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1Cada vez más estancado el cine colombiano

Michael Steven Mendez Castro


2018

Hace más de un mes, Ciro Guerra, volvió a lanzarse al estrellato con su nueva película:
Pájaros de verano, en la cual se apuesta por un ritmo más sereno, adecuado al cine
que se consume en este país.

Es la segunda entrega cinematográfica de Ciro Guerra, es diferente en aspectos


radicales como la inclusión y adaptación de un género más pasable, creando un
entretenimiento garantizado, sin dejar de lado la crítica social que tanto ha
caracterizado a este director en específico. La primera entrega, El abrazo de la
serpiente, es una obra de arte, no solo limitándose a criticar la extracción de material
indígena, sí no a su vez mostrando la fuerte influencia de la religión como movimiento
creador de masacres, y usurpación del bien ajeno, que según las costumbres
amazónica eran de una suprema divinidad estos bienes. Un aspecto desfavorable para
el público es que la película nunca se habla en español latino, y si se hiciera la
traducción de esta película, quedaría igual o peor a la traducción de Apocalypto dirigida
por Mel Gibson, perdiendo la lengua con la cual se identifica la misma, y este éste fue
uno de los problemas estéticos por los cuales la población colombiana no quiso darle
una oportunidad a esta película, hasta no haber sido galardonada en la alfombra roja,
haciendo irresistible el hecho de verla, ya que se había convertido en moda.

Con en este antecedente, Ciro reestructura su nueva película, haciendo de pájaros de


verano, una crítica social a nuestros grupos indígenas, pero sin dejar de lado la trama
que entretiene y gusta al público, añadiendo un humor básico, en los momentos
asistentes o muy complicados, y mostrando en otra perspectiva cómo las drogas no
sola dañan al que las consume, demostrando con hechos cómo destruyó a las
comunidades que las creaban y exportaban. En un primer momento, nos
encontraremos con la historia de una de las primeras traficantes de la cultura Wayúu,
Úrsula nos cuenta la historia de cómo Rafael quien será su yerno posteriormente,
termina involucrado en la venta de marihuana, para poder desposar a su hija Zaida.
Cumpliendo con todos los requisitos que le imponía Úrsula. Lo interesante es cómo se
desenvuelve la trama, y no como objeto principal el narcotráfico, en esta historia cómo
en “El ruido de las cosas al caer” el narcotráfico solo es una base para que se
desenvuelve la historia, acá lo que verdaderamente importante, es el papel principal de
la mujeres Wayúus, demostrando con Úrsula el primer empoderamiento de una red tan
gigante, y la forma racional de poder tomar las decisiones que más los pueden
beneficiar, por otro lado es interesante cómo este negocio no solo afecta a sus líderes,
si no atenta con el exterminio de su comunidad.

Generando un toque literario, y por poco dramático, la estructura de la película es


dividida por capítulos, en los cuales se hacen saltos de tiempo, pero que a medida que
va avanzado el capítulo nos damos cuenta inmediatamente de todo lo que ha pasado
durante el lapso que se saltó, en uno de estos, nos damos cuenta que Rafael se
convierte en el líder principal de la familia, en el negocio de exportación, el papel que
nos muestra Úrsula, es fundamental demostrando siempre que es la razón en el
pensamiento, que es aquella que prevé lo que puede pasar si se actúa de forma
incorrecta, y Rafael sin entender esto, ingenuamente entra en un círculo vicioso de
violencia, este círculo en el que acaba por entrar es el único que termina por acabar
con toda su familia, y con él mismo. Es fantástico lo que llegan a hacer Ciro y Carolina,
es muy completo, mostrando no solo problemas sociales, sino llegando hasta una parte
sentimental, en la que mostrará cómo cada uno de los personajes principales está
siendo destruido emocionalmente, aunque suene crudo, el público colombiano por fin
se da cuenta que los Wayúus, también son humanos y que no carecen de
sentimientos, ni de inteligencia, dando a entender que ellos también son parte de una
sociedad.

El cine colombiano está viviendo un momento muy importante, está en su cúspide,


podemos aprovechar a Ciro como director, cumple las características que necesita el
pueblo Colombiano, no es un director egocéntrico del cual se ufana de los
conocimientos que tiene, por el contrario es recursivo para expresar su conocimiento,
para comunicar las problemáticas sociales que está viviendo su país, demostrando que
su cine no es para eruditos, su cine es del pueblo y para el pueblo, abordando la
problemática de qué si el pueblo se educa, es el mismo el que va a cambiar su triste
realidad, es por esto tan importante esta nueva cinta, demostrando cómo en 2h 5m, se
puede abordar toda la problemática histórica que nos ha dejado el narcotráfico por ser
unos de los creadores de estas drogas ilícitas, “Si hay familia, hay honor. Si hay honor,
hay palabra. Si hay palabra, hay paz”.

Bibliografía

Builes, C (31 de Julio 2018), Reseña de Pájaros de verano, ELESPECTADOR.COM,


Sesión de cultura, [En línea]. Consultado 12 agosto 2018] Disponible en:
https://www.elespectador.com/noticias/noticias-de-cultura/pajaros-de-verano-traficar-
en-tierras-ancestrales-articulo-803426

El comentario crítico, Universidad Sergio Arboleda, Escuela de Filosofía y


Humanidades, Departamento de Gramática, Lectura y Escritura Académicas, Material
diseñado y elaborado por los docentes del Departamento de Lectura y Escritura
Académicas

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