Está en la página 1de 192

Pediatría General Tomo 5

1
Pediatría General Tomo 5

Pediatría General Tomo 5


Carlos Roberto Asencio Portugal
Melisa Eugenia Ordosgoitia Betin
José Sebastián Lascano Sánchez
Mailin Cinthia Wong Ponce
Brigitte Lissette Baque Ballesteros
Dafni Natali Beltrán Gutiérrez
Johanna Carmen Vivanco Vivanco
Julia María Jiménez Arriola
Tatiana Jeannette Arcos Solís
Ginger Zulay Valle Chiquito

2
Pediatría General Tomo 5

IMPORTANTE
La información aquí presentada no pretende sustituir el consejo profesional en
situaciones de crisis o emergencia. Para el diagnóstico y manejo de alguna condición
particular es recomendable consultar un profesional acreditado.
Cada uno de los artículos aquí recopilados son de exclusiva responsabilidad de sus
autores.

ISBN: 978-9942-627-48-3
DOI: http://doi.org/10.56470/978-9942-627-48-3
Una producción © Cuevas Editores SAS
Mayo 2023
Av. República del Salvador, Edificio TerraSol 7-2
Quito, Ecuador
www.cuevaseditores.com

Editado en Ecuador - Edited in Ecuador


Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o
transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus
titulares, salvo excepción prevista por la ley.

3
Pediatría General Tomo 5

Índice:
Índice: 4
Prólogo 5
Bronquiolitis 6
Carlos Roberto Asencio Portugal 6
Otitis Media 22
Melisa Eugenia Ordosgoitia Betin 22
Dermatitis Atópica 50
José Sebastián Lascano Sánchez 50
Gastroenteritis Viral 64
Mailin Cinthia Wong Ponce 64
Asma 73
Brigitte Lissette Baque Ballesteros 73
Infección del Tracto Urinario 97
Dafni Natali Beltrán Gutiérrez 97
Varicela 127
Johanna Carmen Vivanco Vivanco 127
Neumonía 138
Julia María Jiménez Arriola 138
Anemia Ferropénica 157
Tatiana Jeannette Arcos Solís 157
Obesidad Infantil 172
Ginger Zulay Valle Chiquito 172

4
Pediatría General Tomo 5

Prólogo
La presente obra es el resultado del esfuerzo conjunto
de un grupo de profesionales de la medicina que han
querido presentar a la comunidad científica de
Ecuador y el mundo un tratado sistemático y
organizado de patologías que suelen encontrarse en los
servicios de atención primaria y que todo médico
general debe conocer.

5
Pediatría General Tomo 5

Bronquiolitis
Carlos Roberto Asencio Portugal

Título de Pregrado en la Universidad de Guayaquil


Hospital del Niño Francisco Icaza Bustamante

6
Pediatría General Tomo 5

Definición

La bronquiolitis es una infección que afecta a las vías

respiratorias inferiores (bronquiolos), representa una de

las principales causas de consulta y hospitalización en

niños menores de 2 años. Caracterizada por un primer

episodio de sibilancias, dificultad respiratoria, y

precedido de un pródromo catarral, siendo la etiología

viral la más frecuente.

Epidemiología

La bronquiolitis afecta predominantemente a lactactes y

niños menores de 2 años, con mayor frecuencia en los

meses de invierno. En Estado Unidos cerca de 800.000

niños requieren atención médica durante el primer año

de vida por una infección causada por el virus sincitial

respiratorio (VRS). Las hospitalizaciones por

bronquiolitis ocurren entre el 2% y 3% de los niños

menores de 12 meses, teniendo una mayor incidencia

entre los dos y seis meses de edad. El principal agente

7
Pediatría General Tomo 5

etiológico identificado en los niños es el virus sincitial

respiratorio (VRS) hasta en un 80% de los casos, seguido

por otros virus como rinovirus, adenovirus,

metapneumovirus, coronavirus, bocavirus humano y con

menor frecuencia parainfluenza e influenza.

Fisiopatología

La bronquiolitis tiene lugar cuando los virus infectan las

células epiteliales de los bronquiolos terminales,

provocando un daño directo e inflamación en los

bronquios y bronquiolos pequeños. Este proceso es

mediado por la liberación de diferentes citoquinas, como

la interleucina 6 (IL6), factor de necrosis tumoral α,

quimiocinas, entre otros mediadores de la inmunidad

celular, que regulan la respuesta local y son la primera

respuesta a la infección. Tanto el edema, como la

mucosidad excesiva con formación de tapones y el

desprendimiento de células epiteliales generan la

atelectasia y obstrucción de las vías respiratorias

8
Pediatría General Tomo 5

pequeñas, mediada en parte por la liberación de

leucotrienos, prostaglandinas y óxido nítrico. Los

cambios patológicos comienzan entre 18 y 24 horas

después de la infección y puede ocasionar necrosis de las

células bronquiolares, rotura de los cilios e infiltración

linfocítica peribronquiolar.

Las infecciones, sobre todo por el virus sincitial

respiratorio (VRS) son frecuentes debido a que la

respuesta inmunitaria primaria es pobre e incompleta,

pese a la presencia de títulos altos de anticuerpos

neutralizantes.

Cuadro Clínico

La bronquiolitis es un síndrome clínico caracterizado por

la presencia de dificultad respiratoria que se presenta con

mayor frecuencia en niños menores de dos años, con

presencia de fiebre (generalmente ≤38,3°C), tos,

aumento de la frecuencia respiratoria, aleteo nasal,

retracciones (intercostales, subcostales o

9
Pediatría General Tomo 5

supraclaviculares), sibilancias espiratorias, crepitaciones

inspiratorias. Suele estar precedida por un cuadro de uno

a tres días de síntomas del tracto respiratorio superior

(como congestión nasal y rinorrea). La dificultad

respiratoria, el aumento del trabajo y frecuencia

respiratoria, así como la oxigenación pueden cambiar

rápidamente con el llanto, la tos y la agitación.

La duración de la bronquiolitis depende de la edad, la

gravedad de la enfermedad, los factores de riesgo (como

prematuridad, enfermedad pulmonar crónica, entre otros)

y el agente causal. La bronquiolitis suele ser una

enfermedad autolimitada, con una recuperación en la

mayoría de los niños que no requieren hospitalización de

28 días con una media entre 8 y 15 días. Sin embargo, el

curso puede prolongarse en lactantes menores de seis

meses y en aquellos con comorbilidades (como displasia

broncopulmonar), quienes pueden verse gravemente

afectados y pueden requerir ventilación asistida.

10
Pediatría General Tomo 5

Diagnóstico

El diagnóstico de la bronquiolitis es principalmente

clínico, basado en una anamnesis y examen físico

completos. Aunque no existen criterios diagnósticos

aceptados de manera universal existen criterios clínicos

como los propuestos por McConnochie para definir la

bronquiolitis, los cuales incluyen:

• Primer episodio agudo de sibilancias en un niño menor

de 24 meses.

• Disnea respiratoria.

• Existencia de pródromos catarrales

Las radiografías de tórax y los estudios de laboratorio no

son necesarios de manera rutinaria para hacer el

diagnóstico de bronquiolitis. Sin embargo, pueden ser

utilizados para evaluar la posibilidad de infección

bacteriana secundaria, complicaciones u otras

condiciones en el diagnóstico diferencial, principalmente

en niños con enfermedad cardiopulmonar preexistente.

11
Pediatría General Tomo 5

Es importante establecer la gravedad del cuadro clínico

utilizando escalas de forma objetiva, como por ejemplo

la escala de Wood-Downes modificada, que se describe a

continuación:

Saturación de ≥ 95% en aire 95%-92% en ≤ 92% en aire


oxígeno ambiente aire ambiente ambiente
Frecuencia < 50 rpm 50-60 rpm > 60 rpm
respiratoria
Sibilancias Leves Toda la Inspiratorias y
espiratorias espiración espiratorias,
Audibles sin
estetoscopio
Musculatura Ninguna, Intercostal Intensa
accesoria intercostal leve moderada y
supraesternal
0-3: afectación leve 4-6: afectación moderada > 6: afectación

grave

Fuente: Elaborada por el autor.

De igual manera es importante reconocer los datos o

signos clínicos de alarma que indicarán que tipo de

tratamiento y en qué lugar deberán ser atendidos de

manera oportuna los pacientes con bronquiolitis.

12
Pediatría General Tomo 5

Criterios de Hospitalización

● Apariencia tóxica, letargo, deshidratación, mala tolerancia


a la vía oral.
● Dificultad respiratoria de moderada a grave (aleteo nasal,
retracciones intercostales, subcostales o supraesternales;
frecuencia respiratoria> 70 respiraciones por minuto,
disnea o cianosis).
● Apnea.
● Hipoxemia con una SpO 2 <95% al aire ambiente al nivel
del mar.
● Padres que no pueden cuidarlos en casa
Fuente: elaborado por el autor.

Tratamiento

El tratamiento se basa principalmente en medidas de

soporte, sin necesidad de utilizar fármacos de forma

rutinaria. Se debe clasificar a los pacientes de acuerdo a

la severidad de la enfermedad. Los casos leves que

representan la gran mayoría pueden ser tratados de

manera ambulatoria. Sin embargo, algunos niños pueden

progresar hacia formas graves, requiriendo tratamiento

hospitalario. Por ello es necesario tener en cuenta los

13
Pediatría General Tomo 5

signos de alarma que indiquen la necesidad de atención

inmediata.

Tratamiento de soporte:

● Desobstrucción nasal: De forma suave, superficial,

no traumática, mediante lavado y aspiración nasal

con suero fisiológico. Se recomienda aspirar las

secreciones respiratorias antes de cada toma, antes

de cada tratamiento inhalado y cuando se observen

signos de obstrucción de la vía respiratoria alta

(ruidos de secreciones y aumento del esfuerzo para

respirar). No se ha demostrado la utilidad de la

humidificación en los pacientes con bronquiolitis

aguda, por lo que no se recomienda su uso.

● Tratamiento postural: Elevación de la cabecera a

30°.

● Nutrición e hidratación: En los casos leves se

puede indicar la ingesta oral de forma fraccionada,

considerando únicamente para los casos graves la

14
Pediatría General Tomo 5

vía parenteral o enteral por sonda nasogástrica.

Cuando la frecuencia respiratoria es mayor de 60

rpm acompañado de congestión nasal importante, el

riesgo de aspiración aumenta, por lo que la

alimentación por vía oral puede no ser segura,

considerándose en estos casos la alimentación por

sonda nasogástrica. La administración intravenosa

de líquidos está indicada en los casos graves cuando

no es posible conseguir una hidratación adecuada

por otros medios.

● Oxigenoterapia: La corrección de la hipoxia es el

principal objetivo del tratamiento, con la finalidad

de disminuir el trabajo respiratorio y mantener

saturaciones de oxígeno adecuadas. Se recomienda

instaurar la oxigenoterapia cuando la SatO2 es <

92% (NICE, 2015), aunque la American Academy

of Pediatrics (AAP) (2014) y la Canadian Paediatric

Society (2014) la aconsejan cuando la SatO2 está

por debajo del 90%, en niños sanos. La

15
Pediatría General Tomo 5

administración se recomienda hasta que los valores

sean > 90-92%, haya disminuido el trabajo

respiratorio y el lactante pueda alimentarse

adecuadamente.

● Ventilación con presión positiva (CPAP):

Representa una opción terapéutica en casos de fallo

respiratorio inminente (signos de agotamiento,

disminución de esfuerzo respiratorio, apnea, fracaso

para mantener saturaciones adecuadas a pesar de

oxigenoterapia convencional).

● Fisioterapia respiratoria: Se puede considerar en

pacientes con enfermedades como atrofia muscular

espinal, traqueomalacia grave que requieran,

adicionalmente, un drenaje de las secreciones.

Tratamiento farmacológico:

● Analgésicos o antitérmicos: como manejo

sintomático en caso de dolor o fiebre.

16
Pediatría General Tomo 5

● Broncodilatadores inhalados: no se sugiere de

manera habitual el uso de broncodilatadores

inhalados para el tratamiento del primer episodio de

bronquiolitis en niños, sin embargo, se puede

justificar una prueba única de broncodilatadores

inhalados (salbutamol o epinefrina) para bebés y

niños con bronquiolitis grave.

● Nebulización con solución salina hipertónica: no

existe evidencia significativa de mejoría clínica con

el uso rutinario de solución salina hipertónica

nebulizada, sin embargo, podría ser utilizada como

parte del manejo de soporte de la bronquiolitis.

● Glucocorticoides: pese a ser de utilidad en

numerosas enfermedades respiratorias, no son

recomendados de forma rutinaria en el tratamiento

del primer episodio de bronquiolitis.

17
Pediatría General Tomo 5

Criterios de egreso hospitalario y mejoría clínica.

● Mantener frecuencias respiratorias: <60

respiraciones por minuto (<6 meses), <55

respiraciones por minuto (6 a 11 meses) y <45

respiraciones por minuto (≥12 meses).

● Manejo adecuado de las secreciones y vía aérea del

bebé mediante la aspiración.

● El paciente se encuentra estable mientras respira aire

ambiente.

● El paciente tiene una ingesta oral adecuada para

prevenir la deshidratación.

● Contar con los recursos adecuados para el uso de

cualquier terapia casera necesaria (como uso de

broncodilatadores si el ensayo fue exitoso y se

requiere continuar).

● Los cuidadores se sienten capacitados para brindar

atención en el hogar.

18
Pediatría General Tomo 5

Bibliografía
1. Piedra MPA, Stark MAR. Bronchiolitis in infants and children:

Treatment, outcome, and prevention [Internet]. Uptodate. 2021

[citado 1 marzo 2021]. Disponible en:

https://www.uptodate.com/contents/bronchiolitis-in-infants-and

-children-treatment-outcome-and-prevention?search=bronquiol

itis&source=search_result&selectedTitle=1~150&usage_type=

default&display_rank=1#references

2. Piedra MPA, Stark MAR. Bronchiolitis in infants and children:

Clinical features and diagnosis [Internet]. Uptodate. 2021

[citado 1 marzo 2021]. Disponible en:

https://www.uptodate.com/contents/bronchiolitis-in-infants-and

-children-treatment-outcome-and-prevention?search=bronquiol

itis&source=search_result&selectedTitle=1~150&usage_type=

default&display_rank=1#references

3. Meissner, M.D. HC. Viral Bronchiolitis in Children [Internet].

The New England Journal of Medicine. 2016 [citado 28

febrero 2021]. Disponible en: Viral Bronchiolitis in Children

4. García García ML, Korta Murua J, Callejón Callejón A.

Bronquiolitis aguda viral. Protoc diagn ter pediatr.

2017;1:85-102.

19
Pediatría General Tomo 5

5. Pilar Orive FJ, López Fernández YM. GUÍA PARA EL

MANEJO DE LA BRONQUIOLITIS AGUDA EN UCIP

[Internet]. Sociedad Española de Cuidados Intensivos

Pediátricos. 2020 [citado 28 febrero 2021]. Disponible en:

https://secip.com/wp-content/uploads/2020/09/Bronquiolitis-A

guda-en-UCIP.pdf

6. Bronchiolitis in children: diagnosis and management. NICE

guideline [NG9] Published date: June 2015. 2019 surveillance

of bronchiolitis in children: diagnosis and management (NICE

guideline NG9). https://www.nice.org.uk/guidance/ng9/history.

7. O’Brien S, Borland ML, Cotterell E, Armstrong D, Babl F,

Bauert P, et al. Australasian bronchiolitis guideline. Journal of

Paediatrics and Child Health. 2019;55(1):42–53.

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/?term=O’Brien+S%2C

+Borland+ML%2C+Cotterell+E.

8. Franklin D, Fraser JF, Schibler A. Respiratory support for

infants with bronchiolitis, a narrative review of the literature.

Paediatr Respir Rev. 2019; 30:16-24.

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/31076380

9. Vásquez-Hoyos P, González-Rincón JM, Gallego-Salazar AF,

et al. Terapia de soporte en bronquiolitis aguda grave en una

20
Pediatría General Tomo 5

Unidad de Cuidado Intensivo Pediátrico. Rev Mex Pediatr.

2020;87(2):58-64. doi:10.35366/94169.

21
Pediatría General Tomo 5

Otitis Media
Melisa Eugenia Ordosgoitia Betin

Médico por la Universidad del Sinu Elias Bechara


Zainúm
Médico General Hospital san Jerónimo de Montería
Córdoba

22
Pediatría General Tomo 5

Definición

La otitis media aguda (OMA) es una de las

enfermedades más frecuentes en la infancia, una de las

principales causas de uso de antibióticos en niños, y una

de las causas de la pérdida de la audición en los niños.

Pertenece al grupo de infecciones respiratorias y

corresponde a un proceso séptico-inflamatorio del

recubrimiento mucoperióstico del oído medio y/o

mastoides con acumulación de efusión retro timpánica.

Habitualmente debido a etiología viral o bacteriana. Es

la combinación de acumulación de líquido en la cavidad

del oído medio, más evidencia de inflamación aguda,

con membrana timpánica opaca e inicio rápido de

síntomas clínicos de otalgia, irritabilidad y fiebre. (1)(2)

Epidemiología

Las infecciones virales representan el 41% de los casos

de OMA. Los virus sincitial respiratorio (74%),

parainfluenza (52%) e influenza (42%), constituyen el

23
Pediatría General Tomo 5

81% de los patógenos virales. La bacteria que ocasiona

con mayor frecuencia OMA es el Streptococcus

pneumoniae (52.2%). La OMA tiene su máxima

incidencia entre los 6 y 12 meses de edad, y se

estima que el 90% de los niños entre los 3 meses y 2

años de edad han presentado al menos un episodio

de OMA. (3)(4)

La incidencia estimada de OMA en todo el mundo es del

11 % (709 millones de casos cada año), y la mitad de los

casos se presentan en niños menores de 5 años. Después

de la introducción de la vacuna antineumocócica

conjugada heptavalente en los Estados Unidos en 2000,

las tasas nacionales de prevalencia de hospitalización

para menores de 21 años con OMA y sus complicaciones

se redujeron de 3,9 a 2,6 por cada 100 000 personas (p <

0,0001). ), especialmente en niños menores de 2 años (de

13,6 a 5,5 por 100 000 personas entre 2000 y 2012,

respectivamente; p < 0,0001)(5)

24
Pediatría General Tomo 5

La incidencia global varía entre regiones siendo las que

tienen menor incidencia Europa Central, con una

incidencia de 3.64% (40% en niños entre 0-5 años), Asia

Pacífico (3.75%), Este Asiático (3.93%), Europa del Este

(3.96%) y Zona sur de América Latina (4.25%). (6)

Fisiopatología

Para analizar la patogenia, es primordial comprender la

anatomía y fisiología del oído medio.

El oído medio es una cavidad ubicada en la porción

petrosa del hueso temporal limitada lateralmente por una

membrana que lo separa del conducto externo y

medialmente se comunica con la faringe a través de la

trompa de Eustaquio. La membrana timpánica es un

tejido compuesto de ectodermo, mesodermo y

endodermo que está inervada en su parte externa por el

V nervio craneal, mientras que la inervación interna

depende del IX par. (3)(7)

25
Pediatría General Tomo 5

Las actividades fisiológicas de la trompa de Eustaquio

son:

1. Mantener la presión dentro de la hendidura del oído

medio a un nivel aproximado al de la presión

atmosférica

2. Prevenir el reflujo del contenido de la nasofaringe

hacia el oído medio

3. Eliminar secreciones del oído medio mediante el

transporte mucociliar y una “acción de bomba” de la

trompa de Eustaquio. (3)

La trompa de Eustaquio tiene un papel fundamental en el

desarrollo de la OMA, tanto la obstrucción anatómica

como funcional de la trompa de Eustaquio producen una

falla de la regulación normal de la presión del oído

medio. La obstrucción anatómica está ocasionada en su

mayor parte por inflamación de la mucosa de la trompa

de Eustaquio, en pediatría en el mayor de los casos se

produce por alergias o infecciones virales en las vía

aérea superior. Es usual que la obstrucción funcional se

26
Pediatría General Tomo 5

presente como consecuencia de la falla en el mecanismo

muscular normal de la apertura de la trompa, como se

observa en el paladar hendido, o la rigidez insuficiente

de la porción cartilaginosa de la trompa, con frecuencia

vista en lactantes y preescolares. Por esta razón, la otitis

media es más frecuente en estos grupos etarios.(3)(4)

En pacientes pediátricos se observa un ángulo más agudo

de la trompa de Eustaquio en comparación con los

adultos. Esto puede generar disfunción en la apertura y

cierre de la trompa. Si ésta se encuentra abierta o corta

de manera anómala, su función protectora normal contra

el reflujo del contenido nasofaríngeo se pierde. Estas

alteraciones se observan con frecuencia en pacientes con

síndrome de Down, lo que explica la alta tasa de otitis

media en esta población particular. La función normal de

la trompa de Eustaquio también depende de la función

ciliar; por tanto, cualquier afección que altere la

eliminación por el movimiento mucociliar, como una

infección viral, las toxinas bacterianas o las alteraciones

27
Pediatría General Tomo 5

heredadas de la estructura ciliar puede predisponer a

otitis media. En la mayoría de los casos de OMA, el

antecedente de infección viral de las vías aéreas

superiores lleva a la alteración de la función de la trompa

de Eustaquio y a la inflamación de la mucosa del oído

medio, que origina un exudado, mismo que no se puede

eliminar a través de una trompa de Eustaquio obstruida.

