Está en la página 1de 48

Expediente Nº  

Cuaderno PRINCIPAL
Especialista  
Escrito Nº
Sumilla FORMULA DEMANDA

SEÑOR JUEZ ESPECIALIZADO EN LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO.-

ROBERTO ORLANDO VILLAR AMIEL, con documento nacional de identidad


Nº 29511672, con domicilio real en Av.Jr. Schubert 141, Dpto. 202, distrito de
San Borja, departamento de Lima; General de la Policía Nacional del Perú,
pasado recientemente a la situación de retiro por causal de renovación de
cuadros mediante Resolución Suprema N° 116-2010-IN/PNP, de fecha 28 de
diciembre del 2010; señalando como domicilio procesal en la Casilla
Electrónica N° 743; y señalando como Casilla N° 1773 del Ilustre Colegio
de Abogados de Lima, Sede Palacio de Justicia – 4to. piso; ante Usted me
presento y expongo:

Que, me apersono a vuestra instancia para interponer DEMANDA


CONTENCIOSO ADMINISTRATIVA al amparo de los siguientes hechos que
expongo a continuación:

I. VÍA PROCEDIMENTAL, DEMANDADO Y PETITORIO

De conformidad a lo dispuesto en los artículos 3º, 4º, 5º, 6º, 8º 11º, 13º y 25º de
la Ley del Proceso Contencioso Administrativo – Ley No. 27584, y al amparo de
lo previsto en el Decreto Legislativo N° 1067, publicado en el Diario Oficial “El
Peruano” con fecha 28 de junio del 2008, interponemos la presente demanda
contencioso administrativa, en la VÍA ESPECIAL contra:
- PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, debidamente representado por el
PROCURADOR DE LA PRESIDENCIA DEL CONSEJO DE
MINISTROS, a quien se le deberá notificar en Jr. San Martin 864, Piso
3, Miraflores;

- MINISTRO DEL INTERIOR, a través del PROCURADOR DEL


MINISTERIO DEL INTERIOR, a quien deberá notificársele en  Jr.
Bolognesi Nº 125 – DPT. 301, distrito de Miraflores.

- DIRECTOR GENERAL DE LA POLICIA NACIONAL DEL PERÚ, a


través del PROCURADOR PUBLICO DEL MINISTERIO DEL INTERIOR
ENCARGADO DE LOS ASUNTOS JUDICIALES DE LA PNP, a quien
deberá notificarse en Jr. Natalio Sánchez N° 244 Of.202, 203, 204,
distrito de Jesús María.

Solicitando las siguientes pretensiones:

PRIMERA.- Se declare la Nulidad Total Resolución Suprema N° 116-2010-


IN/PNP, de fecha 28 de diciembre del 2010, por la cual se me pasa de la
situación de Actividad a la de Retiro por Causal de Renovación de Cuadros, y
se ordene mi reincorporación inmediata a la situación de Actividad, con el
reconocimiento de mi antigüedad, honores y remuneraciones inherentes al
grado.

II. PRESUPUESTOS DE PROCEDENCIA DE LA DEMANDA EN EL


CASO DE RENOVACIÓN DE CUADROS.-

2.1. Como ya lo ha establecido el Tribunal Constitucional en el


PRECEDENTE VINCULANTE STC N° 090-2004-AA/TC, en su punto 5.
los casos de renovación de cuadros dictados tanto en la Policía Nacional
como en las Fuerzas Armadas tienen que dictarse respetando los
lineamientos previstos en dicho precedente. Al respecto, el numeral
citado proscribe:

“Precisamente, en base a ello, este Tribunal anuncia que con


posterioridad a la publicación de esta sentencia, los nuevos
casos en que la administración resuelva pasar a oficiales
de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional de la situación
de actividad a la situación de retiro por renovación de
cuadros, quedarán sujetos a los criterios que a
continuación se exponen.” (El resaltado es nuestro).

2.2. Asimismo, en el PRECEDENTE VINCULANTE STC N° 090-2004-


AA/TC, en su punto 47 se dejo clara constancia que el precedente
vertido en dicha jurisprudencia, debía de ser observado para los
posteriores pases a la situación de retiro. Al respecto, dicho apartado
refirió:

“Este Colegiado subraya que los criterios


precedentemente vertidos deberán ser observados por
las futuras resoluciones mediante las cuales la
administración pase a la situación de retiro por la causal
de renovación a oficiales de las Fuerzas Armadas y
Policía Nacional; los cuales deberán ser retomados por este
Supremo Tribunal cuando requiera cambiar su actual criterio,
en concordancia con lo expresado en el Fundamento N.º 5.,
supra.” (El resaltado es nuestro)

2.3. Finalmente, conviene referir que el Tribunal Constitucional en el


EXPEDIENTE N° 10639-2006-PA/TC HA DECLARADO FUNDADA LA
DEMANDA DE AMPARO POR CAUSAL DE RENOVACIÓN DE
CUADROS, de un Oficial de la Fuerza Aérea del Perú, por no haberse
respetado los criterios establecidos en el PRECEDENTE VINCULANTE
STC N° 090-2004-AA/TC. Al respecto, en dicha jurisprudencia se ha
establecido:
2.4. Que, conforme se advierte, al amparo de lo previsto por el propio
Tribunal Constitucional en el PRECEDENTE VINCULANTE STC N° 090-
2004-AA/TC, resulta procedente la demanda de Amparo Constitucional
cuando la administración dicta una resolución de pase a la situación de
retiro por causal de renovación, sin respetar los criterios y lineamientos
establecidos por el máximo Tribunal.

2.5. Que, en el caso de autos, el recurrente acredita que no se han


respetado los criterios de una debida motivación, ni tampoco se han
respetado los criterios de la valoración debida de los legajos personales,
remarcándose que la resolución que impugno judicialmente sólo se
dedica a hacer una cita textual de las normas, ni mucho menos se ha
tomado la decisión en razón de los criterios de proporcionalidad y
razonabilidad, para finalmente determinar que tampoco se ha tenido en
cuanto ninguna causal prevista en la ley para el pase a la situación de
retiro ni mucho menos se ha establecido el interés público por el que el
recurrente debería ser pasado a la situación de retiro por causal de
renovación; por lo que, sustentados en dicho PRECEDENTE
VINCULANTE, interponemos la presente acción solicitando que vuestro
Despacho declare Fundada nuestra demanda de amparo y se ordene la
reincorporación del recurrente, al amparo de los fundamentos de hecho
y derecho que expongo a continuación:
III. SOBRE EL AGOTAMIENTO DE LA VÍA ADMINISTRATIVA .-

3.1. Sobre el agotamiento de la vía administrativa debemos advertir que, el


artículo 8° de la Ley de Régimen de Personal – LEY N° 28857 – refiere
que la acreditación del grado – y por tanto su reconocimiento – se
efectúa, para el caso de Oficiales en el grado de General PNP mediante
Resolución Suprema, entendiéndose este acto administrativo como de
última instancia para el tema de los pases al retiro por causal de
renovación. Por ello, este se da a través del dictado de una Resolución
Suprema que no es otra que la Resolución Suprema N° 116-2010-
IN/PNP, de fecha 28 de diciembre del 2010.

3.2. Siendo ello así conviene referir que el Tribunal Constitucional en el


EXPEDIENTE N° 10639-2006-PA/TC QUE DECLARA FUNDADA LA
DEMANDA DE AMPARO POR CAUSAL DE RENOVACIÓN DE
CUADROS lo siguiente:
3.3. Por tanto, queda claro que tratándose de una resolución de última
instancia no es exigible el agotamiento de la vía administrativa,
cuando la resolución ha consolidado sus efectos y ejecución a
partir del 01 de enero del 2011, conforme lo resuelto por la propia
Resolución Suprema N° 116-2010-IN/PNP, de fecha 28 de diciembre
del 2010.

IV. EN CUANTO AL COBRO DE LA COMPENSACIÓN DE RETIRO


POR TIEMPO DE SERVICIOS.-

4.1. Que, ante de iniciar la exposición de los hechos debo dejar constancia
que el recurrente NO HA EFECTUADO COBRO ALGUNO DE SU
FONDO DE RETIRO DE OFICIALES, razón por la cual no me encuentro
dentro del presupuesto de sustracción de la materia previsto en el
PRECEDENTE VINCULANTE STC N° 090-2004-AA/TC; razón por la
que la presente demanda debe continuar su trámite correspondiente.

V. FUNDAMENTOS DE HECHO QUE AMPARAN NUESTRA


DEMANDA.-

5.1. Con fecha 29 de diciembre del 2010 fui notificado de la Resolución


Suprema N° 116-2010-IN/PNP, de fecha 28 de diciembre del 2010,
por la que, de manera arbitraria y en un acto desproporcionado, se
resolvió pasar al recurrente de la situación de actividad a la de retiro por
causal de renovación de cuadros, sin que esta se encuentre
debidamente motivada; ni explique la causal por la cual el
recurrente es pasado a la situación de retiro; sin establecer los
criterios objetivos que habrían sido utilizados para la calificación
de cada oficial; y sin establecer las razones de interés público que
obligan a la institución a adoptar tal decisión y a elegir al recurrente
para ser pasado al retiro por causal de renovación versus otros
oficiales; requisitos previos y previstos por el Tribunal Constitucional a
través del PRECEDENTE VINCULANTE STC N° 090-2004-AA/TC, por
la cual establece los criterios mínimos que debe contener toda
resolución de pase al retiro por causal de renovación de cuadros.

