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Según el DRA, el fisco es el erario, el tesoro público, y también el conjunto de los organismos públicos que
se ocupan de la recaudación de impuestos. Así pues sistema fiscal y sistema tributario son términos semejan-
tes porque en definitiva se refieren a lo mismo, que es el conjunto de recursos de los que se nutre un Estado
para financiar sus múltiples actividades y servicios públicos, y su forma de organizarlos y gestionarlos.
De acuerdo con esta definición, el sistema fiscal español está integrado por la totalidad de tributos vigentes
en España en un determinado momento. La estructura actual, inspirado en el modelo europeo de tributación,
procede de la reforma tributaria de 1977, y sus elementos son:
-Los tributos vigentes en cada momento(impuestos, tasas y contribuciones especiales), los cuales deben
estar armonizados para evitar lagunas en el gravamen de la capacidad económica de los contribuyentes
y duplicidad de gravámenes, y deben ser siempre respetuosos con los principios rectores del sistema
tributario.
-Los fines tributarios, fiscales o extrafiscales, que responderán a los objetivos de la política tributaria,
si bien podrán atender a otros fines de Política Económica o Social.
El marco legal del sistema fiscal español está configurado por las siguientes normas:
1) La Constitución.
2) La Ley 58/2003, de 17 de diciembre, General Tributaria. Constituye el eje central del ordenamiento
tributario y en ella se recogen sus principios esenciales y se regulan las relaciones entre la Administra-
ción Tributaria y los contribuyentes.
3) Las leyes que regulan cada uno de los tributos que forman el Sistema Tributario: Ley reguladora del
IVA, IRPF, Impuesto de Sociedades, etc.
El primer principio impositivo que se deriva de la Constitución es el de igualdad, plasmado en su art. 14: los
españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento,
raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
Pero la regulación fundamental de las obligaciones tributarias en la Constitución está plasmada concreta-
mente en su art. 31, que establece en primer lugar la obligatoriedad para todos los españoles de atender al
pago de sus tributos:
1. Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica
mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún
caso, tendrá alcance confiscatorio.
2. El gasto público realizará una asignación equitativa de los recursos públicos, y su programación y
ejecución responderán a los criterios de eficiencia y economía.
3. Sólo podrán establecerse prestaciones personales o patrimoniales de carácter público con arreglo a la
ley.
• Principio de igualdad: El reparto de la carga tributaria ha de realizarse por igual entre todos los contri-
buyentes, siempre que se encuentren en iguales circunstancias. La igualdad propugnada por el principio
de igualdad tributaria no es una igualdad aritmética, sino que su aplicación significa dar un tratamiento
fiscal igual a los iguales y desigual a los desiguales. Impide cualquier desigualdad que no sea razonable
y carezca de justificación.
• Principio de generalidad: Todos los ciudadanos que obtienen rentas deben contribuir a través de los
tributos al sostenimiento de los gastos públicos, de acuerdo con su capacidad económica. En este princi-
pio “todos” tiene dos valores o significados:
-El deber de contribuir no se reduce a los nacionales, sino que también engloba a los extranjeros.
También, se encuentran incluidas tanto las personas físicas como las jurídicas.
La vigencia del principio de generalidad no significa que no puedan existir exenciones o beneficios
fiscales. Estas normas de favor pueden fundamentarse en la propia capacidad económica, o en otras
razones de justicia tributaria o pueden obedecer a razones de política extrafiscal; por ejemplo, cuando
se utilicen las exenciones como estímulo o incentivo a la política económica o medioambiental.
La progresividad es un carácter que afecta, no a cada figura tributaria singular, sino al conjunto del
sistema. Lo cual exige que en el sistema tributario tengan un peso importante los impuestos con carácter
progresivo, pero nada impide la existencia de tributos proporcionales (por ejemplo: el Impuesto sobre
Sociedades, las tasas, …). Es el sistema tributario, observado en su conjunto, el que debe tener carácter
progresivo.
La progresividad no sólo depende de los tipos, si no también de las deducciones, exenciones, etc. Por
tanto, un impuesto con tipos proporcionales podría ser progresivo en su conjunto.
• Principio de capacidad económica: Hace referencia a la posibilidad real o suficiencia de una persona
física o jurídica para hacer frente a una obligación tributaria concreta exigida por una administración
pública, como manifestación del deber de los ciudadanos de contribuir al sostenimiento del gasto público
mediante una ponderación justa de su capacidad contributiva, que debe constituir en todo caso una
manifestación de riqueza. En virtud de este principio cada ciudadano pagará según su capacidad econó-
mica para generar ingresos y riqueza. Otros autores lo definen como el tratamiento igual de los iguales
y desigual de los desiguales, o que a igual capacidad económica igual gravamen, y a desigual capacidad
económica desigual gravamen.
De acuerdo con este principio sólo pueden establecerse tributos cuando se produzca un acto, hecho o
negocio jurídico indicativo de capacidad económica, no pudiendo establecerse carga tributaria alguna
que no responda a su existencia.
El objetivo de este principio es salvaguardar los derechos de los particulares frente a la Hacienda Pública.
La contribución de cada contribuyente al reparto de la carga tributaria no puede suponer privar de una
parte sustancial de la riqueza del contribuyente. El sistema tributario tendría efecto confiscatorio cuando
mediante la aplicación de las diversas figuras vigentes, se llegará a privar al sujeto pasivo de sus rentas
y propiedades.
• Principio de justicia tributaria. No se trata de un principio independiente, sino del resultado de aplicar
los restantes principios para lograr un sistema tributario justo. El sistema tributario será justo en la
medida que se cumplan el resto de principios y, particularmente, el de igualdad y el de progresividad:
-Este principio implica que al determinar la contribución de cada cual al sostenimiento de los gastos
públicos exige dar un tratamiento igual a los iguales, pero desigual a las personas que se encuentren
en posiciones desiguales.
• Principio de legalidad: Este principio establece que es necesaria una ley formal para el establecimiento
de tributos y, en cuanto atribución al poder legislativo de la facultad para establecer tributos, se desdobla
en dos principios:
Art. 31.2: “Sólo podrán establecerse prestaciones personales o patrimoniales de carácter público con
arreglo a la ley.”
Art. 133.1: “La potestad originaria para establecer los tributos corresponde exclusivamente al
Estado, mediante ley.”
Art. 133.3: “Todo beneficio fiscal que afecte a los tributos del Estado deberá establecerse en virtud
de ley.”
-Preferencia de Ley: Significa que todo lo regulado por ley (aunque se trate de aspectos que, en
principio, no requieran necesariamente de ley formal) sólo otra ley puede modificarlo, añadiendo así
una mayor limitación a la potestad reglamentaria.
La distribución de las competencias para el establecimiento de tributos desde el punto de vista territorial
lleva a distinguir tres entes públicos de base territorial con potestad para establecer tributos: el Estado, las
Comunidades Autónomas y Corporaciones Locales.
Las diferencias en el poder tributario de los entes citados habrá que encontrarla no en el origen de dicho
poder, que en todo caso procede de la Constitución, sino en los límites que ésta establece para cada uno de
los diferentes supuestos.
de las CC.AA. y Corporaciones Locales es una potestad derivada. Así, la doctrina tradicional distinguía entre
el poder originario, correspondiente al Estado como titular de la soberanía para exigir tributos, y el poder
tributario derivado, correspondiente a los entes públicos de nivel inferior al Estado, que disfrutaban de dicho
poder sólo en la medida en que les viene atribuido por el propio Estado.
Esta concepción no es válida actualmente, en el marco del Estado de Derecho autonómico de la Constitución
de 1978, donde el poder tributario, como los restantes poderes o potestades públicos, existe jurídicamente
sólo en virtud de la Constitución y dentro de los límites establecidos en ésta. Corresponde al poder legislativo
el desempeño de esta potestad tributaria.
La Ley General Tributaria clasifica los tributos en tasas, contribuciones especiales e impuestos. Por tanto,
en principio, el sistema tributario estatal estará constituido por las tasas estatales, las contribuciones
especiales estatales y los impuestos estatales. De las tres figuras tributarias, el impuesto es, sin duda, la más
importante.
Los impuestos estatales se dividen desde el punto de vista presupuestario en impuestos directos e impuestos
indirectos. Los directos, sobre la renta y sobre el patrimonio, son cinco en el sistema español. Los impuestos
sobre la renta son:
En los dos primeros se grava la renta de los residentes en España atendiendo a la naturaleza del sujeto
obligado, personas físicas o personas jurídicas (aunque con algunas excepciones).
Los impuestos sobre el patrimonio o capital son dos y siempre recaen sobre personas físicas, nunca sobre
las personas jurídicas:
La imposición indirecta descansa sobre tres grupos de impuestos: los que gravan el tráfico patrimonial no
empresarial, los que gravan el consumo y los que gravan el tráfico económico exterior.