Dicho exudado propicia un medio favorable para la

proliferación de agentes patógenos bacterianos, los que

alcanzan al oído medio desde la faringe a través de la

trompa de Eustaquio. Aunque la infección viral es

importante en la patogenia de la OMA, la mayoría de los

sujetos desarrolla colonización bacteriana subsecuente, y

por tanto, la OMA se debe considerar como una

infección de predominio bacteriano.(2)(3)(4)

Cuadro clínico

Los síntomas muchas veces se asocian a los de

infecciones respiratorias virales altas que preceden la

28
Pediatría General Tomo 5

aparición de la OMA: rinorrea, congestión nasal y fiebre;

la aparición tardía de fiebre (después de tres o más días)

en el curso de una virosis respiratoria alta que cursa

afebril, debe llevar a descartar el desarrollo de una

OMA. En lactantes, la OMA se puede acompañar de

rechazo alimentario, irritabilidad y alteraciones del

sueño. En el niño mayor, la nostalgia suele estar presente

y, en ocasiones, puede percibirse como la pérdida aguda

de la audición. En algunos pacientes se presenta como

una otorrea silenciosa. Síntomas menos frecuentes son la

parálisis facial, vértigo o tinnitus. La aparición de edema

y eritema retroauricular debe hacer sospechar la

aparición de una mastoiditis.(8)

TABLA 1: ETAPAS CLÌNICAS DE LA OMA(3)

Etapa de Datos inespecíficos; a la


tubotimpaniti otoscopia se observa discreta
s hiperemia sobre mango del
martillo, acortamiento del
reflejo luminoso y reducción de
la movilidad a la otoscopia

29
Pediatría General Tomo 5

neumática, puede iniciar con


exudado o derrame seroso
Etapa Se caracteriza por otalgia,
hiperémica malestar general, fiebre ≥ 39 ºC,
la otoscopia muestra una MT
congestionada y opaca,
hipomóvil y dolorosa a la
exploración neumática
Etapa Otalgia intensa que le impide el
exudativa sueño, puede acompañarse de
náusea, vómito y anorexia, así
como mialgias, artralgias y en
ocasiones diarrea, fiebre ≥ 39
ºC, la MT pierde las referencia
anatómicas e hipoacusia en
frecuencias altas y bajas
Etapa Fiebre ≥ 40 ºC, otalgia intensa y
supurativa pulsátil, la MT se observa
abombada, hiperémica, tensa,
inmóvil y en ocasiones con
zonas amarillentas que denotan
líquido y necrosis, hay
hipoacusia importante, se puede
presentar perforación de la MT y
otorragia, disminuyendo el
cuadro dramáticamente

30
Pediatría General Tomo 5

Diagnóstico

La OMA tiende a ser diagnosticada y, por lo tanto, sobre

tratada, especialmente en la Atención Primaria debido a

lo difícil que es muchas veces efectuar una otoscopia

adecuada y confirmar la presencia de líquido en el oído

medio. El reemplazo del aire que fisiológicamente ocupa

la cámara del oído medio por exudado inflamatorio, se

traduce en tres signos posibles de visualizar sobre la

membrana timpánica (MT) mediante la otoscopia:

hiperemia (congestión), pérdida del brillo (opacidad) y

abombamiento. Un cuarto signo es la presencia de

otorrea (supuración), que sucede cuando la magnitud del

exudado ocasiona el estallido de la membrana timpánica.

Es imprescindible para el diagnóstico de OMA la

existencia de abombamiento moderado a intenso de la

MT, eritema intenso o hiperemia y/o formación de bulas,

o turbidez.(8)

Los criterios de diagnóstico clínico de certeza para OMA

incluyen: el inicio súbito de los síntomas, líquido en oído

31
Pediatría General Tomo 5

medio y signos y síntomas específicos de inflamación

del oído medio. Los síntomas no específicos de OMA,

como fiebre, cefalea, irritabilidad, tos, rinitis, anorexia,

vómito y diarrea son comunes en infantes y niños

pequeños. La aparición de nostalgia tiene una relación

directamente proporcional con la edad: es menos

frecuente en niños menores de 2 años y más común en

adolescentes y adultos. (3)

El diagnóstico se basa en el cumplimento de tres

criterios:

1. Síntomas y signos de presentación aguda.

2. Presencia de exudado en oído medio, manifestado

por: Abombamiento timpánico. Nivel hidroaéreo.

Otorrea (no debida a otitis externa). Timpanograma

plano. Alteración de la movilidad timpánica,

limitada o ausente.

3. Síntomas o signos de inflamación en oído medio:

Hiperemia timpánica marcada, el abombamiento de

32
Pediatría General Tomo 5

la membrana. Otalgia/irritabilidad con interferencia

en la actividad normal o el sueño. En lactantes

habría que valorar síntomas alternativos a la otalgia:

rechazo de la alimentación, irritabilidad, diarrea,

fiebre. La otalgia, síntoma tradicionalmente

considerado específico, sólo aparece en la mitad de

los casos.(3)(6)(9)

Otoscopia neumática:

Técnica rápida de bajo costo que permite evaluar el oído

medio y la MT. Incluye la observación de la presencia o

ausencia de movimientos de la MT mediante el uso de

un dispositivo neumático acoplado al otoscopio (bulbo

de goma) que produce un cambio de presión en el canal

auditivo. Cuando la presión del oído medio y la MT son

normales se aprecia un movimiento preciso oscilatorio

de la MT hacia adentro, en la medida que aumenta la

presión en el otoscopio; por el contrario, la presencia de

líquido en el oído medio o disfunción de la tuba se

33
Pediatría General Tomo 5

advierte porque el movimiento es mínimo o inexistente.

(8)

Timpanosentesis:

La punción timpánica con aguja y aspiración se utiliza

para establecer la presencia o ausencia de efusión

timpánica y para diagnóstico microbiológico. Este

procedimiento debe realizarse por un experto y queda

reservado para pacientes con fracaso a tratamiento o

cuadros recurrentes de OMA. Los cultivos del tracto

respiratorio superior no están recomendados dado su

limitado valor en predecir la etiología microbiológica de

OMA.(8)

Tratamiento

El tratamiento de la OMA incluye la administración de

antipiréticos y analgésicos. La terapia antimicrobiana

debe considerarse en pacientes seleccionados.

34
Pediatría General Tomo 5

Las pautas de la Sociedad Canadiense de Pediatría de

2016 sugieren que para los niños mayores de 6 meses de

edad (que son inmunocompetentes y sin anomalías

craneofaciales, tubos de timpanostomía o OMA

recurrente), se recomienda la administración de

antibióticos para aquellos con membrana timpánica

perforada con drenaje purulento y aquellos con -derrame

del oído y TM abultada que están moderada o

gravemente enfermos (es decir, con fiebre alta [≥ 39 °C],

aquellos con enfermedad sistémica de moderada a grave

u otalgia grave, o aquellos que ya han estado gravemente

enfermos durante 48 horas). Para los niños levemente

enfermos, alerta, con fiebre baja (< 39°C) que responde a

los antipiréticos y otalgia leve y abultamiento leve o

moderado de la TM, se puede recomendar una conducta

expectante. Se pueden proporcionar antibióticos o una

receta para surtir si los síntomas empeoran o no mejoran

en 24 a 48 horas. (5)

35
Pediatría General Tomo 5

El 88% de las guías europeas recomendaron un enfoque

de conducta expectante en el que se alentó a los médicos

a recetar antibióticos si los síntomas persistían durante 1

a 3 días o en caso de cualquier deterioro clínico. Las

indicaciones más comunes para la administración

inmediata de antibióticos son la perforación/rotura de la

membrana timpánica y la gravedad de los síntomas. (10)

Tabla 2. Recomendaciones de tratamiento por edad(11)

OMA bilateral OMA unilateral


Edad
Severa Moderada Severa Moderada
Menor Antibiótico Antibiótico Antibiótico Antibiótico
6
meses
6 a 24 Antibiótico Antibiótico Antibiótico Antibiótico
meses
Mayor Antibiótico Tratamiento Tratamiento Tratamiento
de 24 expectante expectante expectante
meses

36
Pediatría General Tomo 5

Conducta expectante:

La OMA tiene, generalmente, una evolución favorable

sin uso de antimicrobianos. Cerca de 80% mejora en

forma espontánea en un plazo de 2 a 14 días; en

lactantes, este porcentaje se reduce a 30%. Esto implica

que la mayoría de las veces basta con sólo observar la

evolución de un paciente que no presenta

complicaciones, sin iniciar antibioterapia.(8)

Tratamiento sintomático:

El manejo del dolor es importante en los primeros 2 días

posteriores al diagnóstico; las opciones incluyen

paracetamol e ibuprofeno. Se pueden usar en forma

tópica y sistémica, aunque el uso tópico por sí solo no ha

demostrado resultados superiores al tratamiento

concomitante. Se sugiere que si el dolor se asocia con

fiebre, el paracetamol o el ibuprofeno oral son

suficientes para aliviar el dolor en las dosis de control de

fiebre. (3)

37
Pediatría General Tomo 5

Tratamiento antibiótico:

En cuanto a la elección de la primera línea de

tratamiento antibiótico se tiene en cuenta los siguientes

aspectos:

1. En caso de OMA no tratada con Betalactámicos

recientemente, sin conjuntivitis purulenta

asociada, sin historia de OMA recurrente, el

tratamiento de elección es la amoxicilina 90

mg/kg/día en 2 dosis.(1)(10)

2. Si por el contario existe una OMA tratada

recientemente con betalactámicos, asociada a

conjuntivitis purulenta o con historia de OMA

recurrente, el tratamiento se realizará con

amoxicilina-ácido clavulánico en dosis de 90

mg/kg/día de amoxicilina y 6,4 mg/Kg/día de

ácido clavulánico, repartidos en 2 dosis.(1)(10)

Estudios basados en datos de farmacocinética y

farmacodinámica y en resultados de doble

38
Pediatría General Tomo 5

timpanocentesis, pre y post tratamiento, demuestran la

esterilización del oído medio en regímenes de 2 dosis

diarias.(1)

Aumentar la dosis a 90 mg de amoxicilina, incrementa la

concentración de antibiótico en oído medio siendo activo

frente a la mayoría de las cepas de neumococos.(1)

En caso que el paciente presente alergia a penicilina:

1. Pacientes con reacción tardía (no hipersensibilidad

tipo 1): cefdinir, cefpodoxima, cefuroxima oral (10

días) o ceftriaxona IM (1 a 3 dosis según respuesta y

posteriormente pasar a vía oral).

2. Pacientes con reacción inmediata (angioedema,

anafilaxia, broncoespasmo o urticaria): macrólidos o

clindamicina (25-35 % de

resistencias).(1)(8)(10)(11)

39
Pediatría General Tomo 5

Duración del tratamiento:

1. Niños menores de 2 años, OMA con perforación

o historia de OMA recurrente: amoxicilina o

amoxicilina-ácido clavulánico 10 días.

2. Niños menores de 2 años, OMA con membrana

íntegra y sin historia de recurrencia: amoxicilina

o amoxicilina-ácido clavulánico 5-7 días.

Fallo del tratamiento:

Se define como la ausencia de mejoría tras 48-72 horas

de tratamiento antimicrobiano.

Tratamiento de las recurrencias:

● Recurrencia antes de 15 días tras finalizar

tratamiento: ceftriaxona im/iv o levofloxacino.

● Recurrencia posterior a 15 días tras finalizar

tratamiento: amoxicilina-clavulánico incluso si se ha

tratado previamente con el mismo (se considera que

está causado por un germen diferente al del primer

episodio).(1)(8)(10)

40
Pediatría General Tomo 5

Tabla 3. Mecanismo de acción, efectos adversos y posología de


los fármacos usados en el tratamiento de otitis media aguda (3)
Mecanism Efectos Posología
o de adversos
acción
Amoxicilina Inhibe la Urticaria, Niños: 80-90
acción de náuseas, mg/kg
peptidasas y vómitos, Adultos:
carboxipeptida diarrea, 250-500
sas hipersensibilid mg/kg
impidiendo la ad
síntesis de la a la penicilina,
pared celular colitis
bacteriana pseudomembr
anosa
Amoxicilina/ Asociación de Náuseas, Oral
clavulanato penicilina vómitos, Adultos y
semisintética diarrea, dolor niños > 12
(bactericida abdominal, años ≥ 40 kg:
amplio candidiasis 500/125 mg 3
espectro y de mucocutánea veces/día,
molécula 875/125 mg
inhibidora de 2-3 veces/día
betalactamasas o 1,000/125
, transforma mg 2-3 veces
en sensibles a /día
la amoxicilina Niños < 40 kg:
a gérmenes 20/5
productores de mg/kg/día –
betalactamasas 60/15
mg/kg/día

41
Pediatría General Tomo 5

O bien,
suspensión
100/12.5
mg/ml para
niños < 40 kg:
40/5
mg/kg/día –
80/10
mg/kg/día
dividido en 3
dosis,
máx./día
3,000/375 mg
Ceftriaxona Bactericida de Diarrea, Niños de 15
amplio náuseas, días-12 años:
espectro y vómitos, 20-80 mg/kg/
acción estomatitis, día. Dosis IV:
prolongada glositis, ≥ 50 mg/kg,
Inhibe la eosinofilia, administrar en
síntesis de la leucopenia, infusión, mín.
pared celular granulocitopen 30 min.
bacteriana ia, anemia Adultos y
hemolítica, niños > 12
trombocitopen años: 1-2 g/24
ia, exantema, h
prurito,
urticaria,
edema
multiforme y
dermatitis
alérgica

42
Pediatría General Tomo 5

Paracetamol Analgésico Malestar, nivel Oral


antipirético aumentado de Adultos: 1
Inhibe la transaminasas, g/6-8 h
síntesis de hipotensión, Adultos y
prostaglandina hepatoxicidad, niños > 12
s en el SNC y erupción años: 500-650
bloquea la cutánea, mg/4-6 h;
generación del alteraciones máx. 4 g/día
impulso hematológicas Niños desde 0
doloroso a , meses: 15
nivel hipoglucemia, mg/kg/6 h o
periférico piuria estéril 10 mg/kg/4 h
Actúa sobre el
centro
hipotalámico
regulador de la
temperatura
Ibuprofeno Inhibición de Dispepsia, Niños 6
la COX 1 y diarrea, meses-12
COX 2 y de la náuseas, años: 20-30
síntesis de vómitos, dolor mg/kg/ día en
prostaglandina abdominal, 3-4 tomas
s a nivel erupción
periférico cutánea, fatiga
o
somnolencia,
cefalea,
mareo, vértigo
Claritromicina Interfiere la Insomnio, 1-12 años: 7.5
síntesis de disgeusia, mg/kg/12 h
proteínas en cefalea, VO
las bacterias alteraciones

43
Pediatría General Tomo 5

sensibles del sabor y Adultos y


ligándose a la olfato, pérdida niños > 12
subunidad 50s reversible de años: 250
ribosomal la audición, mg/12 h
tinnitus,
diarrea,
prolongación
del intervalo
QT
Clindamicina Inhibe la Diarrea, colitis Niños > 1
síntesis pseudomembr mes-12 años:
proteica anosa, 8-25
bacteriana a náuseas, mg/kg/día
nivel de la vómitos, dolor dividido en
subunidad 50s abdominal, 3-4 dosis
ribosomal y flatulencias, iguales
evita la sabor Adultos:
formación de metálico, rash 150-450 mg/6
uniones generalizado h
peptídicas morbiliforme,
vaginitis,
ictericia
Azitromicina Inhibición de Cefalea, Adultos,
la síntesis de diarrea, ancianos y
proteínas náuseas, dolor niños > 45 kg:
bacterianas abdominal, 500 mg/día
por unión a la disminución por 3 días
subunidad 50s de recuentos Niños 10-15
del ribosoma e de linfocitos y kg: 100
inhibiendo la del mg/kg/día por
translocación bicarbonato 3 días
de los péptidos sanguíneo

44
Pediatría General Tomo 5

Niños 16-25
kg: 200
mg/kg/día por
3 días
Niños 26-35
kg: 300
mg/kg/día por
3 días
Niños 36-45
kg: 400
mg/kg/día por
3 días

Bibliografía

1. Alem B. Revista Cubana de Otorrinolaringología y

Cirugía de Cabeza y Cuello , Vol . 5 , No . 1 ( 2021 )

niños Treatment of acute otitis media in children.

2021;5(1):1–11.

2. Ballesteros Rodríguez Lilián Andrea, Avellaneda

Hernández Juan Carlos, Posada Álvarez Mary

Eugenia, Mejía Pedrigón Luis Jorge, Quijano

García Diana. Guía para el diagnóstico y tratamiento

de otitis media aguda. Guías ACORL para el manejo

las Patol más frecuentes en Otorrinolaringol

45
Pediatría General Tomo 5

[Internet]. 2016;37–55. Available from:

https://www.acorl.org.co/resources/imagenes/visitan

te/medico/apoyo-al-ejercicio-profesional/guias-acorl

/GUIAS_ACORL_Otitis_media_aguda.pdf

3. Ramírez Marín JY, Merelo Arias CA, Pérez Dórame

R, Strassburger Lona K, Álvarez Díaz C de J. Otitis

Media Aguda: Un enfoque clínico y terapéutico.

Rev la Fac Med. 2017;60(1):50–8.

4. Mackenzie Visbal F, Cortes Mejia M, Quesada

Lozano S. Otitis media aguda: generalidades y

resistencia antibiótica. Rev Medica Sinerg.

2019;4(5):130–8.

5. Sakulchit T, Goldman RD. Antibiotic therapy for

children with acute otitis media. Can Fam Physician

[Internet]. 2017;63(9):685–7. Available from:

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28904032%0

Ahttp://www.pubmedcentral.nih.gov/articlerender.fc

gi?artid=PMC5597011

46
Pediatría General Tomo 5

6. Linsk R, Cooke J. Diagnosis and Management of

Acute Otitis Media in Michigan. Clin Pediatr

(Phila). 2004;43(2):159–69.

7. Gaddey HL, Wright MT, Nelson TN. Otitis media:

Rapid evidence review. Am Fam Physician.

2019;100(6):350–6.

8. Rodríguez J, Pavez D, Pérez R, Cofré J.

Recomendaciones para el diagnóstico y tratamiento

antimicrobiano de la otitis media aguda en pediatría.

Rev Chil infectología. 2019;36(4):497–504.

9. Cubero A, El SCS, Badajoz P, García C, José VCS,

Muñoz R, et al. Otitis media aguda : 2017;2017:1–6.

10. Suzuki HG, Dewez JE, Nijman RG, Yeung S.

Clinical practice guidelines for acute otitis media in

children: A systematic review and appraisal of

European national guidelines. BMJ Open.

2020;10(5).

11. Marchisio P, Galli L, Bortone B, Ciarcià M, Motisi

MA, Novelli A, et al. Updated guidelines for the

47
Pediatría General Tomo 5

management of acute otitis media in children by the

Italian Society of Pediatrics treatment. Pediatr Infect

Dis J. 2019;38(12):S10–21.

48
Pediatría General Tomo 5

Dermatitis Atópica
José Sebastián Lascano Sánchez

Médico Cirujano por la Pontificia Universidad


Católica del Ecuador
Libre Ejercicio de la Profesión

49
Pediatría General Tomo 5

La dermatitis atópica (DA), es una enfermedad crónica,

de tipo inflamatorio, recidivante, pruriginosa,

desencadenada por un conjunto de factores genéticos e

inmunológicos.

