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AUXILIAR DE
ENFERMERIA
AUXILIAR DE ENFERMERIA
2012
ENFERMEDADES RESPIRATORIAS
TUBERCULOSIS
La tuberculosis (Tbc) es una enfermedad infecciosa crónica causada habitualmente por un
bacilo llamado Mycobacteriumtuberculososis (en muy pocas ocasiones por M. Bovis). La
afectación pulmonar representa el 90% de todas las formas de presentación de la
enfermedad.
Modo de contagio
Sintomatología
Los síntomas generales como la astenia (cansancio), anorexia (pérdida de apetito), pérdida
de peso, febrícula vespertina y sudoración nocturna son los más precoces, pero dado su
inicio insidioso pueden pasar inadvertidos.Entre los síntomas respiratorios, el más frecuente
es la tos. La hemoptisis también puede aparecer, pero es menos frecuente, así como la
toracalgia o la disnea.Un 10%-20% de los infectados están asintomáticos y son detectados
mediante estudio de contactos o de forma casual.Debe descartarse la infección tuberculosa
ante la presencia de una tos que persiste más de 3 semanas, especialmente en aquellos
grupos con más riesgo, p.ej.: inmunodeprimidos o en caso de hacinamiento de personas.
Diagnóstico
Otros métodos diagnósticos son la radiografía de tórax y las nuevas técnicas de ampliación
de ácidos nucleicos mediante sondas genéticas de ADN y de la reacción en cadena de la
polimerasa (RCP). Estas últimas aprobadas para confirmar el diagnóstico ante una
baciloscopia positiva y a la espera del resultado de los cultivos.
Tratamiento
El tratamiento se inicia a la espera de la confirmación del cultivo de esputo, cuando los datos
clínicos, radiológicos y bacteriológicos así lo sospechan.
Actualmente, con este tratamiento, se consiguen tasas de curación del 96%. La causa más
frecuente de fracaso terapéutico es la falta del correcto cumplimiento del mismo.El
tratamiento puede realizarse en el domicilio si se realiza un correcto aislamiento durante los
primeros 15 días del mismo. En general, el paciente puede reincorporarse a su vida laboral a
partir de los 2 meses.
Es importante el seguimiento mensual del paciente por parte del personal médico, para
valorar el estado clínico del paciente, los posibles efectos secundarios de la medicación y su
cumplimiento. Se aconseja realizar baciloscopias y cultivos bimensuales hasta que se
negativizan y al final del tratamiento, así como radiografía de tórax a los dos meses y al final
del tratamiento.
Tratamiento preventivo
Puede ser útil en niños y jóvenes que están en contacto con pacientes crónicos bacilíferos y
entre el personal sanitario en contacto frecuente con pacientes tuberculosos o con sus
muestras biológicas. En ambos casos, precisa una prueba de turberculina previa negativa.
INSUFICIENCIA RESPIRATORIA
La insuficiencia respiratoria es el fracaso del aparato respiratorio en su función de
intercambio de gases, necesaria para la actividad metabólica del organismo. Se denomina
crónica cuando ocurre de forma mantenida en el tiempo a lo largo de un largo periodo de
tiempo.
Causas:
4) Enfermedades de las vías aéreas superiores por Síndrome de apnea obstructiva del
sueño o difusión orgánica o funcional de las cuerdas vocales
Sintomatología
Diagnóstico
Se debe hacer especial énfasis en datos como la presencia de cianosis (coloración azulada
de las partes más distales), acropaquias (dedos en palillo de tambor, ensanchados en la
falange terminal), alteraciones en la forma de la caja torácica, así como en la auscultación
pulmonar y cardiaca que nos orientan hacia la causa de la insuficiencia respiratoria.
El resto de exploraciones complementarias que pueden realizarse son las mismas que en la
insuficiencia respiratoria aguda: gasometría arterial. Radiografía de tórax, análisis de sangre,
electrocardiograma, pruebas de función respiratoria, TAC, fibrobroncoscopia, arteriografía
pulmonar etc.
Tratamiento
El abandono del tabaco junto con la oxigenoterapia, son las únicas medidas que han
demostrado mejorar la supervivencia.
Es importante la educación del paciente y su familia que ayuda al correcto cumplimiento del
tratamiento.
Neumonías
Es la infección del parénquima pulmonar por diferentes agentes infecciosos (bacterias, virus,
hongos y parásitos). La edad es el primer factor epidemiológico a tener en cuenta ante una
neumonía, ya que cada grupo de edad se relaciona con unos microorganismos concretos.
Cómo se produce
Por diseminación sanguínea (neumonía por Stapilococcus en adictos a drogas por vía
parenteral)
En todos estos casos se produce una alteración de los mecanismos de defensa pulmonares,
así como una presencia excesiva de microbios que sobrepasan estos mecanismos.
Sintomatología
Síndrome típico: Viene precedido de un cuadro viral después del cual se inicia de forma
brusca fiebre elevada, tos productiva, dolor pleurítico en punta de costado que aumenta con
la tos y con la inspiración profunda, escalofríos y disnea. En un 10-15% se puede identificar
un herpes labial.
Síndrome atípico: Inicio más insidioso, con fiebre sin escalofríos, tos irritativa y síntomas
extrapulmonares como cefalea, mialgias, artralgias, dolor de garganta, náuseas, vómitos y
diarreas.
En ancianos, esta diferenciación no sueles ser tan clara, pudiendo presentarse una
neumonía sin fiebre ni escalofríos ni disnea, y cursar con alteraciones del estado de
consciencia y otros síntomas y signos inespecíficos.
2. Neumonías intrahospitalarias:
Diagnóstico
El examen de esputo tiene una rentabilidad baja, ya sea por la contaminación normal de la
flora orofaríngea como por la administración previa de antibióticos..
Existen técnicas inmunológicas para intentar identificar los agentes infecciosos a partir del
esputo la sangre y la orina.
Tratamiento
Consiste en la utilización de antibióticos en función del paciente a tratar, que puede ser
empírico (no se conoce el germen causal) o específico si se ha reconocido el agente
infeccioso.
En casos en los que el paciente cumple dos más criterios de los siguientes : alteración
importante en la radiografía de tórax (afectación de más de un lóbulo o bilateral, derrame
pleural o cavitación pulmonar), problemas para seguir el tratamiento en el domicilio, falta de
tolerancia al tratamiento oral, descompensación de su enfermedad de base y/o
inmunodepresión, debe ser derivado a un centro hospitalario para su tratamiento.
Prevención
Existe una vacuna de eficacia moderada, con un 60% de efectividad. Está indicada en
adultos mayores de 65 años y en niños mayores de 2 años y en adultos con alto riesgo de
infección por neumococo : asplenia, insuficiencia renal o síndrome nefrótico, anemia de
células falciformes, HIV, inmunodeprimidos, fibrosis quística, diabetes mellitus,
transplantados, alcoholismo, cirrosis hepática, neumopatías crónicas, enfermedades
cardiovasculares, portadores de fístulas de LCR.
Neumotórax
¿Qué es?
Es la entrada de aire en la cavidad pleural ya sea causado directamente desde el interior del
pulmón o desde el exterior (por perforación).
Cómo se produce
Sintomatología
Diagnóstico
Tratamiento
La pleurodesis (cirugía de las bullas) se plantea en casos graves como p.ej en la afectación
de ambos pulmones.
Existen muchos tipos de arritmias. Cada una de ellas requiere un tratamiento diferente,
también los síntomas, su gravedad y la repercusión sobre la calidad de vida del paciente
puede ser muy variable.
Las arritmias también pueden ser fisiológicas, es decir, cambios en el ritmo que obedecen a
una respuesta normal del organismo frente a determinados estímulos (por ejemplo con el
ejercicio físico).
¿Cómo se producen?
Múltiples procesos pueden ser causa de arritmias como enfermedades del corazón,
infecciones, fármacos, anemia y enfermedades del tiroides.
Síntomas
Es muy variable, desde no dar ningún tipo de síntoma hasta dar síntomas muy graves como
una parada cardiaca.
Palpitaciones, el paciente "nota el latido cardiaco". Hay que tener en cuenta, por otro lado,
que las palpitaciones no siempre traducen una arritmia. Pueden aparecer como resultado de
un estado de ansiedad y no tener ninguna relevancia.
Cansancio.Diagnóstico,
Tratamiento
Los fármacos antiarrítmicos permiten el control y tratamiento de gran parte de las arritmias.
Existen numerosos grupos de fármacos que actúan por mecanismos diferentes. Se pueden
administrar por vía oral o por vía endovenosa y siempre bajo indicación y control médico.
Insuficiencia Cardiaca
La insuficiencia cardiaca es una enfermedad que se produce cuando el corazón es incapaz
de bombear la sangre suficiente al resto del cuerpo, así se produce una situación de
desequilibrio ya que el aporte de sangre es menor a los requerimientos del organismo.
Esta enfermedad aparece tanto en hombres como en mujeres, sin embargo, en las mujeres
suele aparecer en edades más tardías. Aunque puede presentarse a cualquier edad su
frecuencia aumenta con los años siendo generalmente una enfermedad de la población
mayor.
¿Cómo se produce?
La insuficiencia cardiaca puede afectar al lado derecho, al lado izquierdo o a todo el corazón.
Existe un gran número de causas que pueden provocar una insuficiencia cardiaca. Las dos
más frecuentes son la cardiopatía isquémica y la hipertensión arterial.
Hipertensión arterial: sus efectos a largo plazo provocan una insuficiencia cardiaca.
Valvulopatías: enfermedades de las válvulas cardíacas que son defectuosas por lo cual el
corazón trabaja con mayor dificultad.
