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Universidad Mariano Gálvez de Guatemala

Facultad de Ciencias Económicas

Maestría en Estándares Internacionales en Contabilidad y Auditoria

Auditoría con enfoque en cumplimiento fiscal y empresarial

Lic. Christian Miguel Rosales Barillas

INTRODUCCIÓN A LA LEGISLACIÓN TRIBUTARIA

Trabajo:

Principio de IGUALDAD

Principio de PROGRESIVIDAD

Ediberto Isaac López y López 1937-10-11288


Luis Enrique López Alvarez 1937-11-1233
Melissa Analy Aldana López 1937-11-5820
Luty Lisbeth Rojas Chun 1937-11-11281
Miriam Lorena Aju Teleguario 1937-11-14034

02 de febrero de 2023
INDICE

INTRODUCCIÓN ………………………………………………………… i
PRINCIPIO DE IGUALDAD…………………………….. ……………… 4
PRINCIPIO DE PROGRESIVIDAD ……………………………….……. 5
CONCLUSIÓN……………………………………………………………. 7
BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………….……. 8
ANEXOS…………………………………………………………….……. 9

2
INTRODUCCION

De acuerdo a lo establecido en la constitución política de la república de Guatemala,


contempla derechos y obligaciones de todo guatemalteco tiene, otorgando una certeza
jurídica a la población y a inversionistas extranjeros o nacionales para contribuir a la
económica del estado, estableciendo que nadie es superior a la Ley. Por tanto, La igualdad,
igualdad bajo la ley, igualdad ante los ojos de la ley o igualdad jurídica es el principio que
reconoce que todas las personas deben ser tratadas de la misma manera por la ley, y que estén
sujetas a las mismas leyes para poder respetar el debido proceso, reconoce la equiparación
igualitaria de todos los ciudadanos en derechos civiles y políticos, por lo tanto, la ley debe
garantizar que ningún individuo o grupo de individuos sea privilegiado o discriminado por
el estado sin distinción de raza, sexo, orientación sexual, género, origen nacional, color,
origen étnico, religión u otras características ya sean personales o colectivas sin parcialidad.
El principio de igualdad es propio del liberalismo y la democracia.
El principio de progresividad constituye otro principio de justicia tributaria no establecido
expresamente por el Ordenamiento jurídico; aunque directamente deducible del principio de
igualdad tributaria, en su vertiente de igualdad real o material. En este sentido, se predica del
sistema tributario; exigiendo que la contribución al gasto público se incremente más que
proporcionalmente conforme se incrementa la riqueza del contribuyente. Todo ello mediante
el expediente bien, y, sobre todo, del establecimiento de una tarifa progresiva, bien, y con
menor incidencia, de la ordenación de exenciones, de deducciones o de tipos de gravamen
reducidos. La función a alcanzar con la progresividad del sistema tributario no es el
incremento de la recaudación, sino la redistribución de la renta.

3i
PRINCIPIO DE IGUALDAD
“Todos los habitantes del territorio guatemalteco están obligados a pagar impuestos”, este
principio establece que tanto los nacionales como los extranjeros se benefician de las
instituciones públicas, de los servicios públicos que el Estado presta y por consiguiente, en
igualdad de circunstancias; también tienen la obligación de contribuir al gasto público,
tomando en consideración que el imperio de la ley se extiende a todas las personas que se
encuentran en el territorio de la república. Todos los habitantes de la república de Guatemala,
deben pagar sus impuestos, nacionales y extranjeros con residencia en el país.
La igualdad es una de las garantías principales que la ley otorga a los ciudadanos y en este
caso según el artículo 4 de la Constitución Política de la República de Guatemala al orientar
este principio a materia tributaria, entendemos que no debe existir algún tipo de diferencia o
preferencia en cuanto a la oportunidad de contribuir al gasto público, por medio de los
tributos, los cuales deben de ir dirigidos tomando en cuenta las capacidades y oportunidades
por igual para todos los contribuyentes
El principio de igualdad constituye un valor, no solamente del sistema tributario, sino del
conjunto del ordenamiento fundamental En ese sentido, en materia tributaria, el principio de
capacidad económica y en general, el conjunto de los criterios de distribución de la carga
tributaria.
La Corte de Constitucionalidad de Guatemala ha desarrollado también el principio de
igualdad en materia tributaria, Analizo el principio de la igualdad tributaria ha señalado que
dicho principio es uno de los elementos inherentes a un tributo equitativo y justo, como los
que deben integrar el sistema impositivo guatemalteco, a tenor de lo normado en el artículo
243 constitucional. En su manifestación más sencilla, la igualdad consiste en dar igual
tratamiento impositivo a los contribuyentes que se encuentren en igualdad de circunstancias
o condiciones. Es universalmente aceptado por la doctrina tributaria que el principio de
igualdad no priva, ni restringe la facultad del Estado para que, en ejercicio de su poder
imperio, establezca categorías de contribuyentes, afectándoles con diferente tributos o grave
determinadas actividades mientras exime otras, siempre que tales distinciones tengan una
base razonable y respondan a una finalidad económica o social del Estado.
En Guatemala, el desarrollo jurisprudencial de los principios tributarios es evidente,
especialmente el de igualdad tributaria, debido a que para la justa distribución de las cargas
tributarias se debe respetar el citado principio, porque no todos los contribuyentes tienen las
mismas condiciones para soportarlas y responder por el pago del tributo. Justica tributaria y
capacidad de pago están relacionadas y vinculadas al principio de igualdad tributaria, y se
persigue que quien posee más pague más, el que posee menos pague menos y el que nada
posee no pague nada.