5.2. Al respecto debo referir que el recurrente es un Oficial General de la


Policía Nacional del Perú CON APENAS TRES AÑOS DE SERVICIOS
EN EL GRADO DE GENERAL PNP RAZÓN POR LA CUAL NO ME
ENCONTRABA APTO PARA POSTUTAR AÚN AL GRADO DE
TENIENTE GENERAL PNP, habiendo ascendido con fecha 01 de enero
del año 2008; por lo que no se podía decir que soy un oficial que
merecería ser pasado al retiro por causal de renovación, mas aún
cuando no me encuentro dentro de las causales objetivas previstas en la
ley para ser pasado a la situación de retiro por dicha causal, y
CONTABA CON APENAS 33 AÑOS DE SERVICIOS REALES Y
EFECTIVOS.

5.3. La situación policial es la condición del personal de la Policía Nacional


del Perú dentro del servicio, o fuera de él, constituyendo únicamente
tres: la situación de actividad; la situación de disponibilidad; y la
situación de retiro. La primera de ellas es aquella en la que el personal
se encuentra en servicio activo y dentro del cuadro orgánico de la
institución policial. La segunda es aquella situación transitoria en la que
el personal se encuentra apartado de la situación de actividad por
determinados motivos, pudiendo retornar a ella en las formas previstas
en la ley. Y finalmente, la de retiro, que es la situación del personal que
no se encuentra dentro de la situación de actividad ni disponibilidad por
haber sido apartado del servicio.

5.4. Dentro de las causas por las que un oficial puede pasar de la situación
de actividad a la situación de retiro se encuentra la denominada
“renovación”, que procura la sustitución constante de los cuadros con
la finalidad de cumplir con los fines para los que la institución ha sido
concebida. La “renovación” persigue la idoneidad de los efectivos
policiales para el cumplimiento de sus funciones.

5.5. Renovación es la acción y efecto de “renovar”, que significa trocar una


cosa vieja, o que ya ha servido, por una nueva. Así, se puede llegar a la
conclusión inmediata de que se pretendió normar el retiro del servicio
efectivo de aquellos oficiales que no contaban con mayores expectativas
dentro de la estructuración policial, por encontrarse constantemente
inaptos para los procesos de ascensos, por haber alcanzado el límite de
edad en el rango según el escalafón interno, por exceso en el lapso de
tiempo en la situación de disponibilidad, por falta de perfeccionamiento y
méritos profesionales, y a su propio derecho.

5.6. Así, la LEY N° 28857, Ley de Régimen de Personal de la PNP,


establece en su artículo 48°, en mérito al PRECEDENTE VINCULANTE
STC N° 090-2004-AA/TC, lo siguiente:
“Artículo 48°.- Renovación
     48.1 Pueden pasar a la Situación de Retiro por causal de
Renovación los Oficiales Policías pertenecientes a las Jerarquías
de Oficiales Generales y Oficiales Superiores.
     El Proceso de Renovación en la Policía Nacional del Perú se
desarrolla de acuerdo a los siguientes lineamientos:
     1. La Renovación se ejecuta anualmente, después de
“Artículo 30º.- Requisitos, condiciones o aspectos de
producido el proceso de ascenso correspondiente, en atención a
evaluación
criterios objetivos y debidamente fundamentados.
Para que el personal de la Policía Nacional del Perú pueda
     2. No constituye sanción administrativa.
ser considerado en el proceso de Renovación, debe tener los
     3. La propuesta de Renovación de Oficiales Generales es
años de permanencia en el Grado o Tiempo de servicios
presentada por escrito por el Director General de la Policía
mínimo computados a la fecha de proyectado el cambio de
Nacional del Perú al Ministro del Interior para su acuerdo y
Situación Policial, que a continuación se indican:
trámite, previo informe del Consejo de Calificación. La
- Teniente General un (1) año en el Grado o treinta y seis (36)
aprobación es potestad del Presidente de la República en su
años de Tiempo de Servicios.
calidad de Jefe Supremo de la Policía Nacional del Perú.
- General dos (2) años en el Grado o treinta y cuatro (34) años
     4. La propuesta de Renovación de Oficiales Superiores es
de Tiempo de Servicios.
presentada por escrito por el Director General de la Policía
- Coronel seis (6) años en el Grado o treinta (30) años de
Nacional del Perú, al Ministro del Interior para su aprobación,
Tiempo de Servicios.
previo informe del Consejo de Calificación.
- Comandante seis (6) años en el Grado o veintisiete (27) años
     5. El procedimiento de notificación al personal de la Policía
de Tiempo de Servicios.
Nacional del Perú de su pase a la Situación de Retiro por la
- Mayor seis (6) años en el Grado o veinticuatro (24) años de
causal de Renovación se determina en el Reglamento de la
Tiempo de Servicios.
presente Ley.
(…)
     6. El Consejo de Calificación debe mantener actualizado el
registro de Actas del Proceso de Renovación.
Los Oficiales Policías de las Jerarquías de Oficiales
     7. El pase a la Situación de Retiro por la causal de
Generales y Oficiales Superiores que cumplan los requisitos
Renovación se hace efectivo a partir del 1 de enero del año
previstos en el presente artículo, pueden solicitar a la
siguiente al del proceso.
Dirección General de la Policía Nacional del Perú su pase a
     48.2 Para los efectos del presente artículo, el Reglamento
la Situación de Retiro por causal de Renovación, mediante
de la presente Ley debe considerar como mínimo los
solicitud fundamentada y con firma legalizada notarialmente,
requisitos a), b) y c) que señaló el Decreto Supremo N° 009-
la que será evaluada por el Consejo de Calificación.
2005-IN que por imperio de esta Ley se deroga.” (El resaltado
es nuestro).
Asimismo, debe tenerse en cuenta que los Oficiales
propuestos no deben estar comprendidos en otras causales
de pase a la Situación de Retiro, hasta el 31 de diciembre del
año del proceso.
5.7. Por ello, el DECRETO SUPREMO N° 012-2006, Reglamento de la Ley
Finalmente, sin perjuicio de lo mencionado, los Oficiales
de Régimen dePolicías
Personal de la PNP, estableció
pertenecientes en su artículo
a las jerarquías 30° los
de Oficiales
Generales y Oficiales Superiores propuestos para pasar
requisitos y procedimientos previstos para el proceso de renovación
a la situación de retiro por la causal de renovación,
deben
como los siguientes: encontrarse en alguno de los siguientes
supuestos:

     - No haber realizado o no tener posibilidad de realizar


el Curso de Perfeccionamiento correspondiente a su
grado.

     - No haber sido condecorado o estar incurso en


causal de inaptitud para el otorgamiento de la
Condecoración de la Orden al Merito PNP, por la Causal
Servicios Meritorios.

- Encontrarse en el tercio inferior del Cuadro de Merito


para el ascenso sin considerar el Factor Tiempo de
Servicio en el Grado o haber sido declarado inapto para
el proceso de ascenso en el mismo año en que se realiza
el proceso de Renovación. (El resaltado es nuestro).
5.8. Conforme se advierte de la simple lectura de dicho apartado NO EXISTE
LA CAUSAL DE TIEMPO DE SERVICIOS para el pase al retiro por
causal de renovación sino, muy por el contrario, aquella constituye
simplemente una CONDICIÓN para ser considerado dentro del
proceso de renovación, al igual que los otros miles de oficiales,
identificándose las causales como las previstas en el reglamento de la
ley.

5.9. Pues bien, sucede que el recurrente lo han pasado a la situación de


retiro sin respetar los lineamiento y criterios previstos por el Tribunal
Constitucional en el PRECEDENTE VINCULANTE STC N° 090-2004-
AA/TC; bajo la manifestación de que SEGÚN LO PROPUESTO POR
EL ACTA Nº 32-2010- DEL CONSEJO DE CALIFICACIÓN-PNP, ME
ENCUENTRO EN LA CAUSAL DE TIEMPO DE SERVICIOS QUE,
COMO REITERAMOS, NO CONSTITUYE CAUSAL LEGAL PARA EL
PASE A LA SITUACIÓN DE RETIRO POR CAUSAL DE
RENOVACIÓN DE CUADROS.

5.10. Así pues, conforme lo advertimos, el recurrente no se encuentra dentro


de ninguna de las causales previstas en el marco jurídico regulado por
el PRECEDENTE VINCULANTE STC N° 090-2004-AA/TC y las
normas contenidas en la LEY N° 28857, Ley de Régimen de Personal
de la PNP; DECRETO SUPREMO N° 012-2006, Reglamento de la Ley
de Régimen de Personal de la PNP; y el artículo 10° y 11° del
DECRETO SUPREMO Nº 009-2005-IN que Reglamentaba el Pase al
Retiro por Renovación de Cuadros, norma derogada pero aplicable al
caso de autos de conformidad con lo previsto en el numeral 48.2 del
artículo 48° de la Ley N° 28857.

