Está en la página 1de 4

Masacre de las Bananeras.

Masacre de las Bananeras. Un recuerdo inolvidable en la memoria de la


historia de Colombia

Rodrigo Andrés Martínez Acevedo

Universidad Pedagógica Nacional


Facultad de Ciencia y Tecnología
Facultad de Biología
Lic. Biología

Pedagogía y Didáctica II
Catalina Vallejo Ovalle

2023
Masacre de las Bananeras. 2

Contexto

La United Fruit Company fue una empresa multinacional estadunidense, fundada


por Minor Keith en 1899, que se dedicó a la producción y comercialización de futas
tropicales, especialmente banano en América Latina.
A las diez de la noche del cinco de diciembre de 1928, la estación de ferrocarril de
ciénaga estaba completamente llena. Miles de obreros, sus mujeres y niños, llegados de los
confines de la zona bananera, habían viajado durante varios días para asistir a la cita
convocada por los dirigentes de la huelga. Esa noche veranera de luna nueva, esperaban la
posible llegada del gobernador del departamento de magdalena y conocer el comunicado
del gobierno nacional aceptando los nueve puntos exigidos en un pliego de peticiones que
representaba las esperanzas de 25.000 obreros vinculados directa o indirectamente
vinculados a la United Fruit Company, la mas grande empresa productora de banano del
mundo.
Algunas horas antes los huelguistas habían bloqueado el tránsito de trenes y
cerrado las comunicaciones terrestres con Santa Marta. En las primeras horas de la noche,
utilizando canoas y golpes de remo, uno de los grupos, saliendo de la oscuridad que
ofrecían los árboles de mangle que bordeaban la ciénaga de magdalena, apareció
fantasmagóricamente para abordar y detener en el Puerto Nuevo.

Días Previos a la Masacre

El problema en cuestión radicaba en que la compañía multinacional no quería


contratar de manera directa a los trabajadores de las plantaciones. Lo que hacia siempre
para evitar el pago de contraprestaciones laborales era subcontratar a través de terceros, ya
que, al momento de ser contratado un trabajador, en una de las clausulas del convenio
laboral se estipulaba “todos los detalles del trabajo serán a cargo del contratista, y ni el
contratista ni sus empleados serán trabajadores de la United Fruit Company”. De todas
estas artimañas contractuales se valía la multinacional, incluso para evadir sus
responsabilidades ante la legislación colombiana, por que alegaban que los obreros de las
plantaciones no eran trabajadores suyos sino del contratista, y era el contratista quien
tenia la obligación y no ellos como empresa.
Masacre de las Bananeras. 3

Pliego de Peticiones
 Seguro colectivo obligatorio.
 Reparación por accidentes de trabajo.
 Habitaciones higiénicas y descanso dominical remunerado.
 Aumento en 50% de los jornales de los empleados que ganaban menos de
100 mensuales.
 Supresión de comisariatos.
 Cesación de préstamos por medio de vales.
 Pago semanal.
 Abolición del sistema de contratistas.
 Mejor servicio hospitalario.

Los cultivadores de banano para la década de 1920 poseían 35.000 hectáreas


sembradas de la fruta, contribuyendo con el 57% de las exportaciones del Caribe
colombiano. Los pequeños cultivadores que tomaron parte de la huelga fueron en primera
medida por el monopolio que ejerció la compañía en la comercialización del banano en los
mercados internacionales, esencialmente porque no permitía vender la fruta a ellos de
manera directa sin tener que acudir a su intermediación; y en segunda medida, porque
dependían de la UFC para realizar operaciones de crédito, riego y mercadeo de su producto
a nivel mundial, lo que le permitía a la multinacional manipular los precios del banano e
imponerle a los productores condiciones para comprar y vender su productos.
Las cosas sucedieron porque una vez concentrados los trabajadores obreros en los
distintos puntos de congregación en los cuales se reunían como acto de manifestación y
protesta pacífica, siendo las once de la noche del miércoles de diciembre llegó la noticia del
Dr. Núñez Roca, gobernador del departamento de magdalena, acaba de emitir un decreto,
por medio del cual ordenaba la dispersión de los grupos de huelguistas.
El ejercito allí acantonado fue comisionado por hacer cumplir las disposiciones del
Gobernador del departamento, y con este motivo se ordenó a los huelguistas se disiparán.
Muchos de ellos estaban acostados en los playones, otros en los alrededores de la estación
del tres y otros dormían al aire libre. Una vez los soldados llegaron a la plaza leyeron el
texto completo del decreto y dieron quince minutos para que la muchedumbre obrera
acantonada en la plaza que estaba conformada por mas de 1500 personas se dispersaran.
Como estos no quisieron obedecer las ordenes dadas por los jefes militares, y por el
contrario los huelguistas cada vez mas agitaban las banderas del tricolor nacional y
Masacre de las Bananeras. 4

pancartas alusivas al movimiento obrero y en contra de la explotación laboral, al grito de


“viva Colombia”, lo siguiente que hicieron los soldados fue tocar a ritmo de tambores una
corneta por tres veces, previo aviso de que harían tocar el instrumento de viento en un
lapso de un minuto entre toque y toque; si al cabo de una tercera no se había disipado el
grupo, se procedería a disparar en contra de las personas que se encontraban en el motín.
En efecto, al sonar la tercera corneta, los manifestantes se mantuvieron el pie de lucha en
sus protestas y por ende no se dispersaron; instantes después solo se escucho la voz de un
militar que decía “fuego” y con ello, segundos después, se sintió el rugir de las
ametralladoras y las descargas de la fusilería disparas en contra de los obreros que se
encontraban en la huelga.
Los medios de comunicación en general informaban en sus partes que sobre el
movimiento revolucionario del Departamento de Magdalena todo tiende a demostrar que
la fuerza militar había procedido con energía, mas no había incurrido en excesos, pues lo
jefes militares habían ordenado hacer lo único que debía hacerse, y que de ahí no habían
pasado.

También podría gustarte