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PRINCIPIO DE PROGRESIVIDAD

Un impuesto justo es aquel que consulta la capacidad económica de cada uno de sus
ciudadanos, de manera que aquellos ciudadanos con más recursos deben contribuir más que
aquellos con menos recursos.
En aplicación de este principio el impuesto se impone progresivamente según los ingresos o
el patrimonio del ciudadano, así que entre más altos más alta será el porcentaje de
contribución.
El principio de progresividad tributaria se basa en la necesidad de imponer a los ciudadanos
un impuesto progresivo en función de la capacidad económica de cada uno.
Este principio se fundamenta en la hipótesis de que la presión fiscal sobre los distintos
contribuyentes sólo es equitativa si, a medida que aumenta la renta y/o el patrimonio, los
contribuyentes pagan una cantidad más que proporcional a su aumento de renta y/o
patrimonio. Es decir, cuanto mayor sea la renta mayor será el porcentaje a pagar en forma de
impuestos
La progresividad es una de las formas en que se pueden interpretar los principios de
capacidad económica y de igualdad y trata de responder a la pregunta de cómo tratar
desigualmente a contribuyentes que se encuentran en diferente situación económica. Su
fundamento teórico se encuentra en la ciencia económica, concretamente en la teoría de la
utilidad marginal decreciente de la renta y la riqueza.
En una tributación lineal tanto ricos como pobres pagan el mismo porcentaje de impuestos,
por ejemplo, el 30%, y así en valores absolutos el más rico paga más, pero sigue
contribuyendo en la misma proporción que el más pobre: el 30%.

Funciones y características
La progresividad puede darse de distintas formas:
• Por clases: se establecen distintos tipos de renta y se aplica un porcentaje a cada nivel
de renta.
• Por escalones: se fijan distintos tipos de escalones de renta y se aplica un porcentaje
en cada escalón.
• Progresividad continua: se dividen distintos tipos de escalones, pero de forma más
detallada, de forma que cada nivel de renta, por muy pequeña que sea, tenga un
porcentaje distinto.

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Por otro lado, una de las tres principales funciones del principio de progresividad es que los
impuestos recaigan sobre las personas con mayor capacidad económica.
La segunda función es que sirve para aplicar los impuestos de acuerdo a la situación
patrimonial de cada persona.
Y la última función es que, aunque tiene en cuenta la capacidad económica, establece que no
toda sea para pagar impuestos, sino que se tienen en cuenta las necesidades de cada persona

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CONCLUSION

Hay un viejo dicho que dice "todos son iguales ante la ley", El autor Anatole France dijo en
1894: "En su majestuosa igualdad, la ley prohíbe a los ricos y pobres dormir bajo puentes,
mendigar en las calles y robar panes".
El principio de igualdad ante la ley es incompatible y deja de existir con sistemas legales
como la esclavitud, la servidumbre, el colonialismo, la monarquía y la teocracia, Igualdad
ante la ley, es el conjunto de derechos y garantías del ordenamiento jurídico.
El contenido de las leyes sea igual para todos, o desigual si así corresponde, sobre la fase o
en función de la justicia. Igualdad ante la ley, se deben interpretar y aplicar el ordenamiento
jurídico, sin incurrir en discriminación, este principio solo implica la no discriminación por
parte del estado como una limitación de su poder y no aplica a personas o empresas privadas
ya que implicaría una violación de derechos y libertades individuales como los de libre
Asociación, expresión o de propiedad
La Corte defiende el establecimiento de las tarifas progresivas como expresión de un
«sistema justo y equitativo»; haciendo efectivo el principio de capacidad económica
Sentencia de 24/04/0843; que se vehiculiza a través del principio de igualdad tributaria; así
afirma que «el principio de capacidad de pago debe cobrar efectividad mediante la creación
de impuestos que respondan de tal forma que a mayor capacidad contributiva, la incidencia
debe ser mayor y de esta forma, el sacrificio sea igual» Sentencia de 24/04/0844. Aunque
dicha propuesta, en su literalidad, no garantiza la progresividad de la medida, ya que dicho
efecto tributario también se alcanza en los tributos proporcionales; por lo que la progresividad
no sólo exige que, a mayor capacidad, el gravamen sea mayor, sino que sea más que
proporcional.

