

 Tener un pariente consanguíneo (como padre o hermano) con trastorno bipolar


 Períodos de mucho estrés, como la muerte de un ser querido u otras
experiencias traumáticas

 Abuso de alcohol o de drogas


Complicaciones
Si no se trata, el trastorno bipolar puede provocar problemas graves que afectan todos
los aspectos de la vida, como:

 Problemas relacionados con el consumo de alcohol y de drogas

 Suicidio o intentos de suicidio

 Problemas legales o financieros

 Relaciones dañadas

 Desempeño deficiente en el trabajo o en la escuela


Afecciones simultáneas
Si padeces trastorno bipolar, es posible que también tengas otra afección que se deba
tratar junto con este trastorno. Algunas afecciones pueden empeorar los síntomas del
trastorno bipolar o hacer que el tratamiento tenga menos éxito. Por ejemplo:

 Trastornos de ansiedad

 Trastornos de la alimentación

 Trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH)

 Problemas de drogas o alcohol

 Problemas de salud física, como enfermedades cardíacas, problemas de


tiroides, dolores de cabeza u obesidad
Prevención
No existe una forma de prevenir el trastorno bipolar. Sin embargo, recibir tratamiento
tan pronto aparecen los primeros signos de un trastorno de salud mental puede
ayudar a evitar que el trastorno bipolar u otras enfermedades de salud mental
empeoren.
Si te han diagnosticado trastorno bipolar, algunas estrategias pueden ayudarte a evitar
que los síntomas leves se conviertan en episodios maníacos o depresivos completos:

 Presta atención a las señales de advertencia. Tratar los síntomas de forma


temprana puede evitar que los episodios empeoren. Es posible que hayas
identificado un patrón en los episodios bipolares y qué es lo que los
desencadena. Si sientes que estás a punto de entrar en un episodio maníaco o
depresivo, llama a tu médico. Pídeles a tus familiares o amigos que también
estén atentos a las señales de advertencia.
 Evita las drogas y el alcohol. El consumo de alcohol o drogas recreativas puede
empeorar los síntomas y aumentar las probabilidades de que regresen.

 Toma tus medicamentos exactamente como se te indicó. Es posible que te


sientas tentado a suspender el tratamiento: no lo hagas. Si dejas de tomar el
medicamento o reduces la dosis por tu cuenta, es posible que sufras efectos de
abstinencia o que los síntomas empeoren o regresen.
Diagnóstico
Para determinar si padeces trastorno bipolar, tu evaluación puede comprender:

 Exploración física. El médico puede realizarte una exploración física y análisis


de laboratorio para identificar cualquier problema médico que pudiera estar
causando los síntomas.

 Evaluación psiquiátrica. El médico puede derivarte a un psiquiatra, quien


hablará contigo acerca de tus pensamientos, sentimientos y patrones de
comportamiento. Es posible que también completes una autoevaluación
psicológica o un cuestionario. Con tu permiso, les podría solicitar a tus
familiares o amigos cercanos que brinden información sobre tus síntomas.

 Llevar un registro del estado de ánimo. Es posible que te soliciten que lleves
un registro diario de tu estado de ánimo, los patrones de sueño u otros factores
que podrían ayudar con el diagnóstico y a encontrar el tratamiento correcto.

 Criterios para el trastorno bipolar. El psiquiatra puede comparar tus síntomas


con los criterios para el trastorno bipolar y trastornos relacionados que se
describen en el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders DSM-5
(Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-5),
publicado por la American Psychiatric Association (Asociación Estadounidense
de Psiquiatría).
Diagnóstico en niños
Aunque el diagnóstico de trastorno bipolar en niños y adolescentes comprenda los
mismos criterios aplicados a los adultos, sus síntomas suelen tener patrones diferentes
y es posible que no se ajusten exactamente a las categorías de diagnóstico.
Asimismo, a los niños que padecen trastorno bipolar a menudo también se les
diagnostican otras enfermedades de salud mental, como trastorno de déficit de
atención con hiperactividad (TDAH) o problemas de conducta, lo que puede hacer que
el diagnóstico sea más complicado. Se recomienda la derivación a un psiquiatra infantil
con experiencia en trastorno bipolar.
Tratamiento
La mejor persona para guiar el tratamiento es un médico especializado en diagnosticar
y tratar enfermedades mentales (psiquiatra) que esté capacitado en el tratamiento del
trastorno bipolar y otros trastornos relacionados. Es posible que cuentes con un
equipo de tratamiento que también conste de un psicólogo, un asistente social y un
enfermero psiquiátrico.
El trastorno bipolar es una afección de por vida. El tratamiento está dirigido a controlar
los síntomas. De acuerdo con tus necesidades, el tratamiento puede comprender:

 Medicamentos. A menudo, deberás comenzar a tomar medicamentos para


equilibrar de inmediato tus estados de ánimo.