El tráfico patrimonial privado o no empresarial se grava mediante el Impuesto sobre Transmisiones Patrimo-
niales y Actos Jurídicos Documentados.
La imposición sobre el tráfico exterior se ha llevado a cabo a través de los tributos englobados en la Renta
de Aduanas.
Los impuestos especiales solamente los pagan las personas que compran o consumen determinados bienes:
Su razón de ser, aparte de su gran capacidad recaudatoria, reside en la consideración de que el consumo de
esos bienes genera costes sociales. Pensemos en los costes sanitarios por abuso del alcohol o del tabaco y
en la contaminación atmosférica de los coches y del uso de los hidrocarburos en general.
Todos los impuestos citados (tanto directos como indirectos) son de titularidad estatal. Hasta 1992 esto
significaba que su normativa, tanto legal como reglamentaria, era aprobada por el Estado, aunque en algunos
de ellos la gestión se encomendara a las Comunidades Autónomas. Desde ese año, se ha ido cediendo a las
Comunidades Autónomas no solo la gestión de ciertos tributos, sino también la potestad para regular algunos
extremos de su régimen jurídico.
Las tasas establecidas y exigidas por el Estado tienen mucha menor importancia y, además, la gestión y
recaudación de la más importante -como la del juego- está cedida a las Comunidades Autónomas.
Por lo que se refiere a las contribuciones especiales estatales, el único supuesto reseñable se encuentra en
el artículo 20 de la Ley 37/2015, de 29 de septiembre, de Carreteras. En él se prevé su imposición cuando
de la ejecución de las obras correspondientes se derive un beneficio especial para las personas físicas o
jurídicas, beneficio al que se equipara el aumento de valor de determinadas fincas provocado por las mencio-
nadas obras.
HACIENDA ESTATAL
La Constitución Española recoge en su art. 156 el principio de autonomía financiera de las Comunidades
Autónomas, al señalar lo siguiente:
“1. Las Comunidades Autónomas gozarán de autonomía financiera para el desarrollo y ejecución de sus
competencias con arreglo a los principios de coordinación con la Hacienda estatal y de solidaridad entre
todos los españoles.
2. Las Comunidades Autónomas podrán actuar como delegados o colaboradores del Estado para la
recaudación, la gestión y la liquidación de los recursos tributarios de aquél, de acuerdo con las leyes y
los Estatutos”.
Por su parte, el art. 157 regula los recursos de las CC.AA. En los siguientes términos:
a) Impuestos cedidos total o parcialmente por el Estado; recargos sobre impuestos estatales y
otras participaciones en los ingresos del Estado.
2. Las Comunidades Autónomas no podrán en ningún caso adoptar medidas tributarias sobre bienes
situados fuera de su territorio o que supongan obstáculo para la libre circulación de mercancías o
servicios.
3. Mediante ley orgánica podrá regularse el ejercicio de las competencias financieras enumeradas en
el precedente apartado 1, las normas para resolver los conflictos que pudieran surgir y las posibles
formas de colaboración financiera entre las Comunidades Autónomas y el Estado”.
Posteriormente las competencias normativas que las CC.AA. pueden ejercer en relación con los tributos
estatales cedidos han sido desarrolladas por la Ley Orgánica 8/1980, de 22 de septiembre, de Financiación
de las Comunidades Autónomas (LOFCA), en la redacción dada por la Ley Orgánica 3/2009, de 18 de diciem-
bre, y 45 a 53 de la Ley 22/2009, de 18 de diciembre, por la que se regula el sistema de financiación de las
Comunidades Autónomas de régimen común y Ciudades con Estatuto de Autonomía y se modifican determi-
nadas normas tributarias.
No obstante, fue la Ley 14/1996, de 30 de diciembre, de Cesión de tributos del Estado a las Comunidades
Autónomas y de medidas fiscales complementarias la que recogió, por primera vez, la atribución a las CC.AA.
de ciertas competencias normativas en relación con los tributos estatales cedidos. Estas competencias se
ampliaron con la Ley 21/2001, de 27 de diciembre, que al mismo tiempo, incrementó el número de tributos
cedidos.
Los ingresos de las Comunidades Autónomas proceden fundamentalmente de las transferencias estatales,
de los impuestos cedidos por el Estado y de los impuestos propios.
En cuanto a los impuestos, según la LOFCA sólo pueden ser cedidos a las Comunidades Autónomas, en las
condiciones que establece la propia Ley, los siguientes tributos:
a) Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, con carácter parcial con el límite máximo del 50 por
ciento.
e) Impuesto sobre el Valor Añadido, con carácter parcial con el límite máximo del 50 por ciento.
f) Los Impuestos Especiales de Fabricación, con carácter parcial con el límite máximo del 58 por ciento
de cada uno de ellos, excepto el Impuesto sobre la Electricidad y el Impuesto sobre Hidrocarburos.
j) El Impuesto sobre Hidrocarburos, con carácter parcial con el límite máximo del 58 por ciento para el
tipo estatal general y en su totalidad para el tipo estatal especial y para el tipo autonómico.
Ahora bien, la LOFCA establece límites a la potestad tributaria autonómica en relación con el sistema tributa-
rio estatal y local impidiendo que las CCAA puedan crear tributos propios sobre hechos imponibles ya
gravados por el Estado o por los tributos locales. Asimismo, impone a los tributos propios autonómicos otros
límites derivados de principios como el de territorialidad y el de libre circulación de personas, mercancías
y servicios.
La regulación actual de los impuestos cedidos ha dado lugar a un sistema que no es homogéneo, de tal
manera que no es posible distinguir claramente entre los impuestos que han sido cedidos y los que no lo han
sido (entre estos últimos ya solo pueden mencionarse con seguridad los Impuestos sobre Sociedades, y sobre
la Renta de no Residentes). En realidad, existen varias modalidades de cesión. Por esquematizar, podemos
establecer diversas clasificaciones, según la distinta perspectiva que adoptemos para ello:
2) Si se toma como hilo conductor el rendimiento de los tributos podemos decir que la Ley establece, por
regla general, la cesión total de tal rendimiento en los tributos en los que se reconoce capacidad normati-
va a las CC.AA., y la cesión parcial en los tributos en los que no se reconoce tal capacidad. La única
excepción a esta regla se produce en el IRPF, en el que, a pesar del reconocimiento de una cierta capaci-
dad normativa, solo se cede una parte de su rendimiento.
3) Si se atiende a la gestión, hay que señalar que la misma se ha cedido a las CC.AA. en todos los tributos
afectados, salvo en el IRPF, el IVA y los Impuestos especiales de fabricación.
4) Por último, existe la posibilidad de distinguir los tributos cedidos por razón de la afectación de sus
ingresos. Desde esta perspectiva podemos indicar que todos ellos se dedican a la satisfacción de las
necesidades generales de las CC.AA. Dicho en otros términos, constituyen un ingreso ordinario de su
Hacienda respectiva. La única excepción es el Impuesto sobre las ventas minoristas de determinados
hidrocarburos, cuya recaudación debe destinarse a cubrir gastos en la sanidad pública o en materia
medioambiental.
Las CC.AA. pueden establecer impuestos propios, pero tienen fuertes limitaciones para ello, derivadas de lo
dispuesto en la Constitución española y en la LOFCA. Posiblemente por esta razón, esta fuente de financiación
no ha alcanzado la importancia que era de esperar. Los impuestos propios no resultan fáciles de sistematizar,
pues los criterios de clasificación posibles son múltiples. No obstante, nos parece relevante destacar que el
Tribunal Constitucional ha prestado especial atención a la presencia de finalidades extrafiscales en los
impuestos propios a la hora de pronunciarse sobre su admisibilidad. Por este motivo, es posible una clasifi-
cación de los impuestos propios que tenga en cuenta la finalidad que persiguen, o que dicen perseguir, esos
tributos. En atención a este criterio, cabe distinguir entre impuestos que persiguen objetivos de protección
del medio ambiente (los más numerosos), impuestos que persiguen otras finalidades extrafiscales, e impues-
tos con fines recaudatorios.
En el régimen foral (aplicable a la Comunidad Autónoma del País Vasco y a la Comunidad Foral de Navarra)
el sistema de financiación se caracteriza porque los Territorios Históricos del País Vasco y la Comunidad
Foral de Navarra tienen potestad para mantener, establecer y regular su régimen tributario. Ello implica que
la exacción, gestión, liquidación, recaudación e inspección de la mayoría de los impuestos estatales (actual-
mente todos, excepto los derechos de importación y los gravámenes a la importación en los Impuestos
Especiales y en el Impuesto sobre el Valor Añadido) corresponde a cada uno de los tres Territorios del País
Vasco y a la Comunidad Foral de Navarra. La recaudación de estos impuestos queda en poder de dichos
territorios y, por su parte, la Comunidad Autónoma contribuye a la financiación de las cargas generales del
Estado no asumidas a través de una cantidad denominada "cupo" o "aportación". En el año 2002 se renovó
el régimen aplicable al País Vasco y en 2003 el aplicable a Navarra.
