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448 ÉTICA EUDEMIA LIBRO 11 449

acciones voluntarias y conformes a su libre elección, 10 que hacen o sufren los hombres por necesidad, como
pero no de las involuntarias; y todo lo que hace después en verdad dice Eveno ":
de haberlo deliberadamente escogido, está claro que lo Todo lo forzoso cosa dolorosa es,
20 que hace voluntariamente. Es evidente, pues, que la vir-
tud y el vicio estarán entre las cosas voluntarias.
de manera que si una cosa es penosa, es forzosa, y si
es forzosa, es penosa. Pero todo lo que es contrario al
es penoso (porque el apetito es para lo agrada-
7. Acción voluntaria e involuntaria
ble) y, por ello, forzoso e involuntario. Por tanto, lo que 35
es conforme al apetito es voluntario, pues estas cosas
Por consiguiente, hemos de averiguar qué es lo vo-
son recíprocamente contrarias.
luntario y lo involuntario, y qué la libre elección, pues-
Además, toda perversidad lo hace a uno más injusto,
to que la virtud y el vicio se definen por ellos. Antes
y la incontinencia parece ser una perversidad. El hom-
todo, hemos de considerar lo voluntario y lo involunta-
bre incontinente es aquel que obra de acuerdo con el
r i ~ ' ~Estas
. acciones parecen ser una de estas tres
apetito y contrariamente a la razón, y manifiesta su in-
25 cosas: deseow, elección y pensamiento; lo voluntario
continencia cuando su conducta está regida por el ape-
estando en conformidad con una de ellas, mientras que
tito, de suerte que el incontinente obrará injustamente i m b
lo involuntario les es opuesto. Pero el deseo se subdivi-
al obrar de acuerdo con su apetito. Luego obrará volun-
de en tres: volición, impulso y apetito, de suerte que
tariamente, y lo que es conforme al apetito es volunta-
hemos de distinguir estas cosas, y primero considerar
rio. (Pues, en verdad, sería extraiio que fuera más justo
la conformidad con el apetito. haciéndose incontinente.)
30 Ahora bien, todo lo que es conforme al apetito pare-
Pues bien, de esta consideración parecería despren-
ce ser voluntario. En efecto, todo lo involuntario parece derse que lo conforme al apetito es voluntario, pero lo
ser forzoso, y lo forzoso es penoso, al igual que todo que sigue indicaría lo contrario. En efecto, todo lo que 5
uno hace voluntariamente lo hace deseándolo, y lo que
uno desea lo hace voluntariamente, pero nadie desea
'5 Aristóteles nos dice en la Ética Nicomáquea (libro 111) que son
lo que cree que es malo. Sin embargo, el incontinente
involuntarias las cosas que se hacen por fuerza o por ignorancia, y
que lo voluntario es aquello cuyo principio está en uno mismo. Aquí, no hace lo que desea, pues la incontinencia consiste en
al analizar el concepto de voluntario, procede por eliminación: la ac- obrar contrariamente a lo que se cree que es lo mejor
ción voluntaria no puede indentificarse ni con la acción de acuerdo bajo la influencia del apetito; de donde resultará que
con el deseo (cap. 7), ni con la acción de acuerdo con la elección (cap. la misma persona obrará al mismo tiempo voluntaria
a), y, por ello, debe ser con la acción de acuerdo con el pensamiento
(cap. 9).
e involuntariarnente, y esto es imposible. Además, el con- lo
En griego órexis, que, junto con el intelecto, es, segun ARIST~- tinente obrará de una manera justa, y más que la incon-
TELES, el causante del movimiento (cf. Acerca del alma 433a8). Se sub- tinencia; pues la continencia es una virtud y la virtud
divide en tres especies: epithymía #apetito*, thymós aimpulso~y boú- -

lesis woliciónm. según que sea totalmente irracional, capaz de ser do- '' Pentametro de Eveno de Paros, que floreció alrededor del 460
minado por la razón, o deseo razonado, respectivamente. antes de C.

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