 Tratamiento continuo. El trastorno bipolar requiere tratamiento con


medicamentos de por vida, incluso durante los períodos en los que te sientas
mejor. Aquellas personas que se saltean el tratamiento de mantenimiento
tienen un mayor riesgo de que reaparezcan los síntomas o de que los cambios
menores en su estado de ánimo se conviertan en episodios completos de
manía o de depresión.

 Programas de tratamiento de día. Es posible que el médico recomiende un


programa de tratamiento de día. Estos programas brindan el apoyo y la terapia
que necesitas mientras mantienes los síntomas bajo control.

 Tratamiento del abuso de sustancias. Si tienes problemas de consumo de


alcohol o drogas, también necesitarás un tratamiento para el abuso de
sustancias. De lo contrario, puede que sea difícil controlar el trastorno bipolar.

 Hospitalización. El médico puede recomendar la hospitalización si estás


teniendo comportamientos peligrosos, si tienes pensamientos de suicidio o si
te sientes desconectado de la realidad (en estado psicótico). Recibir
tratamiento psiquiátrico en un hospital puede ayudarte a mantenerte calmado
y seguro, así como también puede estabilizar tu estado de ánimo, ya sea que
estés teniendo un episodio maníaco o depresivo mayor.
Los tratamientos principales para el trastorno bipolar consisten en medicamentos y
terapia psicológica (psicoterapia) para controlar los síntomas, y pueden comprender
grupos de apoyo y de educación.
Medicamentos
Se utiliza una serie de medicamentos para tratar el trastorno bipolar. Los tipos y las
dosis de medicamentos se recetan según los síntomas en particular.
Los medicamentos pueden comprender:

 Estabilizadores del estado de ánimo. Generalmente, necesitarás tomar


medicamentos estabilizadores del estado de ánimo para controlar los episodios
maníacos o hipomaníacos. Los ejemplos de estabilizadores del estado de ánimo
comprenden el litio (Lithobid), el ácido valproico (Depakene), el divalproato
sódico (Depakote), la carbamazepina (Tegretol, Equetro u otros) y la
lamotrigina (Lamictal).
 Antipsicóticos. Si persisten los síntomas de depresión o manía a pesar del
tratamiento con otros medicamentos, puede resultar útil añadir un
medicamento antipsicótico como olanzapina (Zyprexa), risperidona (Risperdal),
quetiapina (Seroquel), aripiprazol (Abilify), ziprasidona (Geodon), lurasidona
(Latuda) o asenapina (Saphris). El médico puede recetarte algunos de estos
medicamentos solos o junto con un estabilizador del estado de ánimo.

 Antidepresivos. El médico puede añadir un antidepresivo para ayudar a


controlar la depresión. Debido a que, en ocasiones, los antidepresivos pueden
desencadenar un episodio maníaco, por lo general, se recetan junto con un
estabilizador del estado de ánimo o un antipsicótico.

 Antidepresivo-antipsicótico. El medicamento Symbyax combina el


antidepresivo fluoxetina y el antipsicótico olanzapina. Funciona como
tratamiento contra la depresión y como un estabilizador del estado de ánimo.

 Medicamentos para la ansiedad. Las benzodiacepinas pueden ayudar con la


ansiedad y mejorar el sueño, pero suelen utilizarse a corto plazo.
Encontrar el medicamento adecuado
Encontrar los medicamentos adecuados para ti probablemente requiera un poco de
prueba y error. Si alguno no funciona contigo, hay otros que puedes probar.
Este proceso requiere paciencia, ya que algunos medicamentos tardan de semanas a
meses en hacer efecto por completo. Por lo general, solo se modifica un medicamento
por vez, para que el médico pueda identificar cuáles son aquellos que alivian los
síntomas con la menor cantidad de efectos secundarios molestos. Quizás también sea
necesario ajustar los medicamentos a medida que cambian los síntomas.
Efectos secundarios
Por lo general, los efectos secundarios leves mejoran a medida que se hallan los
medicamentos indicados y las mejores dosis para ti, y tu cuerpo se adapta a la
medicación. Habla con el médico o el profesional de salud mental si tienes efectos
secundarios molestos.
No hagas ningún cambio ni dejes de tomar los medicamentos. Si dejas de tomar los
medicamentos, es posible que sufras efectos de abstinencia o que los síntomas
empeoren o regresen. Esto puede causar mucha depresión, pensamientos suicidas o
un episodio maníaco o hipomaníaco. Si crees que necesitas hacer un cambio, llama a
tu médico.
Medicamentos y embarazo
Existen varios medicamentos para el trastorno bipolar que pueden asociarse a
defectos de nacimiento y que pueden pasar al bebé a través de la leche materna. Hay
ciertos medicamentos, como ácido valproico y divalproato sódico, que no deben
consumirse durante el embarazo. Además, los medicamentos anticonceptivos pueden
perder efectividad cuando se toman junto con ciertos tipos de medicamentos para el
trastorno bipolar.
Si es posible, habla con el médico acerca de las opciones de tratamiento antes de
quedar embarazada. Si tomas medicamentos para tratar el trastorno bipolar y crees
que puedes estar embarazada, habla con el médico de inmediato.
Psicoterapia
La psicoterapia es una parte fundamental del tratamiento para el trastorno bipolar y
puede realizarse en forma individual, familiar o grupal. Existen varios tipos de terapias
que pueden ayudar. Estas comprenden las siguientes:

