Está en la página 1de 26

UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE SANTIAGO, UTESA

SISTEMA CORPORATIVO
Escuela de Graduados

Facultad de Ciencias y Humanidades

URGENCIAS Y EMERGENCIAS PSIQUIÁTRICAS

Trabajo de investigación final de


Introducción a la Psicofarmacología

Presentado por:
Jeanina Gálvez 1-00-0547

Facilitador:
Doctor Felipe Amaro

Santiago de los Caballeros,


República Dominicana,
9 de Agosto, 2021.
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN

1.1 Introducción
1.2 Antecedentes
1.2.1 Antecedentes Internacionales
1.2.2 Antecedentes Nacionales
1.3 Planteamiento del problema
1.4 Formulación del problema
1.4.1 Sistematización del problema
1.5 Formulación de objetivos1.5.1 Objetivo general
1.5.2 Objetivos específicos
1.6 Importancia1.7 Justificación
1.8 Delimitación
1.9 Limitaciones

2.1 Marco teórico contextual


2.1.1 Aspectos históricos del Municipio de Moca de la Provincia Espallait
2.1.2 Aspectos económicos
2.1.2.1 Agropecuaria
2.1.2.2 Avicultura
2.1.2.3 Turismo
2.1.3. Actractivos religiosos
2.1.3.1 Iglesia Sagrado Corazón de Jesús
2.1.3.2 Monte de oración
2.1.4 Aspectos culturales
2.1.4.1 Fiestas patronales y cristianas
2.1.5 Historia del Distrito Educativo 06-06 de Moca
2.2.Marco teórico conceptual
2.2.1 Concepto de estrategias didácticas
4.1 Datos obtenidos del instrumento de evaluación aplicado a los docentes del Distrito
Educativo 13-04 de Dajabón
5.1 Discusión de los resultados
5.2 Conclusiones
5.3 Recomendaciones

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

ANEXOS

1- Identidad Corporativa de los centros del Distrito 13-04 de Dajabón


2- Identidad Corporativa de los centros del Distrito 13-04 de Dajabón
3- Identidad Corporativa de los centros del Distrito 13-04 de Dajabón
INTRODUCCIÓN
El siguiente trabajo de revisión bibliográfica busca responder por la

intervención en salud mental o la atención al paciente psiquiátrico en los servicios

de urgencias y emergencias, con la finalidad de ampliar los términos de la

intervención en psiquiatría apoyándose en el concepto psicoanalítico de urgencias,

lo cual podría plantearse como una intervención psiquiátrica centrada en el sujeto.

Es evidente que los servicios de urgencias han asumido, de manera

progresiva, responsabilidades asistenciales de importancia en salud mental. En los

últimos años, la atención de los casos psiquiátricos urgentes ha estado a cargo de

los médicos generales y de otras especialidades de los servicios de urgencias y

esto sigue siendo la regla. (Posada-Villa, 2009, p.217). Esta afirmación indica que,

bajo dichas condiciones, el personal asistencial de los servicios de urgencias de

los hospitales generales debe tener la preparación para hacerle frente a las

demandas de atención de esta naturaleza.

Por lo explicado anteriormente, en dicha investigación se presenta de

manera clara y detallada las urgencias y emergencias psiquiátricas partiendo de

su conceptualización, diferencias y todo lo referente a los medicamentos utilizados

en la sala de urgencias. Asimismo, se muestra un caso de urgencia psiquiátrica

creado por la autora del proyecto de acuerdo a su experiencia de trabajo, el mismo

con el fin de que el lector pueda entender mejor el tema tratado.


URGENCIAS Y EMERGENCIAS PSIQUIÁTRICAS

1.1 Urgencia médica

La palabra urgencia se refiere a una eventualidad que urge, es decir, que

amerita una rápida atención. Así se pernocta desde el punto de vista de la salud,

la Organización Mundial de la Salud (OMS), define la urgencia como la aparición

fortuita, en cualquier lugar o actividad, de un problema de causa diversa y

gravedad variable que genera la conciencia de una necesidad inminente de

atención, por parte del sujeto que lo sufre o de su familia.

1.2 Emergencia médica

Una emergencia médica es considerada toda situación en la que se deben

realizar acciones y toma de decisiones médicas de manera inmediata. Debido a la

gravedad e importancia de la afección, estos son cuadros clínicos que ponen en

riesgo la vida del paciente. Así lo expresa la Asociación Médica Americana

(A.M.A.) la Emergencia “es aquella situación urgente que pone en peligro

inmediato la vida del paciente o la función de un órgano”.

