Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
6) La Influencia Social
Compilador: Lic. Hugo Andrés Romero Calderón.
Psicólogo UMSA – UBA
1
De acuerdo con D’Andrade (1995), esta visión contrasta con la predominante hasta 1957 que definía la cultura como
primariamente conductual — la cultura era concebida como patrones de conducta, acciones o costumbres.
Así encontramos dos tipos de enfoques cognitivo-culturales:
Enfoques Autores Teoría
COGNITIVOS Roy D’Andrade, Claudia Procesos sociales de transmisión,
SOCIALES Strauss, Naomi Quinn y aprendizaje y uso de los significados
la socióloga Ann Swidler culturales en la vida práctica
2
"La cultura es algo que se aprende. (…) Los objetos materiales que crean los hombres no son en, y por sí
mismos, cosas que los hombres aprendan. (…) Lo que aprenden son las percepciones, los conceptos, las
recetas y habilidades necesarios: las cosas que necesitan saber con objeto de hacer cosas que cumplan
las normas de sus compañeros". Ward H. Goodenough (1971), "Cultura, lenguaje y sociedad": 190.
mundo social público; así como examinar la socialización con mayor grado de detalle para
identificar cómo formas concretas de cultura extrapersonal se instalan en las mentes de los
“aprendices mundo”, y examinar qué es lo que internalizan en diferentes puntos de sus vidas.
Para Shore (1996) la cultura tiene una doble vida, vive en los textos públicos pero también
en las mentes individuales. Distingue entre modelos instituidos que son invenciones humanas
resultados de la continua producción social de formas públicas y que constituyen
externalizaciones en el mundo social de modelos particulares de experiencia, y modelos
individuales, que se forman bajo el gobierno de los modelos instituidos, y que a su vez
contribuyen a la construcción de otros modelos convencionales.
EL “SIGNIFICADO” EN LA CULTURA
De acuerdo con esta aproximación cognitiva a la cultura, entonces, una palabra, un enunciado,
un objeto o situación, significan algo para las personas, dependiendo del contexto de su
vivencia y del marco interpretativo que evocan como resultado de sus experiencias anteriores de
vida. De aquí que el significado solamente pueda ser evocado por personas particulares,
independientemente de que se trate de significados culturales o canónicos en los que nos hemos
socializado (Strauss y Quinn, 1997).
En concreto, definen al significado como “la interpretación evocada en una persona por un
objeto o evento en un tiempo determinado”. Entendiendo que “la interpretación de una
persona de un objeto o evento incluye su identificación y expectativas relacionadas con él y, con
frecuencia, un sentimiento y motivación para responder.” Esta definición, reconocen las autoras,
hace a los significados “estados momentáneos de significado” y les confiere un carácter
psicológico, considerándolos “respuestas cognitivo-emocionales” (Strauss y Quinn, 1997:6).
Señalan que los agentes de la cultura no deben ser vistos como hipotéticos o nativos promedio,
sino más bien como individuos reales con historias específicas, intereses particulares y
estrategias concretas (Shore, 1996:55). Su propósito es explicar de una manera cognitiva cultural
cómo las personas se comprenden a sí mismas, a los demás y al mundo, así como las relaciones
entre cultura y acción. Pretenden establecer las relaciones entre las estructuras cognitivas
individuales (la memoria, la motivación, el pensamiento) y la acción y la cultura.
Los enfoques cognitivos centrados en el aprendizaje y la socialización cultural generan
interrogantes y modelos de explicación acerca de cómo se vuelven relevantes los contenidos
culturales para guiar las acciones.
Los significados solamente pueden ser creados, sostenidos y transformados por las
personas cuando los adquieren, rechazan o discuten.
Desde la perspectiva de los enfoques cognitivos, el análisis simbólico o interpretativo deja sin
responder preguntas clave para conectar los fenómenos culturales con las acciones personales.