HACIENDA AUTONÓMICA
La capacidad para establecer impuestos propios por parte de las CC.AA. se manifiesta en la siguiente relación:
Impuesto sobre las afecciones ambientales del uso del agua (antes, Canon de saneamiento).
Impuesto sobre fincas o explotaciones agrarias infrautilizadas.
Impuesto sobre el juego del bingo.
Impuesto sobre grandes establecimientos comerciales (planteada cuestión prejudicial ante TJUE).
Recargo sobre el IAE.
Impuesto sobre el desarrollo de determinadas actividades que inciden en el medio ambiente.
Impuesto sobre depósitos en entidades de crédito (declarado insconstitucional).
Canon de vertido.
Impuesto especial sobre combustibles derivados del petróleo.
Impuesto sobre las Labores del Tabaco.
Impuesto sobre la afección medioambiental causada por determinados aprovechamientos del agua
embalsada, por los parques eólicos y por las instalaciones de transporte de energía eléctrica de alta
tensión.
Impuesto sobre la eliminación de residuos en vertederos.
Canon de saneamiento.
Impuesto sobre la contaminación atmosférica.
Impuesto sobre el daño medioambiental causado por usos y aprovechamientos del agua embalsada.
Canon eólico.
Impuesto compensatorio ambiental minero.
Canon de saneamiento.
Impuesto sobre los premios del juego del bingo.
Impuesto sobre el almacenamiento o depósito de residuos en la Región de Murcia.
Impuesto sobre vertidos a las aguas litorales.
Impuesto por emisiones de gases contaminantes a la atmósfera.
Recargo sobre el IAE.
Canon de saneamiento.
Recargo sobre el IAE.
Impuesto sobre el impacto visual producido por los elementos de suministro de energía eléctrica y
elementos fijos de redes de comunicaciones telefónicas o telemáticas.
Impuesto sobre la eliminación de residuos en vertederos.
Canon de saneamiento.
Impuesto sobre actividades que inciden en el medio ambiente.
Impuesto sobre la eliminación de residuos en vertederos.
Impuesto sobre los depósitos de las entidades de crédito (declarado inconstitucional).
Los impuestos previstos en la Ley Reguladora de Haciendas Locales, exclusivamente municipales, son cinco,
tres de ellos de exigencia obligatoria y dos de establecimiento voluntario por parte de los Ayuntamientos.
• Impuesto sobre bienes inmuebles.- Este impuesto recae sobre el valor de los bienes inmuebles radica-
dos en el municipio originándose la obligación de su pago por la titularidad de dichos inmuebles.
• Impuesto sobre vehículos de tracción mecánica.- Este impuesto tiene su origen en la titularidad de
vehículos de tracción mecánica, aptos para circular por las vías públicas, cualesquiera que sean su clase
y su categoría.
• Impuestos sobre construcciones, instalaciones y obras.- Tiene su origen en la realización, dentro del
término municipal, de cualquier construcción, instalación u obra para la que se exija la obtención de la
correspondiente licencia de obras urbanística, tanto si se obtiene la licencia como si no. El tipo de
gravamen máximo fijado por la Ley es del 4% del coste de ejecución de los mismos.
• Impuesto sobre el Incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana.- Este impuesto se origina
por el incremento de valor que experimentan los terrenos de naturaleza urbana y que se pone de mani-
fiesto como consecuencia de la transmisión de la propiedad de los mismos, o la constitución o transmi-
sión de derechos reales sobre los mismos. El tipo de gravamen máximo legal es del 30%.
Entre los impuestos voluntarios hay que tener en cuenta además el Impuesto Municipal sobre Gastos
Suntuarios, que los ayuntamientos podrán continuar exigiendo en lo referente, exclusivamente, a la modali‐
dad que grava el aprovechamiento de cotos de caza y pesca. Las restantes modalidades de este impuesto
quedaron suprimidas desde el 1 de enero de 1991.
HACIENDA LOCAL
Naturaleza, objeto y régimen jurídico.- El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas es un tributo de
carácter personal y directo que grava, según los principios de igualdad, generalidad y progresividad, la
renta de las personas físicas de acuerdo con su naturaleza y sus circunstancias personales y familiares.
Constituye el objeto de este Impuesto la renta del contribuyente, entendida como la totalidad de sus
rendimientos, ganancias y pérdidas patrimoniales y las imputaciones de renta que se establezcan por
la ley, con independencia del lugar donde se hubiesen producido y cualquiera que sea la residencia del
pagador.
Es un impuesto cedido parcialmente, en los términos establecidos en la Ley Orgánica 8/1980, de Finan-
ciación de las Comunidades Autónomas, y en las normas reguladoras de la cesión de tributos del Estado
a las Comunidades Autónomas.
El IRPF está regulado por la Ley 35/2006, de 28 de noviembre, y el Reglamento aprobado por Real
Decreto 439/2007, de 30 de marzo.
Directo: Grava la capacidad económica del contribuyente (persona física) manifestada por la obtención
de renta.
Personal: Grava la renta total de la persona física, con independencia del territorio en el que la misma
se haya obtenido.
Progresivo: Los tipos de gravamen crecen a medida que aumenta la cuantía de la renta.
Anual: Grava la renta obtenida en el año natural y se devenga el 31 de diciembre de cada ejercicio.
Dual: Establece dos tratamientos diferenciados para las rentas del sujeto pasivo en función de su origen
(renta general y renta del ahorro).
Rendimientos del trabajo: Cualquier contraprestación, ya sea dineraria o en especie, que derive directa
o indirectamente de relación laboral o estatutaria, siempre que no tenga la consideración de rendimiento
de actividades económicas.
Rendimientos de actividades económicas: Ingresos que, procediendo del trabajo personal y/o del capital,
supongan la ordenación por cuenta propia de medios de producción y/o de recursos humanos con la
finalidad de intervenir en la producción o distribución de bienes y servicios.
Para la determinación de los rendimientos netos que integran la base imponible del Impuesto, la Ley
permite su minoración por aplicación determinados gastos y reducciones (por ejemplo, para la determi-
nación de rendimientos netos del trabajo o actividades económicas, cotizaciones a la Seguridad Social
o, en algunos supuestos, el 30% si se ha generado en un período superior a 2 años).
Escala general de gravamen: Se aplica a la base liquidable general. Es una escala progresiva de gravamen
que se divide, a su vez, en un tramo estatal (común para todos los contribuyentes) y un tramo autonómi-
co (distinto en función de la Comunidad Autónoma de residencia). La tributación efectiva de un rendi-
miento depende de la Comunidad Autónoma de residencia del contribuyente.
Gravamen del ahorro: Se aplica a la base liquidable del ahorro y se contempla tres tipos impositivos. A
diferencia de la escala general, este gravamen se fija por el Estado (tanto el tramo estatal como el
autonómico), siendo los tipos impositivos aplicables:
Retenciones e ingresos a cuenta: La normativa del Impuesto define los supuestos en los que la obtención de
rentas está sujeta a retención a cuenta del impuesto definitivo (o ingreso a cuenta si es en especie). Entre
las rentas que están sometidas a retención figuran los pagos derivados de seguros de vida y planes de
pensiones.
A diferencia de la tributación efectiva, las tarifas a las que se calcula la retención no dependen de la
Comunidad Autónoma de residencia del contribuyente.
Regímenes forales.- Las Comunidades Forales del País Vasco y Navarra se rigen por su propia normativa,
independiente de la aprobada y vigente en el resto del Estado (territorio común), conforme a lo dispues-
to en sus Conciertos Económicos.
Aunque las normas forales que regulan el IRPF en cada territorio (Álava, Guipúzcoa, Vizcaya y Navarra)
guardan una gran similitud con la normativa aplicable en territorio común, existen algunas diferencias
que afectan al tratamiento fiscal de los productos.
El Impuesto sobre la Renta de no Residentes es un tributo de carácter directo que grava la renta obtenida
en territorio español por las personas físicas y entidades no residentes en éste. Al contrario que el IRPF, este
impuesto no se va a fijar tanto en circunstancias personales del contribuyente, ya que no tributa por toda
su renta global sino por la renta obtenida en el territorio.
Este impuesto se aplicará en todo el territorio español, sin perjuicio de los regímenes tributarios forales de
concierto y convenio económico en vigor, respectivamente, en los Territorios Históricos del País Vasco y en
la Comunidad Foral de Navarra. En Canarias, Ceuta y Melilla se tendrán en cuenta las especialidades que
resulten aplicables en virtud de su normativa específica y de lo dispuesto en esta Ley.