La Dermatitis Atópica (DA) suele iniciarse a lo largo de

los 2 primeros años de vida y casos raros antes de los 3

meses de edad. También se han visto casos de inicio

tardío, en edad preescolar o incluso escolar.

El prurito, junto con las lesiones cutáneas (eccema,

prúrigo y liquenificación), son la base del diagnóstico.

Las lesiones cutáneas asientan sobre una base de piel

seca y su localización varía a lo largo de la edad, aunque

en todos los casos evoluciona con curso crónico, en

brotes o exacerbaciones, que suelen asociarse a

antecedentes personales o familiares de atopia.

En su presentación clásica viene dada por:

Lesiones elementales

50
Pediatría General Tomo 5

● Eccema: constituido por eritema, edema,

vesiculación, exudación y costras.

● Prúrigo: pequeñas pápulas con vesícula en su

cúspide, que desaparece rápidamente con el rascado

siendo sustituida por una pequeña costra.

● Liquenificación: placas mal delimitadas y

engrosadas, con surcos que delimitan áreas

romboides brillantes.

Las lesiones pueden presentarse en tres estadios:

● Agudas: lesiones intensamente pruriginosas con

pápulas sobre piel eritematosa, vesiculación, exudado

seroso, excoriaciones por rascado y, ocasionalmente,

sangrado de las lesiones.

● Subagudas: pápulas eritematosas descamativas y

excoriaciones.

● Crónicas: liquenificación con engrosamiento de la

piel, acentuación de los pliegues, pápulas con

51
Pediatría General Tomo 5

hiperqueratosis y cambios en la pigmentación de la

piel.

Epidemiología

Su prevalencia es de 20 % y ha mostrado incremento

durante los últimos 30 años. Hasta 60 % de los casos de

DA se presenta durante el primer año de vida; en 70 %

de los pacientes remite antes de los 16 años y en el resto

persiste en la edad adulta.3,4,5

La DA mostraba una prevalencia entre 2 y 7 % antes del

año 2000, con un incremento hasta de 10.2 % después de

2010 en Estados Unidos.

En 2010, fue reportada una prevalencia de 3 % de DA en

México en niños de seis a 12 años, utilizando el

cuestionario ISAAC (International Study of Asthma and

Allergies in Childhood).

52
Pediatría General Tomo 5

Fisiopatología

La fisiopatología de la DA está asociada con deterioro de

la integridad de la barrera cutánea y desregulación

inmunológica. Existe desequilibrio entre el perfil de

citocinas Th2 (IL-4, IL-5) que favorece la producción de

IgE y el aumento de la expresión de células

presentadoras de antígeno para su interacción con

linfocitos T circulantes, que una vez activados inducen la

producción de más IL-4 e IL-5, ampliando la respuesta

inflamatoria. Otros hallazgos inmunológicos en DA son

disminución en la respuesta Th1 y sus citocinas, células

natural killer y linfocitos TCD8 disfuncionales; estas

alteraciones en conjunto favorecen infecciones virales y

bacterianas en la piel de los pacientes con esta

enfermedad

Diagnóstico

El diagnóstico clínico varía según la edad del paciente.

Se recomienda realizar siguiendo los criterios mayores y

53
Pediatría General Tomo 5

menores de Hanifin y Rajka (publicados en 1980) que se

describen a continuación:

Criterios Mayores: deben tener tres o más:

1. Prurito: el prurito intenso constituye la primera señal

de la dermatitis atópica. Es una sensación que induce al

rascado y éste a su vez favorece la aparición y

agravamiento de las lesiones cutáneas de eccema.

2. Morfología y distribución típicas: en la edad del

lactante es característica la afectación facial y de las

superficies cutáneas de extensión, que persisten hasta

500 a los dos o tres años. A partir de esa edad las

lesiones predominan en las superficies de flexión de

forma simétrica (huecos poplíteos, flexuras

antecubitales, pliegues retroauriculares). Las lesiones

suelen ser más secas y con tendencia a la liquenificación.

3. Dermatitis crónica recidivante: se define por una

duración de al menos seis semanas. Cursa con brotes o

exacerbaciones que son más frecuentes en determinadas

54
Pediatría General Tomo 5

épocas del año y que varían para los distintos pacientes.

Generalmente empeoran en invierno, aunque también lo

pueden hacer en primavera o en otoño. En verano las

exacerbaciones son menos frecuentes. 4. Historia

familiar o personal de atopia: antecedentes personales o

familiares, en parientes de primer grado de DA, asma

bronquial extrínseca, rinoconjuntivitis alérgica, alergia

alimentaria.

El diagnóstico de DA se basa exclusivamente en criterios

clínicos: lesiones de eccema, prúrigo y liquenificación

sobre una base de piel seca. Se requiere la exclusión de

otras enfermedades, como la escabiosis, dermatitis

seborreica, dermatitis alérgica de contacto, eccema

numular, ictiosis, psoriasis, inmunodeficiencias, pitiriasis

rosada, dermatofitosis, impétigo, infecciones virales,

dermatitis herpetiforme entre otros.

No existen datos histológicos ni test de laboratorio

específicos.

55
Pediatría General Tomo 5

Tratamiento

En el tratamiento debe participar un equipo

multidisciplinario constituido por: dermatólogo,

alergólogo, pediatra, inmunólogo y psicólogo. Es

imprescindible una buena relación entre el médico, el

paciente y sus familiares, explicando las características

de la enfermedad y su evolución en brotes.

Uno de los pilares más importantes es el cuidado de la

piel. Los autores consideran que es uno de los aspectos

en el que hay más desconocimiento en los pacientes e

incluso en los médicos de la atención primaria.

Se ha demostrado que con una buena hidratación de la

piel, cuidando la función barrera que está dañada de

base, se disminuirían los brotes de la enfermedad,

mejorando así la calidad de vida de estos pacientes, se

disminuirían las complicaciones infecciosas, se

ahorrarían tratamientos con corticoides tópicos, que

siguen siendo la primera línea de tratamiento en las

lesiones activas, además de evitar los efectos adversos

56
Pediatría General Tomo 5

potenciales de los mismos. La conducta ante cada

paciente debe ser individualizada y se debe lograr

identificar los factores desencadenantes y exacerbantes

para evitarlos cuando sea posible.

Recomendaciones para el cuidado de la piel en

pacientes con DA:

● Educar y explicar al paciente y a sus familiares

las características de la enfermedad.

● Factores específicos: dieta, aeroalergenos,

contactantes.

● Evitar irritantes (productos químicos, perfumes,

suavizantes, lejía, ambientador, humo de cigarro,

etc)

● Baño con agua templada. No más de 5 a 10

minutos. Usar gel de baño de pH neutro o ácido.

● Tras el baño se debe secar al paciente con una

toalla suave, evitando la fricción.

57
Pediatría General Tomo 5

● Aplicar el emoliente inmediatamente después del

baño, en toda la piel (piel húmeda)

● Uso de emolientes a diario. Si necesario dos

veces al día (disminuye el prurito y las

necesidades de tratamiento con esteroides

tópicos)

● El sol y la humedad resultan beneficiosos. Evitar

el calor y la sudoración.

● Usar ropa de algodón. Evitar ropas de lana, fibras

sintéticas, ropa apretada.

● Cortar las uñas y colocar guantes por la noche

para evitar el rascado.

● Evitar el estrés.

Tratamiento Farmacológico

Tratamiento tópico

● Antisépticos. Ayudan a prevenir la sobreinfección

de las lesiones. Es clásico el uso de sulfato de cobre

o de zinc al 1/1.000, y el permanganato potásico al

58
Pediatría General Tomo 5

1/10.000 en zonas exudativas. También se

recomienda el uso de la clorhexidina. Los derivados

mercuriales y halogenados no deben ser utilizados,

pues pueden provocar fenómenos de

sensibilización5.

● Antibióticos. Útiles en caso de sobreinfección.

Pueden asociarse también a un corticoide tópico, ya

que esta combinación potencia los efectos de estos

últimos. Son útiles la eritromicina, la cloxacilina, la

mupirocina y el ácido fusídico. Actualmente se

discute el uso tópico de antibióticos como la

gentamicina que, aunque han demostrado gran

eficacia asociada a corticoides, favorecen la

sensibilización a una administración posterior por

vía sistémica17.

● Corticoides. Al ser la DA, una patología que se

inicia en la infancia, debe evitarse el uso prolongado

de corticoides tópicos por los efectos secundarios

que producen, como la atrofia cutánea y las estrías.

59
Pediatría General Tomo 5

En la tabla VIII se detalla una clasificación de los

corticoides tópicos según su potencia y en la tabla

IX, unas directrices sobre su empleo14.

Tratamiento sistémico

● Los antihistamínicos se emplean para controlar el

prurito. Se puede utilizar cualquiera de ellos, pero

hay que tener en cuenta que los antihistamínicos H1

clásicos (hidroxicina, clorfeniramina) son más

sedantes y tienen mayor posibilidad de producir

efectos secundarios.

● Los de segunda generación son seguros y efectivos

para tratar los síntomas de la DA y carecen de

efectos sedativos, pero hay que considerar el

potencial efecto cardiológico de algunos de ellos, al

prolongar el intervalo QT. Los estudios con ebastina,

loratadina, cetirizina y mizolastina han demostrado

su seguridad al no producir efectos anticolinérgicos,

60
Pediatría General Tomo 5

carecer de efecto sedante y no afectar a la

conducción cardiaca15-18. En la tabla X se muestran

los distintos tipos de antihistamínicos. En casos

rebeldes de prurito se pueden asociar dos tipos de

antihistamínicos (uno de 1ª y otro de 2ª generación)

o psicofármacos como la doxepina o la amitriptilina

Bibliografía
1. Ekatherina D, Alonso R, María D, Rodríguez Sánchez B,

Miriela Hernández Fernández D, Maritza D, et al. Aspectos de

interés sobre dermatitis atópica, su diagnóstico y tratamiento

Interest aspects about Atopic Dermatitis, its diagnosis and

treatment [Internet]. Available from:

https://www.medigraphic.com/pdfs/revmedele/me-2019/me192

p.pdf

2. ‌Méndez-Cabeza Velázquez J, Alache Zúñiga H, Cerrada

Cerrada E. Manejo de la dermatitis atópica en Atención

Primaria. Medifam [Internet]. 2003 Feb 1;13(2):23–32.

Available from:

https://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S1131-576820030002000

03&script=sci_arttext&tlng=pt

61
Pediatría General Tomo 5

3. Herrera-Sánchez DA, Segura Méndez NH, Hernández-Ojeda

M, Vivas-Rosales IJ. Estudio epidemiológico sobre dermatitis

atópica en México. Revista Alergia México [Internet]. 2019

Jun 14 [cited 2021 Aug 31];66(2):192–204. Available from:

http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S

2448-91902019000200192

4. Analía DFLP, Teresa DJWL, Arturo DNMJ, Gabriela DSMJ.

Dermatitis atópica en el área pediátrica: generalidades,

diagnóstico y tratamiento. Ciencia Latina Revista Científica

Multidisciplinar [Internet]. 2021 [cited 2022 Jun

21];5(6):15237–48. Available from:

https://ciencialatina.org/index.php/cienciala/article/view/1485/

2064

5. Rincón-Pérez C, Larenas-Linnemann D, Figueroa-Morales

MA, Luna-Pech J, García-Hidalgo L, Macías-Weinmann A, et

al. Consenso mexicano para el diagnóstico y tratamiento de la

dermatitis atópica en adolescentes y adultos. Revista Alergia

México. 2018 Oct 2;65:s8–88.

62
Pediatría General Tomo 5

Gastroenteritis Viral
Mailin Cinthia Wong Ponce

Médico General por la Universidad de Guayaquil

63
Pediatría General Tomo 5

Introducción

La gastroenteritis viral es una de las enfermedades más

comunes en la pediatría. Suele caracterizarse por diarrea

y vómitos, y en muchos casos, puede ser manejada de

manera efectiva en un ambiente de atención primaria (1).

Etiología y Transmisión

Los virus más comunes que causan gastroenteritis en

niños incluyen el rotavirus, norovirus, adenovirus y

astrovirus. La transmisión ocurre principalmente a través

del contacto directo con las heces infectadas o la

ingestión de alimentos o agua contaminados (2).

Epidemiología

La gastroenteritis viral es una causa principal de

morbilidad y mortalidad en niños en todo el mundo. Se

estima que cada año hay más de 1.5 mil millones de

casos de diarrea en niños menores de cinco años, con

64
Pediatría General Tomo 5

alrededor de 1.9 millones de muertes en países en

desarrollo (3).

El rotavirus es la causa más común de gastroenteritis

viral severa en niños menores de cinco años. Antes de la

introducción de la vacuna contra el rotavirus, casi todos

los niños en el mundo se infectaban al menos una vez

para cuando tenían cinco años. Aunque la incidencia y la

mortalidad por rotavirus han disminuido

significativamente desde la introducción de la vacuna, el

rotavirus sigue siendo una causa importante de

enfermedad en niños (4).

El norovirus es la segunda causa más común de

gastroenteritis viral en niños. Un estudio reciente

encontró que el norovirus era responsable del 20% de los

casos de gastroenteritis aguda en niños (5).

65
Pediatría General Tomo 5

Cuadro Clínico

La presentación clínica de la gastroenteritis viral puede

variar desde síntomas leves hasta enfermedad severa,

dependiendo del patógeno específico y la salud general

del niño. A continuación se describen los síntomas

típicos:

Síntomas generales: Los síntomas comunes incluyen

diarrea, vómitos y fiebre. En algunos casos, los niños

también pueden presentar dolor abdominal, anorexia y

malestar general (6).

Diarrea: La diarrea, que generalmente es acuosa, es el

síntoma predominante de la gastroenteritis viral. La

diarrea puede comenzar de manera repentina y, por lo

general, dura de uno a siete días. En algunos casos, la

diarrea puede ser prolongada, durando más de una

semana.

66
Pediatría General Tomo 5

Vómitos: Los vómitos son un síntoma común en los

primeros días de la enfermedad y pueden preceder a la

diarrea. Sin embargo, los vómitos generalmente se

resuelven antes que la diarrea

Fiebre: La fiebre puede estar presente, pero no siempre

es un síntoma de la gastroenteritis viral. Si se presenta

fiebre, generalmente es leve a moderada

Deshidratación: La deshidratación es una complicación

importante de la gastroenteritis viral. Los signos de

deshidratación pueden incluir letargo, boca seca,

disminución de la micción, ojos hundidos y, en los

bebés, la fontanela hundida. En casos severos, puede

llevar a choque hipovolémico y requiere atención médica

inmediata (7).

67
Pediatría General Tomo 5

Diagnóstico

El diagnóstico de gastroenteritis viral se basa

principalmente en la presentación clínica. Las pruebas de

laboratorio generalmente no son necesarias en casos

leves a moderados, aunque pueden ser útiles en casos

severos o prolongados, o en situaciones donde se

sospecha una etiología bacteriana (8).

Manejo

El manejo de la gastroenteritis viral se centra en la

rehidratación oral. Se debe alentar a los pacientes a

seguir con su dieta habitual y reemplazar las pérdidas de

líquidos con soluciones de rehidratación oral. En casos

de deshidratación severa, puede ser necesaria la

rehidratación intravenosa (9).

Prevención

La vacunación contra el rotavirus ha demostrado ser

eficaz para reducir la incidencia y la gravedad de la

68
Pediatría General Tomo 5

gastroenteritis viral en niños. Además, la higiene

adecuada, incluido el lavado de manos frecuente, puede

ayudar a prevenir la propagación de estos virus (10).

Conclusión

La gastroenteritis viral es una enfermedad común pero

manejable en la atención primaria pediátrica. El

conocimiento y reconocimiento temprano de los signos y

síntomas, junto con un manejo efectivo y medidas de

prevención, pueden minimizar el impacto de esta

enfermedad en nuestros pacientes pediátricos.

Bibliografía
1. King CK, Glass R, Bresee JS, Duggan C. Managing acute

gastroenteritis among children: oral rehydration, maintenance,

and nutritional therapy. MMWR Recomm Rep.

2003;52(RR-16):1-16.

2. Patel MM, Widdowson MA, Glass RI, Akazawa K, Vinjé J,

Parashar UD. Systematic literature review of role of

69
Pediatría General Tomo 5

noroviruses in sporadic gastroenteritis. Emerg Infect Dis.

2008;14(8):1224-31.

3. Walker CLF, Rudan I, Liu L, Nair H, Theodoratou E, Bhutta

ZA, et al. Global burden of childhood pneumonia and

diarrhoea. Lancet. 2013;381(9875):1405-16.

4. Parashar UD, Hummelman EG, Bresee JS, Miller MA, Glass

RI. Global illness and deaths caused by rotavirus disease in

children. Emerg Infect Dis. 2003;9(5):565-72.

5. Payne DC, Vinjé J, Szilagyi PG, Edwards KM, Staat MA,

Weinberg GA, et al. Norovirus and medically attended

gastroenteritis in U.S. children. N Engl J Med.

2013;368(12):1121-30.

6. King CK, Glass R, Bresee JS, Duggan C. Managing acute

gastroenteritis among children: oral rehydration, maintenance,

and nutritional therapy. MMWR Recomm Rep.

2003;52(RR-16):1-16.

7. World Health Organization. The treatment of diarrhoea: a

manual for physicians and other senior health workers. 4th rev.

Geneva: The Organization; 2005.

8. Friedman JN, Goldman RD, Srivastava R, Parkin PC.

Development of a clinical dehydration scale for use in children

between 1 and 36 months of age. J Pediatr. 2004;145(2):201-7.

70
Pediatría General Tomo 5

9. World Health Organization. The treatment of diarrhoea: a

manual for physicians and other senior health workers. 4th rev.

Geneva: The Organization; 2005.

10. Nager AL, Wang VJ. Comparison of nasogastric and

intravenous methods of rehydration in pediatric patients with

acute dehydration. Pediatrics. 2002;109(4):566-72.

71
Pediatría General Tomo 5

Asma
Brigitte Lissette Baque Ballesteros

Médico General por la Escuela Superior Politécnica


de Chimborazo
Médico Residente en Hospital Esmeraldas Sur -
Delfina Torres de Concha, Servicio de Neonatología

72
Pediatría General Tomo 5

Introducción

El asma es un trastorno inflamatorio crónico de las vías

respiratorias, que lleva a episodios recurrentes de

sibilancias, disnea, sensación de opresión torácica y tos.

Actualmente se considera como un problema de salud

pública en diversos países, y en México su prevalencia

se estima en un 8%.

Se puede dividir en 2 grandes grupos: asma alérgica,

mediada por inmunoglobulina E (IgE) y desencadenada

principalmente por aeroalérgenos, y asma no alérgica,

cuyos factores etiológicos son las infecciones, irritantes,

etc.

Los principales componentes a identificar antes de

iniciar el tratamiento son: la gravedad, el control, la

respuesta a medicamentos y la incapacidad provocada.

El tratamiento farmacológico se basa en medicamentos

rescatadores, que se utilizan en situaciones agudas, y

controladores administrados de forma continua y

encaminados a disminuir la inflamación y los síntomas a

73
Pediatría General Tomo 5

largo plazo. Las decisiones de la terapéutica instalada

deben de ser dinámicas, pasando de una etapa a otra, de

acuerdo con los síntomas.(1)

Definición

El asma bronquial es posiblemente la enfermedad

crónica de mayor prevalencia en la infancia y

adolescencia. Es un desorden inflamatorio de la vía aérea

caracterizado principalmente por la hiperreactividad

bronquial, restricción alterable del flujo de aire mediante

la vía aérea y síntomas respiratorios. Esta es unas de las

enfermedades pulmonar crónicas más habitual en

muchos países y es concebido por ser una de la patología

crónica con mayor prevalencia en la infancia. La

exacerbación o cuadros agudos de los síntomas son

conocidos como crisis asmáticas y son unas de las causas

más abundantes en las consultas pediátricas. De este

modo, la crisis asmática puede definirse como un

74
Pediatría General Tomo 5

episodio agudo de deterioro gradual de la función

pulmonar, presentando diversos síntomas.(2)

Epidemiología

‌El asma es un problema de proporciones pandémicas. Se

estima que afecta entre 235 y 300 millones de personas

en todo el mundo, y hasta al 7% de la población en

México, es decir a más de 8 millones de personas. La

población pediátrica es la más afectada, con una

prevalencia global de entre 11.6-13.7%, y mortalidad que

va entre 0.03 y 0.4%. Según la Dirección General de

Información en Salud (DGIS) en México durante el 2013

el 20% de las hospitalizaciones por enfermedades

respiratorias se debieron a asma.(3)

La OMS calcula que en la actualidad hay 235 millones

de pacientes con asma. El asma es la enfermedad crónica

más frecuente en los niños. El asma está presente en

todos los países, independientemente de su grado de

desarrollo. Más del 80% de las muertes por asma tienen

75
Pediatría General Tomo 5

lugar en países de ingresos bajos y medios-bajos. A

menudo el asma no se diagnostica correctamente ni

recibe el tratamiento adecuado, creando así una

importante carga para los pacientes y sus familias, y

pudiendo limitar la actividad del paciente durante toda su

vida.(4)

Clasificación

El asma se puede dividir en 2 grandes grupos, de

acuerdo con su origen y con sus factores

desencadenantes.(5)

Asma alérgica

Está mediada por mecanismos inmunológicos que

involucran a la inmunoglobulina E (IgE), se presenta

desde el lactante hasta la edad adulta, con su pico

máximo en escolares y adolescentes; es el asma

persistente.

