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7)Pago semanal
Estas sencillas exigencias fueron rechazadas por las directivas de la empresa, las cuales se
negaron a sentarse a dialogar con los dirigentes obreros a los cuales desconocieron.
La United Fruit Company consideraba las demandas de los trabajadores como una amenaza
a su operación en Colombia. Si los trabajadores las imponían, la compañía tendría que
aumentar los salarios y el precio de compra a los cultivadores colombianos. Por lo tanto, la
United Fruit Company se negó a negociar. La compañía argumentó que la huelga no podía
ser vista como un paro legítimo de trabajo, sino como una rebelión contra la autoridad
establecida, fomentada por agitadores extraños al conflicto.
Sin embargo, el gobierno del presidente Miguel Abadía Méndez buscó proteger los
intereses de la Unite Fruit Company, por lo cual encargó al General Carlos Cortés Vargas
para que destruyera la protesta iniciada por los trabajadores que se encontraban en la plaza,
se dice que llegaron aproximadamente mas de trecientos soldados del ejercito colombiano y
que dieron orden de desalojar en cinco minutos la plaza, algunos de los manifestantes
obedecieron y otros creyendo que no arremeterían contra ellos se quedaron en la protesta
pacífica, pero no contaban con que desproporcionadamente el ejercito tomara fuego contra
ellos, y se dio inicio a una de las masacres más crueles que ha sufrido el país, en donde no
se sabe el número exacto de muertos, pero se dice que fueron más de 1.500. Tras la terrible
masacre, quedaron una serie de consecuencias para ciénaga y para el país, una de ellas fue
la finalización del contrato con la empresa multinacional Unite Fruit Company que trajo
consigo una terrible crisis económica, de pobreza, además del abandono estatal para
ciénaga magdalena.
Referencias
https://la-masacre-de-las-bananeras.webnode.es
https://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/asi-fue-la-masacre-de-las-bananeras-la-
noche-de-la-verguenza-nacional-302386