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PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES DEL DERECHO FINANCIERO

La Constitución Política de la República de Guatemala, fruto del alto grado


de consenso alcanzado durante su elaboración, representa una norma
esencialmente abierta, que recoge principios, resultado de intereses
económico-sociales diversos, posibilitando por ello el establecimiento real,
no solo juridificado, de la libertad, la igualdad y la justicia.

1.- Legalidad.

2.- Capacidad de pago (equidad y Justicia).

3.- Igualdad.

4.- Generalidad.

5. Proporcionalidad.

1.- Principio de legalidad. (Reserva de ley).

Puede enunciarse mediante una frase latina que inspira el Derecho


Tributario” nullum tributum sine lege”. (Es nulo el tributo que no se
encuentra previamente establecido en la ley).

Tiene su esencia en la primacía de la ley, es decir, que toda norma


tributaria debe encontrarse regida estrictamente en cuanto a su creación,
aplicación y procedimientos a aspectos legales en su regulación, sin
contravenir el principio de la jerarquía constitucional, además debe haber
cumplido para su vigencia el procedimiento legislativo de creación de la
ley. (Reserva de ley).

¿Dónde encontramos el Principio de Legalidad?

El principio de Legalidad, básicamente lo encontramos en dos


disposiciones constitucionales: Art. 171 y 239. Además en los Tres
Primeros Considerandos del Código Tributario.

Asimismo el Código Municipal, Decreto número 12-2002 del Congreso de


la República en su Artículo 101 regula acerca del principio de legalidad lo
siguiente: La obtención y captación de recursos para el fortalecimiento
económico y desarrollo del municipio y para poder realzar las obras y
prestar los servicios que se necesitan, debe ajustarse al principio de
legalidad que fundamentalmente descansa en la equidad y justicia
tributaria.
Es prohibida la percepción de ingresos que no estén autorizados.
Cualquier cobro que se haga en este criterio, debe ser devuelto al
contribuyente, previa solicitud al Concejo Municipal el que antes de
autorizar la devolución comprobará el extremo del cobro indebido.
Se puede concluir que también las tasas deben sujetarse al principio de
legalidad.

Art. 41 Const. Limitaciones a la potestad tributaria.

2.- Principio de Capacidad de pago (equidad y Justicia).

Este principio hace referencia a que los tributos deben ser establecidos en
función de la capacidad económica de cada contribuyente a quien va
dirigido. Este principio conocido como el principio de Justicia de Adam
Smith: “conforme sus ingresos los súbditos del Estado deben contribuir a
su sostenimiento mediante el pago de tributos que se establecerán en
función de su capacidad económica”.

Art. 243 Const.

También es conocido como de CAPACIDAD CONTRIBUTIVA O


CAPACIDAD DE PAGO y al analizar la norma constitucional, se desprende
que la misma inspira protección hacia los contribuyentes con menor
capacidad contributiva, ya que como claramente se expresa, el sistema
tributario debe ser justo. La palabra justicia tiene una amplia acepción:
“virtud que inclina a dar a cada uno lo que le corresponde. En sentido
jurídico equivale a lo que es conforme a derecho”.

El Artículo 243 de la Constitución Política de la República, en su parte


conducente preceptúa: El sistema tributario debe ser justo y equitativo.
El término sistema tributario señala que en Guatemala, no es cada una de
las leyes tributarias consideradas por separado la que debe cumplir con la
equidad y la justicia, sino el conjunto de todas ellas consideradas en un
sistema, el cual debe ser justo y equitativo, dichos valores han sido
mencionados en el Principio de Legalidad, tanto el Artículo 239 como el
Artículo 243, ambos son poco interpretativos, ya que sí no se tiene en
parámetros concretos para la interpretación de los mismos, estos se
quedan como leyes en blanco, es decir que no llegarán realmente a
aplicarse o quedaran sujetos a interpretaciones subjetivas y arbitrarias,
tanto por parte de los contribuyentes, del fisco, de los tribunales y de la
Corte de Constitucionalidad.