76
Pediatría General Tomo 5

Los agentes desencadenantes más frecuentes son los

aeroalergenos, tanto intradomiciliarios (ácaros,

cucarachas, polvo casero, epitelios y excretas de

animales domésticos [perro, gato, pájaros, roedores,

etc.], esporas hongos y alimentos), como los

extradomiciliarios, básicamente pólenes y esporas de

hongos.

Asma no alérgica

En este tipo, los factores desencadenantes no son

inducidos por mecanismos alérgicos y varían de acuerdo

con la edad de los pacientes.

Las infecciones virales ocupan un lugar preponderante

en el niño pequeño, ya que muchas veces son el gatillo

disparador del primer cuadro, para posteriormente

repetirse aun en ausencia de atopia; la mayoría de las

veces las sibilancias desaparecen alrededor de los 3 años,

aunque estos procesos infecciosos pueden ser el gatillo

77
Pediatría General Tomo 5

desencadenante de exacerbaciones en aquellos con asma

alérgica.

Los cambios climatológicos, ejercicio, problemas

psicológicos, irritantes químicos, humo de tabaco,

contaminantes atmosféricos, analgésicos o

antiinflamatorios no esteroideos y el uso de

bloqueadores beta, son otro grupo de agentes

desencadenantes, así como algunas situaciones no bien

identificadas, como cambios hormonales, alteraciones

del estado de ánimo o factores físicos.

La forma en que actúan éstos es poco conocida, pero la

mayoría de ellos desempeña un papel importante la

degranulación exagerada de los mastocitos por un reflejo

colinérgico excesivo o por estímulo de neurorreceptores

del parasimpático.(5)

Cuadro Clínico

Síntomas

● Opresión en el pecho

78
Pediatría General Tomo 5

● Tos, especialmente por la noche o temprano en la

mañana

● Problemas respiratorios, como falta de aire,

respiración rápida o jadear para obtener aire

● Sensación de cansancio

● Círculos oscuros debajo de los ojos

● Irritabilidad

● Sibilancias, que producen un silbido cuando

exhalan

● Dificultad para comer o succionar (en bebés)

Estos síntomas pueden variar de leves a graves. Pueden

ocurrir con frecuencia o solo de vez en cuando.(6)

Causas

No se conoce la causa exacta del asma. Es probable que

la genética y el ambiente tengan algo que ver con el

asma en los niños.

Un ataque de asma puede ocurrir cuando el niño está

expuesto a un desencadenante del asma, como se conoce

79
Pediatría General Tomo 5

lo que puede causar o empeorar los síntomas del asma.

Diferentes desencadenantes pueden causar distintos tipos

de asma:

El asma alérgica es causada por alérgenos. Los

alérgenos son sustancias que provocan una reacción

alérgica. Pueden incluir:

● Ácaros del polvo

● Moho

● Mascotas

● Polen de pasto, árboles y malezas

● Desechos de plagas como cucarachas y ratones

El asma no alérgica es causada por desencadenantes

que no son alérgenos, como:

● Respirar aire frío

● Ciertos medicamentos

● Productos químicos domésticos

● Infecciones como resfriados y gripe

● Contaminación del aire exterior

● Humo de tabaco

80
Pediatría General Tomo 5

● El asma inducida por el ejercicio ocurre durante

el ejercicio físico, especialmente cuando el aire

es seco

Los desencadenantes del asma pueden ser diferentes para

cada niño y pueden cambiar con el tiempo.(6)

Factores de riesgo

Los factores que podrían aumentar la probabilidad de

desarrollar asma en el paciente pediátrico incluyen los

siguientes:

● Exposición al humo del tabaco, incluso antes del

nacimiento

● Reacciones alérgicas previas, incluso reacciones

de la piel, alergia a alimentos o fiebre del heno

(rinitis alérgica)

● Antecedentes familiares de asma o alergias

● Vivir en una zona donde hay contaminación alta

● Obesidad

81
Pediatría General Tomo 5

● Afecciones respiratorias, como goteo o

congestión nasal (rinitis), senos paranasales

inflamados (sinusitis) o neumonía

● Acidez estomacal (enfermedad de reflujo

gastroesofágico o ERGE)

● Ser de sexo masculino(7)

Diagnóstico

El diagnóstico del asma en el niño depende del concepto

que se tenga de la enfermedad. Este concepto ha ido

evolucionando en el tiempo de manera que el asma se

entiende actualmente como una enfermedad heterogénea,

o incluso un síndrome en el que los signos y síntomas

del paciente reflejan un aumento, de carácter fluctuante,

de la resistencia al flujo en las vías aéreas

intrapulmonares. Los factores que intervienen en cada

sujeto (endógenos o ambientales), así como la historia

natural y la respuesta al tratamiento, son diversos, lo que

se pone de manifiesto en los múltiples fenotipos y

82
Pediatría General Tomo 5

endotipos descritos. Dado que no existe un gold standard

tanto el concepto como el diagnóstico del asma

dependen del consenso alcanzado por una comunidad

científica. Estos consensos suelen plasmarse en guías de

carácter nacional, como la GEMA, o internacional, como

la GINA.(8)

Anamnesis

● Es preciso comprobar, de manera explícita, la

presencia de dificultad respiratoria, tos y

sibilancias. Si el paciente está asintomático es

importante disponer de informes médicos que

describen los hallazgos de la exploración, el

diagnóstico emitido y los tratamientos prescritos.

Puede ser útil convenir que el paciente acuda

cuando tenga los síntomas sugestivos, para poder

presenciarlos. La tos aislada, en ausencia de otros

síntomas de asma, no es suficiente para hacer un

diagnóstico de asma.

83
Pediatría General Tomo 5

● La reversión (espontánea o por el tratamiento) y

la reiteración de estos síntomas es fundamental

para definir la naturaleza crónica pero no estática

de la enfermedad.

● La edad de inicio, el tiempo de evolución y la

forma de inicio de los síntomas son útiles para

delimitar el diagnóstico diferencial y las

probabilidades de remisión con la edad

● La intensidad de los síntomas durante las crisis,

su frecuencia y los síntomas residuales entre las

crisis nos sirven para establecer la gravedad del

asma.

● La estacionalidad de las crisis y las

circunstancias que las desencadenan pueden

aportar información sobre la base alérgica u otros

desencadenantes de la enfermedad.

● La respuesta a los tratamientos recibidos nos

informa del grado de reversibilidad e,

indirectamente, de la gravedad. La respuesta a

84
Pediatría General Tomo 5

distintos tratamientos puede estar relacionada con

los mecanismos etiopatogénicos subyacentes.

● Los antecedentes personales (circunstancias

perinatales, crecimiento, otras enfermedades

alérgicas, respiratorias o sistémicas...) y

familiares (asma y enfermedades alérgicas en

padres o hermanos) contribuyen al diagnóstico

del asma y su naturaleza.(8)

Exploración física

La exploración física suele ser estéril o poco expresiva

fuera de las crisis. Ha de realizarse una exploración

completa por aparatos con el objeto de tener obtener una

visión global del paciente y realizar un adecuado

diagnóstico diferencial. Es especialmente importante

comprobar el aspecto general y la somatometría del

paciente, el estado de su piel, sus rasgos faciales, la vía

aérea superior y la inspección y auscultación

cardiorrespiratoria.(8)

85
Pediatría General Tomo 5

Pruebas funcionales respiratorias

Las pruebas funcionales respiratorias pueden demostrar

de forma objetiva una alteración compatible con el asma

(habitualmente una obstrucción variable de los flujos

espiratorios), dado que ninguno de los síntomas y signos

es específico de asma. Para su realización es necesaria la

participación de personal experto y de espirómetros

homologados.

La espirometría forzada es difícil de realizar hasta que el

niño ha cumplido al menos 4 o 5 años. Cuando se

consigue la colaboración, la técnica de realización y su

interpretación es similar al adulto. La rentabilidad

diagnóstica de estas pruebas es menor en niños, dado que

es frecuente que tenga resultados del FEV dentro de los

valores de referencia incluso en las formas moderadas o

graves. De hecho, aunque puede contribuir a confirmar

el diagnóstico de asma, una espirometría normal no lo

excluye. En el niño la relación FEV/FVC se correlaciona

mejor con la gravedad del asma que el FEV y, a

86
Pediatría General Tomo 5

diferencia del adulto, que tiene valores inferiores, se

considera obstrucción cuando la relación FEV/FVC es

inferior al 80-85% (incluso hay autores que consideran

alterada una relación inferior al 90%).(8)

Estudio de la inflamación

Dado que en el asma suele haber un sustrato

inflamatorio, puede ser útil observar el grado y, a ser

posible, el tipo de inflamación. La medición de la

fracción de óxido nítrico en el aire exhalado (FeNO) es

una técnica no invasiva que se ha popularizado en los

últimos años. El óxido nítrico en el aire exhalado es un

marcador subrogado del grado de inflamación

eosinofílica de la vía aérea.(8)

Estudio alergológico

Dado que el asma es más frecuente, más persistente y

más grave en pacientes atópicos, es recomendable

realizar un estudio alergológico en estos pacientes. Hay

87
Pediatría General Tomo 5

que tener en cuenta que la sensibilización a alérgenos no

estará presente en todos los fenotipos de asma, así como

que la sensibilización no es exclusiva del asma.

Las pruebas cutáneas (prick test) tienen una alta

sensibilidad y son fáciles de realizar, permitiendo

estudiar múltiples alérgenos de una forma rápida y

sencilla, por lo que son la primera prueba que hay que

hacer en el estudio alergológico. Se realizan con una

batería de alérgenos que incluye los aeroalergenos más

frecuentes en nuestra zona, a los que se puede añadir

otros alérgenos sospechosos por haberse observado la

presencia de síntomas tras su contacto. Los extractos

deben estar estandarizados, el personal que lo realiza

debe estar entrenado y, a la hora de interpretar sus

resultados, es importante conocer los factores que

pueden alterarlos (toma de medicación,

dermografismo).(8)

88
Pediatría General Tomo 5

Diagnóstico diferencial

Los síntomas de asma son comunes a otras

enfermedades, en general menos frecuentes. En la Tabla

1 se resumen los datos clínicos ante los que es preciso

realizar estudios complementarios y los diagnósticos

alternativos.(9)

Tabla 1.Diagnóstico diferencial del asma

Fuente: García Merino Á, Mora Gandarillas I. Diagnóstico del

asma. Pediatría Atención Primaria [Internet].

89
Pediatría General Tomo 5

Tratamiento

La valoración de la gravedad se basa fundamentalmente

en criterios clínicos (la frecuencia respiratoria, presencia

de sibilancias y existencia de retracciones del músculo

esternocleidomastoideo). Aunque ninguna escala clínica

está bien validada, el Pulmonary Score es sencillo y

aplicable a todas las edades. La combinación de los

síntomas junto con la saturación de oxígeno (SaO2)

permitirá completar la estimación de la gravedad del

episodio.

En la figura 1, se detalla el tratamiento propuesto por el

consenso pediátrico español y la Guía GEMA5.0 para

tratar la crisis asmática según la gravedad.

Se aconseja individualizar la dosis de los fármacos de

acuerdo con la gravedad de la crisis y con su respuesta al

tratamiento. En general, para crisis leves y moderadas, se

prefiere utilizar MDI (inhalador de dosis medida) con

cámara de inhalación antes que la nebulización; por lo

que, para evitar problemas de logística, en centros de

90
Pediatría General Tomo 5

salud y hospitales, se debe recomendar a los niños y a

sus familias que, cuando acudan a urgencias, lo hagan

con su cámara y su inhalador.

Durante la pandemia por SARS- CoV-2, el hecho de

evitar la nebulización y utilizar MDI con cámara cobra

más importancia aún.(10)

Figura 1. Tratamiento de la crisis asmática en el niño (Guía

Española para el Manejo del Asma: GEMA 5.0). kg: kilogramo;

min: minuto; mg: miligramo; μg: microgramo; SaO2: saturación de

91
Pediatría General Tomo 5

oxihemoglobina; máx.: máximo. SABA: agonista β2 adrenérgico de

acción corta.

Figura 2. Tratamiento escalonado del asma en la edad pediátrica en

función del nivel de control (Guía Española para el Manejo del

Asma: GEMA 5.0). GCI: glucocorticoides inhalados; ARLT:

antileucotrienos; LABA: β adrenérgicos de acción larga. GC:

glucocorticoide; *: a partir de 6 años; **: fuera de indicación.

92
Pediatría General Tomo 5

Fármacos

● Agonistas β2 adrenérgicos inhalados de acción

corta (SABA)

● Bromuro de ipratropio

● Glucocorticoides sistémicos(10)

Bibliografía
1. Navarrete-Rodríguez E, José J, Sienra-Monge L, Fireth

Pozo-Beltrán C, Ciudad F, Correspondencia M, et al. Asma en

pediatría. 2016;59. Disponible en:

https://www.medigraphic.com/pdfs/facmed/un-2016/un164b.pd

2. UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR FACULTAD

DE CIENCIAS DE LA DISCAPACIDAD, ATENCIÓN

PREHOSPITALARIA Y DESASTRES CARRERA DE

ATENCIÓN PREHOSPITALARIA Y EN EMERGENCIAS

[Internet]. [cited 2022 Jan 26]. Disponible en:

http://www.dspace.uce.edu.ec/bitstream/25000/24883/1/FCDA

PD-CAPH-PILATAXI%20MAJORY.pdf

3. Robledo A, María L, López P. Revisión Bibliográfica Acta

Pediátrica Hondureña [Internet]. 8(2). Disponible en:

93
Pediatría General Tomo 5

http://www.bvs.hn/APH/pdf/APHVol8/pdf/APHVol8-2-2017-2

018-7.pdf

4. Tejada M, Manuel V. UNIVERSIDAD NACIONAL DE

CAJAMARCA FACULTAD DE MEDICINA ESCUELA

ACADÉMICO PROFESIONAL DE MEDICINA HUMANA

PARA OPTAR EL TÍTULO PROFESIONAL DE MÉDICO

CIRUJANO AUTOR: DIANA GUISSELA MESTANZA

DEZA ASESOR [Internet]. [cited 2022 Jan 26]. Disponible en:

https://repositorio.unc.edu.pe/bitstream/handle/UNC/2646/T01

6_%2871202769%29_T.pdf?sequence=1&isAllowed=y

5. Navarrete-Rodríguez E, Sienra-Monge JJL, Pozo-Beltrán CF,

Navarrete-Rodríguez E, Sienra-Monge JJL, Pozo-Beltrán CF.

Asma en pediatría. Revista de la Facultad de Medicina

(México) [Internet]. 2016 Aug 1;59(4):5–15. Disponible en

http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S

0026-17422016000400005

6. Asma en niños [Internet]. medlineplus.gov. Disponible en:

https://medlineplus.gov/spanish/asthmainchildren.html

7. Asma infantil - Síntomas y causas - Mayo Clinic [Internet].

www.mayoclinic.org. Disponible en:

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/childhoo

d-asthma/symptoms-causes/syc-20351507

94
Pediatría General Tomo 5

8. Gil L, De La Cruz A, Lozano Blasco J. Asma: aspectos

clínicos y diagnósticos [Internet]. Disponible en:

https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/07_asma_

clinica_diagnostico.pdf

9. García Merino Á, Mora Gandarillas I. Diagnóstico del asma.

Pediatría Atención Primaria [Internet]. 2013 Jun 1;15:89–95.

Disponible en:

http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1139-

76322013000300010#:~:text=El%20diagn%C3%B3stico%20d

el%20asma%20es

10. Pellegrini Belinchón J, Ortega Casanueva C, De Arriba

Méndez S. PEDIATRÍA INTEGRAL Introducción [Internet].

[cited 2022 Jan 27]. Disponible en:

https://cdn.pediatriaintegral.es/wp-content/uploads/2021/xxv02

/02/n2-067-075_JavierPellegrini.pdf

95
Pediatría General Tomo 5

Infección del Tracto Urinario


Dafni Natali Beltrán Gutiérrez

Médico por la Universidad Antonio Nariño


Médica Hospitalaria del Servicio de Pediatría del
Hospital Regional de Zipaquirá

96
Pediatría General Tomo 5

Definición

La definición de infección urinaria hace referencia a la

invasión microbiana (bacteriana principalmente) y

posterior multiplicación de microorganismos en el

aparato urinario, recogidos en la orina mediante una

adecuada técnica estéril, asociada a sintomatología que

puede ser específica o inespecífica, dependiendo de la

edad. (1–4) Las infecciones del tracto urinario (ITU)

dependiendo de su la localización, pueden dividirse en:

● Alta (afectación del parénquima renal y/o pelvis

renal: pielonefritis aguda [PNA]). La PNA se

asocia con cicatrización del parénquima renal en

aproximadamente el 10-30% de los pacientes

pediátricos con ITU febril.

● Baja (afectación de la vejiga urinaria y/o uretra:

cistouretritis). (1,5)

Por definición la colonización bacteriana, en un recuento

significativo de bacterias en la orina recogida

adecuadamente en ausencia de síntomas, que se conoce

97
Pediatría General Tomo 5

como bacteriuria asintomática, condición en la que no

está indicado iniciar ningún tratamiento antibiótico de

entrada, ya que no representa inflamación del tracto

urinario ni tiene repercusión alguna. (1)

Habitualmente, se utiliza el término de infección urinaria

febril a la afectación del parénquima renal, sin embargo,

es importante reconocer que no siempre la presencia de

fiebre implica daño parenquimatoso. (1) Otros conceptos

importantes son: (1,6)

● ITU atípica: ITU con microorganismo diferente a

Escherichia coli, con evolución tórpida, puede

complicarse con septicemia, insuficiencia renal

asociada, mala evolución tras 48 horas de

tratamiento, aumento de creatinina, oligoanuria,

masa abdominal o vesical.

● ITU recurrente: 2 episodios de ITU alta, un

episodio de ITU alta y uno o más de ITU baja o 3

o más episodios de ITU baja en un año.

98
Pediatría General Tomo 5

● Bacteriuria asintomática: colonización de la orina

por un mismo microorganismo en un número

importante de colonias, identificadas en dos o

más muestras y en ausencia total de

sintomatología.

Epidemiología

Las infecciones del tracto urinario son una de las causas

más frecuentes de infecciones en niños de todas las

edades, especialmente en los más pequeños; y

generalmente son graves en lactantes menores de 3

meses,(3) las pielonefritis pueden provocar una

morbilidad importante, además las ITU bajas per se, sólo

son responsables en pequeña medida de la morbilidad

futura (hipertensión arterial o enfermedad renal crónica).

