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432 ÉTICA EUDEMIA LIBRO 11 433

ción *8 Esto es evidente por inducción 2', pues en todos Establecidas así estas distinciones, decimos que la
1 2 1 9 ~los
casos así lo establecemos; por ejemplo, hay una ex- función corresponde, por igual, a la acción y a la virtud,
celencia del manto, porque éste tiene una función y un aunque no de la misma manera; por ejemplo, un zapato 20
5 USO, y el mejor estado del manto es su excelencia, y aná- es el resultado del arte del zapatero y del ejercicio de
logamente ocurre con una nave, una casa y las demás este arte. Si, entonces, hay una virtud del arte del zapa-
cosas, y, en consecuencia, también con el alma, que po- tero y del buen zapatero, su función es un buen zapato.
see su función. Admitamos, asimismo que el mejor mo- Y de la misma manera, también, en los demás casos.
do de ser tiene la mejor función y que la misma rela- Además, concedamos que la función del alma es ha-
ción que guardan entre sí los modos de ser es la que cer vivir, y que esto consiste en un uso y un estar des-
guardan entre sí sus respectivas funciones. Ahora bien, pierto (pues el sueño es una especie de inactividad y
la función de cada cosa es su fin; de donde resulta cla- de reposo); por consiguiente, ya que la función del alma 2s
ramente que la función es mejor que el modo de ser, y de su virtud es, necesariamente, una e idéntica, la fun-
lo ya que el fin es lo mejor como fin; en efecto, se ha esta- ción de la virtud será una vida buena. Éste, entonces,
blecido como principio que lo mejor y lo último es el es el bien perfecto, que, como hemos dicho, es la felici-
fin, a causa del cual existen todas las demás cosas. Es dad. Y esto es evidente partiendo de las premisas esta-
evidente, pues, que la función es mejor que el modo de blecidas. estas eran que la felicidad es lo mejor, y que
ser y la disposición. los fines y los bienes mejores están en el alma, y que 30
Pero la palabra afunciónn se dice en dos acepciones: lo que hay en el alma es un modo de ser o una activi-
en ciertos casos, en efecto, la función es algo distinto dad. Y puesto que la actividad es mejor que el modo
is del uso; por ejemplo, la función de la arquitectura es de ser, y la mejor actividad que el mejor modo de ser,
una casa, no el acto de construir; la de la medicina, es y que la virtud es el mejor modo de ser, entonces la
la salud, no la acción de curar o sanar; en cambio, en actividad de la virtud del alma es lo mejor. Pero la feli-
los otros casos, el uso es la función; por ejemplo, la fun- cidad era también lo mejor; luego la felicidad es la acti-
ción de la visión es el acto de ver, y de la ciencia mate- vidad de un alma buena. Y, dado que la felicidad era 35
mática, la contemplación. De ahí que, en los casos en algo perfecto, y que hay una vida perfecta y una vida
los cuales el uso es la función, el uso sea necesariamen- imperfecta, y lo mismo ocurre con la virtud (pues una
te mejor que el modo de ser. es total y otra parcial), y que la actividad de las cosas
imperfectas es imperfecta, entonces la felicidad deberá
28 U .obra*, ya que la palabra érgon tiene en Aristóteles este do-
ser la actividad de una vida perfecta en concordancia
ble significado (cf. Ética Nicomáquea 1 1, 1094a).
con la virtud perfecta a.
29 Dice Aristóteles, en la Ética Nicomáquea (1 139b28-29), que to- Que lo que decimos sobre el género y la definición 40
da enseñaza parte de lo ya conocido, unas veces por inducción y otras de la felicidad es correcto, queda probado por nuestras i m b
por silogismo. Por inducción entiende el autor la reunión de los casos opiniones comunes. Creemos, en efecto, que obrar bien
particulares, mediante lo cual se prepara el camino a la inteligencia,
o sea la intuición inmediata de lo universal contenido en los casos
particulares. Sobre el silogismo, véase, supra, n. 132 de la Btica Nico- O virtud completa y total, que comprende todas las virtudes
o excelencias.

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