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FACULTAD DE DERECHO Y HUMANIDADES

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

ENSAYO BIBLIOGRÁFICO

Autor:
Sánchez Meléndez Lleri Christina.

Docente:
Dr. Herson Antonio Otoya Yglesias

Tarapoto-Perú
LA TEORÍA DEL RIESGO

La teoría del riesgo es una teoría que se aplica al campo de la responsabilidad civil
extracontractual y es un criterio para determinar la responsabilidad de las personas
(naturales o jurídicas) involucradas en el daño ocurrido a otra persona (natural o
jurídica), sin haber tenido tal persona que soportar el daño que se le ocasionó.

Este criterio dice que son responsables de los daños de tipo extracontractual todas
aquellas personas que efectúan una conducta que tenía el riesgo de que se
presentara en concreto el resultado dañoso acontecido. Es decir, son responsables
todos aquellos que asumen el riesgo de llevar una acción que puede tener una
consecuencia dañosa para las otras personas, aún cuando la persona que asuma el
riesgo efectúe la actividad o conducta con el mayor cuidado y perfección posible. Es
decir, que es responsable todo aquel que lleve a cabo una conducta que conlleva el
riesgo de un resultado dañoso. Si este resultado se presenta, tendrá que responder.

El ejemplo más típico de éste tipo de actividades y conductas riesgosas ocurre en


materia de trásito. Esta actividad es considerada como una actividad riesgosa. Al
conducir un automóvil, la persona sabe que, por más diligente y cuidadosa que sea,
siempre existe la posibilidad de que se atropelle a alguien, que se estrelle, que dañe
el patrimonio de otro, etc. Es por ello que, aún cuando ésta persona se comporte con
la mayor diligencia, a ella se le considera responsable de los eventuales daños que
puedan ocurrir

Así ocurre, en materia de accidentes de tránsito, porque con la teoría del riesgo están
incluidos: el conductor, el propietario del vehículo, la empresa afiliadora y hasta la
empresa Leasing, porque entre todos crearon un riesgo. El conductor ejerce la
actividad riesgosa y se lucra de ella, el propietario se lucra de esa actividad riesgosa,
la empresa afiliadora se lucra de esa actividad riesgosa y la empresa Leasing también
se lucra de esa actividad riesgosa, pero no únicamente porque se lucran son
responsables, sino porque crean el riesgo. Entre todos se hacen responsables por los
daños causados. (Hernández, 2003).
NEXOS CAUSALES DESVIADOS

Esta estructura normativa o regla exige verificar si el supuesto se desarrolló dentro de


los márgenes del riesgo que objetivamente existían durante la realización del riesgo
en el resultado, no lo que él se haya imaginado sobre las consecuencias de su
conducta

En los nexos causales desviados lo que importa es verificar si el supuesto se


desarrolló dentro de los márgenes del riesgo que objetivamente existían durante la
realización del riesgo en el resultado, no lo que él se haya imaginado sobre las
consecuencias de su conducta. Ejemplo: el que hace caer a otra persona al mar para
que muera ahogado, pero al precipitarse se golpea la cabeza en una roca y fallece.
En este caso habrá imputación, ya que el sujeto activo al arrojarlo al mar, cuando éste
no murió ahogado, con la conducta del sujeto activo se produjo un riesgo
desaprobado (el cual no sólo contiene el ahogo sino también los golpes que podría
sufrir), y como tal, al morir por un golpe de la cabeza, este resultado es objetivamente
imputable al sujeto activo. (VILLAVICENCIO, 2011)

Interrupción del nexo causal, en esta estructura normativa o regla se analizan los
supuestos de interrupción del nexo causal por acciones humanas autónomas. Se
produce en estos casos una desviación del curso causal que, en cuanto no quepa
contar él ex ante, no puede imputarse a la conducta inicial, por mucho que este
entrañara un riesgo suficiente de causar la muerte de otro modo. Para fines didácticos
cito el siguiente ejemplo: la víctima herida mortalmente que recibe un nuevo disparo
de un tercero, y a consecuencia de este, fallece.
IMPUTACIÓN

En la actualidad la teoría de la imputación objetiva va aproximándose a ser una teoría


general de la conducta típica, es decir, en el que la atribución del resultado ya no es
la cuestión dominante, sino que la imputación objetiva debe extenderse fuera del
ámbito de la imputación de resultado.

La imputación objetiva no es una simple teoría de la causalidad o un correctivo de la


misma, sino que es una exigencia general de la realidad típica. En ese sentido, la
causalidad entre acción y su resultado sólo puede constituir una parte del elemento
“imputación objetiva”. La causalidad va implícita en ese juicio de imputación. Un
primer límite mínimo para la realización típica es la causalidad natural. Luego de
verificada la causalidad natural, la imputación requiere comprobar, primero, si la
acción ha creado un peligro jurídicamente desaprobado, y, segundo, si el resultado
es producto del mismo peligro. Estos dos criterios son la base para la determinación
de la imputación objetiva. (BRUERA, 2001)

