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“AÑO DE LA UNIDAD, LA PAZ Y EL DESARROLLO

ALUMNO:

DOCENTE:

TEMA:

MATERIA:

SECCION:

Chiclayo, 2023.

Teorías Científicas aplicadas al Sistema Empresarial


DEDICATORIA

El presente trabajo va dedicado en primer lugar para


el docente, que día a día, se encarga de brindarnos
conocimientos, los cuales nos van a servir de mucha
ayuda en nuestra carrera profesional, al igual que
también va dedicado, para todos los alumnos que
pronto serán futuros policías, y asi saldremos al
servicio de nuestra patria, con toda la buena actitud,
responsabilidad, disciplina, en búsqueda de la justicia,
con el fin de ir amenorando la delincuencia.
INTRODUCCION

El presente trabajo de investigación titulado: La no exigibilidad de la Conducta, es por parte de


la Escuela de Educación Superior Técnico Profesional de la Policía Nacional del Peru-
Chiclayo (EESTP-PNP), ha sido desarrollado con el propósito del aprendizaje a través de una
monografía, con el fin de estar más desarrollados en conocimientos sobre los diversos temas.

En el derecho penal comprende la improcedencia de acusación o pena ante la imposibilidad


de que el imputado pudiera actuar de una manera diferente a como lo hizo. Por lo general, la
coacción y amenaza a una persona para que cometa un delito son elementos que encuadran
en la no exigibilidad de otra conducta. En otras palabras, es la imposibilidad de exigirle a
alguien que hiciera o no hiciera, dadas las circunstancias de los hechos en los que se vio
involucrado o que tenga un comportamiento conforme a derecho, en virtud de una situación
forzosa o inevitable La Suprema Corte de Justicia de la Nación nos menciona como concepto
sobre el principio de no exigibilidad de otra conducta como: circunstancias que
concurren en la realización de una conducta ilícita, no sea racionalmente exigible al
sujeto una conducta diversa a la que realizó, en virtud de no haberse podido conducir
conforme a derecho.

A continuación daremos más fundamentación, sobre el tema ya mencionado, que nos servirá
de mucha ayuda para poder aprender más, al igual como también este trabajo queda como
justificación de todos los aprendizajes que vamos obteniendo en nuestra querida escuela de la
PNP.
La No Exigibilidad de la Conducta

La jurisprudencia y la doctrina del derecho de autor han hablado reiteradamente del


principio de que no se pueden obligar a otros actos a legitimar un procedimiento separado de
otro que pudo haber tenido lugar pero no quedó registrado. En esencia, se trata de una
renuncia al incumplimiento de alguna acción, cuya ausencia daría lugar a una desventaja
procesal para la parte perdedora. Desde un punto de vista más teórico, los "principios"
anteriores no son más que en la mayoría de los casos, opera en lugar de suponer que un acto
de incumplimiento procesal no tendrá ningún efecto procesal adverso para el incumplidor.

Es bien sabido que una de las peculiaridades del citado estudio de la doctrina del valor
probatorio de los actos procesales es la observación de que esta valoración es casi siempre
negativa; es decir, las consecuencias de la acción son perjudiciales para el sujeto. cuya
actitud se evalúa. Se explican claramente en el sentido explicado ejemplos de cláusulas que
prevén una consecuencia específica de la acción o una valoración previa del valor, aunque,
por supuesto, no se discute su regulación. Pero en diversas situaciones donde no hay reglas,
las acciones están motivadas por una declaración magistral o doctrinal, pero también son
comunes las retractaciones u omisiones como la falta de cooperación en la obtención de
pruebas, la negación categórica revelada posteriormente por pruebas directas, la presentación
de pruebas inadecuadas, etc. Por supuesto, un comportamiento procesal positivo también
puede desempeñar el papel de prueba favorable a los autores.

Este es, por supuesto, el caso especial en el que existen deficiencias jurídicas en la
forma en que está redactada la reclamación, basadas en la falta de cuantificación del
contenido de la reclamación, cuando dicho cálculo es razonablemente imposible. Nos
referimos a este principio como el "análisis" más común. Sin embargo, su surgimiento y
funcionamiento también son considerados en otras ramas del proceso civil.

En este sentido, se debe recoger la comprensión subjetiva que tiene el sujeto


delincuente sobre la conducta injusta del tipo que producirá el análisis preliminar necesario y
necesariamente lógico de los casos penales. Por tanto, la ejecución de otros actos es sin
duda el principio rector del derecho penal.
Después de su famosa contribución a la estructura del concepto de culpa (1907), Frankl
dirigió su atención a la dogmática criminal, de modo que nuestros juicios sobre la culpabilidad
del delincuente quedaron comprometidos.

