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CULTURA E IDENTIDAD

Jessica Alejandra Suárez Triana_1005718002

Angie Alexandra Cruz Yaima_1110442356
Quevin Santiago González Contreras_1110578283
Camilo Ernesto Navarrete Martínez_80215979

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Tutor

Luis Antonio Cruz

Universidad Nacional Abierta y a Distancia – UNAD

Escuela de Ciencias Sociales, Artes y Humanidades

Antropología Psicológica

Zona Sur_Ibagué

Septiembre de 2023

1
 INTRODUCCIÓN

Este trabajo, nos dará la oportunidad en calidad de futuros psicólogos, tener un amplio

abanico de enfoques teóricos con el propósito de abordar cuestiones fundamentales relacionadas

con la realidad, la identidad y la verdad. Estos representan una perspectiva única desde la cual

podemos analizar y comprender el entorno que nos rodea. En esta exposición, exploraremos siete

perspectivas cruciales que han influido significativamente en la reflexión sobre asuntos esenciales

en campos como la antropología, sociología, filosofía y psicología.

Por otro lado, cada uno de estos enfoques, ya sea el esencialista, culturalista,

primordialista, objetivista, subjetivista, constructivista o relacional, nos insta a contemplar la

intrincada naturaleza de la realidad desde un prisma particular. Ellos plantean preguntas

estimulantes acerca de la naturaleza de la verdad, la conformación de la identidad y la influencia

que ejercen la cultura y la percepción humana en la construcción del conocimiento.

A lo largo de este análisis, podemos conocer las bases fundamentales de cada enfoque,

partiendo desde una postura tanto investigativa como muy puntual, evaluando la influencia del

pensamiento académico y la investigación en diversas disciplinas. Con este enfoque, no solo

conseguiremos una comprensión más profunda de estas perspectivas teóricas, sino que también

potenciaremos nuestra capacidad para abordar de manera crítica los temas que dan forma a

nuestro mundo, para así, determinar la contribución de cada uno de ellos a la riqueza del

pensamiento humano en las ciencias sociales y humanas.

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 SÍNTESIS

A lo largo de los sucesos históricos, más concretamente en el mundo de las ciencias

sociales, se han realizado diversos esfuerzos para definir y realizar una exploración exhaustiva a

las diferentes preguntas fundamentales relacionadas con la realidad, y la identidad, los cuales

dieron lugar a una amplia variedad de enfoques teóricos. Cada uno de estos enfoques ofrece una

perspectiva única desde la cual podemos analizar y comprender el entorno que nos rodea. Cuando

tratamos temas de identidad, lo relacionamos a un procedimiento constructivo en el cual los

individuos toman una autodefinición personal, mediante la intercomunicación metafórica con

otros. Es relevante tener en cuenta que los individuos se autodefinen basándose en jerarquías

compartidas como la perspectiva religiosa, distinción social, género, orientación sexual, etnia,

entre otras, que influyen en su sentido de identidad. Además, la identidad se desarrolla a través de

interacciones sociales y comunicación simbólica con otros individuos. Es importante comprender

que las identidades son dinámicas y evolucionan constantemente debido a la influencia de la

dinámica sociohistórica, lo que modifica las fronteras simbólicas que delinean nuestras

similitudes y diferencias (Guerrero, 2002, p.103).

Por otro lado, Identidad y cultura son dos conceptos inmateriales y abstractos que

favorecen la socialización y la construcción de sentido de cada individuo. Aunque hay diferentes

enfoques que están leyendo la identidad (y etiquetando o facilitando el desarrollo vital de las

identidades particulares), en general, esta requiere de la base colectiva que le da la cultura, de la

apertura dialéctica y dialógica que lleva a cada individuo a la circunspección y a preguntarse

“¿quién soy yo?” Y “¿quiénes somos nosotros?” Pues solo al responder estas preguntas, cada

individuo se abra inscrito y reforzado en un colectivo, en la cual se construye el capítulo temporal

de cada cultura y sub cultura. En pocas palabras, la cultura es una entidad objetiva, ya que
3
engloba todo lo que está relacionado con la creación cultural humana o forma parte de ella. En

contraste, la identidad es subjetiva, ya que se forja a través de la internalización por parte del

individuo, involucrando un proceso significativo que convierte el conocimiento mutuo en una

experiencia subjetiva, así como la comprensión compartida con los demás. Cabe resaltar, que "no

existe individuo ni grupo social que carezca de identidad, puesto que sin ella simplemente no es

posible la existencia de la vida social" (Guerrero, 2002, p.97).