Este impuesto se encuentra regulado en el Real Decreto Legislativo 5/2004, de 5 de marzo, por el que se
aprueba el Texto Refundido de la Ley del Impuesto sobre la Renta de No Residentes (IRNR), y en el Real
Decreto 1776/2004, de 30 de julio, por el que se aprueba el Reglamento del IRNR. En estas normas se
recogen de forma conjunta y homogénea el régimen tributario de las personas físicas y entidades no residen-
tes por las rentas que se obtengan en España.
La tributación por el IRNR significa tributar en España por las rentas de los no residentes, únicamente en
cuanto se consideren obtenidas en nuestro territorio. En cambio, los residentes deben tributar por el IRPF
en España por toda su renta mundial, cualquiera que sea el lugar en el que se haya obtenido.
a) Las personas físicas y entidades no residentes en territorio español que obtengan rentas en él, salvo
que sean contribuyentes por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
El hecho imponible del IRNR es la obtención de rentas, dinerarias o en especie, en territorio español por los
contribuyentes por este impuesto. Se presumirán retribuidas, salvo prueba en contrario, las prestaciones
o cesiones de bienes, derechos y servicios susceptibles de generar rentas sujetas a este impuesto.
No estarán sujetas a este impuesto las rentas que se encuentren sujetas al Impuesto sobre Sucesiones y
Donaciones.
En la LIRNR se diferencia entre las "Rentas obtenidas mediante establecimiento permanente" y las "Rentas
obtenidas sin mediación de establecimiento permanente".
De la misma manera, hace diferencia dentro del Capítulo reservado a las "Entidades en régimen de atribución
de rentas" a las constituidas en España y las constituidas en el extranjero.
Por último, hace referencia al "Gravamen Especial sobre Bienes Inmuebles de Entidades no Residentes" y
la "Opción para contribuyentes residentes en otros Estados miembros de la Unión Europea".
Naturaleza y régimen jurídico.- El Impuesto sobre Sociedades (IS) es un tributo de carácter directo y perso-
nal, que grava la renta de las sociedades y demás entidades jurídicas y se encuentra regulado por la Ley
27/2014, de 27 de noviembre, del Impuesto sobre Sociedades, y por el Real Decreto 634/2015, de 10
de julio, por el que se aprueba su Reglamento. Sus principales características son:
a) Es personal, ya que grava la totalidad de la renta obtenida por una persona jurídica concreta.
c) Grava la renta obtenida por los sujetos pasivos determinada tras la corrección del resultado
contable mediante las normas establecidas en la normativa reguladora del tributo (renta fiscal).
d) Es periódico ya que es exigible de forma recurrente al finalizar unos períodos de tiempo determi-
nados y de duración constante, salvo bajo determinados supuestos.
g) Es sintético, lo que implica que el tratamiento fiscal de las diferentes clases de renta es similar,
aunque existen excepciones motivadas por la existencia de regímenes especiales y por la obligación
de someter a retención determinadas rentas.
h) Su ámbito de aplicación es todo el territorio español sin perjuicio de los regímenes tributarios
forales de Concierto (País Vasco) y Convenio (Navarra), los regímenes especiales de Ceuta, Melilla y
Canarias y los Convenios y Tratados internacionales, en especial los de Doble Imposición.
Período impositivo y devengo.- El período impositivo coincidirá con el ejercicio económico de la entidad y
no excederá de 12 meses. En todo caso concluirá el período impositivo:
Contribuyentes.- Son contribuyentes del IS las personas jurídicas (excepto las sociedades civiles que no
tengan objeto mercantil) y determinadas entidades, aunque no tengan personalidad jurídica. Se incluyen,
entre otras, a las siguientes entidades con personalidad jurídica propia:
-Sociedades civiles con objeto mercantil desde el 1 de enero de 2016. No serán contribuyentes por
el IS las entidades que se dediquen a actividades agrícolas, ganaderas, forestales, mineras y de carác-
ter profesional, por cuanto son ajenas al ámbito mercantil.
-Sociedades cooperativas.
-Sociedades unipersonales.
-Asociaciones, fundaciones e instituciones, tanto públicas como privadas y los entes públicos.
-Los fondos de: pensiones, inversión, capital-riesgo, regulación del mercado hipotecario, titulización,
de garantía de inversiones y de activos bancarios.
No son contribuyentes del IS y tampoco tributan en el IRPF, determinados entes sin personalidad jurídica
(herencias yacentes, comunidades de bienes, etc.) ni las sociedades civiles sin personalidad jurídica y
aquellas que la tengan pero no tengan objeto mercantil. Las rentas obtenidas por las entidades en el
régimen de atribución de rentas se atribuyen a los socios, herederos, comuneros o partícipes, aunque
la obtención de rentas la realiza materialmente la propia entidad, que además es contribuyente por el
IAE y por el IVA.
Hay excepciones a la obligación de declarar. En particular, gozan de exención total y no tienen obligación
de declarar determinados entes del sector público (Estado, CC.AA., Entidades Locales y sus organismos
autónomos, entidades gestoras de la Seguridad Social, Banco de España, etc.). La exención total supone,
que tales entes están relevados de: la obligación de presentar declaración-liquidación por el IS; el
cumplimiento de los requisitos contables y registrales; darse de alta en el índice de entidades; y soportar
retención por las rentas que obtengan.
Otras entidades están parcialmente exentas (entidades e instituciones sin ánimo de lucro, benéficas o
de utilidad pública, organizaciones no gubernamentales, colegios profesionales, asociaciones empresaria-
les, cámaras oficiales, sindicatos, partidos políticos, etc.) pero tienen la obligación de declarar la totalidad
de las rentas, exentas y no exentas, salvo que cumplan determinados requisito
Hecho imponible.- Constituye el hecho imponible del impuesto la obtención de renta por el contribuyente
en el período impositivo, con independencia de donde se hubiese obtenido y cualquiera que fuese la
fuente u origen de los distintos componentes de la misma.
a) El importe de las revalorizaciones contables, salvo que por precepto legal o reglamentario se
obligue a incluir su importe en el resultado contable.
b) La reducción de capital cuyo fin sea diferente de la devolución de aportaciones para los socios, no
determinará rentas integrables en la base imponible.
Exenciones.- En el impuesto se diferencian dos tipos de exenciones: las exenciones totales y las exenciones
parciales.
a) Entidades con exención total.- Las entidades totalmente exentas no están obligadas a:
2) Organismos autónomos del Estado y entidades autónomas análogas de las Comunidades Autóno-
mas y de las Entidades Locales (RTVE, AEAT, CNMV, CNE, CES, Instituto Español de Comercio Exte-
rior).
5) El Instituto de España y las Reales Academias Oficiales, así como las instituciones de las Comunida-
des Autónomas con lengua oficial propia y fines análogos a la Real Academia Española.
7) Las Agencias Estatales así como los Organismos públicos que estuvieran totalmente exentos del
IS y se transformen en Agencias estatales.
b) Entidades parcialmente exentas. Estas entidades únicamente estarán exentas por las siguientes
rentas:
La exención no alcanza a:
1) Fundaciones, establecimientos e instituciones sin ánimo de lucro que cumplan los requisitos
exigidos por la Ley 49/2002.
6) Puertos del Estado, Autoridades Portuarias y entidades de Derecho público similares de las Comu-
nidades Autónomas.
Base imponible.- El cálculo de la base imponible del impuesto se determina a partir del resultado contable
de la entidad, sobre el que se realizan los aumentos y disminuciones procedentes para ajustarlo a la
normativa fiscal vigente.
Regla general de valoración de la base imponible: Los elementos patrimoniales se valorarán de acuerdo
con los criterios establecidos en el Código de Comercio y en el Plan General de Contabilidad. No obstante,
las variaciones de valor originadas por aplicación del criterio del valor razonable, no tendrán efectos
fiscales mientras no deban imputarse a la cuenta de Pérdidas y Ganancias.
Se considera valor razonable el importe por el que pueda ser adquirido un activo (bienes o derechos de
una empresa, inmovilizado, tesorería) o liquidado un pasivo (deudas y obligaciones) entre partes
interesadas y debidamente informadas, que realizan una transacción en condiciones de independencia
mutua. En general se calcula con un valor de mercado fiable (Bolsa), y si no existe un mercado activo se
emplearán referencias a transacciones recientes o de otros activos similares. Es el Valor Actual, es decir
el valor de esos activos al cierre del ejercicio (31 de diciembre).
Tipo de gravamen y cuota íntegra.- La aplicación del tipo de gravamen (fijo) a la base imponible del impuesto
da como resultado la cuota íntegra (CI). De la CI se detraen, en su caso, las deducciones por doble
imposición, las bonificaciones y las deducciones por incentivos, obteniendo como resultado la cuota
líquida o efectiva. Finalmente, para cuantificar en el IS la cuota a ingresar o a devolver, cuota diferencial,
será necesario deducir de la cuota efectiva las retenciones y los pagos fraccionados realizados.
