La metodología para el análisis de procedimientos es una herramienta

que se utiliza en empresas u organizaciones públicas o privadas para

hacer un estudio de gestión por procesos con orientación a la
satisfacción del cliente. Este método describe paso a paso lo que se
debe hacer para llevar a cabo el análisis de los procedimientos, desde
la formulación de los procedimientos hasta el control de los mismos.
En cualquier empresa existen ciertas actividades que deben llevarse a
cabo de la misma manera, el propósito de estos es alcanzar un
resultado final de manera más rápida y eficaz en el proceso
administrativo de una empresa.
El proceso administrativo de una empresa se define como la gestión
de todos los recursos internos de la forma más eficiente y eficaz
posible para alcanzar los objetivos del negocio. El proceso consta de
cuatro etapas interrelacionadas: planificación, organización, dirección
y control.
-La etapa de planificación tiene que ver con definir los objetivos que se
esperan alcanzar y con establecer las estrategias y los métodos
necesarios para lograr dichos objetivos.
-En la etapa de organización, se determina qué recursos se necesitan
y cómo se deben asignar para llevar a cabo las actividades
establecidas en la etapa de planificación.
-En la etapa de dirección, se asigna a un socio de la firma para que se
encargue de dirigir a todos los equipos de trabajo para que se
apeguen al plan establecido.
-En la etapa de control, se supervisa el desarrollo del plan establecido
y se mide el desempeño de los procesos y se determina si se están
alcanzando los objetivos propuestos.
La metodología para el análisis de procedimientos también incluye la
identificación de los clientes y sus necesidades. Es fundamental que la
empresa tenga en cuenta las necesidades de sus clientes y trabaje en
función de ellas, ya que esto les permitirá mejorar la calidad de sus
productos o servicios y, por tanto, aumentar su satisfacción y
fidelización. En este sentido, la metodología sugiere la realización de
encuestas o entrevistas a los clientes para conocer sus necesidades y
expectativas. Otro aspecto importante de la metodología para el
análisis de procedimientos es la definición de los indicadores de
gestión. Estos indicadores permiten medir el desempeño de los
procesos y determinar si se están alcanzando los objetivos
propuestos. Los indicadores de gestión pueden ser financieros o no
financieros, y deben ser definidos de acuerdo a los objetivos de la
empresa y a las necesidades de sus clientes. Algunos ejemplos de
indicadores de gestión son la satisfacción del cliente, el tiempo de
respuesta, el costo por unidad producida, entre otros.