(7)

El principal factor de riesgo de estas secuelas, son las

anomalías congénitas del riñón y del tracto urinario. (7)

99
Pediatría General Tomo 5

En los niños con ITU se debe sospechar la presencia de

malformación y más aún si el episodio es recurrente. (8)

La prevalencia mundial de las ITU en la población

pediátrica se ha estimado del 5 al 15%, con una

incidencia anual de 3,1 por 1000 niñas y de 1,7 por 1000

niños, siendo más frecuente en los niños dentro de los

primeros 6 meses de vida y a partir del año de edad más

frecuente en niñas, se estima que hasta cerca del 30% de

niños experimentan una ITU en los primeros 6 a 12

meses después de una infección inicial.(2,4,6)

Las ITU son responsables del 5 al 14% de las visitas a la

emergencia pediátrica y corresponden a un 7% de los

niños y niñas menores de 2 años que se presentan con

alza térmica. (6)

En un estudio realizada en el principal hospital

pediátrico del Ecuador, Hospital Baca Ortiz, se

estableció que la enterobacteria Escherichia coli

prevaleció sobre otros microorganismos en los resultados

de los urocultivos, lo que se correspondió con el 54,2%,

100
Pediatría General Tomo 5

con un porcentaje no menos importante se encontró las

bacterias productoras de betalactamasa cuyo agente

principal fue la Escherichia coli y Klebsiella

pneumoniae .(9)

Fisiopatología

Para que una ITU se produzca o no, intervienen varios

factores que dependen tanto del huésped como del

microorganismo implicado. (1)

Normalmente el tracto urinario es estéril. El mecanismo

de producción de una ITU más frecuente es la vía

ascendente, sin embargo, también se debe tomar en

cuenta la vía hematógena que es la más frecuente en

lactantes pequeños y neonatos, principalmente por medio

de Streptococcus del grupo B, Staphylococcus aureus,

Cándida y Salmonella (1,6)

Cuando la bacteria logra llegar al tracto urinario, puede

ser expulsada mediante el vaciado de la orina o adherirse

al urotelio; en este momento, entran en acción los

101
Pediatría General Tomo 5

factores de virulencia como las diferentes clases de

fimbrias pueden ayudar a favorecer que se presente y/o

agrave la infección.(10)

Tanto el microambiente del tracto urinario, como las

anormalidades anatómicas del mismo, el estado del

urotelio y el flujo urinario adecuado, son primordiales

para el desarrollo o no de una infección urinaria, es por

eso que la severidad se relaciona con la virulencia de la

bacteria, la capacidad de adherencia hacia la vía urinaria,

la presencia de fimbrias en la superficie de la bacteria y

la susceptibilidad del huésped. El proceso comienza con

la fijación bacteriana y la invasión hacia el urotelio; los

polisacáridos bacterianos activan los receptores del

urotelio (Toll like receptors), que reconocen estos

antígenos bacterianos, mimos que activan el sistema

inmune local y comienzan una respuesta que involucra el

factor nuclear kB y la producción de citoquinas y

quemoquinas.; los niveles de interleuquina-6 (IL-6) y el

factor de necrosis tumoral alfa se correlacionan con el

102
Pediatría General Tomo 5

grado de inflamación, por lo tanto, los altos niveles de

citoquinas gestionan con mayor respuesta

inflamatoria(son producidas por células epiteliales de la

vejiga, uréter, uretra y riñón, neutrófilos

polimorfonucleares y macrófagos). (5,6,10)

Dentro de los mecanismos de defensa del huésped están

(10):

● el pH ácido de la orina

● el flujo descendente de orina del riñón a la vejiga

y su vaciamiento por la uretra

● la proteína de Tamm-Horsfall que se adhiere a las

fimbrias tipo I de la E. coli participa en la

defensa del huésped, evita su fijación, disminuye

la lesión e inflamación y posterior desarrollo de

infección

● la inmunoglobulina A secretora

103
Pediatría General Tomo 5

Cuadro clínico

Las manifestaciones clínicas varían principalmente de

acuerdo a la edad y la localización del proceso

infeccioso, sin embargo otros factores también pueden

afectar para las manifestaciones clínicas como estado

nutricional, malformaciones renales, número de eventos

previos de ITUs y el intervalo entre cada episodio de

infección.(11,12)

Las presentaciones clásicas de disuria, frecuencia y dolor

en el costado en adultos, no son confiables cuando se

aplican a la ITU en pacientes pediátricos, especialmente

en lactantes. Generalmente las quejas que se presentan

en los niños tienden a ser muy inespecíficas e incluyen

fiebre, irritabilidad, letargo, falta de apetito, retraso del

crecimiento y molestias gastrointestinales, además el

diagnostico se complica ya que los síntomas y signos de

infecciones respiratorias o gastrointestinales a menudo

están presentes en lactantes febriles y en niños con

infección urinaria documentada. (12) Los recién nacidos

104
Pediatría General Tomo 5

y los bebés menores de 3 meses pueden tener al inicio,

síntomas vagos e inespecíficos de la enfermedad que son

difíciles de interpretar (como retraso del crecimiento,

diarrea, irritabilidad, letargo, orina maloliente,

hipotermia, fiebre, ictericia asintomática y oliguria o

poliuria); como ocurre con la mayoría de las infecciones

bacterianas en este grupo etario, existe una probabilidad

elevada de bacteriemia, sepsis y una alta tasa de

mortalidad (cerca del 10%) debido a la diseminación de

la infección a otros sitios; en estos paciente también

puede presentarse con casos menos agudos, síntomas

insidiosos, como rechazo de alimentos, vómitos

ocasionales, palidez e ictericia, de hecho, se ha

recomendado que las pruebas de infección urinaria sean

parte de la evaluación de ictericia asintomática en bebés

menores de 8 semanas, (especialmente en lo que

presentan niveles elevados de bilirrubinas), la Academia

Americana de Pediatría (AAP) recomienda que los bebés

105
Pediatría General Tomo 5

con niveles elevados de bilirrubina directa se sometan a

pruebas de detección de ITU. (12)

Con el fin de evitar realizar exámenes innecesarios, que

en este grupo etario significa realización de exámenes

por sondaje o punción vesical, y a la vez reducir el riesgo

de retraso de inicio de terapia antibiótica en los pacientes

que lo requieran, se han estudiado diversas variables

clínicas que permiten diferenciar aquellos lactantes con

fiebre que tienen bajo o alto riesgo de una ITU. Esa así

como, en lactantes febriles de 2 a 24 meses, se

recomienda realizar examen de orina frente a las

siguientes situaciones clínicas.(13):

● Niñas con 2 o más de los siguientes factores:

edad < 12 meses, fiebre por más de 48 horas,

fiebre sin causa aparente y fiebre > o igual a 39º

C.

● En niños circuncidados con fiebre >o igual a 39º

C por más de 24h y sin causa aparente.

106
Pediatría General Tomo 5

● En niños no circuncidados basta con la presencia

de fiebre > o igual de 39º C por 24 horas, sin

otros factores de riesgos adicionales. .(13)

En niños mayores y adolescentes, se deben realizar

exámenes de orina si presentan síntomas de disuria,

urgencia, polaquiuria, orina turbia, hematuria o dolor

abdominal o lumbar, con o sin fiebre.(13)

Manifestaciones clínicas por edad (11)

GRUPO DE EDAD MÁS MENOS


FRECUENTES FRECUENTES
Recién Urosepsis o Dolor abdominal,
nacidos y lactantes pielonefritis: vómito, Hematuria, Orina
menor 3 meses fiebre o hipotermia fétida
irritabilidad, letargia,
rechazo vía oral.
Puede haber
ictericia, palidéz,
convulsiones
Lactantes > 3 meses Fiebre, hiporexia, Dolor lumbar
– 2 años falla de medro, letargia,
vómitos irritabilidad o
síntomas urinarios

107
Pediatría General Tomo 5

Preescolares, Síntomas urinarios Fiebre,


escolares y como disuria, irritabilidad, vómitos
adolescentes tenesmo vesical,
polaquiuria y orina
fétida o turbia,
hematuria

Diagnóstico

El diagnóstico se realiza en base a los síntomas y el

crecimiento confirmado de bacterias en la orina.(5) El

diagnóstico de una ITU es esencial para poder instaurar

un adecuado tratamiento con antibióticos y prevenir la

afectación del tracto superior y la enfermedad renal a

largo plazo, por lo tanto una correcta interpretación de

los resultados del análisis de orina y del urocultivo

(cultivo de orina) constituye la base para el diagnóstico

de la ITU en niños; además los biomarcadores de

inflamación (piuria y esterasa leucocitaria) y el

crecimiento bacteriano de los urocultivos suelen ser

necesarios para establecer un diagnóstico.(4)

108
Pediatría General Tomo 5

Los principales métodos de recolección de orina

incluyen métodos tienen tasas de contaminación e

invasividad variables (12):

● recolección limpia

● bolsa plástica

● cateterismo vesical

● y aspiración supra púbica.

Para los niños que controlan la micción se recomienda

recoger del 2º chorro, además debe ser tomada por

personal entrenado, previo lavado de genitales con jabón

suave y considerar una buena hidratación del paciente

previo a la recolección. En el caso de niños sin

continencia urinaria y que requieren un diagnóstico y/o

tratamiento inmediato, se sugiere que la muestra de orina

se realice por punción supra púbica o cateterismo

vesical. La punción supra púbica, técnica de referencia

para el cultivo de orina, es invasiva, molesta y requiere

personal entrenado, por lo que suele restringirse a

109
Pediatría General Tomo 5

pacientes con fimosis severa, sinequia vulvar o

infecciones o malformaciones de los genitales. (7,13)

El urocultivo es el estándar de oro, el estándar de

referencia para el diagnóstico de ITU a partir de una

muestra obtenida en concentraciones específicas(4,12):

● 103 o 1,000 unidades formadoras de colonias

(UFC) / mL para una muestra de aspiración

suprapúbica

● 104 o 10,000 CFU / mL para una muestra por

cateterismo

● 105 o 10,000 UFC / mL para una muestra de

micción espontánea

Algunos autores informaron que un retraso de ≥48 horas

aumenta las probabilidades dela formación nuevas

cicatrices renales en aproximadamente un 47%, por lo

que es muy importante realizar un diagnóstico rápido de

ITU previo al tratamiento, o apoyar el inicio de la terapia

con antibióticos en niños con ITU febril sin un

urocultivo positivo.(4)

110
Pediatría General Tomo 5

Las técnicas recomendadas para recolectar muestras de

orina varían levemente entre las dos pautas. La guía

revisada de la AAP enfatiza la recolección de muestras

de orina a través de cateterismo o punción supra púbica,

mientras que la guía NICE agrega almohadillas

absorbentes para recolección de orina a las otras

opciones de muestras de recolección limpia, cateterismo

o punción supra púbica. En el primero, la técnica de

recolección de orina está restringida a niños de 2 a 24

meses. Sin embargo, la evidencia reciente sugiere que el

uso de cateterismo para bebés y orina de flujo medio o

de recolección limpia (sin limpiar los genitales externos

para niños mayores), constituyen los métodos más

confiables para obtener una buena muestra de orina. El

cateterismo puede estar contraindicado en determinadas

circunstancias, como en la infección grave de los

genitales externos, adherencias labiales en niñas o

incapacidad para visualizar el meato uretral en niños

varones no circuncidados. (4)

111
Pediatría General Tomo 5

Se sugiere que existió contaminación en un urocultivo

cuando(3):

● La muestra fue por bolsa recolectora

● Crecimiento de más de un microorganismo

● Crecimientos de bacterias de la piel

● Recuento de colonias menor a lo estandarizado

● Urocultivo positivo sin leucocituria o con ex

orina normal.

Independientemente del método de recolección, la orina

debe ser procesada de inmediato, o ser conservada a una

temperatura de 4◦ C, máximo 24 horas, para evitar la

multiplicación de patógenos contaminantes.(3)

Generalmente los niños se someten a uno o más estudios

de imágenes después de su primer episodio de UTI, con

el objetivo de identificar anomalías, lo que aumenta el

riesgo de recurrencia de UTI o daño renal. En la última

década, las guías más recientes asumen que las imágenes

solo tienen valor, si el manejo posterior reduce el riesgo

de infección urinaria, daño renal y sus secuelas, estas

112
Pediatría General Tomo 5

pautas fueron publicadas por el Instituto Nacional de

Excelencia en Salud y Atención (NICE) en el Reino

Unido, por la AAP y por la Sociedad Italiana de

Nefrología Pediátrica (ISPN). Las pautas de la AAP e

ISPN recomiendan que todos los bebés de 2 a 24 meses

con ITU febriles deben someterse a una ecografía renal,

y realizar una uretrocistografía miccional (CUMS) o una

gammagrafía renal con DMSA, si la ecografía es

anormal o si el paciente está gravemente enfermo y no

responde rápidamente a los antibióticos, además de los

casos con infecciones recurrentes. (12)

La (CUMS) es el estándar de referencia para identificar

el reflujo vesico ureteral y para proporcionar

información sobre la vejiga y la uretra, la CUMS

rutinaria tras la primera ITU ya no está justificada. La

indicación clara restante para una CUMS es evaluar la

vejiga y la uretra en niños con sospecha de uropatía

obstructiva, como las válvulas uretrales posteriores. La

gammagrafía renal con DMSA sirve para detectar la

113
Pediatría General Tomo 5

lesión del parénquima después de una lesión por ITU,

con una sensibilidad del 86% y una especificidad del

91%, sin embargo, este estudio no puede diferenciar

entre el daño debido a la ITU y el daño renal

congénito.(5,12)

Tratamiento

El principal objetivo del tratamiento antibiótico es

conseguir el alivio de los síntomas, prevenir un cuadro

de sepsis y disminuir la posibilidad de complicaciones,

sin olvidar que el tratamiento de una ITU debe estar

relacionado por la sintomatología, el historial médico

previo del niño y los patrones de resistencia a los

uropatógenos en el área donde vive el niño, además debe

adaptarse a la ubicación de la UTI, además (3,5,14)

El tratamiento ante una ITU varía de acuerdo a la

gravedad de presentación, es así que existen criterio de

ingreso hospitalario: menores de 3 meses, afectación del

estado general o aspecto séptico, inmunosupresión,

114
Pediatría General Tomo 5

vómitos, deshidratación o mala tolerancia oral, uropatía

obstructiva y/o RVU, solo los de alto grado (IV-V),

imposibilidad de asegurar un seguimiento correcto,

fracaso de tratamiento oral (persistencia de fiebre o

afectación del estado general tras 48 horas de

tratamiento). (3)

Pielonefritis aguda

Los niños con pielonefritis aguda son febriles, tienen un

aspecto enfermizo y deben comenzar inmediatamente

con un tratamiento con antibióticos después de haberse

tomado el urocultivo, estudios de meta análisis del grupo

Cochrane demostraron que los antibióticos orales como

tratamiento inicial son igual de efectivos, como 3-4 días

de antibióticos intravenosos seguidos de tratamiento

oral. Sin embargo, los niños con cuadro de sepsis o

aquellos que no toleran la vía oral deberán recibir un

tratamiento intravenoso inicial. (5)

115
Pediatría General Tomo 5

El tipo de antibiótico a utilizar debe decidirse en función

del historial médico anterior del niño. Los niños

previamente sanos deben recibir antibióticos de amplio

espectro elegidos en relación a la tasa de resistencia

local. Niños con malformaciones del tracto urinario

conocidas que han tenido contacto frecuente con

hospitales, necesitan un antibiótico más amplio; además

los niños que reciben profilaxis antibiótica suelen están

infectados con una bacteria resistente a ese fármaco. (5)

La respuesta al tratamiento debe evaluarse a las 36-48

horas, las causas más comunes de fracaso del

tratamiento(5):

● diagnóstico incorrecto

● bacterias resistentes

● absceso renal

● y malformaciones del tracto urinario

116
Pediatría General Tomo 5

Cistitis aguda

El tratamiento en niños con cistitis se puede cumplir con

un antibiótico de espectro menos amplio, como

nitrofurantoína o trimetoprim, generalmente con una

duración del tratamiento corto, e incluso se ha

recomendado la mono dosis como un tratamiento. (5)

Bacteriuria asintomática

La bacteriuria asintomática (BA) es un tema

controvertido y los datos sobre este tema son escasos.

Esto paciente durante el período asintomático, a menudo

presentan síntomas de disfunción funcional de la vejiga y

del intestino (enuresis, urgencia, estreñimiento); por lo

tanto, algunos autores han sugerido el término

bacteriuria encubierta en lugar de bacteriuria

asintomática. La bacteriuria se puede erradicar tratados

con antibióticos, pero los síntomas a menudo persisten.

La posibilidad de bacteriuria recurrente es alta (80% en

12 meses). Los estudios también sugieren que la BA

117
Pediatría General Tomo 5

podría ser un factor protector contra el desarrollo de UTI

sintomática. (5)

Tratamiento antibiótico empírico de la infección

urinaria en niños(3,7,12)

Antibioterapia empírica Duración


Infección del Niños < 6 años 3-5 días
tracto ● Cefuroxima:15 mg/kg/día,
urinario baja c/12 h
o no ● Fosfomicina cálcica:
complicada 80-100 mg/kg/día, c/8 h
(cistitis) ● Amoxicilina-clavulánico
(relación 4:1): 35-40
mg/kg/día de amoxicilina,
c/8 h
Niños ≥ 6 años Dosis única
Fosfomicina trometamol:
● Niños 6-12 años: 1 sobre
de 2 g en dosis única
● Niños > 12 años: 1 sobre
de 3 g en dosis única
● También pueden emplearse
cualquiera de los fármacos
utilizados en < 6 años

118
Pediatría General Tomo 5

Infección del Sin ingreso hospitalario 7-10 días


tracto ● Amoxicillina/clavulanato
urinario alta o 40 mg/kg/dosis, c/12 h
pielonefritis ● Trimetoprim-
aguda sulfametoxazole 40 mg/kg
dia, c/12
● Cefixima: 16 mg/kg/día,
c/12 h el primer día, luego
8 mg/kg/día, c/12 h.

Con ingreso hospitalario

Menor de 3 meses:

● Ampicilina 100

mg/kg/día c/6 h +

gentamicina 5

mg/kg/día c/24 h

● Alternativa:

ampicilina 100

mg/kg/día c/6 h +

cefotaxima 150

mg/kg/día, c/6-8 h

Mayor de 3 meses:

119
Pediatría General Tomo 5

● Gentamicina 5

mg/kg/día, c/24 h

● Cefotaxima: 150

mg/kg/día, c/6-8 h

● Ceftriaxona: 50-75

mg/kg/día, c/12 h

El seguimiento por urología y la realización de ecografía

renal, solo se recomiendan en menores de 6 meses, con

una primera ITU o en casos de ITU atípica o recurrente

1, mientras que en niños con ecografías patológicas, ITU

atípicas y/o recurrentes, se debería realizar una

cistografía o ecocistografía, (especialmente en menores

de 6 meses) y la gammagrafía renal se recomienda a los

4-6 meses de una ITU atípica o recurrente, sobre todo en

menores de 3 años.(3)

120
Pediatría General Tomo 5

Recomendaciones

Las medidas recomendadas para evitar nuevos episodios

incluyen: evitar malos hábitos miccionales (como la

retención voluntaria de orina), ingesta adecuada de

líquidos y corrección del estreñimiento y disfunciones

vesicointestinales. Cabe recalcar que actualmente no

existe evidencia para recomendar otras medidas, como el

cambio frecuente de pañales, el uso de probióticos o el

jugo de arándanos; la circuncisión no existe tampoco

evidencia, aunque se podría plantear en niños con ITU

recurrente. La quimioprofilaxis es cada vez menor, su

uso en general no está recomendado y su uso se restringe

ante uropatías obstructivas, de forma individualizada,

seleccionando el antibiótico de menor espectro posible y

utilizando el 25% de la dosis terapéutica en

administración única en las noches.(3)

121
Pediatría General Tomo 5

Bibliografía
1. Moya Ballesteros E. Infeccion Urinaria. Arch Venez Pueric
Pediatr [Internet]. 2017;36(2):77–8. Available from:

https://www.pediatriaintegral.es/publicacion-2017-12/infeccion

-urinaria/

2. Pinzón-Fernández MV, Zúñiga-Cerón LF, Saavedra-Torres JS.

Infección del tracto urinario en niños, una de las enfermedades

infecciosas más prevalentes. Rev la Fac Med [Internet].

2018;66(3):393–8. Available from:

http://mr.crossref.org/iPage?doi=10.15446%2Frevfacmed.v66n

3.59978

3. Piñeiro Pérez R, Martínez Campos L, Cilleruelo Ortega MJ,

Piñeiro Pérez R, José Cilleruelo Ortega M, Ares Álvarez J, et

al. Recomendaciones sobre el diagnóstico y tratamiento de la

infección urinaria. An Pediatría [Internet]. 2020;92(3):184–6.

Available from:

https://www.analesdepediatria.org/es-recomendaciones-sobre-e

l-diagnostico-tratamiento-articulo-S1695403319301389

4. Uwaezuoke SN, Ayuk AC, Muoneke VU. Urinary Tract

Infection in Children : A Review of the Established Practice

Guidelines. Microbiol Infect Dis [Internet].