1.3 Diferencia entre urgencia y emergencia médica

La principal diferencia entre una emergencia y urgencia médica radica en

que en eventualidades de emergencia hay una amenaza inmediata para un

órgano, miembro o la vida y la salud de esa persona; mientras que, en

una urgencia, no existe amenaza inmediata para el paciente, pero si no es


atendido en un lapso de tiempo determinado, la urgencia puede llegar a

convertirse en una situación de emergencia.

Es por esto que surgió la necesidad de evaluar el grado de atención que

amerita un paciente, en el triaje.

1.3.1 Triaje

El triaje es un proceso de valoración médica básica, que permee clasificar a

los pacientes según su nivel de urgencia, estando atendiendo, claro está, de

manera prioritaria aquellos que estén en más necesidad.

Según Cook y Sinclar: “Triaje es el proceso mediante el cual un paciente es

valorado a su llegada para determinar la urgencia del problema y asignar el

recurso apropiado para el cuidado del problema identificado”, el paciente es

clasificado de acuerdo con unas prioridades.

1.3.1.2 Clasificación del Triaje

Según la RAC, actualmente existen, las siguientes clasificaciones de Triaje:

 La Escala nacional de triaje para los servicios de urgencias australianos

(National Triage Scale for Australasian Emergency Departments [NTS]),

que nació de la evolución de una escala previa de 5 niveles, la de Ipswich.

La NTS, planteada en 1993 por el Colegio Australiano de Medicina de

Emergencias, fue la primera escala con ambición de universalización

basada en 5 niveles de priorización. En el año 2000, la NTS fue revisada y


recomendada como Escala australiana de triaje (Australasian Triage Scale

[ATS]). Ver anexo No.1.

 La Escala Canadiense de Triaje y Urgencia para los Servicios de Urgencias

(Canadian Emergency Department Triage and Acuty Scale [CTAS]

Procedimientos Operativos de Recepción, Acogida y Clasificación (RAC)

Triaje de Pacientes en las Emergencias Hospitalarias 12 introducida por la

Asociación Canadiense de Médicos de Urgencias (CAEP), en 1995,

utilizando la NTS como referente. Ver anexo No.2.

 El índice de severidad de urgencias de 5 niveles de triaje (Emergency

Severity Index© 5 Level Triage [ESI]), desarrollado por el grupo de trabajo

del ESI en los EE. UU. en 1999. Ver anexo No.3.

 El Modelo Andorrano deTriaje (Model Andorrà de Triage [MAT]), aprobado

por el Servicio Andorrano de Atención Sanitaria (SAAS) en 2000 y aceptado

como estándar catalán de triaje por la Societat Catalana de Medicina

d’Urgencia (SCMU) en 2002 y como estandarizado andorrano por la

Societat Andorrana d’Urgences y Emergencias (SAUE) en 2007, y que

utiliza la CTAS como referente. Ver anexo No. 4.

 El Sistema Español de Triaje, adaptación del Modelo Andorrano de Triaje

que es adoptado en el 2003 por la Sociedad Española de Urgencias y

Emergencias (SEMES). Ver anexo No.5.

 El Sistema de triaje de Manchester (Manchester Triage System [MTS]),

introducido por el Grupo de triaje de Manchester en 1996.


Estos niveles se establecen en función de los siguientes criterios generales:

riesgo vital, dolor, hemorragia, nivel de conciencia, temperatura y agudeza (tiempo

de evolución), y se aplican a todos los pacientes, independientemente de su forma

de presentación.

El profesional selecciona un número de signos y síntomas de cada nivel de

prioridad y utiliza los discriminadores dispuestos en forma de diagramas, para

asignar a los pacientes a una de las 5 prioridades clínicas.

1.4 Escala de Triaje implementada en República Dominicana

Protocolo de Manchester

Según el Protocolo de Manchester, la clasificación de riesgo es un método

estandarizado, rápido, objetivo, conciso, y dirigido a valorar las capacidades de

supervivencia inmediata. No se contemplan patologías previas, no existen datos

complementarios ni apoyos al diagnóstico, porque es una forma de evaluación

rápida. Por eso debe ser ejecutado por una persona con un perfil específico, con

mucha experiencia, con autoridad y capacidad para la toma de decisiones en

circunstancias difíciles. Se trata de un método de priorización de pacientes que es

sencillo de aprender y utilizar, rápido en su ejecución.

