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Expediente Nº 13374-2015

Cuaderno PRINCIPAL
Especialista Silva Cordova
Escrito Nº 02
Sumilla Absuelve Inadmisibilidad

SEÑOR JUEZ DEL PRIMER JUZGADO ESPECIALIZADO EN LO CIVIL DE LIMA:

EDSON ADEMIR ESPINOZA CESPEDES, en lose seguidos contra el Ministerio del


Interior sobre Demanda de Indemnización por Daños y Perjuicios, ante Usted nos
presentamos y decimos:

I. CON RESPECTO A LA PRESENTACIÓN DE COPIAS CERTIFICADAS


DE LOS ANEXOS 1-D Y 1-E.-

I.1. Con respecto a este extremo, solicitamos a Usted señor magistrado se


sirva otorgarnos un plazo ampliatorio en virtud que dichos medios
probatorios obran en poder del Noveno Juzgado Contencioso
Administrativo, el mismo que, por su recargada carga procesal, no ha
cumplido con diligenciar nuestra petición oportunamente.

I.2. Al respecto, cumplo con acompañar copia del escrito formulado con fecha
23 de setiembre de 2015, donde requerimos copias certificadas de las
piezas solicitadas por su judicatura, las mismas que, como reiteramos, se
encuentran en trámite de expedición.

I.3. En ese sentido, solicito nos otorgue un plazo adicional para adjuntar los
referidos medios en copias certificadas, y de esta forma dar cumplimiento
al mandato judicial.

II. CON RESPECTO A LA SUSTENTACIÓN DEL PROYECTO DE VIDA.-

II.1. Debe quedar señor magistrado que en el caso del recurrente se vulneró el
derecho al PROYECTO DE VIDA – que en sí mismo se funda en la
Dignidad y otros análogos - no sólo laborales, sino también personales,
que legítimamente tenía y por las que había cosechado una carrera policial
brillante durante tantos años. Este quiebre a mi proyecto de vida se debió
a la inclusión del recurrente en la Resolución Suprema N°
1399-2001-IN/PNP de fecha 14 de diciembre de 2001, y en la que, sin
mayor fundamento Y PESE A NO ENCONTARME DENTRO DE
NINGUNA DE LAS CAUSALES QUE LA MISMA INSTITUCIÓN
PROPUSO Y CONTENIDA EN EL ACTA DE CONSEJO DE
CALIFICACIÓN 002-CC, INCENTIVARON MI PASE AL RETIRO POR
CAUSAL DE RENOVACIÓN DE CUADROS.
II.2. Aquel daño se encuentra constituido en que el trascurso del tiempo en que le
tomo al recurrente su retorno a la situación de actividad – a través incluso de la
interposición de una acción judicial – han generado que va desplazado más de
DIEZ AÑOS de mi proyección profesional y que, a la fecha, el recurrente siga
ostentando el grado de Mayor de la Policía Nacional del Perú, cuando en dicho
lapso, pudo alcanzar la jerarquía de Coronel PNP; conforme a su proyección
profesional, y tal como se puede advertir en el Reporte de la Hoja de Información
Básica que acompañé en calidad de medio probatorio.

II.3. Y este hecho no significo mas que la vulneración de mis derechos fundamentales.
Derecho al Trabajo, al proyectarme en mi carrera profesional SIN OBSTACULOS;
los mismos que me fueron impuestos y que el Poder Judicial determinó su
ilegalidad. Los derechos reconocidos constitucionalmente – y el respeto que a
ellos reclamamos en nuestra pretensión - componen la plataforma del libre
desarrollo de los hombres en sociedad y por tanto la persecución de su
PROYECTO DE VIDA, que en el caso de autos significaba el libre desarrollo de la
proyección profesional e institucional hasta la mayor jerarquía en la Policía
Nacional del Perú; el que hasta la fecha se ha visto truncado.

II.4. En otras palabras, el Poder Judicial en sentencia que ha adquirido la calidad


de COSA JUZGADA ha reconocido que el pase a la situación de retiro por
causal de renovación de cuadros del recurrente, fue consecuencia de una
arbitrariedad ejecutada por los demandados; por lo que se ha manifestado
expresamente que se ha vulnerado el derecho al proyecto de vida del
recurrente.

