Está en la página 1de 4

GUIA DE EXAMEN SEGUNDO PARCIAL CONSEJERIA

ETAPA III – PROGRAMAS DE ACCIÓN


Esta etapa trata con la dimensión de acción del proceso de ayuda.
El propósito de todo proceso de ayuda es la acción, es decir, el cambio
conductual constructivo. Es por eso por lo que el orientador debe aprender
completa y vivencialmente los principios básicos que apoyan al
mantenimiento y cambio de conducta.
 Refuerzo – la razón por la cual las personas inician y repiten una
conducta es por la recompensa o el refuerzo que se les da. La falta de
refuerzo hace que se extinga una conducta. Se debe entender que una
conducta no deseada es mantenida por el refuerzo, entonces para eliminar
ese tipo de conductas se ocupa eliminar primero lo que la refuerza.
 Castigo – este reduce la probabilidad de que una persona repita una
conducta. El castigo, por si mismo, no enseña ni sustituye conductas
más creativas; más bien crea un clima emocional negativo. En
ocasiones, el castigo sirve para satisfacer las necesidades emotivas del
castigador más que la necesidades de crecimiento de la persona que está
recibiendo el castigo.
 Eludir – evitar una situación dolorosa causa que se refuerce en sí
misma. La conducta de eludir es muy común, llega a limitar la
posibilidad de nuevo aprendizaje y cuando evitamos, nuestro aprendizaje
es altamente resistente a la extinción.
 Moldear – este usa el reforzamiento sistemáticamente en un proceso
gradual con el objetivo de poder instituir, aumentar y fortalecer conductas
deseables. El orientador debe evitar pasos de acción que sean demasiados
largos. La falta de motivación o fuerza de voluntad del cliente, con
frecuencia sólo significa una pobre configuración. se refiere a la gradual
pero sistemática eliminación de conductas indeseables (por ejemplo, la
habilidad de eliminar activamente la tensión en el cuerpo de uno, una
conducta que es incompatible con la ansiedad)
El enfoque para la solución de problemas es una técnica sistemática, de
sentido común que puede usarse para ayudar al cliente a actuar en formas
más constructivistas:
 Identificar y clarificar el problema (lo cual se hace en etapa 1 y 2)
 En caso de haber varios problemas, priorizar esos que estén relacionados
con la tensión del cliente y su sistema de valores.
 Establecer metas concretas que puedan trabajarse.
 Hacer un censo de los medios disponibles para alcanzar esas metas.
 Escoger los medios disponibles más efectivos, esos que tienen la mayor
probabilidad de éxito.
 Establecer un criterio conductual concreto por el cual el éxito o fracaso
del programa de acción pueda medirse.
 Implementar el programa de acción, durante este proceso el orientador
debe usar destrezas de la etapa 1 y 2 para sostener, reforzar y estimular al
cliente.
El adiestramiento cómo tratamiento – sólo cuando el cliente logre ser
adiestrado en las destrezas de la etapa 1 y 2 él mismo se vuelve su propio
orientador. Este puede ser una metodología de solución de problemas.
Los orientadores de bajo nivel nunca llegan a las etapa 3 o empiezan la etapa 3
prematuramente, sin ninguna preparación.
El último criterio para juzgar si el proceso de ayuda realmente ayuda o no a
cambiar al cliente.
Una vez el cliente ve la necesidad de actuar, con frecuencia necesita ser
ayudado a actuar. Sin embrago, aun cuando el orientados use esas destrezas de
las etapas anteriores, ahora también necesita destrezas para el programa de
acción.
Sherman propone unas preguntas agudas acerca del proceso de ayuda que
tienen partículas relevancia para los programas de cambio conductual.
Identificando objetivos conductuales:
1. Conducta mal adaptada. ¿Cuál es la naturaleza de la conducta mal
adaptada y cuáles son sus rasgos componentes?
2. Severidad de componentes. ¿Cuál es la relativa severidad de los
componentes?
3. Objetivos y prioridades. ¿Cuáles van a ser los objetivos conductuales