No dice nada con respecto a cuáles son los símbolos que las personas atienden y los que las
personas ignoran, ni sobre la diversidad de maneras en que éstos pueden ser interpretados por
subgrupos sociales a lo largo del tiempo (cfr. Shore, 1996; Strauss y Quinn, 1997). Solamente
presuponen (en lugar de constatar y explicar cómo) que los significados más o menos
compartidos, más o menos culturales, articulan las prácticas de los miembros de una comunidad
cultural.
La riqueza de este enfoque radica en las interrogantes que abre y en el intento de darles una
respuesta coherente: ¿cuál es la relación entre modelos culturales colectivos y los esquemas
individuales que producen las acciones individuales?, y ¿cómo explicar la fuerza motivacional de
la cultura?
3. LOS ENFOQUES COGNITIVOS NATURALISTAS
Los partidarios de una visión cognitiva de la cultura se han preocupado en explicar por qué
algunos significados o creencias culturales son más persistentes históricamente que otros. En
este aspecto, las ideas más prometedoras están ancladas en una visión naturalista o
evolucionista de la cultura, que contrasta con el enfoque cognitivo social y que centra su
atención en los mecanismos de aprendizaje, socialización y uso de las concepciones
culturales —sean esquemas, repertorios, proposiciones, o metáforas.
Para los enfoques naturalistas o evolucionistas, los fenómenos culturales no son
exclusivamente fenómenos mentales, sino sobre todo distribuciones de representaciones
mentales y públicas causalmente ligadas en una población humana.
Las representaciones mentales son el efecto de las comunicaciones con otras personas, por lo
que se impone comprender cómo reacciona la mente a estos intercambios. Intentan explicar por
qué algunos contenidos se estabilizan y llegan a ser culturales, sugiriendo que las
disposiciones de dominio-específico actúan como receptores que contribuyen a estabilizar clases
específicas de contenidos (Sperber y Hirschfeld, 1999).
En resumen, estos enfoques naturalistas plantean que a los seres humanos se nos facilitan cierto
tipo de representaciones y no otras, debido a que tenemos dispositivos mentales
genéticamente especificados.
Con esto pretenden explicar la recurrencia global de ciertos conceptos culturales y su
persistencia histórica. En esta visión, la cultura no solamente está determinada por los sistemas
sociales, sino sobre todo por los micro mecanismos de cognición que restringen las posibilidades
de que las representaciones (o cualquier otra clase de conceptualización) sean procesadas y
reproducidas por los cerebros de las personas (Sperber, 1990).
Muchas representaciones culturales se estabilizan porque resuenan con principios de
dominio-específicos que permiten su adquisición rápida y sólida. Las estructuras cognitivas
innatas juegan un papel central, por ejemplo, en los modos en que las personas comprenden sus
mundos físicos, biológicos y sociales, así como en la forma en que proyectan y procesan los
contenidos de otras mentes (como en la psicología popular o teoría de la mente).
Las representaciones mentales son el resultado de inferencias complejas que pueden
operar como fuerzas centrípetas (generadoras de similitudes) o como fuerzas centrífugas
(generadoras de diferencias).
Lo que hace útil a las categorías ontológicas es que “una vez que algo se ve o se siente como un
animal o una persona o un objeto, se producen inferencias específicas acerca de él” (Boyer,
2001:159). La facultad de actuar de los seres humanos depende, en este sentido, de procesos
generales de inferencia y de interpretación sobre los dominios del mundo físico (física popular),
biológico (biología popular) y social (psicología y sociología popular).
3
Ibáñez, T. (1988). Ideologías de la vida cotidiana . Barcelona, España: Sendai.
culturales y de sus influencias culturales. De esta forma, la realidad objetiva se convierte en las
realidades personales, siguiendo un proceso de distorsión que responde, él también, a
determinaciones perfectamente objetivables.
En otras palabras, la realidad varía con las personas, pero es en el proceso de tratamiento de la
información proporcionada por la realidad objetiva donde radica el mecanismo responsable de
la existencia de realidades plurales (Ibáñez, op.cit.).
