Psicología comunitaria Yulisa García Mora

Análisis de la película: TAMBIEN LA LLUVIA

La película “También la lluvia” habla sobre un rodaje grabado en Bolivia,
Cochabamba, de una película española sobre el descubrimiento de América, todo
se complica cuando se produce una insurrección popular en la que está implicado
como líder Daniel, uno de los actores locales. Si se conjugan dos relatos
acaecidos en distintas épocas suele ser para extraer un paralelismo en el que los
hechos de uno resuenan en los del otro, aportándoles un nuevo significado, y
viceversa. Al mismo tiempo o como otra opción, el recurso puede servir para
demostrar que nada ha cambiado, a pesar del paso de los siglos, o que los
cambios no han sido suficientes. Conjuga muy bien una crítica social nada velada,
la explotación que hacían Colón y sus hombres no es tan diferente a la que ejerce
el productor con los sueldos de los extras, unas intenciones de denuncia con
respecto a la privatización del agua y los conflictos humanos y personales que,
queramos o no, son en realidad lo que suele engancharnos a las películas

Comienza el rodaje. Presentación de los actores, de su implicación con sus

papeles. Mientras tanto, la empresa del agua local cierra los pozos de recogida de
agua de la lluvia. Las autoridades la respaldan. Se produce una insurrección
popular contra las autoridades por cerrar los pozos de recogida de agua de lluvia.
La insurrección dificulta el rodaje de la película. Sobre todo cuando Daniel se
implica como líder en la “Guerra del agua”.

Los productores, que fungen el papel de agentes externos, tratan de evitar que
Daniel continúe participando en las reivindicaciones pero no lo logran, ni siquiera
sobornándole. Daniel es detenido por las autoridades bolivianas, cosa que
imposibilita el rodaje de algunas secuencias clave. Una vez que logra sacar
adelante las secuencias más esenciales, el equipo de la película se va a marchar
a una zona más segura para proseguir el rodaje.

Hay una escena en que la mujer de Daniel pide a Costa que acuda a ayudar a su
hija, que ha sido víctima de los disturbios, aquí podría mostrarse como la
confianza que han generado en la comunidad.
Las mujeres de Cochabamba en También la lluvia ofrecen una resistencia que no
solo une el plano político y el personal de una manera más sentida. En una
escena, un grupo de mujeres se niega a representar el ahogo de sus hijos, que
realizarían con el fin de evitar su sufrimiento en manos de españoles. Esta
reacción demuestra que el pasado colonial y el presente no ofrecen
necesariamente un continuum.
Esta narrativa colonial se fundamenta en un “neo-colonialismo”, que en el contexto
de la Cochabamba contemporánea encuentra serios reparos. Esto implica que el
ex colonizador no haya cambiado del todo y que ahora represente el capital
extranjero global. El “rebelde” ahora sí puede ganar; esa es la gran diferencia.