Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Las habilidades y capacidades requeridas por un directivo para llevar a cabo estas
actividades son diversas. Por lo tanto, se pueden identificar tres dimensiones distintas del
directivo: su habilidad estratégica, su capacidad ejecutiva y su habilidad de liderazgo. Es
importante destacar que un directivo puede destacar en una dimensión y no tanto en otra.
Además, las organizaciones pueden necesitar más de un tipo de talento en determinados
momentos o circunstancias, por lo que describir al directivo "ideal" tiende a ser inútil. Sin
embargo, la cualidad de liderazgo parece ser siempre necesaria, ya que su ausencia podría
llevar a la desintegración de la organización. A continuación, se analizarán con más detalle
cada una de estas dimensiones del directivo.
El directivo como estratega o emprendedor.
Dimensión estratégico-formal
La dimensión estratégica de la gestión se centra en lograr resultados efectivos para la
organización y en identificar oportunidades en el entorno que generen un valor significativo
a través de las operaciones. Esto implica adaptarse estratégicamente para aprovechar dichas
oportunidades. Aunque las oportunidades existen, el director debe tener la capacidad de
percibir ciertos aspectos de la realidad que suelen pasar desapercibidos para la mayoría.
Dada la limitación del conocimiento, las decisiones estratégicas conllevan cierto grado de
incertidumbre, y aunque hay herramientas conceptuales para formular estrategias, la
evaluación precisa solo es posible con información posterior de control. Un estratega
competente se destaca por su capacidad para anticipar este proceso, tomando decisiones
acertadas que permitan que la organización se adapte eficazmente al entorno. A veces,
cuando esta es la única dimensión considerada por el director, puede ir acompañada de lo
que se conoce en los análisis de liderazgo como "orientación a la tarea", en contraposición
con la "orientación a la persona". En estos casos, el enfoque del director se centra
exclusivamente en los resultados y se preocupa por la organización como un mecanismo,
estableciendo vínculos con los subordinados basados en el interés mutuo. Se describe a
estas personas como negociantes puros, interesados en la perspectiva externa del negocio y
en los resultados, pero que, por falta de interés o habilidades, tienden a crear una estructura
mínima para alcanzar estos objetivos.
El directivo como ejecutivo.
Dimensión psicosocial-ejecutiva
El talento ejecutivo de un directivo implica la capacidad para descubrir los talentos y
habilidades de las personas a las que dirige. Para ello, es capaz de aprovechar el impulso
que suponen las motivaciones internas de esas personas a través de un diseño de tareas que
apele a ese plano de motivación. Un directivo con gran capacidad ejecutiva tiende a
concebir la organización como un organismo vivo que se va desarrollando y aprendiendo.
Llega a discernir capacidades potenciales para hacer cosas en personas que ignoran que las
poseen, y es capaz de estructurar y repartir las tareas de modo tal que ese producto vendible
sea también producible.
El talento ejecutivo entraña una extraordinaria habilidad para comunicar objetivos difíciles
a gran número de individuos, e incluye una percepción en profundidad tanto de las
debilidades como de los aspectos positivos de los seres humanos concretos. Por supuesto, el
directivo ejecutivo es capaz de conseguir logros significativos en esa dimensión de la
organización que hemos llamado atractividad.
Gracias a estas habilidades, el directivo es capaz de “hacer, hacer”. Esta es la razón por lo
que a las personas con esta cualidad se les conoce con el nombre de ejecutivos. Su
habilidad consiste en encontrar el estilo adecuado para conseguir los objetivos de la
organización a través de los miembros de la misma.
El directivo como líder.
Dimensión institucional –moral
El liderazgo de un directivo es lo que le impulsa a preocuparse no tan sólo de que se hagan
ciertas cosas que convienen a la organización para que sea eficaz. Tampoco le basta con
que esas cosas sean más o menos atractivas para las personas que han de realizarlas. Busca,
sobre todo, que las personas desarrollen todo su potencial y que interioricen la misión de la
organización; se preocupa de “la satisfacción de las necesidades reales” de sus miembros:
los motivos extrínsecos, intrínsecos y trascendentes; su aprendizaje técnico, estructural
intramotivacional y estructural Inter motivacional: El líder trata de mantener y hacer crecer
la unidad de la organización.
CAPACIDADES Y HABILIDADES DEL DIRECTIVO
· Capacidad es la posibilidad de ejercer una habilidad, por tener todos los requisitos para
ello, en especial el conocimiento que se requiere. La capacidad se forma por la adquisición
de conocimientos que permiten el aprendizaje y la incorporación racional de criterios de
decisión.
· Habilidad es la demostración de la posesión de una capacidad mediante su ejercicio.
La capacidad está ligada con la actitud y aptitud para realizar una tarea o labor; la habilidad
con el comportamiento a la hora de realizarla. La capacidad es saber. La habilidad es saber
hacer.