ROL NEUTRAL EN LA IMPUTACIÓN

Ya la propia denominación de estas conductas alude un aspecto de la intervención


delictiva que en el Derecho penal ocupa una zona libre de responsabilidad penal,
ubicándose en el ámbito de lo comúnmente conocido como riesgo permitido. Con una
terminología variada como, por ejemplo, conductas neutrales, conducta socialmente
estereotipada, conducta sin relación de sentido delictiva, conductas cotidianas,
conductas inocuas, conductas adecuadas una profesión u oficio, entre otras, se afirma
que todo obrar neutral tiene la garantía persede no ser punible, aun cuando, en
algunos casos, puede en sí mismo coincidir fácticamente con una colaboración o
favorecimiento a un delito cometido por otra persona. (CARO, 2005)

La doctrina mayoritaria en la actualidad confiere a las conductas neutrales un


tratamiento diverso, sin embargo, existe cierta coincidencia en el enfoque cuando
dicha doctrina ubica el problema dentro del capítulo de la participación, como una
especie de grupo de casos que, en vista de su peculiaridad neutral, obliga un
tratamiento diferenciado de los demás supuestos de inducción y complicidad

PROHIBICIÓN DE REGRESO

Si existe una institución que ha sido objeto de una verdadera evolución dogmática en
el marco de la teoría general de la imputación es la prohibición de regreso. Su
concepción actual dista mucho de su inicial formulación planteada por FRANK, para
llegar a ser entendida como un criterio normativo de limitación de la participación
criminal.

No cabe duda que ha sido el profesor alemán Günther JAKOBS quien con mayor
acuciosidad ha protagonizado la reformulación de esta figura normativa para delimitar
el ámbito de la tipicidad tanto para delitos dolosos como imprudentes. Este autor
sostiene que no es jurídico-socialmente coherente que el carácter delictivo de una
actividad sea impuesto arbitraria y unilateralmente por el autor del hecho, aun cuando
el posterior resultado lesivo producido se halle conectado causalmente con la
aportación prestada por un tercero: “quien asume con otro un vínculo que de modo
estereotipado es inocuo, no quebranta su rol como ciudadano, aunque el otro
incardine dicho vínculo en una organización no permitida. Por consiguiente, existe
una prohibición de regreso cuyo contenido es que un comportamiento que de modo
estereotipado es inocuo no constituye participación en una organización no
permitida”. Y es que, en efecto, en este nivel de análisis se debe partir de la noción
básica de que el Derecho penal no puede reprimir acciones socialmente inocuas o
estereotipadas. (VILLAVICENCIO, 2011).

Es por ello, conforme a lo que se viene afirmando, la prohibición de regreso se basa


en la idea de que no se puede hacer responsable a quien realiza una aportación que
es en sí misma cotidiana y socialmente inofensiva, y que sólo por la puesta en marcha
de planes de terceros puede adquirir el sentido de un curso dañoso.

Es, entonces, la idea básica y político-criminalmente necesaria de frenar una excesiva


responsabilidad “hacia atrás” la que subyace a la prohibición de regreso y la que se
halla actualmente generalizada en la doctrina. Una vez más, la causalidad se muestra
abiertamente insatisfactoria para la resolución de casos, en los que es innegable el
nexo causal entre la aportación inicial y el posterior resultado lesivo.

CONCLUSIONES

La jurisprudencia peruana ha mostrado un gran desarrollo en estos últimos años,


respecto de la teoría de la imputación; pues, ésta ha servido para sentar una doctrina
jurisprudencial; así como también, ahora viene siendo empleado para la resolución
de casos penales específicos, vale decir, para sustentar fallos; y principalmente,
ahora viene siendo empleado por los juzgados de primera instancia para sustentar
sus decisiones; no obstante, dicho desarrollo aún está incompleto porque la
jurisprudencia muestra ausencia de desarrollo de varios criterios de la teoría de la
imputación objetiva.

En la jurisprudencia peruana existen sentencias que desarrollan de forma pulcra y


reflexiva la teoría de la imputación objetiva, siendo éstas principalmente las emitidas
por la Corte Suprema; así mismo, existen sentencias que desarrollan de una forma
promedio o relativo la teoría de la imputación objetiva, siendo éstas las emitidas por
los juzgados de primera instancia. Excepcionalmente, se observan buenas sentencias
de primera y segunda instancia que han desarrollado la teoría de la imputación
objetiva para sustentar sus decisiones en la resolución de casos penales.

En la jurisprudencia peruana sólo se han empleado los criterios normativos de: el


riesgo permitido, el principio de confianza, y la prohibición de regreso; mostrando
ausencia de desarrollo de los otros criterios de la imputación objetiva.
BIBLIOGRAFÍA

BRUERA, Matilde M. (2001): “Teoría de la imputación objetiva”. En: “Derechos


humanos 1”, Cuadernos del Centro de Estudios e Investigaciones en Derechos
Humanos de la Facultad de Derecho de la U.N.R., Argentina: Editorial Juris.

CARO, J. A.(2005). En La impunidad de las conductas neutrales. A la vez, sobre el


deber de solidaridad mínima en el Derecho penal. Editores del Puerto

HENANDEZ (2003) “Teoría del riesgo. Facultad de Derecho UNARP. Argentina.

VILLAVICENCIO Felipe A. (2011) La imputación objetiva en la jurisprudencia


peruana. Lima, Perú

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