Otra posición, por el contrario, señala que la realidad presenta una serie de propiedades que, aun
y siendo “realmente” constitutivas de la misma, no dejan de ser absolutamente subjetivas. O
sea, son propiedades que conforman la realidad objetiva, pero que resultan de las actividades
cognitivas y, en términos más generales, de las actividades simbólicas desarrolladas por las
personas. Esto implica que la realidad tal y como es está parcialmente determinada por la
realidad tal y como es para las personas. Significa ello que, en cierta medida, la realidad pasa
a ser el resultado —o el producto— de la construcción subjetiva que de la misma realizan las
personas.
Según esta posición, no es que existan diferentes realidades porque existan diferentes
maneras de tratar la misma realidad objetiva, sino que existen diferentes realidades porque la
propia realidad incorpora en sí misma, y como parte constitutiva de sí misma, una serie de
características que provienen de la actividad desarrollada por las personas en el proceso
que les lleva a formar su propia visión de la realidad. (Ibáñez, op.cit.)
El punto álgido de la discusión es entonces la existencia de diversas realidades subjetivas y en
particular lo que respecta a la descripción de sus características o la lógica de su elaboración.
5. Procesos de Socialización
La socialización es vista como el proceso mediante el cual se inculca la cultura a los miembros de
la sociedad, a través de él, la cultura se va transmitiendo de generación en generación, los
individuos aprenden conocimientos específicos, desarrollan sus potencialidades y habilidades
necesarias para la participación adecuada en la vida social y se adaptan a las formas de
comportamiento organizado característico de su sociedad.
Tipos de Socialización
Socialización Primaria:
Es la primera por la que el individuo atraviesa en la niñez por medio de ella se convierte en
miembro de la sociedad. Se da en los primeros años de vida y se remite al núcleo familiar.
Se caracteriza por una fuerte carga afectiva.
Depende de la capacidad de aprendizaje del niño, que varia a lo largo de su desarrollo psico-
evolutivo. El individuo llega a ser lo que los otros significante lo consideran (son los adultos los
que disponen las reglas del juego, porque el niño no interviene en la elección de sus otros
significantes, se identifica con ellos casi automáticamente) sin provocar problemas de
identificación.
La socialización primaria finaliza cuando el concepto del otro generalizado se ha establecido en la
conciencia del individuo. "El Otro generalizado" puede ser visto como la norma general en un
grupo social o situación. De esta manera el individuo entiende qué tipo de comportamiento es
esperado, apropiado y demás, en diferentes situación sociales. La familia, el equipo de baseball,
el colegio y la sociedad son ejemplos de situaciones sociales a través del cual el niño desarrolla
gradualmente entendimiento de las normas de comportamiento.
A esta altura ya el miembro es miembro efectivo de la sociedad y está en posición subjetiva de un
yo y un mundo.
Socialización Secundaria:
Es cualquier proceso posterior que induce al individuo ya socializado a nuevos sectores del
mundo objetivo de su sociedad. Es la internalización de submundos (realidades parciales que
contrastan con el mundo de base adquirido en la sociología primaria)
Agentes de Socialización
Existen diversos agentes de socialización, que juegan un papel de mayor o menor importancia
según las características peculiares de la sociedad, de la etapa en la vida del sujeto y de su
posición en la estructura social.
En la medida que la sociedad se va haciendo más compleja y diferenciada, el proceso de
socialización deviene también más complejo y debe, necesaria y simultáneamente, cumplir las
funciones de homogeneizar y diferenciar a los miembros de la sociedad a fin de que exista tanto
la indispensable cohesión entre todos ellos, como la adaptación de los individuos en los diferentes
grupos y contextos subculturales en que tienen que desempeñarse.
Se puede decir que la sociedad total es el agente de socialización y que cada persona con quien
se entre en contacto es en cierto modo un agente de socialización. Entre la gran sociedad y la
persona individual existen numerosos grupos pequeños, que son los principales agentes de
socialización de la persona.