Para entrar un poco en sintonía con nuestros enfoques autenticidad, consideramos

relevante lo planteado por Guerrero (2002) y los enfoques discutidos en él, por el cual, nos

brindan una visión rica y matizada de la cultura e identidad. En primer lugar, se destaca la idea de

que la ilustración cultural y la autenticidad son procesos en continua evolución y construcción, en

lugar de esencias inmutables. Este enfoque subraya que las identidades se forman a través de

interacciones sociales, negociaciones y representaciones compartidas que están arraigadas en

contextos históricos y culturales específicos. Además, se enfatiza que la cultura y la identidad no

deben ser vistas de manera reduccionista o simplista. El enfoque constructivista y relacional nos

insta a considerar la complejidad de estas construcciones sociales y su visión de la realidad, uno

mismo y los demás. Las representaciones sociales desempeñan un papel crucial al dar significado

y dirección a nuestras acciones y relaciones.

En contraste, se critica el enfoque esencialista y objetivista que tiende a ver la cultura e

identidad como estáticas y fijas, basadas en atributos superficiales y observables. Se señala que

estas perspectivas pueden llevar a una visión simplificada y folklórica de la identidad, incapaz de

capturar su dinámica y complejidad.

4
 Por lo que se refiere al enfoque subjetivista, subraya el significado de la visión

interpretativa en el ámbito individual por medio de la construcción de la realidad. Los

subjetivistas argumentan que la verdad y la realidad son subjetivas y varían según las

experiencias y perspectivas individuales, lo que se refleja en campos como la fenomenología y la

psicología humanista.

En resumen, estos seis enfoques ofrecen una amplia gama de perspectivas para abordar

cuestiones fundamentales relacionadas con la realidad, la identidad y la verdad. Cada uno de ellos

ha influido en diversas disciplinas académicas y ha dado lugar a debates y reflexiones críticas

sobre cómo comprendemos el mundo que nos rodea, pues este como bien sabemos, reconoce su

naturaleza en constante cambio y establece una profunda conexión con las interacciones sociales

y las representaciones compartidas. La elección de un enfoque particular depende de las

preguntas que se planteen y de la perspectiva desde la cual se aborden los temas en las ciencias

sociales y humanas, subrayando así la diversidad y complejidad del pensamiento en estas

disciplinas, dando paso, al apreciamiento de una diversidad y diferencia cultural, partiendo desde

la importancia que esta tiene para abordar cuestionamientos desde un razonamientos reflexivo y

respetuoso, en un mundo cada vez más interconectado y diverso.

5
 CONCLUSIÓN

La reflexión sobre cultura e identidad, a la luz de los enfoques presentados en el artículo

de Guerrero (2002), nos lleva a adoptar una perspectiva dinámica y contextualizada en lugar de

una visión estática y simplista, ya que este es un tema complejo que ha sido abordado desde una

variedad de enfoques teóricos. Cada enfoque, ya sea esencialista, culturalista, primordialista,

objetivista, subjetivista, constructivista o relacional, ofrece una perspectiva única sobre cómo se

forma y se comprende la identidad en el contexto cultural, resaltando que los enfoques

anteriormente mencionados, son procesos que se encuentran en constante evolución, moldeados

por las interacciones sociales y las representaciones compartidas. Esto nos aleja de la noción de

esencias inmutables y nos sumerge en la comprensión de que nuestras identidades son fluidas,

cambiantes y profundamente arraigadas en contextos históricos y culturales específicos.

Por otro lado, como bien sabemos, la identidad es una construcción personal y colectiva

que se ve influenciada por una amplia gama de factores, incluyendo la cultura, la historia, la

interacción social y las experiencias individuales, siendo una construcción altamente flexible y

adaptable, lo que permite a las personas y grupos redefinirse y evolucionar a lo largo del tiempo.