En el Sistema de Triaje Manchester, cada triaje dura entre 1 y 1.5 minutos,

es válido para pacientes adultos y en edad pediátrica, y define unos flujos y

circuitos de pacientes que contribuyen de manera decisiva a la reorganización del

servicio de urgencias. Con base en estos conceptos, podemos concluir que es el


proceso de valoración clínica preliminar que ordena los pacientes en función de su

grado de urgencia, antes de la actuación diagnóstica y terapéutica completa en el

servicio de urgencias, y que hace que en una situación de desequilibrio demanda/

recursos, los pacientes más urgentes sean tratados primero.

Este método, que inicialmente se hizo para ser empleado en los servicios

de urgencias de la ciudad de Manchester, Procedimientos Operativos de

Recepción, Acogida y Clasificación (RAC) Triaje de Pacientes en las Emergencias

Hospitalarias, pronto fue adoptado como método de triaje en el Reino Unido y

posteriormente en muchos países europeos y de América del Sur, con muy

buenos resultados, y ahora se utilizará de manera oficial en todos los

establecimientos públicos que prestan servicios de urgencias y emergencias en la

República Dominicana. (Ver anexo 1 y 2).

1.5 Urgencia y Emergencia Psiquiátrica

Cuando se habla de urgencia psiquiátrica se refiere a la situación en la que

el disturbio del pensamiento, del afecto o de la conducta de la persona, son

disrruptivos, en tal importancia, que el paciente mismo, la familia o la

sociedad, consideran que requiere atención inmediata.

Lo principal a realizar durante una urgencia psiquiátrica, es determinar la

existencia de un peligro vital para el paciente o terceras personas, tarea dificultosa

al momento en que el paciente está muy agitado o con trastornos en curso y

contenidos en pensamiento.
Bulbena et al. (2007) define la urgencia psiquiátrica como “aquella situación

en la que unos síntomas psicopatológicos o un trastorno de conducta son

percibidos como perturbadores o amenazantes por el propio paciente, de modo

que llegan a producir una solicitud de atención psiquiátrica urgente” (p.2).Teniendo

en cuenta esta definición se evidencia que la práctica profesional en este ámbito

debe generar acciones basadas en la evaluación, manejo y toma de decisiones en

el menor tiempo posible para los pacientes afectados.

Por su parte, los manuales de psiquiatría sugieren que para hacer una

valoración efectiva, el médico requiere habilidades para observar, escuchar y

analizar (Kaplan & Sadock, 1996, p.4; Chinchilla & Barbudo, 2010, p.650; Murillo

et al., 2010, p.346; Louro et al., 2011, p.1415; Ontiveros, 2012, p.217); además

sugieren, entre otras intervenciones, la contención verbal, la psicoterapia, la

contención física y la contención farmacológica, herramientas a disposición del

equipo asistencial de urgencias para el manejo de situaciones difíciles con los

pacientes cuya elección se encuentra sujeta a la formación “Psi”* del personal y su

experiencia clínica con este tipo de pacientes.

Según Escobar y Cruz, los objetivos de la atención de una urgencia

psiquiátrica incluyen resolver la necesidad más inmediata, precisar el factor

desencadenante, intervenir para prevenir recaídas y vincular al paciente y su

familia con el equipo de salud donde se continuará la atención.

Lo que va a dictar si se amerita de una emergencia o urgencia

psiquiátrica es la gravedad y la condición aguda o crónica que presente el


paciente: Ataques de pánico, ansiedad, depresión, psicosis, intento de suicidio,

explosión de agresividad, abuso de sustancias, trastorno de estrés agudo o

trastorno de estrés postraumático.

1.5.1 Elementos de la Urgencia Psiquiátrica

En la aproximación a la urgencia psiquiátrica debe considerarse cuatro

elementos:

a) El paciente, con su cuadro clínico, que requerirá de estudio cuidadoso,

exámenes pertinentes y el tratamiento necesario.

b) El ambiente humano circundante, que debe ser evaluado en su influencia

para la acción procedente.

c) El ambiente físico, que debe ser examinado por el médico para identificar

peligros o facilidades potenciales.

d) El médico que, como experto, habrá de resolver la urgencia. Su

competencia profesional y personalidad jugarán un papel decisivo.