El comienzo natural del proceso para cada niño recién nacido es su inmediato grupo familiar, pero
éste pronto se amplía con otros varios grupos. En la historia de la humanidad, la familia ha sido la
agencia de socialización más importante en la vida del individuo.
Algunos autores plantean que los cambios sociales producidos por los procesos de
industrialización y modernización han llevado a una pérdida relativa de su relevancia ante la
irrupción de otras agencias socializadoras como el sistema educacional, los grupos de amigos y
los medios masivos de comunicación.
Sin embargo, su importancia sigue siendo capital. La familia es el primer agente en el tiempo,
durante un lapso más o menos prolongado tiene prácticamente el monopolio de la socialización y,
además, especialmente durante la infancia, muchas veces selecciona o filtra de manera directa o
indirecta a las otras agencias, escogiendo la escuela a la que van los niños, procurando
seleccionar los amigos con los cuales se junta, controlando /supuestamente/ su acceso a la
televisión, etc.
En este sentido, la familia es un nexo muy importante en el individuo y la sociedad. Toda familia
socializa al niño de acuerdo a su particular modo de vida, el cual está influenciado por la realidad
social, económica e histórica de la sociedad en la cual está inserta.
6. Las representaciones sociales
Cuando las personas hacen referencia a los objetos sociales, los clasifican, los explican y,
además, los evalúan, es porque tienen una representación social de ese objeto. El conocimiento
del sentido común es conocimiento social porque está socialmente elaborado. Incluye contenidos
cognitivos, afectivos y simbólicos que tienen una función no solo en ciertas orientaciones de las
conductas de las personas en su vida cotidiana, sino también en las formas de organización y
comunicación que poseen tanto en sus relaciones interindividuales como entre los grupos sociales
en que se desarrollan.
Las R S, en definitiva, constituyen sistemas cognitivos en los que es posible reconocer la
presencia de estereotipos, opiniones, creencias, valores y normas que suelen tener una
orientación actitudinal positiva o negativa. Se constituyen, a su vez, como sistemas de códigos,
valores, lógicas clasificatorias, principios interpretativos y orientadores de las prácticas, que
definen la llamada conciencia colectiva, la cual se rige con fuerza normativa en tanto instituye los
límites y las posibilidades de la forma en que las mujeres y los hombres actúan en el mundo.
El abordaje de las RS posibilita, por tanto, entender la dinámica de las interacciones sociales y
aclarar los determinantes de las prácticas sociales, pues la representación, el discurso y la
práctica se generan mutuamente (Abric, 1994).
En resumen, las representaciones sociales son “filosofías” surgidas en el pensamiento social que
tienen vida propia. Las personas, al nacer dentro de un entorno social simbólico lo dan por
supuesto de manera semejante como lo hacen con su entorno natural y físico. Igual que las
montañas y los mares, los lenguajes, las instituciones sociales y las tradiciones forman un
panorama del mundo en que viven las personas, por tanto, ese entorno social simbólico existe
para las personas como su realidad ontológica, o como algo que tan solo se cuestiona bajo
circunstancias concretas.
Sin embargo, las personas también son agentes. Tienen maneras específicas de comprender,
comunicar y actuar sobre sus realidades ontológicas. Una vez que comprometen su pensamiento,
las personas ya no reproducen su entorno social simbólico de manera habitual y automática sino
que lo incorporan a su esquema cognitivo. En otras palabras, no solo reproducen sus realidades
ontológicas sino que se comprometen en procesos epistemológicos y como resultado de ello
cambian sus realidades ontológicas al actuar sobre ellas (Marková, op.cit.).
7. La actitud
Consiste en una estructura particular de la orientación en la conducta de las personas, cuya
función es dinamizar y regular su acción. Es la orientación global positiva o negativa, favorable o
desfavorable de una representación. Su identificación en el discurso no ofrece dificultades ya que
las categorías lingüísticas contienen un valor, un significado que por consenso social se reconoce
como positivo o negativo, por tanto, es la más evidente de las tres dimensiones.