II.5. El derecho constitucional al PROYECTO DE VIDA significa la “satisfacción


personal de todas las aspiraciones – laborales, personales, familiares y hasta
patrimoniales - válidamente programadas y por las cuales se persigue nuestra
realización como personas dentro del ámbito de la libertad”. Y aquella realización
– en el caso de autos – significa el pleno desarrollo profesional por la que aseguré
la efectiva satisfacción a través del desarrollo de una carrera profesional
intachable que conllevó a que fuera felicitado innumerables veces. Aquel corte
abrupto fue el resultado de que fuera pasado al retiro por causal de renovación de
cuadros indebidamente; razón por la que hoy el Estado pretende reconocer a mi
favor, TAN SOLO UNA PARTE DE AQUELLOS DERECHOS VULNERADOS,
negándose al pago de la INDEMNIZACIÓN correspondiente a la que por ley tengo
derecho.

II.6. En cuanto al daño al proyecto de vida en la jurisprudencia internacional, La


Corte Interamericana de Derechos Humanos, con fecha 17 de setiembre de 1997,
dictó sentencia en el caso “María Elena Loayza Tamayo”, quien había sido
absuelta del delito de traición a la patria (terrorismo agravado) por la justicia militar
y luego procesada por los mismos hechos bajo el cargo de terrorismo por la
justicia común. La Corte consideró que se habían violado las garantías judiciales
recogidas en el artículo 8º de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos. Es decir, concretamente, en lo concerniente al principio non bis in
ídem. En efecto, el parágrafo 8.4 de la citada Convención dispone textualmente
que “el inculpado absuelto por una sentencia firme no podrá ser sometido a nuevo
juicio por los mismos hechos”. Con fecha 27 de noviembre de 1998, en la
sentencia de reparaciones, la Corte ordenó que el Estado peruano “ponga en
libertad a María Elena Loayza Tamayo dentro de un plazo razonable”. Así mismo,
dispuso el pago de parte del Estado peruano de una “justa indemnización a la
víctima y a sus familiares y a resarcirles los gastos en que hayan incurrido”.

II.7. La Corte Interamericana de Derechos Humanos de San José de Costa Rica, en la


mencionada sentencia de reparaciones de 27 de noviembre de 1988, reconoce
expresamente la existencia del “proyecto de vida”. Lo muestra, con acierto,
como la más importante dimensión de la libertad ontológica en que consiste el ser
humano. Como se advierte, se trata de una sentencia de la jurisdicción
supranacional que contribuye, de manera notoria, a “reorientar y enriquecer la
jurisprudencia internacional en materia de reparaciones con el enfoque y el
aporte propios del Derecho Internacional de los Derechos Humanos”.