1.5.2 Cuidados y tipos de intervención en Urgencias Psiquiátricas

Hay, esquemáticamente, cuatro tipos de intervención en el abordaje y

tratamiento de urgencias psiquiátricas:

1- Intervención verbal: la comunicación es primordial. Con las transacciones

explícitas, la ganancia siempre es alta y los riesgos menores. La comunicación

debe ser directa, comprensiva, persuasiva y firme.


2- Intervención farmacológica: referida al empleo adecuado, seguro y juicioso de

los psicofármacos que, en la actualidad, constituyen recurso de privilegio técnico

en el tratamiento. Así, es indispensable el conocimiento cabal de la

psicofarmacología.

3- Intervención física: implica restricción por la fuerza humana o contención

mecánica. Será necesaria en algunos casos para proteger al paciente mismo o a

los demás.

El médico comandará con seguridad las acciones evitando involucrarse

personalmente en actos de fuerza; la experiencia demuestra que cuando los

pacientes se restablecen suelen agradecer el habérseles cuidado.

4- Solicitud de ayuda: que deberá ser hecha sin demora, cuando la situación lo

requiera, al especialista o a las entidades que en casos singulares deben

intervenir.

1.5.3 Procedimientos a aplicar en Urgencia Psiquiátrica

Algunos procedimientos a aplicar en una urgencia psiquiátrica incluyen los

siguientes:

 Evaluación o entrevista inicial (si los antecedentes psiquiátricos previos o

historia clínica no están disponibles y el paciente no coopera, se procede a

obtener información de los acompañantes).

 Examen físico y laboratorio de rutina, pruebas toxicológicas.


 Cuando existe el caso de comportamiento agresivo o descontrolado lo

recomendable es la tranquilizarían del paciente, ya sea con o

benzodiacepinas antes de proseguir la evaluación o antipsicóticos.

 Lo primordial es asegurar la seguridad del paciente, de sus acompañantes

y del personal que lo esté atendiendo.

1.5.4 Tratamiento psicofarmacológico utilizados en urgencias psiquiátricas

El Informe sobre la salud en el mundo 2001 presenta una serie de

recomendaciones sobre cómo mejorar la asistencia a las personas con trastornos

mentales, incluyendo la mejora en el acceso a una selección limitada de

psicofármacos esenciales. Los psicofármacos esenciales deben estar siempre

disponibles en todos los niveles de la atención de la salud y deben figurar en la

Lista Modelo de Medicamentos Esenciales de la Organización Mundial de la Salud

(LME); además debe haber personal sanitario capacitado para usarlos en el

tratamiento de personas con trastornos mentales. Mejorar el acceso a los

psicofármacos esenciales es un componente clave para facilitar y agilizar el

acceso a servicios de atención de salud mental eficaces.

Los psicofármacos esenciales son aquellos que satisfacen las necesidades

prioritarias de la atención de salud mental de una población. Se seleccionan

teniendo en consideración su importancia para la salud pública, los datos

probatorios de eficacia y seguridad y la rentabilidad relativa. Deben estar

disponibles dentro del contexto de los sistemas de prestación de servicios de

salud mental en funcionamiento, en cualquier momento, en las cantidades

adecuadas, en las formas y dosis farmacéuticas apropiadas, con calidad


asegurada e información adecuada, y a un precio que el individuo y la comunidad

puedan costear. Los psicofármacos esenciales sirven para paliar los síntomas de

los trastornos mentales, abreviar el curso de muchas enfermedades, reducir la

discapacidad y prevenir las recaídas.

Existe un gran número de tratamientos para el manejo farmacológico de los

trastornos mentales. Se ha observado que muchos de estos tratamientos son

eficaces en las etapas agudas y para prevenir recaídas, pero otros muchos siguen

sin demostrar su eficacia en los tratamientos a largo plazo y el control diario de los

trastornos mentales. En consecuencia, no todas las farmacoterapias “eficaces”

son “esenciales”; esto puede resultar más claro una vez que se conozcan más a

fondo factores tales como la eficacia de los tratamientos a largo plazo, las ventajas

en relación a opciones más baratas y la rentabilidad.