2020;1(June):57–65. Available from:

122
Pediatría General Tomo 5

https://emj.emg-health.com/wp-content/uploads/sites/2/2020/0

5/Urinary-Tract-Infection-in-Children-A-Review-of-the-Establi

shed-Practice-Guidelines.pdf

5. Tullus K, Shaikh N. Urinary tract infections in children. Lancet

[Internet]. 2020;395(10237):1659–68. Available from:

http://dx.doi.org/10.1016/S0140-6736(20)30676-0

6. Nájera Ulloa AL, Fierro Torres MJ. Prevalencia de

microorganismos multi-resistentes en infección de vías

urinarias en la población pediátrica y su asociación con

uropatías en el Hospital Metropolitano en Quito- Ecuador de

Enero del 2016 a Diciembre del 201 [Internet]. PONTIFICIA

UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ECUADOR FACULTAD

DE MEDICINA ESPECIALIZACIÓN. 2019. p. 138–55.

Available from:

http://repositorio.puce.edu.ec/handle/22000/16470

7. Buettcher M, Trueck J, Niederer-Loher A, Heininger U,

Agyeman P, Asner S, et al. Swiss consensus recommendations

on urinary tract infections in children. Eur J Pediatr [Internet].

2020;663–74. Available from:

https://link.springer.com/article/10.1007/s00431-020-03714-4

8. Paredes P, Celis G, Morales M, Bravo A. Epidemiología de la

infección del tracto urinario en niños, Hospital General de

123
Pediatría General Tomo 5

Ambato, Ecuador. Rev científica Digit INSPILIP [Internet].

2017;1(2):1–17. Available from:

https://www.inspilip.gob.ec/wp-content/uploads/2018/03/1Epid

emiología-de-la-infección-del-tracto-urinario.pdf

9. Mendoza Daqui G. Epidemiología de la infección del tracto

urinario en pacientes ingresados, Hospital Baca Ortiz Octubre

2015 a Octubre 2016. Informe [Internet]. 2017. p. 58.

Available from:

http://www.dspace.uce.edu.ec/handle/25000/11207

10. Ardila M, Rojas M, Santisteban G, Gamero A, Torres A.

Infección urinaria en pediatría. Rev Repert Med y Cirugía.

2015;24(2):113–22.

11. Aburto L. Abordaje pediátrico de las infecciones de vías

urinarias. Acta Pediátrica México [Internet]. 2018;39(1):85.

Available from:

https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumenI.cgi?IDA

RTICULO=76836

12. Simões e Silva AC, Oliveira EA, Mak RH. Urinary tract

infection in pediatrics: an overview. J Pediatr (Rio J) [Internet].

2020;96:65–79. Available from:

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31783012/

124
Pediatría General Tomo 5

13. Hevia P, Alarcón C, González C, Nazal V, Rosati MP.

Recommendations on diagnosis, management and study of the

urinary tract infection in pediatrics. Nephrology branch of the

chilean society of pediatrics. part 1. Rev Chil Pediatr [Internet].

2020;91(2):281–8. Available from:

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32730528/

14. Daley MF, Arnold Rehring SM, Glenn KA, Reifler LM,

Steiner JF. Improving antibiotic prescribing for pediatric

urinary tract infections in outpatient settings. Pediatrics

[Internet]. 2020;145(4). Available from:

https://pediatrics.aappublications.org/content/145/4/e20192503

/tab-article-info

125
Pediatría General Tomo 5

Varicela
Johanna Carmen Vivanco Vivanco

Médico General por la Universidad Nacional de


Loja
Médico General

126
Pediatría General Tomo 5

Introducción

La varicela es una enfermedad infecciosa común en la

infancia, caracterizada por fiebre y una erupción

característica. Esta infección es causada por el virus

varicela-zóster (VVZ), también conocido como

herpesvirus humano 3 (HHV-3)(1).

​Epidemiología

La varicela afecta principalmente a los niños, siendo más

común entre los 5 y los 9 años(2). Aunque es una

enfermedad generalmente benigna, puede causar

complicaciones graves en algunos casos. En la era

pre-vacuna, se estima que cada año se producían 4

millones de casos de varicela en los Estados Unidos, con

aproximadamente 10,000 hospitalizaciones y 100

muertes(3).

127
Pediatría General Tomo 5

Manifestaciones clínicas

La enfermedad comienza típicamente con un período

prodrómico de fiebre y malestar general, seguido por el

desarrollo de una erupción vesicular pruriginosa. Las

lesiones progresan desde máculas a pápulas, vesículas, y

finalmente costras, y pueden aparecer en varias etapas.

Además, las lesiones pueden encontrarse en todas las

áreas del cuerpo, incluyendo el cuero cabelludo, la

cavidad oral, y los genitales(4).

Manejo de la infección

En la mayoría de los casos, el manejo de la varicela es de

apoyo, incluyendo el alivio del prurito y la fiebre. Los

antihistamínicos orales, como la difenhidramina, pueden

ser útiles para controlar el prurito. En casos graves o en

grupos de alto riesgo, se pueden utilizar antivirales como

el aciclovir(5).

128
Pediatría General Tomo 5

Factores de riesgos

La varicela es una infección viral que puede afectar a

personas de todas las edades, aunque es más común en

niños. Sin embargo, hay ciertos factores de riesgo que

pueden aumentar la probabilidad de contraer esta

enfermedad o desarrollar complicaciones graves a partir

de ella(6).

Edad: Los niños menores de 13 años son más

susceptibles a contraer varicela.

No estar vacunado: Los niños y adultos que no han

recibido la vacuna contra la varicela tienen un mayor

riesgo de contraer la enfermedad.

Sistema inmunológico debilitado: Los individuos con

sistemas inmunológicos debilitados, ya sea debido a una

enfermedad (como el cáncer o el VIH) o a un tratamiento

médico (como los corticosteroides a largo plazo o la

129
Pediatría General Tomo 5

quimioterapia), son más propensos a contraer varicela y

a desarrollar complicaciones graves.

Embarazo: Las mujeres embarazadas que contraen

varicela corren el riesgo de tener complicaciones graves.

Además, la varicela puede causar defectos congénitos y

enfermedades neonatales graves si la madre contrae la

enfermedad durante el embarazo.

Convivir con niños: Las personas que viven con niños

tienen un mayor riesgo de contraer varicela, ya que los

niños son más propensos a contraer la enfermedad y

pueden transmitirse fácilmente(7).

Diagnóstico

El diagnóstico de la varicela se realiza habitualmente en

base a la presentación clínica, principalmente la

presencia de una erupción cutánea característica que

130
Pediatría General Tomo 5

evoluciona desde máculas a pápulas, vesículas y costras

en diferentes etapas, a menudo acompañada de fiebre(8).

Examen físico

Durante el examen físico, el médico buscará los signos

característicos de la varicela, que incluyen:

● Erupción cutánea con lesiones en diferentes etapas

de desarrollo.

● Vesículas (pequeñas ampollas llenas de líquido) en

la piel.

● Costras en la piel.

● Signos de posibles complicaciones, como infección

bacteriana secundaria.

Pruebas de laboratorio

En casos donde el diagnóstico no es claro por la

presentación clínica, o si se requiere confirmación por

razones de salud pública o en pacientes

inmunocomprometidos, se pueden realizar pruebas de

131
Pediatría General Tomo 5

laboratorio para confirmar la infección por el virus de la

varicela. Las pruebas de laboratorio pueden incluir:

● Cultivo viral.

● Prueba de anticuerpos para el VVZ.

● PCR (reacción en cadena de la polimerasa) para la

detección del ADN del VVZ(9).

Tratamiento

En la mayoría de los casos, el tratamiento de la varicela

es de apoyo y se centra en el alivio de los síntomas. Sin

embargo, en ciertos grupos de alto riesgo, se pueden

utilizar antivirales para reducir la gravedad de la

enfermedad(10).

Manejo de los síntomas

Control del prurito: El prurito puede aliviarse con

baños de avena coloidal, lociones de calamina y

antihistamínicos orales como la difenhidramina.

132
Pediatría General Tomo 5

Control de la fiebre: Se puede utilizar paracetamol para

controlar la fiebre. Es importante evitar el uso de ácido

acetilsalicílico (aspirina) en niños con varicela debido al

riesgo de síndrome de Reye, una enfermedad grave que

puede afectar el hígado y el cerebro.

Terapia antiviral

El aciclovir es un antiviral que puede utilizarse para

tratar la varicela en personas de alto riesgo, incluyendo

adolescentes, adultos, mujeres embarazadas y personas

con sistemas inmunológicos debilitados. El aciclovir

puede reducir la gravedad de la enfermedad si se

administra dentro de las primeras 24 horas después de la

aparición de la erupción(11).

Prevención

La vacunación es la estrategia más efectiva para prevenir

la varicela. Desde su introducción en 1995, la vacuna

contra la varicela ha disminuido significativamente la

133
Pediatría General Tomo 5

incidencia de la enfermedad, las hospitalizaciones y las

muertes asociadas(12).

Complicaciones

Las complicaciones de la varicela pueden ser graves,

incluyendo infecciones bacterianas secundarias de la

piel, neumonía, encefalitis y hepatitis. Los grupos de alto

riesgo para complicaciones incluyen recién nacidos,

adolescentes, adultos, mujeres embarazadas y personas

inmunodeprimidas(13).

Conclusión

Es fundamental que los profesionales de la salud estén

familiarizados con la presentación y el manejo de la

varicela en niños, dada su prevalencia y potencial para

causar complicaciones graves.

134
Pediatría General Tomo 5

Bibliografía
1. Heininger U, Seward JF. Varicella. Lancet.

2006;368(9544):1365-76.

2. Lopez AS, Zhang J, Marin M. Epidemiology of varicella

during the 2-dose varicella vaccination program — United

States, 2005–2014. MMWR Morb Mortal Wkly Rep.

2016;65(34):902-905.

3. Bialek SR, Perella D, Zhang J, et al. Impact of a routine

two-dose varicella vaccination program on varicella

epidemiology. Pediatrics. 2013;132(5):e1134-40.

4. Gnann JW Jr, Whitley RJ. Clinical practice. Herpes zoster. N

Engl J Med. 2002;347(5):340-6.

5. American Academy of Pediatrics. Varicella-zoster infections.

In: Kimberlin DW, Brady MT, Jackson MA, Long SS, eds. Red

Book: 2018 Report of the Committee on Infectious Diseases.

31st ed. Elk Grove Village, IL: American Academy of

Pediatrics; 2018:869–883.

6. Seward JF, Watson BM, Peterson CL, et al. Varicella disease

after introduction of varicella vaccine in the United States,

1995-2000. JAMA. 2002;287(5):606-11.

7. Mandal BK, Mukherjee PP, Murphy C, Mukherjee R, Naik T.

Adult susceptibility to varicella in the tropics is a rural

135
Pediatría General Tomo 5

phenomenon due to the lack of previous exposure. J Infect Dis.

1998;178 Suppl 1:S52-4.

8. Gnann JW Jr, Whitley RJ. Clinical practice. Herpes zoster. N

Engl J Med. 2002;347(5):340-6.

9. Solomon AR, Rasmussen JE, Varani J, Pierson CL, Chodosh J.

Varicella-zoster virus infection in the immunocompromised

host. Historical perspective and clinical review. Arch

Dermatol. 1986;122(4):366-74.

10. American Academy of Pediatrics. Varicella-zoster infections.

In: Kimberlin DW, Brady MT, Jackson MA, Long SS, eds. Red

Book: 2018 Report of the Committee on Infectious Diseases.

31st ed. Elk Grove Village, IL: American Academy of

Pediatrics; 2018:869–883.

11. Leung AK, Kao CP, Sauve RS. Childhood herpes zoster: a

cluster of ten cases. Int J Dermatol. 2003;42(10):801-3.

12. Marin M, Guris D, Chaves SS, Schmid S, Seward JF.

Prevention of varicella: recommendations of the Advisory

Committee on Immunization Practices (ACIP). MMWR

Recomm Rep. 2007;56(RR-4):1-40.

13. Seward JF, Watson BM, Peterson CL, et al. Varicella disease

after introduction of varicella vaccine in the United States,

1995-2000. JAMA. 2002;287(5):606-11.

136
Pediatría General Tomo 5

Neumonía
Julia María Jiménez Arriola

Médico General Egresada de la Universidad del


Sinú, Estudiante de Último Semestre de la
Especialidad en Epidemiología de la Universidad
Autónoma de Bucaramanga
Médico General en el Área de Teleorientación

137
Pediatría General Tomo 5

Introducción

Las infecciones respiratorias representan las causas más

frecuentes de morbilidad en el paciente pediátrico con

afectación del tracto respiratorio alrededor del 10%. La

neumonía es proceso infeccioso desencadenado por

virus, bacterias, hongos y/o parásitos, causando

inflamación aguda del parénquima pulmonar que se

manifiesta con síntomas respiratorios leves, moderados a

graves que llevan a la complicación, la Organización

Mundial de la Salud (OMS) estima una incidencia anual

de 150,7 millones de casos en <5 años, de los cuales

unos 11-20 millones (7%–13%) son suficientemente

graves para requerir hospitalización; y/o la muerte si no

se trata de manera adecuada, representa la causa de

mortalidad más frecuente en niños menores de 5 años;

estimada en un 14% a nivel mundial, pasando hacer una

enfermedad de gran interés en salud pública, dado a que

se puede ayudar a prevenir desde la atención primaria,

ofertando inmunización oportuna, alimentación

138
Pediatría General Tomo 5

adecuada, mitigación de condiciones insalubres

medioambientales (zonas residenciales y/o comunes

libres de humo, disminución de contaminantes

ambientales, etc.), involucrando actores como el

personal de la salud, entes gubernamentales y los padres

de familia.

En los niños es especialmente importante que se realice

una correcta clasificación y distinción por el grupo

etario, dado que, a pesar de los esfuerzos por determinar

el tipo de patógeno, en la mayoría de los casos no se

logra su aislamiento

(Protocolos del GVR 2013).

Definición

La neumonía se deriva de un proceso infeccioso

desencadenado por virus, bacterias, hongos y/o parásitos,

que causan inflamación aguda del parénquima pulmonar.

(1) Por su parte la OMS define como neumonía la

presencia de tos, taquipnea, tirajes torácicos en niños de

139
Pediatría General Tomo 5

2 a 59 meses de edad, y distingue de esta definición la

neumonía grave la cual tiene en consideración los

siguientes criterios: incapacidad para beber, vómitos

persistentes, convulsiones, letargo, estridor o

desnutrición severa; lo anterior, para aquellos países en

vía de desarrollo que no disponen de recursos suficiente.

(2)

Clasificación:

Se distinguen 2 tipos:

- Neumonía adquirida en la comunidad (NAC):

proceso agudo infeccioso que ocasiona la

inflamación del parénquima pulmonar, el cual

aparece en individuos que no han sido

hospitalizados en los últimos 7 días, o bien que

aparecen en las primeras 48 horas de su ingreso a un

centro hospitalario. (3)

La NAC se clasifican clásicamente en tres grandes

síndromes: NAC típica o bacteriana, atípica (producida

140
Pediatría General Tomo 5

por virus o bacterias atípicas que causan síntomas no

esperados) y no clasificable (casos que no cumplen

criterios que permitan incluirlos en los 2 primeros

grupos). En muchas ocasiones puede resultar complejo

distinguir entre estos tipos de NAC, sin embargo, hay

ciertos criterios que nos puede ayudar:

Pediatría Integral 2016;XX(1):38-50

- Neumonía Nosocomial (NN): infección que

afecta el parénquima pulmonar, adquirida durante la

estancia hospitalaria que se manifiesta posterior a las

72 horas del ingreso (se puede evidenciar a lo largo

de la primera semana tras el alta). (4)

141
Pediatría General Tomo 5

Etiología

La causa más frecuente son las infecciones víricas,

seguidas de las bacterianas y, en casi un tercio de los

casos, son causadas por infecciones mixtas

virus-bacterias.

- Virus: causan el 30-67% de los casos, predominan

especialmente en <2 años. La prevalencia va

disminuyendo con la edad. El VSR es la causa más

frecuente de neumonía vírica representado alrededor

del 22,7 %, seguido por el rinovirus 22,1 %. Otros

virus son: virus influenza A y B, parainfluenza

serotipos 1, 2 y 3, adenovirus y rinovirus. En la

última década, se han relacionado con la neumonía

nuevos virus: bocavirus (14,2%) metapneumovirus

(11,5%) y coronavirus. (5)

- Bacterias: Las más frecuentemente son:

Streptococcus pneumoniae es la causa más común,

Staphylococcus aureus de predominio en países en

142
Pediatría General Tomo 5

vía de desarrollo, Mycoplasma pneumoniae,

Mycobacterium tuberculosis, Haemophilus

influenzae b: prácticamente se ha eliminado en los

países con vacunación sistemática frente a este

serotipo. (6)

A continuación, se muestran algunas gentes etiológicas

de acuerdo a grupo etario:


Neonatos 1 mes -3 4 meses – 4 Mayores de 5
meses años años
Bacterias Bacterias Bacterias Bacterias
-Streptococcu -S. -S. -S.
s agalactie pneumoniae pneumoniae pneumoniae
-E. coli - C. -H. influenzae -M.
-L. trachomatis no tipificable pneumoniae
monocytogene -B. pertussis -M. - C.
s -S. aureus pneumoniae pneumoniae
-S. aureus - L. Virus
monocytogene -VSR
Virus s -Parainfluenz Virus
-Virus a -VSR
Sincitial Virus - Influenza A -Influenza A
Respiratorio -VSR yB yB
(VSR) - -Adenovirus -Parainfluenz
-Citomegalovi Parainfluenza -Rhinovirus a
rus -Adenovirus
-Rhinovirus

143
Pediatría General Tomo 5

-Metapneumo
virus (<2
años)
Salud Uninorte. Barranquilla (Col.) 2007; 23 (2): 231-242

Factores de riesgo:

Factores del huésped:

- Prematuridad y bajo peso

- Enfermedades crónicas: fundamentalmente

cardiorrespiratorias, inmunitarias o

neuromusculares.

- Malnutrición

- Asma e hiperreactividad bronquial

- Infecciones respiratorias recurrentes

- Anormalidades congénitas anatómicas:

paladar hendido, fístula tráqueo-esofágica,

secuestro pulmonar, etc.

Factores externos:

- Hacinamiento, asistencia a guarderías

144
Pediatría General Tomo 5

- Exposición a contaminantes ambientales

- Exposición al humo del tabaco

- No recibir lactancia materna durante, al

menos, los 4 primeros meses

- Bajo nivel socioeconómico

- No vacunación (7, 8)

Patogenia

La infección se transmite por la propagación de gotas

respiratorias como resultado del contacto cercano con

otro individuo. Las neumonías bacterianas típicas

resultan de la colonización inicial de la nasofaringe,

pasando a hacer invasiva en aquellos individuos que no

han tenido previo contacto con ciertos microorganismos.

Los agentes virales que causan neumonía proliferan y se

propagan por contigüidad para involucrar porciones

inferiores y más distales del tracto respiratorio.

145
Pediatría General Tomo 5

Por eso se relacionan con enfermedad del tracto

respiratorio superior que permite la invasión del tracto

inferior por bacterias, virus u otros agentes patógenos

que desencadenan la respuesta inmune y producen

inflamación ya que es invadido por leucocitos, líquido y

desechos celulares. Este proceso reduce la

distensibilidad pulmonar, aumenta la resistencia,

obstruye las vías aéreas más pequeñas y puede provocar

el colapso de los espacios aéreos distales, el

atrapamiento de aire y las relaciones alteradas de

ventilación-perfusión. La infección grave se asocia con

necrosis del epitelio parénquima pulmonar.

Es importante mencionar que el huésped posee unas

barreras anatómicas y mecánicas, inmunidad humoral,

actividad fagocítica e inmunidad celular. (1)

Manifestaciones clínicas

Al inicio puede cursar con manifestaciones compatibles

con un cuadro infeccioso: Fiebre (valor predictivo

146
Pediatría General Tomo 5

negativo de hasta un 90%), escalofríos, hiporexia, mal

aspecto general, vómitos, etc. Y más comúnmente se

puede presentar como un síndrome de dificultad

respiratoria: Tos irritativa, taquipnea, en punta de

costado, disnea, cianosis, aleteo nasal, quejido

espiratorio, tirajes torácicos.

La taquipnea es un signo sensible y específico en niños <

5 años, y la Organización Mundial de la Salud (OMS)

que es el único signo predictor de neumonía con una

sensibilidad del 50 - 75% y una especificidad del 67%.