5.11. En ese sentido, y al amparo de los fundamentos de derecho que


exponemos a continuación, solicitamos a vuestro Despacho se sirva
declarar Fundada la presente demanda por afectación a mis derechos
constitucionales, al amparo de los fundamentos de derecho que
expongo a continuación:

VI. FUNDAMENTOS DE DERECHO.-

a. Con respecto a los presupuestos previstos en la Ley N° 28857 y el


Decreto Supremo N° 012-2006-IN/PNP.-

1. La LEY N° 28857, Ley de Régimen de Personal de la Policía Nacional


del Perú, regula el procedimiento de renovación de cuadros en los
siguientes apartados:
“Artículo 48°.- Renovación
     48.1 Pueden pasar a la Situación de Retiro por causal de
Renovación los Oficiales Policías pertenecientes a las
Jerarquías de Oficiales Generales y Oficiales Superiores.
     El Proceso de Renovación en la Policía Nacional del Perú
se desarrolla de acuerdo a los siguientes lineamientos:
     1. La Renovación se ejecuta anualmente, después de
producido el proceso de ascenso correspondiente, en atención
a criterios objetivos y debidamente fundamentados.
     2. No constituye sanción administrativa.
     3. La propuesta de Renovación de Oficiales Generales es
presentada por escrito por el Director General de la Policía
Nacional del Perú al Ministro del Interior para su acuerdo y
trámite, previo informe del Consejo de Calificación. La
aprobación es potestad del Presidente de la República en su
calidad de Jefe Supremo de la Policía Nacional del Perú.
     4. La propuesta de Renovación de Oficiales Superiores es
presentada por escrito por el Director General de la Policía
Nacional del Perú, al Ministro del Interior para su aprobación,
previo informe del Consejo de Calificación.
     5. El procedimiento de notificación al personal de la Policía
Nacional del Perú de su pase a la Situación de Retiro por la
causal de Renovación se determina en el Reglamento de la
presente Ley.
     6. El Consejo de Calificación debe mantener actualizado el
     Artículo
registro de Actas49 °.-Proceso
del Años dede permanencia
Renovación. en el Grado o
  tiempo
   7. Elmínimo
pase adelaservicios
Situación para ser considerados
de Retiro por la causalendeel
proceso deserenovación
Renovación hace efectivo a partir del 1 de enero del año
     49.1alPara
siguiente que el personal
del proceso. (…) de la Policía Nacional del Perú
pueda ser considerado en el proceso de Renovación, debe
tener los años de permanencia en el Grado o Tiempo de
servicios mínimo computados a la fecha de proyectado el
cambio de Situación Policial, que a continuación se indican:

- Teniente General un (1) año en el Grado o treinta y seis (36)


años de Tiempo de Servicios.
- General dos (2) años en el Grado o treinta y cuatro (34) años
de Tiempo de Servicios.
- Coronel seis (6) años en el Grado o treinta (30) años de
Tiempo de Servicios.
- Comandante seis (6) años en el Grado o veintisiete (27) años
de Tiempo de Servicios.
- Mayor seis (6) años en el Grado o veinticuatro (24) años de
Tiempo de Servicios.
     49.2 Los Oficiales Policías de las Jerarquías de Oficiales
Generales y Oficiales Superiores que por imperio de la Ley
deban pasar a la Situación de Retiro, en los dos (2) años
siguientes al del proceso, pueden ser considerados, a su
solicitud, en la propuesta del Consejo de Calificación, sin
tener en cuenta las condiciones establecidas en el presente
artículo.

     49.3 Los Oficiales Policías de las Jerarquías de Oficiales


Generales y Oficiales Superiores que cumplan los requisitos
previstos en el presente artículo, pueden pedir su pase a la
Situación de Retiro por la causal de Renovación, mediante
solicitud fundamentada y con firma legalizada notarialmente, la
que será evaluada por el Consejo de Calificación.
Artículo 51°.- Personal que no puede estar comprendido
en el proceso de Renovación
     51.1 No son considerados en el proceso de
Renovación los Oficiales Generales y Oficiales Superiores
comprendidos en los siguientes supuestos:
     1. Haber alcanzado vacante en el Cuadro de Mérito
para el ascenso al Grado inmediato superior.
     2. Estar comprendido en otras causales de pase a la
Situación de Retiro.
     51.2 No pueden ser considerados en el proceso de
Renovación aquellos Oficiales Generales u Oficiales
Superiores que se encuentren sometidos a proceso
judicial, salvo que en el Informe del Consejo de Calificación
se opine a favor de su inclusión.
     51.3 Los aspectos de evaluación, procedimientos, así
como lo relativo al nombramiento y funcionamiento del
Consejo de Calificación, están determinados en el Reglamento
de la presente Ley.” (El resaltado es nuestro)

2. Así, en el caso del recurrente, no se le podía pasar de la situación de


actividad a la de retiro por causal de renovación en mérito a que soy un
Oficial General PNP que cuenta con tres años en el grado y 33 años de
servicios reales y efectivos, y no me encuentro en ninguna de las
causales previstas por la ley para ser pasado al retiro; razones
suficientes por las cuales no podía invitárseme; mas aún cuando no se
cumplen los requisitos de interés público previsto por el Tribunal
Constitucional en el PRECEDENTE VINCULANTE STC N° 090-2004-
AA/TC, ni se ha efectuado un estudio pormenorizado de mi foja de
servicios, versus a la de otros oficiales que si se encuentran dentro
de las causales previstas en la ley para ser pasados al retiro por
causal de renovación de cuadros.

3. Sumado a ello, el DECRETO SUPREMO N° 012-2006, Reglamento de


la Ley de Régimen de Personal de la PNP ha establecido claramente
que:

  “(…)
     Artículo 30º.- Requisitos, condiciones o aspectos de
evaluación
      Para que el personal de la Policía Nacional del Perú pueda
ser considerado en el proceso de Renovación, debe tener los
años de permanencia en el Grado o Tiempo de servicios
mínimo computados a la fecha de proyectado el cambio de
Situación Policial, que a continuación se indican:
- Teniente General un (1) año en el Grado o treinta y seis (36)
años de Tiempo de Servicios.
- General dos (2) años en el Grado o treinta y cuatro (34) años de
Tiempo de Servicios.
- Coronel seis (6) años en el Grado o treinta (30) años de Tiempo
de Servicios.
- Comandante seis (6) años en el Grado o veintisiete (27) años de
Tiempo de Servicios.
- Mayor seis (6) años en el Grado o veinticuatro (24) años de
Tiempo de Servicios.

(…)
   
     Los Oficiales Policías de las Jerarquías de Oficiales
Generales y Oficiales Superiores que cumplan los requisitos
previstos en el presente artículo, pueden solicitar a la Dirección
General de la Policía Nacional del Perú su pase a la Situación
de Retiro por causal de Renovación, mediante solicitud
fundamentada y con firma legalizada notarialmente, la que
será evaluada por el Consejo de Calificación.
     Asimismo, debe tenerse en cuenta que los Oficiales
propuestos no deben estar comprendidos en otras causales de
pase a la Situación de Retiro, hasta el 31 de diciembre del año
del proceso.
     Finalmente, sin perjuicio de lo mencionado, los Oficiales
Policías pertenecientes a las jerarquías de Oficiales Generales
y Oficiales Superiores propuestos para pasar a la situación de
retiro por la causal de renovación, deben encontrarse en
alguno de los siguientes supuestos:

     - No haber realizado o no tener posibilidad de realizar el


Curso de Perfeccionamiento correspondiente a su grado.

     - No haber sido condecorado o estar incurso en causal


de inaptitud para el otorgamiento de la Condecoración de
la Orden al Merito PNP, por la Causal Servicios Meritorios.
     - Encontrarse en el tercio inferior del Cuadro de Merito
para el ascenso sin considerar el Factor Tiempo de
Servicio en el Grado o haber sido declarado inapto para el
proceso de ascenso en el mismo año en que se realiza el
proceso de Renovación.

4. Nótese al respecto señor magistrado que, de los supuestos previstos por


el DECRETO SUPREMO N° 012-2006, Reglamento de la Ley de
Régimen de Personal de la PNP, el recurrente no se encuentra en
ninguno de estos, conforme al siguiente detalle:

CAUSALES PREVISTAS EN EL DS. 012-2006-IN/PNP RESULTADO


Cuento con todos los
Cursos de
Perfeccionamiento
No haber realizado o no tener posibilidad de realizar el Curso correspondientes a mi
de Perfeccionamiento correspondiente a su grado. grado.
No haber sido condecorado o estar incurso en causal de Soy un oficial que
inaptitud para el otorgamiento de la Condecoración de la ostenta Condecoraciones
Orden al Merito PNP, por la Causal Servicios Meritorios. en mi trayectoria
profesional.
Aún no postulaba al
Encontrarse en el tercio inferior del Cuadro de Merito para el grado de Teniente
ascenso sin considerar el Factor Tiempo de Servicio en el General PNP por
Grado o haber sido declarado inapto para el proceso de encontrarme recién en mi
ascenso en el mismo año en que se realiza el proceso de tercer año como oficial
Renovación. General PNP.

5. En consecuencia, se advierte que EL RECURRENTE NO SE


ENCUENTRA DENTRO DE NINGUNA DE LAS CAUSALES
PREVISTAS PARA SER PASADO AL RETIRO POR CAUSAL DE
RENOVACIÓN. Entonces:

(i) ¿POR QUÉ ME INVITARON AL RETIRO?

(ii) ¿EN QUE CAUSAL ME ENCUENTRO?

(iii) ¿CUAL FUE EL CRITERIO PARA INVITARME


AL RETIRO?

6. Como reiteramos, la CONDICIÓN del tiempo de servicios


NO CONSTITUYE CAUSAL OBJETIVA DE PASE AL
RETIRO POR CAUSAL DE RENOVACIÓN DE CUADROS,
sino simplemente una condición para ser considerado
dentro del proceso, pero las causales están expresamente
previstas en la ley; por lo que la Resolución que
cuestionamos se encuentra inmotivada.

7. Si bien es cierto que el pase a situación de retiro por la causal de


renovación de cuadros se aplica de conformidad con lo previsto en el
artículo 8° de la LEY N° 28857 – es decir, a través de la emisión de una
Resolución Ministerial - los actos discrecionales no significan de
ninguna manera actos arbitrarios. Lo que hace la diferencia entre
arbitrariedad y discrecionalidad es la motivación, la justificación de los
actos administrativos basándose en causales objetivas.