La comprensión de la relación entre cultura e identidad requiere una apreciación de la

variación y la intrincación de las vivencias del ser humano. Estos enfoques desde la perspectiva

como futuro psicólogos, nos proporcionan herramientas conceptuales para analizar esta relación

desde la parte individual hasta la sociedad y comunitaria, desde la importancia de que la

identidad es una realidad en constante cambio que se nutre de la interacción continua entre

individuos y su entorno cultural y social, basándose desde la comprensión de elementos de la red

de apoyo en relación e interpretación del individuo con su entorno y sus respectivos sesgos.

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 ANEXO_MATRIZ

Jessica Alejandra Suárez Triana

Enfoque sobre Posturas del

identidad enfoque
E. Esencialista
Este enfoque se caracteriza como la esencia suprahistórica e
inmutable que está presente desde el momento del nacimiento
y que tiene un impacto permanente en la conducta y el curso de
la vida, tanto en la parte individualista como comunitaria y
social. Esta esencia se vincula con lo que se conoce como
"espíritu de las naciones y del pueblo", la cual se pasa de una
generación a la siguiente, sin posibilidad de eludirla. Según
esta perspectiva, la identidad precede a los individuos y está
más allá de su capacidad de cambio, lo que significa que las
personas deben aceptarla tal como es sin tener influencia sobre
su naturaleza.

Desde la perspectiva esencialista, la identidad se concibe como

una suerte de destino inmutable que se hereda y que debe
mantenerse constante. No obstante, el autor plantea que la
auténtica lealtad hacia la identidad implica su transformación.

Se ha empleado para construir el discurso de la "identidad

nacional", que se percibe como una esencia inmutable y
resistente a cualquier tipo de modificación. Esto conduce a una
visión uniformadora y excluyente que no reconoce la
diversidad ni la multiplicidad de identidades dentro de una
sociedad. Por otra parte, en lugar de mencionar una única
"identidad nacional", es necesario reconocer la existencia de
múltiples identidades que coexisten en una nación que es
diversa y plural. Se está cuestionando la perspectiva

7
 esencialista que sostiene que la identidad cultural y étnica de
las personas está predeterminada por su herencia biológica
desde su nacimiento, lo cual puede dar lugar a una politización
ideológica extrema. Esta perspectiva esencialista puede derivar
en actitudes racistas que estigmatizan las diferencias culturales
y étnicas, incluso llegando al extremo de afirmar que las
personas están destinadas a seguir una identidad específica en
función de su origen: "naciste indio, morirás indio".

Crítica la perspectiva mecanicista, la cual visualiza la cultura

como un comportamiento adquirido y una tradición compartida
que influye en las acciones de las personas a medida que se
integran en la sociedad durante el proceso de socialización.
Según esta visión, los individuos se ven fuertemente
influenciados por una herencia cultural preexistente que han
absorbido desde su origen, y convirtiéndose en el núcleo de su
autenticidad cultural. Sin embargo, esta perspectiva limita la

E. Culturalista evolución de la identidad y la cultura al no reconocer su

naturaleza fluida y en constante cambio.

Además, el texto señala que esta visión no puede explicar de

manera adecuada los rápidos cambios en los límites culturales
y de identidad formada por elementos como la
universalización, la presencia migratoria y el impacto
comunicativo, que nos conectan con diferentes culturas y
revelan similitudes y diferencias, teniendo estos elementos un
efecto en nuestras propias culturas e identidades.

8
 Desde esta postura, se plantea que estar en una comunidad
étnica es uno de los dominios sociales más primordiales, ya
que esto implica la formación de vínculos basados en
relaciones de parentesco, genealogías y lealtades. Estos lazos
étnicos generan emociones compartidas, de solidaridades y
reciprocidades que establecen conexiones y lealtades sólidas e
inalterables. Es decir que este sostiene, que la autenticidad
E. Primordialista
étnica-cultural es vista como la identidad más esencial.

