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Mtro.

Víctor Eduardo Mariscal


Roberto Alejandro Zarate Padilla

2.4 Principios de almacén


Los principios de almacenamiento se refieren a las directrices y estrategias
fundamentales que guían la gestión y operación eficiente de un almacén. Estos
principios son esenciales para garantizar un flujo de trabajo efectivo y un control
adecuado del inventario. A continuación, se presentan algunos de los principios
clave del almacenamiento:

1. Organización: Mantener un sistema de almacenamiento organizado es


fundamental. Esto implica asignar ubicaciones específicas a cada tipo de
producto o mercancía y seguir un esquema lógico para su disposición. El
almacenamiento debe estar diseñado de manera que sea fácil encontrar y
acceder a los productos cuando sea necesario.
2. Rotación de inventario: Aplicar el principio FIFO (First-In, First-Out) o
LIFO (Last-In, First-Out) según corresponda al tipo de productos
almacenados. Esto garantiza que los productos más antiguos se utilicen o
vendan antes que los nuevos, reduciendo el riesgo de obsolescencia o
deterioro.
3. Minimización de desplazamientos: Organizar el almacén de manera que
se minimicen los movimientos innecesarios de personal y equipo. Esto
incluye la ubicación estratégica de productos de alta demanda y la
optimización de las rutas de recolección (picking) para reducir tiempos de
desplazamiento.
4. Etiquetado y codificación: Utilizar sistemas de etiquetado y codificación
efectivos para identificar productos y ubicaciones en el almacén. Esto
facilita la localización rápida y precisa de los productos y minimiza los
errores.
5. Maximización del espacio: Aprovechar al máximo el espacio disponible en
el almacén para almacenar productos de manera eficiente. Esto puede
incluir el uso de estanterías de almacenamiento en altura, sistemas de
almacenamiento compacto y el apilamiento adecuado de productos.
6. Seguridad: Mantener altos estándares de seguridad en el almacén para
proteger a los empleados y los productos. Esto incluye la capacitación en
seguridad, la instalación de medidas de prevención de accidentes y el
cumplimiento de las normativas de seguridad laboral.
7. Control de calidad: Realizar inspecciones de calidad de forma regular para
garantizar que los productos no estén dañados o defectuosos. Esto evita
que productos no conformes lleguen a los clientes.
8. Trazabilidad: Establecer un sistema de trazabilidad que permita seguir el
movimiento de los productos desde la recepción hasta la entrega. Esto es
especialmente importante en sectores con requisitos estrictos de
seguimiento, como el sector alimentario o farmacéutico.
9. Automatización: Utilizar tecnología y sistemas automatizados cuando sea
posible para mejorar la eficiencia y la precisión de las operaciones de
almacén. Esto puede incluir sistemas de gestión de almacenes (WMS),
sistemas de automatización de picking y sistemas de seguimiento de
inventario.
10. Evaluación continua: Realizar evaluaciones periódicas de las operaciones
de almacén para identificar áreas de mejora. Esto puede implicar la revisión
de procesos, la implementación de nuevas tecnologías o la adaptación a
cambios en la demanda del mercado.

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