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METABOLISMO DE LOS GLÚCIDOS

Los glúcidos, en especial la glucosa, son los principales combustibles utilizados por el
organismo para realizar los diferentes trabajos biológicos. La forma de extraer energía
de la glucosa es a través de su oxidación en varias etapas. La energía libre que 1 mol de
glucosa genera a partir de su completa oxidación hasta CO2 y H2O es de 2.840 kJ. La
glucosa debe estar siempre disponible para todas las células y, por eso, se encuentra
soluble en la sangre manteniendo niveles dentro de intervalos siempre estables, que
varían de acuerdo a la especie. En cada especie ocurren variaciones de la glucemia, sobre
todo en función de dieta, edad y condiciones fisiológicas.
Almacenamiento de la glucosa: el glucógeno La glucosa se almacena en la forma de
glucógeno, principalmente en el hígado y en el músculo. Los animales monogástricos
tienen mayores cantidades de glucógeno hepático que los rumiantes. El glucógeno en el
perro puede corresponder a 6% - 8% del peso del hígado, mientras que en los bovinos
el valor es de 1% - 3%. El hígado de animales jóvenes contiene más glucógeno que el de
adultos; así, el lechón recién nacido tiene 14,8 %, mientras que el cerdo adulto tiene
apenas 4%. El glucógeno es más abundante en el hígado, donde puede ser almacenado
en hasta 8% del peso del órgano y en el músculo esquelético, donde llega a 1% del peso
de la masa muscular. Debido a su estructura el glucógeno está organizado en forma
helicoidal. Esta modalidad de almacenamiento de la glucosa en las células evita grandes
cambios en la osmolaridad intracelular, que acontecerían si la glucosa estuviese libre y
no con el glucógeno dentro de gránulos citoplasmáticos
Glucogenólisis:El glucógeno puede ser degradado enzimáticamente para la obtención
de glucosa, a fin de que esta pueda entrar en las rutas oxidativas y así obtener energía.
La producción de glucosa a partir del glucógeno se llama glucogenólisis, mecanismo que
posee control endocrino, en el cual intervienen las enzimas glucógeno fosforilasa,
α(1→6) glucosidasa y fosfoglucomutasa. La glucógeno-fosforilasa cataliza la siguiente
reacción: (glucosa)n + Pi → (glucosa)n-1 + glucosa-1-fosfato En esta reacción ocurre
quiebre de la unión glucosídica con introducción de una molécula de fosfato sin
intervención de ATP (fosforólisis). La fosforilasa actúa en el glucógeno sobre los
extremos no reductores de las unidades de glucosa, rompiendo los enlaces α(1→4)
hasta encontrar puntos de ramificación con enlaces α(1→6), en los cuales la enzima no
puede actuar. De esa forma, los productos finales de la acción de la fosforilasa son
unidades de glucosa1-fosfato y fracciones de dextrina límite. Sobre las fracciones de
dextrina límite actúa la enzima α(1→6) glucosidasa o enzima desramificante, la cual
rompe los enlaces glucosídicos α(1→6). La glucosa-1-fosfato liberada por la acción de la
fosforilasa no puede entrar en el metabolismo todavía, debiendo antes ser
transformada en glucosa-6-fosfato por acción de la enzima fosfoglucomutasa. La
fosforilasa es una enzima alostérica o regulatoria que aparece en dos formas: una activa
llamada fosforilasa a, que posee cuatro subunidades idénticas unidas y fosforiladas en
los residuos de serina, con peso molecular de 380 kDa; y otra inactiva llamada fosforilasa
b, separada en dos pares de subunidades desfosforiladas. La fosforilasa como enzima
alostérica tiene metabolitos reguladores que la fosforilan (activan) o la desfosforilan
(inactivan). Esas acciones son realizadas por dos enzimas: la fosforilasa quinasa
(fosforila) y la fosforilasa fosfatasa (desfosforila). A su vez, la enzima activadora
fosforilasa quinasa es regulada por la adrenalina, hormona de la médula adrenal, y por
el glucagón, hormona del páncreas. Esas hormonas actúan sobre el hígado y el músculo,
órganos donde el glucógeno se encuentra almacenado. Por otro lado, la insulina
estimula la acción de la enzima inactivadora, la fosforilasa fosfatasa, al tiempo que
inhibe la enzima activadora, la fosforilasa quinasa. Por tanto, la glucogenólisis es
estimulada por la adrenalina y el glucagón e inhibida por la insulina. En el hígado el
glucógeno constituye la única reserva para mantener la glucemia. En el músculo el
glucógeno es usado como reserva energética exclusivamente para la contracción
muscular. El hígado es el único órgano que puede ‘exportar’ glucosa libre a la sangre, ya
que posee glucosa-6-fosfatasa, enzima que cataliza la siguiente reacción: glucosa-6-
fosfato → glucosa + Pi
Glucogénesis: la síntesis de glucógeno El proceso metabólico que lleva a la formación
de glucógeno a partir de la glucosa excedente es la glucogénesis. Este proceso se realiza
en el citosol de las células de todos los tejidos, aunque tiene mayor importancia en las
células del hígado y del tejido muscular esquelético. La glucosa que entra en la
formación de glucógeno como glucosa-6-fosfato es convertida en glucosa-1-fosfato por
la enzima fosfoglucomutasa, para posteriormente ser convertida en el compuesto activo
UDP-glucosa, según las reacciones mostradas en la Figura 5.6. La segunda reacción es
catalizada por la enzima UDP-glucosa pirofosforilasa, la cual actúa como punto de
control de la glucogénesis. La rápida hidrólisis que sufre el pirofosfato (PPi → 2Pi)
permite su desaparecimiento, favoreciendo la reacción en el sentido de la formación de
UDP-glucosa. El sustrato para la biosíntesis de glucógeno es la UDP-glucosa. Los
monosacáridos unidos a uridina difosfato (UDP) están ‘marcados’ para participar en
reacciones de síntesis y no de degradación. La UDP-glucosa también es intermediaria en
la síntesis de galactosa para la formación de lactosa. La UDP-glucosa se incorpora al
glucógeno en una reacción catalizada por la enzima glucógeno sintetasa: UDP-glucosa +
(glucosa)n → (glucosa)n+1 + UDP La glucógeno sintetasa es una enzima alostérica
controlada hormonalmente, siendo estimulada por la insulina e inhibida por el glucagón.
Posee cuatro subunidades y tiene un peso molecular de 360 kDa. Ella no puede catalizar
uniones entre C1 y C6 para la obtención de las ramificaciones del glucógeno, en este tipo
de enlace participa la enzima ramificante. El efecto biológico de las ramificaciones es
volver el glucógeno más soluble y aumentar el número de enlaces no reductores,
dejándolo más reactivo a la acción de las enzimas de degradación y síntesis. Como la
enzima glucógeno sintetasa requiere un primer de glucógeno para incorporar la
UDPglucosa, cabe la pregunta: ¿cómo es generada la primera molécula de glucógeno?
La producción de ese primer es realizada por una proteína llamada glucogenina, que
actúa como si fuera un primer al cual se une la primera glucosa, actuando
simultáneamente como enzima de su propia reacción; o sea, es sustrato y, al mismo
tiempo, enzima. Después, la glucógeno sintetasa se une a la glucogenina para formar un
complejo en el cual se van uniendo otras glucosas sobre la primera hasta tener un
número suficiente (mayor de siete), momento en que la glucógeno sintetasa es liberada
del complejo.

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