Es decir que, este enfoque abarca ciertos aspectos del

esencialismo, al plantear que la autenticidad cultural se percibe
como una característica primordiales que se hereda dentro del
grupo, influyendo en la sensación de pertenencia y la
distinción con respecto a otros grupos.

Busca identificar los elementos concretos que definen la

identidad cultural de un grupo, los cuales se expresan a través
de aspectos culturales que son evidentes y observables, como
su procedencia, pasado histórico, idioma, modo de vestir,
creencias religiosas, arraigo a un territorio común y también
mediante manifestaciones artísticas, celebraciones, música y
baile. Es decir que, estos elementos son esenciales para que un
E. Objetivista
grupo pueda construir su propia identidad.

No obstante, el enfoque objetivista presentado en el texto es

limitado, ya que se centra únicamente en los aspectos
exteriores y evidentes de la cultura, sin tener en cuenta el valor
metafórico que desempeñan un rol vital en la construcción de
la cultura y no son sencillamente reconocibles.

9
 A diferencia de las perspectivas esencialistas, esta corriente de
pensamiento argumenta que la autenticidad cultural no debe
ser concebida como cualidad inmutable que fijan de forma
perpetúa las acciones sociales. No se limita únicamente a
aspectos tangibles y concretos, sino que involucra un sentido
de conexión con comunidades concebidas en la mente, las
cuales se definen por las representaciones que sus integrantes
tienen de ellas.

Sin embargo, si se lleva el enfoque subjetivista al extremo,

puede conducir a un error de reduccionismo al considerar que
E. Subjetivista
la identidad es una elección individual arbitraria. Aunque
valora la diversidad de la identidad, reconoce que esta
diversidad no es sin sentido, ya que la identidad requiere cierto
grado de estabilidad y continuidad para que sea reconocible y
no efímera.

Desde una perspectiva personal, se puede decir que una

identidad logra ser reconocida como tal, por medio de cierta
estabilidad y continuidad que adquiere, pues depende de la
continuidad temporal, ya que la percepción de continuidad, se
disuelve y no se pueden relacionar con las acciones del pasado.

E. Constructivista
y relacional. Aborda el concepto de identidades no como cualidades fijas y
atemporales, sino como productos sociales en constante
evolución y profundamente influenciados por el contexto
histórico. Estas identidades se generan a través de
interacciones, negociaciones e intercambios, tanto materiales
como simbólicos, entre individuos que se encuentran en
contextos sociales e históricos específicos.

10
Por otro lado, se destaca que la autenticidad forma parte de un
método más amplio de la importancia social, la cual otorga
significado a la formación metafórica del entorno social. Sin
embargo, es importante señalar que esto no implica que estas
representaciones sean meras ilusiones subjetivas sin
consecuencias prácticas.

Es importante destacar que las representaciones sociales

abarcan diversos componentes, tales como recuerdos,
conceptos, visiones, conductas, interpretaciones y significados,
que ejercen una influencia notable en las acciones humanas.
Estas representaciones determinan preferencias,
clasificaciones, relaciones, elecciones, prácticas, afiliaciones y
diferenciaciones, lo que en última instancia da forma a cómo
un sujeto o equipo percibe la actualidad, a sí mismos y a los
demás. Esto explica por qué las representaciones sociales
tienen una poderosa influencia simbólica al guiar las acciones
humanas.

11
Angie Alexandra Cruz Yaima

Enfoque sobre Posturas del

identidad enfoque

La perspectiva esencialista de la autenticidad concibe esta como

una característica estática e inmutable que guía la existencia de
personas y comunidades, siendo heredada de una generación a otra.
Esta visión conlleva la construcción de una "identidad nacional"
E. Esencialista uniforme y excluyente que ignora la riqueza de la diversidad y
variedad presentes en una nación. Además, esta perspectiva puede
dar origen a prejuicios o estereotipos y actitudes racistas al asumir
que las características culturales y étnicas son innatas e inalterables,
lo que deshumaniza a las personas y perpetúa la discriminación.