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BIBLIOGRAFÍA

https://economiadesdecasa.com/principio-de-progresividad-
tributaria/#:~:text=El%20principio%20de%20progresividad%20tributaria%20se%20basa%
20en%20la%20necesidad,capacidad%20econ%C3%B3mica%20de%20cada%20uno.&text
=Gravar%20un%20impuesto%20de%20porcentaje,las%20personas%20con%20bajas%20r
entas.
https://www.expansion.com/diccionario-juridico/principio-de-progresividad.html
https://www.gerencie.com/principio-de-progresividad-tributaria.html
https://taxdown.es/taxductor/principio-de-progresividad-tributaria/
https://www.minfin.gob.gt/images/downloads/dcp_marcolegal/bases_legales/Constitucion_
politica_de_la_republica_de_guatemala.pdf
file:///C:/Users/USUARIO/Downloads/principio%20de%20legalidad%20(1).pdf

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ANEXOS
CASO PRÁCTICO
(PRINCIPIO DE IGUALDAD Y PROGRESIVIDAD)

EXPEDIENTE 427-2015

INCONSTITUCIONALIDAD GENERAL PARCIAL

EXPEDIENTE 427-2015

CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD, INTEGRADA POR LOS MAGISTRADOS


GLORIA PATRICIA PORRAS ESCOBAR, QUIEN LA PRESIDE, MANUEL
DUARTE BARRERA, MAURO RODERICO CHACÓN CORADO, HÉCTOR HUGO
PÉREZ AGUILERA, ROBERTO MOLINA BARRETO, RICARDO ALVARADO
SANDOVAL Y CARMEN MARÍA GUTIÉRREZ DE COLMENARES.

Guatemala, veintiuno de julio de dos mil quince.

Se tiene a la vista para dictar sentencia, la acción de inconstitucionalidad general


parcial promovida por Edgar Stuardo Ralón Orellana, Erick Arnoldo Ralón Orellana y Fabián
Augusto Zetina Vásquez, objetando el artículo 1º. del Acuerdo emitido por el Presidente de
la República el veintiuno de noviembre de mil novecientos setenta y nueve, publicado en el
Diario de Centro América el veintinueve de enero de mil novecientos ochenta. Los
postulantes actuaron con su propio auxilio profesional. Es ponente en el presente caso el
Magistrado Vocal I, Manuel Duarte Barrera, quien expresa el parecer de este Tribunal.

ANTECEDENTES

I. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DE LA IMPUGNACIÓN

Lo expuesto por los accionantes se resume: A) Afirman que el artículo impugnado viola los
artículos 4º. y 243 de la Constitución Política de la República de Guatemala, que contienen
los principios de igualdad, justicia y equidad, y generalidad en materia tributaria, con base

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a lo siguiente: i) en materia tributaria el principio de igualdad “constituye un valor, no
solamente del sistema tributario, sino del conjunto del ordenamiento jurídico fundamental y
constitucional. En ese sentido, en materia tributaria, el principio de capacidad económica y,
en general, el conjunto de los criterios de distribución de la carga tributaria, están
emparentados con el fundamental valor de la igualdad. En la Constitución Política de la
República se regula el principio de igualdad en el artículo 4º, el cual también es aplicado
en materia tributaria, teniendo también vinculación con el principio de progresividad.”; ii)
respecto al principio de generalidad, señalaron que “la doctrina moderna establece que se
trata de un principio conectado con el de igualdad, en el sentido de la prohibición de las
discriminaciones o privilegios en materia fiscal. La vigencia del principio de generalidad no
implica que no puedan existir exenciones o beneficios fiscales ya que estos pueden
fundamentarse en la propia capacidad económica o en otras razones amparadas por el
ordenamiento. Lo que no es admisible del acuerdo con la regla de generalidad, es el
establecimiento de exenciones intuitu personae, es decir notas del principio de generalidad
la abstracción y la impersonalidad.”; iii) los principios de igualdad y generalidad en materia
tributaria buscan que las personas que se encuentren en las mismas condiciones tributen de
la misma manera, y que únicamente se pueden hacer distinciones en la medida en que esto
resulte necesario y razonable. En el caso del “arbitrio” por extracción de cardamomo el
artículo impugnado impone el pago de un tipo impositivo específico al referido producto
agrícola, no así a los demás productos, lo cual pone de manifiesto un trato diferente que no
reciben los demás productos agrícolas. La desigualdad se demuestra no únicamente respecto
al producto en específico, sino en cuanto a otras jurisdicciones, el agricultor de otros
municipios, como por ejemplo los municipios de San Pedro Carchá, Raxruhá, ambos del
departamento de Alta Verapaz, no pagan tal arbitrio, encontrándose con ello una total
desigualdad respecto a otros municipios de la República. B) Estiman que se violan los
artículos 157, 171, inciso a), y 239, primer párrafo de la Constitución Política de la República,
que consagran los principios de potestad legislativa y legalidad en materia tributaria, en
virtud que: i) el artículo 239 constitucional contiene el principio de legalidad en materia
tributaria, mediante el cual se establece que la ley es la fuente creadora de impuestos
ordinarios y extraordinarios, arbitrios y contribuciones especiales, conforme a las
necesidades del Estado. No puede considerarse como un mero principio de forma, sino tiene