II.8. El fallo que glosamos facilita, además, la más amplia difusión -a nivel de la
doctrina y de la jurisprudencia comparada- del significado del “proyecto de vida”
como la más importante expresión de la libertad en su tramo objetivo. En esta
sentencia, por consiguiente, también se pone de manifiesto el alcance que tiene,
dentro del genérico concepto de daño a la persona, el daño a dicho proyecto de
vida. En la mencionada sentencia, luego analizar en términos generales los
alcances conceptuales de la noción referente al “proyecto de vida”, la Corte
sostiene que es posible causar un daño a dicho proyecto ya sea
frustrándolo, retardando su concreción o menoscabándolo en alguna
medida. Es así que, con referencia al caso concreto sometido a su
jurisdicción, .reconoce, precisamente, “la existencia de un grave daño al
“proyecto de vida” de María Elena Loayza Tamayo derivado de la violación de
sus derechos humanos”. Para la Corte, el “daño al proyecto de vida” de María
Elena Loayza Tamayo atenta contra su desarrollo personal por factores que,
siéndole ajenos, le son a ella “impuestos en forma injusta y arbitraria, con
violación de las normas vigentes y de la confianza que pudo depositar en órganos
del poder público obligados a protegerla y a brindarle seguridad para el ejercicio
de sus derechos y la satisfacción de sus legítimos intereses”.1 Del mismo modo, la
Corte reconoce que en el caso de la víctima es “evidente que los hechos
violatorios en su contra impidieron la realización de sus expectativas de desarrollo
personal y profesional, factibles en condiciones normales, y causaron daños
irreparables a su vida, obligándola a interrumpir sus estudios y trasladarse al
extranjero, lejos del medio en que se había desenvuelto, en condiciones de
soledad, penuria económica y severo quebranto físico y psicológico”. En el fallo se
concluye que “este conjunto de circunstancias directamente atribuibles a los
1
Párrafo 150 de la sentencia.
hechos violatorios que ha examinado esta Corte, han alterado en forma grave y
probablemente irreparable la vida de la señora Loayza Tamayo, e impedido que
ésta alcance las metas de carácter personal, familiar y profesional que
razonablemente pudo fijarse”.2 De lo manifestado por la Corte se aprecia que, si
bien el daño sufrido por la actora no frustró de manera radical su proyecto de vida,
éste alteró “en forma grave y tal vez irreparable” dicho proyecto, habiéndole
impedido alcanzar las metas u objetivos que se había propuesto; como ha
sucedido en el caso de autos en el que, por haber sido pasado a la situación de
retiro mediante la Resolución Suprema N° 1399-2001-IN/PNP de fecha 14 de
diciembre de 2001, SE TRUNCARON MAS DE DIEZ (10) AÑOS DE MI CARREA
PROFESIONAL DENTRO DE UNA CARRERA PÚBLICA EN LA QUE EL
TRASCURSO DEL TEMPO GENERA QUE PIERDA LA POSIBILIDAD DE
ACCEDER A PUESTO Y, SOBRE TODO, A LOS GRADOS INMEDIATOS
SUPERIORES.

II.9. En cuanto a la exigencia de un medio probatorio que acredite esta vulneración,


nos sujetamos a lo previsto en los medios probatorios adjuntados a la demanda
tales como la resolución judicial que declaró fundada la demanda y dispone mi
reincorporación que tiene como pertinencia la acreditación de un daño. Daño
generado a mis expectativas personales y profesionales, puesto que hace MAS
DE DIEZ AÑOS FUI PASADO AL RETIRO EN EL GRADO DE MAYOR PNP
cortándose mis expectativas profesionales y personales, así como la realización
de mi carrera profesional. Y esto lo puedo acreditar con el REPORTE DE
INFORMACION DE PERSONAL el mismo que adjunto en calidad de medio
probatorio y debidamente fedatada y tiene la pertinencia de acreditar que el
suscrito, a la fecha, ostenta el grado de Mayor PNP efectuado el año 2000, y
conforme puede deducirse NO ME ENCONTRABA RETRAZADO EN EL
ASCENSO por lo que, de no haber sido abruptamente pasado a la situación de
retiro, hubiera accedido al grado inmediato superior de Comandante PNP y hasta
de Coronel PNP probablemente; circunstancias que, forman parte justamente de
esa esfera de vida truncada por el accionar del estado, declarado ilegal a través
de las sentencia judiciales precitadas.

II.10. Se protege la realización del “proyecto de vida” porque en él está en juego, como
está dicho, el destino mismo de cada ser humano. El mayor daño que se puede
causar a la persona es la frustración, menoscabo o retardo en la realización del
“proyecto de vida”. De ahí que la sentencia, con acierto y sensibilidad, expresa
que su “cancelación o menoscabo implican la reducción objetiva de la
libertad y la pérdida de un valor que no puede ser ajeno a la observación de
la Corte”.3 Truncar el “proyecto de vida” supone crear un vacío existencial que
puede conducir a la persona a una profunda depresión, a una aguda e irreparable
postración. La frustración del “proyecto de vida” significa en quien lo sufre la
pérdida del sentido de su propia vida. Este truncamiento trae como natural
consecuencia el que la persona no podrá vivenciar más los valores que escogió
para orientar su vida, para decidir preferir determinada opción u opciones frente a
2
Párrafo 152 de la sentencia.
3
Párrafo 148 de la sentencia.
otras que descartó por no guardar sintonía con sus más íntimas aspiraciones
existenciales.