Miocardiopatías por afectación del miocardio (músculo cardiaco), pueden ser causadas por
el consumo de alcohol, fármacos o por infecciones víricas.
Fármacos y tóxicos.
Síntomas
Uno de los síntomas más frecuentes y que más alarma al paciente es la sensación de falta
de aire, que se conoce como disnea. Típicamente empeora cuando el paciente se acuesta
(ortopnea), con la actividad física (disnea de esfuerzo) y por la noche (disnea paroxística
nocturna).
Tos nocturna.
Palpitaciones, especialmente en aquellos casos en los que hay una arritmia de base.
Diagnóstico
Las exploraciones que suelen realizarse de forma habitual en un paciente con insuficiencia
cardiaca incluyen:
Tratamiento
Actividad física: el ejercicio físico regular y adaptado a cada enfermo es beneficioso. Por
ejemplo caminar media hora 4-5 veces por semana o pasear en bicicleta 20 minutos. El
médico puede realizar un programa de ejercicio físico a medida.
Vida laboral: el trabajo del paciente debe adaptarse a su capacidad física. Es recomendable
que mantenga una vida laboral y social activa.
Dieta: es recomendable disminuir el consumo de sal y seguir una dieta equilibrada baja en
grasas y colesterol. Se debe evitar el sobrepeso con una dieta adecuada.
Accidente cerebrovascular.ACV
Es una afectación cerebral focal no convulsiva de 24 horas de evolución con lesión visible
por TAC (tomografía accialcomputalizada) craneal o RMN (resonancia magnética) cerebral
(definición de la OMS).
Cómo se produce:
Los accidentes cerebrovasculares (AVC) se producen por un alteración, transitoria o no, del
funcionamiento de una o varias zonas del cerebro por un trastorno circulatorio. Éste puede
ser debido a una oclusión arterial (isquémico) o debido a una rotura arterial (hemorrágico).
Edad. El riesgo de ictus se dobla cada década a partir de los 55 años. Raza: mayor
incidencia en afroamericanos e hispanos.Sexo: aumento en el sexo masculino, pero más
incapacitante y mortal en mujeres.Factores genéticos
Diabetes mellitus: por incremento de factores de riesgo vascular (HTA, dislipemia (alteración
en los lípidos), obesidad.
Tabaquismo: doble riesgo de AVC isquémicos; asociado a HTA, el riesgo aumenta hasta 20
veces más.
Alteraciones de la coagulación
Sintomatología
Diagnóstico
Es muy importante realizar una historia cínica completa lo más detallada posible. Se
preguntará por la hora de inicio de los síntomas, la forma de instauración, la duración, la
evolución, los factores desencadenantes seguido de una exploración neurológica y
cardiovascular precisa.Las exploraciones complementarias incluyen inicialmente un análisis
de sangre con glucosa, un electrocardiograma, la saturación de oxígeno en sangre, la
temperatura axilar y la realización de un TAC craneal urgente.
Tratamiento
En la fase aguda del ictus isquémico se dispone de la fibrinolisis (rt-PA) cuyo objetivo es
restablecer el flujo vascular, limitar el daño cerebral y evitar las complicaciones de los AVC,
mediante la rotura farmacológica del trombo que ha causado la oclusión vascular.Las
indicaciones de tratamiento con fibrinolisis son: edad superior a 18 años, inicio de los
síntomas menos de 3-4,5 h previas al tratamiento, diagnóstico clínico de infarto isquémico
cerebral y síntomas presentes al menos durante 30 minutos que no mejoran antes de iniciar
el tratamiento.
Control de las cifras de tensión arterial. Control de los niveles de colesterol. Control de los
niveles de glucemia. Abandono del tabaco. Realización de ejercicio físico regular. Evitar el
¿Cómo se produce?
Síntomas
Diagnóstico
El diagnóstico se basará en el conocimiento de los valores de tensión arterial con ayuda del
esfingomanómetro..
Tratamiento
Ante todo deben seguirse los consejos del médico. El médico del individuo hipertenso
decidirá qué medidas de tratamiento ha de llevar a la práctica para reducir las cifras de
presión arterial.El objetivo terapéutico en todos los individuos hipertensos es la
normalización de la presión arterial, de manera estable y sostenida, al menos a cifras
inferiores a 140 de presión sistólica y 90 de diastólica
Tratamiento no farmacológico
El plan de acción pasa siempre por una modificación del estilo de vida. Estas medidas
generales se basan en cambiar y eliminar una serie de factores perjudiciales:
Realizar ejercicio físico moderado y aeróbico y hacerlo cada día: subir las escaleras a pie en
lugar de usar el ascensor, caminar hasta la parada siguiente del metro o autobús y bajar una
parada antes, pasear con un grupo de amigos, ir en bicicleta, nadar...
Se había recomendado con insistencia no tomar bebidas ricas en cafeína (o teína) como el
café, el té, los refrescos de cola, etc. por la relación directa entre el consumo de cafeína y la
elevación de la presión arterial. Sin embargo, actualmente se acepta que un consumo
moderado (1 ó 2 tazas de té o café al día) no suelen alterar las cifras de presión arterial. Sin
embargo, hay individuos que pueden tener cifras mayores de tensión arterial cuando
consumen estas bebidas, en cuyo caso estas personas sí deberán tomar bebidas
descafeinadas.
Tratamiento farmacológico
Medidas preventivas
Se recomienda tomar la tensión arterial como medición de rutina, al menos una vez al año a
partir de los 35-40 años. Si hay factores de riesgo, propios o familiares (familiares
hipertensos, obesidad, diabetes, etc.) este control de la tensión arterial se debe iniciar antes
y repetir con más frecuencia.
Las varices son dilataciones y alargamiento de las venas. Pueden aparecer en cualquier
zona del cuerpo pero son especialmente frecuentes en las piernas.
Es uno de los principales signos de lo que se llama síndrome de las piernas cansadas o de
insuficiencia venosa crónica. Es un problema frecuente en la población y aparecen más en
las mujeres que en los hombres.
¿Cómo se producen?
El sistema circulatorio está constituido por venas y arterias. Las venas son las encargadas
de retornar la sangre al corazón. Para facilitar este trabajo tienen unas válvulas en su interior
que impiden que la sangre vaya hacia atrás y continúe hacia arriba, hacia el corazón.
La causa de las varices suele ser múltiple, y a menudo en su origen intervienen, por un lado,
una debilidad de la pared venosa y una incompetencia de las venas y por otro, causas que
conducen a un aumento de la presión venosa.
Cuando por diferentes motivos las válvulas se vuelven incompetentes, el retorno venoso se
dificulta y la sangre queda estancada en las venas. Si esta situación persiste en el tiempo las
venas aumentan de tamaño y se dilatan apareciendo las conocidas varices.
Síntomas
Los pacientes con varices pueden presentar acumulación de líquido e hinchazón de los
tobillos y las piernas, dolor, pesadez y calambres. Las molestias suelen empeorar tras un
período de tiempo prolongado sentado o de pie, sin realizar una actividad física, con
sensación de quemazón y constante hormigueo en las piernas.
En los casos más evolucionados aparecen úlceras en la piel con picor, cambios de color y
de textura y pueden aparecer coágulos por el estancamiento de la sangre en su interior lo
que se conoce como trombosis venosa superficial.
Diagnóstico
Las varices son fáciles de identificar por el médico con una adecuada exploración
física.Durante esta exploración se pueden realizar determinadas maniobras para ver el
retorno venoso.Para completar el diagnóstico se realiza una ecografía que permite valorar el
funcionamiento de las válvulas venosas.
Tratamiento
En casos leves el tratamiento está encaminado a aliviar las molestias y a que el problema no
empeore.
Medidas conservadoras:
Medidas para facilitar el retorno venoso como las medias compresivas de venta en
farmacias.Evitar estar mucho tiempo de pie o sentado, cambiando de postura o
levantándose con frecuencia.Evitar el tabaco y el sobrepeso.Evitar llevar prendas de ropa
demasiado apretadas que dificulten el retorno venoso.Llevar una dieta saludable.Practicar
ejercicio de forma regular (especialmente caminar, ir en bicicleta).Mantener las piernas en
alto (elevarlas por encima del corazón) al final del día, especialmente en periodos que
pueden empeorar como durante el embarazo.
Tratamiento médico-quirúrgico
Esclerosis: se inyecta una sustancia irritante, es decir, que provoca una cicatrización y cierre
de la vena, en el interior de los vasos venosos afectados. Se realiza de forma ambulatoria y
está indicado sobretodo en varices de pequeño y mediano calibre.
Prevención
¿Cómo se produce?
Existe un gran número de causas que pueden provocar gastritis. El mecanismo común en
todas ellas es un desequilibrio entre los factores desencadenantes o que la favorecen y los
mecanismos de defensa que protegen la pared del estómago, que resultan finalmente en
una lesión de la mucosa gástrica.
La gastritis aguda suele asociarse con frecuencia a una enfermedad grave (como problemas
hepáticos y renales) a cirugía mayor, a un traumatismo y a situaciones de estrés fisiológico
importante. También pueden causarla infecciones por bacterias (Helicobacter pylori), virus y
hongos, consumo de alcohol, fármacos (como antiinflamatorios no esteroideos,
corticosteroides), radioterapia y reflujo biliar (paso de la bilis hacia el estómago).
Las gastritis crónica puede deberse a las mismas causas, si bien se prolonga en el tiempo.
Pueden aparecer erosiones importantes en la mucosa gástrica y sangrado. También se
asocia al consumo de antiinflamatorios no esteroides (AINES), infección por el Helicobacter
pylori y enfermedades autoinmunes como la anemia perniciosa. Es un tipo de anemia en la
cual el estómago no puede absorber de vitamina B12, debido a que los anticuerpos atacan a
la mucosa del estómago provocando su adelgazamiento.