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como fundamento un argumento de fondo y es el hecho de evitar arbitrariedades y abusos de
poder y normar adecuadamente las relaciones entre el fisco y los contribuyentes. Lo anterior
no es un criterio antojadizo, incluso se demuestra y fundamenta con la historia constitucional,
cuyo origen se remonta a la Carta Magna Inglesa del año 1215, la reivindicación del poder
del parlamento en cuanto a consentirse los tributos, fue uno de los principales motivos de
lucha contra el poderío absoluto de los soberanos. Así pues, una de las bases fundamentales
de los nuevos ordenamientos que ponen en vigencia los modernos Estados Europeos surgidos
en el Siglo XIX fue precisamente ésa: la exigencia de consentimiento de la representación
popular para la imposición. Este principio encuentra su fundamento en la necesidad de
proteger a los contribuyentes en su derecho de propiedad, por cuanto los tributos importan
restricciones a ese derecho, ya que en su virtud se sustrae, a favor del Estado, algo del
patrimonio de los particulares. En el Estado de Derecho ello no es legítimo si no se obtiene
por decisión de los órganos representativos de la soberanía popular, en el caso de Guatemala,
la única excepción en la emisión de tributos por parte del Congreso de la República la
encontramos en las tasas administrativas o municipales, las cuales encuentran su razón en la
contraprestación directa de un servicio del cual se beneficia el usuario o contribuyente,
situación que tampoco sucede en el artículo que se impugna; ii) el principio de legalidad
implica que los tributos deben ser establecidos por medio de leyes, tanto desde el punto de
vista material como formal, es decir por medio de disposiciones de carácter general,
abstractas, impersonales y emanadas del Poder Legislativo, el artículo 239 constitucional
relacionado determina la potestad del Congreso de la República de determinar las bases de
recaudación de los tributos y lo relativo a la fijación de la base imponible y el tipo impositivo,
incluyendo en forma desarrollada el principio de legalidad, las bases sobre las que se basa el
sistema tributario y otras normas sujetas ante la competencia de leyes ordinarias,
especialmente el Código Tributario; iii) los impuestos y arbitrios deben estar contenidos en
ley, la cual debe ser emitida por el Congreso de la República, pues este tiene la potestad
legislativa y siendo que mediante la normativa impugnada se pretende establecer e
implementar arbitrios, desconociendo que tal atribución corresponde al organismo del Estado
antes referido; iv) en el presente caso, los pagos establecidos en el artículo impugnado, no
están previstos para costear un servicio público municipal que haya de ser prestado, por lo
que, en cualquier caso, tampoco cabrían dentro de la especie de tasa municipal, puesto que

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la finalidad de tales pagos será contribuir de manera general al sostenimiento de los gastos
públicos municipales, lo cual, en todo caso, únicamente puede aprobarse a través de un
impuesto debidamente promulgado y aprobado por el Congreso de la República; v) en el
artículo impugnado no se establece servicio público alguno que haya de ser prestado por la
municipalidad, a cambio del pago que habrá de efectuarse; en tal virtud, no puede
considerarse como una tasa, pues falta el elemento de bilateralidad o intercambio y tampoco
hay voluntariedad, puesto que todas las personas, individuales o jurídicas, que realicen,
efectúen u operen un negocio de extracción de cardamomo en la jurisdicción municipal de
Cobán, Alta Verapaz, están obligados a efectuar los pagos establecidos, no porque tengan la
voluntad de efectuar los pagos, sino porque deben hacerlo sin esperar nada a cambio en
concreto; vi) la falta de voluntariedad es precisamente característica de los impuestos y
arbitrios, que únicamente pueden ser aprobados por el Congreso de la República, que deben
pagarse como pura contribución, a diferencia de lo que ocurre con las tasas, en las cuales, si
no se desea efectuar el pago el sujeto puede abstenerse de hacerlo, con la única consecuencia
de que no recibirá el servicio público concretamente determinado a su favor, mientras que en
los impuestos y arbitrios no se recibe concretamente cosa alguna a cambio cuando se hace el
pago, pero en todo caso existe obligación de efectuarlo. C) Aducen que el artículo impugnado
viola el artículo 175 constitucional, que consagra el principio de jerarquía constitucional, el
cual refiere que las leyes que violen o tergiversen los mandatos constitucionales son nulas
ipso jure, incluyendo las disposiciones de carácter general. En el presente caso, como se ha
analizado, todo arbitrio debe ser emitido de conformidad con el procedimiento establecido
por el Congreso de la República, como lo manda el Magno Texto. El artículo impugnado
contraviene el artículo 12 del Código Tributario, que establece que el arbitrio es el impuesto
decretado por la ley a favor de una o varias municipalidades y que el hecho generador es una
actividad municipal general no relacionada concretamente con el contribuyente. En el
presente caso, la normativa objetada de inconstitucional, al pretender tergiversar o regular
contenido de un cuerpo normativo superior, en este caso el Código Tributario, afecta la
jerarquía constitucional, en la cual todo el ordenamiento jurídico debe estar supeditado, bajo
el principio de que la norma suprema es la Constitución Política de la República, y ninguna
ley, reglamento o disposición general, puede oponerse a aquella y a las leyes emitidas por el
Congreso de la República.

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II. TRÁMITE DE LA INCONSTITUCIONALIDAD

No se decretó la suspensión provisional de la normativa impugnada. Se confirió audiencia


por quince días al Presidente de la República de Guatemala, a la Municipalidad de Cobán,
departamento de Alta Verapaz y al Ministerio Público. Oportunamente se señaló día y hora
para la vista.