8. El PRINCIPIO DE INTERDICCIÓN DE LA ARBITRARIEDAD en la


Constitución “…postula una distinción neta entre arbitrariedad y
discrecionalidad, entre lo que es fruto de la mera voluntad o el puro
capricho de los administradores y lo que, por el contrario, cuenta con el
respaldo- mayor o menor, mejor o pero, es otra cuestión- de una
fundamentación que lo sostiene. Discrecionalidad no es arbitrariedad…
El poder administrativo en un estado de derecho es siempre, y mas
todavía el poder discrecional, un poder funcional, un poder obligado a
dar cuenta de su efectivo servicio a la función para la que fue creado, a
justificarse en su ejercicio y a justificar, también su conformidad a la ley
y al derecho, a los que está expresa y plenamente sometido por la
norma fundamental…” 1

9. Por ello, para acreditar la arbitrariedad de la decisión adoptada en el


caso del recurrente, aplicamos el TEST DE RACIONALIDAD a la
Resolución Suprema N° 116-2010-IN/PNP, de fecha 28 de diciembre
del 2010, y podemos llegar a las siguientes conclusiones:

i. Test de Racionabilidad:

- Si la realidad de los hechos ha sido respetada o falseada; En el caso


de autos ha quedado demostrado que la realidad de los hechos es ajena
a la decisión adoptada puesto que, en principio, se adoptó la decisión en
base a informaciones ajenas a la verdad como en la que pretenden

1
Tomas Fernández. De la arbitrariedad de la administración, ED. Civitas, España,
Pág. 87
incluir al recurrente dentro de causales en las que no se encuentra mas
aún cuando el suscrito cuenta con proyección profesional para acceder
al grado inmediato superior;

- Si se ha tomado, o no, en consideración por la Administración


algún factor jurídicamente relevante o se ha introducido por ella en
el procedimiento de elaboración de la decisión algún factor que no
lo sea; En el caso de autos no ha sido considerado por la
Administración las fojas de servicio de los oficiales puesto que de
haberlo hecho se hubiera advertido que el recurrente no se encuentra
dentro de ninguna de las causales previstas en la ley para ser pasado al
retiro por renovación;

- Si se ha tenido en cuenta o se ha observado el mayor peso o el


mayor valor que, eventualmente otorgue el ordenamiento jurídico a
alguno de esos factores; Definitivamente NO puesto que de haberlo
hecho la decisión administrativa adoptada en perjuicio del recurrente no
se hubiera ejercitado y continuaría manteniendo su Actividad en lugar de
haber pasado al Retiro por una Causal VERSUS OTROS OFICIALES
QUE SI CONTANDO CON LOS REQUISITOS PREVISTOS EN LA
NORMA AL NO HABER SIDO CONDECORADOS NI TENER CURSOS
DE PERFECCIONAMIENTO, CONTINUAN MANTENIENDO SU
ACTIVIDAD;

- Sí, caso de tener todos los factores de obligada consideración del


mismo valor jurídico, se ha razonado o no la concreta opción a
favor de uno de ellos o el razonamiento aportado adolece de
errores lógicos o, en fin, resulta inconsistente con la realidad de los
hechos; Como no ha sucedido en el caso de autos puesto que ni existe
razonamiento ni lógica alguna, adoleciendo de errores inconsistentes
con la propia realidad puesto que no se han respetado los criterios
previstos por el TRIBUNAL CONSTITUCIONAL EN EL
PRECEDENTE VINCULANTE STC N° 090-2004-AA/TC,
RATIFICADO POR EL STC N° 10639-2006-PA/TC.

10. Así, la Resolución Suprema N° 116-2010-IN/PNP, de fecha 28 de


diciembre del 2010 no solo es nula por no acatar lo previsto en la Ley
sino además, por desconocer los criterios previstos por el máximo
Tribunal para los casos de retiro por causal de renovación de cuadros
dictados a través del PRECEDENTE VINCULANTE STC N° 090-2004-
AA/TC.

b. En cuanto a que la Resolución Suprema N° 116-2010-IN/PNP, de


fecha 28 de diciembre del 2010 no cumple con los criterios
previstos en la STC N° 090-2004-AA/TC, confirmada mediante STC
10639-2006-PA/TC y STC N.° 04085-2009-PA/TC.-

b.1. Que la resolución de pase al retiro no se encuentra


debidamente fundamentada.-

1. La STC N° 090-2004-IN/PNP CONSTITUYE UN PRECEDENTE


VINCULANTE establecido por el Tribunal Constitucional, en la
que se plasman los criterios que la autoridad administrativa debe
acoger para pasar al retiro a un oficial por la causal de renovación
de cuadros, los mismos que no se han respetado, por lo que la
Resolución Suprema N° 116-2010-IN/PNP, de fecha 28 de
diciembre del 2010, deviene en nula de pleno derecho.
2. En ese sentido, el Tribunal Constitucional refirió en su sétimo
considerando que:

“La citada potestad (…) aplicable también al caso de la


Policía Nacional del Perú, no puede entenderse como una
competencia cuyo ejercicio se sustraiga del control
constitucional, ni tampoco como que tal evaluación
únicamente deba realizarse en virtud de la ley y los
reglamentos, pues es absolutamente obvio que esa
regulación legal sólo podrá ser considerada como válida si es
que se encuentra conforme con la Constitución, y el ejercicio
de tal competencia será legítima, si es que, al mismo tiempo,
se realiza respetando los derechos consagrados en la
Carta Magna, entre ellos los derechos al debido proceso,
a la igualdad ante la ley, al honor y buena reputación, al
trabajo, etc.”

3. Entre estos criterios se encuentran:

- Que la resolución se encuentre debidamente


motivada.

- Que la resolución de pase al retiro consigne


la causal en la que se encuentra cada oficial,
y que esta se encuentre contenida como tal
en la ley.

- Que se expongan las razones de interés


público por las que se pasa a la situación de
retiro a dicho oficial, pese a otro que
mantiene su actividad.

4. Al respecto conviene referir que NINGUNO DE ESTOS


CRITERIOS FUE RESPETADO, por lo que, al hacer caso omiso
de los lineamientos previstos en el PRECEDENTE VINCULANTE
STC N° 090-2004-AA/TC la presente acción resulta procedente.
b.2. Que la resolución de pase al retiro se encuentre debidamente
motivada.-

1. El inciso 1.2) del artículo IV del Título Preliminar de la Ley


N.º 27444, del Procedimiento Administrativo General, establece
que forma parte del debido procedimiento administrativo el
derecho del administrado a obtener una decisión motivada y
fundada en derecho. Dicha motivación debe efectuarse en
proporción al contenido y conforme al ordenamiento jurídico, en
concordancia con lo establecido por en numeral 4) del artículo 3.º
de la citada ley.

2. Al respecto, LA DEFENSORÍA DEL POLICÍA, EN EL CITADO


INFORME N.° 002-2003-IN/DOR-ODPDH-04, precisa que con la
motivación los afectados por un acto administrativo pueden saber
con que sustento se emitió éste, información indispensable y a la
que el administrado tiene derecho en virtud al apartado 6.1 del
artículo 6.º de la Ley N.º 27444, que indica que: “La motivación
deberá ser expresa, mediante una relación concreta y directa de
los hechos probados relevantes del caso específico, y la
exposición de las razones jurídicas y normativas que con
referencia directa a los anteriores justifican el acto adoptado”.

3. Asimismo, la motivación debe otorgar seguridad jurídica al


administrado y permitir al revisor apreciar la certeza jurídica de la
autoridad que decide el procedimiento; para ello no se debe
utilizar las citas legales abiertas, que sólo hacen referencia a
normas en conjunto como reglamentos o leyes, pero sin concretar
qué disposición ampara la argumentación o análisis de la
autoridad, como lo establece el apartado 6.3 del artículo 6º de la
norma invocada, que dispone que “no son admisibles como
motivación, la exposición de fórmulas generales o vacías de
fundamentación para el caso concreto o aquellas fórmulas que
por su oscuridad, vaguedad, contradicción o insuficiencia no
resulten específicamente esclarecedoras para la motivación del
acto”.

4. En el referido informe se cita a Eduardo García de Enterría y a


Ramón Fernández, los cuales sostienen que “(...) La motivación
es un medio técnico de control de la causa del acto. Por ello no
es un simple requisito meramente formal, sino de fondo; la
motivación ha de dar razón plena del proceso lógico y jurídico
que ha determinado la decisión (...) motivar un acto administrativo
es reconducir la decisión que en el mismo se contiene a una regla
de derecho que autoriza tal decisión o de cuya aplicación surge.
Por ello motivar un acto obliga a fijar, en primer término, los
hechos de cuya consideración se parte y a incluir tales hechos
en el supuesto de una norma jurídica; y, en segundo lugar, a
razonar cómo tal norma jurídica impone la resolución que se
adopta en la parte dispositiva del acto (...) la ley obliga a la
administración a motivar sus decisiones, lo que quiere decir,
hacer públicas las razones de hecho y de derecho en los cuales
las mismas se apoyan”.

5. Es en ese sentido que la Defensoría del Pueblo, en su INFORME


DEFENSORIAL N.º 56, señala “(...) que con la práctica de pasar
a retiro por renovación sin una adecuada motivación se estaría
truncando la carrera militar o policial de numerosos oficiales, lo
que podría ocasionar distorsiones en la adecuación de las
Fuerzas Armadas y la Policía Nacional a los valores que
sustentan la democracia (...)”.
6. La motivación es, pues, uno de los requisitos esenciales del acto
administrativo. Su omisión es sancionada con la invalidez del
acto, según lo prescribe el inciso 4) del artículo 3.º de la
mencionada Ley N.º 27444.