Síntomas
La gastritis puede ser un hallazgo casual cuando se realiza una endoscopia por otro motivo.
Puede existir inflamación sin que existan síntomas.
La gastritis se puede manifestar por una variedad de síntomas digestivos siendo los más
comunes dolor en la parte alta del abdomen o molestias digestivas (término que se conoce
como dispepsia).
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en los síntomas que refieren el paciente y los hallazgos, tras la
realización de endoscopia, de una inflamación de la mucosa.
Test para la detección de Helicobacter pylori. Se suele realizar la Prueba del aliento, muy
precisa para la detección de la bacteria Helicobacter. Consiste básicamente en beber un
líquido viscoso y posteriormente soplar en un pequeño tubo.
Tratamiento
Se deben eliminar todos aquellos posibles factores de riesgo. En el caso que sea necesario
se debe interrumpir el uso de fármacos antiinflamatorios no esteroideos así como otros
factores agravantes como alcohol, tabaco, café y bebidas con cafeína.
Se indica de forma general tratamiento con fármacos para neutralizar el ácido del estómago
o disminuir su producción y así eliminar los síntomas y favorecer su curación. Los fármacos
habitualmente empleados son los antiácidos y protectores gástricos, los antagonistas de los
receptores H2 o los inhibidores de la bomba de protones. Éstos últimos bloquean la
secreción de ácido por el estómago (son los más potentes).
Es recomendable seguir una dieta adecuada en la cual se debe evitar la ingesta de comidas
y bebidas que agravan los síntomas.
Prevención
Seguir una dieta sana y equilibrada, evitar el consumo de alcohol y el tabaco, no tomar
antiinflamatorios no esteroideos excepto en los casos indicados por su médico y utilizar
protectores gástricos en aquellas situaciones de riesgo pueden evitar los episodios de
gastritis.
ULCERA PEPTICA
Una úlcera péptica es una erosión o herida en la mucosa del estómago (úlcera gástrica) o en
la parte superior del intestino delgado, llamado duodeno (úlcera duodenal). Las úlceras
suelen tener un tamaño entre 0.5 y 1.5 cm de diámetro.
¿Cómo se produce?
Existe una clara relación entre la infección por una bacteria llamada H. pylori y la aparición
de la úlcera duodenal y la úlcera gástrica. Una persona infectada por esta bacteria tiene
JHONY ESTRADA - INSTITUTO BALCARCE Página 22
AUXILIAR DE ENFERMERIA 2012
mayor riesgo de desarrollar una enfermedad ulcerosa a lo largo de su vida. No todos los
pacientes con úlcera tienen una infección por Helicobacter pylori pero sí se da en un gran
porcentaje. La forma de tornillo del H. pylori le permite penetrar en la membrana mucosa del
estómago o el duodeno para poder adherirse, produciendo una serie de toxinas que inflaman
y dañan la mucosa.
Las úlceras también pueden aparecer en relación con el consumo de medicamentos como
corticosteroides y antiinflamatorios no esteroideos. Uno de los efectos no deseables de los
antiinflamatorios es que aumentan el riesgo de hemorragia digestiva o de enfermedad
ulcerosa, pues su uso prolongado puede dañar la mucosa del tracto digestivo causando una
úlcera o empeorándola.
Síntomas
Dolor abdominal. Es el síntoma principal, suele ser un dolor agudo, referido como quemazón
o ardor, localizado en epigastrio, de aparición a brotes de 2 a 4 semanas de duración, suele
calmar con la ingesta o con antiácidos.
Náuseas y vómitos.
En algunos casos las úlceras son asintomáticas o dan pocas molestias y se diagnostican
tras la aparición de una complicación como:
Diagnóstico
- Métodos invasivos:
Endoscopia. Se introduce un tubo con una pequeña cámara a través de la boca y el esófago
hasta llegar al estómago y duodeno que permite visualizar todo el tracto digestivo y así, la
existencia de alteraciones. Si se visualiza la úlcera se pueden tomar pequeñas muestras de
tejido (biopsia).
- Métodos no invasivos:
Prueba del aliento. Es una prueba muy precisa tanto para la detección de la bacteria
Helicobacter como para comprobar la recurrencia de la infección tras el tratamiento
antibiótico. Consiste básicamente en beber un líquido viscoso y posteriormente soplar en un
pequeño tubo.
Tratamiento
Para aliviar los síntomas y atenuar el dolor se indica tratamiento farmacológico. Los
fármacos habitualmente empleados son los antiácidos y protectores gástricos, los
antagonistas de los receptores H2 o los inhibidores de la bomba de protones. Éstos últimos
bloquean la secreción de ácido por el estómago (son los más potentes). Puede ser
necesario un tratamiento a largo plazo.
Se recomienda además seguir una serie de medidas de estilo de vida como mantener una
dieta equilibrada y sana, evitando las comidas ricas en grasas. Realizar comidas pequeñas
durante el día a intervalos regulares. Se aconseja además evitar el tabaco, el té, el café y las
bebidas con cafeína, así como el alcohol y el consumo de antiinflamatorios no esteroideos.
Prevención
Llevar una dieta saludable y si se tiene riesgo de úlceras evitar tomar antiinflamatorios no
esteroideos o hacerlo asociados a un protector gástrico evita la aparición de una úlcera.
ESTREÑIMIENTO
El estreñimiento es un problema muy común en la población. Se define como un cambio en
el hábito intestinal (agudo o crónico) en el que existe una disminución en el número de
deposiciones (menos de 3 veces por semana) con heces generalmente secas y duras y
dificultad a la expulsión o sensación de evacuación incompleta.
¿Cómo se produce?
Generalmente es un trastorno funcional, es decir, no hay una causa orgánica que lo provoca
pero sí una suma de factores que dan lugar a esta alteración en el ritmo intestinal normal.
Síntomas
Las molestias más frecuentes en las personas que padecen estreñimiento incluyen dolor o
malestar abdominal, hinchazón, sensación de plenitud, meteorismo (gases) y sensación de
evacuación incompleta. La dificultad a la expulsión de las heces y el esfuerzo defecatorio
pueden provocar o agravar problemas de hemorroides o fisuras anales. También puede
aparecer lengua sucia (saburral) y mal aliento.
Los síntomas de alarma que hay que tener en cuenta ante un problema de estreñimiento, ya
que pueden traducir una enfermedad grave y por los que es recomendable consultar al
médico incluyen: pérdida de peso, sangre en las heces, dolor cada vez que se defeca o
aparición del estreñimiento como un síntoma nuevo (antes no existía).
Diagnóstico
La exploración física se realiza para buscar los signos de alguna enfermedad orgánica.
Radiografía abdomen.
Enema opaco.
En algunos casos seleccionados pueden requerirse estudios más complejos que estudian el
funcionamiento del esfínter anal como la manometría anorrectal.
Tratamiento
Las bases fundamentales del tratamiento son las medidas higiénico dietéticas, se
recomienda:
Seguir una alimentación adecuada rica en fibra. Comer fruta con piel si es posible y verduras
poco cocinadas o crudas, pan y cereales integrales. Se recomiendan de dos a 4 porciones
de fruta y de 3 a 5 porciones de verdura diarias. La fibra de trigo es la que produce mayor
incremento del peso fecal.
Ingerir abundantes líquidos (alrededor de un litro y medio a dos) al día para facilitar la
formación y eliminación de heces.
Ser ordenado y regular en los horarios de las comidas, comer despacio y masticando bien.
Tratamiento farmacológico:
Prevención
DIARREA
¿Qué es?
La diarrea se define como un aumento del volumen o de la frecuencia del hábito intestinal
con heces de consistencia líquida o semilíquida.
¿Cómo se produce?
Las causas más frecuentes de diarrea aguda son las infecciosas, es decir, producidas por
virus, bacterias, parásitos u hongos. Es lo que se conoce como gastroenteritis aguda. Entre
las causas no infecciosas encontramos el consumo de fármacos (por ejemplo antibióticos),
transgresiones alimentarias, quimioterapia, radioterapia, intolerancias alimentarias y algunas
enfermedades digestivas (como la apendicitis).
Las causas de la diarrea crónica son muy numerosas y engloban a muchas enfermedades
digestivas como la enfermedad de Crohn y la enfermedad celiaca, enfermedades
pancreáticas, enfermedades autoinmunes, enfermedades neurológicas, enfermedades de la
glándula tiroides (hipertiroidismo) y abuso de laxantes, entre otras.
Síntomas
En la diarrea aguda el cuadro es de inicio brusco y suele tener una duración entre 3-7 días.
Hay que prestar especial atención a los denominados pacientes de riesgo en los que la
atención y la vigilancia médica debe ser más estrecha como los ancianos, bebés, niños,
enfermos crónicos e inmunodeprimidos.
Diagnóstico
La diarrea aguda no requiere más pruebas que los síntomas e historia clínica. En los casos
que el médico considere pertinente puede indicarse un cultivo de las heces (coprocultivo)
Se debe realizar además un examen físico del paciente para determinar si existen signos de
deshidratación o cualquier síntoma alarmante.
Pruebas para descartar intolerancia a ciertos productos (como fructosa, lactosa y sorbitol) y
test de malabsorción.
Manometría rectal para descartar mal funcionamiento del esfínter (músculo) rectal, sobre
todo en casos de incontinencia anal importante.
Tratamiento
En la diarrea aguda el tratamiento tiene como objetivo proporcionar una ingesta adecuada
de líquidos y electrólitos. La rehidratación se basa en la restitución de la cantidad de agua,
glucosa y electrolitos que se pierden a causa de la diarrea y es la primera medida a poner en
marcha una vez diagnosticada.