La pena sólo tiene una base firme si podemos apartarnos de la disposición habitual de
las circunstancias que la acompañan, mientras que las razones para establecer la culpabilidad
pierden su firmeza cuando el autor ha actuado bajo la influencia de los hechos relevantes. Las
circunstancias, interpretaciones y delitos no están incluidos o al menos no se reflejan
plenamente en las condiciones psicológicas del autor. En la medida en que es un hecho
(conocido o desconocido; deseable o indeseable), pero esencialmente representa un
fenómeno normativo; está presente en los juicios de valor, y su contenido se denomina
contrario al deber o como culpable condenar.

Por supuesto, como estándar regulatorio, no se puede decir que el surgimiento de la


aplicación de la ley sea el resultado de eventos, sino el resultado de la evolución.

Epistemología del pecado según conceptos normativos. Goldschmidt argumentó que la


culpa reside en el incumplimiento de obligaciones normativas, pero como explica Cerezo Mir,
Freudenthal va un paso más allá y sugiere reconocer el incumplimiento de otras actividades
de acuerdo con la norma. Causas generales de exclusión de culpa extrajudicial. En este
sentido, se introdujo en el discurso dogmático la exclusión de la culpa si una persona no
asume la responsabilidad de controlar su comportamiento interno. Aunque en términos de
legalidad las instituciones se introducen a través de la formación de la culpa y luego emerge
un perfil psicológico característico a medida que se desarrollan los procesos motivacionales
psicológicos normales. De hecho, si un agente está anormalmente motivado por ciertas
circunstancias externas que impiden su elección libre y racional de hacer que su
comportamiento se ajuste a un objetivo jurídico, es imposible exigir legítimamente al agente
que haga lo contrario.

Se puede concluir que en este esfuerzo por precisar el momento normativo de la culpa,
están involucrados desde el principio los conceptos de “exigibilidad” y su inversa
“inexigibilidad”. Según esta visión, el concepto pertenece a la culpa normativa y, de hecho,
puede ser idéntico a él y convertirse en la visión dominante. De este modo, la "aplicabilidad" y
la "inaplicabilidad" ya ocupan una posición fuerte en la discusión del dogma penal, porque, ya
sea que se reconozcan o se opongan, en cualquier caso sólo sirven como conceptos en la
teoría de los elementos de la culpa penal. y son eficaces. . Sin embargo, se puede decir que
desde la victoria de la teoría normativa de la culpa, la exigibilidad como elemento de la culpa y
la no exigibilidad como base de la inocencia han prevalecido prácticamente sin oposición. Una
vez confirmados los dos primeros requisitos, a saber, la capacidad criminal y el conocimiento
de la ilegalidad subyacente, la culpa aún no está establecida porque se hace necesaria la
ejecutabilidad del segundo acto, que es un requisito inventado por Freudenthal, el título
sugiere que en el momento en que el sujeto toma su decisión criminal, debe poder detenerse
y ajustar su comportamiento a la ley, y es posible, pero es persistente en su decisión. En su
forma más breve, y utilizando la conocida expresión latina, el incumplimiento corresponde a
un principio generalmente aceptado.

En el derecho penal, igual que en el resto del derecho y de la vida social, existen casos
en los que una persona, entre varios haceres posibles, elige uno que es perjudicial para otros,
sin que ello proporcione un juicio negativo por su conducta. La culpabilidad supone algo más
que la mera posibilidad de poder actuar de un modo distinto a como se actuó. Por esa razón,
es evidente, que quien actúa en estado de necesidad tiene la capacidad de elegir entre varios
haceres posibles: o soportar la lesión de un bien jurídico o evitar esa lesión, lesionando a su
vez uno de igual o mayor valor. En efecto, la norma penal no solo debe ser determinada de
forma clara, precisa y exacta, sino que también a su vez, debe dirigirse de forma racional, de
no imponer la realización de conductas que ya de por sí resulten contrarias a la idea de
supervivencia del hombre; la norma no puede ir contra la naturaleza misma del hombre, con
su deseo de pervivencia en la sociedad. Como expresa RUDOLPHI, el recurso a la pena
como medio de prevención general y especial solo se muestra proporcionado si presupone
que el autor y los ciudadanos en general son sujetos racionales, capaces de
autodeterminación, y no objetos que puedan ser adiestrados a placer.