3.- Principio de igualdad

Al ser aplicado al campo tributario, debemos entenderlo en el sentido


que todos debemos pagar los tributos, pero atendiendo a nuestro lugar en
la sociedad y en la economía ya que dentro de la igualdad todos somos
desiguales.
El Artículo 4 de la Constitución Política de la República, establece que en
Guatemala todos los seres humanos son libres e iguales en dignidad y
derechos…”.
El Estado al establecer tributos, no puede establecer discriminaciones
subjetivas. El sentido de igualdad en el campo tributario es garantizar a las
personas la igualdad de trato frente a la imposición de las cargas públicas
independientemente de sus condiciones subjetivas. Este principio no
prohíbe las exenciones de carácter personal cuando ellas estén inspiradas
en el bien común como son las exenciones a favor del Estado, de las
Municipalidades y de las organizaciones de beneficencia.
Raúl Rodríguez Lobato, en su obra de Derecho Fiscal: “ El principio de
igualdad, en iguales circunstancias y consecuentemente, que deberá
tratar en forma desigual a los desiguales o que estén en desigualdad de
circunstancias”.
En el ámbito tributario es frecuente considerar que el principio de igualdad
se traduce en forma de capacidad contributiva. La igualdad, así concebida,
exige que situaciones económicamente iguales sean tratadas de la misma
manera, atendiendo a que la capacidad económica que se pone de relieve
es la misma. Ello no significa que el principio de igualdad agote su
contenido con el de capacidad de pago, conforme el principio de igualdad
agote su contenido con el de capacidad económica, será mayor su
aplicación, esto en sentido que la igualdad no incluye únicamente el
derecho de igualdad ante la Ley, sino también la igualdad en la aplicación
de la misma.

4.- Principio de generalidad

Este principio se encuentra enunciado de conformidad con el Artículo 135,


de la Constitución Política de la República, inciso d), que establece: “son
deberes de los guatemaltecos, entre otros, el contribuir con los gastos
públicos, en forma prescrita por la ley y a obedecer las leyes.”
Este principio, indica que todos han de contribuir al financiamiento de los
gastos públicos, lo que se matiza con el principio de capacidad de pago y
el de igualdad. Este principio prohíbe la existencia de privilegios fiscales, lo
que no impide las exenciones justas.
Ver artículos, 46,135, de la Const. 24 de la Convención Americana de los
Derechos Humanos.

Artículo 24. Igualdad ante la Ley. Todas las personas son iguales
ante la ley. En consecuencia, tienen derecho, sin discriminación, a igual
protección de la ley. CONVENCIÓN Ade los DH

5.- Principio de proporcionalidad

En la Constitución Política de la República, se establece la obligación del


Estado a orientar la economía nacional para lograr la utilización de los
recursos naturales y el potencial humano, para incrementar la riqueza y
tratar de lograr el pleno empleo y la equitativa distribución del ingreso
nacional.
Esta argumentación está basada en la consolidación del principio de
justicia social, contemplando dentro de esta distribución la carga del gasto
público.
El principio de proporcionalidad, también llamado principio de
progresividad, realiza una determinación concreta de la prestación
tributaria de cada persona mediante las tarifas correspondientes, gravando
con mayor intensidad la mayor capacidad económica, sin que en ningún
caso el tributo pueda tener alcance confiscatorio. Para cumplir este
principio se debe combinar y tener en cuenta la naturaleza real o personal
del tributo, la estructura proporcional o progresiva de los tipos de
gravamen y el carácter objetivo o subjetivo del impuesto.
Este principio tiene mucha relación con el Principio de Capacidad de Pago,
y puede en determinados momentos llamar a confusión con el mismo.
El principio de proporcionalidad establece que el deber de contribuir a los
gastos del Estado de la población, no debe interferir con el derecho de
propiedad y que por lo tanto los tributos no deben ser confiscatorios de los
bienes de los contribuyentes, cada contribuyente cumplirá con el deber
constitucional de pagar tributos sin que estos atenten contra su derecho de
propiedad, por lo que cada guatemalteco debe pagar tributos en forma
proporcional a su riqueza.
Art. 243 y 39 Const.

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