En casos leves es suficiente la rehidratación oral con líquidos (sueroral, bebidas para
deportistas que son ricas en electrolitos), bebiendo en pequeñas cantidades, de forma
continua. Se aconseja no tomar alimentos sólidos durante 12 horas aproximadamente y
cuando se mejore iniciar una dieta suave. Los alimentos prohibidos durante la diarrea
incluyen: guisos, fritos, embutidos y grasas, fibra vegetal, dulces, leche, café y zumo de
naranja.
Prevención
La mayoría de las diarreas agudas de causa infecciosa se transmiten por la falta de higiene.
Para su prevención se recomienda una adecuada manipulación de los alimentos, lavado de
las manos después de usar el baño y sólo beber agua debidamente embotellada en las
zonas en las que exista riesgo de infección.
COLITIS ULCEROSA
La colitis ulcerosa junto con la enfermedad de Crohn pertenece a un grupo conocido como
enfermedades inflamatorias crónicas intestinales en las cuales se produce la inflamación de
determinados segmentos del tubo digestivo.
En la enfermedad de Crohn se puede ver afectado cualquier tramo del tubo digestivo, esto
incluye desde la boca hasta el ano.
Son enfermedades crónicas y que suelen afectar a personas jóvenes (sobre todo entre los
15-30 años de edad).
¿Cómo se produce?
Síntomas
En el caso de la colitis ulcerosa la parte más frecuentemente afectada del colon es la última
porción (llamada recto-sigma). La enfermedad cursa con brotes, es decir, episodios de
inflamación que se manifiestan con síntomas y que pueden durar semanas o meses y otros
períodos asintomáticos.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en la historia clínica, los datos analíticos y los hallazgos de las
pruebas específicas digestivas que incluyen la endoscopia y los estudios radiológicos.
Se han de realizar cultivos de heces para descartar enfermedades infecciosas que estén
provocando los síntomas de diarrea, fiebre y sangrado.
El enema opaco tiene menos utilidad. Permite ver la extensión de las lesiones y si hay
estrechamientos (estenosis).
Tratamiento
El tratamiento tiene como objetivo controlar los síntomas durante el brote o episodio agudo
de la enfermedad y controlar las recaídas. El tratamiento puede diferir de unos pacientes a
otros en función de la gravedad y de las características de cada caso.
1. Medidas generales
El paciente debe evitar los posibles factores desencadenantes como son las infecciones
(respiratorias o intestinales) y los antiinflamatorios no esteroideos.
Para alivio del dolor y las diarreas se pueden prescribir antidiarreicos y antiespasmódicos.
2. Tratamiento farmacológico
Existen diversas opciones de tratamiento que incluyen fármacos con efecto antiinflamatorio
local, corticoides, inmunosupresores y antibióticos. Algunos de estos fármacos pueden
administrarse por vía oral o en forma de enemas, esto último es especialmente adecuado
cuando la enfermedad afecta al sigma y recto.
En el tratamiento mantenimiento se suelen utilizar los derivados del ácido salicílico (5-ASA),
como la mesalazina.
3. Tratamiento quirúrgico
ENFERMEDAD DE CROHN
La enfermedad de Crohn junto con la colitis ulcerosa pertenece a un grupo conocido como
enfermedades inflamatorias crónicas intestinales en las cuales se produce la inflamación de
determinados segmentos del intestino.
En la enfermedad de Crohn se puede afectar cualquier tramo del tubo digestivo, esto incluye
desde la boca hasta el ano.
Son enfermedades crónicas y que suelen afectar a personas jóvenes (sobretodo entre los
15-30 años de edad).
¿Cómo se produce?
Síntomas
Es una enfermedad crónica, que puede reactivarse varias veces a lo largo de la vida. El
curso clínico individual es impredecible, ciertos pacientes sufren de síntomas continuos
mientras que otros muestran períodos muy largos sin síntomas.
Al afectar cualquier zona del intestino la sintomatología puede ser muy variada, ya que está
relacionada con su localización, y cambiar de un paciente a otro.
La diarrea es el síntoma común en todos los casos. También puede aparecer dolor
abdominal, presencia de sangre en heces, sangrado rectal, fiebre, fístulas, abscesos
perianales y pérdida de peso . Como consecuencia de la inflamación puede haber mala
absorción de los nutrientes, anemia y, en niños, retraso del crecimiento.
Existen porciones de intestino afectadas separadas entre sí por zonas de intestino normal.
Algunas de las complicaciones que pueden aparecer asociadas son la obstrucción intestinal,
fístulas a otros órganos como vejiga, vagina y piel, cáncer y megacolon tóxico.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en la historia clínica, los datos analíticos y los hallazgos de las
pruebas específicas digestivas que incluyen la endoscopia y los estudios radiológicos.
Generalmente se indican las siguientes determinaciones:
Analítica en sangre: puede encontrarse elevados los marcadores que indiquen inflamación e
infección. También puede haber anemia y déficit de nutrientes.
Enema opaco. Suele ser la prueba más importante en el diagnóstico. Permite ver la
afectación del intestino delgado tras la ingestión de papilla de bario (contraste visible a los
rayos X) permitiendo ver la extensión de las lesiones, las posibles estenosis
(estrechamientos), pólipos, etc.
Otras pruebas que pueden resultar útiles son la ecografía abdominal, el TAC abdominal
(sobre todo para ver complicaciones como abscesos) y la ecografía endoanal (cuando hay
afectación del recto: fístulas y abscesos).
Tratamiento
El tratamiento tiene como objetivo controlar los síntomas durante el brote o episodio agudo
de la enfermedad y controlar las recaídas. El tratamiento puede diferir de unos pacientes a
otros en función de la gravedad y de las características de cada caso.
1. Medidas generales
El paciente debe evitar los posibles factores desencadenantes como son las infecciones
(respiratorias o intestinales), el tabaco y los antiinflamatorios no esteroideos.
Para alivio del dolor y las diarreas se pueden prescribir antidiarreicos y antiespasmódicos.
2. Tratamiento farmacológico
Existen diversas opciones de tratamiento que incluyen fármacos con efecto antiinflamatorio
local, corticoides, inmunosupresores y antibióticos. Algunos de estos fármacos pueden
administrarse por vía oral o en forma de enemas, esto último es especialmente adecuado
cuando la enfermedad afecta al sigma y recto. Uno de los más recientes inmunosupresores
son los denominados anti TNF que tiene un efecto sobre el sistema inmunológico
disminuyendo su actividad inflamatoria. Este tratamiento tiene indicaciones restringidas
limitándose a casos refractarios al tratamiento convencional.
En el tratamiento mantenimiento se suelen utilizar los derivados del ácido salicílico (5-ASA),
como la mesalazina.
3. Tratamiento quirúrgico
Prevención
PANCREATITIS
Definición
Proceso inflamatorio agudo o crónico que afecta al páncreas provocando una alteración de
sus funciones habituales.
La inflamación aguda del páncreas se relaciona en la mayoría de los casos con la presencia
de un cálculo biliar y en menor medida con el abuso agudo o crónico de alcohol. Otras
causas menos frecuentes son después de cirugía o de técnicas diagnósticas, intoxicación
por fármacos, infecciones sistémicas que afectan al páncreas o enfermedades vasculares
como el lupus.
La inflamación crónica del páncreas se relaciona en la mayoría de los casos con el abuso
crónico del alcohol.
Síntomas de enfermedad
Náuseas y vómitos.
Distensión abdominal.
Los síntomas de pancreatitis crónica pueden ser más larvados y puede aparecer:
Náuseas y vómitos.
Diagnóstico de la enfermedad
El resultado de los estudios complementarios que se realicen, entre los que destacan una
analítica de sangre que debe mostrar signos de inflamación o de alteración de la función del
páncreas; o estudios por imagen como la radiografía, la ecografía o la tomografía de
abdomen que muestren un aumento del tamaño de la glándula o la presencia de
alteraciones como cálculos, abscesos, calcificaciones, quistes o tumores.
Tratamiento de la enfermedad
HEMORROIDES
Definición
Dilatación de las venas localizadas en los márgenes internos o externos del ano.
Causas de enfermedad
Formas familiares (determinados miembros de una misma familia pueden presentan una
mayor prevalencia)El embarazo debido al éxtasis venoso y el esfuerzo para dar a luz, puede
producir hemorroides que normalmente desaparecen tras el parto.El estar mucho tiempo de
pie, o cargar mucho peso, puede favorecer o empeorar los síntomas de las hemorroides.El
consumo de sustancias excitantes o picantes puede favorecer o empeorar los síntomas de
las hemorroides.
Síntomas de enfermedad
Picor y quemazón a nivel anal, sobre todo tras defecar o limpiarse al ano.Emisión de
pequeñas cantidades de sangre roja por el ano, normalmente al finalizar la defecación o al
realizar la limpieza con el papel higiénico.Las hemorroides externas pueden doler durante la
defecación o durante la sedestación prolongada. Las hemorroides internas no suelen doler.
Diagnóstico de la enfermedad
Tratamiento de la enfermedad
Baños de agua tibia-fresca (3-4 al día), durante 10-15 minutos.Aplicación de frío local. Uso
de cremas antihemorroidales, durante un tiempo limitado (no más de 5-7 días, porque
pueden provocar más sangrado).Analgésicos (paracetamol, antiinflamatorios...)
Durante la defecación:
Evitar reprimir el deseo de ir al baño.Procurar realizar una deposición al día, evitando las
diarreas y el estreñimientoEvitar los esfuerzos al defecar
Si las hemorroides salen del ano se debe intentar devolverlas a su posición habitual
haciendo una leve presión con el dedo.