Naturaleza.- El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) es una de las tres figuras impositivas más importantes
del sistema tributario de España, junto con el Impuesto sobre Sociedades y el IRPF.
El IVA es un impuesto de naturaleza indirecta porque no se aplica de manera directa a la renta de los
contribuyentes si no que se paga según el consumo que haga cada persona. Grava la capacidad económica
de una manera indirecta de los sujetos pasivos, y recae sobre el consumo de bienes y servicios.
Tiene carácter instantáneo y es objetivo, puesto que se genera cada vez que se produce una operación
de consumo.
Es un impuesto que no es soportado por el empresario o profesional, excepto cuando actúe como consu-
midor final.
El empresario o profesional actúa como un simple intermediario entre la Hacienda Pública y el consumi-
dor final.
El IVA grava el valor añadido mediante un sistema de deducción de cuota sobre cuota.
-Es un impuesto plano o regresivo: Es la misma tasa para todos, independientemente de los ingresos del
contribuyente al que se le esté cobrando dicho impuesto.
-Es un impuesto proporcional: Es un porcentaje determinado que se aplica a todos los productos y
servicios.
-Las adquisiciones intracomunitarias de bienes que, en general, también son realizadas por empresarios
o profesionales, aunque en ocasiones pueden ser realizadas por particulares (por ejemplo, adquisición
intracomunitaria de medios de transporte nuevos).
-Las importaciones de bienes, cualquiera que sea quien las realice, ya sea empresario, profesional o
particular.
IVA repercutido y soportado.- También es importante diferenciar entre IVA repercutido e IVA soportado,
necesario para que una empresa o autónomo calcule el IVA que tiene que liquidar:
-El IVA repercutido es el que cobra una empresa al vender un bien o servicio. Por ejemplo, cuando una
tienda de ropa vende un abrigo por 100 € tiene que añadirle en el precio los 18 € de IVA. Esos 18 euros
son IVA repercutido en la factura de la empresa.
-El IVA soportado es el que paga una empresa por comprar un bien o servicio. Por ejemplo, el algodón
que compra la tienda de ropa para hacer el abrigo supongamos que le costó a la tienda 10 euros y pagó
además un IVA de 1,8 euros. Esos 1,8 euros es el IVA soportado por la tienda.
Al final de cada trimestre cada empresa tiene que calcular su IVA a pagar, que resulta de restar al IVA
repercutido el IVA soportado. Si el resultado es negativo la Agencia Tributaria tiene que devolver la
cantidad correspondiente porque hemos soportado más IVA del que hemos recibido.
Deducciones.- En el Impuesto sobre el Valor Añadido el mecanismo de las deducciones constituye una
característica esencial del impuesto. En su virtud, los empresarios pueden deducir las cuotas soportadas
en sus adquisiciones, de forma que en cada fase de la cadena de producción-comercialización sólo tributa
el valor añadido o incorporado en ella. En cambio, los consumidores finales no pueden deducir el IVA,
por lo que son quienes efectivamente lo pagan en el precio de los bienes y servicios que adquieren.
Exenciones: Consisten en que en determinados supuestos, a pesar de que se producen los hechos que dan
lugar a que deba pagarse un impuesto, no surge el deber de tributar por haberlo establecido así la Ley.
En el Impuesto sobre el Valor Añadido, pueden citarse entre las exenciones los servicios sanitarios
públicos, la educación de la infancia y la juventud por entidades públicas o privadas autorizadas o los
servicios prestados por los dentistas.
Tipo impositivo: Es el porcentaje que se aplica para obtener la cuota que hay que pagar por el impuesto. En
el Impuesto sobre el Valor Añadido hay tres tipos impositivos: el general del 21%, el reducido del 10%
y el superreducido del 4%. Los tipos reducido y superreducido sólo se aplican en los casos establecidos
por la Ley.
Valor añadido: Es el incremento de valor que experimentan los bienes y servicios como resultado de su paso
por cada una de las fases del proceso productivo y de comercialización hasta que llegan al consumidor
final.
El Impuesto sobre el Patrimonio es un tributo de carácter directo, periódico y naturaleza personal que grava
la titularidad de un patrimonio neto (bienes y derechos menos deudas). Su principal objetivo es el de generar
los ingresos necesarios para el sostenimiento de los gastos públicos, así como cumplir con la función de
control de rentas a efectos del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
Está regulado por la Ley 19/1991, de 6 de junio. La Ley 4/2008, de 23 de diciembre, suprime el gravamen
del Impuesto sobre el Patrimonio, derogando también los artículos de la Ley 19/1991 relativos al régimen
de autoliquidación, personas obligadas y presentación de declaración. La supresión del gravamen se ha
establecido a partir del ejercicio 2008 y se instrumenta mediante una bonificación del 100% de la cuota
íntegra del impuesto. No obstante, el Real Decreto-ley 13/2011, de 16 de septiembre, vuelve a restablecer
el Impuesto sobre el Patrimonio, aunque con modificaciones respecto de la redacción anterior a la Ley
4/2008.
Naturaleza y objeto del Impuesto.- El Impuesto sobre el Patrimonio es un tributo de carácter directo y
naturaleza personal que grava el patrimonio neto de las personas físicas en los términos previstos en
Ley 19/1991.
A los efectos de este Impuesto, constituirá el patrimonio neto de la persona física el conjunto de bienes
y derechos de contenido económico de que sea titular, con deducción de las cargas y gravámenes que
disminuyan su valor, así como de las deudas y obligaciones personales de las que deba responder.
Ámbito territorial.- El Impuesto sobre el Patrimonio se aplicará en todo el territorio español, sin perjuicio
de los regímenes tributarios forales de Concierto y Convenio Económico vigentes en los Territorios
Históricos del País Vasco y de la Comunidad Foral de Navarra, respectivamente, y de lo dispuesto en los
Tratados o Convenios internacionales que hayan pasado a formar parte del ordenamiento interno.
La cesión del Impuesto a las Comunidades Autónomas se regirá por lo dispuesto en las normas regulado-
ras de la Cesión de Tributos del Estado a las Comunidades Autónomas y tendrá el alcance y condiciones
que para cada una de ellas establezca su específica Ley de Cesión.
Hecho imponible.- Constituirá el hecho imponible del Impuesto la titularidad por el sujeto pasivo en el
momento del devengo, del patrimonio neto de la persona física.
Se presumirá que forman parte del patrimonio los bienes y derechos que hubieran pertenecido al sujeto
pasivo en el momento del anterior devengo, salvo prueba de transmisión o pérdida patrimonial.
a) Por obligación personal, las personas físicas que tengan su residencia habitual en territorio español,
exigiéndose el impuesto por la totalidad de su patrimonio neto con independencia del lugar donde se
encuentren situados los bienes o puedan ejercitarse los derechos.
Cuando un residente en territorio español pase a tener su residencia en otro país podrán optar por
seguir tributando por obligación personal en España. La opción deberá ejercitarla mediante la presenta-
ción de la declaración por obligación personal en el primer ejercicio en el que hubiera dejado de ser
residente en el territorio español.
b) Por obligación real, cualquier otra persona física por los bienes y derechos de que sea titular cuando
los mismos estuvieran situados, pudieran ejercitarse o hubieran de cumplirse en territorio español.
En este caso, el Impuesto se exigirá exclusivamente por estos bienes o derechos del sujeto pasivo tenien-
do en cuenta las deducciones legales.
Para la determinación de la residencia habitual se estará a los criterios establecidos en las normas del
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
Base imponible.- Constituye la base imponible de este impuesto el valor del patrimonio neto del sujeto
pasivo, que se determinará por diferencia entre:
a) El valor de los bienes y derechos de que sea titular el sujeto pasivo, determinado conforme a las
reglas de los artículos siguientes, y
b) Las cargas y gravámenes de naturaleza real, cuando disminuyan el valor de los respectivos bienes
o derechos, y las deudas u obligaciones personales de las que deba responder el sujeto pasivo.
No obstante, no se deducirán para la determinación del patrimonio neto las cargas y gravámenes que
correspondan a los bienes exentos.
En los supuestos de obligación real de contribuir, sólo serán deducibles las cargas y gravámenes que
afecten a los bienes y derechos que radiquen en territorio español o puedan ejercitarse o hubieran de
cumplirse en el mismo, así como las deudas por capitales invertidos en los indicados bienes.
Si la Comunidad Autónoma no hubiese regulado el mínimo exento a que se refiere el apartado anterior,
la base imponible se reducirá en 700.000 euros.