7. Es por ello que este Tribunal Constitucional ha reiterado que un


acto administrativo dictado al amparo de una potestad
discrecional legalmente establecida resulta arbitrario cuando sólo
expresa la apreciación individual de quien ejerce la competencia
administrativa, o cuando el órgano administrativo, al adoptar la
decisión, no motiva o expresa las razones que lo han
conducido a adoptar tal decisión. De modo que, como ya se
ha dicho, motivar una decisión no sólo significa expresar
únicamente al amparo de qué norma legal se expide el acto
administrativo, sino, fundamentalmente exponer las razones
de hecho y el sustento jurídico que justifican la decisión
tomada.

8. Por otro lado, el numeral 1.4. de la Ley de Procedimiento


Administrativo General enuncia el principio de razonabilidad,
según el cual, las decisiones de la autoridad administrativa,
cuando creen obligaciones, califiquen infracciones, impongan
sanciones o establezcan restricciones a los administrados, deben
adaptarse dentro de los límites de la facultad atribuida y
manteniendo la debida proporción entre los medios a emplear y
los fines públicos que se deba tutelar, a fin de que respondan a lo
estrictamente necesario para la satisfacción de su cometido.

9. La razonabilidad implica que el acto estatal debe mantener su


justificación lógica y axiológica en los sucesos o circunstancias
que fueran. Así, la doctrina exige que se produzca una
consonancia entre el hecho antecedente “creador” o “motivador”
del acto estatal y el hecho consecuente derivado de aquél.

10. En consecuencia, la razonabilidad comporta una adecuada


relación lógico-axiológica entre la circunstancia motivante, el
objeto buscado y el medio empleado.

11. La razonabilidad puede ser analizada desde una doble


perspectiva: cuantitativa y cualitativa. La razonabilidad
cuantitativa pondera el contenido del proceso discursivo o
inferente que concluye con una proposición lógica y
axiológicamente válida. Su fundamentación apuesta a la
adecuación entre el hecho desencadenante del acto estatal y el
resultado de éste en cuanto a su magnitud numérica, dineraria,
aritmética, etc. La razonabilidad cualitativa pondera el proceso
discursivo o inferente que concluye con una regla simétrica o
asimétrica de asignación de facultades, derechos, deberes,
deberes o servicios, según sean iguales o diferentes los hechos
generados por las personas. Así, su objeto será la determinación
de consecuencias jurídicas homólogas para aquellos que se
encuentren en idénticas circunstancias, y distintas para los que se
hallen en disímiles circunstancias.

12. El acto estatal debe acreditar la necesaria disposición o


correspondencia entre la causa que lo origina y el efecto
buscado. Existe, entonces, la necesidad de acreditar
coherencia y equilibrio entre el antecedente que origina el
acto estatal y la consecuencia derivada de aquél.
13. La doctrina plantea la verificación lógico-axiológica de una
proposición jurídica bicondicional; esto es, que se justifique la
asignación de derechos, facultades, deberes o sanciones, si y
sólo sí guardan armonía y sindéresis con los hechos, sucesos o
circunstancias predeterminantes.

14. La proporcionalidad exige la existencia indubitable de una


conexión directa, indirecta y relacional entre causa y efecto; vale
decir, que la consecuencia jurídica establecida sea unívocamente
previsible y justificable a partir del hecho ocasionante del acto
estatal. En consecuencia, la proporcionalidad lo será cuando la
razón del efecto sea deducible de la causa, o previsible a partir de
ella.

15. Es por ello que el Tribunal Constitucional ha concluido en


reiterada jurisprudencia que el control de constitucionalidad de los
actos dictados al amparo de una facultad discrecional no debe ni
puede limitarse a constatar que el acto administrativo tenga
una motivación más o menos explícita, pues constituye,
además, una exigencia constitucional evaluar si la decisión
finalmente adoptada observa los principios de razonabilidad
y proporcionalidad con relación a la motivación de hechos,
ya que una incoherencia sustancial entre lo considerado
relevante para que se adopte la medida y la decisión tomada,
convierte a esta última también en una manifestación de
arbitrariedad.

16. Por lo tanto, es exigible, en el caso del pase a la situación de


retiro de oficiales de la Policía Nacional, que las diferenciaciones
para efectos del pase a retiro por renovación, ESTÉN
EFECTIVAMENTE JUSTIFICADAS CON LAS CONDICIONES
PROFESIONALES DE LOS OFICIALES Y LOS INTERESES Y
NECESIDADES DEL INSTITUTO ARMADO
CORRESPONDIENTE. (Citando la Resolución STC N°

090-2004-AA/TC).

17. Conforme puede advertirse de la citada Resolución Suprema N°


116-2010-IN/PNP, de fecha 28 de diciembre del 2010; esta no
se encuentra debidamente motivada en razón de las siguientes
cuestiones:

PRECEDENTE STC N° 090-2004-AA/TC R.S. N° 116-2010-IN/PNP

No se consigna en que causal se encuentra


cada oficial. Por otro lado, en las actas
personales se consigna que se pasa al retiro
al oficial por tiempo de servicios, cuando el
Que se consigne en que causal de pase al Tribunal Constitucional ha referido que el
retiro se encuentra cada oficial, de tiempo de servicio no es causal de pase al
conformidad con la ley. retiro.

Que conforme se advierte del contenido de


la Resolución Suprema N° 116-2010-
IN/PNP, de fecha 28 de diciembre del
2010, no se ha establecido el interés
público por el que el recurrente debería
Que se exista un estudio pormenorizado del ser pasado de la situación de actividad a
legajo profesional de cada oficial, en base al la de retiro por causal de renovación de
interés público. cuadros.

Que se respete los criterios de razonabilidad No existe razonabilidad ni proporcionalidad


y proporcionalidad para los pases al retiro de puesto que no se exponen los argumentos
tal manera que se expongan los argumentos objetivos - ni se establece una causal
de pase al retiro en el que se encuentra cada objetiva prevista en la ley como tal -por la
oficial y se compruebe la adecuación a los que se pasa al retiro al recurrente, conforme
fines de la institución. El acto estatal debe lo ha expresado el Tribunal Constitucional en
acreditar la necesaria disposición o
correspondencia entre la causa que lo origina
y el efecto buscado. Existe, entonces, la
necesidad de acreditar coherencia y equilibrio
entre el antecedente que origina el acto
estatal y la consecuencia derivada de aquél.
La doctrina plantea la verificación lógico-
axiológica de una proposición jurídica
bicondicional; esto es, que se justifique la la STC 10639-2006-PA/TC. Por tanto, la
asignación de derechos, facultades, deberes Resolución Suprema N° 116-2010-IN/PNP,
o sanciones, si y sólo sí guardan armonía y de fecha 28 de diciembre del 2010, no
sindéresis con los hechos, sucesos o supera el filtro de la razonabilidad de la
circunstancias predeterminantes. decisión y por tanto contraviene lo previsto
(Considerado 35 del precedente en el PRECEDENTE VINCULANTE STC N°
vinculante N° 090-2004-AA/TC) 090-2004-AA/TC.

Al ser una resolución inmotivada, se viola el


Que se respete el derecho al trabajo derecho al trabajo.

Al ser una resolución inmotivada, se viola el


Que se respete el derecho al honor derecho al honor.

Que no se efectué cobro alguno por pago de


Compensación de Retiro, conforme al El recurrente no ha efectuado cobro alguno
numeral 5. del PRECEDENTE de Compensación de Retiro por parte de la
VINCULANTE STC N° 090-2004-AA/TC administración.
No se ha respetado el derecho a la igualdad
ante la ley puesto que, pese a existir
Oficiales que si se encuentran dentro de los
criterios previstos en la Ley N° 28857 y en el
Decreto Supremo Nº 012-2006-IN, no fueron
pasados a la situación de retiro por causal
de renovación, versus el recurrente que no
se encuentra dentro de ninguna de la
causales, violando de esta manera la
adecuación de los fines proscrita en el
considerando 35. del PRECEDENTE
Que se respete el derecho a la igualdad VINCULANTE STC N° 090-2004-AA/TC

19. Por tales consideraciones la demanda formulada debe ser


declarada Fundada.

b.3. Que la resolución de pase al retiro no expone las razones de


interés público que obligan a la institución policial a la
adopción de esta medida y, por que en razón de esos interés,
debe pasarse al retiro al recurrente y no a otros oficiales que
cuentan con las mismas condiciones que el recurrente.-

1. La doctrina acepta la existencia de conceptos con contenido y


extensión variable; esto es, reconoce la presencia jurídica de
conceptos determinables por medio del razonamiento jurídico
que, empero, varían de contenido y extensión según el contexto
en que se encuentren o vayan a ser utilizados.

2. Es evidente que los conceptos jurídicos pretenden la


representación intelectual de la realidad; es decir, son entidades
mentales que se refieren a aspectos o situaciones valiosas y que
imprimen calidad jurídica a ciertos contenidos de la vida social.
3. Los conceptos jurídicos poseen un contenido, en tanto éste
implica el conjunto de notas o señas esenciales y particulares que
dicha representación intelectual encierra, y una extensión, que
determina la cantidad de objetos o situaciones adheridas al
concepto.

4. En ese orden de ideas, el derecho concede un margen de


apreciación a una autoridad para determinar el contenido y
extensión del concepto aplicable a una situación particular y
concreta, siempre que dicha decisión no sea manifiestamente
irrazonable o desproporcionada con las circunstancias en donde
será utilizada.

5. Conviene puntualizar que uno de los conceptos jurídicos


caracterizados por su indeterminación es el interés público.