II.11. Por otro lado, y conforme lo hemos sostenido en la demanda, NO SOLO SE


EFECTUO CONTRA EL RECURRENTE UN DAÑO A SU PROYECTO DE VIDA,
SINO ADICIONALMENTE UN DAÑO MORAL. El daño moral consiste en el dolor,
la angustia, la aflicción física o espiritual, y en general, los padecimientos
inflingidos a la víctima por el evento dañoso; que en el caso expuesto se sustento
en el truncamiento por mas de DIEZ (10) AÑOS DE MI CARRERA
PROFESIONAL, EL QUE HASTA AHORA TIENE EFECTOS.

II.12. El daño moral se considera una modificación del espíritu en el desenvolvimiento


de su capacidad de entender, querer o sentir, que se traduce en un modo de estar
de la persona diferente de aquél en que se hallaba antes del hecho, como
consecuencia de éste y anímicamente perjudicial, y radica en las consecuencias o
repercusiones anímicas o espirituales. Si retomamos la definición de "daño" como
el mal o perjuicio producido a una persona y le aunamos el término "moral", en
referencia a la suma de elementos psíquicos y espirituales, que inciden en el
normal desenvolvimiento emotivo del ser humano, podremos acercarnos al
concepto de Daño Moral, que entendido como aquel perjuicio sufrido a la psiquis
de una persona, es la trasgresión a los derechos personalísimos de una persona
a través de un agravio a la dignidad, honorabilidad, sosiego, integridad física,
privacidad, o cualquier elemento que altere la normalidad facultativa mental o
espiritual.

II.13. El daño moral es subjetivo, y va en proporción directa con la parte afectiva del ser
humano; es decir el grado de reacción ante las mismas circunstancias puede
acarrear diferentes estados psicológicos dependiendo del sujeto, puede que a una
persona le ofenda lo que a otra no, por ello la apreciación económica es
discrecional del juzgador. Los derechos que se protegen al implementarse la
figura del daño moral son aquellos que protegen la paz, integridad, honorabilidad,
y la salud mental y espiritual. Puede recaer sobre la persona afectada
directamente por la ilegalidad, así como también indirectamente a los familiares o
terceros con legítimos derechos. Ello no implica que cualquiera persona podrá
interponer una demanda por daño moral, sólo podrán impetrarla las personas que
hayan sido víctimas del mismo, como sucede en el presente caso.

II.14. El artículo 1322º del Código Civil contiene la regla novedosa y de importante
relevancia en la legislación puesto que hace referencia al daño moral. Respecto
de ello debemos manifestar que el daño moral es el daño no patrimonial inferido
en derechos de la personalidad o en valores que pertenecen mas al campo de la
efectividad que a la realidad económica.

II.15. Por ello, si el daño causado reviste un carácter de proyecto de vida y daño moral -
como el caso del recurrente al haberme quebrado mi derecho al proyecto de vida
así como demás derechos constitucionales por causas ajenas a las estrictamente
institucionales, es decir, de manera arbitraria – la indemnización se traduce en
una satisfacción pecuniaria. La moneda llena una función reparadora. No se
encuentra otra forma que compensar el daño al proyecto de vida y daño moral
sino con dinero.

II.16. En ese sentido, el derecho del recurrente solicita la indemnización por daños y
perjuicios que se sustenta en lo siguiente:

II.16.1. Inejecución de las obligaciones de los demandados ; en el sentido que


es la administración la que debía corroborar, en su debida oportunidad,
que el pase al retiro por causal de renovación de cuadros del recurrente no
se sustentaba en causas objetivas y tenía como única finalidad perturbar
mis derechos constitucionales. Es decir, era una situación arbitraria y
desproporcionada. La inejecución del Estado por la cual tenía que velar
que el proceso de pase al retiro debía sustentarse en lo previsto en la ley,
sin afectar mis derechos constitucionales, y cuyo reconocimiento lo ha
efectuado el Poder Judicial después de casi diez años de proceso judicial.
Esta inejecución de obligaciones por parte del Estado en lo que respecta a
la inobservancia de los derechos constitucionales que no efectuó y dieron
lugar a la expedición de la Resolución Suprema N° 1399-2001-IN/PNP de
fecha 14 de diciembre de 2001, la cuantifico en S/. 100,000 (CIEN MIL
NUEVOS SOLES) por concepto de INDEMNIZACIÓN
COMPENSATORIA.

