La existencia de la voluntad es un descubrimiento medieval.
A lo largo de la Edad Media se la denominó
voluntad, voluntad de la razón, apetito racional, apetito intelectivo, apetito de la voluntad racional, mente desiderativa, potencia motiva, apetito superior, facultad apetitiva, fuerza apetitiva, virtud apetitiva, alma apetitiva, afectiva superior, etc. Definición
Es el apetito racional por el que nos
inclinamos al bien conocido por la Inteligencia (es decir, el bien espiritual no el bien sensible). Acto: Amar
No actúa al margen de la razón, sino
simultáneamente con ella. No se ama lo que no se conoce.
Amar es su acto propio, distinto de apetecer
(apetitos), sentir (sensación o sentimientos) y conocer (el intelecto), querer (afecto sensible).
Lo que los deseos o impulsos son a la
sensibilidad es la voluntad a la vida intelectual. Objeto: El Bien
Conocemos el bien con la razón práctica.
Hay una jerarquía en los bienes, unos son más altos que otros, esta es la razón de que existan bienes que colman más que otros el ansia de felicidad. Los bienes materiales no hacen plenamente feliz porque son inferiores a la persona en la escala del ser. La Voluntad: Potencia Pasiva
No actúa por iniciativa propia
Es pasiva respecto a su fin propio: la
felicidad
De entrada, no ama en acto nada, ha de ser
movida por la inteligencia
El crecimiento de la voluntad es la virtud.
Espiritualidad De La Voluntad
Como carece de soporte orgánico
puede crecer indefinidamente. Se puede pensar y amar lo que no es materia. Se puede conocer que conocemos y se puede querer querer. Se puede conocer que la voluntad quiere y se puede querer conocer. Inteligenica y voluntad susceptibles de crecimiento irrestricto. Pueden conocer y querer cada vez más y mejor. 1. Voluntad Natural
Es pura potencia, no ha sido actualizada
por la inteligencia Es el estado de la voluntad antes de conocer el bien Antes de la intervención de la inteligencia nada puede amar la voluntad. Es tendencia al bien correspondiente a su dimensión espiritual y a su posesión que es la felicidad. Voluntad Natural
Está abierta al fin último, a ser
enteramente feliz. Negarlo es ateísmo.
Todo hombre desea, por naturaleza, ser
feliz.
Respecto al deseo natural de ser feliz
nadie se puede equivocar, sí cabe el error en la elección de los medios –conocidos por la Inteligencia- que conducen a ella. Voluntad Natural
No se dirige la voluntad de entrada a
Dios (fin último), pues ESTE NO HA SIDO CONOCIDO AUN POR LA INTELIGENCIA.
La voluntad puede quedarse inédita,
en puro deseo de felicidad, sin elegir (es el caso de los niños abortados). 2. Voluntad Racional Sigue a los actos de la razón práctica que descubre muchos bienes mediales o fines que no son el “Fin Último”.
Tendencia espiritual iluminada por
la inteligencia, que despierta en ella el conocimiento del bien. Libertad En La Voluntad
Se manifiesta cuando interviene la
inteligencia.
La inteligencia apoya con motivos
la actuación libre de la voluntad, si no existe ese apoyo no hay libertad.
Es más libre cuando, después de la
intervención de la inteligencia, la voluntad refuerza la tendencia con las virtudes. Compañera de la Inteligencia
La Voluntad, en sus actos, está abierta al bien o al
mal que le presenta la inteligencia. La apertura de la Voluntad natural es manifestación de libertad. Los actos de la Voluntad que siguen a la razón son actos deliberados. Querer los medios amando el fin, es propio sólo del hombre porque sólo él puede universalizar. Fin Y Medios
Los medios son lo útil. Aquello en vistas a lo
cual utilizamos todos los medios es el fin. Todos los medios se ordenan al bien común. Ese bien lo es socialmente. Pero el bien social no es el fin último porque el hombre no se reduce a ser social. Lo que plenifica al hombre es el mayor bien personal. A saber Dios. Dios es bien común pues es el que establece el orden en el universo. Es bien personal porque ordena a sí a cada persona y entre ellas sin homogeneizarlas. Fin Ultimo De La Voluntad
El fin último de la voluntad es Dios.
Que Dios es el fin último de la voluntad se
conoce de modo intelectual, no por la voluntad: esta ama o no ama, pero no conoce ni demuestra nada.