6. El interés público tiene que ver con aquello que beneficia a


todos; por ende, es sinónimo y equivalente al interés general
de la comunidad. Su satisfacción constituye uno de los fines
del Estado y justifica la existencia de la organización
administrativa.

7. La administración estatal, constituida por órganos


jerárquicamente ordenados, asume el cumplimiento de los fines
del Estado teniendo en cuenta la pronta y eficaz satisfacción del
interés público.

8. El interés se expresa confluyentemente como el valor que una


cosa posee en sí misma y como la consecuencia de la inclinación
colectiva hacia algo que resulta atractivo, apreciable y útil. De allí
que Fernando Sainz Moreno [“Reducción de la discrecionalidad:
el interés público como concepto jurídico”, Revista española de
Derecho Administrativo, disco compacto, Madrid, Civitas
Ediciones, Revista N.º 008, enero - marzo de 1976] plantee que
la noción interés público se entienda como expresiones del valor
público que en sí mismo tienen ciertas cosas; o bien como
expresión de aquello que únicamente interesa al público.

9. Dicho interés es tan relevante que el Estado lo titulariza,


incluyéndolo entre los fines que debe perseguir necesaria y
permanentemente.

10. En ese aspecto, Emilio Fernández Vásquez (“Diccionario de


derecho público”. Buenos Aires: Astrea, 1981) enfatiza que “El
Estado no puede tener más que intereses públicos”; razón por la
cual éste está comprendido en un régimen de Derecho Público.

11. Consecuentemente, el interés público es simultáneamente un


principio político de la organización estatal y un concepto jurídico.
En el primer caso opera como una proposición ético-política
fundamental que informa todas las decisiones gubernamentales;
en tanto que en el segundo actúa como una idea que permite
determinar en qué circunstancias el Estado debe prohibir, limitar,
coactar, autorizar, permitir o anular algo.

12. Como bien refiere Fernando Sainz Moreno, en sí misma, la


noción de “interés público” se distingue, aunque no se opone, a la
noción de “interés privado”. Dicha distinción radica en que, por su
capital importancia para la vida coexistencial, el interés público no
puede ser objeto de disposición como si fuese privado.
13. Empero, el carácter público del interés no implica oposición ni
desvinculación con el interés privado. No existe una naturaleza
“impersonal” que lo haga distinto del que anima “particularmente”
a los ciudadanos. Por el contrario, se sustenta en la suma de los
intereses compartidos por cada uno de ellos. Por ende, no se
opone, ni se superpone, sino que, axiológicamente, asume el
interés privado. Es por eso que su preeminencia no surge de la
valoración de lo distinto, sino de lo general y común.

14. En ese contexto, la discrecionalidad opera cuando el


ordenamiento jurídico atribuye a algún órgano competencia para
apreciar, en un supuesto dado, lo que sea de interés público.
Como lo manifiesta el mismo Sainz Moreno, “en el interés público
se encuentra el núcleo de la discrecionalidad administrativa (...) y
la esencia, pues, de toda actividad discrecional la constituye la
apreciación singular del interés público realizada conforme a los
criterios marcados por la legislación”. Es decir, la discrecionalidad
existe para que la Administración pueda apreciar lo que realmente
conviene o perjudica al interés público; esto es, para que pueda
tomar su decisión librada de un detallado condicionamiento previo
y sometida sólo al examen de las circunstancias relevantes que
concurran en cada caso.

15. Al respecto, Juan Igartua Salaverría, citando a Eduardo García de


Enterría, [“Principio de legalidad, conceptos indeterminados y
discrecionalidad administrativa”, Revista española de Derecho
Administrativo, disco compacto, Madrid, Civitas Ediciones,
Revista N.º 092, octubre - diciembre de 1996], precisa que “la
Administración, está obligada a justificar las razones que
imponen la decisión en el sentido del interés público de una
manera concreta y específica y no con una mera afirmación o
invocación abstracta”.

16. Por ello, para Igartua Salaverría, las decisiones de la


Administración no gozan de presunción alguna, y no basta que se
expresen en formas típicas e iterativas. Al contrario, el ejercicio de
una potestad discrecional debe acompañarse de una motivación
que muestre puntualmente el nexo coherente entre el medio
adoptado y el interés general circunscrito al que apunta.

17. Es así que el interés público, como concepto indeterminado, se


construye sobre la base de la motivación de las decisiones, como
requisito sine qua non de la potestad discrecional de la
Administración, quedando excluida toda posibilidad de
arbitrariedad.

18. En ese sentido, y conforme lo ha referido el Tribunal


Constitucional en la STC N° 090-2004-AA/TC:

“ (…) la potestad discrecional de la Administración, en el


caso del pase a retiro por renovación de cuadros de los
oficiales de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional,
debe tener como sustento la debida motivación de las
decisiones, las cuales, asimismo, tienen que estar
ligadas a la consecución de un interés público que, en el
caso de autos, está directamente vinculado a la finalidad
fundamental de las Fuerzas Armadas y la Policía
Nacional: garantizar la independencia, soberanía e integridad
territorial de la República, y garantizar, mantener y restablecer
el orden interno, respectivamente, entre otras funciones que
la Constitución y la ley le asignen, y al cumplimiento óptimo
de sus fines institucionales en beneficio de todos y cada uno
de los ciudadanos, mediante la renovación constante de los
cuadros de oficiales, realizada en forma objetiva, técnica,
razonada y motivada, excluyendo toda posibilidad de
arbitrariedad.” (El resaltado es nuestro).
19. El requisito de razonabilidad excluye la arbitrariedad. La idea que
confiere sentido a la exigencia de razonabilidad es la búsqueda
de la solución justa de cada caso. Por lo tanto, según lo expone
Fernando Sainz Moreno (vide supra), “una decisión arbitraria,
contraria a la razón (entendiendo que en un sistema de derecho
positivo la razonabilidad de una solución está determinada por las
normas y principios que lo integran, y no sólo por principios de
pura razón), es esencialmente antijurídica”.

20. Por lo mismo, las determinaciones administrativas que se


fundamentan en la satisfacción del interés público son también
decisiones jurídicas, cuya validez corresponde a su concordancia
con el ordenamiento jurídico. En ese orden de ideas, tales
decisiones, incluso cuando la ley las configure como
“discrecionales”, no pueden ser “arbitrarias”, por cuanto son
sucesivamente “jurídicas” y, por lo tanto, sometidas a las
denominadas reglas de la “crítica racional”.

21. El concepto de arbitrario apareja tres acepciones igualmente


proscritas por el derecho: a) lo arbitrario entendido como decisión
caprichosa, vaga e infundada desde la perspectiva jurídica; b) lo
arbitrario entendido como aquella decisión despótica, tiránica y
carente de toda fuente de legitimidad; y c) lo arbitrario entendido
como contrario a los principios de razonabilidad y
proporcionalidad jurídica.

22. En consecuencia, lo arbitrario será todo aquello carente de


vínculo natural con la realidad. Al respecto, Tomás Ramón
Fernández [“De nuevo sobre el poder discrecional y su ejercicio
arbitrario”, Revista española de Derecho Administrativo, disco
compacto, Madrid, Civitas Ediciones, Revista N.º 080, octubre -
diciembre de 1993] expone lo siguiente:

“La administración puede elegir ciertamente el trazado de la


nueva carretera que mejor le parezca: el más barato y el más
sencillo técnicamente, el que cause un menor impacto
ecológico, el que produzca un trastorno menor de la vida
social, el más corto, el que más rentabilice la inversión por
su mayor capacidad de absorber un tráfico más abundante,
el que redima del aislamiento a mayor número de núcleos de
población, etc. Optar por uno o por otro es su derecho, pero
razonar el por qué de su elección es su deber, su
inexcusable deber. El mero «porque sí» está
constitucionalmente excluido, como lo está la nada
infrecuente apelación al carácter discrecional de la
  elección y, con mayor motivo todavía, el simple silencio
al respecto.” (El resaltado es nuestro).

23. Por lo tanto, en la discrecionalidad de grado intermedio y menor,


el órgano jurisdiccional tiene como cuestión crucial la motivación
–elemento inherente al debido proceso, que desarrollemos más
adelante– de la que depende esencialmente la legitimidad de
ejercicio de todo poder, y es, por ello, inexcusable e irrenunciable,
tal como lo prueba la categórica prohibición constitucional de todo
uso arbitrario de aquél. Asimismo, dada una motivación, es decir,
una razón de la elección, ésta debe ser plausible, congruente con
los hechos, en los que necesariamente ha de sustentarse,
sostenible en la realidad de las cosas y susceptible de ser
comprendida por los ciudadanos, aunque no sea compartida por
todos ellos. No basta, como es obvio, cualquier explicación que la
Administración convenga en dar en el momento de la obligada
rendición de cuentas; éstas han de ser, en todo caso,
debidamente justificadas.
24. Es, pues, una conclusión absolutamente unánime en la doctrina
y en la jurisprudencia que la inexistencia o inexactitud de los
hechos y los argumentos de derecho sobre los que la
Administración funda una decisión discrecional constituye un
error de hecho, determinante para la invalidez de la decisión.

25. En buena cuenta, la discrecionalidad queda sujeta a las


siguientes limitaciones: a) en los casos de los grados de
discrecionalidad mayor la intervención jurisdiccional se orienta a
corroborar la existencia, el tiempo de ejercicio permitido, la
extensión espacial y material, así como la forma de
manifestación jurídica constitucional o legal de dicha prerrogativa
de la libre decisión y el cumplimiento de las formalidades
procesales; b) en los casos de los grados de discrecionalidad
intermedia y menor aparecen adicionalmente los elementos de
razonabilidad y proporcionalidad.