El mínimo exento señalado en el apartado anterior será aplicable en el caso de sujetos pasivos no
residentes que tributen por obligación personal de contribuir y a los sujetos pasivos sometidos a
obligación real de contribuir.
Devengo del Impuesto.- El Impuesto se devengará el 31 de diciembre de cada año y afectará al patrimonio
del cual sea titular el sujeto pasivo en dicha fecha.
Cuota íntegra.- La base liquidable del Impuesto será gravada a los tipos de la siguiente escala:
1) La base liquidable del impuesto será gravada a los tipos de la escala que haya sido aprobada por la
Comunidad Autónoma.
2) Si la Comunidad Autónoma no hubiese aprobado la escala a que se refiere el apartado anterior, la base
liquidable del Impuesto será gravada a los tipos de la siguiente escala:
Bonificación general de la cuota íntegra.- Sobre la cuota íntegra del impuesto se aplicará una bonificación
del 100 por ciento a los sujetos pasivos por obligación personal o real de contribuir.
El Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (ISD) es un impuesto que grava los incrementos de patrimonio
obtenidos a título lucrativo por personas físicas, vía actos inter vivos, en el caso de donaciones, vía actos
mortis causa en el caso de sucesiones.
Su regulación general se encuentra en la Ley 29/1987, de 18 de diciembre, del Impuesto sobre Sucesiones
y Donaciones, y en el Real Decreto 1629/1991, de 8 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento del
Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. No obstante, las CC.AA. han dictado sus propias normas legales
y reglamentarias aplicables en sus territorios.
El ISD es un tributo:
-Directo, ya que recae sobre la adquisición de bienes y derechos que es una manifestación directa de la
capacidad económica.
-Personal, porque se establece en relación con una persona concreta, que son los herederos en este caso.
-Subjetivo, puesto que se tienen en cuenta las circunstancias del sujeto pasivo (persona que va a realizar
el pago).
-Progresivo, debido a que cuanto mayor sea la cantidad de la herencia, mayor será el porcentaje de
impuesto que deben pagar los herederos.
Además:
-Es un impuesto que grava la capacidad económica y no responde a una contraprestación directa.
-Complementa el IRPF, pues sujeta a gravamen incrementos patrimoniales que no tributan en el IRPF.
-Está cedido a las Comunidades Autónomas, quienes tienen capacidad normativa y competencias de
regulación sobre:
-Su hecho imponible está constituido por los incrementos de patrimonio que se obtienen a título lucrati-
vo por las personas físicas.
-Para determinar la base imponible y la cuota se tienen en cuenta las circunstancias personales de los
sujetos pasivos, como el parentesco, patrimonio preexistente, minusvalías, etc.
-Su cuota tributaria se calcula en base a una tarifa progresiva que oscila entre el 7,65% y el 34%.
-El régimen de tributación es diferente por sucesiones y donaciones. Es decir, la tributación difiere según
se trate de transmisiones lucrativas inter vivos y mortis causa.
Es un impuesto que se aplica en todo el territorio español, si bien en el País Vasco y Navarra está regulado
por sus propias leyes forales, con algunas diferencias importantes respecto al resto del país.
Este impuesto se materializa tras el fallecimiento de una persona que deja sus bienes a sus herederos o
cuando se produce en una donación o cesión gratuita de un bien que sobrepase cierta cantidad de dinero.
Además, también grava el beneficio obtenido al cobrar un seguro.
En cuanto a quién tiene que pagar este impuesto, si se trata de una transmisión de patrimonio por falleci-
miento, la persona que ha de satisfacer será el heredero; en donaciones, será el donatario o el beneficiario;
y, en un seguro, los que se beneficien del dinero de ese seguro.
El pago o satisfacción del impuesto se realizará en cualquier Delegación Provincial de Economía y Hacienda
de la Comunidad Autónoma donde proceda.
El plazo del pago será en los 6 meses posteriores al fallecimiento del que se derive la herencia o 30 días
hábiles desde que se reliza la donación.
La Comunidad Autónoma tendrá 4 años para reclamar el pago del impuesto, transcurridos los cuatro años,
no se puede exigir el satisfacción del mismo.
El Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, regulado por el Real
Decreto Legislativo 1/1993 y su Reglamento (Real Decreto 828/1995). Sus características principales son:
Es un tributo de naturaleza indirecta que está integrado por tres modalidades de hecho imponible y que
vienen a resultar otras tantas figuras tributarias:
-Las Transmisiones Patrimoniales Onerosas (TPO), que gravan el tráfico civil de bienes entre particula-
res. Se aplica en todos aquellos casos en los que existe una transmisión de patrimonio o de bienes entre
particulares tales como la venta de un vehículo o la venta de una vivienda o una finca. También es
aplicado a la hora de efectuar un arrendamiento de un inmueble, ya sea éste rústico o urbano. El tipo
para transmisiones patrimoniales de inmuebles ha estado en el 7%, pero en muchas Comunidades ha
sufrido modificaciones con revisiones al alza.
-Las Operaciones Societarias (OS) que tengan lugar en las sociedades mercantiles con domicilio social
en España. El impuesto se aplica en todas aquellas operaciones mercantiles que, de un modo u otro,
atañen al capital social de las empresas. Son gravadas por esta rama las ampliaciones de capital de las
sociedades, fusiones o escisiones. El tipo del impuesto sobre operaciones societarias es del 1%.
-Los Actos Jurídicos Documentados (AJD). Se exige por la protección que el ordenamiento jurídico
concede a la forma en que se plasman determinados actos solemnes tales como los documentos mercan-
tiles como letras de cambio, pagarés bonos y obligaciones, los documentos notariales como escrituras
públicas, documentos administrativos y judiciales o la transmisión de títulos nobiliarios. Este impuesto
viene, en determinadas ocasiones, liquidado por un Timbre del Estado. El tipo a aplicar en el Impuesto
sobre Actos Jurídicos Documentados varía en función de la Comunidad Autónoma y del valor escriturado.
Puede oscilar entre el 0,5% y el 1,5% según la Comunidad.
Este impuesto se encuentra transferido a las Comunidades Autónomas, las cuales incluso tienen competencia
normativa, lo que implica que pueden fijar una serie de baremos e incluso modificar algunos de sus elemen-
tos esenciales. En la actualidad resulta uno de los impuestos que mayores rendimientos ofrece a las Hacien-
das autonómicas, fundamentalmente en la modalidad de transmisiones patrimoniales.
Se incluye a continuación las características principales de los impuestos que conforman las Haciendas
Locales.