Para la limpieza es mejor toallitas húmedas o hacer baños de agua tibia tras la deposición
que el uso del papel higiénico
Las hemorroides de gran tamaño, muy sangrantes, que se prolapsan con facilidad o que se
trombosan pueden requerir de tratamiento quirúrgico, las técnicas más utilizadas son:
Esclerosis de la hemorroide.
Prevención de la enfermedad
Aumentar la cantidad de fibra en las comidas (frutas frescas, verduras, pan integral,
cereales...).
APENDICITIS
La apendicitis es la inflamación del apéndice. El apéndice es un órgano formado por tejido
intestinal, de pequeño tamaño y forma alargada de saco, situado en la unión entre el
intestino delgado y el intestino grueso. Su función se desconoce. El apéndice se localiza en
la parte inferior derecha del abdomen.
¿Cómo se produce?
Síntomas
La apendicitis puede aparecer a cualquier edad pero es mucho más frecuente en las
personas jóvenes (menores de 30 años).
Diagnóstico
Respecto a las pruebas de imagen las más utilizadas son la ecografía abdominal y el TAC
abdominal (especialmente en pacientes con dolor abdominal y síntomas poco claros).
La confirmación diagnóstica vendrá dada por la visión directa del apéndice inflamado
durante la cirugía.
Tratamiento
En caso de retraso del tratamiento la inflamación puede progresar con rotura del apéndice
dando lugar a una infección localizada (absceso) o generalizada en la cavidad abdominal
(peritonitis). La peritonitis es una enfermedad grave que requiere tratamiento urgente con
cirugía, antibióticos y líquidos intravenosos.
Prevención
HEPATITIS A
Definición
La hepatitis A es una enfermedad típica del viajero que viaja a países subdesarrollados.
Las principales vías de contagio de la infección del virus de la hepatitis A para el hombre
son:
Ingerir alimentos contaminados por heces de animales o de personas portadores del virus
(por ejemplo, a través de la toma de frutas o verduras que no han sido correctamente
lavados o tratados)
Beber agua contaminada con heces portadoras del virus (en las áreas del mundo donde la
higiene o las condiciones sanitarias son deficitarias)
Por contacto con manos contaminadas con heces portadoras del virus (por ejemplo al
cambiar un pañal o en personas con mala higiene manual después de la defecación)
Las personas infectadas por el virus pueden trasmitir la enfermedad desde el momento en
que fueron infectados por el virus hasta dos semanas después de que aparezcan los
Síntomas de la enfermedad
Cansancio
Fiebre elevada
Molestias abdominales
Picor de la piel
Diagnóstico de la enfermedad
Tratamiento de la enfermedad
Los casos graves en los que se objetivan signos de insuficiencia hepática (alteración de su
función) requieren de ingreso hospitalario para su tratamiento.
Pronóstico de la enfermedad
En general la hepatitis A es una enfermedad benigna, autolimitada y que cura sin dejar
secuelas.
Prevención de la enfermedad
Las personas que viajen a países subdesarrollados o endémicos para la hepatitis A deben
recibir información en los centros de vacunación internacionales antes de iniciar su viaje.
HEPATITIS B
Definición
Inflamación aguda, subaguda o crónica del hígado causada por el virus B de la hepatitis.
Por contacto con sangre infectada (a través de heridas, uso de agujas o jeringuillas
compartidas: transfusiones, hemodiálisis, acupuntura, piercing, tatuajes, uso de drogas
intravenosas, etcétera).
Por vía sexual, a través del contacto con semen, secreciones y saliva de una persona
infectada por el virus.
Por transmisión de una madre infectada por el virus al feto en el momento del parto.
Por contacto con utensilios u objetos contaminados por el virus (cepillo de dientes, vasos,
cubiertos, material sanitario, etcétera)
El período de incubación del virus de la hepatitis B es de unos 60-90 días. Las personas con
infección aguda o subaguda por el virus de la hepatitis B pueden trasmitir la enfermedad
desde el momento en que fueron infectados hasta dos semanas después de que aparezcan
los primeros síntomas de enfermedad. Las personas con infección crónica son siempre
potencialmente contagiosas. El virus puede sobrevivir varios días en el medio ambiente (en
objetos o utensilios contaminados).
Síntomas de la enfermedad
Cansancio
Pérdida de peso
Fiebre moderada
Picor de la piel
Molestias abdominales
Diagnóstico de la enfermedad
Tratamiento de la enfermedad
Los casos graves en los que se objetivan signos de insuficiencia hepática (alteración de su
función) requieren de ingreso hospitalario para su tratamiento.
El tratamiento de la hepatitis B crónica requiere del uso de fármacos antivirales para evitar la
replicación del virus dentro del hígado y deben ser pautados por el médico habitual del
paciente.
Pronóstico de la enfermedad
Algunos casos de hepatitis B aguda evolucionan hacia una hepatitis B crónica que a medio o
largo plazo pueden desarrollar complicaciones graves como la cirrosis o el cáncer de hígado.
Prevención de la enfermedad
Las personas infectadas o aquellas que conviven con personas infectadas por el virus de la
hepatitis B deben conocer y evitar las vías de contagio del virus.
HEPATITIS C
Definición
Inflamación aguda, subaguda o crónica del hígado causada por el virus C de la hepatitis.
Por contacto con sangre infectada (a través de heridas, uso de agujas o jeringuillas
compartidas: transfusiones, trasplantes, hemodiálisis, acupuntura, piercing, tatuajes, uso de
drogas intravenosas, etcétera). Es la principal vía de contagio de este virus.
Por vía sexual, a través del contacto con semen o secreciones de una persona infectada por
el virus..
Por transmisión de una madre infectada por el virus al feto en el momento del parto.
Por contacto con utensilios u objetos contaminados por el virus (cepillo de dientes, cuchillas,
material sanitario, etcétera)
El período de incubación del virus de la hepatitis C es de unas 4-12 semanas. Las personas
con infección aguda o subaguda por el virus de la hepatitis C pueden trasmitir la enfermedad
desde el momento en que fueron infectados hasta dos semanas después de que aparezcan
los primeros síntomas de enfermedad. Las personas con infección crónica son siempre
potencialmente contagiosas. El virus puede sobrevivir varios días en el medio ambiente (en
objetos o utensilios contaminados).
Síntomas de la enfermedad
Cansancio
Pérdida de peso
Fiebre moderada
Picor de la piel
Molestias abdominales
Diagnóstico de la enfermedad
Tratamiento de la enfermedad
Los casos graves en los que se objetivan signos de insuficiencia hepática (alteración de su
función) requieren de ingreso hospitalario para su tratamiento.
El tratamiento de la hepatitis C crónica requiere del uso de fármacos antivirales para evitar la
replicación del virus dentro del hígado y deben ser pautados por el médico habitual del
paciente.
Pronóstico de la enfermedad
Más del 60% de los casos de hepatitis C aguda evolucionan hacia una hepatitis C crónica, y
un tercio de estos pacientes acaban desarrollando complicaciones graves como la cirrosis o
el cáncer de hígado.
Prevención de la enfermedad
Las personas infectadas o aquellas que conviven con personas infectadas por el virus de la
hepatitis C deben conocer y evitar las vías de contagio del virus.
CIRROSIS
Definición
Alteración y/o pérdida de las funciones principales del hígado (limpieza y regeneración de la
sangre, intervención en procesos de coagulación sanguínea o de digestión de grasas,
control de infecciones, entre otras) debidas a una lesión crónica e irreparable de las células
hepáticas que son sustituidas por tejido fibroso y cicatricial.
La cirrosis es producida por agentes o tóxicos con capacidad de provocar daño celular grave
del hepatocito ó célula del hígado. Los agentes más frecuentemente implicados en el
desarrollo de cirrosis son el virus de la hepatitis B y C; los tóxicos más frecuentemente
implicados son el alcohol, algunos fármacos usados de forma crónica y determinadas drogas
o venenos.
Síntomas de enfermedad
Las fases iníciales de la enfermedad que puede ser de meses o años puede ser
asintomática o el paciente puede presentar síntomas inespecíficos como: Astenia
ANOREXIA
Pérdida de peso
Molestias en el hipocondrio derecho (parte anterior derecha del abdomen, debajo de las
costillas).
Presencia de lesiones cutáneas como las arañas vasculares en la piel del abdomen,
telangiectasias en los pómulos o enrojecimiento de las palmas de las manos.
Encefalopatía hepática o alteraciones del sistema nervioso central por acúmulo de tóxicos en
la sangre
Hipertensión portal o aumento de la presión del interior de la vena porta que condiciona la
aparición de circulación venosa colateral y de varices esofágicas.
Diagnóstico de la enfermedad
Resultado de los estudios complementarios que se realicen, entre los que destacan una
analítica de sangre deben mostrar signos de inflamación o de alteración de la función del
hígado o detectar la presencia de tóxicos o de virus de hepatitis, y una ecografía hepática
que demuestre un aumento del tamaño del hígado y/o bazo o la presencia de una lesión
hepática.
Tratamiento de la enfermedad
Control médico habitual según indicaciones del médico responsable del paciente durante
toda la enfermedad
Prevención de la enfermedad
COLECISTITIS
DEFINICIÓN
Otras causas menos frecuentes de colecististis son infecciones sistémicas graves, SIDA o
diabetes.
Sintomatología de la enfermedad
Náuseas, vómitos
Inquietud
Diagnóstico de la enfermedad
Tratamiento de la enfermedad
Tratamiento farmacológico en la fase aguda con analgésicos para el control del dolor,
antibióticos para el control de la infección y sueroterapia.
La perforación de la vesícula biliar es una urgencia médica que requiere de cirugía abierta
urgente con extirpación de la vesícula.