La ausencia del mismo tiene un valor predictivo negativo

del 80%. Se define como taquipnea: frecuencia

respiratoria > 60 rpm, en menores de 2 meses, frecuencia

> 50 rpm en niños de 2 – 12 meses, FR > 40 por min. en

niños de 1 a 5 años.

Evaluación diagnóstica

Entre los parámetros que apoyan el diagnóstico están:

● Historia clínica

147
Pediatría General Tomo 5

● Hematología completa

● Proteína C reactiva cuantitativa

● Hemocultivo

● Radiografía de tórax postero-anterior y lateral:

Confirma afección del parénquima pulmonar, su

extensión y posibles complicaciones asociadas.

Se pueden seguir ciertos patrones en la neumonía

bacteriana:

- Neumonía lobular: implicación de un solo

lóbulo o segmento de un lóbulo. Este es el

patrón clásico de la neumonía por

S. pneumoniae.

- Bronconeumonía: afectación primaria de las

vías aéreas y el intersticio circundante. Este

patrón a veces se ve en Streptococcus

pyogenes y Staphylococcus

aureus pneumonia.

- Neumonía necrosante (asociada con

neumonía por aspiración y neumonía

148
Pediatría General Tomo 5

resultante de S. pneumoniae S. pyogenes y S.

aureus).

- Granuloma caseante (como en la neumonía

tuberculosa).

- Intersticial y peribronquiolar con infiltración

parenquimatosa secundaria: este patrón

generalmente ocurre cuando una neumonía

viral grave se complica por neumonía

bacteriana.

- Hay dos patrones patológicos principales de

neumonía viral: Neumonía intersticial,

infección parenquimatosa.

● Siempre se debe hacer de forma rutinaria toma de

saturación de oxígenos, para descarta hipoxemia

● En caso de derrame pleural: citoquímico, Gram. y

cultivo del líquido pleural y ecografía pleural.

En aras de poder ayudar a detectar los casos de gravedad

en paciente pediátricos la Sociedad Torácica Británica

149
Pediatría General Tomo 5

(BTS), la Sociedad de Enfermedades Infecciosas

Pediátricas/Sociedad de Enfermedades Infecciosas de

América (PIDS/IDSA) presentan unos criterios, que aún

no se están validados formalmente esta población,

pueden apoyar en la toma de decisiones. Se presenta a

continuación en forma de resumen: (7)

Sociedad Torácica Británica Sociedad de Enfermedades


(BTS) Infecciosas
Pediátricas/Sociedad de
Enfermedades Infecciosas de
América
Temperatura >38,5 °C Criterios mayores:
Frecuencia respiratoria Ventilación mecánica invasiva
• >70 en lactantes Choque refractario a líquidos
• >50 en niños mayores Necesidad de ventilación con
Recesión moderada/grave en presión positiva no invasiva
lactantes Hipoxemia que requiere
Dificultad grave para respirar FiO 2 a una concentración más
en niños alta o un flujo factible en el
No alimentar a lactantes Aleteo área de atención general
nasal Criterios menores:
Cianosis Taquipnea para la edad:
Apnea • 0 a 2 meses: frecuencia
Gruñidos respiratoria >60
Taquicardia • 2 –12 meses: frecuencia
Signos de deshidratación respiratoria >50
Llenado capilar ≥2 segundos • 1–5 años: frecuencia

150
Pediatría General Tomo 5

respiratoria >40
• >5 años: frecuencia
respiratoria >20
Apnea
Aumento del trabajo
respiratorio
PaO 2 /FiO 2 <250
Infiltrados multilobulares
Puntaje de alerta temprana
pediátrica >6
Estado mental alterado
Hipotensión
Derrame pleural
Condiciones comórbidas
Acidosis metabólica
inexplicable

Tratamiento

Se debe brindar un abordaje integral que garantice desde

el manejo adecuado de los síntomas como el soporte de

oxígeno, alimentación con los aportes nutricionales

requeridos, el tratamiento del síndrome febril, etc. así

como la terapia debe ir dirigida a los posibles

microorganismos causantes, y los tiempos de tratamiento

que de forma genérica son de 7 a 10 días en el caso de

151
Pediatría General Tomo 5

NAC manejada ambulatoriamente y en hospitalización

sin complicaciones. En caso de presentar complicaciones

se puede extender el tratamiento entre 10 - 14 días. Lo

anterior para mayor practicidad lo resumimos en forma

de cuadros: (9)

EDAD ETIOLO TERAPIA


GÍA AMBUL HOSPITALARIA
ATORIA ELECTI ALTERN
(VO) VA ATIVA
< 1 mes S.
agalactiae Ampicilin Ampicilin
E. coli a a
Klebsiella NO + +
sp RECOME Gentamici Cefotaxim
C. NDADO na o a
trachomati Amikacina
s
1 mes a 5 VSR
años S. Amoxicili
pneumoni na Penicilina Cefuroxim
ae (Si es < 6 G sódica a
S. meses se cristalina
pyogenes recomiend
C. a tto
trachomati intrahospit
s alario)

152
Pediatría General Tomo 5

M.
pneumoni
ae
>5 años M.
pneumoni
ae Penicilina Cefuroxim
C. G sódica a
pneumoni Amoxicili cristalina
ae na
S.
pneumoni
ae
‌ alud Uninorte. Barranquilla (Col.) 2007; 23 (2): 231-242
S

Antibioticoterapia en NAC grave


EDAD ETIOLOGÍ TERAPIA
A HOSPITALARIA
ELECTIVA ALTERNAT
IVA
< 1 mes S. agalactie
E. coli Ampicilina Ceftriaxona
Klebsiella sp + +
C. Amikacina Ampicilina
trachomatis
1 mes a 5 S. pneumiae
años S. aureus Ampicilina
H. influenza + Cefotaxima o
tipo b Sulbactam ceftriaxona +
Anaerobios clindamicina
>5 años S.
pneumoniae

153
Pediatría General Tomo 5

S. aureus Amoxicilina Cefotaxima o


Anaerobios + ácido o ceftriaxona
clavulánico +
clindamicina

Bibliografía
1. Barson W. Pneumonia in children: Epidemiology,

pathogenesis, and etiology. Uptodate. Apr 2020

2. Organización Mundial de la Salud. Clasificación revisada de la

OMS y tratamiento de la neumonía infantil en los

establecimientos de salud: resúmenes de evidencia. Ginebra:

Organización Mundial de la Salud; 2014. [ Google

académico ].

3. . Salas-López, J., Llanos-Tejada, F., Herrera-Flores, E.,

Venero-Cáceres, M., & Saavedra-Leveau, C. (2019). Neumonía

adquirida en la comunidad. Diagnóstico, 181-185.

4. Díaz, Emili; Martín-Loeches, Ignacio; Vallés, Jordi. Neumonía

nosocomial. Enfermedades Infecciosas y Microbiología

Clínica, 2013, vol. 31, no 10, p. 692-698.

5. Pratt MTG, Abdalla T, Richmond PC, Moore HC, Snelling TL,

Blyth CC, Bhuiyan MU. Prevalence of respiratory viruses in

community-acquired pneumonia in children: a systematic

review and meta-analysis. Lancet Child Adolesc Health. 2022

154
Pediatría General Tomo 5

Aug;6(8):555-570. doi: 10.1016/S2352-4642(22)00092-X.

Epub 2022 May 28. PMID: 35636455.

6. McIntosh K. Community-Acquired Pneumonia in Children.

New England Journal of Medicine. 2002 Feb 7;346(6):429–37.

7. Dean P, Florin TA. Factors Associated With Pneumonia

Severity in Children: A Systematic Review. J Pediatric Infect

Dis Soc. 2018 Dec 3;7(4):323-334. doi: 10.1093/jpids/piy046.

PMID: 29850828; PMCID: PMC6454831.

8. Wonodi CB, Deloria-Knoll M, Feikin DR, DeLuca AN,

Driscoll AJ, Moïsi JC, et al. Evaluation of Risk Factors for

Severe Pneumonia in Children: The Pneumonia Etiology

Research for Child Health Study. Clinical Infectious Diseases

[Internet]. 2012 Apr 1;54(suppl_2):S124–31. Available from:

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3297552/

9. Mathur S, Fuchs A, Bielicki J, Van Den Anker J, Sharland M.

Antibiotic use for community-acquired pneumonia in neonates

and children: WHO evidence review. Paediatrics and

International Child Health [Internet]. 2018 May 23;38(sup1):

S66–75. Available from:

https://www.who.int/selection_medicines/committees/expert/2

1/applications/s6_paed_antibiotics_appendix4_sepsis.pdf

155
Pediatría General Tomo 5

Anemia Ferropénica
Tatiana Jeannette Arcos Solís

Médico General por la Universidad Central del


Ecuador
Médico General en Atención Primaria

156
Pediatría General Tomo 5

Definición

La anemia ferropénica es el trastorno hematológico más

frecuente de la infancia y la adolescencia y la forma más

común de anemia, que se caracteriza por ser una anemia

hipocrómica y microcítica con valores de Hb por debajo

del rango normal para sexo y edad, VCM y MCH

reducidos. La anemia ocurre cuando la cantidad de

glóbulos rojos o su capacidad para transportar oxígeno es

insuficiente para satisfacer las demandas fisiológicas del

cuerpo.

La deficiencia de hierro es una condición en la que el

cuerpo carece de suficiente hierro para mantener las

funciones fisiológicas normales. Se define como una

disminución del hierro corporal total o, en algunos casos,

por un nivel de ferritina sérica <12 mg/l en niños de

hasta 5 años y <15 mg/l en niños de 5 años o más. La

anemia se define como una concentración de

hemoglobina de más de 2 desviaciones estándar por

debajo del valor medio de referencia para población sana

157
Pediatría General Tomo 5

según la edad y sexo. Los umbrales de hemoglobina de

la OMS utilizados para definir la anemia en diferentes

grupos de edad están descritos en la tabla 1.

Tabla 1: Valores de Hb
niños de 6 meses a 5 años 11 g/dl;
niños de 5 a 12 años 11,5 g/dl
niños de 12 a 15 años 12 g/dl
mujeres no embarazadas 12 g/dl
mujeres embarazadas 11 g/dl
hombres ≥15 años 13 g/dl

Epidemiología

En todo el mundo, la deficiencia de hierro es la

deficiencia nutricional más común. Según la OMS, hasta

el 39% de los niños menores de 5 años y el 48% de los

niños de 5 a 14 años tienen deficiencia de hierro en el

mundo no industrializado, frente al 20% en los menores

de 5 años y el 5.9 % de los niños de 5 a 14 años del

mundo industrializado.

158
Pediatría General Tomo 5

La prevalencia de la deficiencia de hierro en los Estados

Unidos es mayor en los niños que viven en la pobreza,

en familias de bajos ingresos y en grupos de inmigrantes.

La mayor prevalencia se mostró en niños de origen

afroamericano e hispano. Otros factores de riesgo

asociados con una mayor prevalencia de anemia

ferropénica son el bajo peso al nacer, la prematuridad y

la obesidad infantil. Los atletas adolescentes, los

vegetarianos, los adolescentes con enfermedades

crónicas, la pérdida de sangre menstrual abundante (> 80

ml/mes) o los niños con bajo peso o desnutridos tienen

un mayor riesgo de deficiencia de hierro.

La prevalencia de la deficiencia de hierro supera el 50%

en países con fuentes limitadas de alimentos y nutrientes,

como la mayoría de los países de África, el sudeste

asiático y América Latina. La prevalencia de anemia

oscila entre el 45 y el 65 % en niños, entre el 20 y el 60

% en mujeres y entre el 10 y el 35 % en hombres. Se

159
Pediatría General Tomo 5

presume que la mitad de estos casos son causados por

deficiencia de hierro.

En Ecuador, siete de cada diez menores de 12 meses

padecen de anemia por deficiencia de hierro. Estas cifras

casi se duplican en poblaciones rurales e indígenas.

Fisiopatología

El hierro es un nutriente esencial para el desarrollo del

feto, el lactante y el niño. El contenido de hierro del

cuerpo depende de su ingesta y absorción con la

nutrición. La homeostasis de este nutriente está

determinada por el equilibrio entre su absorción y

liberación de las células donde se almacena y recicla. El

hierro se libera a la circulación, donde es transportado

por la proteína plasmática transferrina, al duodeno por

los enterocitos que absorben el hierro de la dieta y por

los macrófagos que reciclan los eritrocitos senescentes y

las reservas hepáticas. Si los niveles de hierro en el

organismo son inadecuados, se potencia su absorción

160
Pediatría General Tomo 5

intestinal; en caso de exceso, se almacena en los

enterocitos como ferritina y en el hígado, el bazo y la

médula ósea como hemosiderina. La liberación de iones

de hierro libres en el plasma, imprescindibles para el

mantenimiento de su homeostasis, está mediada por la

ferroportina, cuya expresión está subordinada a la

actividad de la hepcidina.

Se distinguen tres estadios sucesivos, de intensidad

sintomática creciente, en el déficit de Fe: 1) Ferropenia

(FeP) latente: se inicia el vaciamiento de los depósitos

férricos del sistema retículo endotelial, primero en

hígado y bazo, y después, en médula ósea, de curso

asintomático; 2) FeP sin anemia: aumenta el déficit de

Fe, evidenciado en su menor disponibilidad sérica, con

mayor afectación analítica bioquímica, pero sin

afectación del hemograma, y aparición de sintomatología

atribuible al déficit de las enzimas tisulares que

contienen Fe; y 3) Anemia ferropénica (AFe):

alteraciones hematológicas propias, mayor afectación de

161
Pediatría General Tomo 5

las anomalías previas y sintomatología de anemia. Los

síntomas iniciales de la carencia de Fe, relacionados en

gran parte con su función en determinadas reacciones

enzimáticas, afectan fundamentalmente a las funciones:

cerebral, digestiva e inmunológica, mejorando todas

ellas cuando se corrige la FeP antes de que se corrija la

anemia. Varios de los efectos a largo plazo sobre el SNC

tendrían relación con alteraciones en el

neurometabolismo, en la función de los

neurotransmisores y en la mielinización, la

sinaptogénesis y la dendritogenesis durante la etapa de

desarrollo cerebral, algunos persistentes, incluso tras la

corrección de la deficiencia de Fe.

Cuadro clínico

Las manifestaciones clínicas dependen de la gravedad de

la anemia, edad, comorbilidades, cronicidad y velocidad

de inicio. En algunos casos la anemia es asintomática y

162
Pediatría General Tomo 5

se diagnostica por hallazgo casual al realizar una

biometría hemática.

La deficiencia de hierro de leve a moderada, no asociada

con anemia, puede ser asintomática o provocar fatiga y/o

mala tolerancia al ejercicio. La presentación más común

de anemia ferropénica en un lactante asintomático o en

un niño, que está bien nutrido y por lo demás sano, es

una anemia microcítica e hipocrómica de leve a

moderada. A veces se puede pasar por alto la palidez

lentamente progresiva, pero la anemia también produce

una palidez inespecífica de las membranas mucosas. Los

signos asociados son coiloniquia, glositis y estomatitis

angular. La forma grave de anemia ferropénica es muy

rara y se presenta con mala alimentación, irritabilidad,

letargo, taquipnea y cardiomegalia. El crecimiento se ve

afectado en niños con anemia ferropénica grave y puede

haber esplenomegalia.

163
Pediatría General Tomo 5

Diagnóstico

La historia detallada y el examen físico son esenciales en

el diagnóstico de cualquier enfermedad. En la historia

clínica son importantes las preguntas sobre la

prematuridad, el bajo peso al nacer, la dieta, las

enfermedades crónicas y los antecedentes familiares de

anemia. En el examen físico prestamos atención a la

ictericia, taquipnea, taquicardia e insuficiencia cardiaca,

especialmente en niños con anemia severa o aguda.

El diagnóstico presuntivo de anemia ferropénica se

realiza mediante una combinación de evaluación de

riesgos y pruebas de laboratorio de hemoglobina. (<11

g/dl). En lactantes menores de 6 meses se observan

valores más bajos de hemoglobina por anemia

fisiológica, pero valores de hemoglobina menores de 9

g/dl demandan mayor evaluación para investigar si

existe algún factor acompañante. Otros hallazgos, como

un volumen corpuscular medio (MCV) bajo o un ancho

de distribución de glóbulos rojos (RDW) alto, ayudan a

164
Pediatría General Tomo 5

determinar el diagnóstico. Para niños de 24 meses de

edad y mayores, además de la hemoglobina, el

hematocrito, el MCV y el RDW, recuento de

reticulocitos, el frotis de sangre periférica y las heces

para detectar sangre oculta antes de comenzar un

tratamiento empírico.

El laboratorio revela anemia microcítica-hipocrómica

(Hb reducida, MCV, MCH, RDW elevada) con recuento

reducido de reticulocitos. Se observan ferritina baja,

sideremia, saturación de transferrina y transferrina sérica

insaturada alta. Por lo general, la ferritina es la prueba de

referencia para evaluar el estado del depósito de hierro;

sin embargo, los límites inferiores varían según la edad y

el sexo. Los niveles de ferritina falsos normales a altos

son típicos del estado inflamatorio o infeccioso. Por lo

tanto, todos estos problemas perjudican la utilidad de la

ferritina como marcador preciso del estado del hierro. La

protoporfirina eritrocitaria libre aumenta en la anemia

ferropénica, pero es un parámetro inespecífico

165
Pediatría General Tomo 5

Tratamiento

La dosis sugerida para la suplementación oral para

lactantes y niños con anemia ferropénica es de 3 a 6

mg/kg/día de hierro elemental. El sulfato ferroso

generalmente se recomienda en una dosis de 3 mg/kg de

hierro una o dos veces al día (dosis máxima diaria total,

150 mg de hierro elemental). El hierro elemental

constituye el 20% del sulfato ferroso. El fumarato

ferroso y el gluconato ferroso son otras formas de sales

de hierro orales con diferente contenido de hierro

elemental. El suplemento de hierro debe administrarse

entre comidas y preferiblemente con jugo porque la

absorción de sulfato ferroso aumenta cuando se

administra con jugo en lugar de leche u otros líquidos.

Para una máxima absorción de hierro, se recomienda la

administración 30-45 minutos antes de la comida o 2

horas después de la comida.

Sin embargo, a pesar de la conocida eficacia, los efectos

adversos gastrointestinales, como dolor abdominal,

166
Pediatría General Tomo 5

dispepsia, náuseas, vómitos, diarrea o estreñimiento, son

una preocupación importante de las sales ferrosas orales

y afectan hasta al 32% de los pacientes. La terapia

parenteral está indicada en caso de intolerancia o

refractariedad a la terapia oral, incapacidad para tragar

preparados de hierro, malabsorción crónica; la anemia

sintomática grave no es en sí misma una indicación para

el hierro parenteral, ya que se ha informado una

respuesta pronta y favorable al hierro oral también

cuando la hemoglobina circulante es baja; el hierro

parenteral evita la absorción intestinal y se considera que

determina una respuesta más rápida que la vía oral;

permite calcular exactamente la dosis de hierro necesaria

para lograr la normalización del nivel de hemoglobina y

la restauración de las reservas de hierro y tiene menos

efectos secundarios gastrointestinales.

La medición de Hb debe repetirse después de 1 mes de

tratamiento. Un aumento de 1 g/dl o mayor confirma el

diagnóstico de anemia ferropénica. La falta de mejoría

167
Pediatría General Tomo 5

en la Hb debe impulsar una evaluación adicional de la

anemia con pruebas de laboratorio adicionales, que

incluyen MCV, RDW y ferritina sérica, incluida una

búsqueda de posibles fuentes de pérdida de sangre. La

terapia con hierro debe continuar durante 2 a 3 meses

adicionales después de que la Hb haya vuelto a un nivel

normal. La Hb debe volver a medirse aproximadamente

6 meses después de la interrupción de la terapia con

hierro.

Bibliografía
1. Jelena R, Ksenija S. Iron Deficiency Anemia in Children.

IntechOpen Journals. 2018.

2. Solomon G, Solomon G, Mulugeta M. Prevalence and

Associated Factors of Iron Deficiency and Iron Deficiency

Anemia Among Under-5 Children: A Systematic Review and

Meta-Analysis. Global Pediatric Health. 2022.

3. Animasahun BA, Itiola AY. Iron deficiency and iron deficiency

anaemia in children: physiology, epidemiology, aetiology,

168
Pediatría General Tomo 5

clinical effects, laboratory diagnosis and treatment: literature

review. Journal of Xiangya Medicine. 2021; 6.