Consejero: ayuda a la gente a identificar los objetivos y las alternativas para avanzar en la
carrera profesional y la gestión que desempeña en la institución. Esta dispuesta a asistir a la
gente para aclarar y avanzar sus proyectos profesionales y personales y a mostrarles tantos
los obstáculos como las oportunidades, para integrarlos en forma efectiva con los objetivos
y la misión de la institución.
Motivador: ayuda a las personas a identificar un camino y a desarrollar planes de acción
para conseguir los objetivos personales y de la organización
Asertivo: es la persona que tiene claridad de los objetivos y la forma como conseguirlos
para obtener beneficios propio y dar beneficios a los demás.
Atento a escuchar: esto es con la finalidad no de convencer, sino de poder escuchar las
necesidades de los demás miembros que conforman la organización escolar.
El conocimiento y manejo de los paradigmas gerenciales en el Supervisor de empresas, le
permite no tan sólo realizar una gerencia exitosa, sino gestionar un liderazgo de calidad el
cual tiene fundamento en el poder legítimo y en gran medida surge de la inteligencia
emocional de él como líder y su capacidad para entender y servir de guía a los demás.
4.6.2 Coaching
El Coaching puede darse de manera informal, por ejemplo, durante una conversación en el
trabajo con un compañero o subordinado, en la que se trata un tema relacionado con el
desempeño. En este caso, más bien se trata de una conversación en la que se utilizan
técnicas de Coaching para ayudar al otro a mejorar.
El Coaching formal, o en sentido estricto, es una relación profesional en la que el coach y
su cliente siguen un proceso que estimula el pensamiento y la creatividad para encontrar
soluciones que ayuden al cliente a maximizar su potencial personal.
El coach es un profesional entrenado en escuchar, observar y adecuar su enfoque a las
necesidades individuales de su cliente. Busca extraer soluciones y estrategias de su cliente,
cree que este último es creativo por naturaleza y que está lleno de recursos. Por eso la
entrevista de Coaching se basa en la mayéutica, es decir el arte de formular preguntas para
ayudar al otro a descubrir cosas, fundamento de todo aprendizaje, que solamente él mismo
puede descubrir. El trabajo del coach es proporcionar apoyo para perfeccionar las
habilidades, los recursos y creatividad que el cliente ya posee. Por esta razón, el coach
nunca da consejos, nunca le dice a su cliente lo que debe o debiera hacer. El coach no es un
asesor, no es un especialista a quien hay que consultar como experto de algún tema, ya que
el cliente es el experto sobre su vida y trabajo, y por tanto, quien tiene que decidir. También
es necesario distinguir entre el Coaching y la terapia. El Coaching va dirigido a personas
sanas, que aunque en ocasiones se pueden estar enfrentando a graves problemas, desean la
ayuda de un profesional para salir adelante. En muchas ocasiones, la terapia busca en el
pasado la causa de los problemas actuales del paciente, para llegar a la raíz y ayudar a
sanar. En cambio, el Coaching está siempre orientado hacia el futuro, buscando la mejora
de lo que ya en sí está bien. Es en esencia algo diseñado para campeones que quieran seguir
triunfando, no es una acción correctiva o remediar para un empleado problema.
Podríamos decir que sugiere que es el momento de que las organizaciones grandes y
jerárquicas den espacio a "hot groups" más pequeños, igualitarios y desordenados que
impulsan la efectividad organizacional. Aunque los "hot groups" pueden surgir de diversas
estructuras existentes, no se limitan a ser simplemente otra unidad estructural; son más bien
un estado de ánimo obsesionado por una tarea, una actitud compartida por los miembros del
grupo. Estos grupos son esenciales para que las empresas enfrenten el caos de entornos
cambiantes rápidamente.
Los analistas de sistemas enfrentan desafíos al señalar defectos y proponer soluciones sin
perjudicar a la organización. La información de calidad es esencial, ya que la toma de
decisiones basada en datos precisos contribuye a la efectividad. La comunicación y el
conocimiento de la organización son cruciales para recoger, analizar y estructurar
información.
BIBLIOGRAFIAS
http://www.monografias.com/trabajos11/modsupv/modsupv.shtml#GERENC
http://webdiis.unizar.es/~jamarro/IEPI%20en%20ADD/Documentacion/ElIngDirectivo.pdf
https://direccioncomofuncionadmonygerenciavls.blogspot.com/p/3_9250.html
https://direccioncomofuncionadmonygerenciavls.blogspot.com/p/3_8821.html
https://direccioncomofuncionadmonygerenciavls.blogspot.com/p/3_8821.html
Thomas S. Bateman Scott A. Smell
https://direccioncomofuncionadmonygerenciavls.blogspot.com/p/3_8821.html
http://www.tuobra.unam.mx/publicadas/040921170149.html
http://www.tuobra.unam.mx/publicadas/040921170848.html