 Terapia interpersonal y de ritmo social. La terapia interpersonal y de ritmo


social se centra en la estabilización de los ritmos diarios, como dormir,
despertarse y comer. Una rutina regular permite controlar mejor el estado de
ánimo. Las personas con trastorno bipolar pueden beneficiarse si establecen
una rutina diaria de sueño, dieta y ejercicio.

 Terapia cognitiva conductual. La atención se centra en identificar creencias y


comportamientos negativos y poco saludables, y reemplazarlos por otros que
sean positivos y saludables. La terapia cognitiva conductual puede ayudar a
identificar qué desencadena los episodios bipolares. También aprendes
estrategias eficaces para controlar el estrés y enfrentar situaciones
angustiantes.

 Psicoeducación. Obtener información sobre el trastorno bipolar


(psicoeducación) puede ayudarlos a ti y a tus seres queridos a comprender esta
enfermedad. Informarse sobre lo que sucede puede ayudar a obtener el mejor
apoyo, a identificar problemas, a elaborar un plan para prevenir recaídas y a
respetar el tratamiento.

 Terapia centrada en la familia. El apoyo familiar y la comunicación pueden


ayudarte a respetar el plan de tratamiento y pueden servir para que tú y tus
seres queridos reconozcan y controlen los signos de advertencia de los cambios
en el estado de ánimo.
Otras opciones de tratamiento
Según tus necesidades, pueden añadirse otros tratamientos a la terapia para la
depresión.
Durante la terapia electroconvulsiva, se aplican corrientes eléctricas a través del
cerebro para desencadenar a propósito una breve convulsión. Al parecer, la terapia
electroconvulsiva provoca cambios en la química del cerebro que pueden revertir los
síntomas de algunas enfermedades mentales. La terapia electroconvulsiva puede ser
una opción de tratamiento para el trastorno bipolar si no mejoras con los
medicamentos, si no puedes tomar antidepresivos por razones de salud, como un
embarazo, o si corres un alto riesgo de suicidarte.
Se está investigando la estimulación magnética transcraneal como opción para quienes
no responden a los antidepresivos.
Tratamiento en niños y adolescentes
Por lo general, los tratamientos para niños y adolescentes se deciden de acuerdo con
el caso, según los síntomas, los efectos secundarios de los medicamentos y otros
factores. Generalmente, los tratamientos comprenden:

 Medicamentos. Por lo general, a los niños y adolescentes con trastorno bipolar


se les recetan los mismos tipos de medicamentos que a los adultos. Existen
menos investigaciones sobre la seguridad y la eficacia de los medicamentos
para el trastorno bipolar en niños con respecto al trastorno bipolar en adultos,
por lo que las decisiones de tratamiento se suelen basar en las investigaciones
sobre este trastorno en los adultos.

 Psicoterapia. La terapia inicial y a largo plazo puede ayudar a evitar que


regresen los síntomas. La psicoterapia puede ayudar a los niños y a los
adolescentes a vivir con sus rutinas, desarrollar la capacidad de enfrentar
desafíos o situaciones, abordar dificultades de aprendizaje, resolver problemas
sociales, y fortalecer la comunicación y los lazos familiares. Y, si es necesario,
puede ayudar a tratar los problemas de abuso de sustancias que son frecuentes
en niños mayores y adolescentes con trastorno bipolar.

 Psicoeducación. La psicoeducación puede consistir en conocer los síntomas del


trastorno bipolar y la manera en que difieren de la conducta relacionada con la
edad de desarrollo de tu hijo, la situación y la conducta cultural adecuada.
Comprender el trastorno bipolar también puede ayudarte a brindarle apoyo a
tu hijo.