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LQPXHEOHV GH HVWH WLSR HQWUH RWURV ORV GHVWLQDGRV D OD SURGXFFLyQ GH HQHUJtD HOpFWULFD R GH JDV ORV GHVWLQDGRV DO
UHILQR GHO SHWUyOHR ODV FHQWUDOHV QXFOHDUHV ORV HPEDOVHV ODV DXWRSLVWDV FDUUHWHUDV \ W~QHOHV HQ ORV TXH VH KD\D
DXWRUL]DGR HO HVWDEOHFLPLHQWR GH SHDMH GH DFXHUGR FRQ OD OHJLVODFLyQ VHFWRULDO ORV DHURSXHUWRV \ ORV SXHUWRV
FRPHUFLDOHV
x 1RHVWiQVXMHWRVDO,PSXHVWRDTXHOORVELHQHVGHGRPLQLRS~EOLFRDIHFWRVDXVRV\VHUYLFLRVS~EOLFRVQRFHGLGRVDWHUFHURVD
FDPELRGHFRQWUDSUHVWDFLyQ(QFRQFUHWRQRHVWDUiQVXMHWRVDO,%,
/DVFDUUHWHUDVORVFDPLQRVODVGHPiVYtDVWHUUHVWUHV\ORVELHQHVGHOGRPLQLRS~EOLFRPDUtWLPRWHUUHVWUHHKLGUiXOLFR
6XSXHVWRV VLHPSUHTXHVHDQGHDSURYHFKDPLHQWRS~EOLFR\JUDWXLWR
GHQR /RVVLJXLHQWHVELHQHVLQPXHEOHVSURSLHGDGGHORVPXQLFLSLRVHQTXHHVWpQHQFODYDGRV
VXMHFLyQ /RVGHGRPLQLRS~EOLFRDIHFWRVDXVRS~EOLFR
/RV GH GRPLQLR S~EOLFR DIHFWRV D XQ VHUYLFLR S~EOLFR JHVWLRQDGR GLUHFWDPHQWH SRU HO $\XQWDPLHQWR H[FHSWR
FXDQGRVHWUDWHGHLQPXHEOHVFHGLGRVDWHUFHURVPHGLDQWHFRQWUDSUHVWDFLyQ
/RVELHQHVSDWULPRQLDOHVH[FHSWXDGRVLJXDOPHQWHORVFHGLGRVDWHUFHURVPHGLDQWHFRQWUDSUHVWDFLyQ
,038(6726/2&$/(6
,PSXHVWRVREUH%LHQHV,QPXHEOHV,,
D /RVELHQHVSURSLHGDGGHO(VWDGRODV&&$$\((//DIHFWDGRVDGHWHUPLQDGRVILQHVHVSHFtILFRV
HQVHxDQ]DVHUYLFLRVSHQLWHQFLDULRV\GHIHQVDQDFLRQDO
E /RVELHQHVFRPXQDOHV\ORVPRQWHVYHFLQDOHVHQPDQRFRP~Q
D'HFDUiFWHU
F /RVELHQHVSHUWHQHFLHQWHVDOD,JOHVLD&DWyOLFD\DODV$VRFLDFLRQHVFRQIHVLRQDOHVQRFDWyOLFDV
SHUPDQHQWH OHJDOPHQWHUHFRQRFLGDVHQORVWpUPLQRVDFRUGDGRVFRQHO(VWDGR
G /RVGHOD&UX]5RMD(VSDxROD
H /RVELHQHVDORVTXHHVWHUHFRQRFLGDODH[HQFLyQHQYLUWXGGH&RQYHQLR,QWHUQDFLRQDO
I /DVXSHUILFLHGHPRQWHVGHVWLQDGRVDODSURYHFKDPLHQWRGHOFRUFKR\ODPDGHUD
J /RVWHUUHQRVRFXSDGRVSRUODVOtQHDVGHIHUURFDUULOHV\ODVHGLILFDFLRQHVLQGLVSHQVDEOHVSDUDVX
H[SORWDFLyQH[FHSWRORVGHGLFDGRVDKRVWHOHUtDDYLYLHQGDVSDUDHPSOHDGRV\RWURV
/RVFHQWURVGRFHQWHVDFRJLGRVDOUpJLPHQGHFRQFLHUWRVHGXFDWLYRV
([HQFLRQHV /RVGHFODUDGRVPRQXPHQWRRMDUGtQKLVWyULFRGHLQWHUpVFXOWXUDO
E5RJDGDV
,038(672 /D VXSHUILFLH GH ORV PRQWHV HQ TXH VH UHDOLFHQ UHSREODFLRQHV IRUHVWDOHV R UHJHQHUDFLyQ GH PDVDV
62%5( DUERODGDV
%,(1(6
,108(%/(6 /DVRUGHQDQ]DVILVFDOHVSRGUiQUHJXODUH[HQFLRQHVDIDYRUGH
/RVELHQHVGHTXHVHDQWLWXODUHVORVFHQWURVVDQLWDULRVGHWLWXODULGDGS~EOLFD
F3RWHVWDWLYDV
/RVLQPXHEOHVU~VWLFRV\XUEDQRVFX\DFXRWDOtTXLGDQRVXSHUHODFXDQWtDTXHVHGHWHUPLQH
0XQLFLSLRV
PHGLDQWHRUGHQDQ]DILVFDO
,038(6726/2&$/(6
,PSXHVWRVREUH%LHQHV,QPXHEOHV,,,
6XMHWR3DVLYRÆ/RVHUiQHOSURSLHWDULRGHOLQPXHEOHJUDYDGRHOWLWXODUGHOGHUHFKRGHXVXIUXFWRRVXSHUILFLHHVWDEOHFLGRVREUHHOPLVPRRHOGH
ODFRQFHVLyQDGPLQLVWUDWLYDGHOELHQRGHOVHUYLFLRS~EOLFRDOTXHpVWHVHKDOOHDIHFWR7DPELpQSXHGHQVHUORODVHQWLGDGHVDODVTXH
VHUHILHUHHODUWtFXORGHOD/*7
%DVHLPSRQLEOHÆ(VWDUiFRQVWLWXLGDSRUHOYDORUGHORVELHQHVLQPXHEOHVFRQVLGHUDQGRFRPRWDOHOYDORUFDWDVWUDOGHORVPLVPRV
x 6HUi HO UHVXOWDGR GH SUDFWLFDU HQ OD EDVH LPSRQLEOH ODV UHGXFFLRQHV TXH HQ VX FDVR SURFHGDQ 'LFKDV UHGXFFLRQHV VHUiQ
DSOLFDEOHVDORVLQPXHEOHVXUEDQRVTXHVHHQFXHQWUHQHQDOJXQDGHODVVLJXLHQWHVFLUFXQVWDQFLDV
,038(672 4XH VX YDORU FDWDVWUDO VH LQFUHPHQWH SRU UHYLVLRQHV R PRGLILFDFLRQHV TXH DIHFWHQ D OD WRWDOLGDG GH ORV LQPXHEOHV
62%5( XUEDQRVGHO UHVSHFWLYR PXQLFLSLR \ VH GHULYHQGH OD SULPHUDSRQHQFLD GH YDORUHV DSUREDGD FRQ SRVWHULRULGDG DO GH
%,(1(6 %DVH HQHURGHRGHODVVXFHVLYDVSRQHQFLDVDSUREDGDVXQDYH]WUDQVFXUULGRHOSHUtRGRFRUUHVSRQGLHQWHDXQDUHYLVLyQ
,108(%/(6 OLTXLGDEOH DQWHULRU HOSHUtRGRGHUHGXFFLyQVHUiGHDxRV
4XH KDELHQGR VLGR \D REMHWR GH XQD UHYLVLyQ \ DQWHV GH ILQDOL]DU HO SOD]R GH OD PLVPD YHDQ DOWHUDGRV VXV YDORUHV
FDWDVWUDOHV
x /DUHGXFFLyQVHDSOLFDUiGXUDQWHXQSHUtRGRGHQXHYHDxRVDFRQWDUGHVGHODHQWUDGDHQYLJRUGHORVQXHYRVYDORUHVFDWDVWUDOHV
x /DFXDQWtDGHODUHGXFFLyQVHUiGHFUHFLHQWH\HQIXQFLyQGHXQFRHILFLHQWHUHGXFWRU~QLFRSDUDWRGRVORVLQPXHEOHVXUEDQRVGHO
PXQLFLSLRDIHFWDGR HOSULPHUDxRGLVPLQX\HQGRXQSRUDxRKDVWDVXDQXODFLyQ DSOLFDEOHDXQFRPSRQHQWHLQGLYLGXDO
GHODUHGXFFLyQFDOFXODGRSDUDFDGDLQPXHEOHVHJ~QUHJODVGHWHUPLQDGDV
,038(6726/2&$/(6
,PSXHVWRVREUH%LHQHV,QPXHEOHV,9
6HGHWHUPLQDUiPHGLDQWHODDSOLFDFLyQDODEDVHLPSRQLEOHRHQVXFDVRDODOLTXLGDEOHGHOWLSRGHJUDYDPHQ
&DGDPXQLFLSLRILMDUiHOWLSRGHJUDYDPHQGHELHQGRVHU
D ,QPXHEOHVXUEDQRVHQWUH\SRU
E ,QPXHEOHVU~VWLFRVHQWUH\SRU
F ,QPXHEOHVGHFDUDFWHUtVWLFDVHVSHFLDOHVHQWUH\SRU
(VWRVWLSRVSRGUiQVHUDXPHQWDGRVRGLVPLQXLGRVSRUOD2UGHQDQ]DILVFDOGHOPXQLFLSLRGHQWURGHFLHUWRVOtPLWHVSUHILMDGRV
FXDQGRFRQFXUUDQGHWHUPLQDGDVFLUFXQVWDQFLDV