26. Es por ello que la prescripción de que los actos discrecionales de


la Administración del Estado sean arbitrarios exige que éstos
sean motivados; es decir, que se basen necesariamente en
razones y no se constituyan en la mera expresión de la voluntad
del órgano que los dicte.

27. Dichas razones no deben ser contrarias a la realidad y, en


consecuencia, no pueden contradecir los hechos relevantes de la
decisión. Más aún, entre ellas y la decisión necesariamente debe
existir consistencia lógica y coherencia.

28. Estos fundamentos también han sido asumidos, por ejemplo, por
el Tribunal Constitucional español en la Sentencia N.º 353/1993
en la que determina que “la “presunción de razonabilidad” o “de
certeza” de la actuación administrativa, apoyada en la
especialización y la imparcialidad de los órganos establecidos
para realizar la calificación (...), en tanto que presunción iuris
tantum, también podrá desvirtuarse si se acredita la infracción o
desconocimiento del proceder razonable que se presume en el
órgano calificador, bien por desviación de poder, arbitrariedad o
ausencia de toda posible justificación en el criterio adoptado.”
(Fundamento jurídico N.º 3).

29. Asimismo, son expuestos por la CORTE CONSTITUCIONAL DE


COLOMBIA, EN SU SENTENCIA N.º C-175/93, en la cual
argumenta que:

“La facultad que se le atribuye al Inspector General de la


Policía Nacional para determinar las “razones del servicio”, no
puede considerarse omnímoda, pues aunque contiene cierto
margen de discrecionalidad, éste no es absoluto ni puede
llegar a convertirse en arbitrariedad, porque como toda
atribución discrecional requiere un ejercicio
proporcionado y racional que se ajuste a los fines que
persigue y que es este caso se concretan en la eficacia de
la Policía Nacional, de manera que tales razones no
puedan ser otras que las relacionadas con el deficiente
desempeño del agente, el incumplimiento de sus
funciones, la observancia de conductas reprochables y en
general la prestación de un servicio deficiente e irregular,
etc.(...)”.

30. Como señala la DEFENSORÍA DEL POLICÍA EN SU INFORME


N.° 002-2003-IN/DDP-ODPDH.04 de abril de 2003 –aplicable al
caso de autos–, en el acto discrecional, la fundamentación debe
extenderse a motivar suficientemente las decisiones
administrativas de acuerdo a los criterios razonables, justos,
objetivos y debidamente motivados. Sobre la misma idea, cita a
Eduardo García de Enterría y Tomás Ramón Fernández, quienes
acotan que “(...) nunca es permitido confundir lo discrecional con
lo arbitrario, pues aquello se halla o debe hallarse cubierto por
motivaciones suficientes, discutibles o no, pero considerables en
todo caso, y no meramente de una calidad que las haga
inatacables (...)”.

31. Por otro lado, Eduardo García de Enterría [en Trillo-Figueroa M.-
Conde, Federico, “Discrecionalidad Militar y Jurisdicción
Contenciosa”, Revista española de Derecho Administrativo, disco
compacto, Madrid, Civitas Ediciones, Revista N.º 020, enero -
marzo de 1979] expresa que «es evidente que no puede
consagrarse a favor de la administración militar una libertad
omnímoda y sin control (...) no hay para ello ninguna exigencia
política ni ninguna justificación práctica, y si hubiese sido
necesario ya lo hubieran dicho expresamente las normas que
organizan y estructuran el Ejército configurando las
correspondientes facultades discrecionales>>.

32. De similar opinión es Juan Carlos Cassagne [“La revisión de la


discrecionalidad administrativa por el Poder Judicial”, Revista
española de Derecho Administrativo, disco compacto, Madrid,
Civitas Ediciones, Revista N.º 067, julio-setiembre 1990], quien
precisa que “(...) la posibilidad de controlar la discrecionalidad ha
sido expresamente admitida por la Corte cuando media
arbitrariedad al señalar que «la circunstancia de que la
Administración obrase en ejercicio de facultades discrecionales
en manera alguna puede constituir un justificativo de su conducta
arbitraria, puesto que es precisamente la razonabilidad con que
se ejercen tales facultades el principio que otorga validez a los
actos de los órganos del Estado y que permite a los jueces, ante
planteos concretos de parte interesada, verificar el cumplimiento
de dicha exigencia» (Conf. C.S 13-V-1986 «in re» D'argenio, Inés,
D. c/Tribunal de Cuentas de la Nación», revista «La Ley»,
t. 1986-D, pág. 770)”.

33. Así también lo entiende la Defensoría del Pueblo en su INFORME


DEFENSORIAL N.º 56 elaborado por la Defensoría Especializada
en Asuntos Constitucionales de la citada Institución, de diciembre
de 2000, al señalar que “Las citadas normas –se refiere a los
Decretos Legislativos N.os 745 y 752, así como al Decreto
Supremo N.º 83-92-DE/SG, que aprueba el Reglamento del
artículo 58.º del último decreto legislativo citado–, para ser
conformes a la Constitución, requieren que los poderes públicos,
en especial las administraciones policiales y militares, así como
los órganos jurisdiccionales, las interpreten adoptando criterios
objetivos y razonables. De otro modo se estaría admitiendo la
posibilidad de decisiones arbitrarias lo cual está vedado en un
Estado de Derecho, donde no deben quedar zonas exentas de
control . En efecto, “los principios de soberanía del pueblo, del
Estado democrático de derecho y de la forma republicana de
gobierno”, mencionados en el artículo 3.º de la Constitución,
respaldan el derecho de todo ser humano a exigir un uso
razonable de los poderes públicos, derecho que se refuerza con
la sujeción de todo el Estado al principio de distribución, por el
que su poder siempre está limitado por la Constitución y las
leyes, como proclama el artículo 45.º del texto constitucional.”

34. Queda claro, entonces, que las resoluciones mediante las cuales
se dispone el pase a retiro por renovación de cuadros a los
Oficiales de la Policía Nacional deben fundamentarse
debidamente, con argumentos de derecho y de hecho que
permitan prever que Oficiales pueden pasar a la situación de
retiro y qué oficiales no; pero con un interés público, el mismo que
no ha sido determinado en la Resolución Suprema N° 116-2010-
IN/PNP, de fecha 28 de diciembre del 2010 que me pasa a la
situación de retiro por causal de renovación, por lo que la
presente demanda debe ser declarada Fundada.

VII. DE LA VULNERACIÓN DE DERECHOS CONSTITUCIONALES


PREVISTOS POR LA STC N° 090-2004-IN/PNP, EXPEDIDA POR
EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL.-

7.1. Que, conforme ya lo hemos referido, la Resolución por la cual se pasa al


recurrente de la situación de actividad a la de retiro por causal de
renovación de cuadros, incumple el PRECEDENTE STC N° 090-2004-
AA/TC por lo que debe declararse inaplicable para el caso del recurrente,
mas aún cuando vulnera derechos como:

i) Derecho al trabajo.-

1. El derecho al trabajo está reconocido por el artículo 22.º de la


Constitución Política vigente. El Tribunal Constitucional en la STC
N° 090-2004-IN/TC estimó que el contenido esencial de este
derecho constitucional implica dos aspectos: el primero, acceder
a un puesto de trabajo, y el segundo, de no ser despedido sino
por causa justa. Respecto al primero, el derecho al trabajo
supone la adopción por parte del Estado de una política orientada
a que la población acceda a un puesto de trabajo; mientras que el
segundo es el que resulta relevante para resolver la causa: se
trata del derecho al trabajo entendido como proscripción de ser
despedido, salvo por causa justa.
2. Por ello, el principio de razonabilidad, implícitamente derivado del
principio de igualdad, y expresamente formulado en el artículo
200.° de la Constitución, no tolera ni protege que se realicen o
expidan actos o normas arbitrarias. Razonabilidad, en su sentido
mínimo, es lo opuesto a la arbitrariedad y a un elemental sentido
de justicia.

3. Este precepto constitucional no se ha tomado en consideración


en el caso de los pases a retiro por renovación de cuadros de los
Oficiales de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, ya que la
ausencia de motivación en el acto administrativo no permite
advertir una justificación objetiva y razonable para decidirlos,
atentando contra el derecho al trabajo de los oficiales
afectados.

ii) Derecho a la igualdad ante la ley.-

1. El principio de igualdad, mediante el cual se reconoce que todos


los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos
–artículo 1.º de la Declaración Universal de los Derecho Humanos
– exige que los tratamientos diferenciados estén plenamente
justificados de modo objetivo y razonable, más aún cuando los
responsables de realizarlo lo efectúen en el ejercicio de funciones
públicas.

2. Este derecho fundamental, reconocido por el numeral 2) del


artículo 2.º de la Constitución, resulta vulnerado con las
resoluciones que disponen el pase al retiro por renovación de
Oficiales de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional
insuficientemente motivadas, por cuanto impiden saber si se está
ante una diferenciación razonable y, por ende, admisible por el
Derecho.

3. Igualmente, en la relación laboral, este principio está acogido por


el numeral 1) del artículo 26.º de la Carta Magna, el cual prescribe
la igualdad de oportunidades sin discriminación.