La Voluntad puede querer a Dios como fin
último por su apertura al bien irrestricto, pues es potencia espiritual. RESPONSABILIDAD
La voluntad se plasma en la conducta;
dando origen a acciones voluntarias. Una acción voluntaria es una acción conscientemente originada por mí, es una acción mía. El hecho de tener voluntad implica responsabilidad: al hombre se le pueden pedir cuentas de lo que hace porque lo hace queriendo. El hombre es responsable de sus acciones ante los demás, ante la ley, ante la comunidad. PASOS EN EL EJERCICIO DE LA VOLUNTAD
1° el deseo es el sentimiento producido por el bien
no poseído, resultado del conocimiento sensible (si el bien es sensible) o intelectual (si se trata de un bien espiritual).
2° la deliberación que sopesa las distintas
posibilidades o caminos para llegar a lo querido (intervención de la razón práctica).
3° la elección que consiste en decidir cómo y con
qué medios llevar a cabo la acción que me permita alcanzar el fin querido. Distinción Entre Desear, Querer y Amar
Es distinto desear, querer y amar.
Desear es el afecto producido por el bien no poseído. El animal solo puede desear bienes sensibles fruto de su conocimiento sensible. El hombre puede desear además bienes espirituales; en él ese deseo será un acto de la voluntad. Querer es el afecto fruto del conocimiento sensible que despierta el bien. Quiere el animal y quiere el hombre lo mismo (bienes materiales). Amar es el acto de la voluntad por el que amamos el bien espiritual y hacemos el bien a otras personas.
La confusión surge porque -en general- desear, querer y amar son –
en el caso del ser humano- concomitantes y concurrentes, porque el mismo objeto puede ser es a la vez deseado y querido. Por ejemplo: una pizza puede ser a la vez deseada y querida. Otro caso: un hijo por nacer que es a la vez deseado y amado por los futuros padres. El Amar En El Ser Humano
Tanto el amar como el desear se ponen en
movimiento a partir de un conocimiento previo. “Nada es amado si no es antes conocido”.
Recordemos que el Apetito tanto de índole
sensible como intelectual surge a partir del conocimiento.
En el ser humano, se dan juntos el conocimiento
sensible y el intelectual. Ejemplo de Intervención De Los Sentidos Y De La Inteligencia
El olor que despide un postre lo percibe nuestro
olfato como agradable. El sentido común envía esa percepción a la memoria que recuerda haberlo sentido antes, y lo desea (apetito concupiscible). Este apetito surge de modo inmediato tanto en el animal como en el ser humano. Su objeto (el bien) es captado por el intelecto como el postre que más nos gusta y quiere comerlo o no (sólo en el hombre). Ejemplo: Intervención De La Voluntad
En el animal no hay conocimiento intelectual ni
intervención de la voluntad, sino que surge el deseo que desencadena siempre un movimiento hacia el bien conocido o de huida del mal percibido.
El hombre es el único que puede, una vez
percibido el bien decidir el movimiento hacia él o la huida de él, actitud que depende de la voluntad. La Volición de Bienes no Sensibles
También se puede ilustrar la diferencia entre el
desear y el amar, cuando el bien percibido intelectualmente no es sensible. El animal no puede desear la justicia, la igualdad, la fraternidad, la paz, porque no las conoce el hombre sí. Propiamente decimos que el hombre ama la paz, la justicia, etc. porque son bienes que sólo pueden ser conocidos por la inteligencia. Otro Ejemplo:
Vemos una bebida de un color atractivo. Lo
normal es que deseemos beberla, sin embargo, al descubrir en la etiqueta que dice “veneno”, no querremos hacerlo aunque el deseo sea muy intenso. Muchas veces es la inteligencia la que rectifica el deseo sensible ya que éste discierne sólo sobre lo conveniente a la naturaleza animal, y es la inteligencia la que completa la información. Aplicación Práctica Pongamos el caso de los libros, nuestros sentidos pueden sentirse atraídos por la apariencia de la portada, por la fama del escritor, a por el deseo de “estar al día”, o hacer alarde de que leímos el último “best seller”, pero nuestra inteligencia es la que debe juzgar sobre la conveniencia de ese deseo para nuestra persona (puede ser un veneno) como la bebida a que nos referíamos en el ejemplo anterior.