La actitud expresa el aspecto más afectivo de la representación, por ser la reacción emocional
acerca del objeto o del hecho. Es el elemento más primitivo y resistente de las representaciones y
se halla siempre presente aunque los otros elementos no estén.
Es decir, una persona o un grupo puede tener una reacción emocional sin necesidad de tener
mayor información sobre un hecho en particular.
La concepción unidireccional de las actitudes considera que ellas se componen básicamente de
un elemento afectivo. La concepción bidimensional añade al anterior, el elemento cognoscitivo.
Finalmente, un punto de vista tridimensional la complementa con una tendencia comportamental.
Es esta última visión sobre la actitud la que más se aproxima al concepto de R S. Sin embargo, el
origen del término actitud es eminentemente psicológico y aunque se usa en el campo social, no
ofrece la estructura dinámica que tiene el de representación.
Se puede decir entonces que las R S contienen a las actitudes y no a la inversa, ya que aquellas
van más allá del abordaje tradicional de las actitudes y acercan mucho más el concepto al campo
social.
La actitud es el resultado, en el sujeto individual, del proceso de influencia social, de los avatares
del proceso de socialización. La actitud es la materialización de una Representación Social.
El niño aprende a partir de su interacción con los otros significativos a orientar su conducta en
relación a los valores sociales de su grupo. La actitud configura una estructura compleja que
involucra componentes cognitivos, afectivos y comportamentales.
componente cognitivo: implica las creencias, pensamientos y opiniones hacia objetos del
mundo social.
componente afectivo: es el responsable de las emociones positivas o negativas que le produce
el objeto de actitud, tendrá sentimientos de atracción o rechazo hacia personas, grupos o
acontecimientos, medidas que se despliegan a lo largo de un continuo de la actitud, desde las
actitudes altamente positivas a las altamente negativas. .
componente conativo o comportamental: involucra las tendencias a actuar, a traducir en acto
su predisposición, se incluyen también las intenciones comportamentales aquellos que la persona
estaría dispuesta a hacer. Las socialización primaria es un complejo proceso de incorporación de
significados y valores que se realiza con una fuerte carga emocional a través de contenidos
verbales y no verbales con los cuales el niño se identifica con los roles y actitudes de sus otros
significativos, se apropia de ellos (contenido verbales sino verbales) y va construyendo su
identidad
Una actitud que implica: una relación sujeto-objeto (direccionalidad). Un aprendizaje en el
proceso de socialización ya que no existen actitudes innatas o heredadas, distinción respecto de
la necesidad biológica como el hambre. Una duración que las transforma en estables aunque
pueden cambiar bajo el efecto de diferentes estímulos. Una polaridad afectivas que va de de un
máximo de aceptación a un máximo de rechazó incluyendo situaciones de ambivalencia y/o
ambigüedad afectiva que genera conflictos.
Morrison (1998) habla de dos curvas en la historia de los negocios, la curva tradicional y la
nueva curva, pretendiendo estimular a las empresas a saltar de la primera a la segunda, en la
cual se adoptan tecnologías punta, se innova, se ofrecen nuevos productos y servicios, se
adoptan nuevas formas de organización y se transforma la manera de pensar y de ser de las
personas. Nos parece de interés, ya que la economía es un factor clave en el desarrollo social y
de las personas. Veamos cómo ve ven en este nuevo entorno los mercados, las organizaciones y
los individuos
Primera curva Segunda curva
MERCADO
- Capital - Conocimiento
- Productor - Cliente
- Atlántico - Pacífico
- Japón - China
- Mercado internacional - Comercio Electrónico
- Ordenadores - Internet
- Dinero -
ORGANIZACIÓN Personas
- Mecánica - Orgánica
- Ingeniería - Ecología
- Corporaciones - Individuos y redes
- Vertical/ horizontal - Integración virtual
- Procesos de negocio INDIVIDUO - Cultura
Como analiza Bueno (l996), al predominio de una determinada tecnología de comunicación han
correspondido tipos concretos de cultura y una determinada forma educativa:
“Cultura oral, cultura escrita, cultura impresa y cultura electrónica son términos que expresan las
fases de la historia de la civilización, caracterizadas esencialmente por el vehículo de difusión”.