Prevención de la enfermedad
Evitar el consumo de alcohol, las comidas muy copiosas, muy condimentadas o ricas en
grasas.
ACCIDENTES Y LESIONES
Traumatismo craneoencefálico
Es cualquier traumatismo que se produce en la cabeza; si es más superficial, afectará al
cuero cabelludo, y si es más intenso, puede llegar a afectar al cráneo o al cerebro. En la
mayoría de los casos, se tratará de un simple abultamiento superficial ya que el cráneo está
formado por un conjunto de huesos que protegen al cerebro; en los casos en que el
traumatismo sea importante, puede existir una lesión del cerebro.
¿Cómo se produce?
En los casos en que el traumatismo haya sido de poca intensidad, la persona presentará
dolor leve de cabeza y posiblemente presente un abultamiento localizado; puede existir una
pérdida de conocimiento, pero ésta será de corta duración, menos de 15 minutos. En estos
casos, que son la mayoría, la persona habrá sufrido una sacudida del cerebro, pero sin
ocasionar ninguna lesión cerebral.
En algunos casos puede existir una lesión interna, ya sea de la estructura ósea, o incluso de
su órgano interno, el cerebro. Además, los síntomas pueden presentarse tras haber sufrido
el golpe, o bien puede ir apareciendo al cabo de unos horas, o incluso de unos días. Es
también posible que exista una lesión del cerebro, sin que exista daño en el cráneo.
Debemos sospechar que hay una lesión interna, es decir a nivel cerebral, que implicaría un
traumatismo craneal moderado o grave, cuando la persona que ha sufrido un golpe
importante en la cabeza presente:
Convulsiones
Hematoma facial
Vómitos recurrentes, rigidez en la zona posterior del cuello, y/o dolor intenso de cabeza.
Si presenta alguno de los síntomas anteriores, debemos avisar por teléfono al servicio de
urgencias médicas para que avise una ambulancia para poder trasladar a la persona a un
centro sanitario donde le realizarán las pruebas complementarias oportunas para descartar
una lesión interna.
Mientras esperamos que llegue el servicio de emergencias, debemos realizar los siguientes
pasos:
2º Si la persona respira y tiene pulso pero está inconsciente, no podemos movilizarla ya que
podría tener una lesión en la columna vertebral que pudiera agravarse con la movilización.
3º Si tiene alguna herida que sangra, debemos intentar contenerla con un trozo de tela
limpio. Si la herida está en la cabeza, no podemos realizar una presión fuerte, es preferible
cubrir la herida con gasas estériles.
4º Si está vomitando, se debe evitar que la persona se pueda ahogar con el contenido del
vómito; para ello podemos girar la cabeza, el cuello y el cuerpo como si fuera todo un
bloque.
Durante las primeras 24 horas tras sufrir un golpe de cabeza de poca intensidad, debemos
vigilar la aparición de alguno de los síntomas de los que hemos mencionado con
anterioridad. Para ello, si la persona está durmiendo debemos despertarla cada 2 o 3 horas.
En el caso de tener dolor de cabeza se puede tomar paracetamol, evitando la aspirina u
otros antiinflamatorios.
En el caso de que la persona herida lleve casco, y hay sospecha de traumatismo craneal
grave, no retirar el caso.
QUEMADURAS
Las quemaduras son lesiones de la piel producidas por varios agentes externos; además de
la piel puede afectar a tejidos subyacentes situados por debajo de la piel afectada.
Los agentes causantes de las quemaduras son variados y podemos agruparlos en 3 grandes
grupos:
Los agentes térmicos, son los más frecuentes, y producen quemaduras por 3 mecanismos:
1. por contacto, ya sea un sólido o un líquido; 2. por llama, pueden asociarse a lesiones
pulmonares debidas a la inhalación de humos de la llama; 3. por radiación, por ejemplo por
los rayos ultravioletas en las exposiciones solares.
Los agentes eléctricos, que producen 2 tipos de quemaduras: 1. por flash eléctrico, tienen
lugar en los cortocircuitos en los que existe una temperatura muy alta pero de muy corta
duración en el tiempo; y 2. las quemaduras con paso de corriente eléctrica a través del
cuerpo.
¿Como se clasifican?
Quemaduras de 2º grado: son las que afectan además de la epidermis, a la dermis; además
de enrojecimiento y dolor aparecen ampollas.
Quemaduras de 3º grado: la piel está destruida, y se afectan a tejidos profundos situados por
debajo de la dermis: el tejido adiposo, los nervios, los músculos, incluso pueden afectar al
hueso.
En el caso de que haya afectación de vías respiratorias por inhalación de humo, la persona
tendrá cambios en la voz, tendrá dificultad para respirar con tos, puede tener los labios
quemados o apreciarse quemaduras en la cabeza, y puede tener una respiración con unos
ruidos como silbidos.
En las quemaduras de 1r grado y en los de 2º grado pero con poca extensión: debemos
colocar paños limpios, fríos y húmedos sobre la quemadura. No debemos poner hielo
directamente sobre la quemadura y es preferible no soplar sobre la quemadura. Después,
debemos limpiar con agua y jabón la quemadura. Para aliviar el dolor, se puede tomar un
analgésico. Es aconsejable acudir al centro sanitario cercano para que el personal sanitario
valore si es precisa la aplicación de alguna pomada, si precisa tomar antibióticos y si precisa
la vacuna antitetánica.
En las quemaduras más graves y si alguien se prende de fuego, éste debe echarse al suelo
y rodar sobre si mismo para apagar el fuego; podemos envolverlo con alguna manta,
alfombra o abrigo, y mojarla con agua. Debemos buscar ayuda. No se deben quitar las ropas
quemadas pegadas a la piel. Después hay que observar la respiración y el puso de la
víctima, si fuere necesario, iniciar las maniobras de RCP hasta que llegue la asistencia
médica. Si la zona quemada afecta a los dedos de las manos, ha que separarlos con gasas
estériles.
INTOXICACIONES
Es un estado clínico patológico que aparece por la acción de una sustancia tóxica que es
introducida en nuestro organismo.
Las sustancias tóxicas que pueden producir una intoxicación son múltiples, destacando:
el alcohol
Las vías por las que una sustancia tóxica es introducida en el cuerpo para producir una
intoxicación, son varias: la más frecuente es la vía oral, aunque también debemos recordar
la inhalación, y la vía venosa.
La causa de una intoxicación puede ser accidental, o puede ser el resultado de una tentativa
de una autolesión.
Los síntomas que presenta la persona que tiene una intoxicación pueden ser muy variados,
en función sobre todo de cuál sea la sustancia tóxica causante de la intoxicación,
destacando:
A nivel cardiaco, debemos buscar una alteración de la frecuencia cardiaca, o del ritmo
cardiaco, o bien una alteración de la tensión arterial.
A nivel del tracto digestivo, una persona con una intoxicación puede padecer desde una
simple gastroenteritis, hasta una parada intestinal o insuficiencia hepática grave.
A nivel de los órganos de los sentidos, podemos encontrar una visión borrosa, o unos
acúfenos.
A nivel de la piel, podemos apreciar desde una urticaria, un eritema, una descamación de la
piel.
Ante la sospecha de una intoxicación debemos acudir a un centro sanitario donde un médico
realizará un interrogatorio para poder determinar cual es la sustancia tóxico, una exploración
física de la persona para determinar su estado clínico, se le harán las pruebas
complementarias oportunas como analíticas de sangre y orina para la determinación de
tóxicos.
En caso de una intoxicación por ingesta de una sustancia tóxica, lo que debemos hacer es,
en espera de los servicios médicos de urgencias:
Comprobar que la persona haya ingerido algún tóxico; observar el olor de posibles
sustancias químicas o buscar algún recipiente o alimento cercano.
Si vomita, hay que dejar libres las vías respiratorias, para ello hay que limpiar la boca y la
garganta de la persona intoxicada con un trozo de tela. Se puede guardar el vómito por si es
preciso analizarlo para poder conocer cuál es la sustancia tóxica que ha tomado.
En caso de una intoxicación por inhalación de una sustancia tóxica, lo que debemos hacer
es, en espera de los servicios médicos de urgencias:
Alejar a la víctima del gas, y abrir las ventanas y puertas para que salgan el humo
Respirar aire fresco profundamente varias veces y luego contener la respiración al entrar al
lugar. Se aconseja colocarse un pedazo de tela mojado sobre la nariz y la boca.
UROLOGIA Y NEFROLOGIA
INSUFICIENCIA RENAL AGUDA
La insuficiencia renal aguda es un deterioro brusco del funcionamiento del riñón. Dicha
alteración provoca que la capacidad de filtrado de la sangre se vea alterada y que,
consecuentemente, en la sangre se acumulen sustancias nitrogenadas, como la urea, iones
¿Cómo se produce?
La sangre llega al riñón para ser depurada y los restos que se producen en este filtrado se
eliminan a través de la vía urinaria. Una alteración en cualquiera de estos tres niveles
(aporte de sangre, tejido renal o vías urinarias) puede conllevar una insuficiencia renal
aguda.
La alteración del aporte de sangre al riñón produce una insuficiencia renal aguda prerrenal.
Es la principal causa de insuficiencia renal aguda, más del 50% de los casos de fallo renal
agudo. El riñón en sí funciona correctamente pero al no tener un aporte de sangre adecuado
no puede desempeñar su función. Las principales causas de un descenso de la llegada de
sangre al riñón son las hemorragias, la pérdida de líquidos en los grandes quemados, la
insuficiencia cardíaca, la cirrosis hepática o la oclusión de la arteria renal o de la aorta.