III. RESUMEN DE LAS ALEGACIONES

A) El Presidente de la República refirió que: i. en los planteamientos de


inconstitucionalidad, es necesario que la norma denunciada se confronte de manera directa e
indubitable con el texto constitucional invocado como transgredido y que se evidencia su
necesaria exclusión del ordenamiento jurídico, pues de lo contrario el Tribunal no pude
estudiar el planteamiento, debido a que su condición de juzgador le impide subrogar el
enfoque argumentativo que con exclusividad concierne formular a las partes. ii. al momento
de emitirse la norma impugnada, se encontraba vigente la Constitución Política de la
República de Guatemala de 1965, misma que en el inciso 4º. de su artículo 189, establecía
las funciones del Presidente de la República, entre las cuales, disponía que “… La creación
de arbitrios debe ajustarse a las necesidades del municipio y requerirá la aprobación del
Ejecutivo”, por tal razón autorizó a la Municipalidad de Cobán, Alta Verapaz, para que
pudiera cobrar los arbitrios allí establecidos; iii. los accionantes aseguran que la norma
impugnada crea un arbitrio, afirmación que es errónea puesto que el artículo 2º. del Acuerdo
donde se encuentra el artículo impugnado establece que “…En ese sentido queda modificado
el Acuerdo Gubernativo de fecha 11 de marzo de 1960”, de lo que se deduce que la norma
impugnada únicamente modificó el arbitrio ya existente, pues para la creación de estos se
necesitaba la aprobación del Ejecutivo, como lo refería el decreto 1183, Código Municipal
vigente en la fecha de la emisión de la normativa impugnada; iv. el planteamiento carece de
las exigencias establecidas en el artículo 135 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de
Constitucionalidad, de expresar en forma razonada y clara los motivos jurídicos en que
descansa la impugnación, es decir que los solicitantes no realizan expresamente la
comparación de la norma contenida en el artículo impugnado y las normas del Magno Texto
que estiman que fueron violadas, omiten realizar análisis confrontativo, limitándose
únicamente a citar artículos del Código Tributario que suponen infringidos, circunstancia que

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no es admisible en este tipo de acción; además, citan los artículos constitucionales, sin
concretar en que radica la violación. v. la normativa fue emitida bajo el amparo de una
Constitución positiva y vigente en esa época, la cual facultaba al Presidente de la República
a aprobar esos arbitrios. Solicitó que se declare sin lugar la acción de inconstitucionalidad,
condenando en costas a los interponentes e imponiendo la multa respectiva. B) La
Municipalidad de Cobán, departamento de Alta Verapaz, indicó: i. los accionantes
incumplieron con el requisito fundamental de expresar en forma razonada y clara los motivos
en que descansa la impugnación, contenidos en el artículo 135 de la Ley de Amparo,
Exhibición Personal y de Constitucionalidad, puesto que únicamente se limitaron a realizar
una serie de trascripciones de jurisprudencia de la Corte de Constitucionalidad, doctrina con
la cual pretendían justificar los requisitos que se exigen para la interposición de la presente
acción; ii. la normativa impugnada fue emitida conforme a las facultades que la Constitución
Política de la República de 1965, en el numeral 4º. del artículo 189 y 235, le otorgaban al
Presidente de la República de decretar este tipo de arbitrios, los cuales fueron emitidos con
efectos inmediatos y de aplicación hacia el futuro y el hecho de que la referida Constitución
dejó de tener vigencia no significa que la normativa impugnada sea inconstitucional por la
vigencia de la Constitución actual; iii. la finalidad de la normativa impugnada fue el
fortalecimiento económico de la Municipalidad de Cobán, departamento de Alta Verapaz,
por medio del cobro del arbitrio municipal por la extracción de cardamomo, por ser el lugar
adecuado y propicio para la siembra, en aquella fecha y ahora en la actualidad, además la
Constitución vigente en ninguna de sus disposiciones transitorias y finales deroga
tácitamente o expresamente los acuerdos gubernativos emitidos en el legítimo ejercicio de
sus funciones por el Presidente de la República de 1965, sino que, por el contrario, en su
artículo 15 garantiza el principio de irretroactividad de la ley, que se armoniza con lo regulado
en la Ley del Organismo Judicial en sus artículos 7 y 8 en el sentido de que la ley no tiene
efecto retroactivo, ni modifica derechos adquiridos, en es este caso se ven afectados los
intereses y facultades de la Municipalidad al solicitar que se deje sin vigencia la normativa
impugnada, toda vez que el porcentaje del arbitrio que se cobra por la extracción de
cardamomo que es trasladado en su mayor parte a los países Árabes, se entrega a los
Miembros de la 36ª Compañía de Bomberos Voluntarios de Cobán, Alta Verapaz, así como
al Club Cobán Imperial que fuera solicitado en su oportunidad por la Gremial de

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Exportadores de Cardamomo de Cobán. Solicitó que se declare sin lugar la
inconstitucionalidad planteada. C) El Ministerio Público señaló que conforme a lo
establecido en el artículo 235 de la Constitución Política de la República de Guatemala,
decretada el 15 de septiembre de 1965, las autoridades municipales tenían la facultad de crear
los arbitrios conforme las necesidades de cada municipio y requería la aprobación del
Organismo Ejecutivo, con lo cual se determina que la norma legal fue dictada conforme a los
procedimientos y órgano legitimado para el efecto, por tal razón la norma es válida, por lo
que solicitó que se declare sin lugar la inconstitucionalidad planteada.