 Apoyo. El trabajo conjunto con maestros y terapeutas escolares y el apoyo de


familiares y amigos puede ser útil para identificar los servicios necesarios y
lograr el éxito.
Estilo de vida y remedios caseros
Probablemente tengas que hacer un cambio en el estilo de vida para detener los ciclos
de conducta que empeoran el trastorno bipolar. Estas son algunas medidas que
puedes tomar:

 Deja de beber alcohol o usar drogas recreativas. Uno de los problemas más


grandes con el trastorno bipolar son las consecuencias negativas que tienen las
conductas riesgosas y el abuso de drogas o alcohol. Si tienes dificultades para
dejarlos por tu cuenta, pide ayuda.

 Establece relaciones saludables. Rodéate de personas que sean una influencia


positiva. Tus amigos y familiares pueden brindarte su apoyo y ayudarte a
buscar los signos de advertencia de los cambios en el estado de ánimo.
 Establece una rutina saludable. Tener una rutina habitual para dormir, comer y
hacer actividad física puede ayudarte a equilibrar los estados de ánimo.
Consulta con el médico antes de comenzar un programa de ejercicios. Lleva una
dieta saludable. Si tomas litio, consulta con tu médico cuál es la ingesta
adecuada de líquido y sal. Si tienes problemas para dormir, habla con el médico
o profesional de salud mental sobre lo que puedes hacer.

 Consulta antes de tomar otros medicamentos. Llama al médico que te está


tratando por trastorno bipolar antes de tomar medicamentos recetados por
otro médico o cualquier suplemento o medicamento de venta libre. En
ocasiones, otros medicamentos desencadenan episodios de depresión o manía,
o pueden interferir en la acción de los medicamentos que estás tomando para
el trastorno bipolar.

 Considera mantener un registro de tu estado de ánimo. Mantener un registro


diario de tus estados de ánimo, tratamientos, hábitos de sueño, actividades y
sentimientos puede ayudar a identificar desencadenantes, opciones de
tratamiento efectivas y momentos en los que se necesite ajustar el
tratamiento.
Medicina alternativa
No hay mucha investigación sobre la medicina complementaria o alternativa —a veces
llamada «medicina integrativa»— y el trastorno bipolar. La mayoría de los estudios
abordan la depresión mayor, por lo que no está claro cómo funcionan estos enfoques
no tradicionales en el trastorno bipolar.
Si decides usar la medicina complementaria o alternativa además del tratamiento
recomendado por el médico, primero toma algunas precauciones:

 No suspendas los medicamentos recetados ni faltes a las sesiones de


terapia. La medicina complementaria o alternativa no reemplaza a la atención
médica habitual a la hora de tratar el trastorno bipolar.

 Sé sincero con los médicos y con los profesionales de salud mental. Cuéntales


exactamente qué tratamientos complementarios o alternativos usas o te
gustaría probar.

 Ten en cuenta los peligros potenciales. Los productos complementarios o


alternativos no están regulados del mismo modo que los medicamentos con
receta. Solo porque es natural no significa que sea seguro. Antes de usar la
medicina complementaria o alternativa, habla con el médico acerca de los
riesgos; entre ellos, las posibles interacciones graves con los medicamentos.
Estrategias de afrontamiento y apoyo
Afrontar el trastorno bipolar puede ser un desafío. A continuación, te damos algunas
estrategias que pueden ayudarte:
 Infórmate acerca del trastorno bipolar. Aprender sobre la afección que
padeces puede darte las herramientas necesarias y motivarte para continuar
con tu plan de tratamiento y reconocer los cambios de estado de ánimo. Ayuda
a educar a tu familia y a tus amigos sobre lo que afrontas.

 Mantente concentrado en tus objetivos. Aprender a controlar el trastorno


bipolar puede llevar tiempo. Mantente motivado teniendo presentes tus
objetivos y recordándote que puedes comenzar a hacer lo posible para reparar
las relaciones dañadas y el resto de los problemas causados por los cambios en
el estado de ánimo.

 Únete a un grupo de apoyo. Los grupos de apoyo para personas que padecen


trastorno bipolar pueden ayudarte a ponerte en contacto con otras personas
que enfrentan desafíos similares y a compartir experiencias.

 Encuentra medios saludables. Investiga formas saludables de canalizar tu


energía, como pasatiempos, ejercicio físico y actividades recreativas.

 Aprende formas de relajarte y de controlar el estrés. El yoga, el taichí, los


masajes, la meditación u otras técnicas de relajación pueden ser útiles.

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