Aproximadamente un 40% de los casos de insuficiencia renal aguda se deben a una lesión
en el mismo tejido renal. En estos casos la llegada de sangre al riñón es la adecuada, pero
como el órgano está dañado no puede realizar bien su función de depuración. Un 85% de
estos fracasos agudos renales se deben a necrosis tubular aguda, a una muerte de las
células tubulares, en general debida a una falta de riego sanguíneo mantenida, aunque en
ocasiones también se puede producir por efecto de sustancias tóxicas externas, como
ciertos antibióticos, metales o contrastes yodados, o propias del organismo (hemoglobina,
bilirrubina), que al acumularse pueden dañar el tejido renal. Con menor frecuencia una lesión
de los glomérulos, los capilares o el tejido circundante de las estructuras glomerulares puede
desencadenar una insuficiencia renal aguda.
En un porcentaje no muy elevado, un 10% de los casos, la causa del fallo renal es por
obstrucción de las vías urinarias. Al riñón llega sangre y éste la depura bien, pero al no
poder expulsar la orina, el riñón debe funcionar a un mayor ritmo y vencer una presión
mayor, por lo que a la larga acaba sufriendo el tejido renal y el órgano falla. Las principales
causas son las litiasis ureterales (la primera causa de fallo renal obstructivo unilateral), los
carcinomas de vejiga, la hiperplasia o el cáncer de próstata (las primeras causas de fallo
renal obstructivo bilateral) o los traumatismos uretrales que impidan la expulsión de la orina.
Síntomas
Al lesionarse las células del riñón la sangre no se depura bien y en ella se acumulan
sustancias nitrogenadas, como la urea, que se verá elevada en la analítica de sangre con
valores superiores a los 40 mg/dl. Asimismo, también aparecerá elevada la creatinina, con
cifras por encima de 1,2 mg/dl. La acumulación de la urea puede derivar en un cuadro de
uremia, con síntomas como náuseas y vómitos, sequedad de lengua, inflamación de las
encías, aliento con olor a urea y, en casos avanzados, alteraciones neurológicas, como
torpor, letargo e incluso coma.
La retención de agua y sales producirá edemas que pueden llegar a ser generalizados y
producir insuficiencia cardíaca o edema de pulmón. Esta misma retención favorece que la
tensión arterial se eleve.
En sangre se acumula también un exceso de potasio que no se elimina por orina y que
puede llegar a dar alteraciones del ritmo cardíaco, neurológicas y musculares.
Diagnóstico
Lo primero que hay que hacer es diferenciar si el fallo renal es agudo o crónico. Una clínica
de inicio brusco y menos severa hará pensar en una insuficiencia renal aguda. La ecografía
renal también será útil, pues en el fallo renal crónico se aprecia un riñón disminuido de
tamaño, cosa que no se observa en la insuficiencia renal aguda.
Tratamiento
El tratamiento debe ser el de la causa siempre que sea posible. Si el origen es obstructivo
(tumores, litiasis,…) se deberán solventar la desobstrucción mediante cirugía si es
necesario.
La diálisis no mejora el pronóstico de la insuficiencia renal aguda, pero debe realizarse si los
tratamientos conservadores fallan para corregir las alteraciones de líquidos y sales o si
existen situaciones graves como pericarditis, convulsiones o afectación del sistema nervioso
central.
Medidas preventivas
INCONTINENCIA URINARIA
La incontinencia de orina se define como la pérdida involuntaria de orina a través de la uretra
objetivamente demostrable y de tal magnitud que constituya un problema higiénico y social.
La incontinencia urinaria debe de considerarse no como una enfermedad, sino como la
manifestación de distintas disfunciones del tracto urinario inferior, no sólo un problema
médico, sino también socio-cultural, lo cual lleva a infravalorar su prevalencia.
Es un problema frecuente que aumenta con la edad, siendo especialmente relevante a partir
de los 60 años.
¿Como se produce?
Sintomatología
Incontinencia por urgencia: Pérdida involuntaria asociada con deseo intenso y repentino que
no se puede inhibir voluntariamente. La urgencia puede ser motora (por inestabilidad vesical)
o sensitiva (sensación temprana de plenitud).
Estos distintos tipos de incontinencia pueden ser debidos a una hiperactividad del detrusor
(músculo de la vejiga) debido a una causa neurológica o no, y también a un problema del
esfínter urinario.
Diagnóstico
Los puntos principales de apoyo diagnóstico son una correcta historia clínica y exploración
física y como prueba prínceps el estudio urodinámico. A parte se pueden realizar pruebas de
imagen para valorar morfológicamente la vejiga y los riñones, básicamente con ecografía.
Tratamiento
El tratamiento farmacológico puede ser muy útil para mejorar la incontinencia de orina según
la causa que la produzca. En la incontinencia de orina debida a hiperactividad de la vejiga o
detrusor los fármacos anticolinérgicos (tolterodina, fesoterodina, solifenacina, oxibutina) tiene
alta eficacia, pudiendo producir sequedad de boca, visión borrosa y estreñimiento. En la
incontinencia de esfuerzo el tratamiento médico no es tan efectivo pudiéndose dar agentes
alfaadrenérgicos, estrógenos e inhibidores de la secreción de serotonina, incluso
antidepresivos tricíclicos.
Existe una nueva alternativa quirúrgica en la incontinencia por hiperactividad del detrusor
que es la inyección de toxina botulínica en la vejiga. Es una cirugía poco agresiva y con
buenos resultados los primeros 6 meses, siendo necesarias reinyecciones posteriormente.
PROSTATITIS
La prostatitis implica la afectación inflamatoria del tejido prostático asociado o no a proceso
infeccioso, e incluye diversas entidades clínicas que se dividen básicamente en procesos
agudos, mucho más sintomáticos y de inicio súbito y procesos crónicos de clínica más
larvada e inicio insidioso.
prostatitisabacteriana crónica
Cómo se produce
La prostatitis aguda suele ser debida a infección por gérmenes gram negativos, básicamente
E.coli, igual que en las infecciones de la vía urinaria no complicadas, presentando una
infección de la glándula, y evolucionando, si se deja sin tratamiento, a una sepsis.
La prostatitis bacteriana crónica es una infección crónica de los acinos prostáticos siendo
muy variables las posibles causas que lo producen. Puede ser debido a un proceso
obstructivo infravesical a un reflujo intraductal o incluso a una disfunción neuromuscular de
la musculatura del suelo pélvico.
Sintomatología
La prostatitis bacteriana crónica es una infección crónica que suele provocar un cuadro
clínico más leve y larvado con dolor hipogástrico y de la zona perineal, hemospermia, dolor
con la eyaculación y molestias miccionales difusas sin presentar fiebre. El tacto rectal es
levemente doloroso pero sin ninguna otra alteración. Las prostatitis abacterianas y el
síndrome de dolor pelviano crónico son patologías no infecciosas, en que existe una
alteración en la micción y eyaculación asociada a una molestia en la zona perineal, siendo
difícil de encontrar la causa de la misma. Existen múltiples tratamientos para dichas
patologías sin existir el fármaco ideal para tratarlos.
Diagnóstico
La exploración física mediante el tacto rectal permite una valoración inicial del estado de la
glándula. Debe evitarse en casos de prostatitis aguda
Los análisis de sangre y orina, así como los análisis de semen son básicos para un correcto
diagnóstico.
El cultivo de orina por el método de Meares y Stamey es el método más utilizado y más
fidedigno en el diagnóstico de las prostatitis (excluyendo las agudas), se basa en la
obtención por separado de las fracciones inicial y media de orina. Tras ello se realiza un
masaje prostático recogiéndose en otro recipiente estéril la secreción procedente de la
glándula. Por último se obtiene la orina postmasaje que arrastrará los restos que
permanezcan en uretra. La positividad del cultivo de secreción prostática o de orina
postmasaje es definitorio de infección prostática bacteriana, mientras que su negatividad
puede representar un diagnóstico de prostatitis no bacteriana.
Tratamiento
Existen múltiples tratamientos para tratar las prostatitis crónicas abacterianas y las
prostatodineas sin existir el fármaco ideal para tratarlos. Des de fármacos miorrelajantes o
ansiolíticos a antiinflamatorios puros y fármacos fitoterápicos, y fármacos para orinar mejor
tipo alfabloqueantes han sido indicados en dichas patologías. Son enfermedades de difícil
curación que implican múltiples consultas a distintos especialistas.
Medidas preventivas
Existen fármacos antioxidantes con Vitamina E que intentan disminuir los eventos
inflamatorios prostáticos con una eficacia disminuida. En los casos de procesos infecciosos
siempre es recomendable controles con cultivo de orina y semen para evitar las recidivas.
GLOMERULONEFRITIS POSTINFECCIOSA
Las glomerulonefritis son inflamaciones del glomérulo, la parte de la nefrona renal donde se
produce el filtrado de la sangre, secundarias a un proceso inmunitario. Las glomerulonefritis
pueden ser primarias, producidas por reacciones inmunitarias que afectan al riñón, o
secundarias a otras enfermedades, como en el caso del lupus eritematoso sistémico o la
púrpura de Schönlein-Henoch.
Otras infecciones que con mucha menor frecuencia pueden generar reacciones
inmunológicas que desencadenen una glomerulonefritispostinfecciosa son las endocarditis,
las infecciones de derivaciones auriculoventriculares o las sepsis. Asimismo, infecciones
víricas, por parásitos o por algunos hongos podrían llegar a causarla, pero son casos muy
aislados.
¿Cómo se produce?
El S. pyogenes es una bacteria de la familia de los estreptococos que pude producir diversas
infecciones. Algunas subespecies del S. pyogenes, lo que se conoce como serotipos, se ha
visto que están más relacionadas con la afectación renal tras la infección aguda. Estos
serotipos son el 12 en el caso de las infecciones de faringe y amígdalas y el 49 en caso de
infecciones cutáneas. En general la afectación de los riñones se produce unos 6-10 días tras
la infección faringoamidalar y de 2 a 3 semanas tras la infección cutánea.