Por ende, la exigibilidad busca establecer si el agente pudo o no adecuar su conducta a


las exigencias del ordenamiento jurídico, PEÑA CABRERA; (…) no hay exigibilidad de una
conducta diferente, que tiene lugar cuando opera una situación que reduce notoriamente la
autodeterminación del sujeto en el momento de la acción, como marco valorativo que permite
al intérprete y aplicador de la ley establecer márgenes reales de obediencia normativa,
conforme a parámetros racionales de exigencia. La aparición de la exigibilidad, como criterio
regulador no se puede decir que obedezca a un hecho fortuito, sino a la evolución
epistemológica. Se introduce al discurso dogmático, a fin de excluir la culpabilidad cuando no
se tenía, el deber que regía la conducta interna. Con todo, se propone un juicio
individualizador, de que el juez pueda adentrarse al caso concreto, estableciendo parámetros
de valoración, conforme a la confrontación de la situación con su autor, si este fue privado de
dicho momento de su capacidad de motivación normal, si es que le era exigible comportarse
conforme al sentir normativo, conforme a los supuestos que se desprenden de la normatividad
en cuestión. Por ende, el derecho no puede, exigir comportamientos heroicos; toda norma
jurídica tiene un ámbito de exigencia, fuera del cual no puede exigirse responsabilidad alguna.

Esta exigibilidad, aunque se rija por patrones objetivos, es, en última instancia, una
cuestión individual: es el autor concreto en el caso concreto, quien tiene que comportarse de
un modo u otro. En cuanto a su naturaleza jurídica, si bien la institución fue introducida en
virtud de una formulación normativa de la culpabilidad, luego con la determinación de un
proceso psicológico de motivación normal, surge entonces, un rasgo de por si psíquico.
Realmente, no es factible exigir al agente otra conducta conforme a derecho, cuando estuvo
anormalmente motivado por determinadas condiciones externas que impidieron una libre y
racional elección a fin de adecuar su conducta los fines del derecho. El punto de partida lo
configuran situaciones en las que el autor, al cometer el hecho, se halla sometido a una
presión psíquica de tal intensidad que ya no cabe esperar una conducta conforme a derecho.
De ahí, que, a partir de ROXIN, para este autor, el juicio de culpabilidad importa, la capacidad
penal y conocimiento potencial de la antijuridicidad, donde el análisis valorativo es completado
con la “responsabilidad” que se determina conforme a los cometidos político-criminales. De
hecho, seria quizá más exacto – escribe, hablar de responsabilidad, lugar de culpabilidad,
pues la culpabilidad es solo uno de los factores que deciden sobre la responsabilidad jurídico
penal.

A nuestro modo de ver las cosas la naturaleza de los estados de inexigibilidad parte de
un doble baremo a saber: desde una sustentación que tiene que ver con el sujeto en sí, en
cuanto a las condiciones internas en las cuales se desarrolló su proceder antijuridico, de
acuerdo con su motivación normal, en el sentido de descartar situaciones concomitantes que
hayan podido provocar una reacción distinta a la esperada por la norma y, tomando en
consideración orientaciones político-criminales. Quiere decir que el Derecho, en este caso el
orden jurídico penal, no puede ser inflexible, ante determinados comportamientos humanos
que merecen una valoración intersubjetiva y teleológica diferenciada; la no exigibilidad de una
conducta distinta a la cometida va a impedir la formulación del juicio de reproche, puesto que
esta es distinta a la efectuada como principio informador del Derecho Penal y del
ordenamiento jurídico en general. Inexigibles por circunscribirse a determinadas
circunstancias excepcionales, que producen una afectación importante en la motivación
normativa. Muñoz conde refiere que “la no exigibilidad de otra conducta no es privativa de la
culpabilidad, sino un principio regulador e informador de todo el ordenamiento jurídico. En
efecto, el derecho no puede exigir comportamientos heroicos o, en todo caso, no puede
imponer una pena cuando en situaciones extremas alguien prefiere realizar un hecho
prohibido por la ley penal, antes que sacrificar su vida o su integridad física. Puesto que, tiene
capacidad penal la persona a quien se le exige que comprenda la ilicitud penal de su
comportamiento (capacidad de comprensión) y, además, se le exige comportarse de acuerdo
con dicha comprensión para evitar incurrir en delitos (capacidad de inhibición). Por tanto, se le
exige actuar de conformidad a ello.

La capacidad es un presupuesto de la exigibilidad, pues a nadie se le exige hacer lo