R 0XQLFLSLRVTXHVHDQFDSLWDOGHSURYLQFLDR&RPXQLGDG$XWyQRPD XUEDQRV \ U~VWLFRV
&XRWD R 0XQLFLSLRVHQORVTXHVHSUHVWHVHUYLFLRGHWUDQVSRUWHS~EOLFRFROHFWLYRGHVXSHUILFLH XUEDQRV \ U~VWLFRV
WULEXWDULD R 0XQLFLSLRV FX\RV $\XQWDPLHQWRV SUHVWHQ PiV VHUYLFLRV GH DTXHOORV D ORV TXH HVWpQ REOLJDGRV VHJ~Q OR GLVSXHVWR HQ HO
DUWtFXORGHOD/H\GHGHDEULO XUEDQRV \ U~VWLFRV
R 0XQLFLSLRVHQORVTXHORVWHUUHQRVGHQDWXUDOH]DU~VWLFDUHSUHVHQWDQPiVGHOSRUGHODVXSHUILFLHWRWDOGHOWpUPLQR
XUEDQRV \ U~VWLFRV
6HSRVLELOLWDDORV$\XQWDPLHQWRVD
R (VWDEOHFHUWLSRVGLIHUHQFLDGRVHQIXQFLyQGHORVXVRVHVWDEOHFLGRVHQODQRUPDWLYDFDWDVWUDOSDUDORVLQPXHEOHVXUEDQRV
H[FHSWRORVGHXVRUHVLGHQFLDO
,038(672 R $SOLFDU XQ UHFDUJR GH KDVWD HO SRU GH OD FXRWD OLTXLGD GHO LPSXHVWR D ORV LQPXHEOHV GH XVR UHVLGHQFLDO TXH VH
62%5( HQFXHQWUHQGHVRFXSDGRVFRQFDUiFWHUSHUPDQHQWH
%,(1(6
,108(%/(6 R /DVRUGHQDQ]DVILVFDOHVSRGUiQHVWDEOHFHUODVVLJXLHQWHVERQLILFDFLRQHV
L 'HHQWUHHO\HOSRUSDUDODVHPSUHVDVGHXUEDQL]DFLyQFRQVWUXFFLyQRGHSURPRFLyQLQPRELOLDULD
LL 'HOSRUSDUDODVYLYLHQGDVGHSURWHFFLyQRILFLDO
LLL 'HOSRUGHORVELHQHVU~VWLFRVGHODVFRRSHUDWLYDVDJUDULDV\GHH[SORWDFLyQFRPXQLWDULDGHODWLHUUD
%RQLILFDFLRQHV LY 'HOSRUSDUDELHQHVLQPXHEOHVXELFDGRVHQ]RQDVGHOPXQLFLSLRFRQSUHHPLQHQFLDGHDFWLYLGDGHVSULPDULDV
GHFDUiFWHUDJUtFRODJDQDGHURIRUHVWDOSHVTXHURRDQiORJRHQHOFDVRGHTXHGLVSRQJDQGHXQQLYHOGHVHUYLFLRVGH
LQIUDHVWUXFWXUDPXQLFLSDOHVLQIHULRUHVDODVH[LVWHQWHVHQRWUDViUHDVGHOPXQLFLSLR
Y 'HKDVWDHOSRUSDUDELHQHVLQPXHEOHVGHFDUDFWHUtVWLFDVHVSHFLDOHV
YL 'HKDVWDHOSRUSDUVXMHWRVSDVLYRVWLWXODUHVGHIDPLOLDQXPHURVD
YLL %LHQHV LQPXHEOHV DIHFWDGRVSRUQXHYRVYDORUHV FDWDVWUDOHVFRPR FRQVHFXHQFLD GH XQSURFHGLPLHQWR GH YDORUDFLyQ
JHQHUDO
'HYHQJRÆ(OLPSXHVWRVHGHYHQJDHOSULPHUGtDGHOSHUtRGRLPSRVLWLYR
3HUtRGRLPSRVLWLYRÆ(OSHUtRGRLPSRVLWLYRFRLQFLGHFRQHODxRQDWXUDO
,038(6726/2&$/(6
,PSXHVWRVREUH9HKtFXORVGH7UDFFLyQ0HFiQLFD,
&RQFHSWRÆ(O,970HVXQLPSXHVWRGLUHFWRUHDOXREMHWLYR\SHULyGLFRTXHJUDYDODWLWXODULGDGGHORVYHKtFXORVGHWUDFFLyQPHFiQLFD
6HFRQVLGHUDQDSWRVSDUDODFLUFXODFLyQWRGRVORVYHKtFXORVTXHKD\DQVLGRPDWULFXODGRVHQORVUHJLVWURVS~EOLFRVHQWDQWRQR
FDXVHQEDMDHQORVPLVPRV
+HFKRLPSRQLEOHÆ/DVLPSOHWLWXODULGDGGHORVYHKtFXORVLQGLFDGRVFRQLQGHSHQGHQFLDGHVXFODVH\FDWHJRUtD
1RHVWiQVXMHWRVDJUDYDPHQ
/RVYHKtFXORVGH³FROHFFLyQRGHpSRFD´HVGHFLUDTXHOORVTXHDXQGDGRVGHEDMDHQORVUHJLVWURVSRUVXDQWLJHGDG
QRREVWDQWHVHHQFXHQWUDQDXWRUL]DGRVSDUDFLUFXODUH[FHSFLRQDOPHQWHFRQRFDVLyQGHH[KLELFLRQHV\FDUUHUDV
/RVUHPROTXHV\VHPLUUHPROTXHVFRQPHQRVGH.JGHFDUJD~WLO
$XWREXVHVXUEDQRV
,038(672 7UDFWRUHVSDUDXVRDJUtFRODFRQFDUiFWHUURJDGR
62%5( 9HKtFXORV GH UHSUHVHQWDFLRQHV GLSORPiWLFDV RILFLQDV FRQVXODUHV HWF GHELGDPHQWH LGHQWLILFDGRV \ D OD FRQGLFLyQ GH
9(+Ë&8/26 UHFLSURFLGDG
'( ([HQFLRQHV 9HKtFXORVGHRUJDQLVPRVLQWHUQDFLRQDOHVYHKtFXORVRILFLDOHVGHO(VWDGR&&$$\((//DIHFWRVDODGHIHQVDQDFLRQDORD
75$&&,Ï1 ODVHJXULGDGFLXGDGDQD
0(&È1,&$ $PEXODQFLDV\GHPiVYHKtFXORVSHUWHQHFLHQWHVDOD&UX]5RMDHVSDxRODGHVWLQDGRVDODDVLVWHQFLDVDQLWDULD
9HKtFXORVGHPLQXVYiOLGRVRDGDSWDGRVSDUDHOORV
6XMHWR3DVLYRÆ/RVHUiQODVSHUVRQDVItVLFDVMXUtGLFDV\ODVHQWLGDGHVDODVTXHVHUHILHUHHODUWtFXORGHOD/*7DFX\RQRPEUHFRQVWHHO
YHKtFXORHQVXSHUPLVRGHFLUFXODFLyQ
,038(6726/2&$/(6
,PSXHVWRVREUH9HKtFXORVGH7UDFFLyQ0HFiQLFD,,
&XRWDWULEXWDULDÆ(OLPSXHVWRFDUHFHGHEDVHLPSRQLEOH\VHH[LJHGHDFXHUGRFRQXQDWDULIDHQODTXHVHH[SUHVDQGLUHFWDPHQWHODVFXRWDVD
SDJDUHQIXQFLyQGHODFDWHJRUtDGHOYHKtFXOR WXULVPRVDXWREXVHVFDPLRQHVWUDFWRUHVFLFORPRWRUHVHWF GHOQ~PHUR
GH&9ILVFDOHVGHOQ~PHURGHSOD]DVRGHODFDUJD~WLOH[SUHVDGDVHQ.JV
3RWHQFLD\FODVHGHYHKtFXOR &XRWD
$ 7XULVPRV
'HPHQRVGHFDEDOORVILVFDOHV ¼
'HKDVWDFDEDOORVILVFDOHV ¼
'HKDVWDFDEDOORVILVFDOHV ¼
'HKDVWDFDEDOORVILVFDOHV ¼
,038(672 'HFDEDOORVILVFDOHVHQDGHODQWH ¼
62%5( % $XWREXVHV
9(+Ë&8/26 'HPHQRVGHSOD]DV ¼
'( 'HDSOD]DV ¼
75$&&,Ï1 'HPiVGHSOD]DV ¼
0(&È1,&$ & &DPLRQHV
'HPHQRVGHNLORJUDPRVGHFDUJD~WLO ¼
'HDNLORJUDPRVGHFDUJD~WLO ¼
'HPiVGHDNLORJUDPRVGHFDUJD~WLO ¼
'HPiVGHNLORJUDPRVGHFDUJD~WLO ¼
' 7UDFWRUHV
'HPHQRVGHFDEDOORVILVFDOHV ¼
'HDFDEDOORVILVFDOHV ¼
'HPiVGHFDEDOORVILVFDOHV ¼
( 5HPROTXHV\VHPLUUHPROTXHVDUUDVWUDGRVSRUYHKtFXORVGHWUDFFLyQPHFiQLFD
'HPHQRVGH\PiVGHNLORJUDPRV
GHFDUJD~WLO ¼
'HDNLORJUDPRVGHFDUJD~WLO ¼
'HPiVGHNLORJUDPRVGHFDUJD~WLO ¼
) 2WURVYHKtFXORV
&LFORPRWRUHV ¼
0RWRFLFOHWDVKDVWDFHQWtPHWURVF~ELFRV ¼
0RWRFLFOHWDVGHPiVGHKDVWDFHQWtPHWURVF~ELFRV ¼
0RWRFLFOHWDVGHPiVGHKDVWDFHQWtPHWURVF~ELFRV ¼
0RWRFLFOHWDVGHPiVGHKDVWDFHQWtPHWURVF~ELFRV ¼
0RWRFLFOHWDVGHPiVGHFHQWtPHWURVFHQWtPHWURVF~ELFRV ¼