Síntomas
Diagnóstico
El diagnóstico se basa tanto en la clínica como en los datos analíticos. Se sospechará ante
un niño que presente edemas, hematuria y un descenso de la producción diaria de orina y
que recientemente haya padecido una infección bacteriana a nivel faringoamigdalar o
cutáneo. La hematuria no siempre se aprecia a simple vista, en ocasiones solamente es
microscópica y se objetiva al realizar una analítica de orina.
Se pueden realizar cultivos para detectar el S. pyogenes, que de dar positivos, y ante la
presencia de anticuerpos ASLO o de un descenso del factor C3 del complemento que se
recupere en unas 8 semanas, confirmarán el diagnóstico.
El diagnóstico de certeza lo daría la biopsia renal, pera ésta solo debe realizarse en casos
de mala evolución, como sería un descenso del factor C3 del complemento superior a 8
semanas, una oliguria superior a 3 semanas o una hematuria microscópica de más de 6
meses de duración. En estos casos convendría realizar la biopsia ante la posibilidad que
exista otra alteración glomerular subyacente que explique los síntomas.
Tratamiento
Se debe llevar a cabo una restricción de la ingesta de agua y sales para favorecer la
desaparición de los edemas. Si estos son importantes o aparece hipertensión arterial se
utilizaran diuréticos, principalmente furosemida, y podrían asociarse fármacos hipotensores
si fuera necesario. En caso de fracaso del tratamiento conservador podría ser necesario
someter al paciente a diálisis.
El pronóstico suele ser bueno, con una curación completa y sin secuelas de la gran mayoría
de los casos, especialmente cuando existe una epidemia que ha causado la infección
desencadenante. En el caso de los adultos, una tercera parte evolucionan
desfavorablemente hacia un deterioro progresivo de la función renal.
Medidas preventivas
No existen medidas preventivas salvo las propias medidas de higiene para evitar infecciones
a nivel cutáneas y de faringitis y amigdalitis en los meses más fríos.
CISTITIS
Es la inflamación aguda de la vejiga urinaria, producida generalmente por gérmenes de la
flora intestinal, E.coli en un 80% de los casos, que alcanza la vejiga por vía ascendente. Su
frecuencia es muy elevada, sobre todo en el sexo femenino, fundamentalmente en el
comienzo de la actividad sexual y también en la edad perimenopáusica.
No siempre la causa es bacteriana, existiendo otras múltiples causas como la cistitis radica o
la cistitis intersticial.
Cómo se produce
La vía por la cual los gérmenes colonizan el tramo urinario es predominantemente la vía
ascendente des de el meato uretral hasta la vejiga, por ello es mucho más frecuente en la
mujer.
Sintomatología
La sintomatología se caracteriza por dolor al orinar, con escozor, orinar muy frecuente
(polaquiuria), acompañado de urgencia-incontinencia urinaria, y también dolor suprapúbico.
En algunas ocasiones va asociado a hematuria. La orina puede ser de aspecto turbio y/o
maloliente.
El paciente raramente presenta deterioro del estado general o fiebre. Si hay fiebre o
afectación del estado general hay que pensar en una posible prostatitis en el hombre y en
una pielonefritis en la mujer.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en una correcta historia clínica con una precisa anamnesis y
exploración física, y la sospecha se confirma con un sedimento de orina. El cultivo de orina
proporciona el germen causante de la infección, así como las resistencias y sensibilidades a
distintos antibióticos.
Tratamiento
Medidas preventivas
En mujeres es muy importante insistir en una correcta higiene genital, que incluye la
explicación del lavado genital siempre hacia la zona rectal, nunca hacia delante, para evitar
el arrastre de gérmenes de la zona perineal hacia la uretra femenina. Es conveniente
también insistir en una elevada ingesta de agua (1.5-2l.) diaria.
La litiasis renal o cálculo renal es una formación mineral que se produce en el interior de la
vía urinaria a causa del depósito de unos cristales minerales que van creciendo hasta formar
lo que se conoce como una piedra. Esta piedra puede crecer de tamaño y en un momento
dado obstruir el paso de la orina desde el riñón hasta su expulsión a través de la uretra.
Dicha obstrucción causa una dilatación de la vía urinaria que provoca un dolor muy intenso
que se conoce como cólico nefrítico.
¿Cómo se produce?
El riñón se encarga de filtrar muchas sustancias, entre ellas sales minerales. A mayor
cantidad de estas sustancias en el plasma sanguíneo que el riñón depura, mayor presencia
a nivel de la orina. La orina tiene una capacidad limitada de dilución, es decir, puede
contener diluidas ciertas sustancias hasta un determinado limite. En el momento en que
estas sustancias son muy abundantes, el componente acuso de la orina ya no puede
diluirlas más y es cuando las sales precipitan y aparecen en estado sólido en forma de
cristales en la orina. A medida que aumenta el número de cristales, éstos se van uniendo
entre sí y forman un agregado que va aumentando de tamaño, lo que se conoce como
litiasis renal.
La mayoría de estos cristales están formados por sales de calcio, aproximadamente un 70%,
especialmente de oxalato cálcico, aunque también de fosfato cálcico. Menos frecuente son
las litiasis formada por ácido úrico, un 10% aproximadamente, las de origen infeccioso,
formadas por estruvita, y las de cistina, un aminoácido que se acumula en pacientes que
sufren de cistinuria, un trastorno hereditario autosómico recesivo que se caracteriza por la
pérdida en exceso de este aminoácido en la orina.
Una dieta rica en proteínas puede predisponer a un aumento del ácido úrico, así como
lesiones musculares severas o el tratamiento quimioterápico.
Sobra decir que un factor que influye claramente en la formación de litiasis es que las sales
que se eliminan por la orina no dispongan de suficiente agua para diluirse, de manera que
una pobre ingesta de agua diaria favorecerá la aparición de cálculos renales.
Síntomas
Las litiasis renales de pequeño tamaño suelen ser asintomáticas. Ahora bien, cuando el
mismo flujo de la orina las arrastra y estas obstruyen la vía urinaria provocan una dilatación
de la misma que causa un cuadro de dolor importante, el cólico nefrítico.
Si la litiasis es pequeña puede recorrer todo el tracto urinario sin dar síntomas hasta llegar a
la uretra, donde el paso es más estrecho y puede dar ya clínica, como una sensación de
molestia al orinar (disuria), dolor al orinar (estranguria) y por lesión de la pared uretral causar
sangrado (hematuria)
Las litiasis que obstruyen el uréter darán un dolor localizado en general a nivel de la fosa
renal del mismo lado, es decir, de la zona de la espalda donde se encuentra el riñón cuyo
uréter está obstruido. Se trata de un dolor intenso y en ocasiones de difícil manejo. Se
localiza en esta zona pero se irradia siguiendo el recorrido del uréter por el costado hacia la
zona baja del abdomen y los genitales. Es un dolor que no cede con el reposo, que no se
modifica con la postura y que se tiene siempre, con mayor o menor intensidad pero sin ceder
en ningún momento. Suele acompañarse de manifestaciones generales, como mareo,
náuseas e incluso vómitos. Si aparece fiebre, debe sospecharse que se ha complicado la
situación con una infección de orina.
Cuando la litiasis llega a la vejiga suele aparecer un alivio transitorio del dolor, pues cede la
obstrucción del uréter, pero al irritar la vejiga se dan síntomas de cistitis, como disuria,
polaquiuria y en ocasiones hematuria.
Diagnóstico
El diagnóstico del cólico nefrítico se basará en los síntomas que presenta el paciente y en la
exploración física. Al golpear suavemente la zona del riñón que se ve afecto por la
obstrucción habrá un dolor agudo severo.
Las litiasis se pueden observar en su mayoría en una radiografía simple de abdomen debido
a su composición cálcica. Sin embargo, no se apreciarán las de ácido úrico u otras
composiciones. La ecografía permitirá ver litiasis de cualquier sal, pero no permite explorar
la zona media del uréter. En casos de cólicos de repetición se aconseja realizar una
ureterografía intravenosa, que permite ver el recorrido de la vía urinaria desde el riñón hasta
la uretra, o una tomografía axial computadorizada (TAC).
Tratamiento
La gran mayoría de litiasis se expulsan por sí solas, de manera que solamente hay que tratar
el cólico nefrítico que puedan producir. El tratamiento se basará en el control del dolor con
analgésicos y antiinflamatorios potentes, como el ibuprofeno, el metamizol o el diclofenaco.
En caso de no tolerar los fármacos por vía oral a causa de vómitos que no se controlen con
antieméticos o de un dolor que no ceda se deberán administrar los fármacos por vía
intramuscular o intravenosa.
En el momento del dolor agudo no debe forzarse la hidratación, pues al aumentar el aporte
de agua, el riñón produce más orina, que al pasar al uréter lo dilata más y, por lo tanto,
aumenta el dolor. La hidratación debe ser moderada y una vez se haya controlado el dolor,
aumentarla para que la orina pueda arrastrar la litiasis.
En casos de litiasis muy grandes que no puedan expulsarse solas existe la opción de
fragmentarlas en trozos minúsculos mediante ultrasonidos para que luego se puedan
expulsar de forma natural: es lo que se conoce como litotricia extracorpórea por ondas de
choque (LEOC). En caso de no poder realizarse o de cálculos complicados, se procederá a
la extracción quirúrgica, bien por vía endoscópica, a través del conducto de la orina,
fragmentándolos, bien mediante cirugía abierta.
Medidas preventivas