E. Culturalista
Desde una perspectiva mecanicista, la parte cultural es vista como
un comportamiento adquirido que se convierte en el patrimonio
social que rige las acciones individuales. Las personas internalizan
estas normas culturales desde temprana edad a través de procesos
de socialización, y esto moldea su identidad. Esta visión reemplaza
el reduccionismo biológico por el reduccionismo cultural, lo que
lleva a que las personas estén sujetas a una herencia cultural
inmutable, previa a ellos, que aprendieron desde su origen. Esta
herencia se transforma en el núcleo de la autenticidad cultural del
grupo y se percibe como inmutable. No obstante, esta visión no
toma en cuenta la naturaleza en constante cambio y la interacción
de la identidad y la cultura, lo que complica la explicación de la
veloz alteración de las fronteras culturales y de identidad
ocasionada por la universalización, factores migratorios y los
medios de comunicación masiva. Estos factores nos exponen a

12
 distintas culturas y relaciones que nos tanto nos semejan como nos
distinguen. Estos medios influyen en nuestros propios universos
culturales y auténticos.

Sostiene que la afiliación a un grupo étnico constituye una de las

conexiones sociales más básicas, basada en lazos de
consanguinidad, genealogía y lealtades que producen sentimientos
y lazos de unión y vínculos inalterables. Se considera que la
autenticidad étnica-culturalista es la identidad fundamental y
E. Primordialista
primordial, emitida a través del equipo para dar forma al sentido de
propiedad y distinción en relación con otros grupos. En esencia, se
caracteriza por un grado de esencialismo al concebir la autenticidad
cultural como un método fundamental profundamente arraigada en
el equipo grupal.

Se concentra en la búsqueda de rasgos culturales objetivos y

visibles que definen la autenticidad de un colectivo, incluyendo sus
orígenes, idioma, atuendo, creencias religiosas, área geográfica,
expresiones artísticas, celebraciones, música y baile, se ha visto
desde esta perspectiva. A pesar de esto, esta manera de ver las
E. Objetivista cosas se considera simplista, ya que considera principalmente los
elementos externos y evidentes de la cultura, sin consideran las
representaciones metafóricas más profundas que también influyen
en la identidad cultural. Esta perspectiva limitada impide una
apreciación completa y compleja de la identidad y, en ocasiones,
puede llevar a una perspectiva básica y estereotipada de la cultura.

13
 La perspectiva subjetiva contrasta con las visiones esencialistas al
argumentar que la autenticidad cultural no debe ser concebida
como características estáticas e invariables que perpetuamente
determinan el comportamiento social. En cambio, interpreta la
autenticidad como un sentido de pertenencia a comunidades
imaginadas, formadas a través de las percepciones que las personas
E. Subjetivista tienen de ellas. A pesar de esta perspectiva, que reconoce la
flexibilidad de la autenticidad, también destaca que no es
completamente arbitraria, ya que debe tener cierta estabilidad y
continuidad en el tiempo para ser reconocida como tal. La
identidad no puede ser efímera, ya que su percepción requiere
ciertas continuidades temporales que le otorgan significado y
cohesión.

En esta perspectiva, se entiende que las identidades son procesos en

constante evolución y cambio, contextualizados que se moldean a
través de las interacciones sociales y las representaciones
compartidas. No se ven como realidades estáticas, sino como
construcciones que evolucionan con el tiempo y las circunstancias
históricas y sociales. Esta perspectiva resalta la importancia de
entender que las identidades son moldeadas por factores culturales,
E. Constructivista
y relacional. históricos y sociales, y que no existen de forma aislada o fija. En
este sentido, las representaciones sociales juegan un papel
fundamental al dar significado a las identidades y al mundo que nos
rodea. Estas representaciones no son simples abstracciones; más
bien, tienen un efecto concreto en la manera en que los individuos
interactúan entre sí. Por último, nos invita a reconocer la
complejidad de las identidades humanas, resultado de un proceso
constante de evolución.