Efectivamente, cada época histórica se sirvió de nuevos códigos y nuevos lenguajes para
contener y transmitir la información.
La 1ª revolución ocurrió hace varios cientos de miles de años, cuando emergió el lenguaje en la
evolución de los homínidos. El lenguaje oral, es decir la codificación del pensamiento mediante
sonidos producidos por las cuerdas bucales y la laringe, fue, sin duda, un hecho revolucionario.
Permitía la referencia a objetos no presentes y expresar los estados internos de la conciencia.
Con el habla se hizo posible hacer pública y almacenar la cognición humana. El conocimiento de
los individuos podía acumularse y la palabra hablada proporcionó un medio a los humanos de
imponer una estructura al pensamiento y trasmitirlo a otros (Bosco, 1995). Según Bartolomé
(2001), “el lenguaje oral generó un tipo de documentos caracterizados por su brevedad, su
métrica y el uso de recursos de pensamiento analógico, como las metáforas”. La segunda gran
revolución fue producto de la creación de signos gráficos para registrar el habla. La palabra
escrita permitió la independencia de la información y la posibilidad de preservar para la posteridad
o para los no presentes el registro de lo dicho u oído. Multiplicada la difusión de los mensajes
escritos a través de la imprenta, en ellos y “a través de unos documentos excesivamente largos;
sostiene Bartolomé, ha predominado el pensamiento racional y la lógica deductiva” tal como
hemos experimentado los adultos a lo largo de nuestra formación. La tercera revolución la produjo
la imprenta. La posibilidad de reproducir textos en grandes cantidades tuvo una influencia decisiva
en el conjunto de las transformaciones que han configurado la modernidad y el mundo tal como es
ahora. La imprenta contribuyó a una auténtica revolución en la difusión del conocimiento y de las
ideas y, por tanto, en la evolución de nuestro sistemas políticos, económicos y religiosos y
prácticamente en todos los aspectos de nuestra sociedad. Aprender a leer y a escribir es, todavía,
el más importante aprendizaje que se realiza en la escuela. Es la puerta de acceso a la cultura y
la vida social (Adell, 1997).
Estaríamos ahora en la cuarta era o revolución cuyos ejes están constituidos por la información y
la comunicación y cuyo soporte son elementos electrónicos, de forma similar a como la imprenta
produjo la cultura impresa, pues como se ha dicho, las culturas se van configurando a partir del
tipo de herramientas que privilegian, del tipo de instrumentos que convierten en prioritarios. La
tópicamente denominada cultura de la imagen ha llevado a desarrollar unas maneras específicas
de pensar, de hacer y de ser, a partir de las formas de expresión que ha convertido en
hegemónicas.
FUENTES:
- SALAZAR T. R.4 (2006) Cultura y cognición: entre la sociedad y la naturaleza. Revista
Mexicana de Sociología 68, núm. 3 (julio-septiembre, 2006)
- Araya S. (2002). Las representaciones sociales: Ejes teóricos para su discusión. Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO)
PREGUNTAS:
1. Indique las características de las propuestas Cognitivo Sociales
2. Explique que que son las metarrepresentaciones y la epidemiología de las creencias
3. Que es Representación Social y como se relaciona con el concepto de Actitud.
4. Que es sociedad del Conocimiento y cuáles son los grandes factores que han influido de
manera clara en esta transformación.
5. Explique 4 cambios en el mundo laboral que trae la Sociedad del Conocimiento.
4
Profesora e investigadora del Departamento de Estudios de la Comunicación Social de la
Universidad de Guadalajara. Área de investigación: Sociología de la cultura, discurso moral, vida
cotidiana y representaciones sociales.