4. Carla M, Maria L, Piera S, Milena LS, Andrea DC, Giovanna

R. New Insights into Iron Deficiency Anemia in Children: A

Practical Review. National library of Medicine. 2022 Marzo;

12(4).

5. Matysiak M. Anemia in children: a pediatrician’s view. Acta

Haematologica Polonica. 2021; 52(4): p. 402-405.

6. C. BBL. Anemia ferropénica. Sociedad Española de Pediatría.

2016;(5): p. 297-307.

7. Octavio MV, Héctor BG. Anemia por deficiencia de hierro en

niños: un problema de salud nacional. Revista Mexicana de

Hematología. 2019; 20(2): p. 96-105.

8. Claudio PJM. UpToDate. [Online].; 2022 [cited 2022.

Available from:

https://www.uptodate.com/contents/approach-to-the-child-with

-anemia/print.

9. Chandra J, Dewan P, Kumar P, Mahajan A, Singh P, Chandra J

DPKPMASPDBRNSRMMRAGPGSBSGPEKBDDA.

Diagnosis, Treatment and Prevention of Nutritional Anemia in

Children: Recommendations of the Joint Committee of

Pediatric Hematology-Oncology Chapter and Pediatric and

169
Pediatría General Tomo 5

Adolescent Nutrition Society of the Indian Academy of

Pediatrics. Indian Pediatr. 2022 Octubre; 59(10): p. 782-801.

10. Moscheo C, M. L, Samperi P, Spina M. New Insights into Iron

Deficiency Anemia in Children: A Practical Review.

Metabolites. 2022.

11. Jullien S. BMC Pediatr. [Online].; 2021. Available from:

https://doi.org/10.1186/s12887-021-02725-w.

170
Pediatría General Tomo 5

Obesidad Infantil
Ginger Zulay Valle Chiquito

Médico General por la Universidad de Guayaquil


Magíster en Gestión de los Servicios de la Salud
Universidad Cesar Vallejo Piura
Responsable de Gestión de Redes en Msp

171
Pediatría General Tomo 5

Introducción

La obesidad infantil es un padecimiento en la salud; el

cual es grave, afecta a niños y adolescentes de diferentes

sectores socioeconómicos. En especial, el desarrollo de

la afección que junto al sobrepeso a menudo genera

enfermedades desde corta edad que con anterioridad solo

se observaban en adultos, como la diabetes, la

hipertensión e hipercolesterolemia. Además, que se

pueden llegar a presentar problemas de salud mental,

entre estas la depresión.

La obesidad infantil es un factor predictivo importante

de la obesidad en la edad adulta, que tiene consecuencias

económicas y sanitarias perfectamente conocidas, tanto

para la persona como para la sociedad en general.(1)

Durante el tratamiento se recomendará estrategias

nutricionales que incluyan al núcleo familiar, así como

un cambio de hábitos físicos. La prevención es

fundamental ya sea como política de educación o

implementación de cada hogar.

172
Pediatría General Tomo 5

Definición

Según la OMS, El sobrepeso y la obesidad se definen

como una acumulación anormal o excesiva de grasa que

puede ser perjudicial para la salud.(2)

El sobrepeso y la obesidad se definen como el exceso de

peso corporal a expensas fundamentalmente de la masa

grasa, al cual se le pueden acompañar patologías

consideradas como enfermedades crónicas no

transmisibles de inicio temprano como la infancia y

adolescencia, de origen multifactorial donde intervienen

factores genéticos, ambientales y conductuales.(3)

El índice de masa corporal (IMC) es un indicador simple

de la relación entre el peso y la talla que se utiliza

frecuentemente para identificar el sobrepeso y la

obesidad en los adultos y que se utiliza en mayores de 2

años. Además, es un importante factor de riesgo de

enfermedades tales como las cardiovasculares, la

diabetes de tipo 2 y muchos tipos de cáncer. Se calcula

173
Pediatría General Tomo 5

dividiendo el peso de una persona en kilos por el

cuadrado de su talla en metros (kg/m2).(2)(4)

Epidemiología

A nivel mundial se estima un aumento significativo en la

prevalencia de obesidad en niños y adolescentes de 5 a

19 años, entre un 4% hasta un 10% entre los años 2020 y

2030.(5)

AFR: África, AMR: América, EMR: Mediterráneo Oriental, EUR:

Europa,

SEA: Sudeste asiático, WPR: Pacifico Oeste

174
Pediatría General Tomo 5

Fuente: World Obesity Atlas. Prevalencia de obesidad entre niños

(5-19 años) global entre 2010-2030 [Grafico]. [Internet]:

worldobesityday.org, 2022.

Según las últimas estadísticas tomadas hasta 2018, el

Ministerio de Salud Pública indica que a nivel nacional,

el porcentaje de niños entre 5 y 11 años con sobrepeso y

obesidad a 2018 es 35,4%, por área de residencia los

valores son 36,9% a nivel urbano y 32,6% en lo rural.(6)

Además, se encontró que, a nivel nacional, 3.4 millones

de niños y jóvenes de entre 5 a 17 años realizan

actividad física insuficiente, siendo 2.1 millones a nivel

urbano y 1.3 millones a nivel rural. Y además se incluye

a unos de los factores de riesgo en caso de obesidad

como es el sedentarismo el cual se presenta en un

promedio de 180 minutos a nivel nacional, observando

una reducción ligera en el sector rural con 120

minutos.(7)

175
Pediatría General Tomo 5

Factores de Riesgo

La mayor parte de la obesidad infantil es debida a

factores relacionados con los estilos de vida que son el

reflejo combinado de factores genéticos, hábitos

aprendidos en la familia y las potentes influencias

ambientales medidas por el colegio y el entorno social.;

las cuales influyen en 30-80% al desarrollo de la

obesidad. La ganancia de peso y que es definido como

un balance energético positivo debido a una ingesta

mayor que la consumida.(8)

Evaluación Clínica

Lo más importante en la evaluación médica de los niños

que presentan obesidad es una historia clínica y un

examen físico completo.

La información prenatal, posparto y posparto

(alimentación exclusiva, mixta y complementaria) debe

obtenerse de la historia clínica de la paciente, además,

información detallada como hábitos alimentarios,

176
Pediatría General Tomo 5

consumo de alcohol, frecuencia y contenido de las

comidas y refrigerios, actividad física, juego no

estructurado, deportes, vacaciones escolares, educación

física, así como examen médico y antecedentes

personales de consumo de drogas y antecedentes

familiares de obesidad. Además, es importante recopilar

datos sobre la depresión, el trato entre pares y los

trastornos alimentarios.(9)

El examen físico debe incluir la medición de la talla, el

peso, el índice de masa corporal en niños mayores de 2

años o el percentil de talla/peso en niños menores de 2

años, y la evaluación de características dismórficas

sugestivas, causas cromosómicas o monogénicas; La

presión arterial debe medirse con un manguito de

esfigmomanómetro de tamaño adecuado. Son

importantes la evaluación clínica para detectar la

presencia de acantosis nigricans, lesiones cutáneas que

pueden revelar lesiones endocrinas, palpación de la

177
Pediatría General Tomo 5

tiroides y examen de cambios ortopédicos y

neurológicos. (9)

Se pueden realizar pruebas de laboratorio para evaluar

ciertas enfermedades o riesgos futuros y, en algunos

casos, si se sospecha una enfermedad genética o

endocrina, se pueden recomendar perfiles de lípidos,

glucosa, plasma en ayunas, HbA1c, tolerancia a la

glucosa de 2 horas y transaminasas hepáticas. Por lo

tanto, se realizarán pruebas de laboratorio especiales en

estos niños, como pruebas hormonales especiales cuando

se sospeche síndrome de ovario poliquístico o síndrome

de Cushing.(8)

Diagnóstico

Según la OMS, “la obesidad y el sobrepeso se definen

como una acumulación anormal o excesiva de grasa que

puede ser perjudicial para la salud”. Generalmente, el

indicador más usado para identificar el sobrepeso y la

obesidad en adultos es el índice de masa corporal (IMC),

178
Pediatría General Tomo 5

el cual se calcula dividiendo el peso de una persona en

kilogramos para el cuadrado de su talla en metros

(kg/m2). En el caso de niños, se debe tomar en cuenta la

edad.(10)

● En adultos, la OMS indica que el sobrepeso

corresponde a un IMC igual o superior a 25

kg/m2; y la obesidad, a un IMC igual o superior a

30 kg/m2.

● En el caso de niños menores de 2 años se utiliza

la medición en relación con el peso/longitud; por

otro lado, se pueden utilizar además medidas

como el grosor de pliegues cutáneos y la

circunferencia abdominal.

● En niños menores a 5 años el sobrepeso se define

cuando el IMC para la edad esta entre +2DE y

+3DE, mientras que la obesidad es cuando el

IMC/E es mayor de +3DE, establecida en los

patrones de crecimiento infantil determinados por

la OMS.

179
Pediatría General Tomo 5

● En niños, adolescentes y jóvenes de 5 a 19 años

el sobrepeso y la obesidad se definen por el IMC

para la edad (IMC/E). Se padece de sobrepeso

cuando el indicador IMC/E es mayor de +1DE; y

de obesidad, cuando el indicador IMC/E es

mayor de +2DE por encima de la mediana

establecida en los patrones de crecimiento

infantil determinados por la OMS.

Tratamiento

En el tratamiento de la obesidad es importante que los

padres se involucren en el proceso, ya que se ha

observado que las mayores preocupaciones de los seres

queridos ocurren hasta que el niño tiene ciertas

limitaciones para realizar actividad física o ser víctima

de algún tipo de acoso escolar. por tener sobrepeso, no

antes; además de los padres o tutores legales, se necesita

un equipo multidisciplinario que incluya un médico,

dietista, psicólogo, trabajador social y fisioterapeuta. La

180
Pediatría General Tomo 5

pérdida de peso viene determinada por la edad del niño y

el grado de obesidad, así como las diversas

comorbilidades que pueden acompañar al niño. (11)

● Intervención conductual

La terapia familiar, la entrevista motivacional y la terapia

de grupo siguen siendo muy eficaces en la obesidad

infantil. Además, se puede agregar la asesoria

nutricional, el establecimiento de metas para obtener una

adherencia importante. (8) Distintos estudios han

evidenciado que son necesarias cinco etapas para que un

individuo modifique su comportamiento representadas

en un periodo de tiempo y una serie de tareas para

realizar.(12)

● Precontemplación: el paciente no es consciente

de su enfermedad, en este caso los padres evitan

pensar en el problema de sus hijos.

● Contemplación: la persona es consciente del

problema y piensa cambiar su comportamiento

sin comprometerse aún.

181
Pediatría General Tomo 5

● Preparación: disponibilidad al cambio a corto

plazo.

● Acción: modifican su comportamiento para

resolver el problema.

● Mantenimiento: compromiso por trabajar para

prevenir la recaída y consolidar lo ganado.

● Intervención nutricional

En este apartado es importante lograr una dieta

balanceada de macronutrientes de baja energía, la

Academia Americana de Pediatras recomienda el uso del

programa 5-2-1-0 para empezar cualquier intervención

nutricional, 5 o más servidas de frutas y vegetales por

día, 2 horas o menos de tiempo recreacional en pantalla

por día, 1 hora o más de actividad física diaria y 0

consumo de bebidas endulzadas con azúcar.(10)

● Actividad física

Es un componente esencial en los estilos de vida

saludable pues aumenta la masa muscular, fortalece el

sistema musculoesquelético y promueve la salud física.

182
Pediatría General Tomo 5

Esta actividad debe ser determinada por la edad del niño,

sus preferencias personales y la tolerancia al ejercicio. El

tiempo invertido por el paciente en esta intervención

debe de ser mínimo de 1 hora al día y debe incluir

actividades tanto estructuradas como desestructuradas

(4,8).

● Farmacoterapia

La medicación está recomendada cuando existe un

fracaso en la disminución de peso con estilos de vida

saludable que incluyeran dieta reducida en calorías y

ejercicio físico concomitante

● Orlistat:único medicamento aceptado por la

“Food and Drug Administration”(FDA) en

adolescentes mayores de 12 años, es un inhibidor

de lipasa que bloquea la absorción de al menos

un tercio de la grasa ingerida en una comida, la

dosis recomendada es de 120 mg tres veces al día

con las comidas. Los efectos secundarios

frecuentes y que la hacen difícil de mantener el

183
Pediatría General Tomo 5

cumplimiento incluyen diarrea, dolor abdominal,

flatulencias y heces grasosas (4).

● Metformina: recomendada en niños y

adolescentes que padecen de diabetes mellitus

tipo 2 o prediabetes, sin embargo, la literatura

indica modestas reducciones en el IMC (3).

● Intervención quirúrgica

La cirugía bariátrica ha tenido un resultado sustancioso

cuando es practicada en adultos, reduciendo el IMC, así

como morbilidades y mortalidad; existen diferentes

criterios para ser parte de una cirugía bariátrica en

adolescentes entre ellos se encuentran el intento fallido

de pérdida de peso por más de 6 meses, IMC mayor a

50kg/m2 o mayor a 40 kg/m2 con severas

comorbilidades concomitantes, ser capaz de adherirse a

una guía nutricional posoperatoria y tener un ambiente

de apoyo familiar (1,4).

Pese al aumento de estas cirugías prácticasen

adolescentes con obesidad mórbida se ha visto que la

184
Pediatría General Tomo 5

misma es infrecuente, pues en Estados Unidos se ha

logrado identificar que menos del 1% de estas cirugías

son practicadas en pacientes de estas edades.

Complicaciones

La severidad de las complicaciones aumenta con el

grado y la duración de la obesidad. La obesidad precoz

aumenta la tasa de mortalidad en la edad adulta. Entre

algunas de la complicaciones más conocidas tenemos a

las de origen metabólico que al igual que en el adulto

pueden desarrollar enfermedades crónicas no

transmisibles o llegar a un Síndrome Metabólico.

Medidas de Sanidad Pública

La prevención y el tratamiento de la obesidad exige un

enfoque en el que participen todas las instancias

gubernamentales y en el que las políticas de todos los

sectores tengan en cuenta sistemáticamente la salud,

eviten los efectos sanitarios nocivos y, por tanto, mejoren

185
Pediatría General Tomo 5

la salud de la población y la equidad en el ámbito

sanitario.(1)

Recomendaciones

Como resultado de esta investigación se recomienda la

monitorización continua en Atención Primaria del estado

nutricional de los niños, de la ganancia de peso y talla,

con énfasis en la promoción de estilos de vida

saludables.

En los niños con obesidad y comorbilidades asociadas se

recomienda realizar un abordaje multidisciplinario con

atención especializada, que permita valorar la efectividad

de las intervenciones y mantener su adherencia al

tratamiento para evitar las complicaciones a largo

plazo.(13)

Recomendaciones OMS

1. Aplicar programas integrales que promuevan la

ingesta de alimentos sanos y reduzcan la ingesta

186
Pediatría General Tomo 5

de alimentos malsanos y bebidas azucaradas

entre niños y adolescentes.

2. Aplicar programas integrales que promuevan la

actividad física y reduzcan los comportamientos

sedentarios en niños y adolescentes.

3. Integrar y fortalecer las orientaciones para la

prevención de las enfermedades no transmisibles

con las pautas actuales para la atención

pregestacional y prenatal a fin de reducir el

riesgo de obesidad infantil.

4. Ofrecer orientaciones y apoyo al establecimiento

de una dieta sana y de pautas de sueño y de

actividad física durante la primera infancia a fin

de que los niños crezcan de forma adecuada y

adquieran hábitos saludables

5. Aplicar programas integrales que promuevan

entornos escolares saludables, conocimientos

básicos en materia de salud y nutrición y

187
Pediatría General Tomo 5

actividad física en niños y adolescentes en edad

escolar.

6. Ofrecer a niños y jóvenes con obesidad servicios

para el control del peso corporal que reúnan

diversos componentes y se centren en la familia y

en la modificación del tipo de vida.

Bibliografía

1. Organización Mundial de la Salud. Informe de la comisión


para acabar con la obesidad infantil. 69a Asam Mund la Salud

[Internet]. 2016 [citado el 9 de mayo de 2022];(Acabar con la

obesidad infantil):29. Disponible en:

https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/206450/97892

43510064_spa.pdf

2. WHO. Obesidad y Sobrepeso [Internet] [Internet]. World Healt

Organization. 2021 [citado el 6 de mayo de 2022]. p. 1–6.

Disponible en:

https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/obesity-a

nd-overweight

3. Chacín M;, Carrillo S;, Rodríguez JE;, Salazar J;, Rojas J;,

Añez R;, et al. Obesidad Infantil: Un problema de pequeños

188
Pediatría General Tomo 5

que se está volviendo grande. Rev Latinoam Hipertens

[Internet]. 2019 [citado el 6 de mayo de 2022];14(5):616–23.

Disponible en:

https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=170262877016

4. Weihrauch-Blüher S, Wiegand S. Risk Factors and

Implications of Childhood Obesity. Curr Obes Reports 2018 74

[Internet]. el 13 de octubre de 2018 [citado el 6 de mayo de

2022];7(4):254–9. Disponible en:

https://link.springer.com/article/10.1007/s13679-018-0320-0

5. Tim L, Hanna B, Margot N, Olivia B, Simon B, Loise B, et al.

World Obesity Atlas 2022 [Internet]. World Obesity. London;

2022 mar [citado el 9 de mayo de 2022]. Disponible en:

https://es.worldobesityday.org/assets/downloads/World_Obesit

y_Atlas_2022_WEB.pdf

6. Serrano M, Pozo M, Medina D, Viteri JJ, Lombeida E, Moreno

L, et al. Encuesta Nacional de Salud y Nutrición. INEC

[Internet]. 2018 [citado el 7 de mayo de 2022]; Disponible en:

www.ecuadorencifras.gob.ec

7. INEC. Actividad Física y Sedentarismo ENEMDU [Internet].

ecuadorencifras. 2022 [citado el 7 de mayo de 2022].

Disponible en:

189
Pediatría General Tomo 5

https://www.ecuadorencifras.gob.ec/actividad-fisica-y-sedentar

ismo/

8. Ochoa DCM, Ortiz VPR, Cedeño JPM, Zambrano RGM, Ortiz

FJM, Alonzo GCA. Factores de Riesgo más relevantes en el

aumento de obesidad infantil. RECIAMUC [Internet]. 2018

[citado el 20 de mayo de 2022];2(4):24–40. Disponible en:

https://www.reciamuc.com/index.php/RECIAMUC/article/vie

w/220

9. Ferrer M, Fernández C, González M. Factores de riesgo

relacionados con el sobrepeso y la obesidad en niños de edad

escolar. Rev Cubana Pediatr [Internet]. 2020 [citado el 20 de

mayo de 2022];92(2):1–11. Disponible en:

http://www.revpediatria.sld.cu/index.php/ped/article/view/660

10. Ministerio de Salud Publica del Ecuador. Plan Intersectorial de

alimentación y Nutrición Ecuador 2018-2025 [Internet]. Quito:

Viceministro de Gobernanza de la Salud Pública; 2018 [citado

el 7 de mayo de 2022]. Disponible en:

https://www.salud.gob.ec/wp-content/uploads/2018/08/PIANE-

2018-2025-final-compressed-.pdf

11. Jennifer G, Mario M, Natalia M. Sobrepeso y obesidad infantil.

Rev Medica Sinerg [Internet]. el 1 de noviembre de 2021

[citado el 9 de mayo de 2022];6(11):e730–e730. Disponible en:

190
Pediatría General Tomo 5

https://revistamedicasinergia.com/index.php/rms/article/view/7

30

12. Rondón Bernard JE, Fernández Reyes B. INTRODUCCIÓN

AL MODELO TRANSTEÓRICO: ROL DEL APOYO

SOCIAL Y DE VARIABLES SOCIODEMOGRÁFICAS. Rev

Electrónica Psicol Iztacala [Internet]. 2019 [citado el 21 de

mayo de 2022];22(3). Disponible en:

http://revistas.unam.mx/index.php/repi/article/view/70932

13. Olmedo CMD, Urbano MB, Batista YM. Prevalencia de

Sobrepeso y Obesidad Infantil. Instituto Ecuatoriano de

Seguridad social, Quevedo 2015. Rev Científica Hallazgos21

[Internet]. el 10 de julio de 2018 [citado el 7 de mayo de

2022];3(2):136–43. Disponible en:

https://revistas.pucese.edu.ec/hallazgos21/article/view/276

191

También podría gustarte