de la terapia, y cuál es su orden de prioridad?
Etapa III: Programas de acción
4. Base de objetivos. ¿Están los objetivos en función de las quejas del
cliente, de las teorías del terapeuta o de las dos?
5. Acuerdo sobre objetivos. ¿En qué medida están los objetivos
establecidos y acordados al principio de tratamiento?
Especificando procedimiento de tratamiento
1. Procedimientos y bases. ¿Qué procedimientos usará el terapeuta, y
cuál es la base para su selección?
2. Relación entre procedimientos y conductas de mala adaptación.
¿Varían los procedimientos para los diversos componentes de la
conducta de mala adaptación?
3. Orden de procedimientos. ¿Cuál será el orden de aplicación de los
procedimientos?
4. Cambiar procedimientos. ¿Podría haber cambios en los procedimientos
según progrese la terapia, y cuál será el criterio para introducir tales
cambios?
5. Características del terapeuta. ¿Qué características personales del
terapeuta le pueden hacer más o menos conveniente o inclinado a usar
procedimientos particulares con clientes particulares.
6. Características del cliente. ¿Qué características personales del cliente
pueden hacerle mas o menos inclinado a buscar un terapeuta famoso
por usar procedimientos particulares?
Evaluando cambios conductuales:
1. Medidas de cambio. ¿Qué instrumentos de medición y escalas de
puntuación serán usadas para expresar la extensión del cambio
terapéutico para cada componente de la conducta más adaptable?
2. Ponderaciones para las diferentes fuentes de juicio. ¿Cuáles son los
pesos relativos a darse a los juicios del terapeuta, del cliente, de la familia
y amigos del cliente, y de observadores independientes?
3. Criterios de éxito y terminación. ¿Qué criterios se usan para decidir si
los objetivos conductuales han sido alcanzados y/o para decidir que el
tratamiento debe terminarse?
4. Influencias de la vida diaria. ¿Cómo pueden ser aislados los cambios
debidos a procedimientos de tratamiento específico de aquéllos debidos a
factores variables en la vida diaria del cliente su situación de trabajo,
armonía conyugal, y salud física?
5. Interdependencia y características del cliente. ¿Hasta qué punto son
los cambios terapéuticos (o falta de ellos) que aparecen como debidos a
procedimientos de tratamiento específico, parcialmente debidos a una
interdependencia con ciertas características del cliente tales como edad,
sexo y clase social?
6. Estabilidad y durabilidad de los cambios. ¿Cómo podría fijarse la
estabilidad y durabilidad de los cambios terapéuticos después de que el
tratamiento se completa, y cómo podría tal información ser incorporada
en la evaluación total del tratamiento?
7. Efectos colaterales del tratamiento. ¿Podría haber cambios positivos o
negativos que resulten de los procedimientos de tratamiento pero hacia
los cuales no fueron dirigidos los procedimientos, y cómo podrían tales
efectos colaterales
ETAPA III – PROGRAMAS DE ACCIÓN
1. Identifique y clarifique los problemas en la vida del cliente.
2. Establezca prioridades; o sea, determine cuál problema va a recibir
atención inmediata. No ayude al cliente a derrotarse a sí mismo al hacerlo
trabajar sobre demasiados problemas al mismo tiempo.
3. Establezca metas concretas, que pueden ser trabajadas, a las cuales el
cliente esté encaminado.
4. Haga un censo tan completo como sea posible de los medios
disponibles para alcanzar cada meta concreta. Liste las formas
concretas para instituir y fortalecer las fuerzas facilitadoras y para
debilitar o eliminar las fuerzas restrictivas.
5. Elija los medios que son acordes con el sistema de valores del cliente y
que le ayudarán lo más efectivamente para alcanzar las metas
establecidas.
6. Establezca criterios por los cuales la efectividad de los programas de
acción pueden ser evaluados.
7. Implemente: use los medios elegidos para alcanzar las metas
establecidas.
8. Revise y evalúe el progreso del diente.

También podría gustarte