IV. ALEGATOS EN EL DÍA DE LA VISTA

A) Los accionantes reiteraron los argumentos vertidos en el escrito contentivo del incidente
y agregaron que: i. en el presente caso, la norma impugnada está contenida en un acuerdo
gubernativo que no guarda concordancia con los principios adoptados en la Ley Fundamental
vigente, por tal razón son susceptibles de ser declaradas sin validez por sobrevenir
legitimación en su confrontación; ii. el planteamiento respectivo contiene una debida
confrontación y el hecho de que los intervinientes no compartan la tesis expresada no
significa que no hayan cumplido con tal requisito; iii. la Municipalidad de forma arbitraria y
antojadiza designa el destino de los fondos recaudados, lo cual, en cualquier momento, puede
cambiar sin que necesariamente se vea reflejado en la inversión del Municipio. Este tipo de
tributos debe estar normado mediante una ley donde, de forma directa, sea el Estado de
Guatemala quien decida si el ente municipal debe ser acreedor de un arbitrio a su favor.
Solicitó que se declare con lugar la inconstitucionalidad planteada. B) El Presidente de la
República, La Municipalidad de Cobán, departamento de Alta Verapáz, y El Ministerio
Público reiteraron las expresiones técnico-jurídicas expuestas al evacuar la audiencia que se
les concedió, estimando que la presente acción de inconstitucionalidad general total debe ser
declarada sin lugar.

CONSIDERANDO

-I-

Corresponde a esta Corte, como función esencial, mantener la preeminencia de la


Constitución sobre el ordenamiento jurídico, conociendo de las acciones contra leyes,

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reglamentos o disposiciones de carácter general que sean objetadas parcial o totalmente de
inconstitucionalidad.

Esa afectación alcanza también a las leyes, reglamentos y disposiciones de carácter


general preconstitucionales vigentes que no guarden concordancia o conformidad con los
principios adoptados en la vigente Ley Fundamental del Estado, en cuyo caso, por ministerio
legis, son susceptibles de llegar a ser declaradas sin validez, por sobrevenir ilegitimación en
su confrontación con dicha ley.

No obstante lo anterior, no procede declarar la inconstitucionalidad de la normativa


impugnada cuando se establece, por una parte, que los accionantes omitieron efectuar el
razonamiento jurídico necesario y suficiente para el análisis comparativo entre la disposición
impugnada y las normas constitucionales que se señalan como infringidas y, por la otra, al
no apreciarse violación al principio de legalidad, en virtud que la emisión de la norma
impugnada se realizó conforme los parámetros, postulados y procedimientos establecidos en
la Constitución de la República de Guatemala de 1965, lo que impide invocar la
inconstitucionalidad del precepto con fundamento en la inobservancia de un procedimiento
dispuesto en una norma posterior.

- II –

En el presente caso, Edgar Stuardo Ralón Orellana, Erick Arnoldo Ralón Orellana y
Fabián Augusto Zetina Vásquez, promueven acción de inconstitucionalidad general parcial
contra el artículo 1º. del Acuerdo emitido por el Presidente de la República el veintiuno de
noviembre de mil novecientos setenta y nueve, publicado en el Diario de Centro América el
veintinueve de enero de mil novecientos ochenta, el cual establece: “Artículo 1º.- Autorizar
a la expresada Municipalidad de Cobán para que pueda cobrar los siguientes arbitrios:
EXTRACCIONES DE PRODUCTOS: Agrícolas. Por cada quintal de cardamomo pergamino
que se produzca en el municipio y se extraiga de la jurisdicción…Q5.00. Por cada quintal
de cardamomo oro que se produzca en el municipio y se extraiga de la jurisdicción…3.00.
Por cada quintal de cardamomo cereza que se produzca en el municipio y se extraiga de la
jurisdicción…1.00”.

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Estiman que tal norma viola los artículos 4º., 157, 171, inciso a), 175, 239 y 243 de la
Constitución Política de la República de Guatemala. Los argumentos impugnativos en
relación a estos quedaron reseñados en el apartado de resultandos de esta sentencia.

- III –

En el caso objeto de estudio, esta Corte considera necesario indicar que en el


planteamiento de este mecanismo de control constitucional de las leyes se requiere que el
solicitante señale tanto la ley (norma) o partes de la misma que estime violatorias, los
artículos de la Constitución Política de la República de Guatemala donde se encuentran
contenidos los preceptos que aduce infringidos y, necesariamente, la argumentación
pertinente y suficiente; es decir, un adecuado fundamento jurídico que revele analíticamente
la colisión de la norma impugnada frente a la disposición constitucional que se estima
infringida.

Con base en lo anterior, la obligación de que el planteamiento contenga un verdadero


análisis jurídico tendiente a evidenciar la supuesta confrontación, y no únicamente alusiones
generales de cuestiones eminentemente doctrinarias y jurisprudenciales, resultan ser
elementos necesarios que deben ser proporcionados al Tribunal Constitucional para que éste
examine la constitucionalidad de la norma y, eventualmente, disponer su expulsión del
ordenamiento jurídico.