II.16.2. Retardo en el cumplimiento imputables al Estado Peruano ; y esto se


deduce que han trascurrido mas de DIEZ años para que se me reconozca
a través de un proceso judicial, que el pase al retiro del recurrente fue
consecuencia de un actuar arbitrario por sustentarse en razones contrarios
y/o ajenas a las estrictamente institucionales; mas aún cuando no se
encontraba dentro de los criterios propuestos en el Acta de Consejo de
Calificación Nº 02-CC, de fecha 13 de diciembre del 2001, que sustento la
Resolución Suprema N° 1399-2001-IN/PNP de fecha 14 de diciembre de
2001. Así, el retardado reconocimiento debe ser igualmente sancionado
con la indemnización correspondiente. El retardo del Estado, motivado por
la conducta negligente de los demandados y en el reconocimiento de que
el pase al retiro fuera consecuencia de un acto arbitrario y por tanto debía
ser anulado, la cuantifico en la suma de S/. 100,000 (CIEN MIL NUEVOS
SOLES) por concepto de INDEMNIZACIÓN COMPENSATORIA.

II.16.3. El perjuicio ocasionado al recurrente por el incumplimiento ; se


sustenta en el hecho que, por haberme encontrado en situación de retiro
se me ha privado el derecho de participar y ascender a los grados
inmediatos superiores; pese a que el recurrente contaba con proyección
institucional y línea de carrera. Allí, se conglomeran tanto el daño a la
persona como el daño al proyecto de vida y el daño moral que resultan
incuantificables. En cuanto a este punto, la suma indemnizatoria que
reclamamos corresponde a lo que valoro como el daño a mi proyecto de
vida, y cuya cuantificación la estimo en la suma de S/. 800,000
(OCHOCIENTOS MIL NUEVOS SOLES).

En ese sentido, la suma que reclamo por concepto de Indemnización por


Daños y Perjuicios por este extremo – DAÑO MORAL- es de S/. 800,000
(OCHOCIENTOS MIL NUEVOS SOLES) como indemnización
compensatoria.

II.16.4. Nexo causal entre el acto responsable y el daño ; lo que se acredita por
el propio reconocimiento efectuado por el Estado a través de la expedición
de la sentencia judicial que ordenó mi reincorporación.

TOTAL RECLAMADO POR CONCEPTO DE INDEMNIZACIÓN


COMPENSATORIA: S/. 1`000,000 (UN MILLON DE NUEVOS SOLES)
MAS INTERESES COSTAS Y COSTOS; los que deberá pagar a favor de
mi poderdante los invitados, de manera solidaria y/o independiente.

POR LO EXPUESTO:
A Usted Señor Magistrado, solicitamos tenga por absuelto el escrito formulado contra la
Resolución Uno que declaro inadmisible la demanda, y sírvase admitirla a trámite,
debiendo declararla fundada en su oportunidad.

PRIMER OTROSÍ DIGO: Adjunta nuevo medio probatorio


Que, cumplo con acompañar el siguiente medio probatorio:
1-J Copia del reporte de información de personal fedatado, que tiene la pertinencia
de acreditar el desarrollo de la carrera profesional del recurrente y d cómo esta fue
truncada a pesar que el año 2000 había sido ascendido al grado de Mayor PNP.

SEGUNDO OTROSÍ DIGO: Adjunta tasa


Que, cumplo con adjuntar la tasa por interposición de demanda, solicitando que la misma
sea admitida a trámite, la que fuera identificada en la demanda como anexo 1-I.

TERCER OTROSI DIGO: Adjunta documento


Que, cumplo con adjuntar copia escrito formulado con fecha 23 de setiembre de 2015,
donde requerimos copias certificadas de las piezas solicitadas por su judicatura, las
mismas que, como reiteramos, se encuentran en trámite de expedición. (Anexo 1-K)

CUARTO OTROSI DIGO: Representación


Que, suscribe el presente documento el abogado acreditado en autos, de conformidad
con lo previsto en el artículo 290º de la L.O.P.J.

Lima, 28 de septiembre de 2015

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