que no es factible realizar. En suma, la capacidad será relevante solo si se está frente a un
comportamiento de riesgo que se exige evitar. Por esa razón presupone una situación
motivacional, en la cual no sea exigible evitar el injusto a un hombre normal: “le falta al autor
la capacidad de adoptar su decisión con arreglo a las leyes de una motivación normal”. Las
causas de exculpación deben derivarse de un déficit de motivación normativa, ante
determinadas situaciones excepcionales, que producen una presión psicológica intensa en
las cuales el hombre normal hubiera sucumbido, por lo tanto el Derecho renuncia a la pena
por no poder exigir al ciudadano comportarse de forma estoica o de heroísmo puro ello
negaría la naturaleza óntica imperfecta del ser humano. La exigibilidad busca establecer si el
acto pudo o no adecuar su conducta a las exigencias del ordenamiento jurídico; no hay
exigibilidad de una conducta diferente, que tiene lugar cuando opera una situación que reduce
notoriamente la autodeterminación del sujeto en el momento de la acción, como marco
valorativo que permite al interprete u aplicador de la ley establecer márgenes reales de
obediencia normativa, conforme a parámetros racionales de exigencia. En esa medida, la
exigibilidad de otra conducta supone un juicio ex ante al momento del hecho por parte del
sujeto, esto es que considere todas las circunstancias y situaciones que han motivado su
actuar y como se habría comportado un hombre medio en esas circunstancias.

La exigibilidad es un elemento directamente relacionado con la motivación y sus límites,


pues se trata de dar soluciones a casos en lo que no es factible exigir al sujeto que evite
delinquir, debido a que por la situación motivacional en la que se encontraba no le es exigible
otra conducta. En consecuencia, la no exigibilidad tendrá efectos eximentes aun en aquellos
individuos declarados no capaces penalmente, aunque pueda hablarse de un menor
contenido del injusto en algunos casos. Retomar como fundamento de la exclusión de
culpabilidad en el estado de necesidad exculpante la situación reductora de la
autodeterminación y no el menor injusto, evita contradicciones insalvables, al tiempo que
previene cualquier confusión entre culpabilidad e injusto, asevera. Lo que si adquiere
relevancia, es dejar claro, que su valoración debe ser previa al juicio de la culpabilidad
concebida en sentido estricto (imputación individual), pues, resultara en realidad irrelevante
realizar el juicio de culpabilidad cuando ya se había demostrado que el sujeto se encontraba
en una situación de excepcionalidad que produjo una perturbación en su capacidad de
motivación normativa, acción antijuridica que pudo evitar realizar; en consecuencia
permanece subsistente el carácter de injusto, pero sucumbe indefectiblemente el
merecimiento de una sanción punitiva tan drástica, como lo es la pena, por motivos político –
criminales de común idea con los fines preventivos de la pena. Puesto que, un derecho penal
democrático no quiere ser un Derecho de héroes, sino un Derecho a la medida de la gran
mayoría. En consecuencia, las conductas implican la realización de grandes sacrificios, no
son exigibles.
CONCLUSIONES

En conclusión, el delito se excluye cuando:

Atentas las circunstancias que concurren en la realización de una conducta ilícita, no sea
racionalmente exigible al agente una conducta diversa a la que realizó, en virtud de no
haberse podido determinar a actuar conforme a derecho.

Se trata de una de las formas negativas de la culpabilidad, la primera fue la abordada


anteriormente, ya se sabe que la reprochabilidad se agota en los límites de la exigibilidad. Lo
importante de la exigibilidad halle su fundamento en la base psíquica de la conducta, o sea de
la propia culpabilidad.

La no exigibilidad de otra conducta obedece a que el caso concreto no es posible exigir al


autor otra forma de actuar que aquella que desplegó, pues no tenía capacidad de
autodeterminación para conducirse de otra manera o bien aun teniendo esa capacidad por las
circunstancias del caso no puede exigírsele la compresión de la antijuricidad de su acto, ahora
bien, se puede dar el caso de que si existe tal compresión de la antijuricidad de su acto, pero
no puede exigírsele la adecuación de su conducta con la de la norma.

Como ejemplo podemos mencionar aquel en el que una persona atiende una vacante en una
empresa y es contratada para atraer y atender a nuevos clientes, pero el desconoce que la
empresa junto con sus jefes tiene el fin de defraudar a la clientela, sin embargo el realiza su
trabajo con esmero pues sigue ordenes de su jefe y por qué desconoce el fin de la empresa,
así que no se le puede exigir una conducta diversa puesto a que el cumple solo ordenes de
sus superiores.
BIBLIOGRAFIA

Iriarte, P. (2021). La exigibilidad de otra conducta como principio rector del Derecho Penal.
Boletín informativo. https://iuslatin.pe/wp-content/uploads/2020/07/La-exigibilidad-de-
otra-conducta-como-principio-rector-del-Derecho-Penal-1.pdf

Peyrano, J. (2018). El principio de la no exigibilidad de otra conducta. Redalyc.


https://pensamientocivil.com.ar/system/files/el_principio_de_no_exigibilidad_de_
otra_conducta.pdf

Zaffaroni, E.(2020). No exigibilidad de otra conducta. Library.


https://1library.co/article/exigibilidad-conducta-causas-inculpabilidad.7q0pm3x

ANEXOS

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