La razón básica de la exigencia de parificación dialéctica aludida guarda relación directa


con el deber y obligación del Tribunal de observar la más escrupulosa imparcialidad al juzgar
el caso. Esto es, que los jueces no pueden hacerse parte en el debate que provoca el
denunciante, por lo que, por su cuenta y conforme el principio dispositivo que rige la materia,
quienes sentencian no pueden sustituir la obligación de los postulantes de aportar las razones
jurídicas que respalden su pretensión de excluir del ordenamiento una o varias normas que
formalmente han adquirido vigencia obligatoria en el país.

En el presente caso, al verificar el cumplimiento de los presupuestos fundamentales antes


señalados, como aspecto previo para proceder al análisis de fondo, respecto a la supuesta
violación de los artículos 4º, 175 y 243 de la Constitución Política de la República, por parte
del artículo 1º del Acuerdo emitido por el Presidente de la República el veintiuno de

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noviembre de mil novecientos setenta y nueve, publicado en el Diario de Centro América el
veintinueve de enero de mil novecientos ochenta, esta Corte observa la deficiencia técnica,
respecto a que, si bien los interponentes identificaron la norma cuestionada y la vincularon,
según su propia deducción, con las constitucionales que estimaron infringidas, omitieron
efectuar el razonamiento jurídico necesario y suficiente que permita realizar el análisis
comparativo entre la disposición impugnada y las normas constitucionales que se señalan
como infringidas, así como proponer, en forma clara, la correspondiente tesis, mediante la
cual se explique y justifique en qué consiste la transgresión constitucional que denuncian,
pues se circunscriben a formular, por una parte, alusiones generales de cuestiones
eminentemente doctrinarias y jurisprudenciales y, por la otra, a referir algunos principios
tales como el de igualdad, de generalidad y de jerarquía constitucional, pero sin precisar de
manera clara y puntual la o las razones por las cuales afirman que son violados por la norma
que impugnan; si bien es cierto invocan aspectos que, en apariencia, sustentan los vicios que
endilgan a la norma cuestionada, no explican la forma en que aquellos se producen o la
contravención que ello implique a los preceptos constitucionales invocados como
supuestamente transgredidos, limitándose a afirmar sin sustento jurídico alguno que dicha
disposición contraviene los principios referidos, enunciado el contenido de los mismos y,
finalmente, concluyendo en la inconstitucionalidad denunciada. Es decir que los postulantes
no manifestaron una motivación concreta que permita apreciar las razones jurídicas por las
cuales debe expulsarse del ordenamiento jurídico el artículo impugnado.

De esa forma, resulta bastante difícil que se pueda realizar el examen que se pretende,
porque la simple enunciación de preceptos doctrinarios y jurisprudenciales, así como de los
principios indicados o de algunos artículos constitucionales, por sí mismos no constituyen un
fundamento suficiente para poder evidenciar la inconstitucionalidad que denuncian, porque
ello no sustituye el cumplimiento del análisis confrontativo que debían realizar entre la norma
que se señalan trasgresora con las que contienen los preceptos que aducen como violados.

Tal omisión implica incumplimiento de una carga procesal que sólo corresponde a los
denunciantes, lo que imposibilita el examen de la norma cuestionada. Lo anterior obliga a
esta Corte a declarar la acción instada -en cuanto a estos puntos-, sin lugar.

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Por otro lado, los accionantes refieren que, con la emisión del artículo 1º. del Acuerdo
emitido por el Presidente de la República el veintiuno de noviembre de mil novecientos
setenta y nueve, publicado en el Diario de Centro América el veintinueve de enero de mil
novecientos ochenta, se contravienen los artículos 157, 171, inciso a), y 239 primer párrafo
de la Constitución Política de la República de Guatemala, que contienen -los primeros dos-
el principio de potestad legislativa y -el tercero- el principio de legalidad en materia tributaria,
al pretender establecer un arbitrio, “desconociendo” que los mismos deben estar contenidos
en leyes emitidas por el Congreso de la República, a quién le corresponde con exclusividad
la potestad legislativa. Además que los pagos establecidos en el artículo impugnado, no
pueden ser considerados como tasas municipales, puesto que los mismos no están dirigidos
a costear un servicio público municipal que haya de ser prestado por el ente edil, sino
simplemente contribuir de manera general al sostenimiento de los gastos públicos
municipales, asimismo estiman que no existe voluntariedad, puesto que todas las personas,
individuales o jurídicas, que realicen esa actividad agrícola en el referido municipio, están
obligadas a efectuar los pagos que establece la norma impugnada, sin esperar nada a cambio
en concreto, por tal razón, estiman que los mismos deben estar contenidos en una ley emitida
por el Congreso de la República, por ser este el único ente facultado para crear impuestos y
arbitrios.

Como cuestión previa al análisis correspondiente, se estima oportuno citar el fallo de


dieciocho de agosto de mil novecientos noventa y ocho, dictado por este Tribunal dentro del
expediente ciento ocho – noventa y ocho (108-98), en el cual se consideró: “…cabe señalar
que la doctrina reconoce que, una vez promulgada la Constitución, no hay más normas
legítimas que las que nacen por las vías constitucionalmente previstas, pero siguen siendo
formalmente válidas todas la que lo fueron conforme al sistema anterior. Ello por razones
de continuidad y seguridad jurídicas, aparte de que, desde un punto de vista lógico, un
legislador nunca puede verse sujeto a una norma suprema futura y, por lo tanto, aún no
nacida. Sin embargo, el plantear la oposición desde un punto de vista material entre ley
anterior y Constitución, sí es, no sólo lógico sino necesario, no porque el legislador antiguo
debiera sujetar su actividad a una Constitución futura, sino porque de no prevalecer la
norma fundamental sobre la ley anterior, ésta seguiría surtiendo efectos contrarios a los
nuevos principios jurídicos…”.

