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Es la inclinación natural del ser humano que se activa por el conocimiento intelectual.
El bien no es equívoco ni unívoco sino análogo porque se atribuye proporcionalmente por
ser honesto, deleitable y/o útil. Es decir, todo aquello que nuestra VOLUNTAD busca es
tiene una utilidad para la vida, embellece y hace que la vida se pueda disfrutar, y, aporta
cierto bienestar. De esta manera se entiende cómo la VOLUNTAD sólo se orienta al bien,
pues el bien reúne en sí mismo la utilidad, delectación y utilidad, razón por la cual la
VOLUNTAD se cataloga como un apetito racional elícito.
Con base en lo anterior se puede decir que los actos del hombre (animal racional /
anthropos) y los actos humanos no son lo mismo pues los actos humanos son voluntarios,
los actos del hombre no. Por tanto, dado que la VOLUNTAD apetece el bien, el bien es
consecuentemente el fin, por ello el fin es lo primero en la intención y lo último en la
obtención. Es así como se entiende que el fin es la esencia de los actos humanos, pues
hay que investigar para conocerlo y amarlo racionalmente. (Esto quedará más claro
después de la actividad de los videos que realizaremos al final de la semana).
1. VOLUNTARIEDAD e INVOLUNTARIEDAD