14
Quevin Santiago González Contreras

Enfoque sobre Posturas del

identidad enfoque

Es una identidad que trasciende la historia naturalmente, la

cual es inherente y constante desde el nacimiento, y que
moldea permanentemente la persona, su autenticidad, sus
E. Esencialista comportamientos, su vida y su interacción con la sociedad,
pasando de generación en generación, dejando ahí las raíces de
lo que somos y seremos, esa esencia es inmutable y no se
puede cambiar

Del concepto mecanicista se basa que es una conducta es una

cultura aprendida y es una herencia que determina las conducta
de los individuos y desde temprana edad les inculcaron las
reglas y directrices que rigen su comportamiento y sus
principios, haciendo que los individuos estén sometidos a una
E. Culturalista
herencia cultural inamovible que interiorizaron y aprendieron
desde su nacimiento y también la globalización de imágenes
nos ayudan a abrirnos a nuevas culturas y relaciones,
identificándonos por medio de similitudes y distinciones que
nos caracterizan.

E. Primordialista
Se cree que vincularse a comunidad étnica es una de las
primeras y más significativas conexiones sociales, ya que en
estas etnias se establecen las alianzas fundamentales de
parentescos y en donde se generan lazos de confianza de
amistad y un vínculos inamovibles desde ese paso se formula

15
 que los grupos étnicos culturales constituyen la autenticidad
primordial o fundamental, y en este enfoque se observa una
perspectiva esencialista, ya que influye en la configuración de
sentidos de propiedad y distinción del grupo con respecto a
otros grupos.

Su objetivo es identificar los atributos descriptivos que ejercen

influencia en la autenticidad cultural de una comunidad, los
cuales están arraigados en su sus orígenes pasados, idioma,
atuendos, creencias religiosas, expresiones artísticas,
E. Objetivista celebraciones y otros elementos esenciales sin los cuales
resulta imposible forjar su propia autenticidad, y también
explica que la identidad debe ser permanente, reconocida,
relevante duradera sin esto la identidad se fragmentara y no
quedara.

Las identidades culturales no se podrían considerar como

conducta social para siempre como lo dice la sociedad. La
identidad tampoco hace a los rasgos materiales que se
encu8entran en ella se debe ver como sentimientos
E. Subjetivista
pertenecientes a comunidades imaginadas que las representa
sus miembros que hablan sobre estas y en un enfoque objetivo
el subjetivismo nos puede llevar a reducción errónea, la cual
observa la autenticidad desde la percepción individualista.

16
 Define la autenticidad como un desarrollo comunitario y
dialéctico, destacando que esta cambia con el tiempo y se
transforma de manera continua. Además, la considera como un
factor constructivista que refleja un entramado complejo de
E. Constructivista
y relacional. vínculos comunicativos y demostraciones, resultante de
intercambios negociables de aspectos metafóricos, dando paso,
a la contribución estructural desde la parte simbólica del
mundo social.

17
Camilo Ernesto Navarrete Martínez

Enfoque sobre Posturas del

identidad enfoque

Construcción ideologizada de grupos de personas, definidos

E. Esencialista desde estereotipos genéticos grupales, tipo negro, indio,
amarillo, latino…

Construcción ideologizada de grupos de personas, definidos

E. Culturalista desde estereotipos culturales, tipo latino, gringo, paisa,
corroncho…

Es esencialista, pero esta vista en clave de defensa de la

E. Primordialista construcción de valor del individuo, desde sus vínculos en
relación con su raza y su grupo cultural.

Es reduccionista, al defender los rasgos latentes de la identidad

cultural de un pueblo, sin llegar a los inmanentes o
E. Objetivista
inmateriales, que subyacen en la profundidad y que implica un
verdadero conocimiento.

Aunque parte de condicionantes culturales y étnicos, afirma

que las decisiones de cada individuo afectan en su
E. Subjetivista
construcción de identidad, pero sin caer en el extremo de
sostener que solo se soporta en esas elecciones personales.

Sostiene que hay una construcción simbólica temporal y

dialéctica, que va avanzando en el tiempo. Las decisiones
E. Constructivista
personales impactan en la comunidad y va trazando el cambio
y relacional.
temporal de la comunidad en conjunto y de sus
representaciones simbólicas.

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 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

González, A. L. (2022). OVI Unidad 1. 403018_Psicología_y_Antropología. Recuperado de,

https://repository.unad.edu.co/handle/10596/51598

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ticle/view/93984

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