Se han seleccionado los siguientes medicamentos de la Lista Modelo de

Medicamentos Esenciales de la OMS (LME) para el tratamiento y control de los

trastornos mentales: clorpromazina, flufenazina, haloperidol (medicamentos

utilizados en los trastornos psicóticos); amitriptilina, fluoxetina (medicamentos

utilizados en los trastornos depresivos); carbamazepina, carbonato de litio, ácido

valproico (medicamentos utilizados en los trastornos bipolares); diazepam

(medicamento utilizado en la ansiedad generalizada y los trastornos del sueño);

clomipramina (medicamento utilizado en los trastornos obsesivo-compulsivos y los

ataques de pánico); metadona y buprenorfina (medicamentos utilizados en los

programas de tratamiento de la dependencia de sustancias psicotrópicas (véase

cuadro en anexo No.3.).


Debe señalarse que la clorpromazina, la flufenazina, el haloperidol, la

amitriptilina y el diazepam se indican como ejemplo de la clase cuyos datos

probatorios son los mejores en cuanto a eficacia y seguridad. En algunos casos,

estos quizá sean los primeros medicamentos que se autoricen para la

comercialización; en otros, los compuestos autorizados posteriormente quizás

sean más seguros o eficaces.

Cuando no exista ninguna diferencia en cuanto a los datos de eficacia y

seguridad, el medicamento que figurará en la lista será generalmente el que tenga

al precio más bajo, de acuerdo con las fuentes de información internacionales

sobre el precio de los medicamentos. Por lo tanto, en la LME de la OMS la

amitriptilina representa a los antidepresivos tricíclicos; la clorpromazina representa

a las fenotiacinas; el diazepam representa a las benzodiazepinas; la flufenazina

representa a los antipsicóticos inyectables de acción prolongada; el haloperidol

representa a las butirofenonas.


1.6 Caso de Urgencia Psiquiátrica

Paciente femenina de 68 años de edad. Es una mujer divorciada, vive sola,

pero los fines de semana, comparte casa con su hija. Ingresa a emergencias, a

servicio de traumatología con signos de brazo quebrado.

 Razón de Consulta

La paciente presenta confusión e inquietud, deambula por la sala de

emergencia durante toda la noche, molestando e interrumpiendo otros pacientes.

Se la procedió para una evaluación psiquiátrica ya que presenta comportamiento

hiperactivo y pérdida de conciencia. Días atrás había sufrido una caída en

bicicleta y fracturado su brazo el húmero, se ingresó para la realización de una

cirugía de fijación. Al concluir su estado de anestesia general, comenzó su

confusión. Empieza a presentar obnubilación de conciencia y a reducirse su

capacidad de notación y atención. No puede recordar porqué está internada, ni lo

que le había sucedido.

Al recibir visitas de parientes, en ocasiones no los reconocía. Empujaba al

personal que la atendía cuando intentaban medicarla o asearla. Mantenía

conversaciones sola y miraba fijamente hacia el techo. Durante el día presentaba

agitación sin motivo, irritable, manifestaba explosiones de enojo. Entre crisis, se

tranquilizaba y dormía una hora, pero en las noches parecía su agitación

aumentaba, debido a la falta de sueño y vagaba por los pasillos despertando a los

demás pacientes, metiéndose en sus camas. En diversas ocasiones intentó salir

del hospital desnuda, pero era detenida a tiempo y trasladada a su habitación.


Previo a la cirugía, la paciente siempre actúo normal, su hija expresa no

haber notado agitación o pérdida de memoria.

 Antecedentes

Según datos suministrados por la hija de la paciente, la había estado

viviendo sola durante 13 años, después del divorcio, ya que este la había afectado

mucho emocionalmente y no se sentía preparada para iniciar otra relación. Solo

tienen a una hija en común, la cual vive en el mismo pueblo, pero solo conviven

fines de semana. Vivía sola y sin necesidad hasta este episodio. Siempre había

sido una e ayuda hasta el momento de aparecer estos síntomas. Una mujer

tranquila, de poco salir, pero que nunca había presentado algún comportamiento

inusual. Aparte diabetes no insulino tratado durante los últimos tres años, parecía

haber estado bien. No había sido internada antes de esta situación. No usa

medicamentos regularmente y no consume alcohol o tabaco.

 Datos actuales

Al momento de la revisión, la paciente no prestaba atención, está

desorientada y no coopera. Está sentada, murmurando, y casi no percibe al

examinador. No se le ve ansiosa o deprimida. Tampoco coopera en ninguna

prueba mental.

