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FACULTAD DE DERECHO Y HUMANIDADES

ESCUELA DE DERECHO
FLIAL HUARAZ

CURSO : DERECHO PENAL 1

PROFESOR : Dr. Julio Cesar MATOS QUESADA.

CICLO : II

TURNO : Mañana.

TRABAJO : Práctica Calificada.

TEMA : “LA IMPUTACIÓN OBJETIVA EN EL DERECHO PENAL”

FECHA : 7 de junio de 2022.

ALUMNO : ADRIAN’ZEN GUTIÉRREZ JORGE STEVEN.

Huaraz – Perú
2022
LA IMPUTACIÓN OBJETIVA EN EL DERECHO PENAL.
Fundamentos de la imputación objetiva del comportamiento. Si nos remontamos al inicio
de todo, podemos ver un claro y quiz.as el primer caso sobre lo que conocemos como
imputación, un juicio llevado a cabo con varios componentes que llevaron a realizar una
acción prohibida.
En teoría en una acción lesiva se habla de dos sujetos, la víctima y el victimario, sin embargo,
podría observarse un tercero, como parte de esta acción. Un ejemplo simple de sería en el
caso donde un sujeto con efectos de haber consumidos drogas, le dispara a otro, se puede
agregar a este acto, un tercero, que sería aquel vendedor de drogas que fue quién le facilitó
los alucinógenos, también se puede agregar al sujeto que le vendió o facilitó el arma. Se
puede argumentar que si el sujeto no hubiera estado en este estado probablemente no hubiera
realizado el acto, o si es que no tuviese el arma tampoco habría disparado. Estos ejemplos nos
conducen a otras conjeturas, quizás en un estado consciente su fin sería el mismo, si no sería
con un arma de fuego, lo haría con un cuchillo casero. Podemos también argumentar que
aquel vendedor de drogas no tiene porqué saber que es lo que harán aquellos consumidores
después de adquirir dicho producto, lo mismo que el vendedor de armas, no puede asumir que
será para asesinar sin control, o para defenderse según las circunstancias. Todas estas
conjeturas se deben tratar de manera objetiva, sino podríamos hablar de una sociedad en un
estado totalmente crítico y sin rumbo producto de la falta de objetividad en todos los casos.
Como conclusión diremos, que únicamente lo que es justamente atribuible debe calificarse de
manera generalizada como una acción.
En toda sociedad, podemos encontrar que cada individuo cumple un rol y están amparados en
líneas generales, en sus derechos, tanto propios como los que deben respetar de los demás,
libertades que no deben influir en el libre accionar de los demás y menos en perjuicio de los
mismos. En primer lugar, diremos que no pertenece al desempeño de los ciudadanos velar
por el cuidado y aminorar los riesgos de lesionarse, de los demás. Como otro punto, si el rol
de las personas se integra, no significa que estos deban velar siempre por los otros. Un tercer
punto es, que los rasgos de la conducta, que aplicarse de manera uniforme e injusto. De esta
manera aquel que tiene con otra persona un nexo de manera invariable es inofensivo, po lo
tano no vulnera su papel como habitante, así la otra persona vincule esta relación en una
estructura prohibida. Siguiendo con otro punto, puede darse que la estructura de una conexión
socialmente hablando, no solo le incumba al sujeto, también puede ser al agraviado, inclusive
en una misma dirección, se puede dar el caso que la misma conducta del agraviado sostenga
que se le atribuya la inferencia dañina, también el agraviado puede estar en la penosa
posición de estar en esta situación, por la misma fortuna, mala suerte.
Al primer ejemplo mencionado, en los inicios, donde vimos un primer caso, podríamos alegar
la culpabilidad inmediata del primer hombre, para muchos quizás injusto, pero las reglas casi
siempre suelen ser claras, no podemos ir contra lo establecido y esperar que otros se hagan
responsables, consideraremos oportuna está decisión.
El riesgo permitido, en nuestra sociedad siempre estamos en permanente interacción, con las
demás personas, esto analizado de diferentes puntos y contextos, podría generar algunos
riesgos, pero hay situaciones que nos llevan a tomar riesgos en virtud de una acción de
protección por mencionar un ejemplo, esto amparado incluso por la norma.
A menudo se pretende exponer el riesgo permitido, como consecuencia de una conjetura de
valor y utilidades, la utilidad adherida compuesto por la autonomía de la conducta que se
consigue con apoyo de la tolerancia del riesgo, por lo tanto los valores vendrían siendo la
merma de algunos posesiones cuyos estragos pueden ser producidos por el riesgo, por lo que
ambas partes deberían sostener una convivencia apropiada.
La configuración de la sociedad como fuente del riesgo permitido, generalmente lo que en
la sociedad es apropiado antecede al Derecho, se autentica a través del acto del que se
conforma como una fracción de la estructura colectiva, la que deberá ser protegida.
Exclusión de la tipicidad, y no justificación, algunas conductas que ocasionan riesgos que
son permitidos, necesariamente no deben estar transcritos en un marco particular, para poder
ser aceptados, de manera generalizada. En cuanto al entorno de lo que viene siendo la
justificación o exculpación, es el ambiente particular lo que genera que se acepten conductas
que podrían ser de alguna a forma perturbadoras.

La conducta que se permite dejará de serlo, cuando la misma Norma lo califique como
prohibido, inhabilitándolo por su amenaza concordante o imprecisa, inclusive mediante un
amedrentamiento de castigo o sanción de tipo burocrático. Mediante lo establecido de
prohibir lo que puede generar peligro, la conducta queda al margen de la esfera de lo
apropiado en la sociedad, y se conceptualiza como alterador de la convivencia de la
comunidad.
Podemos mencionar en otro punto que, si el individuo que lleva a cabo una conducta, no
obedece estas normas del ámbito jurídico, su forma de proceder no se transforma en aceptado
de manera social, por el acontecimiento de que la conducta añade componentes dirigidos a
contrarrestar los riegos.

Para finalizar el análisis de las regulaciones aplicables, hay que tratar la cuestión acerca de lo
que sucede con respecto a las regulaciones positivas tarnbién existentes; una regulación, o el
catálogo de comportamientos de una persona diligente, habitualmente no consta sólo de
prohibiciones de puestas en peligro abstractas, sino que también contiene permisiones de
comportamiento. Sin embargo, existe una diferencia abismal en su alcance. Mientras que, al
menos, las regulaciones jurídicas de carácter negativo tienen vigencia de modo categórico,
aquellas otras que establecen una permisión sólo rigen de manera relativa, concretamente,
sólo cuando se ven acompañadas de unas condiciones ideales. En sentido categórico sólo
cabe extraer de éstas últimas que la actividad en cuestión no ha de suprimirse de manera
absoluta; todo lo demás se halla sometido a reserva.

Falta por determinar quién decide cuándo un comportamiento es de un determinado tipo y


cuándo concurren condiciones ideales. Dicho con otras palabras: es el aparato de normas y de
convenciones de la sociedad sobre la base de lo que se determina lo que en un determinado
caso aún está o no permitido.

La respuesta habitual es la siguiente: se dice que el juicio debe hacerse de manera objetiva, en
concreto, por un experto en la materia respectiva, que además debe estar provisto de todos los
conocimientos y aptitudes especiales del autor.
Agradecer a nuestro docente por siempre facilitarnos la mejor información como parte del
desarrollo de nuestra carrera y crecimiento como futuros profesionales.

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