4. La discriminación es, en conclusión, el trato diferenciado que se


da a una persona por determinadas cuestiones, lo que imposibilita
su acceso a oportunidades esenciales a las que otros, en su
misma condición tienen derecho. Pues si bien, la aplicación de
la causal de renovación no implica una sanción
administrativa, trunca el desarrollo profesional de los
invitados al retiro.

iii) Derecho al honor y a la buena reputación.-

1. Otro de los derechos fundamentales protegidos por la Declaración


Universal de Derechos Humanos, y reconocido por nuestra
Norma Suprema, es el derecho al honor y a la buena reputación
que tiene todo ser humano, derecho que también se ve afectado
con el mal uso de la facultad discrecional de la Administración de
pasar al retiro por renovación a oficiales de la Policía Nacional
mediante resoluciones no motivadas y arbitrarias,
exponiéndose el honor del administrado, pues las causas de
su cese quedarán sujetas a la interpretación individual y
subjetiva de cada individuo.
2. Al respecto, la falta de motivación en las resoluciones de pase a
retiro por renovación de cuadros implica un desconocimiento de la
dignidad de los oficiales afectados, pues no tuvieron siquiera la
oportunidad de conocer por qué se truncaba
intempestivamente su carrera, la cual podría ser el resultado
de un proyecto de vida en el ámbito laboral.

3. En torno a ello, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha


reconocido en el caso Loayza Tamayo [sentencia de reparaciones
del 27 de noviembre de 1998:
http://www.corteidh.or.cr/serie_c/Serie_c_42_esp.doc] que “el
‘proyecto de vida’ se asocia al concepto de realización personal,
que a su vez se sustenta en las opciones que el sujeto puede
tener para conducir su vida y alcanzar el destino que se propone.
(...) Esas opciones poseen, en sí mismas, un alto valor
existencial. Por lo tanto, su cancelación o menoscabo implican la
reducción objetiva de la libertad y la pérdida de un valor que no
puede ser ajeno a la observación de esta Corte. (...) no se trata
de un resultado seguro, que haya de presentarse
necesariamente, sino de una situación probable (...) dentro del
natural y previsible desenvolvimiento del sujeto, que resulta
interrumpido y contrariado por hechos violatorios de sus derechos
humanos. Esos hechos cambian drásticamente el curso de la
vida, imponen circunstancias nuevas y adversas y modifican los
planes y proyectos que una persona formula a la luz de las
condiciones ordinarias en que se desenvuelve su existencia y de
sus propias aptitudes para llevarlos a cabo con probabilidades de
éxito”.

iv) Ser un acto irracional y desproporcionado .-


1. El numeral 1.4. de la Ley de Procedimiento Administrativo
General enuncia el principio de razonabilidad, según el cual, las
decisiones de la autoridad administrativa, cuando creen
obligaciones, califiquen infracciones, impongan sanciones o
establezcan restricciones a los administrados, deben adaptarse
dentro de los límites de la facultad atribuida y manteniendo la
debida proporción entre los medios a emplear y los fines públicos
que se deba tutelar, a fin de que respondan a lo estrictamente
necesario para la satisfacción de su cometido.

2. La razonabilidad implica que el acto estatal debe mantener su


justificación lógica y axiológica en los sucesos o circunstancias
que fueran. Así, la doctrina exige que se produzca una
consonancia entre el hecho antecedente “creador” o “motivador”
del acto estatal y el hecho consecuente derivado de aquél.

3. En consecuencia, la razonabilidad comporta una adecuada


relación lógico-axiológica entre la circunstancia motivante, el
objeto buscado y el medio empleado.

4. Por otro lado, la razonabilidad puede ser analizada desde una


doble perspectiva: cuantitativa y cualitativa.

5. La razonabilidad cuantitativa pondera el contenido del proceso


discursivo o inferente que concluye con una proposición lógica y
axiológicamente válida. Su fundamentación apuesta a la
adecuación entre el hecho desencadenante del acto estatal y el
resultado de éste en cuanto a su magnitud numérica, dineraria,
aritmética, etc.
6. La razonabilidad cualitativa pondera el proceso discursivo o
inferente que concluye con una regla simétrica o asimétrica de
asignación de facultades, derechos, deberes, deberes o servicios,
según sean iguales o diferentes los hechos generados por las
personas. Así, su objeto será la determinación de consecuencias
jurídicas homólogas para aquellos que se encuentren en idénticas
circunstancias, y distintas para los que se hallen en disímiles
circunstancias.

7. El acto estatal debe acreditar la necesaria disposición o


correspondencia entre la causa que lo origina y el efecto buscado.
Existe, entonces, la necesidad de acreditar coherencia y equilibrio
entre el antecedente que origina el acto estatal y la consecuencia
derivada de aquél.

8. La proporcionalidad exige la existencia indubitable de una


conexión directa, indirecta y relacional entre causa y efecto; vale
decir, que la consecuencia jurídica establecida sea unívocamente
previsible y justificable a partir del hecho ocasionante del acto
estatal. En consecuencia, la proporcionalidad lo será cuando la
razón del efecto sea deducible de la causa, o previsible a partir de
ella.

9. Es por ello que el Tribunal Constitucional a través del


PRECEDENTE STC N° 090-2004-AA/TC concluye en que el
control de constitucionalidad de los actos dictados al amparo de
una facultad discrecional no debe ni puede limitarse a constatar
que el acto administrativo tenga una motivación más o menos
explícita, pues constituye, además, una exigencia constitucional
evaluar si la decisión finalmente adoptada observa los principios
de razonabilidad y proporcionalidad con relación a la motivación
de hechos, ya que una incoherencia sustancial entre lo
considerado relevante para que se adopte la medida y la decisión
tomada, convierte a esta última también en una manifestación de
arbitrariedad. Por lo tanto, es exigible, en el caso del pase a la
situación de retiro de oficiales de la Policía Nacional, que las
diferenciaciones para efectos del pase a retiro por renovación,
estén efectivamente justificadas con las condiciones
profesionales de los oficiales y los intereses y necesidades
del instituto armado correspondiente.

10. Que, al respecto el Tribunal Constitucional ha establecido en su


STC 10639-2006-PA/TC, reiterando su jurisprudencia, lo
siguiente:

11. En ese sentido, solicitamos que la presente demanda sea


admitida y declarada Fundada.

VIII. MEDIOS PROBATORIOS.-

Que, adjunto en calidad de medios probatorios los siguientes documentos:


1-B Copia fedatada de la R.S.116-2010-IN, por la cual se pasa al retiro al
recurrente por causal de renovación de cuadros.

1-C Copia de la STC N° 10639-2006-PA/TC que constituye precedente vinculante


del Tribunal Constitucional, en lo que respecta a los pases al retiro por causal
de renovación de cuadros.

1-D Copia del precedente vinculante STC 090-2004-AA/TC que establece los
citerior que deben considerarse para pasar a un oficial de la situación de
actividad a la de retiro por causal de renovación de cuadros.

1-E Copia de la STC 04085-2009-PA/TC que constituye precedente vinculante


del Tribunal Constitucional, en lo que respecta a los pases al retiro por causal
de renovación de cuadros.

1-F Copia de la sentencia expedida por el juez del Tercer Juzgado Contencioso
Administrativo mediante la cual ordena la reincorporación del General PNP
Carlos Mateo Tueros al haber sido pasado de la manera irregular a la
situación de retiro por causal de renovación de cuadros.

1-G Copia del Acta por la cual ME CONDECORAN POR LA CAUSAL DE


SERVICIOS MERITORIOS, situación que me excluye de las causales para
ser pasado a la situación de retiro por causal de renovación de cuadros.

POR LO EXPUESTO.-

A Usted Señor Magistrado solicito se sirva declarar Admitir mi demanda a


trámite, y declararla Fundada en su debida oportunidad.

PRIMER OTROSI DIGO: Adjunto documentos

Que, adjunto al presente documento:

1-A Copia del DNI del recurrente


1-B Copia fedatada de la R.S.116-2010-IN, por la cual se pasa al retiro al
recurrente por causal de renovación de cuadros.

1-C Copia de la STC N° 10639-2006-PA/TC que constituye precedente vinculante


del Tribunal Constitucional, en lo que respecta a los pases al retiro por causal
de renovación de cuadros.

1-D Copia del precedente vinculante STC 090-2004-AA/TC que establece los
citerior que deben considerarse para pasar a un oficial de la situación de
actividad a la de retiro por causal de renovación de cuadros.

1-E Copia de la STC 04085-2009-PA/TC que constituye precedente vinculante


del Tribunal Constitucional, en lo que respecta a los pases al retiro por causal
de renovación de cuadros.

1-F Copia de la sentencia expedida por el juez del Tercer Juzgado Contencioso
Administrativo mediante la cual ordena la reincorporación del General PNP
Carlos Mateo Tueros al haber sido pasado de la manera irregular a la
situación de retiro por causal de renovación de cuadros.

1-G Copia del Acta por la cual ME CONDECORAN POR LA CAUSAL DE


SERVICIOS MERITORIOS, situación que me excluye de las causales para
ser pasado a la situación de retiro por causal de renovación de cuadros.

SEGUNDO OTROSÍ DIGO: Representación

Que, otorgo representación a los señores CARLOS TORRES VALDIVIESO,


JOHNNY MORAN VASQUEZ, RICARDO TORRES VALDIVIESO, LUIS
VIVANCO GOTELLI; para realizar los actos de procuraduría que sean
pertinentes en este proceso como es el revisar el expediente, sacar copias,
copias certificadas, gestionar y recoger oficios, notificaciones, recoger anexos,
entre otros.

TERCER OTROSÍ DIGO: Acredito a mi abogado patrocinante.

Que de conformidad con el artículo 80º del Código Procesal Civil, nombro como
abogado patrocinante, al letrado que suscribe la presente demanda,
otorgándole las facultades generales de representación a que se refiere el
artículo 74º del Código Procesal Civil y el artículos 290º de la Ley Orgánica del
Poder Judicial, declarando que me encuentro instruido de la representación
que otorgo.

Lima, 10 de enero del 2011.

También podría gustarte