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En el presente caso, los accionantes señalan -por una parte- que de conformidad con los
artículos 157, 171, inciso a), y 239, primer párrafo de la Constitución Política de la República
de Guatemala actual, la potestad legislativa corresponde con exclusividad al Congreso de la
República, quién es el órgano facultado para decretar impuestos, arbitrios y contribuciones
especiales. De ahí que, según su parecer, resulta inconstitucional la normativa impugnada.

Al respecto, este Tribunal estima que, en el presente caso, no se dan los supuestos
necesarios para establecer o determinar una inconstitucionalidad sobrevenida, pues la
emisión de la norma que se impugna se produjo al amparo y vigencia de los preceptos
contenidos en la Constitución de la República de Guatemala, decretada por la Asamblea
Constituyente el quince de septiembre de mil novecientos sesenta y cinco (1965), de ahí que,
en atención a la jurisprudencia previamente invocada, no sea atendible en el caso objeto de
estudio el argumento de que el precepto cuestionado violenta el procedimiento que la actual
Constitución dispone para la creación de tributos, debido a que la emisión del precepto
cuestionado se produjo con antelación a la entrada en vigencia de la actual Constitución, por
ende las únicas objeciones que pueden sustentarse en su contra son de carácter material, de
ahí que la acción resulte improcedente en cuanto a este punto.

Sin perjuicio de lo anteriormente manifestado, esta Corte estima oportuno referir que, en
los casos en que se denuncie un vicio interna corporis, como motivo de la acción de
inconstitucionalidad instada, la misma debe dirigirse contra el cuerpo normativo en su
totalidad, por tratarse de un aspecto que supuestamente vició toda la disposición legal, no
contra alguno de sus artículos o contenidos, en forma selectiva, por no ser tales disposiciones
en forma aislada o individualmente considerada, los que devienen contrarios al orden
constitucional por virtud de la infracción procedimental en su proceso de formación, aspecto
que tampoco fue observado en la presente garantía.

Ahora bien, en cuanto al argumento de que los pagos establecidos en el artículo


impugnado no pueden ser considerados como tasas municipales, porque los mismos carecen
de ciertas características propias de estas y que, por tal razón, deben estar contenidos en una
ley emitida por el Congreso de la República por ser este el único ente facultado para crear
impuestos y arbitrios, es preciso referir que debido a que el precepto cuestionado
expresamente refiere que la exacción dispuesta constituye un arbitrio, los argumentos

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tendientes a demostrar que no es una tasa y que no cumple con las condiciones o
características de ésta, resultan irrelevantes para la impugnación del precepto cuestionado,
de ahí que, en cuanto a estos argumentos, también se incurra en la deficiencia técnica de la
falta de análisis confrontativo, por parte de los accionantes, al brindar argumentos que no
guardan relación con el contenido de la norma cuestionada, razón por la cual la presente
garantía, en cuanto a estos aspectos, también deviene improcedente.

- IV –

De conformidad con el artículo 148 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de


Constitucionalidad, cuando la inconstitucionalidad se declare sin lugar se impondrá multa a
los abogados auxiliantes, sin perjuicio de la condena en costas a los interponentes. En el
presente caso, no se hace especial condena en costas a los accionantes por no haber sujeto
legitimado para su cobro, pero sí se les impone multa a los abogados Edgar Stuardo Ralón
Orellana, Erick Arnoldo Ralón Orellana y Fabián Augusto Zetina Vásquez, por ser los
responsables de la juridicidad del planteamiento.

LEYES APLICABLES

Artículos 267, 268 y 272, inciso a), de la Constitución Política de la República de


Guatemala; y 115, 133, 134, 135, 139, 140, 141, 142,143, 146, 148,150, 163, inciso a), 185
y 186 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad; y 39 del Acuerdo
1-2013 de la Corte de Constitucionalidad.

POR TANTO

La Corte de Constitucionalidad, con base en lo considerado y leyes citadas, resuelve: I)


Sin lugar la acción de inconstitucionalidad general parcial promovida EXPEDIENTE 427-
2015 15 por Edgar Stuardo Ralón Orellana, Erick Arnoldo Ralón Orellana y Fabián Augusto
Zetina Vásquez, contra el artículo 1º. del Acuerdo emitido por el Presidente de la República
el veintiuno de noviembre de mil novecientos setenta y nueve, publicado en el Diario de
Centro América el veintinueve de enero de mil novecientos ochenta. II) No se condena en
costas a los accionantes, por la razón indicada. III) Impone a cada uno de los abogados Edgar
Stuardo Ralón Orellana, Erick Arnoldo Ralón Orellana y Fabián Augusto Zetina Vásquez, la
multa de un mil quetzales (Q 1,000.00), la que deberán hacer efectiva en la Tesorería de esta

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Corte dentro del plazo de cinco días de estar firme el presente fallo y, en caso de
incumplimiento, su cobro se hará por la vía legal correspondiente. IV) Notifíquese.

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