El examen físico, en el cual también se le realizó una evaluación

neurológica, no manifestó anomalías, aunque estuvo inconcluso por la no

cooperación de la paciente. Los resultados de laboratorio presentaron una


moderada desviación en los electrolitos del suero el día uno después de la cirugía,

sin embargo, al momento de la evaluación psiquiátrica ya estaban normales.

Hemograma normal, parámetros hepáticos normales. El electrocardiograma

señala un pequeño infarto antiguo y su presión arterial era normal en límites

inferiores.

 Discusión

La paciente muestra, según el DSM V, un típico caso de Trastorno -

Neurocognitivo, delirium (596). Dado a la confusión persistente, no se ha podido

determinar si manifiesta signos de demencia incipiente, pero según testimonio de

la hija, no era factible sospechar eso. El estado confusional inicia luego de cirugía

con anestesia general, despertándose en un ambiente extraño. No existe

convicción de otra etiología orgánica o consumo de drogas o alcohol. Es probable

encontrar pacientes con confusión mental, luego de una cirugía mayor con

anestesia general, en personas de edad. La fuente del delirium puede ocurrir

debido a una combinación de la cirugía con anestesia general, de reacciones

hormonales, a la excresión de los anestésicos y a una variación en el medio

interno. Por lo tanto, el delirium de la paciente puede que sea muy probablemente,

un caso de F05.8 otro delirium, que incluye los casos de origen mixto.
CONCLUSIÓN
Encontrando que la demanda de atención psiquiátrica urgente está

tomando cada vez mayor fuerza, especialmente en los hospitales generales, es

indispensable que el personal de los servicios de urgencias tenga una formación

que responda a estas exigencias, situando que tanto los manuales diagnósticos y

la psicofarmacología, como la palabra, son herramientas de las que disponen los

equipos asistenciales en las instituciones hospitalarias.

La atención del paciente psiquiátrico por parte del personal de urgencias

tanto intrahospitalario como extrahospitalario representa un reto importante en la

interpretación de signos, síntomas, el cuidado y vigilancia por su variedad de

causas y reacciones insospechadas por parte del paciente que está sufriendo de

un trastorno mental. Por consiguiente, como futuros psicólogos clínicos, estos

casos deben ser manejados a la perfección y con el mayor cuidado, con el fin de

poder actuar ante situaciones similares y de este tipo de riesgo que se presente.
ANEXOS
Anexo 1.

Anexo 2.
BIBLIOGRAFÍA
American Pyisichiatric Association. Guía de consulta de los Criterios Diagnósticos
del DSM-5™. Traducción: Burg Translations, Inc., Chicago (EEUU)

Cook S, Sinclair D. (SEP, 1997) EMERGENCY DEPARTMENT TRIAGE: A


PROGRAM ASSESSMENT USING THE TOOLS AND CONTINUOUS
QUALITY IMPROVEMENT./ Cumulated Index Medicus.

Delirium in the Emergency Department: An Independent Predictor of Death Within


6 Months. Annals of Emergency Medicine.
http://dx.doi.org/10.1016/j.annemergmed.2010.03.003

E. Escobar, C. Cruz.Urgencias Psiquiátricas. 2° Edición, Editorial Mediterráneo,


(2011).

Kaplan, H. & Sadock, B. (1996). Psiquiatría de Urgencias: Introducción. En H. I.


Kaplan & B. J. Sadock, Manual de psiquiatría de urgencias (pp. 3-28).
Buenos Aires: Panamericana.

M. Carrasco, M. Zalaquett. Delirium: una epidemia desde el servicio de urgencia a


la unidad de paciente crítico. Rev. Med. Clin. Condes, 28 (2017),

OMS (2017). Definición de emergencias de grado 3 y 2 de la OMS. Consultada en


06/08/2021, de: http://www.who.int/hac/donorinfo/g3_contributions/es/.

Posada-Villa, J. (2009). Urgencias psiquiátricas. En Ministerio de Salud y


Protección Social (Ed.), Guías para manejo de urgencias (Tercera ed., Vol.
III, pp. 217-221). Bogotá: Editorial Ministerio de Salud y Protección Social.

Procedimientos Operativos de Recepción, Acogida y Clasificación (RAC) Triaje de


Pacientes en las Emergencias Hospitalarias. Santo Domingo. Noviembre
2017.

También podría gustarte